בסיעתא דשמיא
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PERASHAT BO
( VE)
Libro Shemot / Éxodo (10:1 a 13:16)
Haftara: Irmiahu (Jeremías) 46:13-28
Haftara: Irmiahu (Jeremías) 46:13-28
Este Envio de Torah Semanal esta :
Dedicado a la Refua shelema
( curación completa) de:
HARAV AVRAHAM NISSIM BEN JAVA SHLIT''A
Rabanit Mazal Bat Leah
Maria Fernanda Bat Dayan Cobos
SRA.RIVKA BAT SARA IMENU
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Olga Bat Gloria
Sra. Nohemi Bat Esther
Sra. Yolanda Bat Elina
Paola Bat Yolanda
Sra.
Dinorah Horing Flasch Bat Batia
Karen Bat Rosa
Jaim Yosef Ben Esther
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sr. Moshe ben Avraham
David ben Maira
Alvaro hijo de Ana
Itzjak Ben SaraSra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Nohemi Bat Esther
Dinorah Horing Flasch Bat Batia
Karen Bat Rosa
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sr. Moshe ben Avraham
Ramiro Ben Yolanda
Rafael ben Elina
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV ZT''L
MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
MARAN HAMEKUBAL HARAV NISSIM PERETZ ZT''L
HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Maran HaraB HaGaon Jaim Pinjas Scheinberg ZT''L
Sr. Rafael Oriz Peña Z''L
Sr. Eliecer David Ben Aura Esther Z''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Sr. Bernardo Rejtman Ben Meir
ADAEL BEN ELIYAHU Z"L
Sra Aura Ester bat Ana Z''L
Rabanit Bat Sheba Kanievsky, Z”L
Sra. Guillermina Hija de Benigna z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
Sra. Esther Bat Fanny
YAFFA BAT SARA Z"L
Sra. Adekina Diaz Bat Soledad Z''L
Sra.
Refua shelema ve Hatzlaja be Kol Maase Yadenu:
Asher Amram Ben Avraham
* Si desea dedicar este envió de Torah, por la pronta recuperación de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algún ser querido, por favor envíenos un correo a comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali ,Colombia
Bogotá:
Fecha Hora
Viernes, 18 Enero, 2013 Encendido de velas a las: 17:45
Shabat, 19 Enero, 2013 Shabat concluye: 18:36
Barranquilla:
Fecha Hora
Viernes, 18 Enero, 2013 Encendido de velas a las: 17:38
Shabat, 19 Enero, 2013 Shabat concluye: 18:30
Cali:
Fecha Hora
Viernes, 18 Enero, 2013 Encendido de velas a las: 17:57
Shabat, 19 Enero, 2013 Shabat concluye: 18:48
HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
Asher Amram Ben Avraham
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Bogotá:
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Viernes, 18 Enero, 2013 | Encendido de velas a las: 17:57 |
Shabat, 19 Enero, 2013 | Shabat concluye: 18:48 |
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.
Shobabim |
Las semanas en las cuales se lee la parashá Shemot… Mishpatim se conoce con el nombre de Shobabim , según la primera letra de la parashá, a saber: Shemot, Vaera, Bo, Beshalaj, Itró, Mishpatim, . Estos días son días de ayuno, oración, contrición, caridad y tiene la fuerza de hacer “Tikunim” (arreglos necesarios para el alma) hay muchas costumbres y fueron escritos poemas especiales para estos importantes días.
En años normales se acostumbra a ayunar los días lunes y jueves, en Shobabim y en los años intercalados, donde se agrega un mes más – Adar 2 – en Shobabim – Tat. -Shobabim, nos insinúa, Shubu banim- ¡Volved hijos! -Tat, nos recuerda, Teshuvá y Tefilá arrepentimiento y oración) y también Talmud Torá (estudio de la Torá). De cada parashá podemos aprender un camino a andar: a. Shemot: Pedir a HaShem por nuestras necesidades, así leemos: “… los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron y subió a HaShem su clamor… Y oyó HaShem los quejidos de ellos… y miró HaShem a los hijos de Israel y HaShem supo lo que hay que hacer” (2:23-25). b. Vaera: Debemos tener conciencia y escuchar el verbo de HaShem… si no nos atendremos a las consecuencias. Moshé, nuestro maestro, no consigue convencer al Faraón para que acate la orden de HaShem… Solo después de la plaga de granizo, reconoce y aclama: “he pecado otra vez, el Eterno es justo y yo y mi pueblo somos los malvados” (2:23-25) c. Bo: La oración y la fe no basta, en esta parashá somos ordenados a cumplir el precepto de los “Tefilin” (filacterias) “Y será para ti, una señal” d. Beshalaj: Nuestra oración no se limitará a pedir a HaShem lo que necesitemos, sino hemos de agradecerle a HaShem; Onkelos, explica en “Shiraz hayam” (cánticos al mar) sobre las palabras “cantaré a HaShem”, explica: con alabanzas y agradecimiento ante el Creador. Estas “parashiot” nos indican como debemos relacionarnos con HaShem, las siguientes nos conducirán a las buenas relaciones con nuestros semejantes. e. Itro: En los “Diez mandamientos”… “no matarás” f. Mishpatim: Leyes para el bien de la sociedad, justicia merced y compasión, “No pervertirás el juicio” (23:6) “Cuando encontrares el buey de tu enemigo a su asno extraviado, sin falta se lo harás volver (idem: 24)
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RESUMEN DE LA PERASHAH
Mitzvot de la perashá
- Bó -
De acuerdo al Sefer HaJinuj
Sidrá 15ª de la Torá; 3ª del sefer Shemot.
Entre 10:1 y 13:16. Haftará en Irmiá 46:13 – 46:28. Perek 10: Por intermedio de las plagas que H' enviará a Mitzraim, el mundo conoce Su poder y grandeza. Y especialmente para que a través de las generaciones los israelitas narren estas maravillas de padres a hijos. Moshé concurre a advertir a Paró que permita salir a todo el pueblo, porque de lo contrario sobrevendrá una nefasta plaga de langostas. En medio de la plaga, Paró admite su pecado y solicita de Moshé y Aarón que lo libren de ese castigo. Tras lo cual H' hace que finalice la plaga, pero, nuevamente Paró se enterca, y olvida los sufrimientos antes padecidos, y no deja libre al pueblo. Todo Mitzraim es luego víctima de una tenebrosa oscuridad, excepto los israelitas. Nuevamente Paró parece reconocer su error terrible, y ordena a Moshé para que saque a todos los hebreos de sus territorios, pero, el ganado hebreo debe permanecer en Mitzraim. Perek 11: Moshé le responde que tanto el ganado israelita como el de Paró se irá junto a los israelitas y le advierte de la próxima y más trágica de las calamidades, la muerte de los primogénitos. H' endurece el corazón de Paró, quien hace oídos sordos a las exhortaciones de Moshé, y hasta lo amenaza con que si lo vuelve a ver, lo matará. Perek 12: Son varias las mitzvot que aparecen en esta Sidrá: consagrar el mes de Nisán como el primero del año. Tomar un cabrito en el décimo día del mes primero, y reservarlo para ser sacrificado el día 14. Entonces, cada familia debe matar al cabrito como sacrificio de Pesaj, y pintar con su sangre las jambas de las puertas de sus hogares, para que en el momento de la matanza de los primogénitos, la casa de los israelitas no sea perjudicada. La carne del Korbán Pesaj debe ser asado perfectamente y sin quebrar ninguno de sus huesos, ser comido en su totalidad por los miembros de la congregación de Israel y nadie más. Los israelitas deben estar prestos para abandonar rápidamente sus hogares de esclavos, rumbo a la liberación. El pueblo de Israel deberá recordar este día como el de la salida de Mitzraim. Se prohibe la presencia o ingesta de jametz durante los días de celebración de Pesaj, y la consumición de Matzá. H' manda la última de las diez plagas, y no hay casa egipcia o de sus siervos en la que no haya que lamentar alguna muerte. Ante la desastrosa imagen, los egipcios, y principalmente Paró echan a los hebreos de su país, dándoles objetos valiosos, como compensación por los años de feroz esclavitud. Perek 13: H' indica a Moshé y a Aarón que consagren a todos los primogénitos, sean animales o humanos, para H'.
