בס"ד
PERASHAT KI TETZE
Libro Devarim / Deuteronomio (21:10 a 25:17)
Haftará de la Semana:
Yeshayahu / Isaías 54:1-10
( curación completa) de:
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra.Etelvina bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Noemi Ladino O.
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sra. Dora Bat Juana Z''L
comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre.
MAZAL TOV VE SIMAN TOV !!!
YEHOSHUA AHARON BEN AVRAHAM - Barranquilla, Col-
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotá, Barranquilla y Cali, Colombia.
Bogotá:
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Cali:
Fecha | Hora |
Viernes, Agosto 20, 2010 | Encendido de velas a las: 5:58 pm |
Shabat, Agosto 21, 2010 | Shabat concluye: 6:47 pm |
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.
En esta semana la Torá nos cuenta sobre la guerra de los israelitas, el versículo dice: "Cuando salgas a la guerra sobre tus enemigos, y Di-s lo entregara en tus manos…" La Torá nos dice que con solo salir a la guerra, el enemigo caerá vencido, no hay mención de batalla ni lucha será entregado solamente con salir a la guerra.
Esto es especialmente apropiado en este mes de Elul, en el cual encaramos un proceso de teshuva (arrepentimiento) que involucra tomar decisiones para controlar nuestros malos impulsos, doblegar nuestras debilidades. A veces nos preguntamos si tiene sentido salir a está guerra, no creemos posible una victoria, debemos saber lo único que debemos hacer es salir a la guerra, enfrentar nuestros miedos, y batallar contra nuestras debilidades sabiendo que Di-s nos entregara al enemigo en nuestras manos.
Rabino Eli Levy
Resumen de la Perasha
Setenta y cuatro de los 613 preceptos (Mitzvot) de la Torá se encuentran en la sección Ki Tetzé. Estos incluyen las leyes de una cautiva bella, los derechos de herencia del primogénito, el hijo rebelde y descarriado, entierro y dignidad de los muertos, la devolución de un objeto perdido, el envío del ave madre antes de tomar a sus pichones, la responsabilidad de construir un cerco de seguridad en el techo de una casa propia, y las varias formas de kiláim (híbridos prohibidos entre plantas o entre animales).
Esta sección también incluye las leyes de la pureza del campamento militar; la prohibición de entregar un esclavo que se escapó; la obligación de pagar a un trabajador a tiempo y de permitir a cualquier animal o persona que trabajan para uno, "comer mientras trabaja"; la forma correcta de tratar a un deudor y la prohibición de cobrar interés por un préstamo; las leyes de divorcio (de donde son derivadas muchas de las leyes de matrimonio); la pena de 39 latigazos por la trasgresión de una prohibición de la Torá; y los procedimientos de ibum ("matrimonio levirático") de la mujer de un hermano fallecido que no tuvo hijos o jalitzá ("quitado del zapato") en el caso en que el cuñado no desee casarse con ella.
Ki Tetzé concluye con la obligación de recordar "lo que Amalek te hizo en el camino, cuando salían de Egipto"
Comienza la parashá de esta semana refiriéndose a las leyes sobre una mujer cautiva, capturada en una guerra fuera de Canaán. Señala la Torá leyes sobre el comportamiento del hijo rebelde y su castigo.
Se le recuerda al Pueblo de Israel otras leyes y el cumplimiento de ciertas mitzvot y prohibiciones, como ser la prohibición de dejar colgado toda la noche a quien haya sido condenado a muerte en la horca, debiéndose inhumarlo en el mismo día. La mitzvá de devolver a su dueño algún objeto perdido. La mitzvá de levantar a un animal que se ha caído. La prohibición de vestir ropas del sexo opuesto. Las leyes sobre la paloma y sus pichones. La mitzvá de construir una baranda de seguridad alrededor del techo de cada casa. La prohibición de vestir Shaatnez (tela con mezcla de lana y lino). La mitzvá del uso de tzitzit. Las leyes referidas a la falsa acusación de infidelidad, de un esposo contra su esposa, después del compromiso y antes del matrimonio, o si la acusación fuera cierta, y los castigos correspondientes; también las leyes concernientes al caso de adulterio, la violación de una mujer comprometida, los matrimonios permitidos y prohibidos, especialmente con personas de las naciones de Amón y Moab.
Leyes referidas al pecado de prostitución, la prohibición de cobrar intereses a los judíos, como también sobre el cumplimiento de una promesa.
Leyes de divorcio (guet), leyes sobre el recién casado, leyes referidas al secuestro. También nos trae esta parashá leyes sobre las garantías a tomar en caso de préstamo de dinero a otro judío, sobre la obligación del pago del salario a la terminación de un trabajo.
Otras leyes referidas al levirato y a la jalitzá. También las leyes que obligan a comerciar honestamente, no usando balanzas defectuosas, ni engañando al cliente en el peso ni en las medidas.
Por último, se recuerda al Pueblo de Israel las traicioneras acciones de Amalek, debiendo borrar su recuerdo de la faz de la tierra.
Tomado de: Es.chabad.org
Enfoques sobre la Perashá
Cuando olvidar vale la pena
por Rav Moti Maarabi
El mes de Elul, "Tiempo de Misericordia y Perdón" para el pueblo de Israel, asume un significado muy particular no sólo en cuanto a la relación con D-s, como lo indica su nombre, sino también a la de nuestros vínculos con nuestros prójimos.
A lo largo del mes, último del calendario hebreo, debe existir una suerte de "tornar corazones" entre los integrantes del pueblo judío. Así lo entendieron nuestros rabinos, cuando al querer hallar ese símbolo, "leían" en cada letra de las cuatro que componen el nombre Elul en hebreo, un mensaje doble, a saber:
E (equivalente a la letra "alef") = Ish;
L (equivalente a la letra "lámed") = Le-reéu;
U (equivalente a la letra "vav") = U-matanot;
L (equivalente a la letra "lámed") = La-ebioním.
Vale decir: "Cuando cada Hombre (ish) se torne hacia su prójimo (le-reéu), y cuando se dan regalos (matanot) para los indigentes (ebionim)"; así también este mes, significaba con sus letras un caro concepto que anidaba en el sentimiento profundo de nuestros Sabios, insinuando tanto el vínculo con el Creador, como así también para con sus congéneres:
E (equivale a la "alef") = Aní;
L = Le-dodí;
U (equivale a la letra "v"cuando no es vocal) = Ve- dodí;
L = Lí.
Es decir:
"Aní Le-dodí Ve-dodí Lí" - "Yo soy de mi amado y mi amado lo es para mí". El mes propone, el hombre dispone. Y entre ambos, asoma mágicamente en el tiempo nuestra Torá, donde el privilegio de la vida no le es concedido a unos pocos, y construye un puente -vital, atemporal y ético-, entre ese tiempo que nos propone y la sociedad que se predispone a vivir ese momento
con integridad.
Así, accederemos una vez más a través de la presente perashá "Ki Tetsé" - "Cuando salieres", a esos aspectos donde cuidadosamente el texto bíblico nos propone "ganarnos la recompensa" de ser un poco más humanos, por medio del cumplimiento de preceptos que, tal cual lo perfila la Mishná (recopilación de la tradición Oral del pueblo judío, Siglo III de la Era
común), "No se les asigna límites"(es decir, no se nos dice de cuánto deben ser ni de cuánto deben constar; preceptos no cuantitativos).
De este modo, quedarán expuestos en el capítulo 24, y a partir del versículo 19 hasta el 22 (tan sólo cuatro versículos son suficientes, insinuaría la Torá, para comprender la Tsedaká...) los criterios básicos que -en cuanto a los donativos a los pobres- deberemos implementar. La Torá nos habla de: ..."cuando segares tu mies en tu campo, y olvidares alguna gavilla en el campo..." ¿Qué hacer en ese caso?... "No vuelvas para recogerla".
Debo dejarla. No volver tras de mí. Debe quedar allí donde quedó. ¿Para quién? "...será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda...." establece nuestra Torá. Y si prevalece en nosotros la duda, si es que vale la pena obrar de este modo, nos lo aclara el final del versículo: "...para que Te bendiga el Señor, Tu D-s, en toda obra de tus manos". Pero allí no
termina la tarea. Es sólo el comienzo. El otro espacio lo constituye: "...cuando vareares tus olivos... No recogerás las ramas que hayas dejado tras de ti..."
Nuevamente se me indica no retroceder. Nuevamente los beneficiarios serán el "extranjero, el huérfano y la viuda". Y por último, el tercer recinto de productividad tampoco será "presa del olvido": "...cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras de ti".
No debo "volver a buscar". Mi primer intento, meticuloso o no, ya es suficiente. También aquí, el extranjero, el huérfano y la viuda necesitan recorrer la viña. Pero cabe la pregunta: ¿cuál es el objetivo del mandamiento? Podríamos pensar, a priori, en el apoyo material al débil y mendigo. Pero no. No creemos que la finalidad sea precisamente ésa, al menos desde el punto de vista social. ¿Por qué? Nos induce a pensar de este modo, el hecho de la cantidad ínfima que proporcionan la espigadura y la gavilla olvidadas, que no podrán satisfacer las necesidades materiales de estos tres sectores, profunda y sensiblemente carenciados.
Más aún llama la atención, lo fortuito en el cumplimiento de tales preceptos. No sólo eso, creemos que es inaceptable, hacer depender la imprescindible ayuda al menesteroso, de... ¡la casualidad del olvido!
Estamos, eventualmente, ante el único precepto que no depende de la voluntad humana. Y tal vez, la única oportunidad en la cual no hay intención (Cavaná) en el cumplimiento del mismo. (¡Nadie olvidará algo suyo y tan prioritario como el alimento en su propio campo!). Por lo tanto: ¿cuál es el propósito último de esta noble ordenanza? Y nos respondemos: tal vez debemos buscar el propósito de la misma, en la ausencia de intención de ella.
El Sefer HaJinuj (obra referida a los 613 preceptos, donde se explican sus motivos, fundamentos y principales normas. La identidad del autor se desconoce, habiendo quienes la atribuyen a Rabí Aharón HaLeví, sabio Barcelonés del Siglo 12), sugiere que la raíz del precepto encierra la idea de "la educación del individuo, o más bien, la educación de la conciencia del individuo" - "She-ikné bazé Néfesh Tová" - "Para que pueda forjarse un Nefesh (la totalidad de su ser vital), un alma buena y generosa". Es decir, que D-s quiso que el pueblo de Israel, sea ornamentado, adornado (para ser embellecido) con toda virtud, buena y cara, para que posea un "Alma generosa y espíritu dadivoso". ¿Cómo podemos explicarnos todo esto?
Se nos sugiere que hay Acciones -"Guemilut Jasadim"-, o sea, todos aquellos actos que provienen de la Bondad ilimitada. Cuando estas acciones -Jasadim- forman parte de nuestra dinámica espiritual, nuestro Nefesh, nuestra Alma resultaría quedar "Impresionada" por la buena actitud, y así se tornaría cada vez más y más bondadosa, permitiendo al Jesed crecer en nosotros, transformándose de ese modo (el alma) en el receptáculo ideal para la Bendición del Eterno "...Para que Te bendiga el Eterno, Tu D-s, en toda obra de tus manos".
