jueves, 12 de enero de 2012

PERASHAT SHEMOT, Shobabim...... AMORES QUE MATAN


בס"ד
Sino puede visualizar correctamente este envìo, accede a nuestro Blog: http://torahdesdebarranquilla.blogspot.com/
 
PERASHAT SHEMOT
(Nombres)
Libro Shemot / Éxodo (1:1 a 6:16)
 
Haftará de la Semana:
Sefaradí: Yirmeyahu / Jeremías 1:1-2:3

Ashkenazí: Yeshayahu / Isaías 27:6-28:13, 29:22-23
 
El Domingo 15 de enero de 2012 es  20 de Tevet.         
Rabí Moisés ben Maimon, talmudista, halajista, médico, filósofo y líder comunitario, conocido en el mundo judío por el acrónimo "Rambam" y en todo el mundo como "Maimonides" falleció en Egipto el 20 de Tevet de 
4965 / 1204.
te Envio de Torah Semanal esta : 
Dedicado a la Refua shelema  
( curación completa) de:


HARAV AVRAHAM NISSIM BEN JAVA SHLIT''A
MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV SHLIT"A.
TINOK BEN ILANA HACOHEN
Jaim Yosef Ben Esther
Sr. Alberto Girado Lobo  
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas 
Avraham Moshe ben Miriam 
Sebastián Ben Rujama 
Sr.Zevulón ben Alicia 
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
David ben Maira
 SRA.RIVKA BAT SARA IMENU
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Olga Bat Gloria
Sra. Nohemi Bar Esther

Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las  Almas) de:

 MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ  ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L

HaRab Jaim  David Ben Shraga Fievel Zukervar  ZT''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria  Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr.  Epifanio Enrique  Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca  Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Rabanit Bat Sheba Kanievsky, Z”L
Sra. Guillermina Hija de Benigna z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
 ADAEL BEN  ELIYAHU  Z"L
YAFFA BAT SARA  Z"L   
 
Refua shelema ve Hatzlaja be Kol Maase Yadenu:
Asher Amram Ben Avraham
* Si desea dedicar este envio de Torah, por la pronta recuparacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algun ser querido, por favor envienos un correo acomhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre. 

Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali ,Colombia:
Bogotá:
FechaHora    
Viernes, 13 Enero, 2012Encendido de velas a las: 17:43
Shabat, 14 Enero, 2012Shabat concluye: 18:35

Barranquilla:
FechaHora    
Viernes, 13 Enero, 2012Encendido de velas a las: 17:36
Shabat, 14 Enero, 2012Shabat concluye: 18:28
Cali:
FechaHora    
Viernes, 13 Enero, 2012Encendido de velas a las: 17:55
Shabat, 14 Enero, 2012Shabat concluye: 18:46
Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.

Shobabim Tat

Las semanas en las cuales se lee la parashá Shemot… Tetzavé, se conoce con el nombre de Shobabim Tat, según la primera letra de la parashá, a saber: Shemot, Vaera, Bo, Beshalaj, Itró, Mishpatim, Truma, Tetzavé. Estos días son días de ayuno, oración, contrición, caridad y tiene la fuerza de hacer “Tikunim” (arreglos necesarios para el alma) hay muchas costumbres y fueron escritos poemas especiales para estos importantes días.

En años normales se acostumbra a ayunar los días lunes y jueves, en Shobabim y en los años intercalados, donde se agrega un mes más – Adar 2 – en Shobabim – Tat. -Shobabim, nos insinúa, Shubu banim- ¡Volved hijos!
-Tat, nos recuerda, Teshuvá y Tefilá arrepentimiento y oración) y también Talmud Torá (estudio de la Torá).
De cada parashá podemos aprender un camino a andar:

a. Shemot: Pedir a HaShem por nuestras necesidades, así leemos: “… los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron y subió a HaShem su clamor… Y oyó HaShem los quejidos de ellos… y miró HaShem a los hijos de Israel y HaShem supo lo que hay que hacer” (2:23-25).

b. Vaera: Debemos tener conciencia y escuchar el verbo de HaShem… si no nos atendremos a las consecuencias.
Moshé, nuestro maestro, no consigue convencer al Faraón para que acate la orden de HaShem…
Solo después de la plaga de granizo, reconoce y aclama: “he pecado otra vez, el Eterno es justo y yo y mi pueblo somos los malvados” (2:23-25)

c. Bo: La oración y la fe no basta, en esta parashá somos ordenados a cumplir el precepto de los “Tefilin” (filacterias) “Y será para ti, una señal”

d. Beshalaj: Nuestra oración no se limitará a pedir a HaShem lo que necesitemos, sino hemos de agradecerle a HaShem; Onkelos, explica en “Shiraz hayam” (cánticos al mar) sobre las palabras “cantaré a HaShem”, explica: con alabanzas y agradecimiento ante el Creador.
Estas “parashiot” nos indican como debemos relacionarnos con HaShem, las siguientes nos conducirán a las buenas relaciones con nuestros semejantes.

e. Itro: En los “Diez mandamientos”… “no matarás”

f. Mishpatim: Leyes para el bien de la sociedad, justicia merced y compasión, “No pervertirás el juicio” (23:6) “Cuando encontrares el buey de tu enemigo a su asno extraviado, sin falta se lo harás volver (idem: 24)

g. Truma: Debemos aprender a donar, a dar de lo nuestro.

h. Tetzavé: Como las vestimentas del “Cohen” eran “Iejabod uletifaret” para (honra y hermosura) (28:2)

Así, en lo material, deben estar nuestras ropas, pulcras y limpias, sin mancha alguna… en lo espiritual debemos de tratar que nuestro “beged” – neshama – alma, se encuentre limpia y diáfana.

Estas semanas son propicias, para un cambio de clima espiritual… aprovechemos la oportunidad.

RESUMEN DE LA PERASHAH
La anterior parasha, ultima del libro Bereshit (Genesis), finalizaba con la muerte de Iosef. Ahora en este nuevo libro, Shemot (Exodo), los descendientes de Iaakov se han multiplicado en Egipto y han llegado a formar una nacion. El nuevo Faraon temiendo que los israelitas se unan a los pueblos enemigos y lo derroquen, los reduce a una cruel esclavitud. No obstante eso, la tasa de natalidad de los hijos de Israel aumenta, por lo que el Faraon ordena a las parteras hebreas que den muerte al nacer a todo niño varon, pero estas desobedecen la orden. Iojeved, que ya era madre de dos niños, Miriam y Aharon, da a luz otro hijo y lo oculta por tres meses, pero ante el temor de ser descubierta, lo coloca en una canasta sobre el rio Nilo.

La hija del Faraon que sale a bañarse, lo descubre y, dandose cuenta de que se trata de un niño hebreo, siente compasion y lo adopta como su hijo. En tanto Miriam, quien habia estado
observando ocultamente la escena, se ofrece para encontrarle una nodriza y llama a su madre Iojeved para tal mision. El niño es llevado al palacio real donde recibe el nombre de Moshe que significa “sacado de las aguas”.

El niño crece y cierto dia presencia como un capataz egipcio golpea salvajemente a un hebreo por lo que salva a la victima matando al agresor y enterrandolo en la arena. Moshe se da cuenta de que su accion es conocida publicamente por lo que escapa de Egipto hacia Midian. Alli se casa con Tzipora,hija de Itro, con quien tiene dos hijos, Guershom y Eliezer. En tanto en Egipto el Faraon habia fallecido y su sucesor oprimia a los hijos de Israel con mas rigor aun, por lo que el pueblo esclavizado clamaba a Di-s por ayuda. En Jorev mientras cuidaba su rebanio de ovejas, Moshe ve una maravillosa vision, una zarza que arde pero que no se consume. Hashem se dirige a el por ese medio, encomendandole sacar al pueblo judio de Egipto y conducirlo a la Tierra Prometida, asegurada a sus ancestros.

Ante su inseguridad de que el pueblo dudara de que el era el enviado Divino, Hashem lo ayuda a realizar tres milagros que le darian valor ante los ojos de sus hermanos. Al declarar Moshe que el no es un buen orador, Hashem le dice que su hermano Aharon sera su vocero. Moshe se reune con su hermano en Jorev relatandole todo lo ocurrido. Luego se dirigen a Egipto y alli comunican a los sabios ancianos de Israel las palabras divinas y el pueblo proclama su fe en Hashem. Moshe y Aharon se presentan ante el Faraon y le solicitan que permita a los israelitas salir al desierto para elevar ofrendas al Señor.

El Faraon responde con decretos mas duros aun, haciendo que los hebreos produzcan la misma cantidad de ladrillos que antes, pero sin ser proveidos de los materiales, los cuales ellos mismos debian buscar. El se sume en el abatimiento. Pero Hashem asegura a Moises que forzara al Faraon a dejar ir a los judios.

2- Comentario:…nombres. Siéntase orgulloso de su nombre judio!

Con la seccion semanal de esta semana comenzamos la lectura del segundo de los cinco libros de la Tora. El nombre del Sefer es Shemot, como asi su primera perasha. Por que? Una conjetura que puede ser correcta es que la Tora quiere enfatizar y subrayar la importancia de los nombres hebreos para el Pueblo Judio. (Shemot 1:1 Baal haTurim).

Si deseamos sobrevivir en esta y en cualquier sociedad extranjera, nunca debemos olvidar nuestros nombres hebreos. Estamos obligados a llamar a nuestros ninos con nombres hebreos evitando la practica comun de usar primeros nombres no judios. Un hijo o una hija con un nombre hebreo no podra facilmente olvidar su origen y su fe.

Un nombre es la marca distintiva de una persona. El nombre hebreo invariablemente recuerda a alguien de su pasado y de su religion. Está usualmente asociado a alguna gran personalidad biblica o, en un grado mayor de cercania, a algun abuelo especial u otro pariente piadoso. Estar constantemente consciente de la ascendencia judia puede ser un efectivo antidoto contra una asimilacion cultural y eventualmente tambien fisica. Suena algo absurdo para un Abraham, Saul, Iaacob, Ezra, Ester, Raquel, etc. establecer una relacion intima con una Cristina o una Belen, un Tomas, un Pablo o un Lucas, entre otros. Cuando nuestros antepasados entraron en Egipto, lo hicieron con sus nombres hebreos no cambiados e intactos. Hubiera parecido en ese momento un paso correcto cambiar los nombres hebreos para conformarlos a la sociedad egipcia, a fin de mezclarse mas libremente con ellos y ser aceptados como verdaderos egipcios.

Sin embargo, el Midrash (Vaikra Raba 32:5) describe el gran esfuerzo de nuestros ancestros por no ajustar sus nombres al estilo predominante en Egipto. Se mantuvieron orgullosos de sus raices e insistieron en retener sus nombres hebreos originales. Cientos de años mas tarde, esto constituyo uno de los factores para la redencion del Pueblo Judio que justifico su liberacion de la esclavitud egipcia.