Se resalta la obligación de los Tefilín como señal de los portentos realizados por el Eterno para Israel.
Ubicación:
Bó ("Ve" – de ir) es la tercera parashá del segundo tomo de la Torá, el sefer Shemot, conocido en español como "Éxodo".
Temáticas:
Para destacar:
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
|
La perashá de esta semana se titula "Bo", Ven (Exodo 10:1-13:27). La Santa Torá nos relata sobre las últimas plagas que cayeron sobre Egipto y como el Eterno, alabado Sea, endureció el corazón del faraón. A la final, él imploró que Moshé se llevara al pueblo con todo lo necesario para celebrar la fiesta a Adonay, bendicho Sea. La Torá dice:
"Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día en que creó el Dio al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella.
¿Ha oído pueblo alguno la voz del Dio hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? ¿O ha intentado el Dio venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores, como todo lo que hizo con vosotros Adonay, vuestro Dio, en Egipto ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieras que Adonay es el Dio y que no hay otro fuera de él. Desde los cielos te hizo oir su voz para enseñarte, y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego. Por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder,para echar de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como sucede hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Adonay es el Dio arriba en el cielo y abajo en la tierra; no hay otro."
La salida de Egipto es la prueba para Israel y todo el mundo que El escogió a los hebreos como Su pueblo. Además, El reveló Sus leyes y estatutos a ellos mismos. El Eterno, alabado Sea, requiere que nosotros usamos la razón para aprender y el corazón para reflexionar y motivarnos a cumplir Sus dictámines.
El sabio Maimonides dijo que la salida de Egipto y la revelación de Sinaí demuestran que la Toráh es verdadera. Hay cuatro tipos de revelaciones, A,B,C y D. Revelación tipo A es una revelación a una persona. El tipo B es de 2 a 1000 personas como testigos. El tipo C es de 50,000 personas o más. Finalmente, la revelación tipo D es a una nación entera. La lógica nos dice que la revelación tipo D es la más verificable. La única fe o religion en el mundo que tuvo revelación tipo D es el pueblo de Israel, como hemos visto arriba. Por lo tanto, la existencia del pueblo de Israel depende del testimonio de la generación que salió de Egipto y estuvo en en Sinaí para escuchar las palabras divinas.
Los Doctores de la Ley dicen que en el cada judío está obligado salir de Egipto en cada generación. Por esto cuando decimos la Hagaddá de Pésah, hablamos en tiempo presente y no pretérito. Salir de Egipto implica anular todos las ideas erroneas sobre el Creador y ajustar la vida a Su voluntad.
Ke tengash el zekhut de andar en las miswót de Adonay i ke tengash un Sabá feliche
"Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día en que creó el Dio al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella.
¿Ha oído pueblo alguno la voz del Dio hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? ¿O ha intentado el Dio venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores, como todo lo que hizo con vosotros Adonay, vuestro Dio, en Egipto ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieras que Adonay es el Dio y que no hay otro fuera de él. Desde los cielos te hizo oir su voz para enseñarte, y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego. Por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder,para echar de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como sucede hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Adonay es el Dio arriba en el cielo y abajo en la tierra; no hay otro."
La salida de Egipto es la prueba para Israel y todo el mundo que El escogió a los hebreos como Su pueblo. Además, El reveló Sus leyes y estatutos a ellos mismos. El Eterno, alabado Sea, requiere que nosotros usamos la razón para aprender y el corazón para reflexionar y motivarnos a cumplir Sus dictámines.
El sabio Maimonides dijo que la salida de Egipto y la revelación de Sinaí demuestran que la Toráh es verdadera. Hay cuatro tipos de revelaciones, A,B,C y D. Revelación tipo A es una revelación a una persona. El tipo B es de 2 a 1000 personas como testigos. El tipo C es de 50,000 personas o más. Finalmente, la revelación tipo D es a una nación entera. La lógica nos dice que la revelación tipo D es la más verificable. La única fe o religion en el mundo que tuvo revelación tipo D es el pueblo de Israel, como hemos visto arriba. Por lo tanto, la existencia del pueblo de Israel depende del testimonio de la generación que salió de Egipto y estuvo en en Sinaí para escuchar las palabras divinas.
Los Doctores de la Ley dicen que en el cada judío está obligado salir de Egipto en cada generación. Por esto cuando decimos la Hagaddá de Pésah, hablamos en tiempo presente y no pretérito. Salir de Egipto implica anular todos las ideas erroneas sobre el Creador y ajustar la vida a Su voluntad.
Ke tengash el zekhut de andar en las miswót de Adonay i ke tengash un Sabá feliche
Una Relación Verdadera
“Deben mantener este ritual [de la ofrenda de Pesaj] como ley, para ustedes y sus hijos para siempre. He aquí que cuando entren a la Tierra que Dios les entrega, así como Él prometió, ustedes deberán realizar este servicio”. (Shemot 12:24-25).
Pregunta:
Aparentemente, vemos del pasuk que la mitzvá del Korbán Pesaj dependía directamente de la entrada del pueblo judío a la Tierra de Israel, es decir, lamitzvá del Korbán Pesaj no era una obligación para el pueblo judío sino hasta después de entrar a la Tierra de Israel. Ahora bien, si es así, ¿por qué entonces Dios le ordenó al pueblo judío realizar la ofrenda de Pesaj cuando estaban en el desierto en el segundo año después de la salida de Egipto?, así como está registrado en la parashá Behaalotjá:
“Dios le habló a Moshé en el desierto de Sinaí, en el segundo año del Éxodo de Egipto, en el primer mes, diciendo: Los Bnei-Israel prepararán la ofrenda de Pesaj en el tiempo apropiado. El tiempo apropiado para su preparación será el día 14 de este mes por la tarde. Deben prepararla de acuerdo con todos sus decretos y leyes”. (Bamidbar 9:1).
¿No es acaso esta segunda orden una contradicción de la primera?
Respuesta:
La respuesta es que con esta aparente orden contradictoria, Hashem reveló realmente sus intenciones más elevadas, ya que su intención inicial era que el pueblo judío ameritara celebrar el segundo Pesaj en la Tierra de Israel, así como lo ordenó en primera instancia.
Pero la realidad es que ellos se rebelaron en contra de Hashem desde la salida de Egipto. Incluso antes de que cruzaron el Mar Rojo comenzaron a rebelarse, así como está escrito “Nuestros padres en Egipto, no entendieron tus maravillas; no se acordaron de tus muchas misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo” (Tehilim 106:7), y es por eso que no ameritaron entrar directamente en la Tierra de Israel y deambularon en cambio por el desierto durante cuarenta años.
Y por esta razón, cuando Dios vio que los actos del pueblo judío causaron una demora y no pudieron entrar directamente a la Tierra de Israel, tuvo que dar una nueva orden para que hicieran el Korbán Pesaj en el desierto, es decir, la segunda orden no estaba incluida en la primera, ya que hasta ahora sólo se les había ordenado realizar el Korbán Pesaj después de entrar a la Tierra de Israel, y no en el desierto.
En palabras más simples, con esta segunda orden Él les dijo lo siguiente: “Mi deseo más profundo era que ustedes celebraran este segundo Pesaj en la Tierra de Israel, y es por eso que en primera instancia les ordené hacerlo sólo desde que entraran a la Tierra de Israel, sin embargo, ahora Me veo forzado a dar una segunda orden para que este segundo Pesaj sea celebrado en el desierto”.