Por tanto, sepamos discernir un criterio básico: los motivos para los preceptos que tienen que ver con lo social, en cuanto a lo equitativo, o mejor dicho, a la equiparación en el plano de las necesidades vitales que hacen a cada ser humano; decíamos, que los preceptos no sólo son ordenados para mejorar la situación de los pobres, sino y fundamentalmente, para
educar a los más pudientes...
Debemos intentar, cada día de cada año, "adquirir una alma bondadosa". No basta con nacer bueno. El Jesed, la bondad, es un atributo que como cada uno de nosotros, debe acompañar nuestro crecimiento físico y moral. No hay casualidades. El olvido que nos plantea la Torá, es activo: ¡No nos olvidemos de que somos humanos! No pretendamos "llenar nuestras almas" recogiendo hasta el último beneficio de nuestro trabajo, pues de esa forma la "estaremos vaciando" de su esencia: la generosidad...
Por eso, tal vez, la Torá nos pide: "¡No te vuelvas para atrás...!"
Retroceder es descender de tu escala espiritual, de ese "Ruaj nedibá", de ese espíritu dadivoso que te habrá de mostrar... ¡cuánto has crecido!
A veces es bueno olvidar. Cuando mi olvido me "permite recordar" cuán humano debo ser, para deberme al pueblo judío, a su Torá y por sobre todo ¡a D-s!
Tomado de: eduplanet.net
ELUL: UN MES MAS...
“... y llorará por su padre y su madre durante un mes...”
(Devarim 21,13)
Treinta días: es el mes de Elul, según el Zohar Hakadosh (en realidad veintinueve, ya que dice “ieraj iamim”, los días de la luna, los días en que la luna da la vuelta a la tierra, que equivale a un mes de nuestro calendario).
¿Y por qué tenemos que decir que treinta días se refiere al mes de Elul si esta perasha se podría decir en cualquier mes del año?, pregunta el rab Miller Shlita en su libro “Shiur Leiom Hashabat”. Y podemos agregar, en el Sifri está escrito: “y llorará por su padre y su madre” no es una metáfora, se refiere a sus verdaderos padres, dice rabi Eliezer. Y rabi Akiva discute con él diciendo que cuando se habla de padre y madre no se habla de otra cosa sino de la idolatría, como trae el versículo en el profeta Irmiahu (cap. 2) donde llama “padre” a las maderas que usan para el culto a la idolatría.
Si queremos decir que la postura de rabi Akiva es correcta, debemos entender por qué hace falta un mes para llorar por el culto pagano...
Intentaremos comprenderlo utilizando la Guemara en el tratado de Julin (hoja 142): Rabi Iaacov y Elisha ben Abuia vieron el mismo hecho cada uno por su lado: un muchacho va a recoger unas crías de pajaritos por el pedido de su padre. Aparte de cumplir con el pedido de su padre (que se encuadra en el precepto de honrar al padre y a la madre), cumple con otro precepto, “Shiluaj Haken” (echar del nido a la madre y recoger los pichones o los huevos). En el camino de regreso a su casa, el niño se cae y muere!!!
Elisha ben Abuia protesta: este muchacho acaba de cumplir dos preceptos: honrar al padre y a la madre y Shiluaj Haken, dos preceptos donde la Tora nos garantiza “larga vida”, ¿por qué, entonces, el hijo muere? Y al no poder contestar esta pregunta, Elisha ben Abuia se apartó del buen camino y “negó” toda su creencia.
Rabi Iaacov se formuló la misma pregunta, pero, también la contestó: “para que se alarguen tus días”, en el mundo donde todo es bueno, por eso, no ve ningún problema en la muerte del hijo. Dijo rabi Iosef, si el “otro” (Elisha ben Abuia) hubiera explicado el versículo de esta forma, no habría pecado...
¿Y por qué el “otro” (así lo llaman a Elisha ben Abuia después de renegar a la Tora, lo alenu) no llegó a la respuesta correcta? Encontramos la contestación en el libro “Oznaim Latora”, que explica el versículo de acuerdo a la Guemara en el tratado de Jaguiga (hoja 15b): “decían sobre él que cuando estaba en el Beit Hamidrash llevaba consigo muchos libros profanos”. Por eso, podemos decir que después de haber leído ideas extrañas en esos libros que no concuerdan con el pensamiento de la Tora, Elisha ben Abuia se sentaba a estudiar Tora, pero su cabeza ya estaba repleta de cosas ajenas a nuestro camino, de ahí que ahora su mente no podía razonar correctamente.
Rabenu Bejaie, en la introducción a la perasha “Maase” resalta la importancia del “estudio de base”, el primer estudio que hace la persona, lo que lo “marca”, y así está escrito en el Mishle de Shlomo Hamelej (cap. 4): Lo primero, lo principal para saber, es “comprar” la sabiduría, y preocuparse en que todas las adquisiciones sean “compras inteligentes”. Es casi imposible traducir el versículo pero la idea implica que si queremos estudiar Tora, si queremos que la Tora sea parte de nuestra vida, tenemos que “fundar”, establecer los fundamentos, formar una base sólida de Tora, como primer paso. Esto es lo que enseño al pueblo de Israel el rey Shlomo: antes de estudiar cualquier otra ciencia, cualquier otro estudio, primero, estudien Tora, la Tora facilitará luego el estudio de cualquier otra sabiduría. Pero, si estudian primero otra cosa, ajena a la Tora, ese estudio “tuerce” nuestros corazones y nos empuja a seguir estudiando otras cosas, sin dejar lugar al ingreso de la Tora, lo alenu.
Al adelantarnos, al estudiar primero y como base principal la Tora, la Tora forma una estructura que permite la entrada de otras ciencias, sin que esas ciencias puedan desvirtuar el eje principal. La Tora permite la entrada pero no les da la fuerza para que puedan anularla (hasta aquí, Rabenu Bejaie).
En el Tehilim (cap. 111): “el principio de la sabiduría, es el temor a Hashem”. La mente humana tiende a mantener una “inercia” inimaginable, cuando fija un camino, una forma de conducirse, es muy difícil cambiarlo, inclusive cuando ese camino está muy equivocado. Y esta tendencia se encuentra en casi todo el mundo, nuestro cerebro no está dispuesto a reconocer que estamos equivocados, e intentamos a toda costa mantener nuestra primera idea.
¿Se puede corregir este defecto que está en casi todos nosotros (para no decir en todos)? Seguro, aunque no es fácil, pero es lo que nos enseña David Hamelej en el versículo que acabamos de escribir: todo pasa por el “temor” al Bore Olam...
Y justamente por esa tendencia de nuestra mente, la Tora enfatiza que la prisionera tendrá que llorar a “sus” creencias durante treinta días.
Su conducta, sus costumbres adquiridas desde la niñez, están “impregnadas” en su mente, y no será fácil borrar la memoria. Esta muchacha, para convertirse en la esposa de un iehudi tiene que hacer desaparecer sus raíces, y para esto son necesarios, por lo menos, treinta días de introspección.
Y, desde luego, esta es la razón por la cual Jazal relaciona este mes del versículo con el mes de Elul, tiempo de reflexión, de revisar “por dentro”. Hakadosh Baruj Hu, nos regaló, con su infinita piedad, en cada año, treinta días para que podamos investigar todas las acciones realizadas (y no realizadas) en el año que pasó. Todo momento de este mes necesitamos volcarlo al esclarecimiento, un estudio que no es sencillo, un estudio meticuloso de nuestras intenciones, para descubrir las verdaderas y las falsas. Y más difícil resulta cuando nos adentramos en nuestras mentes, que siempre buscan la excusa “perfecta” para cualquier acción que no tuvo la intención correcta...
Ahora, este año, en estos días más que en cualquier otro tiempo, calza perfectamente la Mishna del Pirke Avot (cap. 2), donde Jazal nos advierten: el día es corto y hay mucho para trabajar. Esto nos debe despertar, y darle la importancia a estos días, de los cuales ya pasaron unos cuantos, pero no todos...
* * *
En el libro “Tnuat Hamusar” descubrimos las costumbres del rab hagaon Itzjak Blazer ztz”l, en los días del mes de Elul. Su vida “cambiaba” durante el mes de Elul. Los que lo conocían ya no se asombraban del “trabajo” que realizaba cada año, y en especial, de su temor al Bore Olam.
En la época en que vivió en la ciudad de Kuvna, desde el principio del mes hasta el día después de Iom Hakipurim, tenía la costumbre de abandonar su casa e irse a vivir solo a distintos lugares que utilizaba para reflexionar y elevarse. Estos lugares podían ser: la casa de veraneo que la familia tenía en un monte cercano a la ciudad, un Beit Hamidrash en Slavodka, el altillo de la casa del rab Shagra Frank en una ciudad lindante a Kuvna, y otros más... A veces, también se encerraba en uno de los cuartos de su casa.
Durante sus días de balance se apartaba de todo lo relacionado con el mundo material, y no hablaba ninguna palabra ni de temas generales, ni de temas de negocios, solamente hablaba de Tora. Sus alumnos, y gente que lo seguía y a la que le gustaba escucharlo, tenían horarios fijos para estar junto al rab, en los cuales dictaba conferencias que invitaban a la reflexión y al arrepentimiento.
Su costumbre de no hablar palabras que no sean de Tora durante todo el mes de Elul, la conservó durante toda su vida, y por nada del mundo se apartaba de esto. Si sucedía algo que generaba la necesidad de hablar, si no quedaba alternativa, escribía sobre un papel lo que le urgía decir...
Una vez, lo fue a visitar un rab muy importante, de otra ciudad, el tema a considerar era de suma gravedad, pero, de todos modos, el rab escribió: “me puse un límite, y no puedo cambiar...”, y no habló con el rab!!!
Sucedió uno de esos años, que tuvo una hija en el mes de Elul. Rabi Itzjak fue a visitar a su esposa al sanatorio y le dijo solamente: “felicidades”, y, aunque fue a verla muchas veces hasta que la dieron de alta, no habló con su esposa ni una palabra...
En otra ocasión, tuvo que viajar con su esposa, a mediados del mes de Elul, a una ciudad de alemania, para hacer una consulta médica con un especialista. Consiguieron la cita con el conocido profesor, especialista en el tratado de la enfermedad que padecía la esposa. Rabi Itzjak mantuvo su costumbre y no habrió la boca!!! El profesor supuso que el rab era mudo, y con cara de tristeza se dirigió a la rabanit lamentándose por el hecho de la “mala suerte” que tuvo una mujer joven y hermosa de tener que casarse con un hombre viejo y además mudo! El rab, al escuchar semejante disparate, sonrió, pero no contestó nada...
Otro año, el rab estuvo bajo un tratamiento médico que incluía baños en el mar, todos los días. Con este fin, viajó, ese verano, a una ciudad que estaba a orillas del mar Báltico, y el tratamiento se prolongó hasta mediados del mes de Elul, según las indicaciones del doctor. Sabiendo que en el momento de irse, no podría despedirse de las personas conocidas y de quienes colaboraron con él en su estadía, adelantó las despedidas a la víspera del principio del mes...