Si hubieran cambiado sus nombres, habrian tambien alterado su lengua hebrea original y tambien sus patrones de conducta que los identificaba como los hebreos originarios de la tierra de Israel. Hubiera sido entonces mas dificil encontrar una razon para su exodo de Egipto, dado que habrian estado completamente asimilados dentro de la sociedad y la cultura egipcia.

Hoy en dia, cuando enfrentamos una ola de asimilacion y matrimonios mixtos sin precedentes, es aun mas vital que nunca llamar a nuestros hijos con nombres hebreos. Hijos e hijas deben ser conscientes de las basicas diferencias entre ellos y la mayoria gentil. Asi como nuestros nombres son diferentes, tambien nuestras costumbres, tradiciones, festividades y estilo de vida difieren de los de la vasta mayoria no judia. Si hemos de retener nuestro caracter unico, debemos utilizar cualquier oportunidad para reafirmar esa diferencia.

La historia esta repleta con nombres de destacados individuos que hicieron grandiosas contribuciones en cada campo de actividad concebible, sin considerar necesario ni beneficioso esconderse detras de un nombre no judio. Por el contrario, respeto y reconocimiento le son otorgados precisamente a la persona que tiene la fortaleza moral y la fuerza de sentirse orgulloso de su nombre hebreo, que refleja sus raices judias etnicas y nacionales.

Quizas seria sabio de nuestra parte estudiar nuestras costumbres en esta area. No es demasiado tarde, aun despues de que el hijo o la hija han crecido, el designar un nombre hebreo para ellos. Casi con seguridad que se les ha dado un nombre judio cuando nacieron. Investiguemos un poco la historia familiar con nuestros parientes. Asimismo, los rabinos y los maestros pueden constituir una valiosa ayuda. Contactemoslos si nos encontramos desprovistos de un nombre hebreo y, por todos los medios, logremos uno. Puede hacerse una hermosa ceremonia religiosa para la ocasion.

El nuevo nombre hebreo puede ser anunciado en la sinagoga, donde Ud. o su hijo ascienden a la Tora mientras el jazan declara su nuevo nombre. Y un broche de oro sera luego el Kidush para los presentes, entre quienes se hallaran parientes y amigos invitados especialmente para la ceremonia.

VIVIENDO A LA ALTURA DE NUESTRO POTENCIAL


La Torá expresa: “Y sucedió en esos días que Moisés creció y salió a ver a sus hermanos y pudo ver su opresión. Y vio un hombre egipcio golpeando a un hebreo, uno de sus hermanos. Y giró en una dirección y en otra y vio que no había ningún hombre y derribó al egipcio y lo ocultó en la arena” (Shemot/Éxodo 2:11-12). Rashi, el comentarista fundamental de la Torá (Francia 1040-1105), explica sobre este último versículo que Moisés vio proféticamente que ningún futuro converso descendería de este egipcio.

He aquí un perverso agresor, intentando matar cruelmente a un judío. ¿Qué escrúpulo moral podría existir para que Moisés se detuviera antes de intervenir con todo derecho? Sin embargo, antes de apresurarse en defender justificadamente al hombre que estaba siendo golpeado, Moisés evaluó primero si la vida del agresor merecía ser conservada en virtud de potenciales descendientes judíos que podrían provenir de él. Imagine, si fuera él el ancestro de sólo un converso, incluso miles de años después, no habría sido matado.

Extraemos una sorprendente lección de esto: un judío es muy valioso. En efecto, más adelante en la porción de Shemot, la Torá cuenta: “Dirás al Faraón: Así dijo Hashem, Mi hijo primogénito es Israel” (Ibíd. 4:22). Rashi comenta aquí que esto indica la grandeza del pueblo judío. Lo que podría parecer como vanidoso cuando se lo considera en forma superficial, es realmente entendido cuando se lo analiza desde una perspectiva madura: para describir nuestra característica definitoria. La capacidad innata de un judío es apreciar la santidad e infundirla dentro de lo físico para elevarlo, actuando como embajadores espirituales ante el mundo. Ésta es la misión de un judío sobre la tierra. Tan crucial es su servicio que los Sabios dicen: “Cada persona está obligada a decir: para mí el mundo fue creado” (Talmud, tratado Sanhedrín 4:5). ¡Qué privilegio es ser judío! Jugamos un rol único, un rol en el cual cada individuo cuenta.

Usted, querido lector, usted es especial, es sagrado, el mundo entero valió la pena de ser creado ¡sólo por usted!

Con el honor, sin embargo, viene la responsabilidad. ¿Cómo se puede esperar que uno cumpla con su tarea si no sabe de qué se trata? En consecuencia, le corresponde a cada judío volverse entendido e ilustrado, y sobre cada padre asegurar que su hijo sea correctamente educado en los verdaderos valores de la Torá, no una imitación de ella. Muchísimas personas hoy descuidan la observancia judía desde una posición de ignorancia. ¿Alguien presumiría que puede comentar sobre lo apropiado de una intervención de cerebro sin antes consultar a un calificado médico? Seguramente que no. De la misma forma, aquel que es reacio a vivir un estilo de vida de Torá, debería al menos indagar a las apropiadas y autorizadas personas para entender lo que la Torá pide de él y por qué.

Convenimos en que la progresión hacia un estilo de vida observante puede implicar abandonar prácticas larga y profundamente arraigadas, que son contrarias a un correcto comportamiento judío. En el gran cuadro de las cosas, sin embargo, renunciar a un placer temporal derivado de un cheeseburger, empalidece en comparación a adquirir una eternidad de felicidad al seguir las leyes de Hashem. A fin de llevar a la práctica y no meramente teorizar los valores de la Torá, uno debe hacer sacrificios, tal como lo hacemos muchas veces por cosas que consideramos importantes. El sacrificio es simplemente una expresión de hacer lo que es correcto.

Como fue mencionado antes, Moisés mismo estuvo preparado para hacer sacrificios a fin de ayudar a un semejante judío. Moisés creció en el hogar del Faraón. Él lo tenía todo: riqueza, gloria, admiración. Con todo, estuvo dispuesto a renunciar a todo. Lo primero y más importante en su mente era hacer lo que necesitaba hacerse. Esto es un judío. Ésta es nuestra esencia. Esto es lo que nos hace especiales. Tenemos una misión. Cumplámosla.

(Adaptado de: Daniel Lasar-Atlanta)

Publicado en Sucat David

Karna de Itzjak: Tu sitio es sagrado (Extraido de Karna de Itzjak)

“Sucedió en esos días que Moshé se hizo grande y salió a sus hermanos, y vio sus cargas, (la forma como estaban sobrecargados), vio a un varón egipcio que golpeaba a un varón hebreo de sus hermanos:” “Se volvió (giró) hacia un lado y otro y vio que no había ningún hombre así que mató al mitzrí y lo ocultó en la arena:” Éxodo 2 vers 11/12

La Torá describe en Shemot:…y fue en aquellos días y creció Moisés y salió al encuentro de sus hermanos y vio el sufrimiento que éstos vivían, observó que un hombre egipcio golpeaba a uno de sus hermanos, verificó aquí y allá cerciorándose que no hubiera alguien que lo observara, golpeó al egipcio, hundiéndolo en la arena. Al segundo día, he aquí dos hombres hebreos, refiriéndose a Datán Y Abirám, estaban peleándose, le dijo Moshé a uno de ellos: “malvado, ¿por qué golpeas a tu compañero?” Y éste le contestó: “¿Quién te puso a ti como ministro y juez sobre nosotros? ¿Quieres matarme como lo hiciste con el egipcio?” Temió Moisés y murmuró, ¡ajá!, lo acontecido se supo. Luego ellos se ocuparon que se entere el faraón, éste mandó a ejecutar a Moisés, pero él, al oír que era buscado, escapó a Midián y allí se exilió.
Moshé Rabenu creció en el seno de la nobleza egipcia, fue atendido por todo el personal del palacio, criado por la mismísima hija del monarca y amamantado solamente por leche jalab Israel, mientras que el faraón se debatía sobre las disposiciones a tomar en sus asuntos de estado, tratando de contrarrestar la explosión demográfica que le causaron los “judíos indocumentados”. El miedo de poder llegar a perder su poder lo agobiaba y decidió tomar medidas extremas a un costo de mucho derramamiento de sangre, todo le fue válido con el propósito de erradicar de todo su territorio a ese redentor que le habían vaticinado que ya había nacido en el seno del pueblo judío.

Moshé se encontraba en su propio palacio y se alimentaba de la comida de los hebreos, luego creció y creció (en el sentido social) hasta que el mismo faraón le concedió un cargo importante. Él sólo buscaba beneficiar a su pueblo; salía a las calles a percibir en carne propia su dolor y luego de sentir ese sufrimiento por el prójimo, decide tomar manos en el asunto, utilizando el “shem ameforash”. Ejecutó a un egipcio que había abusado de una mujer hebrea por la noche y, al darse cuenta de que el marido se enteró de lo sucedido, este capataz egipcio aumentó su dosis de tortura para provocarle la muerte al hebreo. Moisés vio este episodio y no pudo soportar semejante injusticia, pero antes de matar al egipcio se cercioró tal como dice el versículo: se fijó a su alrededor si había alguien quien lo viera. Empero nadie estaba atento a sus actos, y fue a ejecutarlo. Los jajamim dicen que lo que se fijó fue si de este perverso saldría alguna descendencia que fuera justa y correcta en el camino de Di-s, pero como no lo había, terminó su tarea. Moshé rabenu es para el pueblo de Israel un ejemplo de quien se ocupa y preocupa del prójimo, carga con el yugo ajeno y siempre su interés es ayudar a los necesitados.

[..] Cuando se presenta Di-s en la zarza ardiente, el versículo aclara lo siguiente: “y vió Hashem que Moisés se apartó para ver cómo la zarza ardía pero no se consumía, ahí se descubrió y le dijo: “Quítate los zapatos que el lugar en que estás parado es tierra santa”. Y los exegetas interpretaron que lo que vio Moshé y se apartó, la intención es a Moshé que siempre puso de lo suyo para con sus hermanos, abandonando sus intereses personales y dedicándose, consagrando su vida para sus hermanos, y en recompensa de esto Di-s lo nombró el líder del pueblo. Quien tiene una sensibilidad amplia por su gente, que percibe el dolor, y el llanto ajeno lo asocia con el suyo, solamente quien es susceptible a cualquier demanda y reclamo de cualquier índole de la sociedad, quien reúna esos requisitos es digno de ser su guía.