Lo interesante, como dijimos anteriormente, es que con esta aparente contradicción Hashem le reveló al pueblo judío sus deseos más elevados – la esperanza que tenía de que ellos ameritaran entrar directamente a la Tierra de Israel – y es por eso que en un comienzo dio la primera orden, ya que a pesar de que Dios conocía el futuro y sabía lo que iba a ocurrir, Él de todas maneras quiso revelarle al pueblo judío su plan inicial superponiendo estas dos órdenes.
Vemos de acá que la relación que existe entre Hashem y su pueblo es realmente increíble. Hashem no está solamente preocupado de nuestro bienestar, sino que además Él quiere tener una relación con nosotros. Unarelación verdadera.
Tenemos el enorme privilegio de que Él está realmente interesado en nosotros, a tal punto que, por así decir, a Él no sólo le importa lo que ocurre en la práctica, sino que está interesado en compartir con nosotros incluso sus deseos más profundos, aún cuando estos no se materializan siempre de la manera en que Él lo planeó desde un principio. Eso sí que es una verdadera relación.
Fuentes: Ohr HaJaim, comentario a Shemot 12:25.
Para la Mesa de Shabat – ¿Por qué existen tantas Mitzvot?
Parashat Bo, por Uriel Edery
Nuestra Parasha relata los acontecimientos que ocurren en la fase final de la esclavitud del Pueblo de Israel en Egipto. Llegando al final de la misma nos encontramos finalmente con la tan ansiada y luchada salida del Pueblo hacia la Sagrada Tierra de Israel.
Podríamos esperar que la Torá nos guíe a festejar este momento de forma gloriosa, con grandes manifestaciones, discursos, banderas. En lugar de esto, la Torá nos determina que este grandioso momento sea llevado a cabo con el Korban Pesaj, una Mitzvá, que como muchas otras, contiene una gran cantidad de pequeños y complicados detalles a cumplir.
Creo no estar equivocado al afirmar que el judaísmo es la religión que más preceptos prácticos tiene.¿Por qué existen tantas Mitzvot? ¿Por qué el judaísmo no se limita a la fe en sus principios?
Observemos el mundo a nuestro alrededor. Pronto percibimos que existen ciertas cosas que el hombre no las puede ver o percibir tal como ellas son, sino que éstas necesitan de ciertos cuerpos para poder revelarse. Por ejemplo, la electricidad. Nosotros no vemos a la corriente eléctrica tal como ella es, sino que la vemos aplicada en diferentes cosas como la luz, artefactos electrónicos, etc. Nuestro entorno está repleto de aparatos electro-electrónicos. Cada uno de ellos revela otra faceta de la electricidad.
Lo mismo ocurre con la energía divina, en sí misma tan elevada que no podemos abarcarla tal como es. Necesitamos de instrumentos que nos posibiliten “ver” la energía divina que está presente en cada elemento de la naturaleza. Artefactos por medio de los cuales revelamos la esencia divina de cada partícula del tiempo, del espacio y del ser humano mismo.
Estos instrumentos son las Mitzvot. Cada Mitzva revela una faceta distinta de la energía divina. Al cumplir una Mitzva con todos sus detalles, estamos accionando el aparato que D’s nos dio para iluminar el mundo con Su presencia. Cada Mitzva revela otra faceta de D’s. Cada Mitzva conecta la esencia divina del tiempo, espacio y del ser humano con su fuente.
Al entender esto nos colmamos de una intensa alegría ya que D’s nos otorgó 613 instrumentos, aparatos divinos, para que podamos transformar la Su energía en luz para el mundo.
Seguramente todos usamos en mayor o menor medida algunos de estos instrumentos. Todos, unos más otros menos, cumplimos Mitzvot. Debemos estar conscientes y orgullosos de la luz que traemos al mundo. Asimismo, tenemos que saber que todavía quedan rincones oscuros. Todavía hay espectros de la luz divina que no brillan en nuestras vidas.
Utiliza los recursos que D’s te dio para que tu vida esté llena de energía divina. Elige una nueva Mitzva y haz que este mundo sea un lugar más iluminado.
Quiera el Creador que tengamos la fuerza de poder cumplir con las Mitzvot en todos sus detalles, con alegría y dedicación, Mitzvot que nos llevarán a ser iluminados con la luz eterna de Bereshit la cuál fue guardada en la Tora para así llegar a la unión total, en la cuál se unifican La Torá, El Pueblo y El Creador.
Shabat Shalom Umeboraj!
"Dios nos guiará a través de este desierto"
DIVREI EMMANUEL
Por Rabino Rigoberto Emmanuel Viñas
Palabras de la Torá en honor al Shabat Parashá Bo
"No sabemos lo que necesitaremos para servir a Hashem hasta que lleguemos allí. "(Éxodo 10:26)
Este versículo es parte del diálogo entre Moisés y el faraón durante las negociaciones para la libertad del pueblo judío. Moisés le pidió a faraón que le permita al pueblo salir por poco tiempo al desierto para orar allí. Faraón estaba al punto de aceptar este pedido pero le demandó a Moisés que dejen las mujeres, los niños y el ganado detrás en Egipto para asegurar su retorno. Moisés le explica que tenían que salir todos los miembros de la familia y también los ganados y todas sus pertenencias. Moisés honestamente le explicó al faraón que el no sabia lo que les seria necesario para participar en este culto a Hashem hasta que lleguen al desierto. Faraón no podía entender esta idea y sospechaba que verdaderamente era un plan de escape. Si Moisés era el profeta de esa religión desde el punto de vista de faraón el debería de saber lo que tenia en mente hacer allí en el desierto. Faraón era el sumo sacerdote de la religión egipcia y por eso era el que estaba en control de los cultos y como se expresaban. El era el dios de Egipto. Como faraón inventaba sus religión de acuerdo a sus necesidades el esperaba que Moisés lo haría así también.
Pero Moisés no le mentía. Dios verdaderamente no le había revelado el plan completo. Moisés estaba dispuesto a salir al desierto sin saber el terminar del plan divino. Para faraón esto no tenia sentido. Nadie inteligente saldría al desierto sin saber lo que haría allí. Si el Faraón se llevara a su nación al desierto supiera exactamente lo que necesitaba porque el hubiera desarrollado el plan antes de salir. Faraón no se embarcaría en un viaje no planificado ilógico que no tenía sentido para él. Todas sus actividades religiosas tenían algún beneficio para el. Y solamente cuando el entendía ese resultado el estaba dispuesto a participar en el rito. Si el no lo entendía el no participaba.
Pero Moisés, por otra parte – siendo el verdadero profeta de Dios realmente no sabia qué esperar. Él estaba dispuesto a ciegas dejarse seguir por la voluntad de Dios mediante la realización de un ritual cuyo resultado final el no tenía conocimiento.
Es evidente que el plan de Moisés era irse al desierto, al igual que Dios le había dicho. Él sabía que al hacerlo sería exponerse a peligros desconocidos, pero el tenia confianza en Dios. No sabía adonde este camino lo llevaría, pero estaba dispuesto a poner su fe plenamente en Dios para llevarlo en la dirección que él quería que fuera. Moisés quería que los Judíos lleven todas sus pertenencias, porque sabía que la llamada de Dios que le exigía a la nación judía que se consagren al servicio divino era tan completo que requeriría todo lo que teníamos (bekol meodeja).
Este diálogo entre Moisés y el Faraón expresa una lucha interna que tiene lugar dentro de cada uno de nosotros. Cuando nos embarcamos en la profundización de nuestras relaciones con la Torá, no es la unidad para expresar el judaísmo sólo mediante la razón lo que es lógico y para realizar los rituales que nos sentimos cómodos nos llevará a un destino final adonde estaremos cómodos. Pero la vocación religiosa pura y superior es una en que una persona no es consciente de lo que el resultado final será por su esfuerzo espiritual, pero está dispuesto a confiar en Dios, basta con que ellos están dispuestos a participar en ella - sin saber a dónde va a terminar. Esta es la diferencia entre la conciencia religiosa de Faraón y de Moisés. El viaje de Moisés a través del desierto fue doloroso, difícil y largo. Faraón se mantuvo (al principio) en el regazo de lujo y confort y más tarde quedó en la derrota. Pero el viaje de Moisés ' "terminó en el éxito de haber llevado a su pueblo a la tierra prometida después de haber pasado por tantas dificultades.