En sus últimos años de vida, en los que vivió en Ierushalaim, sufrió una dura enfermedad, y, justo en Elul, tuvo que viajar a la ciudad de Viena, en Austria, para someterse a una delicada operación. Rabi Itzjak pensó, que debido a su enfermedad y a la operación que lo esperaba, podría abandonar su costumbre, entonces, antes de salir de Ierushalaim, reunió tres sabios para que le permitan romper su “promesa”. Pero, lo más probable, es que a pesar de tener el permiso, haya guardado su costumbre durante toda su estadía en Viena.
Estando en Viena, lo visitaron numerosos rabanim, acompañados de las personas más importantes de las comunidades de la región, y entre ellos, estaba el rab Ieshaia Firsht, uno de los rabanim más importantes de Europa en esos días, pero rab Itzjak, mantuvo su santa costumbre y contestó sus preguntas con “papelitos”.
En el libro “Ubejen Tzadikim” atestiguan sobre la forma en que rezaba rab Itzjak. Normalmente, durante el mes de Elul, en el rezo de la tarde estaba en el Beit Hamusar de Kuvna, y cuando terminaban los rezos, todos los días, tenían que “secar” el mar de lágrimas que quedaba en el lugar que estuvo parado el rab. Cosas reales, no pretendemos llegar a semejante categoría, pero estamos obligados a aprender de ellos, y sentir un poquito de envidia...
Lekaj Tov.
Leiluy Nishmat Rina bat Matilde (Aleha haShalom)
Tomado de: http://judaismohoy.com/article.php?article_id=1302
¿Tú, qué sabes del amor?
La sección de la Torá denominada Ki Tetzé comienza expresando: “Cuando salieres a la guerra contra tu enemigo y El Eterno, tu Dios, te lo entregare en tu mano y capturares cautivos” (Deuteronomio 21:10).
Los sabios explicaron que refiere a la guerra del individuo que debe entablar permanentemente contra su propio mal instinto. Y al respecto está escrito: El mal instinto se fortifica contra la persona cada día, y si no fuese por la ayuda de Dios, el individuo no podría con él (Talmud, tratado de Kidushín 30).
Es decir, es muy difícil enfrentarse al mal instinto valiéndonos únicamente de nuestras propias fuerzas, se requiere de la ayuda de Dios. Por lo tanto se deduce que lo que se requiere de nosotros es entablar la batalla, dar el primer paso, salir a combatir contra el mal instinto, y una vez que hayamos hecho esto, Dios nos ayudará a derrotar al enemigo. Como está escrito: “Cuando salieres a la guerra contra tu enemigo...”, e inmediatamente a continuación: “y El Eterno, tu Dios, te lo entregare en tu mano y capturares cautivos”. Es decir, tú das el primer paso, y Dios lo entregará en tu mano para que lo sometas a ti y lo utilices para bien. Como está escrito: “Amarás a El Eterno, tu Dios, con todos tus corazones” (Deuteronomio 6:5). Alude a la tentación del corazón al bien, y a la tentación del corazón al mal. Debes someter la inclinación del corazón al mal y servir con ella a Dios al igual que con la tentación al bien (Talmud, Berajot 54). A esto refiere lo que está escrito: “y capturares cautivos”, a tus propias inclinaciones al mal las tomarás cautivas y las someterás a tu voluntad, para que también ellas hagan el bien (véase Fuente de Torá, Torat Moshé).
Un vistazo a la gloria
Luego de este enunciado se enuncian en la sección denominada Ki Tetzé innumerables preceptos. Los mismos poseen incontables misterios encerrados en su interior. Uno de ellos es que conducen a un trabajo espiritual muy elevado que nos ayuda a convertirnos en personas dignas, honestas y generosas. Es decir, individuos que trabajan para someter su mal instinto y subyugarlo al camino del bien.
Encontramos a continuación preceptos del más variado tipo:
“No verás el buey de tu hermano o su oveja que se extraviaron y te desentenderás de ellos; ciertamente se los devolverás a tu hermano” (Deuteronomio 22:1). Aquí es evidente que este precepto conduce a ser bondadoso y hacer el bien.
Además está escrito: “No verás el burro de tu hermano o su buey caídos en el camino y te desentenderás de ellos; ciertamente los pondrás en pie con él” (Deuteronomio 22:1). También aquí es obvio el objetivo de esta sentencia.
Lo mismo ocurre con este precepto: “Si te encuentras con un nido de pájaro en el camino, en cualquier árbol o sobre el suelo, y hay en él pichones o huevos y la madre está empollando sobre los pichones o sobre los huevos, no tomarás a la madre junto con los pichones” (Deuteronomio 22:6). Se ordena ser generosos con la madre para preservar la especie.
Y este otro no es diferente en el aspecto que estamos identificando: “Si construyes una casa nueva, harás una valla en tu techo, para que no viertas sangre en tu casa si se cae una persona del mismo (Deuteronomio 22:8).
Pero más adelante está escrita una serie de preceptos prácticamente incomprensibles a simple vista:
“No sembrarás tu viñedo con una mezcla –kilaim-, para que lo que crezca de la semilla que plantes y lo producido del viñedo no sea prohibido. No ararás con un buey y un burro juntos. No vestirás fibras combinadas, lana y lino juntos. Te harás hebras trenzadas en las cuatro esquinas de tu vestimenta con que te cubres” (Deuteronomio 22:10-12). Uno observa y pregunta asombrado: ¿A qué clase de bondad conducen estos preceptos?
Y más sorprendente se torna el asunto cuando uno contempla lo que está escrito más adelante: “Cuando los hermanos habitan juntos y uno de ellos muere y no tiene hijos, la mujer del difunto no se casará afuera de la familia, con un extraño; su cuñado vendrá a ella y la tomará para sí como esposa, y llevarán a cabo un matrimonio de levirato. Ocurrirá que si ella concibe, el primogénito perpetuará el nombre de su hermano muerto y no sea borrado su nombre de Israel. Pero si el hombre no desea casarse con su cuñada, entonces su cuñada subirá al portal, a los ancianos, y dirá: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». Entonces los ancianos de la ciudad lo convocarán y le hablarán, y él se parará y dirá: «No deseo casarme con ella». Entonces su cuñada se aproximará a él ante los ojos de los ancianos; ella le quitará su zapato del pie y escupirá ante él sobre el suelo; ella responderá y dirá: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano». Entonces su nombre será proclamado en Israel: «¡La casa de aquel cuyo zapato fue quitado!» (Deuteronomio 25:5:10).
¿Qué significa todo esto: que la viuda le quite el zapato al cuñado porque no quiere casarse con ella y escupir ante él? ¿Acaso es esto bondad?
Es verdad que uno puede presentar aquí cuestionamientos, pero sabed lo que enseñó Hilel: “No hagas a tu prójimo lo que odias que te hagan a ti. Esa es toda la Torá, lo demás son explicaciones” (Talmud, tratado de Shabat 31) Quiere decir, que todos los preceptos de la Torá son explicaciones de cómo hacer el bien al prójimo. ¿Y cómo se aplica en todos estos preceptos extraños que hemos enumerado?
“No sembrarás tu viñedo con una mezcla –kilaim-, para que lo que crezca de la semilla que plantes y lo producido del viñedo no sea prohibido”.
Obsérvese que no todas las especies echan la misma raíz ni poseen la misma capacidad de expansión y desarrollo. Hay tipos de plantas que absorben más nutriente e impiden a otras especies nutrirse proporcionalmente y desarrollarse. Pero una misma especie posee fuerzas similares y las plantas pueden crecer juntas sin perjudicarse mutuamente. Se trata de una gran bondad respetar las posibilidades y capacidad de cada especie.
“No ararás con un buey y un burro juntos”. Ocurre que el buey y el burro no poseen la misma fortaleza física, y uno sufriría por causa del otro. Uno se vería limitado e impedido de avanzar, y el otro se vería obligado a forzar la marcha más allá de sus posibilidades naturales. Pero Dios se apiada de todas las criaturas y por eso prohibió arar con dos especies de desigual capacidad, para que no sufran (véase Rabeino Bejaie).
“No vestirás fibras combinadas, lana y lino juntos”.
Este precepto encierra un gran misterio, el de la disputa de Caín y Abel, los primeros hermanos que existieron sobre la faz de la tierra. Uno de ellos presentó una ofrenda de lino y el otro de lana, esta mezcla fue el inicio de las disputas, los pleitos y los asesinatos. Como está escrito: “Adán conoció a su mujer Eva y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un hombre con El Eterno». Y también dio a luz a su hermano Abel. Abel fue pastor de ovejas y Caín fue labrador. Transcurrido cierto tiempo, Caín llevó una ofrenda ante El Eterno del fruto de la tierra; Abel, él también presentó una ofrenda de los primerizos de su rebaño, y de los más selectos. El Eterno accedió a Abel y su ofrenda, mas a Caín y su ofrenda no prestó atención. Esto le causó a Caín gran enojo y se le abatió el rostro. Y El Eterno le dijo a Caín: «¿Por qué estás enojado, y por qué tienes el rostro abatido? Ciertamente, si mejoras, serás perdonado. Pero si no mejoras, el pecado aguarda en la puerta. Su deseo está dirigido hacia ti, pero aun así puedes conquistarlo». Caín habló con su hermano Abel. Y ocurrió que cuando estaban en el campo Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató (Génesis 4:1-8). Esta es la razón de la prohibición de mixturar lana con lino (Midrash Tanjuma)
Te harás hebras trenzadas en las cuatro esquinas de tu vestimenta con que te cubres” (Deuteronomio 22:10-12).
La razón de este precepto es provocar que uno recuerde el vínculo con Dios y Sus preceptos. Como está escrito: “Serán por flecos denominados tzitzit para vosotros, para que lo veáis y recordéis todos los preceptos de El Eterno y los realicéis; y no os desviéis tras vuestros corazones y vuestros ojos, tras los cuales os descarriáis. Para que recordéis y realicéis todos Mis preceptos y seáis santos ante vuestro Dios (Números 15:39-40).
En cada uno de los cuatro extremos de la ropa se colocan estos flecos. Para ello se doblan cuatro hebras y se enhebran por el ojal que se ha abierto en la tela, luego se unen las hebras y se las sostiene igualadas. Se toma una de las mismas para rodear a las demás y se comienza a dar vueltas por sobre las otras. La cantidad de vueltas que se dan con la hebra escogida sobra las otras siete es de 39.
Estas 39 hebras señalan el valor numérico de: El Eterno es Uno. Y También Amor al Eterno.
El Eterno es Uno
Amor al Eterno.
Hemos hallado en todos estos preceptos una relación con la bondad y el amor. Confirmamos por cierto que los preceptos, por más asombrosos que parezcan, conducen a la bondad y el amor.
Antes bien, hemos mencionado también un precepto muy extraño, el hombre que no desea tomar en matrimonio de levirato de la mujer de su hermano muerto, debe atravesar una situación humillante: ella le quitará el zapato y escupirá delante de él. ¿Acaso también esto conduce al amor y a la bondad?
Observemos los pormenores de este precepto y esteremos más cerca de comprender las maravillas de Dios, quien nos entregó la Torá para que mejoremos y nos convirtamos en personas sensibles y bondadosas.