“Se le apareció un ángel del Eterno en una llamarada de fuego desde el interior de la zarza. Él miró, y he aquí que la zarza ardía con el fuego, pero la zarza no se consumía.” Éxodo 3 vers 2 Rashí explicó lo siguiente: “Desde el interior de la zarza, el ángel se le presentó en un pequeño arbusto y no en otra clase de árbol, en alusión a lo que está escrito en los Salmos: “Yo estoy con él (Israel) en el sufrimiento”.

Según me contaron cuando era niño, la zarza es un arbusto espinoso y bajo que existe en la zona desértica del Sinaí e inclusive en Israel. Lo que Rashí quiere explicar aquí es que el Todopoderoso escogió revelarse a Moshé en este arbusto y no en un árbol grande e importante, como debería haber ocurrido, porque Israel estaba sumido en el exilio y el sufrimiento, que implicaba que la soberanía de Dios no era manifiesta al mundo, y en cierto sentido compartía su pena con el futuro redentor de Israel. Ya que la zarza aludía a este concepto, según los intérpretes de Rashí (Gur Aryeh) nuevamente vemos dos puntos de similitud. Moisés tenía esa percepción de que algo no estaba muy bien, y le dolía el sufrimiento de sus hermanos. Y la prueba de ello es cuando vio la zarza encendida. El versículo afirma: “Y vio el Eterno que se apartó para ver”. Recién cuando Moshé tomo la iniciativa de acercarse a ver, justo ahí es cuando Dios se le presenta. Lo que significa que si Moshé Rabenu no hubiese tomado esa iniciativa de dar unos pasos para ver lo que pasaba, toda la historia de Israel sería distinta, ya que Dios no se le hubiese presentado. El Midrash Shemot relata en nombre de Rabí Iosef: ¿qué significa “Que se apartó para ver”? Dijo el Eterno: Este hombre se aparta y se aleja de sí mismo para ver y ayudar a sus semejantes, sale de sí mismo para adentrarse hacia la necesidad de todos aquellos que sufren y la pasan mal.

[..] Al ver este panorama, el joven criado en una cuna de oro se quitó sus galardones y se dedicó a sudar trabajando. Esto es lo que dijo Dios: He visto que te apartaste (de ti), al entregar tu vida por tus hermanos, por eso me presentaré dentro de la zarza. El Saba de Kelem en su obra “Jojmá Umusar” desarrolla el tema haciendo hincapié en la palabra marcada en el versículo: “Y vio su sufrimiento”. Según nuestros sabios citados por Rashí, puso sus ojos y su corazón en la piel de ellos, en otras palabras se puso en los zapatos del pueblo. No se condujo con el clásico sistema “Lo siento mucho” por el momento, y después hace la suya y “a otra cosa mariposa”, sino encarnizó el dolor y se colocó la camiseta del pueblo.

En hebreo se usa el término de “poner los ojos”, en el sentido de figurarse mentalmente el dolor ajeno y vivenciarlo como si fuera propio, para concientizarse preocuparse y ocuparse de ayudarlos. A esta acción se la denomina: “Cargar con el yugo del prójimo”, ésta es una de las 48 condiciones por las cuales uno puede adquirir laTorah. Adquirir esa cualidad de asociarse con el dolor y sufrimiento del compañero como si fuera suyo. Otra forma de ayudar al prójimo es acercarse y decirle, lo siento mucho, me duele tanto como a ti, quisiera que esto no te ocurriera; eso ayuda al convaleciente, o a quien está sufriendo, a superar el dolor. También existe gente que piensa distinto y lo expresa así: de qué me sirve tu compañía, si a ti no te duele como a mí. ¿Qué gano yo con que te duela a ti también?

En verdad existen ideas de este tipo, pero nuestros sabios nos recomendaron acercarse al compañero y brindarle algunas palabras de aliento con el objetivo de levantarle la moral y hacerlo sentir mejor. Por medio de esta acción las personas se elevan, tanto el que sufre, como quien va a fortalecerlo. Lo vimos con Moshé Rabenu que por medio de estas cualidades tan especiales tuvo el mérito de salvar a todo el pueblo de Israel. Cuando existe un despertar de corazones aquí en la tierra, se produce el mismo efecto en el cielo y el Todopoderoso con su misericordia se apiada de todos aquellos que lo hicieron.

Cabe destacar a lo que llegó Moisés por el hecho de reaccionar frente a la impunidad que se palpaba en ese entonces, cuando un egipcio golpeaba a un hebreo después de haberle causado semejante atrocidad. Moshe Rabenu no podía tolerar esa injusticia, y así fue como tuvo que escaparse hasta que llegó la orden divina de regresar en busca de su pueblo. Y para finalizar quisiera adaptar una interpretación muy bonita del Jafetz Jaim: Cuando Hashem le ordena a Moisés que se quite los zapatos, le indica: “El sitio donde tú te encuentras es sagrado” Éxodo 3 vers 5

Muchas veces creemos que en la situación en que nos encontramos es muy difícil echar para adelante. No a todos la suerte nos acompaña, y las cosas no salen como queremos. Por lo tanto uno llega a la conclusión: ahora no estoy para dedicarme a la Torah y sus exigencias. El día que Dios me ilumine y las cosas marchen viento en popa, ahí será el momento adecuado. Viene la Torah y nos indica: “El sitio donde tú te encuentras es sagrado” en la situación que sea, por más difícil que parezca, es ahí donde nos prueban, justamente en ese lugar, en esas circunstancias es cuando viene el llamado del cielo. No debemos esperar hasta que mejore la cosa para comenzar nuestro trabajo sagrado de pulir nuestras acciones y cualidades. “Según el esfuerzo, la recompensa”. El sitio donde estés es sagrado, en sentido múltiple. Mi deseo es que nuestro padre que está en el cielo encienda una bengala para alumbrarnos el camino. Amén.


Rab Cabaritti



Con Todo mi Corazón.

Todos hemos oído hablar del concepto de que alguien hace una oferta que no se puede rechazar. A menudo podemos rechazar la oferta, pero no se puede negar a la persona que la está haciendo. ¿Qué pasa si el que hace la oferta es el Todopoderoso que  creó y continúa manteniendo todo lo que existe?  Ciertamente que esto se consideraría una oferta que sería imposible rechazar. Sin embargo, en la parashá de esta semana, Moshé hace justamente eso.
En el capítulo 3, Moshe  pastoreaba sus ovejas y llega a “la montaña de Dios”, el lugar donde la Torá sería entregada más tarde (ver Rashi 03:01). Aquí tuvo lugar el famoso incidente de la zarza ardiente. Hashem le dice a Moshé que ha escuchado el dolor y los gritos del pueblo judío y desea liberarlos. Dios quiere que Moshe sea el líder que se saque a los Judios de Egipto.
Pero, sorprendentemente, Moshe dice, “¿Quién soy yo para ir donde el Faraón, y que debo sacar a los hijos de Israel de Egipto?” (3:11). Moshe le dice “No” a Dios y Dios parece aceptar su negativa. ¿Cómo podemos entender esto?
Los próximos 24 versos de la Torá (el Midrash dice que esto pasó en el lapso de una semana, Rashi 04:10) detalla la discusión entre Dios y Moisés del por qué este debía ir a Egipto, y la negativa permanente de Moshe.
Algunos sugieren que este episodio es un ejemplo sorprendente de la modestia de Moshé, quien es llamado el hombre más humilde que caminó por la faz de la tierra [1]. Esto constituiría un despliegue impresionante departe de Moshe al rechazar el liderazgo y el honor debido a su suprema  humildad. Sin embargo, esta sugerencia no puede ser verdad. Uno puede ser muy humilde, pero no cuando Dios te dice que eres el hombre para hacer el trabajo!¿Cómo se puede rechazar a Dios? La modestia no es una razón válida para cometer una rebelión contra Su voluntad. Puedes que creas que eres lo suficientemente bueno para ser un líder, pero si Dios te está diciendo que lo eres y Él quiere que hagas el trabajo, entonces este no es el momento de ser humilde!
Al final de la conversación con Moshé, Dios se enoja con él (4:14), y le dice una vez más que vaya a Egipto, y finalmente, Moshé no da una respuesta. Moshe entonces comienza su misión de ser el líder de la nación judía en Egipto. ¿Qué significa que Dios se enojó? Simplemente se le acabó la paciencia con Moshe? Dios no tiene emociones como los seres humanos. Por lo tanto, no es que después de pasar una semana de debates con Moshé, Dios dijo finalmente “no puedo soportarlo más.” Además, ¿por qué  Moshe no trajo más argumentos? Sencillamente Moshé no podía enfrentar la ira de Dios? Si Moshe fue capaz de decir “no” a Dios hasta ahora, y creía que sus argumentos sean válidos, ¿por qué de repente los abandona? ¿Qué pasó con sus razonamientos?
La explicación a todas estas preguntas puede ser la siguiente: No se puede discutir con Dios. Si Él indica que debe hacerse algo, no hay lugar para discusión. Debe ser que a lo largo de la discusión durante una semana  en realidad Dios nunca le ordenó a Moshé ir a Egipto. Le dijo que él creía que Moshe fuera a Egipto era una buena idea, pero Dios le dejó bien claro que no era su obligación.
Al no sentirse obligado, Moshe se creyó libre de disputar y discutir el asunto [2].
Finalmente, Dios “se dio cuenta” de que Moshé no iría voluntariamente y entonces “Él se enojó con Moisés” (4:14). Esto significa que Dios directa y claramente le ordenó a Moshé que debía ir a Egipto. Siendo este el caso, Moshé entendió que ya no podía mantener sus argumentos. Dios le había dado una orden y él debia obedecer.
¿Por qué no le ordenó directamente Dios a Moshé desde el principio? ¿Por qué quería que Moshe  aceptara la misión de voluntariamente?
Todos sabemos que hay una diferencia enorme en el éxito y la eficacia de nuestros logros, si estamos naturalmente motivados, comparado con hacer algo por obligación. Algunos de nosotros podemos entender lo que es tener un trabajo que realmente no disfrutamos. Podemos cumplir con nuestras responsabilidades y llevar a cabo nuestros trabajos relativamente bien, pero si nuestro corazón no está plenamente alli, por lo general los resultados son inferiores. Con el fin de llevar a cabo una tarea de la mejor manera posible y lograr los máximos resultados con entusiasmo y creatividad, debemos realmente querer hacerlo.
Está claro que si Moshé hubiera aceptado su posición de líder de buen grado, hubiera tenido más éxito. Esta es la razón por Dios desesperadamente quería que Moshé aceptara “voluntariamente” el trabajo. Por eso Dios pasó una semana tratando de convencer a Moshe. Después de que Moshé continuó negándose, Dios sabía que incluso un Moshe “obligado” era el mejor hombre para dirigir al pueblo judío, y por eso le dio una orden. En ese momento, Moshe por supuesto aceptó.
Todos nosotros vamos a trabajar cada día. Algunos trabajamos en el hogar, cuidando la familia, y otros tienen que viajar para ir a la oficina. ¿Esta nuestro corazón en nuestro trabajo? ¿Realmente queremos estar donde estamos?Cada puesto de trabajo tiene sus pros y contras, pero tenemos que ser capaces de aceptar plenamente las desventajas de un trabajo como resultado de sus aspectos positivos. A veces, lo positivo puede ser la ganacia financiera, y eso está bien, siempre y cuando seamos capaces de sentirnos bien con ello. Debemos llegar a un punto en el que nos sentimos como que nos ofrecemos como voluntarios para el trabajo. (Probablemente, aunque Moshe comenzó por obligación, con el tiempo llegó a este punto.) De esta manera podemos llegar a la máxima productividad y al éxito.
_________________________________________________________________________
[1]Bamdbar,12:03.
[2] Chazal enseña que Moshé tenía razones válidas para negarse a ser el líder del pueblo judío

Rab Isaac Benarroch


El libro de la Diáspora y la Redención



Y estos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto, Iaakov y su casa vinieron (1,1)



El Ramban en su introducción a nuestro libro, llama al libro de Shmot, el libro de la diáspora y la redención. Esto nos lleva a preguntar, Si el tema principal del libro es la redención y sobre la diáspora se cuenta muy poco.!