El camino espiritual puede ser largo y lleno de dificultades, abnegación y dedicación, pero vale la pena en el final, porque está lleno de bendiciones. El camino del egoísmo y el status quo es cómodo al principio, pero al final conduce a la derrota propia y la vacuidad.
Shabbat Shalom de parte del Rabino Manny Viñas y familia.
Bo: Liberándonos de los Dominios de Ego
El mensaje esencial del libro del Éxodo es la transición de la esclavitud a la libertad, y debemos asimilarlo como un proceso continuo en todos los niveles de la conciencia. La libertad es relacionada generalmente a un estado sin limitaciones, en el que estamos separados de cualquier cosa que nos somete contrario a nuestra voluntad, y a pesar de nuestro libre albedrío. Tenemos que integrar esta definición general a lo que somos capaces de discernir y que queremos discernir. A lo que pensamos y queremos aprender. A lo que deseamos y queremos experimentar con nuestra mayor intensidad. Entonces se trata de cómo exactamente queremos vivirlo. En este punto decisivo tenemos que poner atención a quién o qué responde la pregunta, ya sea ego con sus fantasías e ilusiones o Amor con sus modos y atributos.
En esta tercera porción del libro del Éxodo, el faraón como actitud egocéntrica extrema ante la vida se presenta a sí mismo como el máximo antagonista que el Creador jamás tuvo entre humanos. No vemos en ninguna parte de la Torá una relación similar entre Dios y alguna de Sus criaturas. El faraón es elocuentemente definido como el único ser humano que se atrevió a desafiar la voluntad del Creador, además de negarse a reconocerlo como el único Dios que posee y controla Su Creación (¡incluido el faraón, por supuesto!) Nuestros Sabios tienen toda la razón al igualar al infame rey de Egipto con la poderosa fuerza motriz que conocemos como ego. Seamos verdaderamente honestos con nosotros mismos y admitamos lo cierto que hay detrás de esto. La mayoría de lo que pensamos o creemos en nuestra conciencia, y lo que pensamos o creemos fuera de esta, es el resultado de nuestra posición “personal” e “individual” egocéntrica ante la vida (ver nuestros comentarios anteriores sobre la Parshat Bo: “Luz como Nuestro Destino” del 1 de febrero de 2011, y “De la Oscuridad a la Luz” del 22 de enero de 2012).
Dejemos de evadir el hecho de que somos los dioses de nuestra existencia individual, ¡y además convencidos de que la controlamos! Y como si fuera poco, de que también controlamos a otros (o tratamos de hacerlo). En este sentido probablemente una buena cantidad de agnósticos y ateos deben sus creencias a sus respectivos egos. La Torá resume este tipo de mentalidad así: “Entonces Moisés y Aarón vinieron al faraón y le dijeron, 'Así ha dicho el Eterno, el Dios de los hebreos: “¿por cuánto tiempo más te negarás a ser humilde ante Mí”?'” (Éxodo 10:3) En el caso del faraón, su egocentrismo era tan extremo que lo condujo a destruir su propia conciencia, y sus dominios: “Los sirvientes del faraón le dijeron, '¿Hasta cuándo esto será un obstáculo para nosotros? Deja que el pueblo [de Israel] se vaya y sirvan a su Dios. ¿Acaso aun no has visto que Egipto está perdido'?” (10:7)
Arriba mencionamos que tenemos que escuchar, ya sea la voz de ego como portavoz de fantasías, deseos e ilusiones materialistas o la voz de Amor como portavoz de lo bueno para la vida. Hemos repetido muchas veces en este blog que el judaísmo define Amor no como pensamiento, emoción, sentimiento o pasión, sino como el principio ético detrás de estos. Amor por sí mismo es un fundamento ético, como manifestación del Amor de Dios que igualmente contiene valores, principios, modos, medios y atributos. El Creador nos enseña a amar de la manera en la que Él nos ama. Nuestra referencia de Amor es el Amor de Dios, y nada más. Este fundamento ético nos muestra sus modos y atributos para que con ellos conduzcamos todos los niveles y dimensiones de la conciencia: “Moisés dijo, 'con nuestros jóvenes y con nuestros ancianos iremos, con nuestros hijos y con nuestras hijas, con nuestros rebaños y con nuestro ganado iremos, porque es una festividad del Eterno para nosotros'. (10:9)
Este último versículo es primordial para entender que nuestro nexo con el Creador existe prescindiendo de edad o género. También nos recuerda que cuando nos reunimos en las plegarias (las cuales reemplazaron las ofrendas de sacrificios en el Templo de Jerusalén), estamos unidos y juntos en círculo ante Dios. Ya hemos dicho en otros comentarios que la palabra hebrea para “festival” significa “reunirse en círculo” o hacer un círculo.
También indicamos que esta actitud circular es exactamente opuesta al modelo piramidal de la sociedad representada por Egipto bajo el mando del faraón. Este modelo es resultado de la mentalidad egocéntrica que impone separación según la conveniencia y los caprichos de ego. A pesar de su destrucción por voluntad de Dios para presentar a Israel ante la humanidad como el modelo circular apropiado para la sociedad, el modelo piramidal continuó imponiéndose en Babilonia, Persia, Grecia, Roma, y otras naciones hasta nuestros tiempos.
Esta mentalidad piramidal divide la sociedad en niveles, castas, clases y categorías en las que supuestamente hay seres humanos inferiores y superiores. La misma engendra y justifica ideologías totalitarias que promueven racismo, segregación, discriminación, intolerancia, fanatismo, y perpetra persecuciones y genocidios. Estos “valores” llegan al extremo de divinizar humanos precisamente para justificar que superioridad e inferioridad. Con esto reafirman su mentalidad oscurantista. De ahí entendemos la idolatría y su manifestación contemporánea en el capitalismo salvaje y la sociedad de consumo. Este oscurantismo ilustra las tinieblas que el faraón y los egipcios trataron de imponer en los hijos de Israel, y “con mano fuerte y brazo extendido” el Creador lo volvió obsoleto. Los israelitas fueron las víctimas escogidas por Dios para enseñarle una lección a la humanidad acerca de las bondades del círculo como lo opuesto a la pirámide. Lamentablemente la humanidad no ha aprendido lo suficiente de los hebreos y del Dios de Israel.
Después de las plagas, los egipcios parecieron aprender que vivir bajo el sistema piramidal del faraón es como estar muertos: “Entonces los egipcios apuraban al pueblo y se apresuraron a sacarlos de la tierra, porque dijeron 'nosotros todos estamos muertos'.” (12:33) El Éxodo de Egipto, como Redención que fue para los hijos de Israel, no significa un fin de la esclavitud sino un comienzo de la libertad. Dijimos arriba que la libertad se define y se abarca según la agenda de ego, o según los modos y atributos de Amor. Si hemos aprendido algo de todo esto, nos daremos cuenta que vivimos en verdadera libertad cuando salimos de las restricciones y limitaciones impuestas por las ilusiones de ego. Una vez lo hayamos asimilado, el próximo paso es entronizar los modos de Amor en todas las dimensiones de la conciencia, y en todos los aspectos de la vida.
PERASHAT BÓ
“Este mes será para ustedes el primero de los meses” (12:22).
