בס"ד
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( Exelencia)
Libro Shemot / Éxodo (18:1 a 20:23)
Sefaradim Yeshayahu 6:1-13 Ashkenazim Yeshayahu 6:1-13, 7:1-6, 9:5-6
Este Envio de Torah Semanal esta :
Dedicado a la Refua shelema
( curación completa) de:
Dedicado a la Refua shelema
( curación completa) de:
HARAV AVRAHAM NISSIM BEN JAVA SHLIT''A
MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV SHLIT"A.
TINOK BEN ILANA HACOHEN
Jaim Yosef Ben Esther
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
David ben MairaMARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV SHLIT"A.
TINOK BEN ILANA HACOHEN
Jaim Yosef Ben Esther
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
SRA.RIVKA BAT SARA IMENU
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Olga Bat Gloria
Sra. Nohemi Bar Esther
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
Sra. Nohemi Bar Esther
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Rabanit Bat Sheba Kanievsky, Z”L
Sra. Guillermina Hija de Benigna z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
ADAEL BEN ELIYAHU Z"L
YAFFA BAT SARA Z"L
YAFFA BAT SARA Z"L
Refua shelema ve Hatzlaja be Kol Maase Yadenu:
Asher Amram Ben Avraham
Asher Amram Ben Avraham
* Si desea dedicar este envio de Torah, por la pronta recuparacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algun ser querido, por favor envienos un correo a comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre.
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali,Colombia:
Bogotá:
Barranquilla:
Cali:
Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.
RESUMEN DE LA PERASHAH
Enterado Itro, el suegro de Moises, de todos los milagros realizados por Hashem para los Hijos de Israel, se acerca al lugar donde ellos se encuentran trayendo a la esposa e hijos de Moises. Profundamente impresionado por lo todo lo acontecido se convierte y se une al Pueblo Judio.
“Y dijo Di-s a Moises: asi diras a los hijos de Israel, vosotros habeis visto que desde los Cielos os He hablado” (Shemot 20:19).
No hubo ya mas calma en la amplia sala. De los sesenta presentes una pequena minoria defendia a los falsos profetas. Y en medio de la batahola, se oian las voces de los dirigentes tratando de explicar lo inexplicable…
“…Y el Monte Sinai todo se cubrio de humo, pues habia descendido sobre el, la Presencia de Di-s….y temblo fuertemente el Monte….y el sonido del shofar subia y se hacia mas fuerte…y descendio Di-s sobre el Monte Sinai, sobre la cima del Monte… (Exodo 19:18-20)
“HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE” por Rab Isaac Benarroch
Por. Rabino Richard Kaufmann
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali,Colombia:
Bogotá:
Fecha | Hora |
Viernes, 10 Febrero, 2012 | Encendido de velas a las: 17:51 |
Shabat, 11 Febrero, 2012 | Shabat concluye: 18:41 |
Fecha | Hora |
Viernes, 10 Febrero, 2012 | Encendido de velas a las: 17:48 |
Shabat, 11 Febrero, 2012 | Shabat concluye: 18:38 |
Fecha | Hora |
Viernes, 10 Febrero, 2012 | Encendido de velas a las: 18:02 |
Shabat, 11 Febrero, 2012 | Shabat concluye: 18:52 |
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.
Shobabim Tat |
Las semanas en las cuales se lee la parashá Shemot… Tetzavé, se conoce con el nombre de Shobabim Tat, según la primera letra de la parashá, a saber: Shemot, Vaera, Bo, Beshalaj, Itró, Mishpatim, Truma, Tetzavé. Estos días son días de ayuno, oración, contrición, caridad y tiene la fuerza de hacer “Tikunim” (arreglos necesarios para el alma) hay muchas costumbres y fueron escritos poemas especiales para estos importantes días. En años normales se acostumbra a ayunar los días lunes y jueves, en Shobabim y en los años intercalados, donde se agrega un mes más – Adar 2 – en Shobabim – Tat. -Shobabim, nos insinúa, Shubu banim- ¡Volved hijos! -Tat, nos recuerda, Teshuvá y Tefilá arrepentimiento y oración) y también Talmud Torá (estudio de la Torá). De cada parashá podemos aprender un camino a andar: a. Shemot: Pedir a HaShem por nuestras necesidades, así leemos: “… los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron y subió a HaShem su clamor… Y oyó HaShem los quejidos de ellos… y miró HaShem a los hijos de Israel y HaShem supo lo que hay que hacer” (2:23-25). b. Vaera: Debemos tener conciencia y escuchar el verbo de HaShem… si no nos atendremos a las consecuencias. Moshé, nuestro maestro, no consigue convencer al Faraón para que acate la orden de HaShem… Solo después de la plaga de granizo, reconoce y aclama: “he pecado otra vez, el Eterno es justo y yo y mi pueblo somos los malvados” (2:23-25) c. Bo: La oración y la fe no basta, en esta parashá somos ordenados a cumplir el precepto de los “Tefilin” (filacterias) “Y será para ti, una señal” d. Beshalaj: Nuestra oración no se limitará a pedir a HaShem lo que necesitemos, sino hemos de agradecerle a HaShem; Onkelos, explica en “Shirat hayam” (cánticos al mar) sobre las palabras “cantaré a HaShem”, explica: con alabanzas y agradecimiento ante el Creador. Estas “parashiot” nos indican como debemos relacionarnos con HaShem, las siguientes nos conducirán a las buenas relaciones con nuestros semejantes. e. Itro: En los “Diez mandamientos”… “no matarás” f. Mishpatim: Leyes para el bien de la sociedad, justicia merced y compasión, “No pervertirás el juicio” (23:6) “Cuando encontrares el buey de tu enemigo a su asno extraviado, sin falta se lo harás volver (idem: 24) g. Truma: Debemos aprender a donar, a dar de lo nuestro. h. Tetzavé: Como las vestimentas del “Cohen” eran “Iejabod uletifaret” para (honra y hermosura) (28:2) Así, en lo material, deben estar nuestras ropas, pulcras y limpias, sin mancha alguna… en lo espiritual debemos de tratar que nuestro “beged” – neshama – alma, se encuentre limpia y diáfana. Estas semanas son propicias, para un cambio de clima espiritual… aprovechemos la oportunidad. |
Enterado Itro, el suegro de Moises, de todos los milagros realizados por Hashem para los Hijos de Israel, se acerca al lugar donde ellos se encuentran trayendo a la esposa e hijos de Moises. Profundamente impresionado por lo todo lo acontecido se convierte y se une al Pueblo Judio.
Ofrece su consejo para organizar el sistema judicial de la nacion: que se elijan jueces para solucionar los problemas menores en tanto que los grandes temas queden para ser solucionados por Moises y este acepta su consejo.
El pueblo de Israel llega al Monte Sinai y alli acampa unido, esperando recibir la Tora. Di-s ordena a Moises que le diga al pueblo que no se acerque a la montaña y que se preparen por tres dias para recibir la Tora.
En el tercer dia, en medio de truenos y relampagos, la voz de Di-s se escucha en el Monte Sinai que comienza a hablar a los hijos de Israel transmitiendole los Diez Mandamientos: 1. Creer en Di-s.
2. No tener otros dioses fuera de El.
3. No usar el nombre de D-os en vano.
4. Observar el Shabat.
5. Honrar a los padres.
6. No matar.
7. No cometer adulterio.
8. No secuestrar.
9. No atestiguar falsamente.
10. No codiciar.Despues de recibir los dos primeros mandamientos, el Pueblo, abrumado por esta experiencia de lo Divino, pide que Moises sea quien les transmita la palabra de Di-s. Di-s le ordena a Moises que advierta a los hijos de Israel sobre su responsabilidad de mantenerse leales a El y de no tener otros dioses.
2. No tener otros dioses fuera de El.
3. No usar el nombre de D-os en vano.
4. Observar el Shabat.
5. Honrar a los padres.
6. No matar.
7. No cometer adulterio.
8. No secuestrar.
9. No atestiguar falsamente.
10. No codiciar.
EL TESTIMONIO ETERNO
“Y dijo Di-s a Moises: asi diras a los hijos de Israel, vosotros habeis visto que desde los Cielos os He hablado” (Shemot 20:19). Dos falsos videntes se reunieron para tratar todos los pasos a seguir en su nueva predica ante el publico que los esperaba. Habian tenido exito en reunir un considerable numero de creyentes y seguidores de su secta para “conocer” y aproximarse a la divinidad. La gente venia con entusiasmo a las sesiones, por ese infalible anhelo espiritual de todo ser humano que desea conectarse con su Creador, y los dirigentes aprovecharon eso en su propio beneficio…El discurso de esta sesion fue, como de costumbre interesante y atrajo la atencion de todos. El Señor pedia algo de sus siervos y por intermedio de los videntes revelaba su voluntad a todos sus fieles. Asi hablo el vidente:”Vosotros habeis presenciado la transmision de la palabra divina por nuestro intermedio en la ultima sesion. Nosotros actuamos solo como un canal de la expresion de los cielos y es asi que ahora conoceis en profundidad lo que pide la divinidad de vosotros”.Sin embargo y para su gran sorpresa, no todo fue aceptacion. Se oyo un revuelo en la sala y alguien del publico irrumpio diciendo: “Pero como podemos saber que no han sido vuestras las palabras que escuchamos? No escuchamos la voz divina. Bien pudieron haber estudiado el texto de memoria y habernoslo transmitido!”.
No hubo ya mas calma en la amplia sala. De los sesenta presentes una pequena minoria defendia a los falsos profetas. Y en medio de la batahola, se oian las voces de los dirigentes tratando de explicar lo inexplicable… En el Monte Sinai, la Verdad ocupo toda la escena. Cuando Di-s entrego Su Tora no hubo el menor disenso. Seiscientos mil hombres, ademas de las mujeres, los ancianos y niños, y la multitud de pueblos que se habian unido a los hijos de Israel en el Exodo, estaban de pie ante el Monte Sinai y fueron testigos de la Revelacion de Di-s.Millones de personas transmitieron su testimonio de padres a hijos, de maestros a discipulos, de generacion en generacion hasta nuestros dias. Nunca en la historia, ningun enemigo de Israel, por mas cruel y mal intencionado que haya sido, ha refutado jamas la veracidad de esta Revelacion… simplemente porque millones de testigos nos transmitieron fielmente y sin el menor cambio, todo lo que habian presenciado.Di-s entrego Su mas preciado legado a la Humanidad. Y el Pueblo Judio tuvo desde entonces la mision de transmitir esta enseñanza de vida a todas las naciones. Pero para transmitirla y para vivir de acuerdo a ella, es menester estudiarla. Nadie puede enseñar ni practicar lo que desconoce. Tampoco es suficiente con algunas pocas practicas o rituales judios heredados de nuestros mayores.Asi como nos esforzamos afanosamente por encontrar el mejor medico para curar nuestro cuerpo, asi tambien debieramos preocuparnos por conseguir el mejor maestro para satisfacer el maximo anhelo de nuestra alma: el estar conectada con su Fuente Suprema a traves del estudio de Su Tora, escrita y oral (el Talmud).Que este Shabat, durante la lectura de los Diez Mandamientos en elBet Kneset (sinagoga), podamos sentir algo de ese momento trascendental para la Humanidad en que el Pueblo Judio reunido al pie del Monte Sinai, escucho la Palabra Divina. Cada nacion y cada cultura del mundo se enriquecieron con este valioso legado.!Es hora de que nosotros, el Pueblo de Israel, lo estudiemos y lo experimentemos!
*****
LA VOZ DEL SHOFAR
“…Y el Monte Sinai todo se cubrio de humo, pues habia descendido sobre el, la Presencia de Di-s….y temblo fuertemente el Monte….y el sonido del shofar subia y se hacia mas fuerte…y descendio Di-s sobre el Monte Sinai, sobre la cima del Monte… (Exodo 19:18-20) Cada año cuando leemos esta parasha, segun Ramban (Najmanides), cumplimos con un precepto de la Tora: “Cuidate de no olvidar las palabras que vieron tus ojos… y las diras a tus hijos y nietos, como el dia en que estuviste delante de Di-s…”.Puntualiza el Ramban que no solo debemos recordar los Diez Mandamientos sino todo lo sobrenatural y elevado del acontecimiento mas grande de la historia. Cada detalle descripto en la parasha Itro viene a indicarnos algo. “La voz del shofar iba en aumento y se hacia mas fuerte”, porque provenia de los Cielos. Si una persona tocara el shofar, el sonido se iria debilitando a medida que transcurriera el tiempo. Lo mismo con cualquier acto ejecutado por un ser humano el cual puede comenzar con fuerza y vehemencia pero estas no duran mucho tiempo.No asi el estudio de la Sagrada Tora que proviene del Creador. Cuando uno se dedica a ello con constancia, con dedicacion y en forma ininterrumpida, se renuevan las fuerzas y el entusiasmo para seguir adelante.Cuentan que cierta vez un grupo de estudiantes de Tora querian ser recibidos como alumnos del Gaon de Vilna. Este les dijo que a modo de prueba estudiaran un tema cualquiera de la Guemara y lo repitieran una vez, para lo cual les dio un plazo. Al expirar el lapso de tiempo, el Gaon recibio solo a los que no terminaron su estudio, pues estos, en la segunda vez que estudiaron, habian encontrado muchos temas para profundizar. Solo estos merecian ser alumnos del Gaon.
