בסיעתא דשמיא
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Este Envio de Torah Semanal esta :
Itzjak Ben Sara
PERASHIOT TAZRIA - METZORA
( Concibiere y Afectado por Tzaraat)
Libro Vayikrá / Levítico 12:1 - 15:33
Haftará: II Melajim / II Reyes 7:3-20.
Libro Vayikrá / Levítico 12:1 - 15:33
Haftará: II Melajim / II Reyes 7:3-20.
Este Envio de Torah Semanal esta :
Dedicado a la Refua shelema
( curación completa) de:
HARAV AVRAHAM NISSIM BEN JAVA SHLIT''A
Rabanit Mazal Bat Leah
Maria Fernanda Bat Dayan Cobos
SRA.RIVKA BAT SARA IMENU
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Olga Bat Gloria
Sra. Nohemi Bat Esther
Sra. Yolanda Bat Elina
Paola Bat Yolanda
Sra.
Dinorah Horing Flasch Bat Batia
Karen Bat Rosa
Jaim Yosef Ben Esther
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sr. Moshe ben Avraham
David ben Maira
Alvaro hijo de Ana
Itzjak Ben SaraSra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Nohemi Bat Esther
Dinorah Horing Flasch Bat Batia
Karen Bat Rosa
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sr. Moshe ben Avraham
Ramiro Ben Yolanda
Rafael ben Elina
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
Harav HaGaon Yaacov Yosef ZT''L
Hijo del Maran HaGaon Harav Rabí Ovadia Yosef Shelit''a
Quien partió hacia Gan Eden este viernes 3 de Iyar de 5773 ( 12-04-12)
MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV ZT''L
MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
MARAN HAMEKUBAL HARAV NISSIM PERETZ ZT''L
HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Maran HaraB HaGaon Jaim Pinjas Scheinberg ZT''L
Sr. Rafael Oriz Peña Z''L
Sr. Eliecer David Ben Aura Esther Z''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Sr. Bernardo Rejtman Ben Meir
ADAEL BEN ELIYAHU Z"L
Sra Aura Ester bat Ana Z''L
Rabanit Bat Sheba Kanievsky, Z”L
Sra. Guillermina Hija de Benigna z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
Sra. Esther Bat Fanny
YAFFA BAT SARA Z"L
Sra. Adekina Diaz Bat Soledad Z''L
Sra.
Refua shelema ve Hatzlaja be Kol Maase Yadenu:
Asher Amram Ben Avraham
* Si desea dedicar este envió de Torah, por la pronta recuperación de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algún ser querido, por favor envíenos un correo a comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali ,Colombia
Bogotá:
Fecha Hora
Viernes, 12 Abril, 2013 Encendido de velas a las: 17:45
Shabat, 13 Abril, 2013 Shabat concluye: 18:35
HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
Asher Amram Ben Avraham
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Bogotá:
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Shabat, 13 Abril, 2013 Shabat concluye: 18:35
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Shabat, 13 Abril, 2013 Shabat concluye: 18:35
Bogotá:
Fecha | Hora |
Viernes, 12 Abril, 2013 | Encendido de velas a las: 17:45 |
Shabat, 13 Abril, 2013 | Shabat concluye: 18:35 |
Barranquilla:
Barranquilla:
Fecha | Hora |
Viernes, 12 Abril, 2013 | Encendido de velas a las: 17:53 |
Shabat, 13 Abril, 2013 | Shabat concluye: 18:42 |
Cali:
Fecha Hora
Viernes, 12 Abril, 2013 Encendido de velas a las: 17:54
Shabat, 13 Abril, 2013 Shabat concluye: 18:43
Cali:
Fecha | Hora |
Viernes, 12 Abril, 2013 | Encendido de velas a las: 17:54 |
Shabat, 13 Abril, 2013 | Shabat concluye: 18:43 |
Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.
DESCARGA LOS ARCHIVOS ADJUNTOS Y DISFRUTA DE UNA MAYOR PROFUNDIDAD EN EL ESTUDIO SOBRE:
LA PERASHIOT DE LA SEMANA Y SEFIRAT HAOMER
Mitzvot de la perashiot.
-Tazría-
De acuerdo al Sefer HaJinuj
- Los procedimientos respecto a la impureza de la mujer que pare
- Que la persona impura no ingiera de los alimentos consagrados en el Mikdash
- Korbán de la mujer que parió
- Los procedimientos respecto a la impureza del metzorá (especie de enfermedad corporal provocada por una condición espiritual)
- No rasurar el pelo con tiña
- El tzarúa (quien padece metzorá) y todos los que impurifican deben andar con ropas rotas y despeinados
- Los procedimientos si aparecen manchas de tzaraat en las vestimentas
- Metzorá -
- Purificación del tzaraat de tipo conocido
- Que se rape el metzorá al día séptimo
- Inmersión de los impuros
- Korbán del metzorá cuando se cure de su dolencia
- Impureza de la residencia que tuviera la llaga de metzorá
- El blenorrágico es impuro e impurifica
- Korbán del blenorrágico cuando se cure
- El que vierte semen (polución nocturna) es impuro e impurifica
- La impureza de la nidá que impurifica a otros
- Impureza de la blenorrágica
- Korbán de la blenorrágica cuando se cure
Tazría:
Comienza la perashá ordenando que toda vez que una mujer dé a luz, ofrezca un Korbán (Ofrenda) tras el nacimiento. Los hijos varones deberán ser circuncidados en el octavo día de vida. La Torá introduce el fenómeno detzaraat, comúnmente traducido como “lepra” aunque no es la acepción correcta, pues se trata de una enfermedad de origen puramente espiritual, que ataca a la persona, a sus ropas y a su casa, a fin de provocar una reflexión tendiente a la enmienda de sus faltas espirituales, en particular el hablar Lashón Hará (comentario negativo sobre el prójimo). Para determinar si una mancha en particular constituye o no tzaraat, se debe consultar al Kohén (sacerdote), quien en caso afirmativo, aísla al afectado durante una semana. Si al cabo de ese plazo la enfermedad no experimenta variación, se prolonga su confinamiento durante una semana, luego de la cual el kohén decide la situación del afectado. Existen distintas formas de tzaraat que son descriptas en esta perashá. La persona a quien se le confirma que sufre de tzaraat, debe desgarrar su ropa no cortarse el pelo y alertar a la gente sobre el hecho de que padece de esa impureza ritual, no pudiendo mantener un contacto normal con las demás personas. Finalmente es descrito en detalle el fenómeno de tzaraat en las ropas.
Metzorá:
En esta sección la Torá describe el procedimiento a seguir por un metzorá (afectado por tzaraat), una vez curado y concluido su período de aislamiento. Este proceso dura una semana e incluye korbanot (ofrendas) e inmersiones en lamikve (piscina ritual), tras lo cual el Kohen deberá declararlo “puro”. Cuando el metzorá es de escasos recursos, puede sustituir las ofrendas caras por otras más económicas. Previo a la confirmación por parte del Kohende que una casa tiene tzaraat, los objetos de la casa son retirados para evitar que ellos también sean declarados ritualmente impuros. La afección de tzaraat se elimina demoliendo y reconstruyendo esa sección de la casa. Si vuelve a aparecer, la construcción entera debe ser demolida. La Torá detalla las secreciones corporales que hacen a una persona ritualmente impura, impidiéndole tocar objetos sagrados, y describe cómo el afectado recupera su estado de pureza ritual
Lashón Hará es desunión.
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DEL LASHÓN HARÁ (la malediciencia) Y LA DESUNIÓN? Lashon Hara
Síntesis de la Perashá:
Una vez que el pueblo de Israel salio de Egipto, el libro de Shemot (Éxodo) finalizó con la construcción del Santuario. El libro de Vaikrá (Levítico, o también conocido como Torat Kohanim) principia relatando acerca de los servicios que se realizarian en dicho Santuario. Después se habla de la inauguración del Santuario, y ahora, en las Parshiot Tazría y Metaorá se habla de los tipos de impureza, y las dispocisiones de éstas relacionadas con el Santuario, y susaislamientos y sus medios de purificación.
Mensaje:
Los tipos de impurificaciones mencionados en estas dos Parshiot, y en la Perashá anterior (Sheminí), se pueden agrupan en tres categorias:
1)La impureza que emana de un resto mortal, tanto humano como de ciertos animales (Perashat Sheminí).
2)La impureza que emana de ciertas emisiones fisiológicas de un ser viviente.
3)La impureza relacionada con el Tzaraat (la lepra bíblica).