Está escrito: “Cuando los hermanos habitan juntos y uno de ellos muere y no tiene hijos, la mujer del difunto no se casará afuera de la familia, con un extraño; su cuñado vendrá a ella y la tomará para sí como esposa, y llevarán a cabo un matrimonio de levirato. Ocurrirá que si ella concibe, el primogénito perpetuará el nombre de su hermano muerto y no sea borrado su nombre de Israel. Pero si el hombre no desea casarse con su cuñada, entonces su cuñada subirá al portal, a los ancianos, y dirá: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». Entonces los ancianos de la ciudad lo convocarán y le hablarán, y él se parará y dirá: «No deseo casarme con ella». Entonces su cuñada se aproximará a él ante los ojos de los ancianos; ella le quitará su zapato del pie y escupirá ante él sobre el suelo; ella responderá y dirá: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano». Entonces su nombre será proclamado en Israel: «¡La casa de aquel cuyo zapato fue quitado!»” (Deuteronomio 25:5-10).
Esta declaración determina que la mujer cuyo marido ha muerto sin que hayan tenido hijos, y su hermano no desea tomarla por mujer, o si ella no quisiere que él la tome por mujer, quitarle su zapato. De este modo quedará permitida para todo hombre que la desee tomar por esposa.
¿Cómo se debe proceder para cumplir con este requisito apropiadamente?
En un primer paso, los miembros del tribunal deben conocer a ambos individuos, el hombre y la mujer que vienen para realizar el trámite. Deben existir testigos que los conocen. Además es necesario que los miembros del tribunal sepan que el hombre que debía consumar el matrimonio de levirato nació mientras el hermano muerto estaba con vida. Además debe saberse que ambos son adultos, aptos para realizar el procedimiento de la quita del zapato.
Antes del procedimiento de la quita del zapato la viuda debe decir en la Lengua Santa: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». Y el cuñado debe decir: No es mi deseo tomarla.
Luego se realizará el procedimiento de la quita del zapato y ella deberá escupir ante él. Posteriormente ella dirá: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano».
Procedimiento de la quita del zapato
El procedimiento de la quita del zapato se lleva a cabo ante la presencia de tres jueces. A priori se acostumbra que el sabio de la ciudad con dos hombres importantes de la ciudad sean los jueces, y a ellos se agregan dos de los más importantes de la congregación.
Antes de iniciar el procedimiento, los jueces preguntarán a la mujer viuda si comió o bebió el día en curso, pues debe escupir de su propio interior, y no otro producto, como podría ser un resto de alimento que ingirió.
Seguidamente el sabio deberá revisar el zapato para constatar que no haya barro pegado sobre el mismo por dentro, y que esté elaborado apropiadamente. A continuación el sabio ordenará al hombre que se lave bien su pie derecho, y que seque bien su pie. Luego los jueces revisarán que su pie está limpio de toda suciedad.
Tras este paso, el individuo deberá atar el extremo de su pantalón arriba de su muslo. Seguidamente deberá colocarse el zapato en el pie derecho estando descalzo, sin calcetines, y el zapato debe ser de la medida de su pie.
Después de haberse colocado el zapato en el pie derecho debe ingresar los broches en los orificios correspondientes y atar las correas dos veces alrededor de su pierna, debajo de la rodilla. Y debe ingresar las correas en los orificios del zapato, de modo tal que las correas lleguen hasta el revés de su pierna. Asimismo, debe esforzarse en todo lo posible que las correas posean el mismo largo de ambos lados del sus piernas.
También deberá atar las dos correas sobre su pierna por delante, con dos nudos, uno sobre el otro, mediante nudos ajustados, y sobre ellos hará un moño.
Antes de realizar el procedimiento del quitado del zapato, el individuo debe caminar con el zapato con el que se realizará el quitado del zapato una distancia de cuatro codos. Esto debe hacerlo delante de los jueces para que comprueben cuál es su pie diestro. En otras palabras, observarán que no es un individuo zurdo.
El hombre se pondrá de pie cerca del muro, de modo que pueda apoyarse en él. Aunque deberá ser precavido de no apoyarse demasiado, a tal punto de que si se quitare la columna donde está apoyado, él se caería. Pues en ese caso no se consideraría que está de pie.
Los jueces adiestrarán a la viuda para que sepa decir la expresión: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel». Asimismo, la adiestrarán para que sepa decir la expresión: “y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo” sin interrumpir para respirar en medio de la misma. Del mismo modo adiestran al cuñado a decir: “no es mi deseo tomarla”.
Seguidamente le explican detalladamente a ambos lo concerniente al quitado del zapato. Asimismo les informan con este procedimiento ella estará libre de él y permitida para todo hombre. También se les comunica que deberán prestar suma atención y concentrarse en que este procedimiento la liberará a ella de él y estará permitida para todo hombre. En tanto ellos deberán responder: ¡Si! Corroborando que han comprendido.
Una vez que están preparados, le leerán a la viuda el versículo que expresa: «Mi cuñado se niega a establecer un nombre para su hermano en Israel y no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo». La lectura será pausada y lenta, palabra por palabra, para que ella pueda repetir sin equivocarse. Y a continuación le leerán la expresión: «no consintió en llevar a cabo un matrimonio de levirato conmigo», para que la repita en una sola vez, sin respirar entretanto.
El siguiente paso será leerle al cuñado de ella la expresión: «no es mi deseo tomarla», para que la repita.
Tras este paso el individuo se apoyará en la pared, o en una columna, y ajustará el pie en el suelo. Entonces los jueces le advertirán que no ayude a la viuda en el procedimiento del quitado del zapato.
La viuda se acercará al cuñado, y desatará los nudos del zapato con su mano derecha, sin ayuda de su mano izquierda, y después desatará los broches, aferrará el pie con la mano izquierda, y lo alzará del suelo, y hará deslizar el zapato del talón, y después descalzará todo el zapato de su pie con su mano derecha sin la ayuda de su mano izquierda y sin la ayuda del cuñado, no con su mano ni con su pie, y arrojará el zapato al suelo lejos.
Durante la totalidad del procedimiento la viuda deberá estar de pie y encorvada y no podrá sentarse ni arrodillarse.
Una vez finalizado el quitado del zapato, el sabio le dirá que reúna mucha saliva en su boca, y se ponga frente a su cuñado. Le indican que salive en el suelo frente a la cara de él. Los cinco jueces deben observar la saliva cuando sale de su boca hasta que llega ante el cuñado de ella y cae al suelo.
Finalizado este paso, se le lee a ella para que diga en la Lengua Santa: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano». Entonces su nombre será proclamado en Israel: «¡La casa de aquel cuyo zapato fue quitado!»”. Y todos los que están allí de pie responderán y dirán “aquel cuyo zapato fue quitado”. Debe repetirse este párrafo tres veces.
Luego el hombre que atravesó este proceso devolverá el zapato a los jueces, y ellos jueces dirán: “Sea Su voluntad que las Hijas de Israel no lleguen al quitado del zapato ni a tener que casarse con el hermano de su marido fallecido, tras enviudar del primero sin que le haya dejado hijos”. (Véase Maimónides, leyes de jalitzá)
Reflexiones e introspecciones
Tras observar esta síntesis uno pregunta: ¿para qué tanta aflicción y molestias? Después de todo es evidente que ellos no se quieren, ¿hace falta que atraviesen todo este tormento? ¿De qué sirve después de todo?
Esta primera impresión del asunto manifiesta sólo el aspecto exterior. Si ahondamos propiciamente en el tema, observaremos que contiene en su interior la clave del verdadero amor, aquel que perdure y no sea afectado por accidentes circunstanciales.
Ha de saberse que los preceptos que Dios nos concedió son todos justos y rectos. Y este no es una excepción, también posee un objetivo claro y concreto: el amor. Pues así lo habíamos dicho a partir de la cita del sabio Hilel mencionada anteriormente, que todos los preceptos conducen al amor y a la bondad. Por eso, para comprender este asunto tan importante para la vida de un ser humano, observaremos como todo este aparentemente penoso proceso es en realidad un acercamiento a la bondad y al amor.
Para comprenderlo compararemos este proceso con el duelo. En este asunto observaremos las primeras compensaciones opuestas que nos llamarán poderosamente la atención. Las mismas nos permitirán extraer magnificas conclusiones que tal vez modifiquen nuestra forma de observar la realidad.
El misterio del duelo
A quien le falleció un pariente cercano, Dios le ordenó guardar duelo. ¿Cuánto tiempo? Un día. Sin embargo, Moshé estableció que sean siete días y asimismo que sean siete los días de festejo de los recién casados.
En total existen once requisitos que el que está de duelo debe cumplir por prescripción de la Torá el primer día, y por prescripción de los sabios durante siete días: le es prohibido cortarse el cabello, lavar su ropa, bañarse –por placer-, untarse, copular maritalmente, vestir zapatos de cuero, realizar labor, estudiar Torá, enderezar la cama, descubrir su cabeza, saludar. En total once requisitos (Véase Maimónides, Duelo 5:1).
En síntesis, durante el duelo deben respetarse numerosas restricciones. Y aquí uno quizá pregunte: ¿pero acaso no era suficiente con el dolor que cada uno siente por la pérdida del familiar cercano?
La respuesta es terminante: “Evidentemente que no”.
Obsérvese que existen personas que al estar frente al cadáver de uno de sus familiares lloran y demuestran compenetrarse con la pérdida sufrida. Sin embargo a los pocos minutos ya están hablando sobre la herencia, y comienzan a disputar con los demás herederos para ver como repartirla. Otros no ven la hora de salir del funeral porque tienen que volver para atender sus negocios.
¿Qué significa esto? ¿El cadáver de un ser querido frente a sus propios ojos y lo que le importa a este sujeto es ocuparse de sus propios asuntos mundanos? ¿De dónde surge tanta crueldad, tanta indiferencia, tanto egoísmo? ¿Ese era el afecto que sentía por su padre?
Este planteo presentado nos permitirá comprender una base esencial: en la Torá se ordena que cada uno se compenetre con el duelo y demuestre su afecto por su familiar cercano y reflexione sobre ello. Para que esto se lleve a cabo apropiadamente ni siquiera se permite estudiar Torá, algo aparentemente ilógico a simple vista. Pero estudiar Torá está ligado con la alegría, uno se pone contento al haber comprendido algo nuevo, un tema que no podía dilucidar. Este no es momento de alegrarse, es momento de compenetrarse con el ser querido que ha partido. Y la contrapartida es el momento de la boda. Allí debe existir alegría completa. Por eso fueron incluidas aquí ambas leyes, la de los siete días de duelo y la de los siete días de la alegría de los recién casados.
Y no solo eso, sino que para sorpresa de muchos, entre las leyes de duelo Maimónides incluye numerosas leyes de amor al prójimo y expresiones de bondad. Evidentemente que un asunto está estrechamente ligado al otro.