Publicado en Sucat David
“HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE” por Rab Isaac Benarroch Una noche, R’ Yehoshua Ben Elam el santo Tanna se le dijo en su sueño: “Sé feliz con tu porción ya que tu y Nanas el carnicero se sentaran juntos en Gan Eden. Su porción y la tuya son iguales”.
R’ Yehoshua se despertó en un susto terrible. Él estaba muy preocupado por su sueño, y pensó, ”¡Ay de mí! Toda mi vida he temido a Dios. Siempre he trabajado en el estudio de la Torá, tengo 80 alumnos, y no camino ni unos pocos pasos sin talit y tefilín. ¿Puede ser acaso que todos mis actos no sean superiores a los de un carnicero común y corriente? ¿Por qué es mi porción es igual a la suya?”
Decidió que tenía que buscar al carnicero y descubrir que hechos tan notables había realizado Nanas para ganarse un lugar en Gan Edén junto a él. R’ Yehoshua y sus estudiantes viajaron de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, tratando de localizar al carnicero. Después de muchos días de búsqueda les preguntó a los habitantes de una aldea pequeña, y ellos dijeron, ”Por supuesto que conocemos a Nanas, pero ¿por qué un Judio santo como tu quiere reunirse con un carnicero?
“Quiero hablar con él”, les respondió: “Por favor, pídanle que venga a visitarme”.
Cuando la gente del pueblo le dijo a Nanas que R’ Yehoshua Ben Elam quería verlo, pensó que estaban bromeando con él. ¡”No voy a ir con ustedes. Sólo se burlan de mí!”
Cuando regresaron con R’ Yehoshua, ellos le dijeron: “Nanas se niega a venir. Él no nos cree cuando le dijimos que usted quiere verlo”.
Así, R’ Yehoshua partió para la casa de Nanas el carnicero. Cuando vio al Rabino, se sintió muy asustado. De inmediato se postró sobre su rostro y le rogó a R’ Yehoshua que lo perdonara por molestar a un hombre justo santo como él y hacerlo ir a su casa.
“Por favor dime,” preguntó R’ Yehoshua a Nanas, “¿Cuáles son tus obras”?
“Yo soy un simple carnicero, y todos mis días se pasan en mi carnicería. Sin embargo, tengo un anciano padre y una madre que no pueden ponerse de pie. Día tras día, los lavo, los visto, y les doy de comer.
R’ Yehoshua se levantó, besó Nanas en la cabeza, y le dijo: “Hijo mío, tú eres digno de alabanza y tu porción es digna de alabanza, ¡qué bueno y cuán placentero es! ¡Soy tan afortunado de merecer ser tu compañero, y sentarme contigo en tu sección del Gan Eden! ”
Que todos tengamos el mérito de honrar a nuestros padres con lo mejor de nuestras capacidades.
R’ Yehoshua se despertó en un susto terrible. Él estaba muy preocupado por su sueño, y pensó, ”¡Ay de mí! Toda mi vida he temido a Dios. Siempre he trabajado en el estudio de la Torá, tengo 80 alumnos, y no camino ni unos pocos pasos sin talit y tefilín. ¿Puede ser acaso que todos mis actos no sean superiores a los de un carnicero común y corriente? ¿Por qué es mi porción es igual a la suya?”
Decidió que tenía que buscar al carnicero y descubrir que hechos tan notables había realizado Nanas para ganarse un lugar en Gan Edén junto a él. R’ Yehoshua y sus estudiantes viajaron de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, tratando de localizar al carnicero. Después de muchos días de búsqueda les preguntó a los habitantes de una aldea pequeña, y ellos dijeron, ”Por supuesto que conocemos a Nanas, pero ¿por qué un Judio santo como tu quiere reunirse con un carnicero?
“Quiero hablar con él”, les respondió: “Por favor, pídanle que venga a visitarme”.
Cuando la gente del pueblo le dijo a Nanas que R’ Yehoshua Ben Elam quería verlo, pensó que estaban bromeando con él. ¡”No voy a ir con ustedes. Sólo se burlan de mí!”
Cuando regresaron con R’ Yehoshua, ellos le dijeron: “Nanas se niega a venir. Él no nos cree cuando le dijimos que usted quiere verlo”.
Así, R’ Yehoshua partió para la casa de Nanas el carnicero. Cuando vio al Rabino, se sintió muy asustado. De inmediato se postró sobre su rostro y le rogó a R’ Yehoshua que lo perdonara por molestar a un hombre justo santo como él y hacerlo ir a su casa.
“Por favor dime,” preguntó R’ Yehoshua a Nanas, “¿Cuáles son tus obras”?
“Yo soy un simple carnicero, y todos mis días se pasan en mi carnicería. Sin embargo, tengo un anciano padre y una madre que no pueden ponerse de pie. Día tras día, los lavo, los visto, y les doy de comer.
R’ Yehoshua se levantó, besó Nanas en la cabeza, y le dijo: “Hijo mío, tú eres digno de alabanza y tu porción es digna de alabanza, ¡qué bueno y cuán placentero es! ¡Soy tan afortunado de merecer ser tu compañero, y sentarme contigo en tu sección del Gan Eden! ”
Que todos tengamos el mérito de honrar a nuestros padres con lo mejor de nuestras capacidades.
Los Diez Mandamientos que Sacudieron al Mundo
El relato que están a punto de leer es único en la historia de la humanidad. Es un evento que ninguna otra nación o religión experimentó alguna vez.
Fecha: Sexto día de Sivan, 50 días después del Éxodo.
Año: 2448 desde la creación.
Día y hora: Shabat en la mañana, al amanecer.
Lugar: Monte Sinai, en el Desierto de Sinai.
Escena: Todo el mundo está en silencio. Toda la naturaleza está en espera. ¡Ningún pájaro pía! ¡Ningún sapo croa! El pueblo judío (¡que de alguna manera durmió esa noche!) están en camino a su encuentro divino en el monte.
Pronto ocurrirá el evento más importante de la historia de la humanidad.
De repente hay un trueno, rayos y un sonido fuerte de shofar. La montaña humea como un horno y tiembla como un volcán. El pueblo está aterrado. La Presencia Divina desciende sobre la montaña en la forma de un gran fuego.
Todo el pueblo escucha como Moshé es llamado a conversar con Dios. Ellos tienen evidencia clara, sin dudas, de que Moshé es el profeta de Dios.
Dios le dice a Moshé que haga un cerco alrededor de la montaña para que la gente no pueda subir.
Se proclama el primer mandamiento. Toda la nación obtiene profecía al escuchar directamente las palabras de Dios. Pero no pueden absorber la intensidad y sus almas “salen” de sus cuerpos.
Los ángeles los resucitan y ellos corren temiendo por sus vidas. Los ángeles los regresan al monte y el segundo mandamiento es vociferado. Nuevamente las almas “salen”, nuevamente los ángeles los reviven y nuevamente corren espantados (Talmud – Shabat 85b).
Finalmente el pueblo le pide a Moshé que transmita el resto de la Torá porque ellos tienen miedo de morir (Éxodo 20:16). Le dicen a Moshé: “Has establecido tus credenciales. Sabemos que estás en contacto con Dios y confiamos en ti”. (Fíjense que los dos primeros mandamientos fueron dados en segunda persona y los otros ocho en tercera persona).
* * *
Buscar la Verdad
Esta parashá, tal vez la más importante de la Torá, lleva el nombre de un converso, Itró, que además fue el suegro de Moshé. ¿Por qué mereció Itró una mención tan honorable?
Itró era un buscador de la verdad. Él renunció a su prestigiosa posición como consejero del Faraón cuando su consejo de tener piedad de los judíos no fue escuchado. Itró investigó sobre todas las formas de adoración de ídolos y probó todos los cultos, incluso engordando animales para luego sacrificarlos a los dioses.
Finalmente, Itró rechazó la idolatría y cuando escuchó sobre los milagros del Éxodo, corrió al desierto a unirse al pueblo judío.
Esta parashá se llama Itró para enseñarnos que la forma de adquirir Torá es seguir los pasos de Itró. Buscar la verdad y ser crítico. Rechazar la mentira. Y cuando se descubre la verdad, ¡estar listo para sacrificar todo por ella! (Rabino Shlomo Wolbe).
Cuando Itró llegó al desierto, llevó a la esposa y a los hijos de Moshé con él. (Moshé los había mandado fuera de Egipto por miedo a que se convirtieran en esclavos) Moshé y todo el campamento salieron a recibir a Itró.
Itró dijo que al escuchar los detalles del Éxodo, se inspiró enormemente a tal punto que se le puso la piel de gallina (Rashi). Itró reconoció el castigo “medida por medida” de cada una de las plagas y decidió convertirse al judaísmo.
El pueblo le dio la bienvenida a Itró con un banquete de honor – y Moshé fue el mesero. Tal como dice el Talmud: Ser parte de una comida con estudiosos de la Torá es comparado a cenar con la Presencia Divina.
Al día siguiente, Itró criticó a Moshé y como resultado le aconsejó crear el primer sistema de “Corte Suprema”. Luego, Itró regresa a casa para convertir a su familia (se menciona aquí pero realmente no ocurrió hasta mucho después).
* * *
Eventos que Llevaron a la Revelación (basado en el Midrash)
(1) El pueblo llegó al Monte Sinai y acamparon en frente del monte (Éxodo 19:2).
A pesar de que habían sido recientemente atacados por Amalek ellos acamparon al frente del monte (que es más desprotegido) y no en el monte mismo, ya que tenían fe en Dios. (Rabino Shimshon Rafael Hirsch)
(2) Dios le dice a Moshé que reúna a todas las mujeres y les explique gentilmente el significado de la santa Torá que están a punto de recibir. (Éxodo 19:3, Rashi)
Sólo después de esto Moshé llamó a los hombres y les detalló claramente sus responsabilidades (Mitzvot). Las mujeres fueron primero porque ellas tienen una tremenda influencia en la familia judía. La madre judía es el factor determinante en un hogar pacífico y estable.
(3) Dios proclama la meta de la revelación:
“Ustedes serán para mí la nación preciada (como el cuarto especial y preciado del palacio) si obedecen Mis mandamientos” (Éxodo 19:5)
(4) Luego Dios dijo:
“Ustedes serán un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxodo 19:6)
No son necesarios los intermediarios; cada judío se para tres veces al día delante del Creador y se dirige a Él directamente.
(5) El pueblo escuchó a Moshé conversando con Dios y creyó en Moshé para siempre.
Incluso generaciones posteriores que no presenciaron personalmente la revelación nacional lo creerían, porque es un argumento que no puede ser inventado y el pueblo judío es (y siempre será) el único en hacer esa afirmación (Najmánides, ver Deuteronomio 4:32).
* * *
Respuesta Del Pueblo
(6) Los judíos respondieron:
“Lo que Dios diga lo cumpliremos” (Éxodo 19:8)
¡Esta fue la primera vez en la historia judía que los judíos unánimemente estuvieron de acuerdo en algo!
Posteriormente, los judíos agregaron “y escucharemos” – queriendo decir que iban a tratar de entender. Pero primero vamos a hacer. (Por ejemplo, si tú confías en el doctor, primero te tomas la medicina).
¿Has escuchado alguna vez el dicho antisemita: “Qué extraño que Dios eligiera a los judíos”?
La experiencia del Sinai nos da una respuesta: “No es extraño. ¡La verdad es que los judíos eligieron a Dios!” (escuchado del Rabino Yaakov Weinberg ZT´L).
(7) Primero Dios (o alguno sus ángeles guardianes) fue donde todas las naciones del mundo y les ofreció la Torá.
“¿Qué dice tu Torá?”, exigieron saber. “¡Nosotros no firmamos cheques en blanco!”.
A una nación Dios le dijo: “No matarás”.
“¡Una Torá como esa no es para nosotros!”, dijeron ellos.
A otra nación Dios le dijo: “No cometerás adulterio”.
“Dirección equivocada”, contestaron.