Hay que recalcar que la raíz de estos preceptos no se debe a disposiciones higiénicas o clínicas, sino espirituales. Ciertamente la manifestación de las impurezas mencionadas son de carácter fisiológico, con características específicas muy peculiares, como son descritas en la Perashá, pero el proceso de curación no era clínico sino espiritual, a través de un Kohén. Dicha padencia espiritual, refiriéndonos especialmente al tzaraat, la lepra bíblica, se debía, como lo comenta el Zóhar (Zóhar Vaikra 53a), a una distorsión espiritual: La maledicencia, el Lashón Hará(hablar algo negativo verdadero acerca de otro). El Lashón Hará aisla a las personas, por eso almetzorá (el que padece tzaraat) se le aislaba. Comenta el Midrash (Midrash Rabá Bemidbar 19) que apesar de que en los tiempos del Rey Ajab había idolatría, el pueblo de Israel vencía en las guerras porque no se hablaba Lashón Hará. Cuando sectores del pueblo de Israel empiezan a hablar fuertemente en contra de otros sectores, y empieza a haber odio entre yehudim (como en mi humilde opinión pasaba sobre todo hace dos años entre ciertos dirigentes y políticos laicos y religiosos en Israel), las circunstancias se ven en la necesidad de que se levante un adversario exterior para que les recuerde quién es en realidad es el enemigo (como en mi humilde opinión sucedió a partir de octubre del 2000 con las revueltas y el terrorismo palestino).
Que BeEzrat Hashem haya en el pueblo de Israel amor y unión sin la necesidad de un enemigo que venga a recordarnos que debemos estar unidos.
Ubicación:
Metzorá ("Metzorá") es la quinta parashá del tercer tomo de la Torá, el sefer Vaikrá, conocido en español como "Levítico".
Metzorá ("Metzorá") es la quinta parashá del tercer tomo de la Torá, el sefer Vaikrá, conocido en español como "Levítico".
Temáticas:
Podemos señalar dos temas en esta parashá:
Podemos señalar dos temas en esta parashá:
- Los procedimientos rituales que debe hacer el Metzorá, que es la persona que fue afectada por la enfermedad física llamada Tzaraat.
Esta dolencia tiene un origen en acciones pecaminosas, especialmente la habladuría perniciosa.
A esta enfermedad muchas veces se la traduce como "lepra", pero realmente no lo era, pues no se manifestaba de igual manera, ni tenía iguales causas.
- Se mencionan otras ocasiones en las cuales la persona entra en estado de impureza por causas que incluyen factores físico, emocionales y psicológicos: nidut y zivut.
Para destacar:
- De acuerdo al Midrash (Vaikrá Rabá 17:3) y al Talmud (Arajim 15a), los siguientes son los pecados que hacían que el pecador fuera propicio para contraer Tzaraat:
- Servir ídolos.
- Relaciones sexuales ilícitas.
- Asesinato.
- Profanación del santo Nombre de Dios.
- Blasfemias, maldecir a Dios o hablar negativamente de Él.
- Robar al público (engañar en precios, publicidad engañosa, etc.).
- Ejercer funciones reservadas a otros y que están por fuera del rol propio.
- Engaño.
- Habladurías maledicientes.
- Actuar de forma miserable o despreciativa.
- Jurar en vano.
Había unos veinticuatro tipos diferentes de Tzaraat, y el más grave al parecer lo contraía de inmediato el que hacíalashón hará -habladurías perniciosas-.
- Como parte de su proceso de purificación, el Metzorá debía traer ante el cohén madera de cedro e hisopo. En el Midrash(Pesikta deRabi Kaana) encontramos lo siguiente:"¿Por qué el Metzorá se purifica con el más alto de los altos (cedro) y con el más bajo de los bajos (hisopo)?
Porque cuando la persona se enorgullece vanamente como queriendo alcanzar la altura de un cedro, entonces es castigado con Tzaraat.
Cuando disminuye su altivez, hasta parecer un hisopo, entonces es sanado de su enfermedad."
Reflexiones sobre Tazria
El Poder de las Palabras
El Poder de las Palabras
Por Rav Marc Angel
Traducción Dra. Myriam Frydman
Traducción Dra. Myriam Frydman
Las porciones de la Torá de esta semana y de la próxima, se ocupan de una misteriosa enfermedad/impureza llamada tsara’at, usualmente traducida como lepra. La tradición rabínica vincula a esta enfermedad con el pecado de lashón hará—la maledicencia, el chisme. Miriam, la hermana de Moisés se vio afectada por los síntomas de esta enfermedad después de haber hablado de Moisés en forma inapropiada.
El Talmud (Arajin15b) compara el pecado de la maledicencia con la idolatría, el adulterio, y el asesinato. Todos sabemos que el chisme es malo, que las palabras ofensivas son dañinas, que las palabras imprudentes pueden causar mucho dolor. Todos sabemos que difamar a los demás es un signo de debilidad moral, en el que el difamador (o la difamadora) quiere construir su propio ego frágil destruyendo a otras personas.
Aun así, casi todos incurrimos en chismes y causamos dolor al utilizar palabras hirientes.
En los últimos meses, los medios de comunicación judíos han publicado artículos acerca de “eruditos de la Torá" que han utilizado palabras terribles. A un "sabio" se le atribuye haber dicho que los soldados israelíes murieron en la guerra del Líbano por causa de sus pecados. A otro se le atribuye haber dicho que el Holocausto fue un castigo para el pueblo judío, causado por el surgimiento del movimiento reformista. Otro, fue lo suficientemente imprudente como para afirmar ante un grupo de estudiantes de una yeshivá de Israel que el Primer Ministro debería pagar con su vida si decidía dividir a Jerusalén. En el caso de los dos primeros rabinos, ambos se mantuvieron firmes en sus declaraciones, aun cuando fueron criticados. En el último caso, el rabino se disculpó profusamente por sus palabras precipitadas y afirmó que sólo las había dicho en broma.
Las anteriores declaraciones—y muchos pronunciamientos igualmente infames y dañinos—son profundamente ofensivos para la gente pensante, y ciertamente no representan lo mejor de las enseñanzas judías. Todas las personas razonables deberían concluir que tales afirmaciones son arrogantes y erróneas. Al mismo tiempo, como estas declaraciones fueron hechas por “luminarias de la Torá", algunos individuos religiosos se rehúsan a criticarlas.
Varias personas (en cartas al editor y en conversaciones privadas) han manifestado que es inadecuado criticar a los "gedolei hador", los "grandes rabinos de la generación". Como estos rabinos son tan grandes, ellos no deben ser objeto de críticas ni de ostracismo público.
Yo tengo un problema con esta línea de argumentación. Yo sugeriría que mientras más grande es el(la) erudito(a) de la Torá, más cuidadoso(a)debe ser con sus palabras. Ellos son los primeros que deben darse cuenta de que sus declaraciones ejercen una gran influencia en sus seguidores, y que cualquier cosa que ellos digan, afectala imagen del judaísmo de la Torá. Antes de proferir declaraciones, así sea en broma, ellos deben pensar muy cuidadosamente: ¿Traerán estas palabras consuelo y curación, o causarán pena y dolor?¿Le traerán estas palabras honor a la Torá, o le causarán vergüenza?
Todoscometemos errores el transcurso de nuestra vida. Ninguno de nosotros puede decir las cosas correctas a todo momento, sin equivocarse nunca. Cuando cometemos errores, nos corresponde a nosotros autocorregirnos. Si nosotros no lo hacemos, o si ni siquiera nos damos cuenta de que hemos causado un dolor innecesario con nuestras palabras, es conveniente que alguien nos informe de manera cordial sobre nuestro error para que podamos arrepentirnos y hacer las cosas mejor la próxima vez.
Nadie—ni siquiera los grandes "sabios" y las "luminarias de la Torá"—está exento de este proceso de autocorrección, y de ser corregido por otras personas. La corrección es más efectiva cuando se hace de manera suave, sin causar vergüenza o escándalo. Aquellos que han pronunciado palabras arrogantes, mezquinas, o hirientes, deben disculparse y emitir nuevas declaraciones, dejando en claro que se habían expresado mal. Una vez que ellos se han arrepentido, el asunto debe ser dejado de lado, sin más habladurías ni controversias.
Hace unos años, participé en una reunión en la casa del Presidente de Israel, como parte de una delegación de la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Americanas. El Presidente Herzog señaló que él estaba preocupado por las características malintencionadas que había detectado en los medios noticiosos; pero prosiguió atacando de una manera especialmente mordaz a los medios de comunicación “religiosos”, en los cuales la mentira, la calumnia y la difamación eran las normas. Lo que él describió entonces, a comienzos de la década de 1990, todavía parece ser apropiado para describir algunas publicaciones “religiosas”. Aunque todos tenemos que ser cuidadosos y veraces con nuestras palabras, quienes dicen ser religiosos deben ser aún más escrupulosos en el cumplimiento de esta área del comportamiento moral.
Las palabras falsas y mezquinas no solamente son destructivas y dolorosas para las víctimas, sino que también son destructivas y dolorosas para la fibra moral de la persona que las pronuncia. Esas palabras desprestigian a la Torá y a la religión.