Obsérvese que en el capítulo XIV Maimónides escribe: Es un precepto activo de los sabios visitar a los enfermos, consolar a los que están de duelo, preocuparse de sacar al muerto, preocuparse de hacer ingresar a la novia al palio nupcial, acompañar a los huéspedes que uno invitó cuando se retiran, ocuparse de todo lo necesario para el entierro, trasladar el féretro los hombros, marchar delante del mismo, disertar sobre el finado, cavar y enterrar. Asimismo alegrar al novio y a la novia y ayudarlos en todo lo que necesitaren. Estos son los actos de bondad que son ilimitados. Y aunque sea que todos estos son preceptos de los sabios, están incluidos en la regla de la Torá que indica: “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18). Es decir, todos los asuntos que tú deseas que otros te hicieren a ti, hazlos tú a tu hermano que está contigo en la Torá y los preceptos (Maimónides, Duelo 14:1).
¿Qué hace el dolor al lado de la alegría? ¿Por qué se mezclan de este modo ambos temas?
Enseña algo magnífico, el amor verdadero no es el amor efímero causado por la belleza física, o una atracción del momento. Pues esa belleza que hoy contempláis, un día desaparecerá, ¿y entonces dejaréis de amar a vuestra pareja? ¿Qué haréis con todos vuestros hijos que habéis traído al mundo? ¿Qué será del hogar que habéis construido con tanto esfuerzo? ¿Habéis de perderlo todo porque el aspecto físico de tu pareja ya no te atrae? ¿No crees que el amor debe estar por encima de estas efímeras pequeñeces?
Considerad lo que los sabios nos han enseñado: “todo amor que depende de un factor determinado, cuando ese factor desaparece, el amor desaparece. Pero aquel amor que no depende de un factor determinado, no desaparece jamás” (Mishná, tratado de Avot 5:16).
Este tipo de amor aquí descrito no sobreviene por ninguna atracción física ni intelectual, sino tras un trabajo. Uno elige a su amigo, o a su pareja porque aprecia que se trata de una buena persona y le cae bien. A partir de ese momento comienza a cultivar el amor entre ambos.
Ahora bien, ¿cómo se consigue este tipo de amor? Habéis de procurar otorgar a tu prójimo de lo tuyo, compartir con él para ganarte su estima, tal como lo enseñaron los sabios: “Adquiere para ti un compañero” (Mishná, tratado de Avot 5:6). Es decir, comparte con él, conversa con él, estudia con él, come con él, e incluso, invierte dinero por él (véase Bartenura).
En pocas palabras el amor debe construirse paso a paso, uno debe prepararse para amar con amor eterno e indestructible. Y eso se consigue con trabajo y esfuerzo.
Para tomar conciencia de cómo actuar apropiadamente, hemos de recordar lo que el sabio Hilel dijo: “No hagas a tu prójimo lo que odias que te hagan a ti. Esa es toda la Torá, lo demás son explicaciones”. Es decir, el estudio de todos los preceptos de la Torá conducen a la comprensión del amor, y el cumplimiento de esos preceptos, llevan a amar en la practica.
Cuando uno más uno es uno
Ahora bien, además de aprender como debe amarse correctamente, lo que hemos mencionado debe conllevarnos a considerar otros asuntos relacionados con este tema. Tal el caso del duelo, el cual es un ejemplo práctico de amor imperecedero. Uno estudia todo lo que deberá hacer en caso de perder un familiar cercano y se preparará para ello. Si le tocare atravesar esa situación, él sabrá lo que tiene que hacer. El cumplimiento del precepto de duelo le hará dejar de lado todos sus asuntos comerciales, sus reuniones con sus amistades, incluso hará a un lado el saludo durante ese tiempo. Pensará: ahora hay algo más importante que todo eso, compenetrarme con la pérdida de mi querido padre al que tanto amé y tanto me dio en la infancia.
Uno en esos momentos, al haberse sacado de encima todos los estorbos mundanos, podrá reflexionar y recordar: él se levantaba todos los días a las cinco de la mañana para traer el sustento a casa y mantenerme, para pagar mis estudios, para educarme mandándome a un colegio de primer nivel. Cuando volvía, agotado, se acercaba y me preguntaba cómo me había ido en el colegio, en el torneo de judo, en la reunión que organizaba el instituto. Siempre estaba pendiente de lo que me ocurriese. Todo lo que soy se lo debo a él.
Sin embargo, si uno prosiguiere con su rutina, es muy difícil que pueda reflexionar y mantener vivo el amor con la otra incluso después de su muerte.
El amor y el dolor marcados por un zapato
Ahora que hemos apreciado este fenómeno, retomemos el tema que nos trajo hasta aquí para relacionarlo: el precepto del quitado del zapato.
Observad ciertas curiosidades maravillosas:
Está escrito: “Entonces su cuñada se aproximará a él ante los ojos de los ancianos; ella le quitará su zapato del pie y escupirá ante él sobre el suelo; ella responderá y dirá: «Así se hace con el hombre que no ha de construir la casa de su hermano»”.
“No ha de construir la casa de su hermano” en el original hebreo está escrito así.
Observamos que las iniciales de estas palabras forman el concepto:
Las letras Yud y Alef su valor numérico es igual a 11, y “evel” significa duelo.
Es decir, se alude aquí a las 11 restricciones ordenadas en la Torá para el individuo que está de duelo.
Además, obsérvese que la palabra “no” de la expresión “no ha de construir la casa de su hermano” posee un significado especial:
El valor numérico de “no” más las dos letras que constituyen la palabra, arrojan un valor igual a 33. el mismo que “evel”, que significa “duelo”.
Apreciamos que el valor numérico de “lo” que significa “no” es 31. le sumamos las dos letras que integran la palabra y resulta:
31 + 2 = 33
Ahora veamos el valor numérico de “evel” que significa “duelo”:
Con esta conjetura, en vez de “no ha de construir la casa de su hermano” resultaría que “duelo ha de construir la casa de su hermano”.
¿Es evidente la enseñanza que surge de aquí verdad?
El erudito Rokeaj lo confirma:
Está escrito: “Entonces su cuñada se aproximará a él ante los ojos de los ancianos; ella le quitará su zapato del pie”. Indica esto es así para que él se vea como que está de duelo, pues no perpetua el nombre de su hermano. Y a continuación está escrito: “y escupirá ante él sobre el suelo”. La saliva debe ser vista por los ojos, indicando que no establece la simiente de su hermano mediante su semen, que se asemeja a la saliva.
Resulta que si el cuñado construyere la casa de su hermano que murió sin hijos, lo hará vivir, realizará una gran bondad con él. Pero si se rehúsa, provocará que se despierte el dolor por su desaparición. Hará que haya duelo por la pérdida irreparable del hermano. Y para que el cuñado lo sepa, la cuñada arroja ante él su saliva, simbolizando su semen que debería haber ingresado al organismo de ella para procrear, y levantar simiente al nombre de su hermano, y en cambio este es rechazado, y también le quita el zapato, el signo de inicio del duelo.
Apreciamos que también este precepto conduce a la bondad y al amor. Cuando uno se compenetra con los preceptos, y comprende su razón intrínseca, alcanza mayor sabiduría y capacidad para amar, para recibir y dar amor. Para asociarse a lo que el sabio Hilel declaró la base de toda la Torá: “No hagas a tu prójimo lo que odias que te hagan a ti. Esa es toda la Torá, lo demás son explicaciones”.
Y si comprendiereis este concepto adecuadamente, estaréis en condiciones de rectificar el mundo. Como se indica en nuestra sección, a continuación del precepto del quitado del zapato.
Camino al éxito eterno
Observad, desde este tema que hemos abordado hasta la finalización de la sección hay solamente nueve versículos. Los mismos revelan: “Si pelean hombre entre sí, uno con el otro, y la mujer de uno de ellos se acerca para rescatar a su marido de la mano del que lo está golpeando, y ella extiende su mano y lo toma de su parte avergonzante, le cortarás la mano, es decir, la mujer pagará un suma determinada; tu ojo no mostrará compasión.
No tendrás en tu bolsa un peso y un peso, uno grande y uno pequeño. Y no tendrás en tu casa una medida y una medida, una grande y una pequeña. Un peso completo y correcto tendrás, una medida completa y correcta tendrás, para que se prolonguen tus días en la Tierra que te da El Eterno, tu Dios. Pues una abominación contra El Eterno, tu Dios, son todos los que hacen esto, todos los que actúan corruptamente.
Recuerda lo que te hizo Amalek, en el camino, cuando salían de Egipto, que te acometió en el camino y atacó a aquéllos de vosotros que iban atrás, a todos los débiles de la retaguardia, cuando estabas desfalleciente y exhausto, y no temió a Dios. Ocurrirá que cuando El Eterno, tu Dios, te dé descanso de todos tus enemigos que te rodean en la Tierra que te da como herencia El Eterno, tu Dios, para poseerla, borrarás la memoria de Amalek de bajo de los Cielos, ¡no te olvidarás!” (Deuteronomio 25:11-19)
Observamos que está escrito el asunto del quitado del zapato por parte de la cuñada del hermano que se negó a levantar simiente por su hermano muerto, que falleció sin hijos, y seguidamente: “Si pelean hombre entre sí, uno con el otro....”. Esta secuencia revela que llevar a cabo el proceso del quitado del zapato, despertará riñas (Baal Haturim). Pero si levanta simiente, el dolor y las angustias serán quitados y habrá amor y paz.
A posteriori está escrito lo referente a la rectitud en los pesos. Indica que la persona debe ser recta y honorable. Fiel y confiable. Debe alejarse de la corrupción y apegarse a la verdad y la rectitud. De este modo obtendrá una rectificación plena, será una persona honrada y bondadosa, que respeta a las demás personas y es respetado por los otros.
Una vez que esto haya acontecido, uno se habrá convertido en una persona justa y bondadosa, y habrá contagiado a otras personas a seguir su ejemplo. Cuando se propague esta enseñanza, ya no quedará más que aguardar la llegada del Mesías para que exista la paz y la alegría definitivas, la dicha y la felicidad eterna, un mundo lleno de amor y bienestar. Por eso se finaliza la sección con el asunto de Amalek: “Recuerda lo que te hizo Amalek..., borrarás la memoria de Amalek de bajo de los Cielos, ¡no te olvidarás!”. Cuando sea borrada la memoria de Amalek debajo de los Cielos significa que el mundo ha sido rectificado. Entonces Su trono será completado y Su nombre estará íntegro. “En ese día Él será uno y Su nombre uno”.
Esta secuencia que surge de nuestra sección fue respetada por Maimónides en su enciclopedia legal. Pues él acaba su obra abordando el asunto del duelo, incluyendo todo lo que habíamos enunciado anteriormente, y a continuación enuncia las leyes de los reyes, donde describe la era mesiánica y enumera las leyes pertinentes. Es decir, estudiar y cumplir los preceptos nos conduce al amor y la bondad y a ser personas rectas, y esa práctica nos transportará a la felicidad absoluta de la era mesiánica.
Tomado de: http://www.judaismovirtual.com/parasha_numerologia/ki_tetze.php
ice nuestra parasháh (Devarím -Deuteronomio- 22:4): "No verás el burro de tu hermano o su toro caídos en el camino y los eludirás; levántalos con él". La referencia inmediata es a alguien que transporta sus mercaderías a lomo de animales; si un animal cae, el peso de la carga le impedirá levantarse por sí solo, al menos hasta que le hayan liberado de ella. De tal modo, "levantarlos" implica comenzar por desmontar de sobre ellos el peso que les aplasta; y una vez erguidos, si fuera del caso, su carga deberá ser acomodada nuevamente sobre ellos, para que el cometido de su viaje pueda cumplirse exitosamente aún. Y se desprenden de esta mitsváh varias enseñanzas importantes para cada uno de nosotros.