Sin embargo, si quieres conocer los sufrimientos de la diáspora, la destrucción que ella provoca,  observa los sucesos de la redención y sus dificultades. Pasaron solamente doscientos diez anos de esclavitud en Egipto, y quien subió de la esplendorosa casa de Iaakov.!



En cantidad: “Vejamushim (quinto o armados) salieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto”- Uno de cada cinco! Y en calidad : acaso no se nos cuenta en extensión sobre los hijos de Israel luego de la salida de Egipto y sobre sus pecados (acciones) : El becerro de oro, el pecado de los espías.



Terrible descenso se cristaliza luego de la salida de Egipto; podemos, entonces aprender hasta cuanto llega la destrucción de la diáspora en Egipto...



D’s, en su promesa a Iaakov “Yo descenderé contigo a Egipto y yo te elevare y también te subiré”; luego del abrupto descenso hay necesidad de subir y subir...



Así es el camino del mundo: El descenso o la caída son muy rápidas, pero la elevación es escalonada, difícil, difícil es- “Yo descenderé contigo a Egipto y yo te elevare y también te subiré”



Shemot

Rabino Dr mordejai Maarabi



Cuando el fuego puede más que el agua...



En este Shabat comenzamos a leer un nuevo libro de nuestra Torá. Más

precisamente el Segundo, libro al cual la tradición rabínica dio en llamar

"Shemot"(Nombres), considerando la segunda palabra del mismo ("Ve-éle

Shemot"), y que la traducción lo llamó "Exodus" o "Éxodo", en franca

alusión a uno de los episodios centrales del mismo, como es la liberación

del pueblo hebreo de su esclavitud en Egipto.

"Shemot" inaugura, de alguna manera, una nueva circunstancia en la vida de

nuestros antepasados, y tal vez una instancia definitiva en lo que a su

conformación como pueblo se refiere. Un pueblo que "toma forma" en la

diáspora y que adquiere su carácter bajo el estado de sometimiento físico y

hasta espiritual. Pues aquellos hombres que descendieron con Iaacob y sus

respectivas familias, es decir sus hijos -las futuras tribus de Israel-, no

gozaban ahora del privilegio que les cupo en vida de Iosef. Es más, toda

aquella generación había desaparecido, y hasta un nuevo monarca se había

erigido en Egipto "que no conocía a José", al decir del texto... La gloria

del pasado dejaba su lugar al autoritarismo que se tornaba en poder

ignorando a quienes habían hecho florecer una civilización, a un pueblo, a

toda una humanidad tal vez...

Así principia nuestra perashá. Aunque también nos relata acerca del

asombroso crecimiento demográfico de los "Bené Israel", quienes se

multiplicaban y hasta medraron en aquella tierra. Y a partir de allí, lo

que todos conocemos: persecución, intolerancia, matanzas, órdenes de

ejecución por doquier... ¡empezando por los niños! Así crece Egipto.

Derramando sangre inocente. Sin embargo, dos parteras, -Shifra y Púa-,

actúan justicieramente, y desobedeciendo al Faraón permiten que los niños

hebreos -varones- puedan sobrevivir a la masacre.

Así "nace" la historia de Moshé. Moshé que es "Mashui", es decir, "salvado

de las aguas", ese niño que tan sólo alegró la vida de sus padres por tres

meses, después de los cuales, su madre, al decir del Rabino Shimshon Rafael

Hirsch, no lo pudo ocultar más, pues ya "...se empezaba a socializar con su

medio y a jugar, así como a esbozar sus primeras sonrisas", lo que

despertaría no la atención de los demás, sino por el contrario el dolor más

profundo en sus progenitores... ¡Disfrutar a un hijo en silencio!... Allí,

en el mutismo de una sociedad que se vio embrutecida hasta no escuchar el

clamor de los pequeños, allí, tiene origen la historia de nuestro pueblo.

En eso tal vez radique el porqué de nuestra dedicación a los niños, para

educarlos, para enseñarles que ante todo está la vida, y que después de

todo, se debe vivir también...

Y ese niño, creció. Vivió tal vez, por todos aquellos que no lograron ver

la luz del sol, un sol egipcio que era adorado, un sol que hacía rato se

había eclipsado por tanta muerte, por tanta esclavitud, ignorancia,

brutalidad... Pero Moshé creció físicamente en Egipto. Sólo al salir del

palacio pudo comprobar la realidad circundante. Sólo al pisar "la arena de

los hechos" tomó conciencia de su complicidad. Es entonces cuando mató al

egipcio, cuando "entierra" al egipcio que había en él, para dar paso a su

sublime sentido de la justicia, la equidad, la dignidad de la vida que mamó

de los pechos de su madre Iojeved...

Es en ese momento, tal vez, cuando descubre que sus propios hermanos no

estaban preparados aún para el desafío de la libertad. "¿Quién te ha puesto

como juez sobre nosotros? ¿Acaso me vas a asesinar, tal como lo hiciste con

el egipcio?", lo interpela uno de los de su pueblo. Así con crudeza. Casi

denunciando un hecho que el texto bíblico en cierto modo "ignora", cuando

asevera: "Y miró para un lado y para otro, y viendo que no había nadie,

castigó duramente al egipcio y lo mató". Y si es que no había nadie, ¿cómo

es que se había enterado este hombre? El texto de la Torá nos especifica

también que Moshé "enterró al egipcio en la arena". El autor del Tseror

ha-Mor, Rabi Abraham Sabá, interpreta lo escrito diciendo que: "Moshé no

temía que sus hermanos hebreos lo delataran, desde el momento en que se

había arriesgado por ellos. Por eso está escrito: 'y lo enterró en la

arena'. La arena hace alusión a Israel que fue comparado con la 'arena del

mar', y así como la arena no produce sonido alguno, así los hijos de Israel

habrían de guardar el secreto. Y por eso dice, continúa nuestro autor

diciendo, que 'enterró el asesinato en medio de sus hermanos' ". Lo que

Moshé ignoraba era que la esclavitud también pudo con la paciencia, la

dignidad y hasta con la solidaridad fraternal de su pueblo.

Así se terminan los días de Moshé como cortesano. Comienza el errar,

empieza a madurar el líder. Allí en la soledad del desierto, en el silencio

de arenas y vacíos, es cuando aquel niño da lugar a su Fe... Una fe que

ardía en él, que lo quemaba, que le reclamaba encender su alma al servicio

de un D-s creador, un D-s que escuchaba -con dolor- el clamor de un

pueblo... De su pueblo... De sus hermanos. De sus propios padres. Moshé

había sido "salvado" pero para "salvar". Pues "Moshé" es presente, no

pasado. Y ahora comenzaba otro tiempo. "Et miljamá", un "tiempo de guerras"

al decir del Kohelet. La guerra por la libertad. No la lucha por el ideal

de un hombre, sino del D-s Creador, de aquél que precisamente descubrió

Moshé en el fuego...

"Se le apareció el Enviado de HaShem a él, en el corazón (llama) de un

fuego, en medio de la zarza. Vio él y he aquí que la zarza ardía en fuego,

mas la zarza no se consumía.

"Dijo Moshé: He de desviarme ahora, y he de ver la visión grande, ésta.

¿Por qué no se abrasa la zarza?..." (ÉExodo Cap. 3:2-3).

Así planteada la sublime visión de la que todos tenemos la necesidad de

decir lo nuestro. Y que debemos interpretar por nosotros mismos. Pues ésta

es, a mi criterio, la experiencia mística que encierra el secreto de

nuestra existencia, como pueblo, como individuos, como herederos de una

tradición que arde como el fuego en medio de nosotros, sin consumirse

jamás, más allá de cuantas aguas han pasado en las olas de la historia de

la humanidad, y que han tendido a dejar "humeante" la memoria de nuestro

pueblo Israel. ¿Y por qué el Santo Bendito Él se reveló a Moshé en la

diminuta zarza? Tanto ha sido lo escrito al respecto, que fallaríamos al

intentar un resumen, pero basten algunas de las ideas acuñadas por nuestros

Sabios para dar vuelo a nuestra imaginación:

"Y el motivo que se reveló en la zarza... Para enseñarte que no existe

lugar en el mundo donde la Providencia Divina no esté presente". Y otra

opinión que enseña: "Para decirte que el Todopoderoso es Puro y sus

servidores son puros; pues todos los árboles pueden ser empleados para la

idolatría, con excepción de la zarza". Otra opinión refleja la siguiente

idea: "Así como en la zarza, toda ave que ingresa a ella sale con sus alas

desgarradas, así el sufrimiento de Israel por la esclavitud egipcia".

Una idea muy particular es aquella que considera el valor numérico de la

palabra "HaSNeH" (en mayúsculas las consonantes), que quiere decir "la

zarza". Dice esta enseñanza: "De acuerdo con el valor numérico de "HaSNeH"

(=120) reposó la Divinidad sobre el Monte Sinaí. Pues tres veces ascendió

Moshé al Monte, y en cada oportunidad permaneció cuarenta días (3x40 =

120)". Siguiendo idéntico criterio, "el valor numérico de 'HaSNeH' equivale

a los de la vida de Moshé Rabenu, quien vivió ciento veinte años".

Una idea original, expresada por nuestros maestros, nos habla acerca del

sentimiento de D-s para con su pueblo Israel. "Bejol tsaratám, Lo tsar..."