Si queremos construir una comunidad religiosa judía intelectualmente vibrante, compasiva e incluyente, tenemos que dirigir nuestras vidas en un espíritu de humildad y de respeto por los sentimientos de los demás, y prestar una atención muy cuidadosa a la palabras que pronunciamos. Hablar mal es destructivo para el crecimiento espiritual y para la vida religiosa de la comunidad.
Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Cuándo y dónde nos hemos involucrado en lashón hará? ¿Cuándo nos hemos sentido personalmente lastimados por las palabras de otros, y cómo respondimos? ¿Cómo podemos encontrar la manera adecuada para corregir a aquellos que han hablado de manera ofensiva, imprudente, o arrogante? ¿Reaccionamos a las palabras mezquinas respondiendo con nuestras propias palabras mezquinas? ¿Por qué la tradición rabínica considera que hablar lashón hará es un pecado tan grave? ¿Cómo podemos hacer para que nosotros mismos, nuestras familias, y nuestras comunidades seamos más capaces de evitar este terrible pecado? La verdad es: todos podemos hacerlo mejor. La esperanza es: a todos nos va a ir mejor.
El Talmud (Arajin15b) compara el pecado de la maledicencia con la idolatría, el adulterio, y el asesinato. Todos sabemos que el chisme es malo, que las palabras ofensivas son dañinas, que las palabras imprudentes pueden causar mucho dolor. Todos sabemos que difamar a los demás es un signo de debilidad moral, en el que el difamador (o la difamadora) quiere construir su propio ego frágil destruyendo a otras personas.
Aun así, casi todos incurrimos en chismes y causamos dolor al utilizar palabras hirientes.
En los últimos meses, los medios de comunicación judíos han publicado artículos acerca de “eruditos de la Torá" que han utilizado palabras terribles. A un "sabio" se le atribuye haber dicho que los soldados israelíes murieron en la guerra del Líbano por causa de sus pecados. A otro se le atribuye haber dicho que el Holocausto fue un castigo para el pueblo judío, causado por el surgimiento del movimiento reformista. Otro, fue lo suficientemente imprudente como para afirmar ante un grupo de estudiantes de una yeshivá de Israel que el Primer Ministro debería pagar con su vida si decidía dividir a Jerusalén. En el caso de los dos primeros rabinos, ambos se mantuvieron firmes en sus declaraciones, aun cuando fueron criticados. En el último caso, el rabino se disculpó profusamente por sus palabras precipitadas y afirmó que sólo las había dicho en broma.
Las anteriores declaraciones—y muchos pronunciamientos igualmente infames y dañinos—son profundamente ofensivos para la gente pensante, y ciertamente no representan lo mejor de las enseñanzas judías. Todas las personas razonables deberían concluir que tales afirmaciones son arrogantes y erróneas. Al mismo tiempo, como estas declaraciones fueron hechas por “luminarias de la Torá", algunos individuos religiosos se rehúsan a criticarlas.
Varias personas (en cartas al editor y en conversaciones privadas) han manifestado que es inadecuado criticar a los "gedolei hador", los "grandes rabinos de la generación". Como estos rabinos son tan grandes, ellos no deben ser objeto de críticas ni de ostracismo público.
Yo tengo un problema con esta línea de argumentación. Yo sugeriría que mientras más grande es el(la) erudito(a) de la Torá, más cuidadoso(a)debe ser con sus palabras. Ellos son los primeros que deben darse cuenta de que sus declaraciones ejercen una gran influencia en sus seguidores, y que cualquier cosa que ellos digan, afectala imagen del judaísmo de la Torá. Antes de proferir declaraciones, así sea en broma, ellos deben pensar muy cuidadosamente: ¿Traerán estas palabras consuelo y curación, o causarán pena y dolor?¿Le traerán estas palabras honor a la Torá, o le causarán vergüenza?
Todoscometemos errores el transcurso de nuestra vida. Ninguno de nosotros puede decir las cosas correctas a todo momento, sin equivocarse nunca. Cuando cometemos errores, nos corresponde a nosotros autocorregirnos. Si nosotros no lo hacemos, o si ni siquiera nos damos cuenta de que hemos causado un dolor innecesario con nuestras palabras, es conveniente que alguien nos informe de manera cordial sobre nuestro error para que podamos arrepentirnos y hacer las cosas mejor la próxima vez.
Nadie—ni siquiera los grandes "sabios" y las "luminarias de la Torá"—está exento de este proceso de autocorrección, y de ser corregido por otras personas. La corrección es más efectiva cuando se hace de manera suave, sin causar vergüenza o escándalo. Aquellos que han pronunciado palabras arrogantes, mezquinas, o hirientes, deben disculparse y emitir nuevas declaraciones, dejando en claro que se habían expresado mal. Una vez que ellos se han arrepentido, el asunto debe ser dejado de lado, sin más habladurías ni controversias.
Hace unos años, participé en una reunión en la casa del Presidente de Israel, como parte de una delegación de la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Americanas. El Presidente Herzog señaló que él estaba preocupado por las características malintencionadas que había detectado en los medios noticiosos; pero prosiguió atacando de una manera especialmente mordaz a los medios de comunicación “religiosos”, en los cuales la mentira, la calumnia y la difamación eran las normas. Lo que él describió entonces, a comienzos de la década de 1990, todavía parece ser apropiado para describir algunas publicaciones “religiosas”. Aunque todos tenemos que ser cuidadosos y veraces con nuestras palabras, quienes dicen ser religiosos deben ser aún más escrupulosos en el cumplimiento de esta área del comportamiento moral.
Las palabras falsas y mezquinas no solamente son destructivas y dolorosas para las víctimas, sino que también son destructivas y dolorosas para la fibra moral de la persona que las pronuncia. Esas palabras desprestigian a la Torá y a la religión.
Si queremos construir una comunidad religiosa judía intelectualmente vibrante, compasiva e incluyente, tenemos que dirigir nuestras vidas en un espíritu de humildad y de respeto por los sentimientos de los demás, y prestar una atención muy cuidadosa a la palabras que pronunciamos. Hablar mal es destructivo para el crecimiento espiritual y para la vida religiosa de la comunidad.
Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Cuándo y dónde nos hemos involucrado en lashón hará? ¿Cuándo nos hemos sentido personalmente lastimados por las palabras de otros, y cómo respondimos? ¿Cómo podemos encontrar la manera adecuada para corregir a aquellos que han hablado de manera ofensiva, imprudente, o arrogante? ¿Reaccionamos a las palabras mezquinas respondiendo con nuestras propias palabras mezquinas? ¿Por qué la tradición rabínica considera que hablar lashón hará es un pecado tan grave? ¿Cómo podemos hacer para que nosotros mismos, nuestras familias, y nuestras comunidades seamos más capaces de evitar este terrible pecado? La verdad es: todos podemos hacerlo mejor. La esperanza es: a todos nos va a ir mejor.
Extraña Enfermedad
“El sacerdote examinará la lesión en la piel de su carne, y si el pelo en la lesión se ha vuelto blanco, y la aparición de la lesión es más profunda que la piel de su carne, entonces es una lesión de ‘Tzaraat’. Cuando el Kohen vea esto, lo declarará impuro”. (Levítico 13:3)
Pregunta:
¿Qué es esta extraña enfermedad de Tzaraat y por qué es necesario que un Kohen la examine y declare al paciente Tamé (impuro)? ¿Acaso la misma persona no puede saber que está impura así como con el resto de los casos en los cuales la persona contrae Tumá (impureza) – como por ejemplo Tumácontraída después del parto, Tumá generada por la descarga de fluidos corporales, etcétera?
Respuesta:
La parashá Tazria discute las intrincadas leyes de la enfermedad de Tzaraat, pero esta enfermedad no es simplemente “lepra” como todo el mundo piensa equivocadamente, o como algunas malas ediciones lo traducen. La lepra era considerada una enfermedad altamente contagiosa en ese entonces. Contrasta todo esto con las siguientes Halajot:
La Mishná en Negaim (3:2) dice que si algo parecido a Tzaraat le aparece a un recién casado o a una persona durante un festival (ver también Talmud, Moed Katan 7a), entonces el Kohen puede retrasar su examinación para que laSimjá (alegría) del festival o de la boda, continúen sin impedimento y elTzaraat no interfiera con ellas. Si Tzaraat fuera realmente lepra, permitir que alguien con esta enfermedad ande suelto, codeándose con todos y cada uno de los invitados en un banquete nupcial o en una fiesta (en las tres fiestas de peregrinación, toda la nación de Israel se reunía dentro de los muros de Jerusalem), sería negligencia.
Otra Mishná en Negaim (2:5) nos dice que una persona puede inspeccionar elTzaraat de otros (sólo inspeccionar, no declarar Tamé), pero no puede inspeccionar el suyo propio. Y la Mishná 3:1 nos dice que única y exclusivamente el Kohen puede declarar Tamé a una persona. Esto significa que si el Kohen no la declara Tamé, entonces, la persona simplemente no entra en estado de impureza.