En esta Perashá, Hashem ordena a Am Israel considerar a Nisán como el primero de los meses y, de ahí en adelante, contar los demás como el segundo, el tercero y así sucesivamente, para que tengamos presente (durante todo el año) el gran milagro de la salida de Egipto. Nisán será el mes en que conmemoremos cuando Hashem se manifestó ante todo el mundo y el Pueblo de Israel fue redimido. Por esta razón en la Torá no están mencionados los nombres de los meses hebreos. Así como a los días de la semana se les relaciona con el Shabat, por ejemplo, “primero de Shabat” (domingo); “segundo de Shabat” (lunes), etc., también recae la obligación sobre Am Israel de relacionar todos los meses con Nisán, cuando ocurrió la gueulá (redención). Por eso está escrito: para ustedes, porque no es el mes de Nisán el primero del año, sino el principal, ya que mediante él recordamos nuestra liberación de la esclavitud de Egipto.[1]
Hashem estableció al mes de Nisán como el primero de los meses del calendario, aun cuando el mundo fue creado en el mes de Tishré; sin embargo, un nuevo periodo comenzó con la redención de Egipto.
El rey guardaba celosamente las llaves de su tesoro. No permitía que nadie las tocara. Tan pronto como su hijo alcanzó la mayoría de edad, le entregó todas las llaves, diciendo: “A partir de ahora, tú serás el responsable de ellas”.[2]
Similarmente, desde el tiempo de la Creación hasta la salida de Egipto, Hashem Mismo fijó el comienzo de todo nuevo mes. A partir de que el Pueblo de Israel se convirtió en nación, Hashem le asignó el cargo de establecer el comienzo del nuevo mes.
El apellido Rothschild representa la filantropía judía. Uno de ellos, el Barón Simón Wolf Rothschild, era un vivo ejemplo de esto. La Torá ordena que cada yehudí escriba un Séfer Torá. El barón no confiaba en los escribas de Alemania, pues pensaba que no eran lo suficientemente instruidos en el tema. Por tanto, envió buscar a Rusia a un reconocido sofer, alguien que fuera escriba, estudiante y devoto. El barón le encargó la escritura de su propio Séfer Torá, por lo que lo llevó a vivir a su casa durante los meses que le llevaría escribirlo. Ambos establecieron la frecuencia con la que se irían liquidando los honorarios que correspondían al avance del trabajo.
Un día, el barón se encontró con el sofer y le preguntó acerca de su avance en el Séfer; acto seguido inquirió: “Y por cierto, ¿cuánto le he dado hasta ahora?”. El sofer hizo la cuenta de lo que había recibido durante todos los meses diciéndole: “En abril recibí tal suma; en mayo, tanto y tanto… en junio…”. El barón lo interrumpió de pronto y dijo: “¡¿Así es como un sofer nombra los meses, de acuerdo con sus nombres gentiles?! ¿No pudo haber anotado la misma información de acuerdo con las Perashiot de la semana? ¡La persona que realiza un trabajo sagrado no necesita de datos extraños! Un hombre supuestamente estudioso, ¿no sabe que está prohibido mencionar tales nombres paganos e idólatras?”. Sumamente molesto, el barón le entregó la suma que le debía y a continuación dijo: “Regrese a su hogar y llévese su Séfer Torá. Ya no lo quiero”.[3]
El calendario judío forma parte de las 613 leyes y costumbres que nos distinguen como la Nación de Israel. Ser judío significa, ante todo, pensar como tal, planificar y ejecutar cada movimiento que hacemos cada día desde el punto de vista de la Torá. Entonces, y sólo entonces, uno puede saber “dónde” está en la vida y cómo puede tener éxito en llevar a sí mismo y al mundo a su máxima y correcta realización y plenitud.
¿Por qué tenemos que ser diferentes de las demás naciones? ¿Por qué tenemos costumbres tan diferentes?
El emperador Adrianus, en representación del imperio romano, prohibió el estudio de la Torá. Papus ben Yehudá llegó de visita y encontró a Rabí Akibá, que reunía a distintos grupos y les enseñaba Torá. Le dijo: “Akibá, ¡estás poniendo en peligro tu vida! ¿Acaso no escuchaste la sentencia del emperador?”. Rabí Akibá le contestó con la siguiente parábola: “Un zorro estaba caminando por la orilla de un río y vio que los peces nadaban de un lado al otro. ‘¿De qué están huyendo?’, preguntó. Un pez le respondió: ‘Escapamos de las redes del pescador’. ‘En ese caso’, dijo el zorro, ‘vengan y quédense en la tierra seca junto a mí’. Los peces le contestaron: ‘¿Eres tú al que describen como el más inteligente de los animales? No eres astuto sino tonto. Si estamos en peligro aquí en el agua, que es donde vivimos, ¡cuánto más lo estaremos en la tierra seca, donde seguro moriremos!’”. Rabí Akibá dijo: “La Torá es para la supervivencia judía como el agua para el pez. Sí, constantemente nos encontramos en peligro. El enemigo es fuerte y numeroso. Lo único que nos mantiene a salvo de caer en su poder es la Torá. Ella es la que sostiene nuestra identidad. Si la dejáramos para pasar a ‘la tierra seca’ de los romanos, moriríamos con seguridad”.[4]
Bajo sus estatutos [costumbres] no deben dirigirse.[5] La continuidad del Pueblo Judío sienta sus bases, entre otras, en el hecho de no dirigirse en los caminos trazados por otros pueblos. Nuestros padres entregaron la vida para mantener viva nuestra estirpe. La única forma de romper la cadena milenaria que nos une con todas y cada una de las generaciones anteriores es asimilándonos. Las ramas desaparecen cuando las raíces se destruyen.[6] Al intentar asemejarnos a otros pueblos, estamos defraudando a todos los que se han sacrificado para mostrarnos que debemos concentrarnos en lo que el Todopoderoso requiere de nosotros. Por más alto que llegues, nunca olvides tus raíces. Las mitzvot, además de un medio de acercarnos a Hashem, son también cercos para evitar que el yehudí caiga en este terrible mal.
Toda persona necesita sentirse identificada con una sociedad. La acción de reunirse bajo un mismo techo y de comer de la misma comida genera en el corazón del individuo la sensación de pertenencia. El Rambam explica que un yehudí debe ser reconocido por su forma de vestir y de pensar. Tenemos nuestro calendario, nuestras festividades y nuestras propias costumbres. El Pueblo de Israel fue elegido solamente para cumplir su misión:¡ser la luz para los pueblos! No podremos cumplir con esta obligación mientras aspiremos a ser un pobre espejo de otros pueblos, copiando sus culturas y costumbres o abandonando el maravilloso tesoro que recibimos en el Monte Sinaí, el cual enriquecieron nuestros Sabios a lo largo de las generaciones con sus consejos y enseñanzas, todas ellas basadas en la Ley Oral. Está escrito en el Midrash: “Dijo Rab Huná en nombre de Bar Kapará: Por el mérito de cuatro cosas los Hijos de Israel salieron de Egipto: no cambiaron sus nombres; no cambiaron su idioma; no había entre ellos delatores; y estaban alejados de la inmoralidad”.[7] ©Musarito semanal
[1] Rambán, Shemot 12:2.
[2] Shemot Rabá 15:30.
[3] Relatos de Tzadikim, pág. 52.
[4] Berajot 61b.
[5] Vayikrá 18:3.
[6] Rabenu Bajyé.
[7] Bamidbar Rabá 20.
[8] Shemuel II, 7:23.
Lección de una anciana egipcia
La capacidad de la mente humana de creer en lo que quiere, aun en contra de cualquier probabilidad, es asombrosa.
El Midrash Hagadol relata el episodio siguiente: Cuando Moshé profetizó acerca de la muerte de los primogénitos, mencionó que habría un gran clamor en toda la tierra de Egipto, como jamás se había oído y jamás se volvería a repetir (Shemot 11; 6) Una anciana egipcia se le acercó a Moshé y le dijo: “¡Eres un profeta falso! Yo soy una mujer anciana, no tengo padre, ni hermanos o hijos; ¿por quién habré de llorar? Al decir que toda la tierra de Egipto llorará y gritará, has mentido. Yo no lloraré ni gritaré”.
Moshé le respondió: “te prometo que tú se serás la primera en gritar”.