Muchos de los exégetas de la Toráh advierten que el primer objetivo práctico de esta mitsváh es evitar el sufrimiento de los animales; el segundo, es ahorrar a "tu hermano" las pérdidas materiales que este accidente le podría provocar.
Pero hay una condición ineludible para la mitsváh: "con él", advierte el final del verso de modo contundente. Quien acaba de sufrir un accidente en el cual uno de sus animales cayó bajo el peso de su carga, y no se puede incorporar otra vez por sus propios medios, está atrapado en ese punto del camino: no puede continuar viaje hasta donde se propuso llegar, hasta tanto haya reparado la situación, o haya dado a la carga y al animal por perdidos (sálvenos Hashém de ello). Quien se halla en semejante situación, es como si él mismo hubiera caído, puesto que los efectos de la caída de su animal se reflejan en su propio estancamiento, en su propia imposibilidad de moverse.
"Con él", dice la Toráh que debes ayudar a su animal, y desprender de sobre él la carga que le inmoviliza, y asistirle para que vuelva a estar en pie. Con él, con el hombre que ha caído, mano a mano. Porque la ayuda que brindes al caído, sólo tendrá sentido si él se quiere levantar, si está decidido a aceptar tu ayuda y tu guía. Y es vano todo esfuerzo empeñado en levantar a quien no decide levantarse y enmendar la situación a cualquier precio.
"Tu hermano" se dice, en el lenguaje sagrado de la Toráh, "Ajíja" (alef-jet-iod-kaf), cuyo valor numérico es 39: el número de los patrones (o tipos) de labor requeridos para la construcción del Templo (de los que se desprenden los 39 tipos de labor de que nos abstenemos en Shabát). Treinta y nueve es, también, el valor de la palabra "tal" (tet-lamed)="rocío", que simboliza la cualidad vivificante de la Toráh, cuyo estudio atrae el fluido sagrado hacia nosotros.
A partir de aquí, podemos hacer una nueva lectura de nuestra mitsváh. El burro u el toro que hallas caído en el camino, pertenece al "39": al proceso de construcción sagrada de la GueUláh, y a ese "rocío" -fuerza que vivifica y da vigor-, que llega hasta tí por los canales que abre tu estudio de Toráh. Mas, ¿de qué clase de toro y de qué clase de burro se servirá este "39" para trasladar su "mercancía"?
La GueUláh -la última y completa Redención- llegará a nosotros, según nos ha sido legado, por vía de dos "Meshijím" (plural de Mashíaj); uno descendiente de Ioséf -José-, y el otro, descendiente de David. Hallamos en la Toráh que el toro representa a la descendencia de Ioséf (ver Bereshít -Génesis- 49 y Rash"i allí en el verso 6; Rashbá"m sobre Bamidbár -Números- 2:2; Siftéi Cohén sobre Devarím -Deuteronomio- 22:10, y otros), en tanto el burro representa al mashíaj hijo de David, "pobre y que monta sobre un burro" (Zejariáh -Zacarías- 9:9). De este modo, podemos volver a leer nuestro verso, y hallar que dice: Si hallas que la Luz sagrada y la labor de construcción de la GueUláh se hallan caídos, no los "eludas" (no sientas que no es tu responsabilidad, ni confíes en que ya vendrán otros tras de tí, menos "ocupados" o "apurados" que tú, y pondrán de su energía y de su tiempo para destrabar el proceso de la Redención); sino que "levántalos con él". ¿"Con él"?: ¡Tomando fuerza precisamente de la Luz de la Toráh y del proceso de construcción del Templo (del centro sagrado de tí mismo), levanta, yergue, haz revivir el camino del Mashíaj ben-Ioséf y del Mashíaj ben-David que caminan hacia nosotros!.
En el original de la Toráh, la expresión cuyo sentido hemos traducido por "levántalo" está dicha de modo doble: "hakém takím" (hei-kof-mem tav-kof-iod-mem), que significa literalmente "erguir erguirás" o "levantar levantarás". El valor numérico de ambas palabras juntas es 695, número cuya expresión más sencilla da por resultado la palabra "tirtséh" (tav-reish-tsadik-hei)="desearás" o "querrás". La actividad del Mashíaj y la apertura de cada etapa de su camino hacia nosotros toma fuerza de nuestro "deseo", de nuestro anhelo profundo y urgente de GueUláh, de nuestra voluntad de Verdad libre ya de la mentira, de nuestro compromiso con el Shalóm más absoluto y completo, que sólo puede nacer de la Revelación completa y la abducción final de toda oscuridad.
El significado profundo y trascendente de la acción de "levantar" física y/o espiritualmente al hermano caído aparece claramente reflejado en la expresión "iatsár neshamáh" (iod-tsadik-reish nun-shin-mem-hei)= "formó un alma", cuyo valor numérico es también 695. Rescatar a un alma que ha caído, atraer luz hacia el alma sagrada que se ha sumido en la oscuridad (ver al respecto Matók MiDvásh #44 sobre nuestra misma parasháh), equivale a dar o devolver la forma superior que dicha alma es capaz de alcanzar, a través de la enmienda de su conexión con la Luz de la Toráh; y quien tal hace, es considerado "socio" de Hashém en la creación del rescatado (ver Bereshít Rabá 39:14 y Rash"i sobre Bereshít 12:5), al punto que "mekaiém Toráh" (mem-kof-iod-iod-mem tav-vav-reish-hei)= "da existencia a la Toráh", cuyo valor numérico 811 equivale a la expresión completa "levantar levantarás con él". Un pequeño paso más adelante hallamos el valor de lo que hemos hecho al levantar al "burro de tu hermano o a su toro", expresión que en su original en la Toráh tiene valor numérico 812, igual que "mekaiém brit" (mem-kof-iod-iod-mem bet-reish-iod-tav)="da existencia al Pacto".
Esta mitsváh se proyecta también al interior de cada uno, y viene a enseñarnos que, cuando veas que "tu hermano" -ese "treintaynueve" tuyo que equivale también a "Hashém Ejád"="Hashém es Uno" en el núcleo mismo de la chispa sagrada que te da vida- está caído, cuando notes que te falta alegría y por consiguiente voluntad, y que la oscuridad se cierne sobre tu vida; cuando sientas que la vida te pesa demasiado y no progresas hacia la felicidad de Shalóm pleno que anhelas... entonces, más que nunca, es el momento de resolver la situación del único modo en que es posible, y que para descubrirlo has llegado hasta aquí: "con él", con la fuerza de la Toráh y de las mitsvót, con la certeza de que el Creador Uno supervisa y conduce la realidad y sólo de El puedes aspirar a recibir la más completa redención.
Con él, "levantar levantarás": como hemos visto ya, comenzarás por desear profundamente liberarte de toda esta oscuridad y de todo este sufrimiento, y volcarás tu deseo hacia El; y aferrarás al "jamór ajíja"="el burro de tu hermano" cuyo valor numérico 293 equivale a "zikarón" (zain-iod-kaf-reish-vav-nun), que es la memoria hebrea cuya evocación activa el presente, y lo levantarás; y levantarás también a "shoró"="su toro", cuyo valor 512 equivale al de "dvekút" (dalet-bet-kof-vav-tav) que refiere a apegarte al Creador; y entonces, con ambos aspectos del Mashíaj erguidos y celosamente activos, estarás obteniendo la nueva y perfecta forma de tu alma (como hemos visto que "levantar levantarás" equivale a "formó un alma"), y estarás dando existencia a la Toráh en el mundo porque el "burro" y el "toro" que has recuperado son la acción del Pacto sagrado que ha revivido en tu alma, que se solaza feliz por fin, en la fe plena y verdadera, en la senda diseñada para tí dentro del vasto camino de la GueUláh que recorremos en conjunto.
Sea Voluntad de Hashém que sepamos despertar a tiempo, cada uno y todos juntos; que hurguemos en nuestro interior en pos de ese "hermano" de Luz que nos pesa dentro y nos oprime porque está caído; y que evocando la memoria sagrada, aferrándonos al Creador Uno y a la verdad de Su Toráh, anhelando desde los pliegues más íntimos del alma Luz plena y redención de todo mal, arribemos a la Teshuváh. Y siendo que ésta tiene por ingredientes fundamentales la "Emunáh" (Alef-mem-vav-nun-hei)="fe" y el apego a la Ley de la "Toráh" (tav-vav-reish-hei) -¿será por ello que ambas palabras sumadas dan el valor de la palabra "teshuváh"?-, sepamos profundizar en ellas y contagiarlas con amor solidario por doquier, atrayendo así, cada vez "más todos" y cada vez más juntos, la GueUláh completa, muy pronto, en estos días en que el dolor no podrá borrarnos la sonrisa, Amén.
con brajót,
Rab daniEl I. Ginerman
Editor
Todo quien cumple una mitsváh, recibe bien y una más larga vida, y hereda la tierra.
Todo quien no cumple siquiera una mitsváh, quien no actúa bien de modo relevante para la Toráh en ningún aspecto y ninguna oportunidad, no recibe bien, ni se prolongan sus días, ni recibe en heredad la tierra.
Todo quien "está en" la Toráh y la Mishnáh (la primera parte del Talmud) y el Dérej-Erets (el "camino de la tierra", el modo correcto de conducirse entre los hombres), no es presto para pecar; como está dicho (Kohelet -Eclesiastés- 4): "Y el hilo triple" (trenzado) "no se cortará rápidamente".
Con tal sencillez explican nuestros sabios (Talmud Bablí, Tratado de Kidushín, cap. I, Mishnáh 10), las herramientas disponibles a nuestras manos para asegurarnos la fidelidad al bien y a la Verdad. Y con tal sencillez nos explican el valor de una mitsváh, de una acción correcta de acuerdo a la Ley de la Toráh
Detengámonos únicamente en el valor de una acción de bien. Quien la comete: "recibe bien" (ésto es: se abren los caminos del crecimiento y el progreso espiritual y material ante él, y recibe un trato piadoso de parte de la Ley), "una más larga vida" (una mayor oportunidad para avanzar, y también para disfrutar del bien, porque "para tí ha sido creado el mundo", y "hereda la tierra": se le acredita abundancia material de propio derecho, de modo que pueda ser vehículo hábil para el ejercicio del bien sobre la Tierra.