- "En todas las angustias de ellos, Él se afligió". Insinúa que tanto el

pueblo judío como su D-s, representan una unidad, "kibiajol" - "si es que

así lo podemos expresar". Y dice el Midrash: "Nos enseña que Le dijo el

Santo Bendito Él a Moshé: Tú puedes ver como Estoy agobiado, así como los

hijos de Israel están inmersos en el dolor, de momento que te estoy

hablando a ti en medio de las espinas (Nótese la zarza, arbusto espinoso,

simbolizando el "Dolor Divino"). Y así podríamos continuar. Citando

innumerables cantidad de frases que tienen que ver con un arbusto muy

pequeño, hasta diría insignificante, que contiene todo, o tal vez, la razón

de todo: "Esh ha-Torá", el fuego de la Torá, letra inclaudicable de nuestro

pueblo, esencia eterna del D-s Creador, hálito de vida para Adám, un ser

humano dotado de agua... y fuego. Un fuego que arde, y que cuando crece no

se consume jamás... ¿Cuál será tu interpretación esta noche, todas las

noches y los días, de la zarza ardiente de tu judaísmo? ¿Está encendido aún

ese fuego en medio de ti?
 "La fórmula de la redención"

 

Después del clamor de los hijos de Israel al Todopoderoso por la esclavitud a la que los egipcios los sometían, el Creador determinó que había llegado el momento de la liberación. Ciertamente, no se habían completado los cuatrocientos años que Hashem le había dicho a Abraham Abinu que su descendencia estaría esclavizada en tierra extraña, pero el terrible trabajo de esos doscientos diez años equivalían al tiempo verdadero que debían estar. Por este motivo es que Hashem se le presentó por primera vez a Moshe en la zarza ardiente para encomendarle su misión: sería el primer dirigente de esta nueva nación, el intermediario de Hashem para poner en práctica los milagros que sucederían y sería también quien dirigiría al pueblo en la salida a la libertad y en el desierto. Tendría el mérito -por otra parte- de recibir la Torá y entregársela al pueblo de Israel.

 

No fue en forma casual que Moshe fue elegido para esta función. Fue probado en varias oportunidades demostrando su lealtad hacia sus hermanos y su predisposición a sufrir por ellos, pese a pertenecer a la tribu de Levy que no fue esclavizada. Más aún, Moshe creció en el palacio del Faraón con todos los honores, pero al ver el sufrimiento de sus hermanos los ayudaba en el trabajo quitándose su ropa esplendorosa con el argumento de que debía pagar al Faraón todo lo que había hecho por él. Cuando Moshe vio que sus hermanos no descansaban en toda la semana, le dijo al Faraón que tenía una idea espléndida para mejorar el rendimiento de los esclavos y para que no murieran con ese trabajo agotador: un día de descanso serviría para que pudieran recuperar las fuerzas. El Faraón estuvo de acuerdo y Moshe eligió el día séptimo: el Shabat. Por eso decimos en la Tefilá: "Que se alegre Moshe con el regalo que eligió", ya que el Shabat fue el mismo día de descanso que posteriormente Hashem determinaría para el pueblo de Israel.

 

Un día en el que Moshe salió del palacio a ver a sus hermanos, observó cómo un egipcio castigaba a un Iehudi. Al ver con su profecía que ninguna descendencia correcta saldría de ese egipcio a lo largo de todas las generaciones, lo mató pronunciando uno de los nombres de Hashem compuesto por setenta y dos letras. Instantáneamente, la tierra se abrió para que pudiera ocultarlo sin que ningún egipcio se enterara. Cuando al otro día Moshe observó a dos judíos que peleaban y uno de ellos levantaba su mano para golpear a su compañero, le dijo: "¡perverso, por qué golpeas a tu compañero!" (Shemot 2). El perverso le respondió: "¿quién te ha nombrado como ministro y juez sobre nosotros?, ¿acaso me matarás como al egipcio?". Esos propios Iehudim -Datán y Abirám eran sus nombres- lo delataron ante el Faraón quien decidió matar a Moshe con una espada filosa. En forma milagrosa el cuello de Moshe se transformó en mármol y se partió la espada con la que quisieron matarlo. Así es como Moshe debió escapar a la tierra de Midian, donde el Faraón no podría encontrarlo.

 

En Midian, Moshe demostró que su piedad no era sólo por sus hermanos sino incluso por el rebaño de ovejas que pastoreaba. Durante cuarenta años cuidó las ovejas de su suegro Itró sin que a ninguna de ellas le sucediera daño alguno. Cuando en una oportunidad una pequeña oveja se escapó del rebaño, Moshe la persiguió -para que no se perdiera- hasta un pequeño arroyo de agua donde se detuvo a beber. Moshe tuvo tanta piedad de ella que la alzó sobre sus hombros y la devolvió al rebaño. En ese momento Hashem dijo: "quien tiene tanta piedad incluso por una pequeña oveja es la persona adecuada para liberar a mis hijos de la esclavitud de Egipto".

 

Las condiciones de Moshe para liberar al pueblo en la salida de la esclavitud eran innegables. Sin embargo y en forma sorprendente, Moshe no aceptó en principio la función para la que había sido designado por Hashem. Sólo después de siete días fue convencido por el Todopoderoso. ¿Cómo es posible que un ser humano no acepte la orden clara y directa de Hashem? Más aún, Moshe sabía con claridad la terrible situación de sus hermanos y sufría por ellos. El propio Creador le había hecho saber que estaba en sus manos poder liberarlos. ¿Cómo se pudo negar a hacerlo? La respuesta la dio Moshe cuando le dijo a Hashem: "ruego mi Señor, envía por favor por mano de quien has de enviar" (Shemot 4). Rashi nos explica: "envía al que siempre envías, o sea a mi hermano Aharon". Moshe no quería recibir un puesto superior al de su hermano mayor Aharon, que era quien dirigía al pueblo en la esclavitud, ya que -como explicamos- Moshe se había escapado a Midian. Moshe sufría por el dolor de sus hermanos, pero de todas formas no quería recibir sobre sí mismo la dirección del pueblo ya que esto quizás provocaría el sufrimiento de Aharon. Moshe conocía las necesidades del momento y la importancia del cargo, pero entendía que la salvación no llegaría si no tenía en cuenta el sentimiento de su hermano. El razonamiento de Moshe era correcto, sólo que no tuvo en cuenta la grandeza de su hermano Aharon. Precisamente, Hashem le respondió: "he aquí que Aharon tu hermano .... saldrá a tu encuentro, te verá y se alegrará en su corazón". Rashi nos aclara: "no se enojará como tú crees porque subes al poder".

 

La enseñanza es clara. Incluso cuando la misión es importante, no se deben olvidar los pequeños detalles. Por más que la salvación de todo el pueblo dependía de Moshe, éste sabía que no podía olvidarse de la honra de una persona. Quien no sabe valorar a cada individuo, no puede ser el salvador de un pueblo.

 

Podríamos pensar que ese razonamiento de Moshe estaba basado en que se trataba de su hermano mayor o quizás porque Aharon era también un profeta de Hashem. La Torá nos aclara el concepto: la prohibición de despreciar la honra de una persona recae sobre cualquier individuo por el sólo hecho de tratarse de un ser humano. En el capítulo 6 de Shemot, Hashem le ordena a Moshe y a Aharon que conduzcan al pueblo con paciencia y tranquilidad y que se dirijan al Faraón con respeto. El Faraón perverso, símbolo de los enemigos del pueblo de Israel a lo largo de las generaciones, que se bañaba con la sangre de los niños judíos para curarse de su lepra, que con el propio cuerpo de esos niños completaba los ladrillos de las ciudades que construía, a pesar de todo no merecía que Moshe y Aharon le faltaran el respeto. Por eso la advertencia de Hashem al respecto, ya que lo más probable era que se olvidaran de respetarlo por la crueldad del Faraón hacia ellos. Moshe Rabenu cumplió la orden al pie de la letra. Incluso cuando llegó el momento de la plaga de los primogénitos, Moshe le dijo al Faraón: "y descenderán todos tus sirvientes a mí y se arrodillarán a mí diciendo: retírate tú y todo el pueblo que está a tus pies...". En realidad, Moshe se refería a que el propio Faraón le imploraría que se fueran como luego sucedió en la práctica, sólo que al hablar con él en forma respetuosa mencionó a los sirvientes en lugar del propio Faraón.

 

La base fundamental de respetar a todo individuo, la podemos observar en otra de las actitudes de Moshe. Cuando aceptó dirigir al pueblo, no fue inmediatamente a hacerlo. En primer lugar, fue a Midian a pedir el permiso y la aprobación de su suegro Itró, a quien le había jurado que no se iría de Midian sin su consentimiento. El Midrash Rabá nos aclara que lo hizo no sólo por la promesa que había hecho, sino por la obligación básica de ser agradecido a quien lo había recibido y brindado todo como un padre lo hace con su hijo. Moshe sabía claramente que cada instante que él demorara significaba más sufrimiento para sus hermanos en Egipto poniendo en peligro la vida de ellos. Pero no podía dejar de cumplir con su obligación hacia su suegro. Puede parecer en forma superficial como una demora innecesaria, pero en verdad si Moshe hubiese ido directamente a Egipto olvidándose de pedir permiso a su suegro, significaba que no era la persona adecuada para ser el salvador de Israel. Quien no sabe agradecer a quien oportunamente le brindó lo que necesitaba, no puede ser el conductor de un pueblo.

 

Por otra parte, de la misma forma que no se debía apurar la salvación de Israel a cuenta del desprecio a una persona o la falta de agradecimiento, tampoco se podía hacerlo a cuenta de un precepto de Hashem. Cuando Moshe se dirigió a Egipto y mientras se encontraba en una posada, un ángel de Hashem estuvo a punto de matarlo. ¿Qué es lo que había sucedido? Moshe se demoró en realizarle la circuncisión a su hijo Eliezer. El Talmud en Nedarim 31 en nombre de Ribi Iose aclara que no podemos pensar que Moshe no se ocupó de un precepto tan importante como el de la circuncisión de su hijo. Lo que sucedió fue que pensó que hacer el Berit Mila y salir al camino era peligroso para su hijo; si por el contrario, le hacía la circuncisión, no podía esperar tres días hasta que su hijo se recuperara, ya que Hashem le había ordenado ir a Egipto inmediatamente. No tuvo otra solución que irse a Egipto sin circuncidar a su hijo. Entonces, ¿por qué el ángel se le presentó en forma de serpiente y lo devoraba a Moshe hasta el lugar de la circuncisión? ¡Si no hubiera sido por la reacción de Sipora -la esposa de Moshe- de circuncidar a su hijo con una piedra inmediatamente, el ángel hubiera matado a Moshe! El Talmud explica que la posada estaba cerca de Egipto y Moshe podía circuncidarlo primero al llegar a ella y luego dirigirse a Egipto a salvar al pueblo. La liberación de la esclavitud era más que importante, pero tampoco se podía realizar a cuenta de no cumplir un precepto de Hashem cuando las condiciones así lo permitieran. La salida de Egipto no era un objetivo por sí misma, sino el medio indispensable para que el pueblo recibiera la Torá en el monte de Sinai. No era posible -por lo tanto- que ésta se concretara despreciando los preceptos escritos en ella.