A otra nación Dios le dijo: “Honrarás a tus padres”.
“¡Vamos! ¿Acaso no es suficiente con el día de la madre?”.
Sólo los judíos aceptaron la palabra de Dios en forma incondicional. (“¿Cuánto cuesta?”. “¡Es gratis!”. “En ese caso, ¡queremos 10!”) (Midrash – basado en Deuteronomio 33:2).
Pregunta: ¿Por qué les dijo Dios a estas naciones todas las cosas que ellos no querían escuchar? ¿Acaso quería intencionalmente que se negaran a aceptarla?
Respuesta: Ellos ya habían rechazado la Torá tan pronto preguntaron qué decía. Es erróneo juzgar los valores divinos basándose en el estrecho sistema de valores propios.
Es como si te dijeran: “Te ofrezco verdad absoluta. ¿La quieres?”.
“Depende”.
¿Qué quiere decir “depende”? Es como si te ofrecieran los resultados de tu examen médico y respondieras: “Depende - ¿aún puedo tomar y fumar?”. Por eso Dios se aseguró de que la rechazaran (escuchado del Rabino Motty Berger).
* * *
Explicación de los Diez Mandamientos
(Los primeros 5 se relacionan con el Hombre y Dios).
Mandamiento #1: “Yo soy el Señor tú Dios que te sacó de la tierra de Egipto”.
Pregunta: ¿Cuál es el mandamiento? ¡Parece ser una afirmación! Además, no puede existir un mandamiento de creer en Dios, ya que si no crees, ¿entonces quién te estaría obligando a creer? Y si ya crees, ¿para qué necesitas un mandamiento? (Rabino Yaakov Weinberg, basado en Maimónides).
Respuesta: El primer mandamiento es saber que existe un Dios (Maimónides). Después de que “crees”, tienes que utilizar tu mente y “saber”. Ver el diseño de la creación, la genialidad de la Torá, etc., hasta que te convenzas intelectualmente tanto como emocionalmente.
Mandamiento #2: “No tendrás otros dioses aparte de mí”.
No hacer o adorar ídolos. Idolatría significa traer a Dios, el valor máximo, hacia nosotros – es decir, humanizar a Dios en vez de elevar al hombre a alturas espirituales.
Idolatría (en su sentido amplio) también incluye convertir cualquier acto físico en una meta, en vez de un medio. Comida, dinero, sexo, poder y deportes todos pueden ser ídolos si se convierten en fines en sí mismos.
La primera mitzvá aplica a nuestra mente; la segunda mitzvá aplica a nuestras acciones.
Mandamiento #3: “No digas el nombre de Dios en vano”.
Una promesa falsa o innecesaria es tomar a Dios como testigo en vano. Incluso las cortes seculares, hacen que los testigos pongan su mano derecha sobre la biblia. “¿Juras decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?” (“¡Yo no lo hice!” ¿Le crees?).
El Talmud dice que cuando se pronunció el tercer mandamiento, todo el mundo tembló y todas las naciones lo escucharon.
Este mandamiento aplica al habla.
Mandamiento #4: “Recuerda el Shabat para santificarlo”.
Para concretar nuestra creencia en un Dios, tenemos que dedicar un día de la semana a Él.
En Deuteronomio capítulo 5, cuando se repiten los Diez Mandamientos, dice“Cuida la santidad del Shabat”.
Dios dice ambas cosas simultáneamente ,“recuerda el Shabat” y “cuida el Shabat” . (Talmud, Shabat).
Los dos aspectos de Shabat son el aspecto positivo (“recordar”) y el aspecto negativo (“cuidar”).
El negativo es comparado al Rockefeller Center en Nueva York; que fue donado al público pero a pesar de eso sigue siendo propiedad del Sr. Rockefeller. Está cerrado al público un día al año para que él mantenga su propiedad privada. Igualmente, los mundos pertenecen a Dios y Él permite que la humanidad maneje el mundo. Pero para evitar que alguien piense erróneamente que el mundo es suyo para hacer lo que le plazca, un día a la semana tenemos que “devolverle el mundo a Dios” al no hacer ningún acto que demuestre nuestro control sobre el mundo.
¿Por qué hay tantas actividades prohibidas en Shabat? “Hace muchos años, costaba mucho trabajo frotar dos palos juntos y hacer fuego, ¡pero hoy utilizamos un fósforo o apretamos un botón!”, esa es la antigua forma de razonar. Sin embargo, no es trabajo físico lo que está prohibido, sino actividad creativa. Ahora bien, si uno se pasa todo el Shabat en cama, no ha transgredido el aspecto negativo, pero no ha cumplido con el aspecto positivo.
El aspecto positivo se compara a una persona perdida en un bosque. ¿Cuál es el camino de regreso a casa? Primero abre un mapa y saca una brújula. Luego, la persona descubre su ubicación y decide hacia donde ir. Similarmente en la vida, nosotros necesitamos tiempo para enfocarnos en nosotros mismos, sin las presiones de la vida diaria (teléfonos, jefes, horarios) – para obtener una perspectiva correcta de nuestros logros y metas.
Mandamiento #5: “Honra a tu padre y a tu madre”.
Pregunta: La primera tabla contiene leyes entre la humanidad y Dios. La segunda tabla es entre una persona y otra. De acuerdo a esto pareciera ser que el mandamiento #5 – honrar a los padres – está en la tabla equivocada.
Respuesta: El ejemplo por excelencia de la relación que tenemos con Dios es la relación padre-hijo. Está basada en pura gratitud. Con Dios, es abstracto: con los padres es concreto. Los padres te trajeron al mundo y ¡te cambiaron los pañales! Te compraron comida, ropa y juguetes y se quedaron despiertos cuando estuviste enfermo. Si no honramos a nuestros padres, ¿Cómo vamos a ser capaces de honrar a nuestro Creador?
La transmisión de nuestra tradición es sólo posible gracias al respeto por la generación previa. ¡Ellos son el vínculo más cercano a la fuente! Toda la tradición judía se basa en esto.
Los últimos cinco mandamientos aplican a las relaciones humanas:
Mandamiento #6: “No asesinar”.
Algunos confunden esto con “no matar”. Hay algunas veces donde uno debe matar – por ejemplo, por defensa propia, o en tiempos de guerra. ¡No somos pacifistas idealistas! Sólo lo que la Torá define como “asesinato” está mal.
En un mundo pagano de gladiadores y coliseos, sacrificios humanos, abortos y eutanasia, el valor de la vida humana era muy bajo. La Torá considera la preservación de la vida como un valor máximo. El castigo por asesinato (con testigos y una advertencia adecuada) es la pena de muerte.
Mandamiento #7: “No cometer adulterio”.
La mitzvá se enfoca en la santidad de la vida matrimonial. En vez de ver a la pareja como un carcelero que nos impide disfrutar de otras relaciones, la Torá ve a la pareja como un proveedor exclusivo, con el fin de evitar que piense en otros/as.
Una familia sólida y un hogar estable es la base de la sociedad. Violar la relación marido-mujer es poner en peligro el microcosmos del hogar y finalmente a la sociedad en general. La relación marital positiva está encerrada en esta fuerte prohibición, cuyo castigo (con testigos y advertencia) es la pena de muerte.
Mandamiento #8: “No robar”.
Este verso se refiere a “no secuestrar” (robar dinero es mencionado en otra parte), cuyo castigo con testigos y advertencia es la pena capital (Talmud).
Mandamiento #9: “No atestigües en falso”.
Los seres humanos tienen ordenado mantener un discurso puro. Una de las peores injusticias es corromper un veredicto.
Mandamiento #10: “No codiciar”.
Este mandamiento aplica a la mente. Es una ley única dada por Dios. Ningún otro libro de ley la menciona. ¡Intenta acusar a alguien por “codiciar”! Sólo Dios que lo sabe todo puede hacerlo, no hay forma de conocer los pensamientos de otra persona – y de saber si está codiciando la casa, esposa o dinero de la otra persona.
Pregunta: ¿Por qué las leyes entre la humanidad y Dios (los primeros 5 mandamientos) hablan primero de los pensamientos, después de las palabras y luego de las acciones, y las leyes entre los hombres (los últimos 5 mandamientos) hablan primero de las acciones, luego de las palabras y sólo al final de los pensamientos?
Respuesta: Cuando se trata de la humanidad con Dios, la cuestión más importante es la intención. Primero la mente, luego las acciones y las palabras. Que todos sepan lo que crees y luego aplícalo a tu vida. Las acciones sin creencia no tienen ningún significado, ¡sería cómo ponerle Tefilin a un mono!
Cuando se trata de las leyes entre las personas, las acciones vienen primero y luego el discurso y la mente. “No me importa si lo odias, pero ¡no lo asesines!”.
Por. Rabino Richard Kaufmann
"Y le dijo a Moshé: yo tu suegro Itro vengo a tí, y tu mujer y sus dos hijos con ella"(Shemot 18, 6).
ויאמר אל משה אני חתנך יתרו בא אליך, ואשתך ושני בניה עמה
¿Por qué le dijo Itró a Moshé "y sus dos hijos con ella", y no le dijo Itró a Moshé "y tus dos hijos con ella"? ¿Acaso no eran hijos también de Moshé?
Y la respuesta es, que si bien habían sido hijos de Moshé, Moshé se fue de su casa para salir a liberar al pueblo judío de Egipto, y como fue ella quien tuvo que criarlos durante todo ese tiempo, Itró le insinuó a Moshé que son más hijos de ella que de él ...
Y de esto aprendemos, que padres no son solamente aquellos que traen al mundo a sus hijos, sino especialmente quienes los crían, y si una persona se desvive y "dá su vida" por niños que decidió críar, ellos espiritualmente habrán de ser considerados, sin lugar a dudas, también como sus hijos ...
"Yo Soy Hashem tu D-s, quien te sacó de la tierra de Egipto de la casa de la esclavitud" (Shemot 20, 2).
אנכי ה' אלקיך, אשר הוצאתיך מארץ מצרים מבית עבדים
En el primero de los diez mandamientos (que aparece aquí citado), lo único que Hashem hace -aparentemente- es presentarse delante del pueblo de Israel, diciéndoles algo así como "Mucho gusto, encantado, Yo soy Hashem vuestro D-s que los saqué de la tierra de Egipto".
En apariencia, no hay aquí ningún precepto, sino solamente un acto de presentación.
Sin embargo, los sabios nos enseñan, que de aquí surge la mitzvá de creer en Hashem, pues de momento que Hashem se reveló y todo el pueblo judío presenció dicha presentación, tenemos la mitzvá de creer en Él.
Es decir, nuestra fe no es una fe ciega, sino que es una fe sustentada en la revelación de Hashem a nuestros antepasados; no a una o dos personas, sino a todo nuestro pueblo.
Y realmente, si ello no hubiera sido así, no quedándoles ningúna duda que fue Hashem quién se Les reveló, entonces de ninguna manera sería lógico de pensar que un pueblo de esclavos recién liberados, hubiera estado dispuesto a recibir, aceptar y cumplir con seiscientos trece preceptos que le indican qué debe de hacer y qué no; pues lo más lógico de pensar en un pueblo que recién se libera de la la esclavitud, es que querra hacer aquello que "se le dá la gana", sin que nadie venga a decirles qué tienen que hacer y qué no, qué ... es correcto y qué no ...
"Yo Soy Hashem tu D-s, quien te sacó de la tierra de Egipto de la casa de la esclavitud" (Shemot 20, 2).
אנכי ה' אלקיך, אשר הוצאתיך מארץ מצרים מבית עבדים
Y este mandamiento, incluye dentro de sí la mitzvá de esforzarnos y luchar por ser realmente libres.
Y para ser libres, es necesario salir de nuestro "Egiptos internos", liberándonos de todas aquellas cosas que nos angustian tratando de evitar que dediquemos nuestra vida a ser lo máximo que podemos llegar a ser, dejando así la significativa huella de nuestro pasar por éste mundo, realizando acciones valiosos y meritorias por el bienestrar, el éxito y la felicidad de todos los demás ...
Y sólo si estudiemos y "regamos" la semilla de nuestra alma con espiritualidad y conocimiento, seremos capaces de ayudarnos a crecer y dar frutos; beneficiando a nuestros semejantes a través de nuestro propio crecimiento personal ...