Según nuestros Sabios, la raíz espiritual de la enfermedad de Tzaraat eran los pecados. El Talmud (Arajin 16a) enumera siete razones por las cuales uno podía verse afectado por Tzaraat: Lashón Hará (chismes), asesinato, jurar en falso, relaciones sexuales prohibidas, arrogancia, robo y envidia. Esto hace que la enfermedad de Tzaraat sea una enfermedad como ninguna otra. Por una parte era una condición física, pero realmente, era una patología espiritual.
A través de Tzaraat Dios estaba reprendiendo un comportamiento inapropiado, y por lo tanto, el infractor debía ser excluido de la sociedad. Su manifestación era realmente una forma sobrenatural de disciplina moral.
Por esta razón la enfermedad de Tzaraat debía ser tratada exclusivamente por los Kohanim y no por doctores, ya que en ningún caso debía interpretarse como un simple problema médico, sino más bien como una patología netamente espiritual.
Fuentes: Mishná Negaim 2:5, 3:1, 3:2
Palabras Asesinas
La aflicción de tzaraat se debía principalmente a lashón hará - hablar mal de otros. Nuestros sabios hacen una asombrosa declaración en el Talmud. Dicen que hablar negativamente de otra persona es peor que asesinar. Yo creo que todos estamos de acuerdo que hablar mal de alguien es algo terrible. ¿Pero es posible que sea peor que matar a una persona? Yo, por ejemplo, preferiría que alguien hablara negativamente de mí antes que me matara.
A fin de comprender lo que dicen nuestros sabios debemos reflexionar acerca de su afirmación. Ellos no se refieren a que lashón hará es peor que asesinar en un sentido genérico. Obviamente asesinar es peor, y esto se puede probar con el hecho de que uno está obligado a morir antes que asesinar a otro, lo cual no ocurre con lashón hará. Lo que nos están diciendo nuestros sabios es que existe un tipo de maldad específica en la trasgresión de lashón hará que no existe en la de asesinato. ¿Cúal es?
Generalmente cuando una persona mata a otra, lo hace por un motivo determinado: celos, dinero, poder, pasión. Hay un beneficio tangible para el asesino que es la razón por la cual está cometiendo ese delito. Por supuesto que esta razón no valida su acción. Sigue siendo considerado una maldad; pero después de todo, es una maldad un tanto explicable. Si el asesino pudiera obtener el mismo resultado sin recurrir al asesinato, probablemente lo haría. También existen psicópatas que matan por diversión, pero la mayoría de los asesinos comunes preferirían, si fuera posible, otro método para alcanzar sus objetivos. Esta explicación no los convierte en menos maliciosos, sino que simplemente hace un poco más comprensible su accionar.
Pero cuando una persona habla en forma negativa de otro, generalmente no tiene un motivo tangible por el cual hacerlo. No se beneficia de ninguna forma. Esta persona disfruta de la perversidad misma de hablar mal; la negatividad, la crueldad y el sentido de poder que le otorga. También disfruta del hecho que otras personas escuchen (y disfruten) sus perversas palabras; se necesitan dos para bailar el tango. Por lo tanto, el que habla no sólo disfruta del mal cometido, sino que también arrastra a otros con él.
Y hay una diferencia más: una persona que mata a otra no se sentirá tan bien como para aspirar a hacerlo nuevamente. Pero una persona que habla lashón hará repetirá esta acción constantemente. Y cuanto más lo haga, más se convertirá dicho accionar en parte de él. Pese a que es verdad que el resultado del asesinato resulta ser peor para la víctima que para el victimario, lo contrario es cierto respecto al habla negativa: el resultado a largo plazo es mucho peor para el emisor que para el receptor. La conmoción de haber matado a alguien arrastrará a la persona hacia el arrepentimiento; por el contrario, al hablar lashón hará la persona se inclinará a hacerlo cada vez más y más, y no sólo estará lastimando a otro ser humano, sino que también destruirá su propia alma en el proceso.
Yo Soy el Impuro, no ellos!
“Yo soy el impuro”
“En cuanto al afligido con tzarat (“leproso”) que tenga la infección, sus vestidos estarán rasgados, el cabello de su cabeza estará descubierto, se cubrirá el bozo y gritará: ¡Inmundo, inmundo!” (Lev. 13:45)
El tema central de la lectura de la Torá de esta semana es sobre una enfermedad llamada “tzarat.” Esta enfermedad de la piel que ocurría durante los tiempos bíblicos es descrita como manchas blancas o levantadas o profundas y que únicamente el cohen sacerdote podía diagnosticar. En muchas traducciones de la Biblia es mal traducida comúnmente como lepra pero eso de acuerdo a los sabios nos es la traducción correcta. El “tzarat” era una enfermedad espiritual manifestada en el cuerpo con origen espiritual y tratamiento espiritual.
Cuando la persona sospechaba que tenia la enfermedad no llamaba al doctor, sino que llamaba al cohen/sacerdote para que lo diagnosticara. Después de una serie de exámenes conducidos bajo las estructuras de la halaja, si el cohen confirmaba que era “tzarat” la persona era declarada “tamei” impura y era puesto en cuarentena por siete días fuera de contacto con la sociedad.
De acuerdo a nuestros sabios (Jazal), Tzorat era el resultado de hablar ‘Lashon Harah’ (chisme o calumnia) contra otros. Un ejemplo de eso se encuentra en la Torá cuando Miriam y Aharon calumniaron contra Moisés al criticarlo por haberse casado con una mujer de Cush (negra). En ese instante Miriam fue afligida con ‘tzarat’ y fue puesta en cuarentena por siete días afuera del campamento de Israel. También vemos que Moisés fue afligido con ‘tzarat’ como señal milagrosa al mismo tiempo que su barra fue transformada en serpiente en el encuentro con el Divino en la zarza de fuego. Dios le dijo que colocara su mano derecha pegada al pecho y se llenó de tzarat y luego al hacer lo mismo se sanó. Esto era la señal para el pueblo judío que su misión era divina. La serpiente era una señal para faraón pero el tzarat era para el pueblo judío. Rashi explica allí que esa señal fue escogida por que Moisés había hablado lashón hará cuando le expresó a D’os su duda que el pueblo creyera en el y su misión.
Durante los días de separación de la sociedad la Torá en el versículo citado al comienzo, nos dice que el afligido tenia que avisarle a todos los que se acercaban a el gritando “soy impuro (tamei), yo soy impuro.” (Vetamei tamei yikra).
De acuerdo al Shelah Hakadosh (1565 – 1630) un gran kabalista de Praga y luego de Tzfat, el Pasuk se puede leer de otra manera que explica por qué fue afligido en primer lugar. El pone una pausa después del primer “tamei.” Con esa pausa el verso literalmente dice, y el impuro llamará a los demás impuro.
El explica que la motivación para el Lashón Hará viene de adentro de la persona que la dijo. Como la persona que se acostumbra hablar lashón hará se siente tan insegura o mal por sus faltas ellas acusan a los demás de las faltas que ellos tienen. Muchas veces esto viene para tapar las faltas que ellos no han podido corregir dentro de ellos mismos. Al poner la atención en otros piensan que nadie podría notar las faltas que son tan obvias para ellos. A veces al demostrar que otros son impuros el plan es de minimizar las impurezas suyas; como todos son impuros la impureza de ellos no es tan importante en comparación con la de los demás. La motivación de ‘lashón hará’ declarando las faltas de los demás se basa en las faltas de él mismo – el impuro declara a los demás impuros.
Por esa razón su sanación viene de su declaración cuando está en cuarentena al declararle al publico “yo soy el impuro – yo soy el impuro.” Lo que estaba debajo de la superficie que el quería tapar ahora salió y fue revelado. Al estar solo tendrá que confrontar sus debilidades en lugar de ignorarlas y al concentrarse en los demás tiene que confrontarse el mismo. La sanación de la sociedad no es encontrar faltas en los demás y decir ‘no somos tan malos como ellos’ sino confrontar nuestras debilidades personales y mejorarnos nosotros mismos y vivir de acuerdo a su potencial.
Shabbat Shalom de parte de Rabí Manny Viñas y familia
“En cuanto al afligido con tzarat (“leproso”) que tenga la infección, sus vestidos estarán rasgados, el cabello de su cabeza estará descubierto, se cubrirá el bozo y gritará: ¡Inmundo, inmundo!” (Lev. 13:45)
El tema central de la lectura de la Torá de esta semana es sobre una enfermedad llamada “tzarat.” Esta enfermedad de la piel que ocurría durante los tiempos bíblicos es descrita como manchas blancas o levantadas o profundas y que únicamente el cohen sacerdote podía diagnosticar. En muchas traducciones de la Biblia es mal traducida comúnmente como lepra pero eso de acuerdo a los sabios nos es la traducción correcta. El “tzarat” era una enfermedad espiritual manifestada en el cuerpo con origen espiritual y tratamiento espiritual.