 

Nuestros Sabios nos enseñan que hay una similitud entre la salvación de Egipto a la Gueulá (salvación) futura del Mashiaj que tanto ansiamos. El profeta Mijá 7 nos dice: "como los días de la salida de Egipto te mostraré maravillas" y todos los libros de nuestros profetas están llenos de señales de la futura Redención. Rabenu Saadia Gaon escribe al respecto que, si cuando Hashem prometió a nuestro patriarca Abraham sólo con las dos letras con las que se escribe en hebreo la palabra "Dan" (ajusticiaré Yo al pueblo que los esclavizó) y sucedieron tantos milagros en Egipto para que se cumpliera esa palabra de Hashem, las hojas y hojas de los libros de Ieshaia, Irmeia, Iejezkel y los otros profetas que hablan sobre todas las maravillas que sucederán en la época del Mashiaj también se cumplirán en la práctica. Sólo debemos saber cómo actuar. La salida de Egipto nos enseña el camino: valorar a cada individuo sin despreciar absolutamente a nadie y, por otro lado, cumplir las Mizvot retornando a la senda de Hashem. La relación entre Teshuba y Gueulá es tan estrecha que en el libro Debarim 30 están escritas una al lado de la otra: "retornarás hasta Hashem, tu Di-s, y escucharás su voz ..... Y hará volver Hashem, tu Di-s a tus dispersos y se apiadará de tí y te reunirá de entre todas las naciones a las que te desterró allí". La similitud es clara: así como la Gueulá es el retorno de los dispersos a su tierra, la Teshuba también consiste en retornar a nuestras fuentes y raíces de donde proviene nuestra alma judía, que vuelve así a ser pura como en el momento de su creación.

 

El Talmud en Sanhedrín 97 presenta distintas ideas sobre si la Teshuba es indispensable o no para que se concrete la Gueulá. Según Ribi Eliezer, la Gueulá vendrá si Israel retorna en Teshuba, de lo contrario no seremos redimidos ya que Hashem no beneficiará a quien no es digno de recibir ese bien. La opinión de Ribi Iehoshua -por el contrario- es que si bien es posible que el Mashiaj se presente si parte del pueblo transgrede alguno de los preceptos de la Torá, de todas formas es imposible que venga si las bases fundamentales de la Torá no son aceptadas por el pueblo. Por lo tanto, la preparación para ir al encuentro del Mashiaj depende de nosotros. Debemos trabajar en esta direccción: el respeto al prójimo y el cumplimiento de los preceptos. Así demostraremos que nuestras Tefilot para que venga el Mashiaj no son simples expresiones de deseo, sino que provienen de lo profundo del corazón. La Teshuba es el medio por excelencia para acercar la Gueulá, como escribe el Ramban: "éste será el comienzo de la verdadera Gueulá", cuando volvamos a escuchar la voz de Hashem, alabado sea Su nombre.

http://masuah.org/SHEMOT_f.htm


PERASHAT SHEMOT
“Vamos, actuemos con astucia respecto a él, no sea que se acreciente. Y sería que cuando sucediere guerra se sumaría, también a él, a nuestros adversarios y combatiría contra nosotros y ascendería de la tierra”. (Shemot 1:10)

Los descendientes de Yaacob estaban ahora en Egipto, donde se multiplicaron de una manera extraordinaria. Las mujeres daban a luz sextillizos. Todos los bebes nacían fuertes y sanos. Los egipcios comenzaron a temer ya que ellos presentían una inminente guerra con los habitantes de Kenaán. El faraón al principio defendía a los Yehudim argumentando que si no fuera por su antepasado Yosef, todos estarían muertos, debido a la época de hambre que asoló al mundo. Entonces, los incitadores consiguieron derrocar al monarca hasta que después de tres meses de ausencia ascendió al trono con ideas distintas. El nuevo faraón, inició una política de opresión contra los israelitas, reduciéndolos a la condición de esclavos. Supervisados por crueles capataces, fueron forzados a construir las fortalezas y ciudades de almacenamiento de Pitom y Ramsés, en la frontera de Egipto. Sin embargo, los intentos del faraón por reducir numéricamente la población judía resultaron ineficaces, pues su tasa de natalidad aumentaba decididamente. Tomando una drástica medida, el soberano egipcio ordenó a las parteras hebreas que mataran a los niños varones en el momento de nacer. Pero ellas desobedecieron por temor de Hashem. Entonces el Faraón ordenó que todo varón recién nacido fuera ahogado en el Nilo.

            El Talmud nos relata que el Faraón pidió a sus tres consejeros su opinión acerca de cómo contener la tremenda explosión demográfica del Pueblo Judío; Itró quiso advertir al faraón de los fracasos que habían tenido los reyes anteriores al intentar dañar a los patriarcas del Pueblo Judío. Recordó las plagas que recibieron el rey de Egipto, seguido por Abiméjej cuando intentaron secuestrar a Sará. Además reiteró el favor que Yosef había hecho por Egipto. Cuando vio que sus palabras enfurecían al faraón, temió por su vida y huyó a Midián. Bilám, aconsejó que ahogaran a los bebes en el río. Él argumentaba que Hashem no los castigaría con el agua debido a que Él había hecho un juramento de no volver a destruir a la humanidad con el agua (diluvio). Cuando llegó el turno de Iyob, él permaneció en silencio. Al final, el consejo de Bilám fue aprobado y el decreto se firmó.

Hashem retribuyó a Itró, quien habló bien del Pueblo, tuvo el mérito que sus descendientes fueran miembros del Sanhedrín. Bilám, recibió lo mismo que el pidió para el Pueblo, ya que él aconsejó que los Judíos fueran aniquilados, finalmente fue ajusticiado por ellos mismos. Iyob, que permaneció en silencio, fue castigado con grandes sufrimientos.[i]

Se entiende que Itró fuera premiado y que Bilám fuera castigado. Pero, ¿Por qué motivo fue castigado Iyob? El no habló en contra de los Yehudim. ¡Simplemente se quedó callado! ¿Qué hay de malo en eso? Igual el corazón del Faraón ya estaba envenenado por el odio y celo de sus súbditos, aunque hubiese hablado a favor nada hubiese logrado.

El Rab Itzjak Zeév Soloveitchik explica que aun que él sabía de antemano que el Faraón no le iba a hacer caso, tenía que haber demostrado su desacuerdo, protestando o huyendo como lo hizo Itró. Cuando a una persona le duele algo, grita, cuando se queda callado no demuestra sensibilidad alguna.

Un pequeño niño estaba jugando frente a la casa del Rab Shalom Shwadron. El niño se cayó y se hizo una herida en una de sus rodillas. Al oír el llanto de la criatura, el Rabino salió corriendo, le puso una toalla sobre la herida, y se dio prisa para llevar al pequeño con el médico, que vivía cerca del lugar. Mientras corría, una mujer anciana, al notar su preocupación y aflicción, y pensando que se trataba de uno de los hijos del Rabino, exclamó: “No se preocupe Hashem lo ayudará”. Sucedió que el niño resultó ser nieto de la anciana, y cuando se dio cuenta de la identidad del niño, dándose cuenta que se trataba de su nieto dejo de decir: “No se preocupe” y comenzó a gritar: “¡Mi Meir! ¡Mi Meir! Mientras los vecinos trataban de calmarla….

Todo integrante del Pueblo de Israel debe poseer la sensibilidad para solidarizarse con sus hermanos, tanto en sus penas como en sus alegrías. Si una mano se golpea, todo el cuerpo lo siente, así debería ser nuestro comportamiento con respecto al compañero. ¡Esto es lo que Hashem está esperando de nosotros! Este es el motivo por el cual tuvo que sufrir Iyob, él demostró ser insensible al dolor de sus hermanos, y por consecuencia debió experimentar el dolor en carne propia.[ii]

Sucedió en una oportunidad que un padre y un hijo se presentaron delante de un Rab para que éste realizara un Din Torá sobre una discordia que tenían. El Rab sorprendido de que un padre y un hijo llegaran a ese extremo, escuchó con atención el problema. ¿De qué se trataba? El invierno había comenzado y tenían un sólo abrigo. El padre argumentaba que sufría más el frío que su joven hijo. El Rab le dio la razón al padre y le preguntó al muchacho en qué basaba su argumento. La respuesta fue: "Yo voy a trabajar a la calle desde la mañana temprano hasta altas horas de la noche. El frío es mucho más intenso a la intemperie que en el hogar donde se encuentra mi padre durante todo el día". El Rab también le dio la razón al joven y sin alternativa, les pidió que regresaran al otro día para ver si Hashem lo iluminaba para encontrar una salida. Cuando estuvieron delante del Rab, les dijo: "Lamentablemente, no encontré la respuesta. Sólo les pido ahora que cada uno de ustedes argumente a favor de la otra parte. Quizás de esa forma Hashem me iluminará". Ambos aceptaron y el padre dijo: "¿Acaso un padre puede tener calor con su abrigo sabiendo que su hijo está corriendo en la calle sufriendo el frío? ¡A él le corresponde el abrigo!". El hijo por su parte comentó: "La Torá iguala el respeto al padre con el respeto a Hashem. Mi padre es anciano, ¡a él le corresponde el abrigo! Por otra parte, yo estoy en continuo movimiento y no sufro el frío como mi padre que al ser más anciano no se moviliza". El Rab, conmovido por lo que escuchaba, les pidió que esperaran. Fue hasta su pieza, trajo su propio abrigo y les dijo: "basta de problemas, les regalo mi abrigo con tal que ambos se alegren". El padre se abrazó con su hijo y no tenían palabras para agradecerle al Rab por su gesto. Cuando se retiraban, el padre se animó a preguntarle al Rab: "¿Por qué no se le ocurrió esta solución el primer día en que vinimos a visitarlo? La respuesta del Rab fue: "Realmente lo pensé, pero al ver que cada uno de ustedes decía que el abrigo le pertenecía, yo también me dije: el abrigo es mío ¿por qué debo regalarlo? Pero al ver hoy que cada uno de ustedes quiere al otro más que a sí mismo, me di cuenta de que bien podía pensar en ustedes y regalarles el abrigo". "Como un sólo hombre y con un sólo corazón". © Musarito semanal

“Sólo por la hermandad puedes aceptar sobre ti mismo la Soberanía de Hashem. La llave para ser temeroso de Hashem es la unidad de uno con el otro”.[iii]


[i] Sotá 11a

[ii] Ama a tu prójimo; Rab Zelig Pliskin, pág. 138

[iii] Rabí Moshé de Kobrin
Jag Shavuot, la Fiesta de la Entrega de la Torah

VIVA LA VIDA
Rab Jaim Leib Shmuelevich ztz”l – Sijot Musar

“...seamos inteligentes con ellos...” (Shemot 1
,10)

Dijeron Jazal, en el Talmud, tratado de Sota, hoja 11a, que tres personas estaban dando este consejo: Bilaam, Iov e Itro. Bilaam que habló y dio el consejo, fue asesinado, Iov, que se calló, fue castigado con sufrimientos, pero Itro, que se escapó de allí, tuvo el mérito de tener descendientes que se sentaron en el Beit Hamikdash. Queda claro que el castigo de Bilaam debería ser mayor que el de Iov, ya que Bilaam fue quien dio el consejo para el mal de Israel, en cambio Iov, simplemente se calló. Pero, a la vista, parece ser más duro el castigo para Iov, ya que Bilaam fue muerto con la espada, una muerte practicamente instantánea, con el mínimo sufrimiento, en cambio Iov, fue condenado con amargos sufrimientos, terribles, que una persona normal no podría soportar. ¿Por qué?