Saber hacer para saber escuchar
Egipto, la "casa de la esclavitud", ha quedado atrás. El obstinado faraón junto a su ejército yacían en las profundidades de un mar, que había visto
instantes previos, la salvación -milagrosa- de la nación hebrea. Se había cumplido, sin que mediara obstáculo alguno, aquello que Moshé había
pronunciado frente a una masa de gentes desesperadas, atormentadas y hasta desalentadas a orillas del inmenso mar: "...HaShem ilajém lajem" - "D-slibrará la batalla por Uds." - "veatem, tajarishún" - "empero vosotros todos permaneceréis enmudecidos". Sólo el silencio será testigo de los
grandes hechos. Sólo en silencio podrá el pueblo judío liberado contemplar y comprender. Nada de gritos ni de confusión. Hechos claros como el día,
pues la "noche de la esclavitud", la oscura noche del sufrir y del dolor había terminado para siempre. Aquí comenzaba la "gueulá", este movimiento
inconfundible que se tornaba en voz para hablar tan sólo de libertad, no de lamentos...
Ahora es tiempo de "encuentros y re-encuentros". Un pueblo que se encamina hacia un destino, distante cincuenta días, para su "encuentro" con el
Todopoderoso. El Monte Sinai, aquel que atesoraba en sus reducidas dimensiones, a la pequeña zarza -que aún ardía sin consumirse-; aquel
paraje desértico que vio nacer el liderazgo de Moshé, concediéndole la capacidad de preguntar y de saber, esperaba ser testigo de la promesa
efectuada por D-s a un pastor -por ese entonces- casi incrédulo y temeroso: "...Dijo: Pues Yo estaré contigo y esto habrá de ser para ti el signo, ya
que Yo te he enviado. En cuanto saques al pueblo de Egipto habréis de servir a Elokim sobre la montaña ésta..." (Shemot Cap. 3:12).
Mientras tanto hay un re-encuentro en medio del camino. Itró, sacerdote de Midián, suegro de Moshé, sale a encontrarse con el pueblo redimido y su
conductor. Junto a Tsipora y sus nietos, Guershón y Eliezer -esposa e hijos de Moshé respectivamente-. "Vaishmá Itró" relata el comienzo mismo de nuestra perashá. Itró "escuchó", "...todo lo que había obrado D-s por Moshé y por Israel, cuando sacó HaShem a Israel de Egipto" (Shemot, Cap. 18:1).
Nuestros Sabios interpretan esta visita, preguntándose: "¿...má shemuá shamá u-bá?" Es decir, ¿qué fue lo que escuchó y lo hizo allegarse? "Rabi Ieoshúa afirma: escuchó los sucesos de la guerra con Amalek y vino. (Recordemos al final de la perashá pasada el salvaje y traicionero ataque
de Amalek en el desierto, fundamentalmente a 'todos los débiles y enfermos' del pueblo judío); Rabi Eleazar haModaí sostiene en cambio: la
entrega de la Torá lo hizo venir (en nuestra perashá accedemos a los 'diez Mandamientos'); Rabi Eliezer dice: El cruce del Mar Rojo había escuchado yvino..." (Ialkut Shimoni). Quedará medianamente claro, que no hay obra del Todopoderoso que pase desapercibida para el entorno general y que los eventos -dramáticosalgunos, felices otros y de una poderosa carga emocional e intelectual los otros-, representan una afirmación elocuente por la cual nada habrá de serya igual para los habitantes de un mundo, testigos oculares y presenciales del poder del Creador, ahora definido por el mismísimo líder de una nación pagana, cuyo nombre define la identidad de nuestra perashá en cuestión: "...Ahora sé yo qué grande es HaShem por sobre todos los dioses..." Y esto es ciertamente lo importante. El Rabi de Kotsk así lo considera y enseña: "...Lo que escuchó Itró, fue también escuchado por muchísimas otras personas", pero -sostiene el maestro jasídico-, "hay quienes escuchan, mas no oyen, pues las cosas no logran penetrar sus oídos, y por ende noalcanzan a sus corazones y ni hablar de sus pensamientos. La verdadera virtud de Itró fue aquella que insinúa nuestra Torá: 'Vaishmá Itró' -que
escuchó y supo lo que había escuchado-. Lo comprendió e internalizó". Allí reposa tal vez el mérito de un hombre que, habiendo cosechado y
probado el sabor del poder que concede el liderazgo, y por otro lado,estando ya "hecho" en su creer y sentir, logra imbuirse -más allá de la
familiaridad y de las emociones- de una nueva fe que asoma en pleno paisaje del desierto; una fe que lleva como sello peculiar la Bondad Divina. Así loafirma Itró después de atender al relato de Moshé: "...Se regocijó Itró por toda la bondad -Tobá- que había hecho HaShem para Israel, cuando lo hubolibrado de bajo el poder egipcio" (Shemot Cap. 18:9).Y así, nuestra fundamental perashá, lleva su nombre. Primero por su
humildad, y en segunda instancia por su sabiduría (¡que pone de manifiesto la humildad de Moshé!). Porque es a partir de este re-encuentro que los caminos de ambos -de Moshé y de Itró- se habrán de separar (no así el de los descendientes del pueblo judío y de Itró); los "ojos de Itró", que tanto pondera Moshé en su insistir para que su suegro los acompañe en el trayecto por el temible desierto, le "hacen ver" a Moshé una realidad, que en el comienzo mismo delcamino era un escollo para la libertad: la Justicia y los medios acerca de cómo administrarla... Ciertamente la Torá habría de "llegar" de boca de D-s. Palabra por Palabra. Pero antes, tal vez, en este orden que nos proponen los versículos, es necesario ordenarse, organizarse, prepararse a crecer en la tarea más compleja aunque base esencial para el Decálogo, como lo es la implementación de cortes de justicia -uno de los siete preceptos de los hijos de Noaj-, en este vuelta a crearse del mundo como lo será el Maamad Har Sinai, tiempo de Revelación, tiempo de acción -Naasé-, tiempo de concebir los hechos -Venishmá-. Así lo confirma Moshé, cuarenta años después frente a los herederos de la tierra de Promisión: "...Y ¿qué nación grande -hay- que tiene fueros y leyes justos -"tsadikím"- como toda la Torá ésta, que yo doy ante vosotros
el día de hoy?" (Debarím 4:8). Hay una Torá verdadera -Torát Emet-, y sus "jukím vemishpatím tsadikím",con leyes y fueros justos. La verdad debe producir justicia. La justicia debe ser el recipiente para la verdad. Si ello se logra, despuntará Shalom,la paz. Así lo transmitió Itró a Moshé, con simpleza, con elocuencia, con sabiduría: "...si esta cosa tú vas a hacer -y D-s te lo ordena- podrás mantenerte en pie y también todo este pueblo a su lugar habrá de llegar enpaz..."
"Cómo prepararse para recibir la Torá"
Leemos en esta Perasha el momento en el que el pueblo de Israel alcanzó el punto máximo de unión con el Creador, recibiendo el calificativo de "pueblo elegido": la entrega de la Torá en el monte Sinai. La revelación de Hashem al pueblo fue como está escrito en Debarim 5: "cara a cara habló Hashem con ustedes en la montaña, desde adentro del fuego". Rashi comenta sobre el versículo "tú viste y supiste que Hashem es tu Di-s", que cuando Hashem entregó la Torá les abrió los siete cielos y vieron como Él es único. Esta concepción se fue trasladando de padres a hijos a lo largo de todas las generaciones. Nuestros Sabios comentan que todos los seres que nacerían en el futuro presenciaron este fundamental acontecimiento.
Aparentemente, éste es el momento de mayor elevación espiritual que el pueblo alcanzó. Incluso parece ser superior al del corte del Iam Suf (Mar Rojo) -luego de la salida de Egipto- donde aún estaban impregnados de la impureza que los egipcios les habían contagiado y que provocó la acusación en el cielo de los ángeles fiscales: "tanto los egipcios como los judíos son idólatras". En el monte de Sinai la situación fue más favorable: habían visto todos los milagros ocurridos en el mar Rojo; tuvieron cincuenta días previos de preparación; se recuperaron de la debilidad espiritual que había provocado que el pueblo de Amalek los atacara; recibieron algunos preceptos en un lugar llamado "Mará" tales como el Shabat y la Pará Aduma; todo el mismo proceso previo a la entrega de la Torá: el monte cercado sin poder acceder a él, la voz de los truenos y relámpagos, la voz del shofar, el fuego y el humo que los rodeaba, etc.
Sin embargo, nuestros Jajamim nos explican que la revelación de Hashem en el Iam Suf fue aún mayor que la del monte de Sinai, ya que incluso la persona más simple del pueblo vio en ese momento lo que el profeta Iejezkel con toda su elevación no alcanzaría a observar. En el canto que dijeron a Hashem expresaron: "éste es mi Di-s y lo enalteceré". Nuestros Sabios deducen del término "éste", que cada uno "señalaba" con su dedo a Hashem. El Zohar Hakadosh nos enseña que el nivel de profecía que adquirieron en ese momento fue tal que todos -sin excepción alguna- pronunciaron las mismas letras y palabras sin adelantarse uno al otro, como si se tratara de una sola boca que hablaba. Incluso los bebés que aún estaban en el vientre de sus madres le cantaron a Hashem en ese momento, ya que -como comenta el Sefer Meam Loez al relatar los cincuenta milagros que sucedieron en el Iam Suf- el mundo se iluminó de tal forma que el vientre de las madres era un espejo por el que se podía observar lo que sucedía. ¿Cuál fue el motivo -entonces- por el que la revelación de Hashem que tuvieron en el Mar Rojo fue mayor a la del monte Sinai?
Para poder comprender la respuesta, debemos analizar previamente una pregunta que formulan nuestros Sabios: una generación como ésta, que vio con sus propios ojos la "mano" de Hashem al castigar a los egipcios, observó cómo las leyes de la naturaleza se modificaban de acuerdo con la orden Divina, alcanzó una categoría que el versículo atestigua: "y creyeron en Hashem y en Moshe, su sirviente" (Shemot 14), hubiese sido lógico esperar que, a pesar de cualquier acontecimiento negativo que se presentara, no abandonaran su fe íntegra. Nos sorprendemos al leer la Torá y encontrar que -por el contrario- tropezaron en diez oportunidades rebelándose contra Hashem, demostrando así una falta de paciencia que la lógica humana no puede aceptar. Placeres materiales ínfimos, como por ejemplo recordar alimentos como el pescado, la cebolla y la sandía que comían en Egipto los llevarón a negar por momentos la propia existencia de Hashem y a reclamar a Moshe querer regresar a Egipto. ¿Y la fe que habían adquirido? ¿Y la profecía con la que habían cantado a Hashem luego del corte de las aguas? ¿Se olvidaron de todo? A lo largo de la historia de Israel, muchos Iehudim entregaron sus vidas por Kidush Hashem sin haber visto todo lo que esa generación había observado. En el libro Shebet Musar -por ejemplo- está escrito el siguiente relato que sucedió luego de que los judíos fueran expulsados de España. En un barco donde hubo una epidemia, el capitán bajó a los enfermos en una isla desierta donde la mayoría murió de hambre y otros intentaron caminar en busca de un lugar poblado. Entre ellos iba un Iehudi con su esposa y sus dos hijos que, al ver que su familia moría de hambre, alzó sus ojos al cielo y dijo: "¡Señor del mundo, muchas pruebas me envías para ver si abandono mi fe, debes saber que soy judío y seré judío y nada de lo que suceda servirá para que abandone mi fe!". Enterró a su familia y avanzó en busca de un lugar poblado. Si un Iehudi común actuó de esta manera en un momento tan difícil, ¿qué sucedió con la generación del desierto?
Nuestros Sabios nos enseñan una base fundamental para poder comprender la respuesta: el trabajo de la persona en el mundo es personal y debe alcanzar con sus propias fuerzas la elevación espiritual que Hashem le asignó. Todo lo que adquiera de esa forma, se convierte en su propio cuerpo y materia y será muy difícil que lo pierda. Por el contrario, todo lo que reciba en forma gratuita o sin esfuerzo, será como algo externo que no tendrá relación con su propio cuerpo. No existirá ninguna garantía que permanecerá en él en el momento de la prueba. Es lo que sucedió -como comenta el Ramban- con el burro de Bilham el perverso, que luego de ver a un ángel de Hashem y tener la facultad de hablar como una persona cualquiera, siguió siendo un burro como lo era antes, ya que no existía relación alguna entre su identidad animal y el regalo Divino que había recibido por un momento.