En aquella época, los egipcios acostumbraban a esculpir en barro una escultura de los primogénitos difuntos, como recuerdo. Esta mujer tenía un hijo primogénito que ya había muerto, y todos los días, después de desayunar, solía bailar delante de la escultura de su difunto hijo (los egipcios reverenciaban a los primogénitos como dioses). ¿Qué hizo? En base a la profecía que no habría “ninguna casa sin un muerto” (Shemot 12,30), dejó la escultura de su hijo sobre el techo de la casa, para que no fuera golpeada por la plaga. Ella comprendió las palabras literalmente y creyó que la profecía no incluía a los primogénitos que se encontraban afuera.
Como era de esperar, ni bien comenzó la noche de la plaga, los perros se lanzaron sobre la escultura del primogénito y la terminaron devorando. Ella lloró, gritó y pegó alaridos; y su clamor se oyó en toda la tierra de Egipto… (Midrash Hagadol). Ella fue realmente la primera en gritar.
El suceso es un tanto extraño; ¿qué pretendía la mujer? Si no tenía un hijo primogénito, ¿cómo osó desafiar a Moshé, llamándolo un mentiroso? Además, ¿a quién le importaba lo que esta mujer tenía para decir, especialmente después de que Moshé se había demostrado fiable en todas las plagas anteriores, cumpliéndose todo lo predicho por él? Es más, ¿cómo es posible que los gritos de esta mujer por la escultura de su hijo hayan superado en valor a las de todas las madres egipcias que lloraron aquella noche por la pérdida de sus primogénitos vivos?
Creo que la respuesta reside en que esta mujer estaba desmintiendo. Ella no quería creer que Di-s del universo estaba en contra de los egipcios. Cuando alguien trata de desmentir, cualquier nimiedad percibida por él que pone en duda la verdad, es suficiente para hacerle sentir la validez de su postura. Esta anciana egipcia encontró un punto en las palabras de Moshé que le permitía demostrar, o al menos así ella lo creía, que se trataba de un profeta falso. Cuando encontró un punto aparentemente equivocado sobre el cual apoyarse, afirmó que toda la profecía era un fraude. Y al reconocer su error, su clamor fue más fuerte que el de cualquier otro. Este llanto, el de quien se da cuenta que estaba desmintiendo una realidad, es mucho peor que el de quien perdió a su hijo primogénito.
Vemos que Moshé fue extremadamente cauteloso en no dejar duda alguna de sus palabras y no dar a entender ambigüedades. Y si bien escuchó de Di-s que la plaga de los primogénitos habría de ocurrir exactamente a la medianoche, él no transmitió el mensaje de esta forma, sino que dijo “aproximadamente a la medianoche”; para evitar que los egipcios desmintieran su profecía diciendo que la plaga no había sucedido justo a la mitad de la noche. Dado que ellos no podían saber exactamente cuándo era la medianoche y sin duda declararían que Moshe había mentido. (Rashí 11,4)
Los más grandes creyentes son los ateístas. Ellos creen, por más absurdo que parezca, que no hay Di-s. No tienen pruebas – sólo un puñado de preguntas que desafían la creencia opuesta. El hecho que existan mucho más preguntas que desafían su creencia, no les mueve en absoluto; pues eso es lo que optaron por creer.
Cuántas veces nos encontramos en una postura de preferir no creer algo que nos cuesta o nos molesta creer. No aceptamos evidencias que nos añaden responsabilidad. Este es un atajo sin sentido. Al final, cuando veremos claramente que es imposible negar habernos equivocado, el llanto será tan desgarrador como el de la mujer que se aferró a su creencia a toda costa. Es mucho más sano enfrentar la realidad y vivir con ella, pues a fin de cuentas, eso es lo único que prevalece: la realidad.
Preguntas de los valientes
Di-s ordenó a Moshé lo siguiente: Habla por favor a los oídos del Pueblo, para que pidan (prestado) los hombres de sus compañeros y las mujeres de sus compañeras, utensilios de plata y oro (11, 2). El Iben Ezra (Shemot 12, 35) escribe que cada judío pedía prestado utensilios de acuerdo a su nivel de personalidad (כפי מעלתו). Señalando también, que más adelante en la Torá, encontramos que los Nesiim(líderes de las tribus) pidieron utensilios especiales que ningún otro había podido pedir; entre ellos las piedras preciosas, perfumes y aceites que posteriormente donaron al Mishkán.
¿Qué privilegio tenían los Nesiim? ¿Por qué sólo ellos podían pedir estos elementos? ¿Acaso no podíacualquier judío pedir prestadas estas cosas? ¿Acaso era necesario poseer una personalidad y características elevadas para pedir prestados estos valiosos artículos?
Rabí Jaim Chechik zt”l contesta a estas preguntas con un magnífico razonamiento: el esclavo judío necesitaba armarse de muchísimo coraje para acercarse a un egipcio y pedirle prestado utensilios costosos. Después de 210 años de esclavitud y apocamiento, humillación y deshonra, el esclavo judío vestido con harapos manchados de sangre debía acercarse por orden Divina a la lujosa casa de su patrón y pedirle prestado sus utensilios más valiosos. ¡Muchos no podían enfrentar esta tarea, ciertamente imposible! Por eso, en lugar de pedir los artículos más costosos, se conformaron con pedir simplemente una aguja o un salero.
Esta baja autoestima del esclavo judío era precisamente lo que el Faraón había esperado: y así como lo demuestra la dificultad en obedecer la orden Divina de pedir utensilios valiosos de los egipcios; muchos judíos habían perdido su autoestima. A punto tal, que incluso la idolatría era común entre los judíos.
Sin embargo, había ciertos valores que el judío de Egipto jamás cedería: su nombre judío, el lenguaje y forma de hablar de un judío y su forma de vestir. Esto es lo único que les quedaba.
Y aun así, había también algunos judíos capaces de mostrarse orgullosos de quienes realmente eran. Para ellos, pedir artículos valiosos de las casas de sus patrones, no representaba una dificultad. Es verdad, después del holocausto físico y emocional que los judíos habían atravesado, esto requería de mucho coraje; pero eso era justamente lo que Di-s esperaba antes de la redención. Vemos en la profecía original que recibió Moshé al lado del arbusto ardiente, cuando Di-s había “visto” todo el sufrimiento que los judíos debían soportar, le dijo a Moshé: “Una mujer pedirá prestado de su vecina… utensilios de plata y oro y prendas de vestir, y se las vestirán a sus hijas” (Shemot 4,22). Cabe preguntarse, si bien Di-s debía cumplir Su promesa para con Avraham, que sus hijos saldrían con grandes riquezas, ¿por qué debía lograrse precisamente de este modo? Además, en medio de todo el sufrimiento, ¿a quién realmente le interesaban estos utensilios valiosos? Justamente, el objetivo de Di-s era que el judío se armara de coraje y le pidiera prestado a su patrón incluso el vestido favorito de su esposa. Es más, si observamos más de cerca el versículo anterior, notaremos algo extraño: las mujeres pedirían prestadas vestimentas a sus vecinas, para vestir a sus hijas. ¿Por qué para las hijas y no para las mujeres mismas?
Cierta vez escuché una respuesta muy sabia de un Rabino jasídico: pues las vestimentas de las mujeres egipcias eran cortas y no recatadas. Y esta no era la forma de vestir de las mujeres judías. Sin embrago, las polleras cortas y mangas cortas quedaban largas y suficientemente recatadas como para vestir a las piadosas niñas judías. La vestimenta recatada es lo que nos hizo salir de Egipto. Estar orgullosos de nuestra identidad recatada. Ser capaces de armarse de valor para pedir prestado el mejor atuendo, conscientes de que una vez entregado el vestido, la mujer egipcia lo vería puesto en una pequeña niña judía. ¿Cómo se medía el nivel de grandeza de un judío? Según su coraje y orgullo de ser judío, a pesar de la opresión egipcia. Los Nesiim fueron capaces de permanecer tan orgullosos de su identidad, como para ir directamente a la casa del egipcio más rico y poderoso y pedirle las piedras más valiosas y exclusivas de Egipto. Y, por supuesto, las recibieron. Pues cuando un judío confía en su identidad a pesar de las dificultades que atraviesa, puede llegar muy lejos. Este coraje y autoestima probablemente hayan sido lo que destacó a los Nesiim del resto. Coraje, valor judío.