Dicho lo cual, las profundas y vitales implicancias de todo ésto quedan al análisis íntimo de cada uno, al balance de la propia acción: al trabajo que nos toca a todos hacer en este mes de Elúl, para que el próximo año celebremos juntos la oportunidad de Redención.http://eduplanet.net/mod/forum/discuss.php?d=2635
MES DE TESHUVA
Las Letras de "Teshuvá"
El "Admur Hazaquén" -autor del Tania y el Shulján Aruj Harav-, Rabí Shneur Zalman de Liadí (1745-1813), había relatado a su nieto -Rabí Menajem Mendel de Lubavich, conocido como el Tzémaj Tzédek (1789-1866)- lo que había aprendido de su maestro, Rabí Dovber, el Maguid -predicador- de Mezritch (¿ - 1772), respeto de la importancia y alto valor de la Teshuvá -el retorno a Di-s por medio del arrepentimiento- Sus palabras estaban basadas en el versículo bíblico que dice "y retornarás hasta Di-s tu Señor" (Deuteronomio 4:30) e implicaban que el ser humano debía meditar acerca de este retorno, y este pensamiento debe lograr que "Di-s" sea "tu Señor". Para ampliar un poco este concepto, debemos recurrir a las enseñanzas del jasidismo. Y éstas nos enseñan que el mundo puede estar regido de acuerdo a dos sistemas: el sobrenatural o milagroso, es decir aquel estado en el que se percibe la mano Divina sobre todo, en vista de Su enfoque es el equivalente de "Di-s" -'Havaié'- sobre el que nuestros Sabios explican su significado de la siguiente manera: "Haiá, hové, veihié, keejad"- Fue, es, y será, todo en un instante -superior a las limitaciones Tiempo-Espacio, el Eterno. El otro sistema, también Divino, se expresa en el Nombre "Señor" o "Elokim" cuyo valor numérico (86) es igual al de la palabra "Hatéba" -'la naturaleza' (86). Y ese es el significado intrínseco que emana del versículo bíblico mencionado. 'Tu regreso a Di-s debe ser tal, que tu naturaleza sea percepción de lo supranatural'. Que Di-s (Havaié) sea tu Señor (Elokeja). Vake decir que la Teshuvá implica un grado de unión tal en el que se fusionan el hombre y la naturaleza que lo circunda, con la Divinidad más expresada. Todos los alumnos y discípulos de Rabí Dovber de Mezritch sinitieron, al oir semejantes palabras, una excelsa elevación espiritual. Rabí Meshulman Zushe de Anípoli, uno de sus alumnos más destacados, dijo después: -Este nivel de Teshuvá es tan alto y difícil de lograr, que he de dividirlo en partes. La palabra "Teshuvá" es, a su vez, iniciales de :
T-"Tamim tihié im HaShem Elokeja" (Deuteronomio 18:13)- 'integro serás con Di-s tu Señor'.
SH-"Shivití HaShem lenegdí tamid" (Salmos 16:8) - 'Tuve presente ante mí a Di-s, siempre'.
U-"Veahavtá lerreaj camoja" (Levítico 19:18) - 'Y amarás a tu prójimo como a ti mismo'.
V-"Bejól drajéja daéhu" (Proverbios 3:6) -'Conócelo (a Di-s) en todos tus senderos'.
A -"Hatznéa léjet im HaShem Elokeja" (Mijá 6:8) - 'condúcete discretamente con Di-s tu Señor'.
Cuando Rabí Shalom Dovber de Lubavitch (1860 - 1920) - el nieto de Rabí Menajem Mendel- repitió estas palabras a oídos de su hijo, Rabí Iosef Itzjak Schneersohn (1880 - 1950), el anterior Rebe de Jabad-Lubavitch, agregó su propio comentario. "La palabra teshuvá está compuesta de 5 letras. Cada una de ellas insinúa un camino y un enfoque específico de la Teshuvá". Luego de que el Rabí lo explicara in extenso concluyó diciendo que cada uno de los niveles de "teshuvá" puede ser alcanzado por medio de la concentración en la plegaria diaria. Someramente, su explicación de cada una de las letras fue la siguiente:
T Tamim tihié im HaShem Elokeja -'íntegro serás con Di-s tu Señor'- lograr el retorno a Di-s por medio de la simplicidad del corazón, la integridad sin concesiones con una seriedad interna. Como fuera dicho acerca de nuestro primer Patriarca, Abraham: "Y hallaste su corazón fiel ante Ti" (Nejemia 9:8).
SH Shivití HaShem lenegdí tamid 'Tuve presente ante mí a Di-s, siempre'- Este Nombre de Di-s (Havaié) señala la existencia del mundo creado como 'algo de la nada' (creatio ex nihilo). Vale decir que nada posee autoexistencia independiente sino que todo emana del hecho de que Di-s lo crea constantemente y le da vida a cada instante. Un pensamiento en este sentido conduce a la Teshuvá, en cuanto el hombre medita acerca de su pequeñez y la grandeza Divina, y cómo todo lo existente es parte de lo Divino.
U Veahavtá lerreajá camoja - 'Y amarás a tu prójimo como a ti mismo'- Rabí Shneur Zalman solía decir que el amor al prójimo judío es un vehículo y medio de lograr el "Amarás a Di-s, tu Señor" (Deuteronomio 6:5). Tal como nuestros Sabios lo expresaran en la Mishná (Pirkei Avot III:10): "Todo aquel que es tomado con complacencia por sus semejantes, también es tomado así por el Creador".
V Bejol drajéja daéhu - 'Conócelo (a Di-s) en todos tus senderos'- el hombre que medita con atención y observa lo que acontece a su alrededor, descubre y reconoce la revelación de Di-s en cada instante y cada paso. Ese es el tipo de Teshuvá al que se arriba por medio de la meditación en la Providencia Divina - Hashgajá Pratit-.
A Hatznéa léjet im HaShem Elokeja - 'Condúcete discretamente con Di-s tu Señor'- ello significa ser muy cuidadoso en todo lo que respecta a la vivencia de acuerdo al Temor a Di-s. Que todas las buenas obras y el cumplimiento de los preceptos en la forma más brillante tengan por meta sólo cumplir con la Voluntad Divina, discretamente, a fin de que no existan intenciones secundarias, ni siquiera la de lograr el beneplácito de sus congéneres. Ese es el camino de la Teshuvá que se logra con el recato en la acción. Extraído de: www.jabad.org.ar
Por: Jaim Kramer
Muy Interesantes Videos sobre la Parashat haShabua
http://www.youtube.com/watch?v=MMkZqYojNpI
http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/ki.html
Número 03
El Shofar
1. Uno de los seiscientos trece (613) Preceptos que la Torá prescribe es escuchar la voz del Shofar en Rosh Hashaná, como versa en Bamidbar 29, 1: "Día de Terua será para ustedes".
Nuestros Sabios en el Tratado de Rosh Hashaná, explican que dicha voz llamada Terua se emite con el Shofar ya que está escrito en el libro Vaikra 25, 9: "Y pasarás el Shofar Terua en el séptimo mes", este versículo se refiere al día de Iom Kipur en el "Iobel", (Año 50, año del Jubileo), de todos modos interpretaron nuestros Sabios de las palabras "en el séptimo mes", que todas las voces de Terua del séptimo (7º) mes se toquen de acuerdo a la misma ley ó criterio.
Enseñaron los Sabios de Talmud que cada voz de Terua debe ser precedida y acompañada al final por una nota larga en duración llamada Tekia.
La Torá nombra tres (3) veces el vocablo Terua, dos (2) veces en relación a Rosh Hashaná (Vaikra 23: "Recuerdo de Terua" - y en Bamidbar 29: "Día de Terua"), y una (1) vez relacionado a Iom Kipur: (Vaikra 25), dilucidaron nuestros Sabios que el Precepto del Shofar se cumple tocando cada conjunto de tres notas (Tequia - Terua -Tekia) tres (3) veces.
Con el correr de los siglos se perdió el sentido exacto de la nota "Terua", y no sabemos si consiste en una nota entrecortada con muchas interrupciones, como el llanto de las mujeres, ó si consiste en un sonido entrecortado por pocas interrupciones, similar al suspiro de la persona cuando está preocupada, ó si comprende los dos tipos de sonido, el del suspiro y el del llanto, ya que así se conduce la persona que está muy condolida, primero suspira y luego llora.
Por este motivo se efectúan todas las posibilidades, para estar seguros de observar la Mitzvá íntegramente.
Resumen:
La nota entrecortada por muchas pausas se denomina Terua.
La nota entrecortada por pocas interrupciones se denomina Shebarim.
Por consiguiente se ejecutan las siguientes notas:
Tekia-Shebarim-Terua-Tequia : ................ 3 veces
Tekia-Shebarim-Tequia : ................ 3 veces
Tekia-Terua-Tequia : ................ 3 veces
Es decir que se toca un total de treinta (30) notas para salir de la duda y cumplir el precepto en forma precisa.
2. Se habitúa en las Comunidades Sefaradies a tocar treinta (30) notas mientras el público permanece sentado antes del Rezo de Musaf.
Luego se procede a tocar treinta (30) notas en la Amidá de Musaf y se prosigue con treinta (30) notas en el Rezo de la Jazará de Musaf, culminando con diez (10) notas más, que son:
Tekia-Shebarim- Terua- Tequia
Tekia-Shebarim- Tequia
Tekia- Terua- Tequia
al término de la Jazará.
Por lo tanto se toca un total de cien (100) notas.
3. Hay quienes acostumbran a tocar treinta (30) notas sentados antes de la Amidá de Musaf, treinta (30) notas parados en la Jazará de Musaf, y luego al finalizar la Jazará ejecutan cuarenta (40) notas más.
4. En aquellas Comunidades donde acostumbran a tocar el Shofar en medio de la Amidá, es correcto que el Jazán eleve su voz al acercarse al fin de la Bendición tras la cual se toca el Shofar, para que el público se prepare a escuchar el Shofar.
5. Quien no alcanzó a finalizar la Bendición debe interrumpir su Rezo para escuchar el Shofar y al cesar el sonido del Shofar puede retomar su Tefilá en el lugar donde se detuvo anteriormente.
6. A pesar que hay notas, las cuales se escuchan de pie y otras sentado, el Tokea, (persona que toca el Shofar), debe permanecer de pie durante toda la Ceremonia.
7. Antes de tocar el Shofar, el Tokea Bendice: "Baruj... Asher... Lishmoa Kol Shofar", que significa: .. Bendito... que nos Santificaste con tus mitzvot y nos ordenaste escuchar el sonido del Shofar".
8. El primer (1º) día, Recita también a continuación, la Bendición de "Shehejeianu" (Bendición de Agradecimiento por Preceptos que se realizan una (1) vez al año).
Si cae el primer (1º) día de Rosh Hashaná en Shabat, se Bendice "Shehejeianu" el segundo (2º) día, ya que en Shabat no se puede tocar el Shofar.
9. Sin embargo los Ashkenazim acostumbran a Bendecir "Shehejeianu" los dos (2) días de la Festividad aunque en ambos días se cumpla con la Mitzvá de tocar el Shofar.
10. Está prohibido interrumpir y conversar entre la Bendición del Shofar y la ejecución de las notas, tanto el Tokea como el público; sólo se debe contestar Amen al finalizar la Bendición y se debe estar atento y no contestar "Baruj Hu Baruj Shemo".
11. Está prohibido conversar entre las distintas notas del Shofar al escucharlas, por el contrario debe cada persona prestar suma atención y concentrarse en que esta cumpliendo en ese momento la Mitzvá de escuchar el Shofar.
Por consiguiente no hay que traer al Templo a niños menores de edad que no comprenden la magnitud de los Preceptos y disturban al público; aquellos niños más maduros que no provocan desconcentración en el ámbito de los Rezos, es correcto traerlos al Templo para acostumbrarlos a cumplir con la Mitzvá.