Cuando analizamos, nos damos cuenta de que esto precisamente fue lo que sucedió con el pueblo de Israel luego de la salida de Egipto. Toda la revelación de Hashem que habían recibido, no había sido por mérito o esfuerzo propio, sino para superar la bajeza a la que habían llegado y que provocó esos conocidos 49 grados de impureza y que muchos Iehudim murieran en la plaga de la oscuridad porque no estaban dispuestos a salir de Egipto. Por otra parte, Hashem había programado que en cincuenta días recibirían la Torá. Para eso, debían elevarse espiritualmente siendo el regalo de Hashem el único camino posible, y eso fue lo que sucedió en el mar Rojo. Lo que se adquiere fácilmente se pierde de la misma forma. Es lo que sucede con los "hijos ricos" que reciben por herencia todo lo que sus padres adquirieron con años de trabajo y esfuerzo. No saben valorarlo y en muchos casos lo pierden rápidamente. Quizás con este concepto comprendamos en parte el comportamiento del Gaon de Vilna Z"L, sobre el que su alumno Ribi Jaim Mivoloshin Z"L comenta que no quería recibir a los "Maguidim" (ángeles enviados del cielo para transmitirle secretos de la Torá), porque si bien quería alcanzar el nivel espiritual más elevado, deseaba lograrlo con su propio esfuerzo y dedicación. Así incorporaría los conceptos dentro de su propio cuerpo y ninguna prueba de la vida podría modificarlo.
Ahora podemos comprender la diferencia de la revelación de Hashem en el Iam Suf con la de la entrega de la Torá, donde se necesitó una preparación previa para que cada uno alcanzara por mérito propio su nivel de acuerdo con su esfuerzo personal. Tenían cincuenta días donde debían elevarse de los cuarenta y nueve grados de impureza de Egipto. De ahí deriva también el nombre de la fiesta de Shabuot: "la entrega de la Torá" y no "el recibimiento de la Torá", ya que cada uno la recibiría de acuerdo con su propia preparación .
Nuestros Jajamim nos enseñan que no sólo en aquel momento se recibió la Torá, sino que debemos considerarla cada día como algo nuevo que recibimos en nuestras manos. Para que esto suceda debemos prepararnos para recibirla. El Or Hajaim Hakadosh comenta sobre el versículo de Shemot 19: "y partieron de Refidim y llegaron al desierto de Sinai y acamparon en el desierto y acampó allá Israel frente al monte", que en este versículo se encuentran las tres bases necesarias para poder adquirir la Torá y que forme parte propia de nuestro cuerpo: 1) esfuerzo y dedicación en el estudio y cumplimiento de la Torá. Esto se encuentra reflejado en el término "y partieron de Refidim" , ya que Refidim no sólo era el nombre del lugar donde habían acampado antes de dirigirse al monte de Sinai, sino que también -según explican Jazal- simboliza una palabra compuesta: "Rafu Iedehem Min Hatorá", o sea "debilitaron sus manos de la Torá" y por eso debieron soportar el ataque de Amalek. El Rab Jaim Shmulevish Z"L explica que la dedicación en el estudio no es simplemente para aquellos que quieran alcanzar un nivel o una categoría determinada, sino que de lo contrario la propia Torá tan sagrada se transforma en un veneno mortal. El Talmud en Shabat 88 comenta: "para los que se ocupan con todas sus fuerzas de entenderla es el elixir de la vida". Por eso, la Guemará la compara con la mano derecha que representa la fuerza principal de la persona. Si este "pequeño" detalle faltara, el Talmud comenta que se encontrará el elixir de la muerte, ya que la Torá no se adquiere salvo para quien esté dispuesto a entregar su vida por ella, renunciando a los placeres materiales e interiorizándose profundamente en ella. 2) En el término "y acamparon en el desierto" está reflejado el trabajo indispensable que se debe realizar arreglando las cualidades humanas, especialmente el orgullo. El Talmud en Nedarim 55 comenta que cuando la persona se convierte a sí misma en un desierto, recibe la Torá como regalo. Hasta dónde influye este tema para poder adquirir la Torá, lo podemos deducir de lo que el Talmud en Pesajim 66 relata sobre los hijos de Beterá que habían olvidado una jurisprudencia y fue Hilel el que se las recordó y lo nombraron jefe espiritual. Hilel les dijo: "¿qué provocó que tuviera que venir de Babel para ser jefe de ustedes?, vuestro haraganerismo que no les permitió aprender de los Sabios de la generación: Shemaia y Abtalion". Luego los Sabios le formularon una pregunta a Hilel y él no supo contestar, por lo que el Talmud concluye: "todo el que se enorgullece, si se trata de un sabio, su sabiduría se aparta de él". Paradójicamente, Hilel era el símbolo de la humildad: "el ser humano debe ser humilde como Hilel" (Shabat 31). Sin embargo, y a pesar de que toda su intención había sido reprocharlos por no haber servido como correspondía a esos dos grandes Sabios, Hashem encontró en sus palabras una pequeña porción de orgullo para su nivel que provocó que olvidara el estudio que había adquirido. Deducimos entonces la integridad total en las cualidades que se debe poseer para adquirir la Torá. 3) Unión completa y pura reflejada en el término: "y acampó allá Israel frente al monte". El versículo está expresado en singular, ya que todos fueron como un sólo hombre con un sólo corazón y así estuvieron en condiciones de recibir la Torá. Olvidaron las discordias, persiguieron la paz y el compañerismo y ése fue el mérito por el que Hashem les entregó la Torá. El Talmud en Sanhedrin 20 comenta sobre el versículo de Mishle 31: "falsa es la gracia", refiriéndose a la generación de Moshe y Iehoshua, donde a pesar de toda la Torá que hubo aún no fue lo ideal; "vana es la hermosura" se refiere a la generación del rey Jizkia, donde incluso niños conocían temas profundos tales como los de pureza e impureza, pero aún no era lo pretendido por Hashem. El final del versículo: "la mujer temerosa de Hashem es alabada", se refiere a la generación de Ribi Iehuda Bar Elhai, en la que seis alumnos se cubrían con una sola manta para estudiar Torá debido a la pobreza que existía, reflejando el punto máximo alcanzado superior a las generaciones previas. Normalmente una manta no puede cubrir a seis personas debido a que cada una de ellas intenta tirarla para su lado. Sólo cuando cada uno piensa en el prójimo y se preocupa porque su compañero esté cubierto, se podrán cubrir todos. Es lo que sucedió en esa generación y que nos marca esta otra base fundamental para adquirir Torá: transmitir los conceptos que adquirimos y no limitarnos a saber y comprender sólo nosotros, sino preocuparnos para que los que están a nuestro alrededor no se aparten del camino verdadero.
En resumen, debemos esforzarnos para poder recibir la Torá. Es común escuchar que muchas personas -por falta de conocimiento- creen que la Torá es algo incomprensible y antiguo para la época actual. Nuestra respuesta es preguntarles: ¿qué es lo que saben de la Torá? ¿Cuántas veces -aunque sólo sea superficialmente- se interiorizaron para saber de qué se trata? Si les diéramos una hoja y un lápiz para que escribieran los seiscientos trece preceptos escritos en ella, ¿cuántos de ellos estarían en condiciones de escribir? Lo peor que puede sucederle al ser humano desde todo punto de vista es la ignorancia. En este caso el tema es más grave aún, porque significa desconocer nuestra sangre, nuestra identidad y nuestra misión en la vida. Por otra parte, debemos trabajar sobre las cualidades humanas y preocuparnos por el prójimo para poder tener el mérito de recibir la Torá día tras día. Amén.
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El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.
Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.
Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a.
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.
Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
En estos momentos el sitio trata exclusivamente temas halájicos, sin embargo, nos proponemos en un futuro cercano extender la temática a la Parashá –porción semanal de la Torá- e incluso otros temas.
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Leemos en esta Perasha el momento en el que el pueblo de Israel alcanzó el punto máximo de unión con el Creador, recibiendo el calificativo de "pueblo elegido": la entrega de la Torá en el monte Sinai. La revelación de Hashem al pueblo fue como está escrito en Debarim 5: "cara a cara habló Hashem con ustedes en la montaña, desde adentro del fuego". Rashi comenta sobre el versículo "tú viste y supiste que Hashem es tu Di-s", que cuando Hashem entregó la Torá les abrió los siete cielos y vieron como Él es único. Esta concepción se fue trasladando de padres a hijos a lo largo de todas las generaciones. Nuestros Sabios comentan que todos los seres que nacerían en el futuro presenciaron este fundamental acontecimiento.
Aparentemente, éste es el momento de mayor elevación espiritual que el pueblo alcanzó. Incluso parece ser superior al del corte del Iam Suf (Mar Rojo) -luego de la salida de Egipto- donde aún estaban impregnados de la impureza que los egipcios les habían contagiado y que provocó la acusación en el cielo de los ángeles fiscales: "tanto los egipcios como los judíos son idólatras". En el monte de Sinai la situación fue más favorable: habían visto todos los milagros ocurridos en el mar Rojo; tuvieron cincuenta días previos de preparación; se recuperaron de la debilidad espiritual que había provocado que el pueblo de Amalek los atacara; recibieron algunos preceptos en un lugar llamado "Mará" tales como el Shabat y la Pará Aduma; todo el mismo proceso previo a la entrega de la Torá: el monte cercado sin poder acceder a él, la voz de los truenos y relámpagos, la voz del shofar, el fuego y el humo que los rodeaba, etc.
Sin embargo, nuestros Jajamim nos explican que la revelación de Hashem en el Iam Suf fue aún mayor que la del monte de Sinai, ya que incluso la persona más simple del pueblo vio en ese momento lo que el profeta Iejezkel con toda su elevación no alcanzaría a observar. En el canto que dijeron a Hashem expresaron: "éste es mi Di-s y lo enalteceré". Nuestros Sabios deducen del término "éste", que cada uno "señalaba" con su dedo a Hashem. El Zohar Hakadosh nos enseña que el nivel de profecía que adquirieron en ese momento fue tal que todos -sin excepción alguna- pronunciaron las mismas letras y palabras sin adelantarse uno al otro, como si se tratara de una sola boca que hablaba. Incluso los bebés que aún estaban en el vientre de sus madres le cantaron a Hashem en ese momento, ya que -como comenta el Sefer Meam Loez al relatar los cincuenta milagros que sucedieron en el Iam Suf- el mundo se iluminó de tal forma que el vientre de las madres era un espejo por el que se podía observar lo que sucedía. ¿Cuál fue el motivo -entonces- por el que la revelación de Hashem que tuvieron en el Mar Rojo fue mayor a la del monte Sinai?
Para poder comprender la respuesta, debemos analizar previamente una pregunta que formulan nuestros Sabios: una generación como ésta, que vio con sus propios ojos la "mano" de Hashem al castigar a los egipcios, observó cómo las leyes de la naturaleza se modificaban de acuerdo con la orden Divina, alcanzó una categoría que el versículo atestigua: "y creyeron en Hashem y en Moshe, su sirviente" (Shemot 14), hubiese sido lógico esperar que, a pesar de cualquier acontecimiento negativo que se presentara, no abandonaran su fe íntegra. Nos sorprendemos al leer la Torá y encontrar que -por el contrario- tropezaron en diez oportunidades rebelándose contra Hashem, demostrando así una falta de paciencia que la lógica humana no puede aceptar. Placeres materiales ínfimos, como por ejemplo recordar alimentos como el pescado, la cebolla y la sandía que comían en Egipto los llevarón a negar por momentos la propia existencia de Hashem y a reclamar a Moshe querer regresar a Egipto. ¿Y la fe que habían adquirido? ¿Y la profecía con la que habían cantado a Hashem luego del corte de las aguas? ¿Se olvidaron de todo? A lo largo de la historia de Israel, muchos Iehudim entregaron sus vidas por Kidush Hashem sin haber visto todo lo que esa generación había observado. En el libro Shebet Musar -por ejemplo- está escrito el siguiente relato que sucedió luego de que los judíos fueran expulsados de España. En un barco donde hubo una epidemia, el capitán bajó a los enfermos en una isla desierta donde la mayoría murió de hambre y otros intentaron caminar en busca de un lugar poblado. Entre ellos iba un Iehudi con su esposa y sus dos hijos que, al ver que su familia moría de hambre, alzó sus ojos al cielo y dijo: "¡Señor del mundo, muchas pruebas me envías para ver si abandono mi fe, debes saber que soy judío y seré judío y nada de lo que suceda servirá para que abandone mi fe!". Enterró a su familia y avanzó en busca de un lugar poblado. Si un Iehudi común actuó de esta manera en un momento tan difícil, ¿qué sucedió con la generación del desierto?
Nuestros Sabios nos enseñan una base fundamental para poder comprender la respuesta: el trabajo de la persona en el mundo es personal y debe alcanzar con sus propias fuerzas la elevación espiritual que Hashem le asignó. Todo lo que adquiera de esa forma, se convierte en su propio cuerpo y materia y será muy difícil que lo pierda. Por el contrario, todo lo que reciba en forma gratuita o sin esfuerzo, será como algo externo que no tendrá relación con su propio cuerpo. No existirá ninguna garantía que permanecerá en él en el momento de la prueba. Es lo que sucedió -como comenta el Ramban- con el burro de Bilham el perverso, que luego de ver a un ángel de Hashem y tener la facultad de hablar como una persona cualquiera, siguió siendo un burro como lo era antes, ya que no existía relación alguna entre su identidad animal y el regalo Divino que había recibido por un momento.