Si tan sólo pudiéramos mirar hacia dentro nuestro y formularnos las preguntas de los valientes… Debemos exigirnos extraer los diamantes de bien adentro. Debemos exigirnos revelar la maravillosa personalidad que tenemos adentro. Las midot. La felicidad de ser judíos. Debemos insistir en reconocer el orgullo del pasado de nuestro Pueblo. Los tiempos han cambiado y los roles también; pero el principio no. Lo único que nos queda por hacer, es pedir.
Puedes no saber
Aquí, en Israel, los niños cuentan un chiste sobre un padre y un hijo que salieron juntos a caminar. El niño se dirigió al padre: “Papá, ¿por qué el fuego sube?”. “No lo sé, querido hijo”, le respondió. Algunos minutos después, el hijo preguntó nuevamente: “Papá, ¿por qué el sol es amarillo y no rojo?”. Otra vez el padre le respondió: “no lo sé, querido hijo”. Pronto, el hijo apareció con una tercera pregunta: “Papá, ¿por qué el cielo es azul?”. Y otra vez un “no lo sé, querido hijo”. El niño permaneció callado por algunos minutos y luego alzó la mirada hacia su padre y le preguntó: “Papá, ¿te molesta cuando te hago preguntas?”. El padre le respondió: “querido hijo, si no preguntas, nunca sabrás”.
Hasta aquí el chiste, y ahora a nuestra Parashá, de la cual Rabí Zusha extrae una importante lección: una lección para la vida. Di-s le dijo a Moshé en Egipto, que a medianoche (בחצות), exactamente a la mitad de la noche, ocurrirá la plaga de la muerte de los primogénitos. Ahora sí, es prácticamente imposible saber cuándo es justo aquel segundo. Por otro lado, cuando Moshé transmitió la profecía acerca de la décima plaga, no dijo “a medianoche”, sino “aproximadamente a medianoche” (כחצות). Esta modificación requiere de una explicación.
El Talmud en Berajot (4a) dice que Moshé mismo sí sabía exactamente cuándo era la medianoche y, aun así, nuestros Sabios destacan que למד לשונך לומר איני יודע שמא תתבדה ותאחז – la persona se debe acostumbrar a decir “no sé”, para no llegar a decir algo impreciso y ser visto como mentiroso. Rashí expone cuál fue el pensamiento que impulsó a Moshé a cambiar sus palabras: “diciendo que la plaga comenzará exactamente a la mitad de la noche, quienes no saben justo cuándo es, creerán que me equivoqué por algunos segundos, despertando así dudas acerca de la veracidad de mi profecía. Podrían llegar a decir que no fue la Mano Divina. Es preferible decir que no sé cuál es el preciso segundo en el que la plaga sucederá, a fin de que no ocurra semejante error”.
Uno de los discípulos le preguntó, entonces, a Rabí Zusha: si Moshé sí sabía exactamente cuándo habría de suceder la plaga, ¿por qué hizo como si no lo sabía?
Rabí Zusha le respondió que Moshé transmitió un “no sé” completamente honesto. Él realmente no sabíacómo decírselos de tal manera que no comprendieran erróneamente sus palabras. A veces, cuando la persona sabe qué decir, pero no sabe cómo transmitirlo para que sus oyentes lo comprendan, puede ser mejor decir directamente “no sé“.
Yo lo presencio muy a menudo. Veo frecuentemente que al ser consultados por asuntos espirituales, médicos, económicos, de salud mental, educación y demás, muchos responden sin realmente estar seguros de lo que dicen. Supongo que aparentarían ser más sabios si antepondrían un “no sé, pero supongo que…“. Si no estás seguro, entonces indícalo. La gente te respetará más, no menos. Es más, si no estás seguro de que tu oyente logrará comprender a qué te refieres, también es preferible que digas no sé.
Poco tiempo atrás lo experimenté personalmente: un joven al que trataba de orientar, se encontraba en un gran dilema y me presionaba para que le diera una respuesta que le ayudara a decidir; pero yo no la tenía. Mientras tanto, me dirigí a mi maestro y le expuse la pregunta de este cliente, tratando de ser lo más preciso posible. El Rabino me respondió: “no sé, nunca estuve en una situación similar a la del muchacho, de modo que no sé qué decirte”. Conversando un poco más acerca del problema, llegamos a una posible respuesta para el joven. Sin embargo, mi Rabino me dijo: “sé que esta es la respuesta, pero no sé cómo decírsela al muchacho de tal manera que comprenda a qué me refiero. Y si me malinterpreta, es muy probable que tome una decisión incorrecta en base a mis palabras”.
Lo que hace a una persona inteligente no es simplemente lo que sabe, sino también “saber lo que no sabe”. Para mí, esta es una magnífica herramienta de aprendizaje. Cuando no entiendes algo, en lugar de pensar en eso o refundirlo a fin de lograr resolverlo; es conveniente aclarar primero lo que sabes en la materia y apuntar exactamente qué es lo que no entiendes. Así, a veces la mente se lo imagina y las cosas comienzan a tener sentido. El problema es cuando no entendemos un 25 % de la información, o para ser exagerados, no entendemos nada. En desesperación, tendemos a apagar el “motor del estudio” y comenzamos a desconcentrarnos y “volar”. Pero si primero aclaramos lo que sí sabemos y vemos exactamente qué es lo que no entendemos, las cosas comienzan a encuadrar y tener sentido, llegando eventualmente a un 100% de comprensión. Es una maravillosa herramienta de estudio. Inténtala. Funciona.
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GRACIAS POQUITAS GRACIAS
“...con los zapatos en sus pies...”
(Shemot 12,11)
A veces, nosotros nos detenemos a ver el comportamiento de gente, que aparentemente, nos parece gente simple, y alguna de esas veces llegamos a pensar que no tienen nada de inteligencia, por lo tanto, nos parece que no tenemos nada que aprender de ellos. De todas formas, nosotros debemos saber, que si Hakadosh Baruj Hu nos puso delante, nos hizo ver el comportamiento de esta persona, seguramente habrá algo importante para aprender.
Una vez, viajando desde Ramat Gan hacia Bnei Brak, muy temprano, en la mañana, descubrí que había un hombre sentado en uno de los tantos asientos que hay en la calle, y en su rostro se notaba un gran sufrimiento, aparentemente, había algo que lo estaba atormentando.
De pronto, el hombre toma el cordón de uno de sus zapatos, y después de romperlo con mucha bronca, lo arrojó al suelo. Después hizo lo mismo con el zapato... y siguió sentado en el asiento, encorvado y con cara de enojado.
Estaba seguro que este hombre necesitaba ayuda, pero, en un principio, no quise detenerme para ayudarlo. Finalmente, a pesar de mis temores, me detuve a preguntarle, y cuando estuve ya muy cerca le pregunté en qué podía ayudarlo.
El hombre, al igual que una persona que despierta después de una pesadilla, me miró y me dijo: si usted quiere ayudarme, entonces, maldígalo...
No es nuestra costumbre maldecir, le dije, pero tal vez sea de utilidad que me digas a quién quieres maldecir...
Me lo señaló y me dijo: quiero que maldigas a este cordón, al cordón de mi zapato.
¿Qué es lo que te hizo el cordón?, le pregunté.
Después supe, que todas las mañanas, este hombre hacía un recorrido de varios kilómetros, por los alrededores de su casa. Y hoy, en la mitad de su maratón, uno de los cordones de sus zapatos se desató. Intentó volver a atarlo, y no lo consiguió, hasta que el plástico que está en cada extremo del cordón (para cerrar el cordón y que no se deshaga) se rompió. Y así se dio por terminado el ejercicio de ese día.
No pudo contenerse, y con toda su furia, rompió el cordón y el zapato.
Y en ese momento, yo me encontré con él.