Está escrito en la Meguilat Eja (cap.3 vers.39): ¿de qué se queja la persona en vida?, ¿se lamenta por sus pecados?, y Rashi explica en el Talmud (tratado de Kidushin, 80b): Hakadosh Baruj Hu pregunta, ¿por qué se queja la persona de los problemas que le vienen, después de todo el favor que hice con ellos, que les di la vida? Quiere decir, la vida es un regalo tan grande, que frente a ella, todos los sufrimientos que existen en el mundo no son nada!


El rab hagaon Iehuda Leib Jasman ztz”l ejemplifica la comparación con un hombre que ganó un importante sorteo, y en ese momento, en la casa se le rompió un vaso, ¿puede sentir un pequeño sufrimiento en un momento de inmensa alegría? La satisfacción de haber obtenido un gran premio elimina cualquier pequeño sufrimiento que pueda surgir a posteriori. Así, la persona que “siente” lo que significa haber recibido el favor de Hashem de estar viva, no puede entristecerse por cosas insignificantes. La felicidad de estar vivo, para quien entendió su valor, no tiene límites, al punto de no sentir ninguna otra cosa que intente disminuir su satisfacción, hasta los terribles sufrimientos que sufrió Iov, descriptos como imposibles de soportar por una persona, no son comparables con el sentimiento de felicidad que significa seguir viviendo.


Lo mismo dice David Hamelej Halav Hashalom en sus Tehilim (cap.118 vers.18): traeme todos los sufrimientos pero no me saques la vida, aunque sean grandes los sufrimientos, mientras siga con vida, los sufrimientos no me hacen ningún efecto.
La persona que se queja de toda cosa que le suceda, sin sentir lo que significa vivir, y por consiguiente, qué grande es su mérito, también tiene su versículo en los Tehilim del rey David (cap.49 vers.21): el hombre sabe, sabe lo que tiene en su mano (la vida), y como no entiende, se compara con un animal, que vive como un animal que no sabe valorar su vida.


Hay más, la persona que no comprende cuánto vale la vida, puede llegar a echarla a perder, y encontramos en el Midrash que en el momento en que Iaacov Avinu le dice al faraón “pocos y malos fueron los días de mi vida...” Hakadosh Baruj Hu le dice a Iaacov: te salvé de Esav y de Lavan, te devolví a Dina y a Iosef, y ¿todavía te quejás de que tus años fueron pocos y malos? Ahora vas a ver, que por la cantidad de palabras que hay entre “y preguntó el faraón a Iaacov...” hasta “los días de mi vida”, se descontarán de los años de tu vida. En lugar de vivir ciento ochenta años, como vivió su padre Itzjak, vivirás treinta y tres años menos, solamente ciento cuarenta y siete, frente a esas treinta y tres palabras...


Para nosotros, puede ser muy difícil, sino imposible, ponernos en el lugar de Iaacov Avinu, y tener una idea de cuál es su queja sobre su vida, por eso, Jazal nos enseñan que todos los grandes sufrimientos que Iaacov tuvo que soportar, la convivencia con Esav, los veinte años con Lavan, el problema de Dina, el alejamiento de Iosef durante veintidós años, todo está muy por encima de nuestra comprensión, de nuestro análisis, como si alguno de nosotros pudiera decir qué representan mil millones de dólares, ¿podemos imaginar cuánto es o qué hacer con ellos?


Cuando Iaacov se queja y dice “pocos y malos fueron los días de mi vida” es castigado por cada palabra, cada palabra un año de vida, y no de una vida cualquiera sino “un año de vida de Iaacov Avinu”, que no es un año cualquiera, y así pierde nada menos que treinta y tres años de vida, terrible!


Lo peor de la cosa es que ni siquiera dijo treinta y tres palabras, sino que ocho fueron dichas por el faraón y también entraron en la cuenta, ¿por qué? La respuesta la traen los “Baale Hatosafot”, que explican que el faraón, vio a Iaacov “tan viejo”, con los pelos de la cabeza y de la barba tan blancos, por eso le preguntó la edad. Y Iaacov le contesta que los años no fueron tantos, sino que de tan malos que fueron le provocaron semejante envejecimiento, y el Ramban explica también algo parecido. Entonces, la causa de que las palabras del faraón entren también en la cuenta es porque el mismo Iaacov atribuye su aspecto avejentado a los sufrimientos!


En las estrofas de uno de los cantos que se entona en el segundo día de Shavuot, se explica la razón por la cual, los Avot Hakedoshim no merecieron recibir la Tora. Abraham porque dudó de las palabras del Bore Olam cuando le promete heredar la tierra de Israel, diciendo si todavía, a su avanzada edad no tiene hijos, seguramente todo lo heredará Eliezer, Itzjak a causa de Esav, al cual consideró durante mucho tiempo como al justo de los dos hermanos, y Iaacov, porque “habló de más”, no se calló la boca y se quejó de los sufrimientos que tuvo...

No hace falta explicar ahora por qué se considera más grave el castigo a Bilaam que todos los terribles sufrimientos que soportó Iov. Iov, con todo lo que sufrió dice “no me quitaste la vida”, la vida que es el gran tesoro de la Creación. Y a Bilaam qué le queda, cuando ya no le queda la vida...


Hashem se le presenta a Abraham Avinu y le asegura tener reservado para él un gran premio (Bereshit 15,1).


Jazal explican en el Midrash Raba, que Abraham Avinu tenía miedo, y pensaba, Hashem me salvó cuando entré al horno de fuego, y también en la guerra contra todos los reyes, es posible que este pago haya sido por mis preceptos cumplidos, y veo que recibí toda mi recompensa en este mundo, ¿cómo voy a poder tener méritos para heredar el Olam Haba? Entonces, Hakadosh Baruj Hu le dice: no temas, yo estoy para protegerte, todo lo que te hice en este mundo, te lo hice gratis, tu recompensa está guardada, reservada para el mundo venidero.


Estos pensamientos, estos diálogos resultan sorprendentes. ¿Por qué la sospecha de Abraham Avinu de haber recibido el pago en este mundo, si todo lo que hizo tenía un motivo espiritual? Todo lo hizo “leshem shamaim”, sin intereses particulares. La entrada al horno fue una forma de entregar su alma para santificar el Nombre del Bore Olam, y la guerra contra los reyes fue para salvar vidas, sin ningún motivo personal de por medio...


También el hecho de que Hashem le diga que todo lo que le dio es gratis, sin ninguna disminución de su recompensa en el mundo venidero, viene a decir que de no haber sido un pago gratis, hubiera sido realmente un pago en este mundo, sin que le quede nada para el mundo venidero...


Vemos ahora, que aunque sabemos que “el premio por los preceptos no se puede pagar en este mundo” (Kidushin 39b), porque no hay ninguna cosa que valga lo que vale el cumplimiento de un precepto, como dijeron Jazal, que todo el mundo no alcanza para pagar lo que vale un solo precepto, de todas formas, hay una sola cosa en el mundo con la que se pueden pagar preceptos en este mundo, con la VIDA misma, que es lo que Hashem le dio a Abraham Avinu en esas dos ocasiones, y es el regalo más grande y preciado que nos da Hakadosh Baruj Hu.


Estudiamos en el Pirke Avot (4,17): es más linda una hora de “korat ruaj” en el Olam Haba que toda la vida del Olam Haze (y explicaron los jajamim que “korat ruaj” no es una satisfacción palpable, sino que la compararon con lo que siente una persona que pide entrar a un banquete y no se lo permiten, lo dejan parado en la puerta del salón para que disfrute solamente del olor de la comida), y es más linda una hora de arrepentimiento y buenas acciones en este mundo, que toda la vida del mundo venidero.

Por un lado, toda la vida de este mundo, con todos sus placeres, desde que Hashem creó el mundo hasta el fin de las generaciones, no vale ni siquiera lo que es una hora de “korat ruaj” del mundo venidero. Por otra parte, una hora de vida “correcta”, en cuanto a preceptos y buenas acciones, en este mundo, es más linda que toda la vida del venidero.
¿Quién puede explicarnos lo que significa el Olam Haba mejor que Moshe Rabenu? Hakadosh Baruj Hu le dijo: Tu alma reposará al lado mío (bajo el Kise Hakabod). Con todo ese honor, desde luego merecido, Moshe Rabenu nos sorprende y dice: Yo quiero la VIDA (Midrash Raba).


Moshe no desprecia la posibilidad de estar muy cerca del Bore Olam en el Olam Haba, al contrario, quiere estar todavía más cerca. Y sabe que para acercarse más y más al Creador hay un solo camino, la vida de este mundo, con sus preceptos y con sus buenas acciones. Esto lo puede acercar más que la propuesta de Hashem, por eso Moshe se aferra a la vida...


Mencionamos hace algunas semanas, el apegamiento a la vida del Gaon de Vilna, que instantes antes de morir, tomó sus “tzitzit” con las manos y lloró, porque en este mundo, con unas pocas monedas, podía cumplir con tantos preceptos, y, ¿dónde podía encontrar algo parecido en el Olam Haba?


Entendemos, entonces, que la grandeza de la vida, su valor incalculable, que se debe a su proyección hacia el Olam Haba, ya que solamente, utilizando nuestra vida de la forma debida, lograremos acercarnos a Hashem Itbaraj, solamente arrepentimiento y buenas acciones valen más que toda la vida del Olam Haba!