Cuando analizamos, nos damos cuenta de que esto precisamente fue lo que sucedió con el pueblo de Israel luego de la salida de Egipto. Toda la revelación de Hashem que habían recibido, no había sido por mérito o esfuerzo propio, sino para superar la bajeza a la que habían llegado y que provocó esos conocidos 49 grados de impureza y que muchos Iehudim murieran en la plaga de la oscuridad porque no estaban dispuestos a salir de Egipto. Por otra parte, Hashem había programado que en cincuenta días recibirían la Torá. Para eso, debían elevarse espiritualmente siendo el regalo de Hashem el único camino posible, y eso fue lo que sucedió en el mar Rojo. Lo que se adquiere fácilmente se pierde de la misma forma. Es lo que sucede con los "hijos ricos" que reciben por herencia todo lo que sus padres adquirieron con años de trabajo y esfuerzo. No saben valorarlo y en muchos casos lo pierden rápidamente. Quizás con este concepto comprendamos en parte el comportamiento del Gaon de Vilna Z"L, sobre el que su alumno Ribi Jaim Mivoloshin Z"L comenta que no quería recibir a los "Maguidim" (ángeles enviados del cielo para transmitirle secretos de la Torá), porque si bien quería alcanzar el nivel espiritual más elevado, deseaba lograrlo con su propio esfuerzo y dedicación. Así incorporaría los conceptos dentro de su propio cuerpo y ninguna prueba de la vida podría modificarlo.
Ahora podemos comprender la diferencia de la revelación de Hashem en el Iam Suf con la de la entrega de la Torá, donde se necesitó una preparación previa para que cada uno alcanzara por mérito propio su nivel de acuerdo con su esfuerzo personal. Tenían cincuenta días donde debían elevarse de los cuarenta y nueve grados de impureza de Egipto. De ahí deriva también el nombre de la fiesta de Shabuot: "la entrega de la Torá" y no "el recibimiento de la Torá", ya que cada uno la recibiría de acuerdo con su propia preparación .
Nuestros Jajamim nos enseñan que no sólo en aquel momento se recibió la Torá, sino que debemos considerarla cada día como algo nuevo que recibimos en nuestras manos. Para que esto suceda debemos prepararnos para recibirla. El Or Hajaim Hakadosh comenta sobre el versículo de Shemot 19: "y partieron de Refidim y llegaron al desierto de Sinai y acamparon en el desierto y acampó allá Israel frente al monte", que en este versículo se encuentran las tres bases necesarias para poder adquirir la Torá y que forme parte propia de nuestro cuerpo: 1) esfuerzo y dedicación en el estudio y cumplimiento de la Torá. Esto se encuentra reflejado en el término "y partieron de Refidim" , ya que Refidim no sólo era el nombre del lugar donde habían acampado antes de dirigirse al monte de Sinai, sino que también -según explican Jazal- simboliza una palabra compuesta: "Rafu Iedehem Min Hatorá", o sea "debilitaron sus manos de la Torá" y por eso debieron soportar el ataque de Amalek. El Rab Jaim Shmulevish Z"L explica que la dedicación en el estudio no es simplemente para aquellos que quieran alcanzar un nivel o una categoría determinada, sino que de lo contrario la propia Torá tan sagrada se transforma en un veneno mortal. El Talmud en Shabat 88 comenta: "para los que se ocupan con todas sus fuerzas de entenderla es el elixir de la vida". Por eso, la Guemará la compara con la mano derecha que representa la fuerza principal de la persona. Si este "pequeño" detalle faltara, el Talmud comenta que se encontrará el elixir de la muerte, ya que la Torá no se adquiere salvo para quien esté dispuesto a entregar su vida por ella, renunciando a los placeres materiales e interiorizándose profundamente en ella. 2) En el término "y acamparon en el desierto" está reflejado el trabajo indispensable que se debe realizar arreglando las cualidades humanas, especialmente el orgullo. El Talmud en Nedarim 55 comenta que cuando la persona se convierte a sí misma en un desierto, recibe la Torá como regalo. Hasta dónde influye este tema para poder adquirir la Torá, lo podemos deducir de lo que el Talmud en Pesajim 66 relata sobre los hijos de Beterá que habían olvidado una jurisprudencia y fue Hilel el que se las recordó y lo nombraron jefe espiritual. Hilel les dijo: "¿qué provocó que tuviera que venir de Babel para ser jefe de ustedes?, vuestro haraganerismo que no les permitió aprender de los Sabios de la generación: Shemaia y Abtalion". Luego los Sabios le formularon una pregunta a Hilel y él no supo contestar, por lo que el Talmud concluye: "todo el que se enorgullece, si se trata de un sabio, su sabiduría se aparta de él". Paradójicamente, Hilel era el símbolo de la humildad: "el ser humano debe ser humilde como Hilel" (Shabat 31). Sin embargo, y a pesar de que toda su intención había sido reprocharlos por no haber servido como correspondía a esos dos grandes Sabios, Hashem encontró en sus palabras una pequeña porción de orgullo para su nivel que provocó que olvidara el estudio que había adquirido. Deducimos entonces la integridad total en las cualidades que se debe poseer para adquirir la Torá. 3) Unión completa y pura reflejada en el término: "y acampó allá Israel frente al monte". El versículo está expresado en singular, ya que todos fueron como un sólo hombre con un sólo corazón y así estuvieron en condiciones de recibir la Torá. Olvidaron las discordias, persiguieron la paz y el compañerismo y ése fue el mérito por el que Hashem les entregó la Torá. El Talmud en Sanhedrin 20 comenta sobre el versículo de Mishle 31: "falsa es la gracia", refiriéndose a la generación de Moshe y Iehoshua, donde a pesar de toda la Torá que hubo aún no fue lo ideal; "vana es la hermosura" se refiere a la generación del rey Jizkia, donde incluso niños conocían temas profundos tales como los de pureza e impureza, pero aún no era lo pretendido por Hashem. El final del versículo: "la mujer temerosa de Hashem es alabada", se refiere a la generación de Ribi Iehuda Bar Elhai, en la que seis alumnos se cubrían con una sola manta para estudiar Torá debido a la pobreza que existía, reflejando el punto máximo alcanzado superior a las generaciones previas. Normalmente una manta no puede cubrir a seis personas debido a que cada una de ellas intenta tirarla para su lado. Sólo cuando cada uno piensa en el prójimo y se preocupa porque su compañero esté cubierto, se podrán cubrir todos. Es lo que sucedió en esa generación y que nos marca esta otra base fundamental para adquirir Torá: transmitir los conceptos que adquirimos y no limitarnos a saber y comprender sólo nosotros, sino preocuparnos para que los que están a nuestro alrededor no se aparten del camino verdadero.
En resumen, debemos esforzarnos para poder recibir la Torá. Es común escuchar que muchas personas -por falta de conocimiento- creen que la Torá es algo incomprensible y antiguo para la época actual. Nuestra respuesta es preguntarles: ¿qué es lo que saben de la Torá? ¿Cuántas veces -aunque sólo sea superficialmente- se interiorizaron para saber de qué se trata? Si les diéramos una hoja y un lápiz para que escribieran los seiscientos trece preceptos escritos en ella, ¿cuántos de ellos estarían en condiciones de escribir? Lo peor que puede sucederle al ser humano desde todo punto de vista es la ignorancia. En este caso el tema es más grave aún, porque significa desconocer nuestra sangre, nuestra identidad y nuestra misión en la vida. Por otra parte, debemos trabajar sobre las cualidades humanas y preocuparnos por el prójimo para poder tener el mérito de recibir la Torá día tras día. Amén.
http://masuah.org/itro_f.htm
PERASHAT ITRÓ
Y ahora si habréis de escuchar Mi voz y observaréis Mi pacto, seréis para Mí un tesoro entre todos los pueblos, pues Mía es toda la tierra. Vosotros seréis para Mí un reino de Cohanim y una nación sagrada”. (Shemot 19:5-6)
Hashem le dice al Am Israel: “Ustedes vieron como castigué a los Egipcios, ellos ya estaban condenados, por su derramamiento de sangre, adoración de ídolos e inmoralidad. No los castigué sino hasta que los esclavizaron con dureza y los hicieron sufrir. Ustedes fueron testigos de cómo los protegí, así como las águilas cuidan a sus crías, atajé con Nubes de Gloria, las flechas de los egipcios mientras los perseguían delante del Yam Suf. (Las aves transportan a sus pichones entre sus patas, las águilas, los llevan sobre la espalda, a lo único que temen es al hombre. Prefiriendo ser atravesada por sus flechas antes que exponer a sus crías). Ahora los traje al Monte de Sinaí para que Me sirvan. Si aceptan ser mis ciervos por siempre, entonces están listos para recibir la Torá y convertirse en Mi Pueblo Elegido. Ustedes serán para Mí un Reino de Cohanim y una Nación Santa”.
¿Qué fue lo que provocó que un Pueblo que fue sometido por más de doscientos años en un país que simbolizaba la inmoralidad y el paganismo. Una nación que recién se había liberado de sus opresores y de repente se le presenta Hashem y le dice: a partir de hoy te elevaré al nivel de Reino de Cohanim y Nación Santa?
La respuesta es: Por el mérito de que aceptamos incondicionalmente la Torá: Haremos y escucharemos. ¿Cómo fue que llegamos a tomar esa “precipitada” decisión? Rashí nos aclara la cuestión, él cita la Mejilta en el versículo de referencia, diciendo que Hashem nos está aconsejando: Si ahora aceptan la Torá sobre ustedes, ella será placentera. Al principio no les va a ser fácil comprenderla y cumplirla, pero aun así deben aceptarla, más adelante verán lo dulce que es. Hashem nos quiso decir: “todos los comienzos son difíciles”. Cuando uno trata de cumplir toda la Torá, puede llegar a sentirse desalentado al verse tropezando con dificultades; y pasar de estar entusiasmado a estar desilusionado. Puede que se diga a sí mismo: Las cosas son tan difíciles que jamás lo lograré. Nunca llegaré a ningún lado, de modo que haré bien en renunciar ahora. Aquí es donde debes tener el coraje y la decisión de seguir adelante, ese sentimiento es momentáneo, recuerda que todos los comienzos son difíciles. Si antes de comenzar un proyecto, estas predispuesto a soportar dificultades, cuando lleguen, no te desalentarán. Recuerda siempre: No hay nada que se anteponga a la voluntad de la persona. El único obstáculo para no llegar a donde quieres, eres tú mismo. El único camino para llegar consistentemente a tu meta, es siendo perseverante. El hombre cuya alma anhela hacer la voluntad de su Creador no se demorará en la realización de sus Mitzvot. Sus movimientos serán tan raudos como los del fuego y no descansará hasta que la acción sea llevada a cabo.[1]
Hay una regla que dicta así: Cuando un individuo no encuentra interés en algo, ese algo se transforma en imposible, aunque la realidad diga lo contrario. Y la misma regla dice: Cuando el individuo tiene interés por alcanzar un objetivo, es casi seguro que lo logrará. Saldrán de dentro fuerzas increíbles, y conseguirá lo que la lógica diría que las posibilidades son prácticamente nulas.
Una mujer viuda se dirigió a Elishá Hanabí para que la ayudara, ella tenía que hacer frente a fuertes deudas que su esposo había tomado para mantener con vida a cientos de profetas. El los ocultó de la amenaza de la reina Izebel que pretendía eliminarlos. Durante varios años los resguardó y se preocupo de proporcionarles todo lo necesario para su manutención. Elishá le preguntó a la mujer “¿Qué tienes en tu casa?”. La mujer respondió: “Lo único que me queda es una jarra de aceite”. El profeta le ordenó: “Ve a tu casa, pide a todos tus vecinos recipientes vacios y cuando tengas varios, vierte en ellos el aceite que tengas dentro de tu casa, mientras no se terminen los recipientes, el aceite no se terminará”. La mujer hizo lo que le dijo Elishá y pudo pagar sus deudas y con lo que sobró pudo mantener a sus hijos.