12. De la misma manera esta prohibido Confesarse (Vidui), (aún pensando solamente), el escuchar el Shofar, sino debe concentrarse en cumplir la Mitzvá y únicamente puede confesarse mentalmente cuando el Tokea espera entre nota y nota.
Hasta finalizar todas las notas esta prohibido hablar y sólo se puede Rezar.
13. El momento adecuado para cumplir con la Mitzvá del Shofar es de día y no por la noche; como versa: "día de Terua será para ustedes", día y no noche. En un principio, en este caso, el día se considera a partir de la salida del sol, pero si en últimas instancias lo escuchó desde el amanecer, (Amud Hashajar), eventualmente también se considera una Mitzvá.
14. Nuestros Sabios decretaron la prohibición de tocar el Shofar en Shabat porque sospecharon que sin percatarse, trasladarían el Shofar de un lugar a otro (cosa prohibida en Shabat), para tocarlo ó dirigirse a un maestro con el objetivo de aprender a tocarlo.
15. Por consiguiente aunque el Shofar se encuentre en el Templo desde la víspera de Shabat, esta terminantemente prohibido tocarlo ya que los Decretos de nuestros Sabios perduran para todas las generaciones y para todo lugar; aún en aquellos lugares que gozan de Eruv, donde sí se permite trasladar, aún así ya que el Shofar se considera Mukse, (todo objeto que se prohibe mover en Shabat), también esta prohibido tocarlo.
16. Quien tocó el Shofar en Shabat, no sólo que no cumplió con el Precepto, sino que trangredió una Mitzvá y pronunció una Bendición en vano.
17. Las personas que sufren de sordera, no pueden cumplir obviamente con este Precepto y por consiguiente no pueden tocar el Shofar. Ya que la regla de nuestros Sabios fija: "Una persona no puede cumplir una Mitzvá, por medio de otra que no está obligada a cumplir ese Precepto".
18. Los que padecen de una insuficiencia en el oído, pero les es posible escuchar ruidos fuertes, como el sonido del Shofar, ó que necesitan un audífono para escuchar, recae sobre ellos el cumplimiento de esta Mitzvá y también se los considera aptos para tocar el Shofar para que otros lo escuchen.
19. Los niños menores de trece (13) años y un (1) día, están exentos de este Precepto y por consiguiente no pueden tocar el Shofar para el público; también a los niños mayores de trece (13) años y un (1) día cuando no se ha verificado fehaciente mente su madurez biológica, (con la aparición de dos (2) bellos cerca de su órgano genital), les está prohibido tocar el Shofar para el público.
20. Las mujeres están exentas de este Precepto por ser que la Torá eximió a las mismas de toda Mitzvá cuyo cumplimiento está limitado a un tiempo determinado, ó sea, de día ó de noche; como hemos citado anteriormente la Mitzvá del Shofar sólo se cumple durante el día.
21. De todas formas las damas acostumbran a escuchar el Shofar pero no pueden Bendecir sobre esta Mitzvá, ni tampoco se debe Bendecir especialmente para una mujer, salvo que haya un hombre en ese recinto que también desee cumplir con la Mitzvá.
22. Aquella mujer que desea dejar de cumplir con este Precepto debe efectuar una "Anulación de Promesas" (Atará); pero si por un percance no le es posible ese año escuchar el Shofar, y no desea cancelar para otros años su costumbre, no debe realizar la Atará.
23. El Tokea debe pensar que por su intermedio todos los oyentes cumplen con el Precepto de escuchar el Shofar. Asimismo el público debe concentrarse en cumplir la Mitzvá por medio del Tokea.
24. Está prohibido comer más de cincuenta y seis (56) gr. de pan ó tortas antes de escuchar el Shofar; pero menos de esta cantidad de alimentos elaborados a base de cereales, u otro tipo de alimento, como verduras ó frutas, aún en un peso superior a cincuenta y seis (56) gr. esta permitido ingerirlos; por consiguiente si el público lo desea puede santificar el día sobre el vino (Kidush) y probar veintiocho (28) gr, de comidas elaboradas con cereal (panes, tortas) y también más de cincuenta y seis (56) gr. de frutas y verduras; también el Jazán y el Tokeapueden participar de esta comida.
25. Se acostumbra tocar una nota llamada "Terua Guedola " al término del Servicio de Oraciones (Tefilá), para confundir al Satán e impedirle que replique ante Di´s, contra el pueblo de Israel, objetando que no tememos del Juicio y nos encaminamos a festejar con banquetes y a alegramos.
26. La costumbre de algunas Comunidades de Ashkenazim es no tocar una Terua Guedola, sino alargar el último de los cien (100) sonidos del Shofar (Tequia ).
27. Al culminar los Rezos está prohibido tocar el Shofar sin necesidad, ya que sólo se permitió tocarlo para cumplir con la Mitzvá; está permitido ceder el Shofar a un niño pequeño al que se debe educar para el cumplimiento de las mitzvot para que aprenda a tocar el Shofar, y no cabe duda que no recae sobre ésto ninguna prohibición.
28. Tocar el Shofar es un Precepto Positivo que la Torá no explicó su significado.
Sin embargo muchos Sabios trataron de esclarecer el porqué de este Precepto.
Rabí Seadia Hagaon, erudito perteneciente a la época del "Gaonato. que vivió en el Siglo X enumera diez (10) motivos, por los cuales se toca el Shofar:
1) Así como la coronación del rey va acompañada por el toque de trompetas, en Rosh Hashaná se toca el Shofar para proclamar a Di´s como Rey del Universo.
2) El Shofar convoca a los pecadores a Retornar a la Senda del Bien y Despierta los Corazones de todo Judío para Acercarse a Di´s.
3) En recuerdo a Matan Torá (Entrega de la Torá), que fue cortejada por el toque del Shofar. Debemos nosotros imitar a nuestros antepasados y declarar como ellos "Haremos y Escucharemos".
4) Para recordar el llamado y los reproches de nuestros Profetas que se comparan al Shofar: "Y escuchó el oyente la voz del Shofar y no se abstuvo,... cargará con su pecado y morirá, y el que se abstuvo de pecar, se salvó". (Iehezquel 33).
5) Evocamos la destrucción del Sagrado Templo, y la voz gloriosa del Shofar del enemigo que oprimió a nuestro pueblo.
6) Rememoramos por medio del "Cuerno de Carnero", el Sacrificio de Itzjak Abinu, que entregó su alma a Di´s y fue Ofrendado en su lugar, un ciervo. Es un llamado para que todo Judío esté dispuesto a someterse a la Voluntad del Todopoderoso; también recuerda ante el Creador el Mérito de los Patriarcas que abogará en favor de nuestro Juicio.
7) Porque la naturaleza del Shofar es provocar temblor en los oyentes, como versa: "¿Se tocará el Shofar en la ciudad y el pueblo no temblará?", por lo tanto al escuchar el Shofar debemos Doblegarnos y Consternarnos ante la Omnipotencia de Di´s.
8) Para recordarnos el "Día del Juicio Final" sobre el que está escrito en el libro de Zefania: "Cercano esta el Día de Di´s - día de Shofar y Terua".
9) Para recordarnos el día en que Di´s reunirá a todos los exiliados en la Tierra de Israel, y consecuentemente nos esmeremos para acercar la Redención; como versa en Isaias 23: "Y será en ese día en el cual se hará sonar un gran Shofar vendrán los perdidos en la tierra de Ashur".
10) Para evocar el Día de la Resurrección de los muertos y creer en ello, como nos profetizó Isaias: "Todos los habitantes del mundo... y escucharán el toque del Shofar", (que anunciará la redención de Israel).
29. Es correcto que el Rabino de la Comunidad se dirija al público antes de tocar el Shofar, y diserte sobre temas concernientes al Retorno. (Teshuvá). Una responsabilidad trascendental recae sobre el Rabino ya que de su Prédica dependerá el cambio radical que debe haber en cada Judío, el deberá conducir al público (Kahal Kadosh), a la reflexión y él con sus Sabias palabras (Sermón), logrará encender con la ayuda de Di´s la chispa Divina que toda Alma Judía posee.
El Shofar aporta al marco de Reflexión su profundo y místico llamado, y dueño de una atracción inexplicable seduce a todo el que lo escucha a regresar a la senda de la Torá.
El Rambam (Maimónides) en las "Leyes del Retorno a Di´s", Capítulo 3, inc. 4, comenta al respecto: "A pesar que el escuchar el Shofares un Decreto Divino, de todas formas contiene un simbolismo en su sonido que nos expresa: "Despierten aquellos que viven en una utopía, despabílense de vuestro sosiego, analicen vuestros actos, recuerden a vuestro Creador y Retornen a Él".
Aquellos que abandonan la verdad eterna por placeres insubstanciales y fugaces, aquellos que se esmeran toda su existencia en alcanzar vanidades que no los conducirán a la plenitud, cuiden sus almas, perfeccionen vuestras conductas, embellezcan vuestras vidas, dejando de lado lo perjudicial y apartando de vuestros corazones los pensamientos nocivos.
Por ello debe cada ser humano considerarse a sí mismo y al mundo en la categoría intermedia, y por lo tanto si comete algún pecado provoca no sólo su destrucción sino la de toda la humanidad; por el contrario si realiza una buena acción, provoca su salvación y la de todo el mundo.
Por consiguiente acostumbra todo el pueblo de Israel a Acrecentar y Aumentar su Patrimonio Espiritual, efectuando Buenas Acciones, Estudiando Torá, y Cumpliendo mitzvot, desde Rosh Hashaná hasta Iom Kipur, más que en todo el resto del año".
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la obra completa del Rabino Rafael Abraham Hacohen Soae ben-Rabi Nissím Hacohen Soae Shlit"a
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en cuanto respecta a la caridad que es justicia, al diezmo, etc.
LA DICTAMENES SOBRE DIVERSOS TEMAS HALAJICOS SEGUN LA OPINION DE:
MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
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El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.
Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.
Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a.
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.
Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
En estos momentos el sitio trata exclusivamente temas halájicos, sin embargo, nos proponemos en un futuro cercano extender la temática a la Parashá –porción semanal de la Torá- e incluso otros temas.
Las Halajot de este sitio están escritas por el nieto de Rabbenu Ovadiá Yosef, Shlit”a, Rab Ya´acob Sasson, Shlit”a, integrante del cuerpo de rabinos del centro de estudios Yehave Da´at.
El sitio en español es responsabilidad de Rabí Itzhak Fadda, Shlit”a, de Argentina, reconocido por su vasta trayectoria rabínica y sus trabajos de traducción en clásicos como Mesilat Yesharim, Derej Hashem, Emuná Ubitajon, etc,
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Estudio de Torah y Halajá
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Es El momento de buscar misericordia divina y preparnos en todos los aspectos para este nuevo año 5771,
Shajarit 5:00 AM ( Vatikin).
SHABAT SHALOM U'MEBORAJ
QUE TENGAS UN SHABAT LLENO DE PAZ Y BENDICIONES
¡LESHANÁ TOVÁH TIKATEV VE' TEJATEM!!!
"Que seas inscripto y sellado (en el Libro de la Vida) para un buen año".
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