Así vemos, que el miedo de Abraham Avinu, que suponía haber recibido el pago por sus preceptos en este mundo, sin que le quede “resto” para el Olam Haba, se debió a la sospecha de seguir viviendo gracias a los milagros, un milagro que salva la vida sí se podría considerar como pago, ya que el dar la vida a todas las personas es algo que no se puede considerar pago por cumplimiento, ya que así Hashem creó el mundo para dar la vida a las personas para que por medio de los preceptos y las buenas acciones se hagan merecedores del premio en el Olam Haba, y si decimos que la vida es el pago, ¿qué nos queda para el mundo venidero?


Por eso tenemos que diferenciar el dar vida con el “salvar” la vida por medio de milagros. Esto último tiene mucho más valor y se puede considerar como pago por los preceptos y las buenas acciones. A esto le tenía miedo Abraham, y por eso, Hakadosh Baruj Hu necesita aclararle: todos los milagros que te hice en este mundo, gratis te los hice...


Más virtudes tiene este mundo. El primer hombre, Adam Harishon, estaba en el “Gan Eden”, y los ángeles eran sus sirvientes. Este servicio no era suficiente para el hombre. Hakadosh Baruj Hu dice: “no es bueno que el hombre esté solo”.
¿Dónde estaba el hombre? En el Gan Eden, en todo su esplendor e imposible de describir para nosotros, habitantes de este mundo, y además rodeado de ángeles que buscaban complacerlo, y esto todavía “no es bueno”, mientras el hombre siga solo. Jazal nos relatan (Midrash Raba, al final de la perashat Pekude) sobre rabi Shimon ben Jalafta, que no tenía como obtener el sustento para su familia, y ocurrió que en la víspera de Shabat, “bajó” del cielo una piedra preciosa para él. La esposa le dijo: no quiero que tu “mesa” (en el Olam Haba) tenga “faltantes” mientras las mesas de tus compañeros y amigos estén completas, pedí (rezando) que la piedra preciosa vuelva por donde vino.


Rabi Shimon fue a contarle lo sucedido y a preguntarle a “Rebi”, quien le dijo: mirá, andá y decile a tu esposa, que si cuando llegues al Gan Eden a tu mesa le falta algo, yo mismo te daré de mi mesa para que a la tuya no le falte nada!
La esposa le dice a rabi Shimon, ¿cómo va a hacer Rebi para darte parte de su mesa? Está escrito que una persona en el Gan Eden no puede ver en qué lugar está otra persona, y que cada persona justa tiene un “mundo” exclusivo destinado para ella. Cuando rabi Shimon escuchó esto, hizo una plegaria para que la joya vuelva al cielo.


Jazal nos enseñaron, entonces, que en el Olam Haba, cada persona está “sola”, cada uno en su “mundo” propio, por eso, este mundo, el Olam Haze, también es mucho más valioso dado que aquí el hombre no está solo, en sus manos está la posibilidad de asociarse con sus compañeros “en las buenas y en las malas”, en sus alegrías y en sus sufrimientos. Tenemos la posibilidad de “aflojar” la carga de nuestros compañeros, la posibilidad de “entregar” una parte nuestra, algo que en el mundo venidero no se puede hacer...


Leiluy Nishmat León ben Isabel z”l – Rina bat Matilde z”l


AMORES QUE MATAN
 
Y se levantó un nuevo rey en egipto...
que no conocía a Iosef
(Shemot 1,8)
 

Se levantó un nuevo rey, discuten Rav y Shmuel, uno dice que es un rey nuevo (otro rey), y el otro dice que se renovaron sus decretos (el mismo rey con leyes nuevas). Rashi.

Pregunta el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita: ¿cuál es la discusión y que consecuencias nos trae en cuanto a nuestras leyes?
En cuanto a las leyes, contesta el “Torat Jaim”, es importante saber esto cuando una persona vende una casa que fue restaurada, diciendo que es una casa nueva. Si ahora el comprador se queja de haber sido engañado, ya que es una casa restaurada y no nueva, cuando lo que el compró fue una casa nueva, el vendedor tiene en que apoyarse: ya que está escrito sobre el rey de egipto “se levantó un nuevo rey...”, y la intención no es decir que es otro rey sino que es el mismo rey con disposiciones renovadas, con lo que también podemos decir que la casa es nueva, cuando en realidad fue renovada...
Dijo el “Ben Iehoiada”, cuando el pueblo de Israel tenía por delante una guerra, había personas que estaban excentas de presentarse en las filas del ejército. Una de ellas, la persona que había construído una casa nueva y todavía no la había estrenado. Esta persona debía quedarse en su nueva casa y estrenarla, no vaya a ocurrir, lo alenu, que muera en la guerra y otra persona estrene la casa que él construyó...
¿Y qué ocurre aquí si la persona restauró su casa? Discuten rabi Iehuda con los jajamim en el tratado de Sota.
Dice el “Ben Iehoiada”, la discusión tiene su origen en nuestra pregunta. Si el rey es realmente otro rey o si es el mismo rey con nuevas disposiciones. Si decimos que se trata de un rey nuevo, entonces, la persona que reconstruyó su casa deberá salir a la guerra, en cambio si es el mismo rey con nuevas leyes, esta persona deberá quedarse en su casa, que se considera como nueva.
¿Cuál es el origen de esta discusión?
Está escrito en el libro “Likutei Batar Likutei”: el faraón y el pueblo egipcio le deben mucha gratitud a Iosef, que gobernó el país durante ochenta años y le dio gran prosperidad. Cuando muere Iosef, el faraón se vuelve contra los iehudim, se hace antisemita, matando ciento cincuenta bebés iehudim cada mañana y cada noche, y arrojando otros más al mar!!!
Es muy difícil de entender cómo puede comportarse así una persona que tiene una deuda de gratitud, por eso, algunos de los jajamim que explican la Tora, y uno de los Emoraim de la Guemara, sostienen que el versículo se refiere, a la fuerza, a un nuevo faraón que ahora comenzó a gobernar el país.
No puede existir en el mundo una persona tan desagradecida, por eso debe ser un nuevo rey. Sin embargo, el segundo de los Emoraim afirma que se trata del mismo faraón, ¿es posible explicar su comportamiento?
Aparentemente no, pero explican que en el primer comportamiento del faraón no había ningún amor hacia los iehudim. La intención del faraón fue siempre la de exterminar al pueblo de Israel!!!
Al principio, lo intentó por las buenas, los hizo amigos, “vengan, sean parte del pueblo egipcio, nosotros los queremos, acérquense, necesitamos la ayuda de este pueblo tan inteligente...” Así esperaba que el pueblo se desintegre por el camino de la asimilación...
Cuando vio que la cosa no andaba, que sus planes no surtían el efecto esperado, tuvo que cambiar los métodos, nuevas formas de exterminación, usando la fuerza, esto es, el mismo rey pero renovando sus decretos, la misma intención, pero con nuevas estrategias, si no funciona por las buenas, tendrá que funcionar por las malas.
Por eso, continua rabi Shlomo, todo lo que hoy vemos no es nuevo. Vimos los dos métodos del faraón en oriente y occidente. Por un lado, los estados unidos hacen a los iehudim sus amigos, y lograron que el noventa por ciento de la población judía se asimile, un desastre mayor que cualquier guerra o catástrofe. Por otro lado, el estado ruso, tratando de eliminar a los iehudim por la fuerza, con persecusiones y matanzas...
Los dos reyes, o el mismo rey con distintos decretos...
Esh Dat.

El Mahril Diskin pregunta: ¿por qué uno de los Emoraim se desvía de la explicación lineal de la Guemara y busca otro significado?
Y contesta que hilando fino en el lenguaje utilizado: y se levantó un rey nuevo, si la intención del versículo hubiera sido tal cual como está escrito, debería estar escrito y se levantó otro rey, ya que rey nuevo, sugiriendo que así era costumbre en esa época, podría ser un rey que después de haber gobernado en otros países, es nombrado rey ahora en egipto. Pero, como nunca escuchamos sobre una costumbre así, debemos decir que rey nuevo es un rey que nunca gobernó en otro lugar, y sobre él ya dijimos que debería estar escrito otro rey, con lo cual no nos queda otra alternativa, rey nuevo debe ser como explicaron los jajamim, el rey que renovó sus decretos…
*   *   *
El “Keli Iakar” explica este versículo de forma totalmente diferente, no habla de un rey nuevo que no conoce a Iosef. Dice así:
El no conocer a Iosef significa que no sabía lo que había ocurrido con Iosef, la verdadera historia de Iosef…
Los hermanos intentaron de cualquier forma hacerlo desaparecer, anulando lo que sus sueños mostraron. Pero todos sus esfuerzos para eliminar a Iosef fueron en vano, porque la Voluntad de Hashem Itbaraj era engrandecer a Iosef hasta convertirlo en el Rey de todo egipto. Y la Palabra del Bore Olam siempre se cumple!!!
El faraón dijo que había que exterminar a los iehudim para que no se multipliquen, en contra de la Voluntad de Hashem que dijo, que dio Su Bendición, que sí se multipliquen.
Y el faraón pensó miles y miles de formas para hacer cumplir sus palabras, pero no tuvo éxito, de la misma forma que no tuvieron éxito los hermanos de Iosef en su intento de hacerlo desaparecer.
Todo lo que el faraón quiso hacer en contra del aumento poblacional de los iehudim, sirvió para que los iehudim, en lugar de disminuir en número, aumenten más y más, las mismas armas que utilizó para luchar contra el pueblo de Israel, cayeron como espadas sobre su propio pueblo…
Talalei Orot - Shnaim Mikra.

Sabemos que el faraón estaba con miedo al saber que el “Salvador” del pueblo de Israel estaba por nacer. Entonces ordenó a matar a todos los varones que nacieran, iehudim o egipcios, ya que no sabía dónde iría a nacer.
Pero todos los esfuerzos del faraón para que no nazca el Salvador de Israel serían vanos, ya que esto iba en contra de la Voluntad del Bore Olam. Y por eso, no sólo vemos que Moshe Rabenu nació, sino que además fue el propio faraón el que lo hizo crecer y nada menos que en el palacio real. El faraón quería hacer algo contra la Voluntad del Creador, entonces el Creador lo convierte en su propio socio…


Leiluy Nishmat  Alberto Abraham ben Amalia  z"l


POR FIN EN ESPAÑOL Y EN LA WEB B''H LA DICTAMENES SOBRE DIVERSOS TEMAS HALAJICOS SEGUN LA OPINION DE:

MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
 

Yad Ezra                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           V'Shulamit 
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El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.

Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.

Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a. 
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.

Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
En estos momentos el sitio trata exclusivamente temas halájicos, sin embargo, nos proponemos en un futuro cercano extender la temática a la Parashá –porción semanal de la Torá- e incluso otros temas.

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