He aquí el consejo de Elishá; No importa cuán difícil veas el desafío que tienes frente a ti, mientras consideres que tu objetivo original es valioso, mientras no desistas y continúes intentando, “llenando tu recipiente” (tu alma de Torá) la Berajá no se apartará de ti. El Rab de Karín dijo: Donde hay un intento de establecer carácter judío, habrá montañas de obstáculos”. Observar los mandamientos de la Torá, no es fácil. Nunca fue destinado a ser fácil. El hombre debe lograr su última recompensa con duro trabajo. Cumplir con la Voluntad de Hashem consta de saber guardar la compostura, vencer los deseos y tentaciones. El Am Israel acampó frente al Monte de Sinaí. Hashem quería mostrarnos que el hombre debe hacer un esfuerzo para ascender a la Torá. El Talmud nos dice que Sinaí era la montaña más baja. Esto también tiene un significado. Mientras cumplir la Voluntad de Hashem puede requerir de esfuerzo y perseverancia, este ascenso aunque representa una dificultad, llegar a la cima esta al alcance de cualquier persona, todos podemos hacerlo; simplemente debemos invertir el esfuerzo necesario.[2] Ese es el único modo en que alguien triunfa. Está escrito que la Torá es “dulce como la miel” para aquél que se dedica a ella. El que tiene este privilegio, sentirá ese rico sabor y jamás se cansará de estudiarla. Si tu estudio no te sabe dulce, entonces significa que el “no quiero” está provocando el “no puedo”. Las grandes almas tienen voluntades, las débiles solo deseos…. La recompensa de cada Mitzvá es por la voluntad de cumplirla. Porque llegar a hacerla no está en manos de la persona.[3] Por eso cada mañana recitamos en el Modé Aní: ¡Por favor! Haz que nos resulten agradables las palabras de Tu boca en nuestras bocas. Y por consiguiente, lo serán en las bocas de nuestros descendientes, y en la de los descendientes de nuestros descendientes, y en la boca de todos los integrantes del Am Israel, Tu Pueblo…. © Musarito semanal
“No es posible alcanzar la verdadera iluminación intelectual de la Torá sino por medio del estudio metódico e infatigable que lleva a saborear la dulzura y el néctar del saber”.[4]
EL MEJOR DESEO: QUE TENGAMOS UN BUEN VIAJE
...uno se llamó Guershom porque Moshe dijo: viví como forastero en tierra extraña. (Shemot 18,3)
Moshe Rabenu, cuando nombró a su hijo Eliezer, alabó y agradeció al Bore Olam, porque lo salvó de la espada del faraón. Pero, cuando nombró a Guershom nos hace dudar, con lo que nos obliga a preguntar: ¿qué finalidad tiene la comparación que proviene de este nombre, mostrando que fuimos forasteros en una tierra que no era nuestra? Y podemos preguntar más: ¿por qué no llamó al primero Eliezer? Ya que el haberse salvado de la espada del faraón fue algo que ocurrió antes de su estancia en midian…
El Jafetz Jaim ztz”l, en su libro “Al Hatora” nos enseña que esos nombres fueron puestos mientras Moshe estuvo en la casa de Itro, su suegro.
Deberíamos tratar de transportarnos hasta esos tiempos, para entender la situación que tuvo que atravesar Moshe Rabenu en esos días. En todo el territorio de midian, Moshe era el único hombre que creía en la existencia de Hakadosh Baruj Hu. También Itro, que aunque más tarde se convirtiera al iahadut, ahora estaba muy lejos de creer en Hashem, y desde luego, que sus acciones todavía dejaban muchísimo que desear. Solamente cuando Itro llega al campamento del pueblo de Israel, exclama: ahora yo sé que Hashem es muy grande!, con lo cual entendemos que antes de expresar estas palabras, no sabía quién era Hakadosh Baruj Hu.
Y el Midrash nos confirma esta suposición (Ialkut Shemoni, 169): cuando Moshe tomó a Tzipora, hija de Itro, por esposa, este mismo Itro jura que el primer hijo del matrimonio tendrá un gran honor: podrá convertirse en uno de los principales sacerdotes de la idolatría. Y también encontramos en el Targum Ionatan, que Itro, día tras día, se ocupaba de impedir a Moshe hacer el Brit Mila a su hijo primogénito, todo tiempo que Moshe permanecía en la casa de su suegro.
Entonces, en semejante ambiente, la posibilidad de una estrepitosa caída espiritual, no parecía algo lejano. Cualquiera podía temer, que Moshe aprenda de las malas acciones que se hacían continuamente en la casa de Itro y alrededores. Para anticipar el remedio a la enfermedad, Moshe le pone a su primer hijo el nombre “Guershom”, con la intención de mostrar a todas las generaciones cómo comportarnos cuando estamos rodeados de un ambiente hostil, porque dijo: fui forastero en tierra extraña. Con estas palabras, Moshe Rabenu intenta fijar este concepto en su alma, para recordarse a sí mismo, cada día, que el alma en este mundo, el Olam Haze, será siempre considerada como un forastero, hasta que después de los ciento veinte años, vuelva a su lugar de origen, el Cielo. Por eso, aquí, el alma se considera como alguien de paso en una tierra extraña. Y cuando el alma, vuelva a su fuente, al lugar en el que fue creada, podrá decir que se siente como “habitante” de ese lugar.
El Jafetz Jaim fortalece sus palabras con el caso de una persona que tiene que viajar a un mercado para hacer negocios con sus mercancías. Pensando en la enorme posibilidad de hacer grandes negocios, no prestó atención en que ese mercado estaba demasiado lejos de su casa, razón por la cual tendría que dejar solos a los integrantes de su familia por una larga temporada.
Una vez en el mercado, si alguien se le acercaba para ofrecerle dejar pasar el tiempo en tonterías, con seguridad podemos afirmar que no escucharía a nadie que viniera con propuestas semejantes, y después les diría: aléjense de mí! ¿acaso ustedes creen que abandoné mi casa por tanto tiempo y me alejé miles de kilómetros simplemente para dejar pasar el tiempo? Solamente vine aquí para conseguir el sustento para mí y mi familia, por eso tengo la obligación de aprovechar cada segundo que estoy lejos de mi casa!
Y no es tan difícil entender el mensaje:El alma, algo tan valioso y querido que habita en los cielos (allí está su casa), desciende a este mundo material, para permanecer aquí durante un tiempo muy corto, muy lejos de “Su Casa”, y desciende pura y exclusivamente para adquirir Tora y buenas acciones. ¿Y qué pasa entonces? Aparece en escena el ietzer hara y empuja y convence al hombre para que desperdicie una parte muy importante de ese corto tiempo, tan valioso, y que lo use para cosas vanas y sin sentido. En ese preciso instante, deberíamos utilizar las palabras del comerciante de nuestro relato: ¿acaso no sabemos que somos personas extrañas en esta tierra? El alma viajó desde muy lejos, un viaje de mas de quinientos años desde el Cielo hasta la tierra, y dejó Su Lugar, tan bueno, solamente para llegar aquí y comprar la mercancía que en el Cielo no se puede adquirir, únicamente aquí, en el Olam Haze, se pueden comprar Tora y buenas acciones, para luego tener satisfacciones hasta la eternidad. Y vos, ietzer hara, ¿por qué querés molestarme para que pierda este tiempo tan valioso y que en lugar de hacer “mis compras” haga tonterías? ¿Qué le voy a contestar al Bore Olam cuando me pregunte por qué mi alma regresa al Cielo vacía?!!!
Nosotros, en nuestro lenguaje cotidiano, acostumbramos llamar “Am Haaretz” a una persona que no quiere estudiar Tora y por lo tanto carece de los conocimientos indispensables. El Shlah Hakadosh tiene otra forma de describir al Am Haaretz. Dice que este nombre se le da a la persona que convierte a la tierra, o sea el Olam Haze, como su lugar fijo de residencia. Por eso, a estas personas las denominamos como el pueblo de la tierra. Nosotros tenemos la obligación de considerarnos como de visita en esta tierra, ya que nuestro objetivo está enfocado hacia el Cielo, hacia la espiritualidad, hacia el mundo de nuestro Creador.
Y todo el que se sienta más y más extraño en este mundo, se alejará de ser un Am Haaretz!
Y el rab hagaon Jaim Shmuelevich ztz”l, nos explica lo que significa ser un Ben Haolam Haba, un hijo o un habitante del mundo venidero. Así decía, es el hombre que en su vida en el Olam Haze, se observa que está pasando por aquí como un pasajero en la mitad de un viaje. Su lugar de residencia permanente es el Olam Haba, de la misma forma que cuando llega un turista a cualquier lugar, por ejemplo, llega un turista de américa, todos lo llaman “el americano”, así el hombre que es un turista en el Olam Haze será el habitante del Olam Haba!
El rab hagaon Eliahu Dessler ztz”l, acompañaba a uno de sus alumnos que dejaba la Ieshiva para viajar a un país lejano. Cuando se acercaban a la estación de trenes, el alumno se dirigió al rab y le pidió: Rab, deme su bendición.
El rab, se paró y le dijo: es mi deseo, con todo mi corazón, que encuentres un lugar placentero en tu viaje!!!
El alumno quedó asombrado, no esperaba una bendición como esta, por eso preguntó: Rabenu, ¿nada más? Yo le pedí una bendición que me acompañe durante toda la vida, y el rab me bendijo para que solamente tenga un buen viaje!
El rab le aclaró: la bendición es para toda tu vida. Tuve la intención de desearte lo mejor para este viaje tan largo que tenés por delante, que continuará durante toda tu vida, el viaje en busca del Olam Haba. Y mi gran deseo es que durante todo este viaje cada cosa transcurra de la mejor forma...
Esta bendición está incluida en la gran enseñanza que nos dio Moshe Rabenu cuando nombró a su hijo Guershom. Todos debemos vernos en un espejo, durante toda la vida, como quien viaja de un lugar a otro, y todo porque sabemos que estamos en un estado de permanente transición, de cambio, esta es la forma de prepararnos con la verdadera intención de viajar hacia el Olam Haba, considerando a este Olam Haze, sólo como un camino para llegar a nuestro destino soñado, el Olam Haba. Y así, todas las dificultades que atravesamos en este mundo de guerra, dejan de ser dificultades, con lo que podemos sobreponernos tanto material como espiritualmente y continuar nuestro camino hacia la verdadera y eterna vida.
Entre el Gan Eden y el Gueinom hay una separación muy pequeña, como el grosor de un cabello, y ya escribió el “Jovat Halebabot” sobre la sabiduría: cuando usamos la sabiduría como corresponde, llevándola por el camino correcto, encontramos el remedio para cualquier problema. Pero, si lo alenu, nos dejamos inclinar y apartamos a la sabiduría de su sendero, entonces la enfermedad se agrava tanto, que resulta imposible encontrar alguna medicina para lograr hacerla retornar a su camino. Por eso la Tora se comparó con el fuego, dominado es beneficioso, suelto es imparable...
La crítica tiene una fuerza maravillosa, y con su ayuda podremos hacer cosas muy grandes. Lo primero, la autocrítica, así lograremos saber quién va en busca de la verdad. ¡Dichoso el hombre que aprendió a usar esta fuerza!
Lekaj Tov.
SIEMPRE FUIMOS COMPAÑEROS...
Mil generaciones antes de la entrega de la Tora, la Tora ya estaba terminada en la "mesa de trabajo" de Hakadosh Baruj Hu. La cuenta resulta muy sencilla, la Tora se adelantó novecientos setenta y cuatro generaciones a la Creación del mundo, y se entregó a los hijos de Israel veintiseís generaciones después de la Creación. Cualquier persona con un poco de inteligencia, entiende que para tener el mérito de recibir semejante regalo, de tan alto valor, los "agraciados" necesitan poseer una espiritualidad muy especial. Vienen Jazal y nos descubren que el pueblo de Israel tuvo el mérito de recibir la Tora, solamente después de que estuvieron "unidos y en paz"!!! Así está escrito en la Mejilta, y más explícitamente en el "Tana Debei Eliahu": la paz es muy importante, y podemos ver que en todos los viajes que tuvieron los hijos de Israel en el desierto, está escrito “y viajaron y acamparon”, viajaron entre discusiones y acamparon entre discusiones. En cambio, cuando llegaron al monte Sinai, dice allí que acamparon de una sola vez, como está escrito en el versículo: “...y acampó allí Israel, frente al monte”. Dijo Hakadosh Baruj Hu: gracias a que el pueblo de Israel demostró que odia las discusiones y se aferró a la paz, por eso acamparon de una vez, llegó el momento en que puedo entregarles Mi Tora!!!