Al estar presente en un espectáculo tan desagradable, intenté explicarle con tranquilidad, que lo ocurrido no era una tragedia, y que resultaba penoso enojarse por cosas sin importancia. Pero para mí, personalmente, esto me aportó una gran enseñanza. Si pensamos y logramos encontrar el mensaje de este relato, podremos fortalecernos en la forma en que agradecemos al Bore Olam.
Nosotros estamos acostumbrados a agradecer a Hakadosh Baruj Hu sólo por las “cosas grandes” que El hace por nosotros. Agradecemos a las cosas que vemos que son un verdadero milagro. Desde luego que esto es absolutamente necesario, y debemos agradecer permanentemente a Hashem Itbaraj, y alabarlo por todo lo bueno que nos da. Pero está prohibido olvidar las “pequeñas cosas”, y también debemos agradecer por las cosas cotidianas, aunque a veces podamos pensar que podríamos arreglarnos perfectamente sin ellas.
Veamos que ninguna persona puede llegar a pensar que el atarse los cordones del zapato se clasifica como algo grande, y acaso, ¿alguno de nosotros agradeció a Hakadosh Baruj Hu el habernos regalado la capacidad de poder atarnos los cordones del zapato?
Aquí estamos frente a un hombre, al que un pequeño inconveniente como el atar el cordón de un zapato, lo alteró tanto hasta dejarlo fuera de control. Debemos recordar, que la bendición de la mañana, “Sheasa Li Kol Tzorki”, que hizo para mí todas mis necesidades, está orientada hacia los zapatos, y de acuerdo a nuestro relato entendemos, que si hasta hoy pensamos que debíamos agradecer sólo por los zapatos, ahora aprendimos que también hay que agradecer por los cordones de los zapatos.
Y no sólo por el cordón, sino también por el plástico que cierra cada extremo...
Traducido del libro Barji Nafshi.
Y si queremos podemos seguir y la lista resulta interminable… Sólo pensar en nuestras bendiciones de la mañana. En el libro del rab hagaon Shimshon David Pinkus ztz”l, “Sidur Tefila”, podemos encontrar que las bendiciones que recitamos todas las mañanas se refieren exclusivamente a cosas materiales.
Generalmente las leemos como “loritos”, sin prestar atención, pero podemos ver que allí agradecemos por abrir los ojos, porque tenemos prendas para vestirnos, porque podemos pararnos y erguir nuestro cuerpo, porque caminamos, porque Hashem nos dio entendimiento, etc., etc., todas cosas que damos por entendido que nos corresponden, pero yo pregunto, ¿quién dijo que mañana por la mañana debo levantarme?, ¿quién dijo que mañana por la mañana podremos abrir los ojos? Hashem decretó, tratemos de ser agradecidos por la bondad de sus decretos…
Leiluy Nishmat
León Ben Ezra ז”ל
¡CUIDADO! AMIGO SE ACERCA
“...y me bendecirán también a mí”
(Shemot 12,32)
Malditos serán los malvados. El faraón se bañaba todos los días con la sangre de los bebés de los hebreos intentando así curarse de su lepra.
Ciento cincuenta bebés de Israel por la mañana, y ciento cincuenta bebés por la noche (Shemot Raba 1,34). ¡Cuántos iehudim murieron por los trabajos forzados que el faraón exigía! ¡Cuántos niños fueron ahogados por sus decretos! ¡Cuántos castigos recibieron nuestros padres cuando no pudieron completar el trabajo de cada día! Endureció su corazón. Y su propio pueblo recibió castigos y sufrimientos por su propia negligencia. Malvado, un monstruo hecho a semejanza de otro monstruo... y su alturaalcanzaba sólo el medio metro. Un enanito diabólico, con la figura de un monstruo, como las palabras de la Guemara (Moed Katan 18): cuanto más pequeño, más grande era su soberbia, hasta decir: ¿Quién es Hashem, para que escuche su voz?
Y Hakadosh Baruj Hu tiene el remedio adecuado y probado para preguntas como éstas. Un hombre estaba frente al justo, el Baal “Iesod Haavoda” Mislonin ztz”l, y conversaba con él diciéndole que tenía muchas dudas sobre la fe, que no lo dejaban tranquilo.
El justo le contestó: tú no eres el primero al que le pasa esto. También el faraón tenía dudas y preguntó: ¿quién es Hashem?, y tuvo su respuesta... a los golpes, con las plagas. Sobre cada pregunta, un golpe, otra pregunta, otro golpe, hasta recibir las respuestas a todas sus dudas...
¡Cuántos golpes hemos recibido en los últimos tiempos! Tanto grupal, como individualmente. ¿Cuándo comprenderemos que estos golpes se deben al debilitamiento de nuestra fe? ¿Cuándo diremos: basta, ya sabemos que se trata del Dedo de Hashem!?
El malvado faraón recibió muchos golpes, uno tras otro, hasta que entendió el mensaje. Y a la fuerza lo entendió, corrió en la mitad de la noche buscando la casa de Moshe Rabenu, y le dijo: “levántense y salgan de entre mi pueblo... vayan y sirvan a Hashem”, pero al decir esto no estaba todavía conforme, y debió agregar: “y me bendecirán también a mí”.
Preguntó el rab “Torat Jajam” ztz”l: ¿por qué “también” a mí? Y contesta con las palabras del Midrash, que cuando el faraón envía al pueblo, los bendice: ¡vayan en paz, salgan en paz!(Shemot Raba 20,10), por eso pide que él también sea bendecido de la misma forma que él bendice al pueblo, de todo corazón!
¡Qué vergüenza, qué descarado! Imaginemos a un jefe del ejército alemán de la segunda guerra, encargado en el campamento de exterminio de Auschwitz, que golpeaba a la gente hasta matarla, que colgaba personas, abusaba de ellas, asesinaba, etc. etc. Ahora, cuando terminó de hacer todo esto, cuando termina la guerra, corre a abrir las puertas del campamento y deja en libertad a los detenidos y les dice: “y me bendecirán también a mí”... piensen bien de mí y devuélvanme la bendición, de la misma forma en que yo los bendigo al salir de mi infierno... ¿qué le podemos contestar? Lo menos que podemos hacer es colgarlo de la plaza de la ciudad donde él mismo colgó a tantas personas...
Hay una regla que siempre se cumple: el no iehudi no puede bendecir al iehudi con el corazón. Es una ley conocida, que Esav odia a Iaacov. Y Iaacov deberá endurecer su cuello para recibir el beso de Esav, lo deberá convertir de antemano en un cuello de mármol, esperando una mordida en lugar de un beso...
Y hay algo más: rabenu Harambam z”l escribió en una carta a su hijo, que el faraón es el ejemplo del ietzer hara, del instinto malo. El ietzer hara es la fuente de los deseos y las pasiones materiales y más de una vez se disfraza de un amigo o de un ser querido. Nos sugiere que debemos dejar un poco la Tora por cuestiones de salud o descanso, ventilarnos un poquito por caminos no del todo recomendables. Nos dice que es como cumplir con un precepto, el hablar maledicencia sobre fulano, y en otros casos que es una obligación despertar una pelea entre dos personas, y que está prohibido, perdonar o dejar pasar, porque si hacemos eso, pueden pensar que somos tontos. El nos quiere hacer “cumplir” muchos preceptos, pero nosotros debemos saber, que así como el faraón siguió siendo siempre el faraón, igualmente el ietzer hara siguió siendo ietzer hara. Los escritos lo llaman “odiado” (Mishle 25,21) y cuando está disfrazado de amigo, es doblemente peligroso.
Nosotros no precisamos ni las bendiciones ni los consejos, no del ietzer hara ni tampoco del faraón. Nos alcanza con las bendiciones y consejos de Moshe Rabenu y del Ietzer Hatov.
Traducido del libro Maian Hashavua.
Leiluy Nishmat
León Ben Ezra ז”ל
PRÓXIMA FESTIVIDAD........... ..
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