Cuando la persona sospechaba que tenia la enfermedad no llamaba al doctor, sino que llamaba al cohen/sacerdote para que lo diagnosticara. Después de una serie de exámenes conducidos bajo las estructuras de la halaja, si el cohen confirmaba que era “tzarat” la persona era declarada “tamei” impura y era puesto en cuarentena por siete días fuera de contacto con la sociedad.
De acuerdo a nuestros sabios (Jazal), Tzorat era el resultado de hablar ‘Lashon Harah’ (chisme o calumnia) contra otros. Un ejemplo de eso se encuentra en la Torá cuando Miriam y Aharon calumniaron contra Moisés al criticarlo por haberse casado con una mujer de Cush (negra). En ese instante Miriam fue afligida con ‘tzarat’ y fue puesta en cuarentena por siete días afuera del campamento de Israel. También vemos que Moisés fue afligido con ‘tzarat’ como señal milagrosa al mismo tiempo que su barra fue transformada en serpiente en el encuentro con el Divino en la zarza de fuego. Dios le dijo que colocara su mano derecha pegada al pecho y se llenó de tzarat y luego al hacer lo mismo se sanó. Esto era la señal para el pueblo judío que su misión era divina. La serpiente era una señal para faraón pero el tzarat era para el pueblo judío. Rashi explica allí que esa señal fue escogida por que Moisés había hablado lashón hará cuando le expresó a D’os su duda que el pueblo creyera en el y su misión.
Durante los días de separación de la sociedad la Torá en el versículo citado al comienzo, nos dice que el afligido tenia que avisarle a todos los que se acercaban a el gritando “soy impuro (tamei), yo soy impuro.” (Vetamei tamei yikra).
De acuerdo al Shelah Hakadosh (1565 – 1630) un gran kabalista de Praga y luego de Tzfat, el Pasuk se puede leer de otra manera que explica por qué fue afligido en primer lugar. El pone una pausa después del primer “tamei.” Con esa pausa el verso literalmente dice, y el impuro llamará a los demás impuro.
El explica que la motivación para el Lashón Hará viene de adentro de la persona que la dijo. Como la persona que se acostumbra hablar lashón hará se siente tan insegura o mal por sus faltas ellas acusan a los demás de las faltas que ellos tienen. Muchas veces esto viene para tapar las faltas que ellos no han podido corregir dentro de ellos mismos. Al poner la atención en otros piensan que nadie podría notar las faltas que son tan obvias para ellos. A veces al demostrar que otros son impuros el plan es de minimizar las impurezas suyas; como todos son impuros la impureza de ellos no es tan importante en comparación con la de los demás. La motivación de ‘lashón hará’ declarando las faltas de los demás se basa en las faltas de él mismo – el impuro declara a los demás impuros.
Por esa razón su sanación viene de su declaración cuando está en cuarentena al declararle al publico “yo soy el impuro – yo soy el impuro.” Lo que estaba debajo de la superficie que el quería tapar ahora salió y fue revelado. Al estar solo tendrá que confrontar sus debilidades en lugar de ignorarlas y al concentrarse en los demás tiene que confrontarse el mismo. La sanación de la sociedad no es encontrar faltas en los demás y decir ‘no somos tan malos como ellos’ sino confrontar nuestras debilidades personales y mejorarnos nosotros mismos y vivir de acuerdo a su potencial.
Shabbat Shalom de parte de Rabí Manny Viñas y familia
Parshat Metzorá: Limpiándonos en el Amor de Dios
En esta parshá la palabra Kohen (Sumo Sacerdote) aparece 35 veces, 32 en el capítulo 14 y 3 en el capítulo 15 del Levítico. Igualmente, la frase "ante Dios" se menciona 10 veces en el capítulo 14 y 3 en el capítulo 15. ¿Por qué esas palabras y frases son repetidas en el contexto de la parshá? Sabemos que cuando palabras y frases aparecen repetidas en la Biblia hebrea es para destacar, subrayar y enfatizar el mensaje en el que están mencionadas. Es este caso el mensaje también es señalado en la porción anterior Tazria, y expandido con detalles relacionados a la remoción de la "lepra" de aquel que transgrede por lo que nuestros Sabios consideran difamación y juicios negativos contra el prójimo. El exégeta Kli Yakar se refiere en particular a hablar negativamente, ser arrogante y avaro. Estas dos últimas características como aparente raíz de la primera.
El Sumo Sacerdote, que simboliza el nivel más alto de la conciencia, es el que nos guía en el proceso de retorno a nuestro conocimiento del Creador. El Sumo Sacerdote nos enseña a "sacrificar" las cualidades negativas que causan la "lepra", la cual amenaza el bienestar espiritual y material que logramos cuando seguimos los caminos y atributos de Amor. "Y el Sumo Sacerdote que lo limpia preparará al hombre para ser purificado, y con ellos ante Dios, a las puertas del Tabernáculo." (Levítico 14:11) La frase "y con ellos" se refiere a los sacrificios de animales ofrecidos a las puertas del Tabernáculo, haciendo alusión a que debemos remover pensamientos y comentarios negativos de la mente y el corazón antes de entrar en nuestra conciencia del Amor de Dios. Como hemos dicho, necesitamos remover (limpiar) todos los aspectos de la conciencia para convertirlos en las vasijas e instrumentos de la voluntad de Dios.
Cuando hablamos de nuestro bienestar espiritual y material, nuestra "casa" (donde vivimos) está incluida; y en la parshat se mencionan los riesgos de propagación de la lepra en sus paredes. En el peor de los casos, el Sumo Sacerdote ordena la destrucción de toda la casa y construirla de nuevo. El mensaje de mantener limpios todos los aspectos de la conciencia (nuestra casa) "ante Dios" está no solamente claro y enfatizado en la Torá, sino que abarca cada aspecto de nuestra vida material. La presencia de nuestra conciencia superior (el Sumo Sacerdote reiterado 35 veces) como nuestra guía es la también repetida advertencia de que debemos estar siempre apegados a nuestro Creador, y permanentemente ante Él. Nuestros Sabios elaboran sobre los significados ocultos del texto bíblico indicando que las "casas" que los israelitas ocuparían de los pueblos cananeos después de conquistar la Tierra Prometida son las tendencias que debemos doblegar y dirigir al Servicio de Dios.
El Midrash nos cuenta acerca del oro escondido por los amoritas (la "nación" cananea que representa precisamente la maledicencia) dentro de las paredes de sus casas que más tarde sería encontrado por los israelitas al destruirlas porque estaban contaminadas con lepra. El mensaje oculto es que cuando limpiemos todos nuestros niveles de conciencia de tendencias negativas encontraremos el oro, la Luz como Amor ocultado en las tinieblas de aquellas.
El siguiente capítulo de la parshá continúa con instrucciones de limpieza en torno al período menstrual de la mujer y después del parto. En este sentido, la limpieza involucra agua como vida contra la muerte (representada por la sangre contaminada por el óvulo que no llegó a ser fertilizado). La separación temporal del hombre y su esposa, ordenada en la Torá, nos enseña que la cercanía e intimidad entre ambos solamente debe ocurrir cuando la vida y su potencial de reproducirse o re-crearse estén presentes. Y ello es consecuente considerando que la vida es el propósito de toda la Creación, y es Amor Divino lo que la crea, la nutre y la sustenta.
Publicado por Ariel Ben Avraham
PERASHAT TAZRÍA-METZORÁ
“Si una persona tuviese una mancha…, deberá ser traída a Aharón el Cohén”. (Vayikrá 13:2)”.
La persona que contraía la enfermedad de Tzaráat (similar a la lepra) tenía prohibido entrar en el Santuario. Tzaraát consistía en un padecimiento de tipo espiritual que se manifestaba de varias formas: en la piel humana, en el cabello, en la ropa, e incluso en las paredes de la casa. La palabra Metzorá es una combinación de dos palabras: "Motzí Rá" (que saca cosas malas de su boca), es decir que habló algo malo en contra de su semejante.[i] El enfermo debía ser auscultado por un Cohén, quien tenía la autoridad para dictaminar si las manchas eran o no impuras. El enfermo era confinado por siete días. Luego se realizaba un examen final. Si la marca no se había extendido, la persona era declarada ritualmente pura. Si las manchas se habían extendido, la persona era declarada Metzorá, (enferma de Tzaraát). Era enviada entonces a vivir fuera del campamento de la congregación, con las ropas rasgadas, y no debía cortarse el cabello. Se le indicaba que gritara "impuro, impuro", como advertencia para que los demás no lo tocaran. Cuando la enfermedad disminuía, la persona era examinada nuevamente por un Cohén, fuera del campamento, para asegurarse de que la recuperación era completa. El Talmud explica que la razón por la cual al afligido se lo separaba en cuarentena, era porque "separó a amigos y familias con sus palabras, y merece ser separado de su comunidad".[ii]
Las características para poder diagnosticar el padecimiento están claramente descritas en la Torá y la persona misma podía ser capaz de definir si se trataba o no de Tzaraát.