Y, desde luego, todo esto pide a gritos una explicación. ¿Cómo podemos entender que la paz signifique tanto, que por su mérito Israel se convierte en digno de recibir la Sagrada Tora? Esto nos obliga a suponer que se trata de una “paz” con mayúsculas, una paz muy especial, que, para poder alcanzarla nos exige una gran elevación espiritual. Para intentar entender, profundizaremos en el versículo que acabamos de mencionar: “...y acampó allí Israel...” (Shemot 19,2). Este versículo comienza en singular (acampó), pero la continuación nos muestra que estamos hablando de un pueblo entero... Por eso los jajamim fueron meticulosos en esta diferencia, y así explicó Rashi: “como un solo hombre, con un solo corazón, pero en los demás viajes, hubo peleas y discusiones”. La Tora expresa el lenguaje en modo singular para enseñarnos que la unión entre la gente era tan fuerte, que todo un pueblo
se compara con una sola persona. Algo parecido encontramos también en Rashi sobre el versículo “y egipto los persigue por detrás”, al principio de la perashat Beshalaj. Allí también la Tora usa el modo singular cuando habla de un pueblo entero, pero Rashi, explica: “con un solo corazón, como un solo hombre”, así era la unión que había entre ellos...
La explicación que nos da Rashi sobre los dos versículos se ve idéntica, en los dos menciona a un pueblo entero en modo singular para demostrar la unión de pensamientos que existía en todo un pueblo. El “Abnei Nezer” encuentra una diferencia entre la unión que existía entre el pueblo de Israel y la unión dentro de los soldados egipcios que perseguían al pueblo de Israel. Aquí, en nuestra perasha, Rashi explica “como un solo hombre, con un solo corazón”, en cambio, en la perasha anterior, cambia el orden de las palabras: “con un solo corazón, como un solo hombre”. Está en nosotros descubrir ahora si este cambio de orden tiene alguna significancia...
Estudiamos en el capítulo 5 del Pirke Avot: un amor que depende de alguna cosa, cuando esta cosa desaparece, desaparece el amor, en cambio, cuando un amor no depende de nada, nunca desaparecerá... Hablamos acá de dos tipos distintos de amor, un amor que depende de un factor externo y otro que no depende de nada. El primer caso lo encontramos entre personas que, normalmente, no tienen una relación cotidiana, y hasta en algunas ocasiones pueden llegar a pelearse, pero, de todas formas, se “juntan” para conseguir algo en especial. También, particularizando, una persona querrá relacionarse con quien tiene contacto con muchas personas, aprovechando esos contactos para establecer negocios que le permitan lograr importantes ganancias. A este tipo de uniones, no podemos llamarla “verdadera”, no podemos decir que exista aquí una unión desinteresada, ya que al alcanzar el objetivo o descubrir que este resulta inalcanzable, la unión se da por terminada. Esta es la clásica unión que depende de otra cosa, la unión o el amor vienen por la necesidad de alcanzar una meta específica sin que exista una unión desinteresada. En cambio, el verdadero amor, la unión que no depende de nada, es una unión sin “cálculos” auxiliares. Es algo verdadero, sincero, por eso trasciende en el tiempo...
Y la unión que existía entre los egipcios, corriendo detrás del pueblo de Israel, entra en la categoría de unión que depende de otra cosa. El objetivo, asociarse para perseguir a los hijos de Israel, los convierte en “un solo hombre”. Por eso Rashi explica y puntualiza “un solo corazón”, o sea, una sola voluntad, de ahí que podemos decir que son como si fuera un solo hombre.
En la otra punta, el amor que existía en todo el pueblo de Israel, en el momento en que acampan frente al monte Sinai, era un amor “completo”, que no dependía de ninguna otra cosa. Por eso Rashi cambia el orden, enfatizando que es realmente como un solo hombre. Y un solo hombre, por supuesto, tiene solamente un corazón, entonces Rashi agrega esas palabras en su explicación, “con un solo corazón”. La profundidad de este concepto, que hay un corazón en un solo hombre, implica que cada miembro de la persona va detrás de una única voluntad, la voluntad de su corazón, cosa que no da lugar a envidias, odios ni competencias. No existe en una persona que la mano izquierda se pelee con la derecha para realizar determinada tarea. Al contrario, cada miembro colabora con los restantes para que se ejecuten las órdenes del corazón. Este es el ejemplo de una unión completa, la unión que existía entre los hijos de Israel, todos eran como una persona que hace con todos sus miembros la voluntad de su corazón. Entendemos cómo y por qué el pueblo de Israel sintió odio hacia las discusiones y se aferró a la paz, y viajaron y acamparon de una sola vez, porque llegaron a la categoría más alta, “como un solo hombre”.
Veamos ahora, cómo se puede alcanzar esa categoría, y así también comprenderemos por qué “es más grande la paz”, hasta el punto que por su mérito Hashem decidió que ese era el momento de entregarnos Su Tora!
El rab hagaon Eliahu Lupian ztz”l nos enseñó el significado del amor verdadero. Imaginemos, decía, una persona que ingresa a una casa de comidas y se sienta junto a una de las mesas. Se acerca el mozo y le pregunta cuál es la comida que es de su agrado (en hebreo, el verbo que se utiliza para preguntar qué desea, es precisamente el verbo “amar”). El hombre responde que le gusta mucho comer pescado. El mozo se pierde detrás de la puerta de la cocina, y al cabo de unos pocos minutos regresa con un plato lleno de distintas clases de pescados. Un hombre, que estaba en la mesa vecina y que escuchó el diálogo entre el hombre que “amaba” a los pescados y el mozo, espera con ansiedad ver que hará ahora el hombre con sus “amores”.
Como era de esperar, el hombre pinchó los pescados con el tenedor, y con el cuchillo que tenía en la otra mano, los cortó en pedacitos y fue metiendo uno a uno en su boca, mostrando que tenía un “buen apetito”. El hombre que miraba quedó estupefacto: ¿así se acostumbra hacer con quien amamos? La respuesta a la pregunta, dijo rabi Eliahu ztz”l, es que, efectivamente, eso no es lo que hacemos con nuestros queridos. En realidad, una persona no “ama” a los pescados, sino que se quiere a sí mismo. El amor que se tiene genera esa situación, por medio del comer pescados que satisfacen su deseo.
El verdadero amor proviene de la palabra “dar”, entregar, entregarse. Cuando el corazón “derrama” amor, pretende hacer un bien con otra persona, regalarle una satisfacción. Cuando la Tora atestigua sobre Iaacov Avinu y dice: “...y fueron a sus ojos como días contados por el amor que sentía hacia ella” (Bereshit 29), la Tora tiene la intención de hacernos saber que aquí estamos hablando de un amor verdadero. El amor de Iaacov implica que él no está esperando que llegue el día del casamiento con Rajel para su satisfacción personal, sino que su deseo, su espera significa para él, el día en que podrá “regalarle” a Rajel la satisfacción de haber conseguido ser la esposa del “elegido” entre nuestros ancestros. Y para poder llegar a esta categoría espiritual hay un solo camino, anular nuestra voluntad personal! Ojo, esto no significa decir que me convierto en una persona sin personalidad. Anular nuestra voluntad personal implica dejar de lado nuestros deseos puramente materiales y egoístamente personales en pos de satisfacer las necesidades de nuestros semejantes, es decir “pensar para los demás”.
Y este es el camino que lleva a la unión verdadera. Cuando todos pensamos en las necesidades de los demás, y dejamos de lado el egoísmo, esto convierte a la unión en “un solo hombre”. Y podemos sentir miedo que al pensar en los demás nadie se ocupará de nosotros. Imposible. Así como yo pienso en todos los demás, todos los demás se preocuparán para que a mí no me falte nada!!!
¿Por qué no podemos llegar a esta categoría? Mirémonos primero al espejo, pero bien, este último tiempo pensábamos que nosotros queríamos a “fulano”, pero a la “hora de la verdad” descubrimos que no queremos a nadie más que a nosotros...
Cuando “rinde”, cuando “vale la pena” ser amigos de tal persona, como por ejemplo, ser amigos de una persona que reparte “caramelos”, o regalos, o simplemente porque resulta “ameno” ser amigo de esta persona, entonces decimos que “queremos a esta persona”.
Y la verdad es que nos queremos solamente a nosotros. Veamos cuando alguien pellizca cariñosamente el “cachete” de un niño. Allí pensamos que el hombre “quiere” al niño. Y no es correcto, si quiere al niño, entonces no tiene por qué pellizcarlo, eso le puede doler al niño.
Sólo es una satisfacción para sí mismo, porque le gusta sentir que está pellizcando ese cachete tan gordito del chico...
Un ejemplo claro del verdadero amor lo encontramos en un relato conocido, sobre ese hombre tan justo que nació en Ierushalaim, el rab Arie Levin ztz”l, cuando una vez va al médico le dice: “la pierna de mi señora nos duele”. El doctor no entendió que pretendió decirle, pensó que el rab se confundió al hablar. Entonces el rab no tuvo otra alternativa que explicarle que cuando a la esposa le duele la pierna, el dolor es “compartido” entre ambos. Esto es “como un solo hombre”.
Como conclusión, vemos que el camino hacia la verdadera unión, es la anulación de la voluntad personal, buscando satisfacer las necesidades de nuestros semejantes. Así entendemos el por qué esa unión fue tan importante como para que desencadene la posibilidad de recibir la Tora. La predisposición, la entrega de cada persona a su compañero, es la base, es el principio, es lo que nos abre la puerta para que tengamos qué decirle al Bore Olam. Pensando así podemos considerarnos que estamos “sirviendo” a Hashem.
Y esto también es lo que incluye el “naase venishma” (haremos primero y después escucharemos), primero haremos la voluntad del Creador, anulando la nuestra y sin haber escuchado el por qué! Así ratificamos que nuestra voluntad pasa a segundo plano, primero está todo lo que Hashem ordene (por supuesto, con la plena convicción de que Hashem quiere unicamente nuestro bien, y sabe mejor que nadie que es lo mejor para nosotros). El hecho de que los hijos de Israel son como un solo hombre, proclama que son dignos de ser servidores de Hashem, ya que un servidor honesto cumple solamente con la voluntad de su dueño.
Todos los pueblos del mundo tuvieron la posibilidad de recibir la Tora. Pero ellos preguntaron qué estaba escrito en ella, como condición previa a recibirla. Por eso no la merecieron, porque no estuvieron dispuestos a anular la voluntad personal. La pregunta (¿qué está escrito?), atestigua que no están dispuestos a recibir órdenes, que no quieren someterse a nada, por lo tanto, no pueden recibir la Tora que puede intentar imponerles algo a lo que no están decididos.
Dos cosas aprendimos en este desarrollo, una en nuestra relación con nuestros semejantes y la otra en nuestra relación con el Bore Olam. La primera: ¿qué significa “amar al prójimo como a nosotros mismos”? Entregar a nuestros compañeros, sin preocuparnos por lo que a nosotros nos falta. Esto no es fácil y requiere acostumbramiento, ya que siempre, pero siempre, nos fijamos en lo que nosotros queremos (y no en lo que necesitamos). Y esto convierte a nuestro compañero en nuestro “querido”, y esto es amor, contra lo que el mundo intenta inculcarnos contínuamente, PRIMERO YO!!!, que cada uno tiene la obligación de pensar en sí mismo. Pero la Tora nos enseña que la vida del pueblo de Israel debe ser “como un solo hombre, con un solo corazón”.
Así llegamos al segundo aprendizaje, anularnos para cumplir con la voluntad de Hakadosh Baruj Hu es la base del servicio a Hashem. Y quien se impone a sí mismo vivir una vida unida con la verdad, que explicamos, a nuestros compañeros, puede llegar a la categoría espiritual y “relacionarse” con Hashem como Hashem quiere.
Porque el que se “entrega” a su compañero, el que resigna su propia voluntad, será también un “servidor fiel” al Bore Olam. Esa es nuestra obligación, conducirnos con humildad y con un verdadero amor a nuestros semejantes.
Lekaj Tov.
Leiluy Nishmat Sara Rajel bat Moshe z”l
Harav Gabriel Guiber
Purim es el 8 de Marzo, 2012
Purim es el 8 de Marzo, 2012
POR FIN EN ESPAÑOL Y EN LA WEB B''H LA DICTAMENES SOBRE DIVERSOS TEMAS HALAJICOS SEGUN LA OPINION DE:
MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
http://halachayomit.co.il/
El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.
Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.
Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a.
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.
Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
En estos momentos el sitio trata exclusivamente temas halájicos, sin embargo, nos proponemos en un futuro cercano extender la temática a la Parashá –porción semanal de la Torá- e incluso otros temas.
Las Halajot de este sitio están escritas por el nieto de Rabbenu Ovadiá Yosef, Shlit”a, Rab Ya´acob Sasson, Shlit”a, integrante del cuerpo de rabinos del centro de estudios Yehave Da´at.
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