¿Para qué tenía que venir el Cohén a decidir la suerte de aquel hombre?
Consultar al Cohén, era necesario ya que después de la revisión cabía la posibilidad de aislar al paciente por siete días, para obligarlo a una introspección, debía analizar que no haya sido afectado por una de las siete cosas que provocaban manchas a la persona: hablar del compañero, matar, jurar en vano, robar, orgullo…
Una vez, un hombre se acercó al Jazón Ish para solicitar su consejo acerca de un difícil problema médico. Tenía un tumor en su pulmón que parecía incurable y era potencialmente mortal, los doctores en Israel habían bajado las manos diciéndole que ellos ya habían ofrecido todo cuanto podían hacer. Le sugirieron que fuera a Europa, donde posiblemente había cierta esperanza de curación. El hombre fue a casa del Jazón Ish para que lo orientara hacia lo qué debía de hacer. El Gaón le recomendó permanecer en Israel. El hombre siguió su consejo y en poco tiempo se recuperó. Los alumnos le preguntaron al Rab el motivo por el cual le había indicado permanecer en Israel.
El Jazón Ish respondió: “Nuestros Sabios nos enseñan que todo está escrito en la Torá y por consiguiente la respuesta que me vino a formular la encontré en el Shulján Aruj, (Código de Ley judía). Cuando ese hombre me describió su problema en el pulmón, me di cuenta de que era el mismo problema que ocurre en los pulmones de ciertos animales. Sabemos que algunos órganos de los animales son semejantes a los de los humanos. En el Shulján Aruj, hay una diferencia de opinión con respecto a un animal que ha sufrido una lesión pulmonar, similar a la del paciente en cuestión. El autor del Shulján Aruj, Rabí Yosef Karo, opina que la carne de ese animal es Kasher, debido a que él sostiene que esa afección no es mortal. El Ramá opina que el animal es Taref ya que él considera que esta enfermedad sí es mortal. Ahora bien, estos dossabios de la Torá representan la autoridad Halájica en dos locaciones diferentes: el autor del Shulján Aruj es considerado la autoridad en la Tierra de Israel, mientras que el Ramá es la autoridad máxima en Europa. Si el Shulján Aruj afirma que el animal en cuestión puede vivir a pesar de ese problema, ese animal vivirá. Y si el Ramá sostiene que ese animal morirá debido a ese problema, el animal morirá. Por lo tanto, en Europa -donde el mundo es configurado de acuerdo con la opinión del Ramá-, ese tipo de enfermedad pulmonar es mortal; si el hombre hubiese viajado allá, hubiera estado en grave peligro. ¡Pero aquí en la Tierra de Israel, en la que la realidad es configurada conforme a la opinión del Shulján Aruj, este mismo problema no es peligroso, y por lo tanto le recomendé que se quedara aquí…!"
¿Acaso fue el Jazón Ish quién resolvió el problema? ¡No! Fue la “Torá” del Jazón Ish la que proporcionó la solución.
Cuando aparecían las manchas de Tzaraát el hombre podría pensar que se trataba de un padecimiento de carácter físico, y no relacionarlo con las palabras que pronunció en contra de su compañero. Y no obstante hasta podría decir: “¿Qué tiene de malo? ¡Lo que dije es verdad…! Precisamente esto es lo que lo convierte en Lashón Hará….
Ahora se contesta la pregunta del porque una persona enferma de Tzaraát debía consultar a un Cohén. La visión de un hombre que pecó, se encuentra encandilada por el “brillo” aparente del deleite de hablar mal de su compañero y ni siquiera se percata de la gravedad de su transgresión. El Tzaraát era un favor que le hacían del Cielo, para que se percatara que necesitaba corregir sus actos. Para esto debía acercarse al Cohén, (lo que hoy equivaldría a pedir la opinión a un Rabino competente), ya que ellos no se encuentran bajo la influencia de la tentación que incitó a ese hombre a pecar.
La Torá ilumina su visión, fortalece su mente, abre su corazón por encima de todas las ciencias y así alcanzan a ver las cosas desde otra dimensión. Ellos poseen la facultad para percibir y cuando Hashem lo permite, curar los padecimientos y los problemas del hombre. La visión que tienen los Jajamim comparada con la nuestra, es como la de un hombre que se encuentra parado detrás de un cristal opaco ¿Hasta dónde alcanzan a ver sus ojos? La visión de los Jajamim es como la de un hombre ubicado en el mismo lugar pero parado en el último piso de un gran rascacielos y con un cristal transparente. El alcance de su visión llega mucho más lejos de lo que imaginamos…
El "Yehudí Hakadosh" MiPashisja le encomendó una vez a su discípulo, Rabí Simja Bunim, que emprendiera un viaje a determinado lugar. Obedeciendo a su Rab, y sin preguntarle por qué ni para qué, Rabí Simja Bunim arribó a la ciudad en compañía de unos Jasidim. Cuando llegaron a una posada, solicitaron de su dueño alimentos lácteos. "Hoy no tengo ni leche ni queso", informó el hostelero, "Pero he preparado una sabrosa comida a base de carne de res". Rabí Simja Bunim y sus Jasidim se miraron un instante."¿Y quién es el Shojet?”, le preguntaron. “¿Tú lo conoces bien?". Y de allí comenzaron a caerle al hostelero una lluvia de preguntas. "¿Es totalmente Kasher esa carne?, ¿La Shejitá está efectuada de acuerdo a las estrictas normas de la Halajá?, ¿Se cuidaron en esto y aquello para el salado? ¿Quiénes y cómo la cocinaron…?". En ese instante, surgió una voz a sus espaldas. Era la de un humilde Yehudí que había estado escuchando la conversación. "¡Queridos hermanos, en verdad los felicito!", declaró. "Me gustaría saber si, así como investigaron tanto antes de que algo pase por sus bocas desde afuera para adentro, hacen lo mismo con las palabras que van de la boca para afuera. Antes de hablar, ¿Se informan sobre si la Halajá permite que digan lo que quieren decir...?". Cuando hubo escuchado aquello, Rabí Simja Bunim se dio cuenta que su Rab los había enviado ahí para que aprendan algo que les iba a servir para toda la vida…. © Musarito semanal
“Los labios de los Jajamim diseminan el conocimiento”.[iii]
Rab. Gabriel Guiber
LA VACUNA MAS EFECTIVA
“Se sentará solo fuera del campamento…”
(Vaikra 13,46)
La Guemara nos cuenta que los sabios se cuidaban mucho de no tocar a las personas que tenían una mancha en la piel, porque era una enfermedad muy contagiosa.
Solían juntar a los enfermos en un determinado barrio, y había entre nuestros sabios muchas costumbres. Estaba el rab que no comía huevos que provenían de ese barrio. Otro no se sentaba en el límite hacia donde estaban los enfermos, por miedo a que los vientos que previamente pasaban por allí, traigan el contagio. Pero, rabi Iehoshua Ben Levi era diferente. El entraba al barrio y se juntaba con todos para estudiar Tora, porque estaba seguro que la Tora protege a los que la estudian.
Y explica rabenu Itzjak Arama ztz”l, que la enfermedad de la que estamos hablando es una especie de lepra en la cabeza, la misma que está escrita en nuestra perasha, y el que se enferma de esto es a causa de haber renegado de la Tora o porque su fe está tambaleando.
Y cuando una persona pecó de esta forma, la Tora ordena en forma categórica: se sentará solo, fuera del campamento. Para que esos malos pensamientos no influyan sobre otras personas, y las aparte de la Tora. Porque esta enfermedad, el ser renegado, es como un virus que quiere contagiarse y transformarse en una epidemia, y hay que alejarse y cuidarse de cosas así.
Pero existe una forma de acercarnos a estos enfermos sin peligro de contagiarnos. Si nos acercamos a ellos para ocuparnos con ellos de la Tora. Como hacía rabi Iehoshua Ben Levi, porque la Tora protege y salva, es Tora Or, la Tora es luz, que hace desaparecer cualquier oscuridad.
Contó el rab Galinsky que tuvo el mérito de recibir la visita de un gran profesor del Tecnion. Este profesor viajó desde Haifa hasta Hadera para discutir con el rab.
Le expliqué que sería casi imposible discutir, porque no tenían ningún punto en común del que poder hablar. Y para que entienda, puse delante de sus ojos lo que dice la Guemara, en el tratado de Berajot (17a): era común escuchar de la boca de los sabios de Iavne: yo soy una creación, y mi compañero también es una creación. Y explica Rashi: yo me ocupo de la Tora y mi compañero es un ignorante, y de la misma forma en que él no pregunta nada ni tampoco intenta investigar sobre mi trabajo, yo tampoco lo hago con el trabajo de él.
Yo no pretendo inmiscuirme en tu trabajo ni en tu ciencia, conozco mi ignorancia sobre esos temas. Y te digo, también tú, no pretendas discutir conmigo sobre la Tora y sus preceptos, porque eso demostrará que a pesar de ser profesor no sabes nada sobre este tema.
El profesor aceptó no discutir. Vio como los alumnos de la Ieshiva se concentraban en su estudio y dijo: ni siquiera entiendo en qué idioma hablan, no sé nada de lo que hacen o acostumbran, pero, hay una cosa que me llama la atención, ¿cómo pueden estar sentados catorce horas, balanceándose hacia adelante y hacia atrás? Si yo haría eso, se me romperían los discos de la vértebra lumbar.
Le contesté: qué bueno que me has recordado esto. Llegué aquí en tren, desde Tel Aviv. Frente a mí estaba sentado un muchacho que, apenas salimos de la estación, sacó de su bolso unos sándwiches y unas verduras, y sin envidiarlo, pero estuvo masticando y masticando todo el viaje. Saqué un libro, pero no pude sacarle los ojos de encima a este muchacho, las mandíbulas subían y bajaban, subían y bajaban. El alimento se trituraba, se masticaba, se trituraba y se tragaba. Y las mandíbulas seguían, arriba y abajo… Si te hubieran dicho a ti que hagas eso, se te habrían desgarrado los músculos! ¿Cómo podía hacer esto este muchacho?
El profesor no entendía: aquí no se trata de un simple movimiento de mandíbulas, el muchacho está comiendo…
¿Y qué?, le pregunté, no entiendo, ¿por qué no se le rompen los músculos de tanto subir y bajar?
El está comiendo, está disfrutando de la comida…, contestó triunfante el profesor…
Y los alumnos de la Ieshiva, cuando van adelante y hacia atrás, ¿tú sabes cuánto están disfrutando de su estudio?
Traducido del libro Vehigadta Leiamim Hanoraim.
Leiluy Nishmat
León Ben Ezra ז”ל
El hombre mudo
Hace tan sólo tres años acudí un sábado por la noche al funeral de un hombre anciano de Jerusalén que yo creía haber conocido. Doce años antes de fallecer, el difunto había atravesado una extracción de sus órganos vocales como medida de prevención médica. Era casi imposible comprenderlo cuando hablaba y él siempre trataba de susurrar bendiciones a los conocidos que lo rodeaban. La gente solía seguir de largo o tratar de terminar la conversación con él, pues era muy difícil comprender lo que decía; en tanto que él seguía dando sus bendiciones. Tenía un agujero en la garganta, en el lugar donde se le extrajo la caja vocal, lo cual dificultaba aun más mirarlo mientras trataba de susurrar las bendiciones lo más fuerte posible. Antes de fallecer, él pidió ser enterrado antes de la medianoche, lo cual nos dio tiempo sólo para un rápido elogio. La única historia relatada dejó a todos estupefactos y llorando por haber subestimado la grandeza del difunto.
Dos años después de haberle sido extraída la caja vocal, los doctores informaron a los familiares del hombre que le sería posible recuperar la voz sometiéndose a un tratamiento quirúrgico de bajo costo, el cual le exigiría una hospitalización de un sólo día, sin riesgo alguno. Los familiares supusieron que el hombre habría de aceptar gustosamente la oferta. Sin embrago, este la rechazó, explicando que mientras se había visto obligado a hablar con moderación y gran esfuerzo, y aun así nadie lo comprendía, no había hablado lashón hará (chismerío) durante dos años. Obligado a permanecer en silencio mientras los demás hablaban, también se dio cuenta de cuanto la gente suele hablar chismes. Él prefería no poder hablar para no exponerse nuevamente a la prueba que muchas personas no logran superar. Vivió diez años más optando por no hablar, sólo por temor a hablar mal de los demás, difamaciones y demás conversaciones prohibidas. Su satisfacción provenía de obrar correctamente. Irónicamente, las personas que asistieron al funeral quedaron mudas. Sentían que si tan sólo hubieran sabido sobre su grandeza, hubieran querido recibir al menos una bendición más de este gran hombre. Pero ya era tarde. Realmente existen personas de este calibre, sólo debemos abrir los ojos para encontrarlos y aprender de ellos antes de que ya no estén más.
Doblegando al humilde
Entrenando a un joven a optimizar la capacidad de la memoria, él me preguntó cierta vez si podía ayudarle a recordar que no debía enojarse en situaciones que le provocaban tal reacción. Yo le respondí que al enojarse, él no se olvidaba de que estaba actuando en contra de sus valores; él sí tenía presente y recordaba, consciente o subconscientemente, que estaba actuando incorrectamente. El enojo es una emoción que surge como reacción cuando la persona siente que su ego está siendo violado o damnificado; es un desenfreno con una manifestación negativa. Esta emoción causa a la persona exteriorizar una conducta incontrolable, ignorando sus verdaderos principios y su oposición al enojo. El enojo, al igual que cualquier otra emoción, es provocado por un pensamiento, puede incluso ser uno proveniente de la subconsciencia. A pesar de su irracionalidad, este pensamiento “automático” (es decir, no necesariamente intencional) frecuentemente sale a flote cuando el ego de la persona se ve desafiado. La aparición de los pensamientos automáticos es una especie de reflejo generado por alguna creencia fundamental y subyacente. Si cuestionaríamos esta creencia fundamental, los pensamientos serían más racionales. A esto apunta en la Igueret HaRambán con la estrategia de hablar con calma a toda persona para evitar el enojo. Ninguna estrategia es efectiva para detener el enojo una vez que la persona ya entró en este estado emocional y se encuentra definitivamente fuera de control. El único método efectivo para tratar el enojo y corregirlo es evitando su aparición mediante la modificación de nuestra creencia básica acerca de lo que esperamos de nuestro entorno. Al acostumbrarnos a hablar con un tono de voz bajo, estamos estabilizando nuestro ego y también manifestando nuestro reconocimiento de que no somos más grandes ni importantes que quienes nos rodean. Entonces, el ego generalmente se equilibra de modo que no está tan vulnerable a la sensación de ser menospreciado. Cuando no están presentes los pensamientos desuperioridad, es posible mantenerse dentro de los límites anti-rábicos. La memoria no es el problema ni la solución.
Este método es válido también para tratar las calumnias y el chismerío. Todos recordamos que estas formas de hablar están prohibidas. Aun así, en ciertas situaciones, cuando se despierta dentro de nosotros un pensamiento automático y negativo en contra de otra persona, solemos caer en esta clase de habladurías. Este pensamiento provoca una emoción que nos supera, impidiéndonos la retención del pensamiento. La forma de controlar nuestras emociones es mediante el control de nuestras creencias fundamentales – aquellas que generan los pensamientos automáticos. Para controlar las creencias fundamentales es necesario reconocerlas y desafiarlas. Para ello, la Torá nos dice exactamente cuáles son las creencias fundamentales que nos causan hablar calumnias y chismerío.
Nuestra Parashá trata acerca del calumniador que se tornó metzorá, leproso. Después de arrepentirse, debe someterse a un proceso de purificación en el cual trae al cohén dos aves casher, una madera de cedro, una cinta de lana carmesí y un atado de hierbas de ezob (hisopo). Un ave era sacrificada sobre un vaso de agua y el otro quedaba en vida; junto a la madera de cedro y la lana carmesí, era sumergida dentro del vaso de sangre y agua y salpicada al metzorá.
Nuestros Sabios nos explican el significado oculto detrás de los componentes de este ritual. Los pájaros vienen a recordarle al calumniador que obró cual un pájaro que “pía” sin cesar. La madera viene a recordarle que el cedro, por ser el más alto de los árboles, representa la arrogancia de la persona que habla calumnias o chismerío. Esta es la causa principal de todos los chismes. La presencia del ezob, el hisopo, se debe a que se trata del más bajo de todos los arbustos. Rashí comenta que la lección a enseñarle al metzorá es que a fin de curarse de su conducta indeseable, debe primero descender de su arrogancia y orgullo propio, al igual que el humilde ezob y el gusano (del cual se extrae el carmesí).
El Avné Nézer pregunta: Si en esta etapa de la purificación el metzorá ya se había arrepentido y su autoestima ya era más modesta, ¿por qué la Torá le dice que debería haber sido más humilde? ¿Acaso no había corregido ya su arrogancia?
A lo cual responde que el sentimiento de humildad que siente el metzorá quizás no sea de alto grado, puede llegar a ser sólo pasajero y externo. Si resulta del dolor o sufrimiento que le acontecen en la vida, la humildad puede desaparecer en el momento que el sufrimiento y el dolor se van. La Misericordia de Di-s es tan grande que este nivel de humildad es aceptado como arrepentimiento. Sin embargo, la humildad duradera no se logra hasta que la persona llega al reconocimiento de la Grandeza de Di-s y la pequeñez del ser humano. Este sentimiento de humildad es mucho mayor, ya que no depende de las circunstancias. Este permanece aun cuando se calma el dolor. Esta humildad más profunda le ayudará al leproso a no hablar cosas prohibidas en el futuro, aun después de pasar esta etapa degradante de impureza y aislamiento. Así lo asegura el Avné Nézer.
La diferencia entre estas dos clases de humildad reside en que una es pasajera y la otra es duradera. La humildad lograda mediante dolor y sufrimiento no tiene relación alguna con la forma en que uno observa a su entorno y a los demás seres humanos. Por el contrario, cuando uno se considera a sí mismo diminuto delante de Di-s, se da cuenta de que todas las personas también lo son. Somos todos seres humanos y, los seres humanos cometen errores. Al lograr esta máxima y fundamental creencia, el calumniador se da cuenta de que si bien se siente perfecto en comparación a su compañero, en comparación a Di-s está lleno de defectos, no menos que su compañero. Al trabajar sobre esta clase de humildad, es más fácil superar el “hábito” de hablar de una forma que uno mismo desaprueba.
La mentira verdadera
Nuestra parashá trata acerca del leproso, el metzorá. Si bien nuestros Sabios nos enseñan que la lepra aparecía por hablar lashón hará, chismerío, este motivo no es mencionado específicamente en las dosparashiot que hablan sobre el leproso y su purificación. Nuestros Sabios nos explican que el nombremetzorá es una versión sintetizada del concepto מוציא שם רע , quien difama y propaga rumores sobre los demás. Mayormente, el concepto lashón hará se refiere a hablar cosas verídicas y negativas sobre los demás. Por el contrario, motzí shem ra es propagar rumores negativos y falsos sobre otros.
Cuando decimos cosas negativas sobre los demás, generalmente no las inventamos. Entonces, ¿por qué se utiliza aquí el título principal de motzí shem ra, que se refiere a los rumores falsos?
La respuesta se encuentra en parashat Shelaj, cuando regresaron los espías y hablaron negativamente sobre la Tierra de Israel. Allí Rashí comenta que “una mentira que no es precedida por algo verídico no suele ser creída”. Por ello, los espías primero mencionaron la verdad: el poder de la Tierra y sus habitantes, así como sus maravillosos frutos; y recién después de haber elogiado la Tierra, mintieron diciendo: “No podremos conquistarla”. Aquí, Rashí cita el Midrash casi literalmente, excepto que el Midrash dice que “un lashón hará que no es precedido por algo verídico no suele ser creído”. ¿Cómo se entiende este cambio de terminología en Rashí?
La respuesta posiblemente reside en que, en última instancia, el lashón hará siempre es falso, aún si la información es precisa. Por ejemplo, si ves a una persona robando y se lo cuentas a un amigo, probablemente éste se forme la idea de que aquella persona es un “ladrón”. ¡Generalmente, esto no es correcto! El supuesto “ladrón” tal vez haya sido dominado por un impulso del momento y ahora se lamenta amargamente por haberlo hecho. En otras palabras, la información “verídica” que propagamos creó una falsa impresión. Probablemente Rashí aluda a esto al sustituir el concepto lashón hará por el vocablo mentira.
Existen varios motivos por los cuales un relato negativo puede ser considerado falso o incluido dentro del concepto motzí shem ra, a pesar de no ser inventado. Lo comprenderemos utilizando el mismo método que nuestros Sabios quienes en sus enseñanzas utilizan comparaciones con los diferentes medios de comunicación. Di-s nos presenta estos ejemplos para que podamos entender mejor los mensajes que nos transmiten las mishnaiot. Los Sabios nos dicen que cuando la persona habla chismes, un ángel registra cada palabra pronunciada. Quizás sea con este propósito que Di-s permitió a la humanidad inventar los dispositivos de grabación.
Si bien no hay demasiadas cosas buenas para aprender de los abogados, ésta es una excepción: Si te ofrecieran $10000 por encontrar una forma de justificar a un ladrón, probablemente encuentres algún argumento válido y razonable. Seguramente no sea cien por cien verídico, pero con él probablemente logres analizar al “ladrón” desde otro punto de vista. Esto es exactamente lo que hace quien habla negativamente de los demás, pero al revés. Él procura de alguna forma estudiar a la persona de quien se habla desde un punto de vista negativo, convirtiendo a quien pecó en un pecador, no simplemente en quien pecó una vez, implicando que en él los pecados son algo habitual. El peor castigo para una persona que se equivocó y obró mal, es ser catalogado como un malhechor habitual.
Shabbat Shalom, Yosef Farhi
CONTINUAMOS ESTE SHABAT TAZRIA-METZORA CON EL ESTUDIO DEL SEGUNDO CAPITULO PIRKEI AVOT ( TRATADO DE NUESTROS PADRES) DICHO ESTUDIO SE HACE DURANTE LOS SHABATOT QUE VAN DESDE LA FINALIZACIÒN DE PESAJ HASTA EL PREVIO A SHAVOUT.
ESTUDIANDO UN CAPITULO CADA SHABAT
ESTUDIANDO UN CAPITULO CADA SHABAT
El Tratado de los Principios (en hebreo denominado Masejet Avot o Pirkei Avot) constituye una obra única en su género dentro del vasto cuerpo de literatura sagrada judía. Bien que formando parte integral de la Mishná, perteneciente al Seder Nezikín, no encarna un compendio de pronunciamientos legales tal como lo son los demás tratados de la Mishná, cuyo propósito principal consiste en definir el marco de acción legal al que está sujeto todo judío. Este tratado, en cambio (bien que, como acertadamente señala el Rabí Ovadia de Bartenura en su comentario inicial, tiene su origen en la revelación divina que tuvo lugar en el Sinaí, igual que el resto de la Mishná), posee un propósito fundamentalmente ético. Ello lo sitúa no en un marco estrictamente legal sino más bien en el contexto de los deberes éticos que el ser humano debe esforzarse por actualizar en su vida. En la Torá ambos imperativos se complementan entre sí, ya que el Creador es el origen único de todo el universo vital del ser humano, ya se trate del marco individual, social o propiamente religioso.
Acerca del valor intrínseco de esta obra nuestros Sabios señalaron en el tratado de Baba Kama (30a): "El hombre que desee convertirse en una persona devota, que cumpla lo que se dice en el tratado de Avot".
Cuándo Se Estudia
Los Pirké Avot se acostumbraron estudiar los sábados por la tarde, después del rezo de la minjá y antes de la seudá shelishit (tercer comida de shabat).
Entre los judíos sefaraditas la costumbre es leer un capítulo de los Pirké Avot en cada uno de los seis shabatot que hay entre la fiesta de Pésaj y la fiesta de Shavuot. El primer shabat después de Pésaj se lee el primer capítulo y el sábado anterior a la festividad de Shavuot se lee el sexto y último capítulo.
Sin embargo, entre los judíos ahskenazim la costumbre es comenzar el shabat posterior a Pésaj finalizando el shabat anterior a Rosh Hashaná. Es por eso que recomienzan el primer capítulo el shabat posterior a la festividad de Shavuot, y si después de haber finalizado por tercera vez el sexto capítulo, solamente quedan tres o cuatro shabatot hasta Rosh Hashaná, entonces los seis capítulos se leen de a dos capítulos por shabat, de acuerdo con la necesidad.
(Selección extraída del libro "Etica del Sinai", por Irving M. Bunim, ©Editorial Yehuda)
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Para ver el texto completo del Pirkei Avot Ingresa a :
.: Yom HaZicarón | Lunes 15 de Abril 2013 |
.: Yom Haatzmaut | Martes 16 de Abril 2013 |
POR FIN EN ESPAÑOL Y EN LA WEB B''H
LA DICTAMENES SOBRE DIVERSOS TEMAS HALAJICOS SEGUN LA OPINION DE:
MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.
Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.
Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a.
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.
Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
En estos momentos el sitio trata exclusivamente temas halájicos, sin embargo, nos proponemos en un futuro cercano extender la temática a la Parashá –porción semanal de la Torá- e incluso otros temas.
Las Halajot de este sitio están escritas por el nieto de Rabbenu Ovadiá Yosef, Shlit”a, Rab Ya´acob Sasson, Shlit”a, integrante del cuerpo de rabinos del centro de estudios Yehave Da´at.
El sitio en español es responsabilidad de Rabí Itzhak Fadda, Shlit”a, de Argentina, reconocido por su vasta trayectoria rabínica y sus trabajos de traducción en clásicos como Mesilat Yesharim, Derej Hashem, Emuná Ubitajon, etc,
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