viernes, 2 de noviembre de 2012

PERASHAT VAYERA: ¿Cuánto queremos cumplir un precepto?


בסיעתא דשמיא
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PERASHAT VAYERA 
 (Y apareció)
Libro Bereshit / Génesis (18:1 a 22:24)
Haftará de la Semana:
Melajim / Reyes II
Sefaradim 4:1-23
Ashkenazim 4:1-37

Este Envio de Torah Semanal esta : 
Dedicado a la Refua shelema  
( curación completa) de:


HARAV AVRAHAM NISSIM BEN JAVA SHLIT''A

Maria Fernanda Bat Dayan Cobos
 SRA.RIVKA BAT SARA IMENU
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Olga Bat Gloria
Sra. Nohemi Bat Esther
Sra. Yolanda Bat Elina
Paola Bat Yolanda
Sra.
   

   Dinorah Horing Flasch Bat Batia


Jaim Yosef Ben Esther
Sr. Alberto Girado Lobo 
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sr. Moshe ben Avraham
David ben Maira
Alvaro hijo de Ana

Itzjak Ben Sara
Ramiro Ben Yolanda
Rafael ben Elina

Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las  Almas) de:


MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV ZT''L
 MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ  ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
MARAN HAMEKUBAL HARAV NISSIM PERETZ ZT''L
HaRab Jaim  David Ben Shraga Fievel Zukervar  ZT''L
Maran HaraB HaGaon  Jaim Pinjas Scheinberg ZT''L
Sr. Rafael Oriz Peña Z''L
Sr. Eliecer David Ben Aura Esther  Z''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria  Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr.  Epifanio Enrique  Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca  Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Sr. Bernardo Rejtman Ben Meir  
 ADAEL BEN  ELIYAHU  Z"L
Sra Aura Ester bat Ana Z''L
Rabanit Bat Sheba Kanievsky, Z”L
Sra. Guillermina Hija de Benigna z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
Sra. Esther Bat Fanny
YAFFA BAT SARA  Z"L   
 

Refua shelema ve Hatzlaja be Kol Maase Yadenu:
Asher Amram Ben Avraham


*
 Si desea dedicar este envió de Torah, por la pronta recuperacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algún ser querido, por favor envíenos un correo a comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre. 
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali ,Colombia
Bogotá:
FechaHora    
Viernes, 02 Nov, 2012Encendido de velas a las: 17:20
Shabat, 03 Nov, 2012Shabat concluye: 18:10

Barranquilla:
echaHora    
Viernes, 02 Nov, 2012Encendido de velas a las: 17:16
Shabat, 03 Nov, 2012Shabat concluye: 18:06

Cali:
FechaHora    
Viernes, 02 Nov, 2012Encendido de velas a las: 17:31
Shabat, 03 Nov, 2012Shabat concluye: 18:21
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.



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RESUMEN DE LA PERASHAH

Ubicación:
Vaierá 
(“Se apareció”) es la cuarta parashá del primer tomo de la Torá, el sefer Bereshit, conocido en español como “Génesis”.
Temáticas:
Podemos señalar las siguientes temáticas en nuestra parashá:
  1. La visita
    Avraham tenía 99 años, y estaba al tercer día luego de su circuncisión, cuando la Presencia del Eterno vino a visitarlo. Inmediatamente luego vio a tres beduinos acercarse a su casa, que en realidad eran tres ángeles. Avraham corrió a su encuentro y los convidó y agasajó, sin saber que estaba en presencia de enviados del Eterno. Uno de ellos anunció que Sará, su esposa, tendría un hijo al cabo del tiempo. Sará al oír esa noticia lanzó una triste carcajada, desilusionada, pues tenía 89 años y ya hacía tiempo había pasado su tiempo para concebir. Avraham la reprendió amablemente, pues él reconocía que no hay imposibles para el Eterno.
    Antes de retirarse, otro de los enviados sanó a Avraham de sus dolores a causa de la circuncisión.
  2. La intercesión de Avraham
    El Eterno informó a Avraham de lo que sucedería, poco antes de que los ángeles destruyeran las ciudades de Sodoma y Gomorra. Y si bien ambas ciudades eran un imperio de maldades inconcebibles, Avraham con corazón misericordioso rogó, rezó, arguyó delante del Eterno para que Él se apiadara de las ciudades. Pero, como ni siquiera había diez personas meritorias entre las dos ciudades, el decreto de destrucción quedó confirmado.
  3. Los enviados arriban a Sodoma
    Dos de los ángeles llegaron a Sodoma, lugar pleno de malicia al que Lot, sobrino de Avraham, había ido a vivir. Uno de los ángeles vino a rescatar a Lot y su familia, en tanto que el otro debía proceder a su destrucción. Los ángeles, con apariencia de simples humanos, de beduinos, fueron recibidos por Lot en su casa. Mientras los vecinos intentaban violarlos, robarlos y matarlos. La turba desacatada comenzó su ataque en contra de la casa de Lot, hasta que los ángeles tuvieron que salir a aturdirlos, para detener los embates.
  4. Lot y familia huyen de Sodoma
    Lot y su familia salieron de la ciudad antes de que fuera destruida, y fueron advertidos de no retrasarse, pues morirían en la debacle. La mujer de Lot se quedó recogiendo valores materiales que no quería abandonar, a pesar de la advertencia. Cuando, sucedió la destrucción masiva, muriendo ella también. Lot tenía mucho miedo y fue a refugiarse con sus dos hijas a una cueva en la zona montañosa.
    Allí las dos hijas lo embriagan y se acuestan con él, dando cada una a luz a un hijo, que luego sería padre de naciones importantes: Moab y Amón.
  5. Avraham y Sará viajan a Guerar
    La pareja de patriarcas viajaron al Neguev, hasta Guerar, en donde Avraham instruyó nuevamente a Sará para que dijera que eran hermanos, por miedo a que los del lugar quisieran arrebatarla y asesinarlo a él. Sará fue tomada cautiva por el rey Avimelej, pero antes de que pudieran cohabitar, el Eterno envió una enfermedad que afectó a los moradores de la casa, lo que previno a Sará de quebrantos.
    El Eterno, por medio de un mensaje en sueños, advirtió a Avimelej de la situación, lo que hizo que el hombre soltara a Sará y se disculpara con Avraham. Entonces Avraham rezó por él y su casa, y fueron sanados.
  6. El nacimiento de Itzjac
    Como había sido prometido, nació un hijo de Sará y Avraham. Avraham circuncidó a su hijo Itzjac al octavo día de nacido, tal cual el Eterno le había declarado. Mientras Itzjac crecía, Sará notaba la influencia negativa que era Ishmael, además del maltrato que éste ocasionaba al hijo heredero. Así pues, ella reclamó para que Avraham echara a la concubina con su hijo. Avraham no quiso, pero el Eterno accedió a los reclamos de Sará, y le dijo a Avraham que le hiciera caso a su esposa. Así pues, la esclava Agar y su pernicioso hijo Ishmael habían sido echados de la casa de Avraham. Ellos en lugar de dirigirse a donde Avraham los había mandado como refugio, se fueron para otro lado, y se perdieron en el desierto. Sin embargo el Eterno hizo un milagro para ellos y se salvaron, en consideración a Avraham. Ishmael creció como un hombre brusco y pendenciero, dedicándose a la arquería.
  7. La Akeidá – la atadura
    Como décima, última y más pesada prueba, el Eterno pide a Avraham que le entregue a su hijo, a Itzjac. Sin dudas, Avraham dispuso todo lo necesario para inmolar a su hijo, tal cual en su fe creía debía de hacer. Fueron al monte Moriá, en Ierushalaim, preparó todo para el sacrificio, ató a Itzjac, y cuando estaba a punto de degollarlo, un enviado celestial lo detuvo y le anunció que había sorteado exitosamente la prueba que el Eterno le había puesto. Avraham vio allí un carnero, y lo sacrificó en lugar de su hijo. Hizo con la cornamenta dos shofarot.
    En reconocimiento a su entrega, Avraham y su descendencia fueron bendecidos para que fueran numerosos y para que tomaran posesión de la tierra de Israel.
Para destacar:
  1. Envidia y confianza en el Eterno
    El Rav A. Henaj Leibowitz, en “Majestad del Hombre”, nos instruye:

    “…Y caminaron los dos juntos.” (Bereshit / Génesis 22:8).
    En el Midrash Rabá encontramos que Itzjac no era un involuntario participante de la Akeidá, al contrario, él era un socio igualitario con Avraham. El Midrash relata como el Satán -la inclinación perversa- astutamente intentó disuadir a la pareja de su objetiva. Luego de fracasar con Avraham, se volvió hacia Itzjac e insatisfactoriamente intentó diferentes argucias. El Satán entonces apuntó que tras de la muerte de Itzjac, todas sus preciadas posesiones serían entregadas a su hermano Ishmael. Fue este argumento el que causó que que Itzjac se detuviera (si bien por un brevísimo momento).
    ¿Qué era este argumento?
    Incluso el bondadoso, falto de egoísmo Itzjac fue momentáneamente afectado por la perversa pasión de la envidia. Para guardarse contra la influencia de la envidia, debemos concentrarnos en reforzar nuestra confianza. No hay manera de sentirse amenazado por cualquier situación o carente de cualquier objeto cuando con todo corazón creemos que el Eterno es el que toma en consideración a cada uno de nosotros y que estamos totalmente en Sus manos.
  2. Nunca dejar pasar la oportunidad de cumplir con una mitzvá
    En “La voz del querido” el rav David Feinstein nos enseña:

    …porque para esto habéis pasado cerca de vuestro siervo”
    (Bereshit / Génesis 18:5).
    Avraham corrió para encontrarse con extraños, les ofreció servirles comida y bebida y les imploró para que no lo dejaran sin haber aceptado su hospitalidad. Sus palabras fueron: “…porque para esto habéis pasado cerca de vuestro siervo“. ¿Por qué el uso la palabra “para esto”? Avraham creía que esos hombres habían sido enviados por el Eterno específicamente para darle a él una oportunidad de cumplir con una mitzvá. Así pues, el estaba diciendo que vinieron a mí “por esto”, es decir, con el propósito de permitirme darle comida y bebida. Esto nos da una imagen de la grandeza de Avraham; nunca entró en su cabeza la idea de que esos hombres le causaban problemas o gastos en un momento en el que él no se estaba sintiendo bien. Por el contrario, él creía que ellos estaban allí solamente para beneficiarlo a él, para darle una oportunidad de cumplir con una mitzvá. Por esto nosotros aprendemos que nunca debemos dejar pasar la oportunidad para cumplir con una mitzvá.
Resumen de la parashá Vaiera ("Y se presentó...")
Sidrá 4ª de la Torá, 4ª del sefer Bereshit. Entre pesukim 18:1 y 22:24.
Haftará en II Melajim 4:1-37.
Perek 18: Hashem visita a Avraham Avinu, a la sazón de 99 años, a los tres días de su circuncisión. Momentos después, tres enviados de H' son atendidos muy generosamente por el adolorido Avraham, que olvidando su dolor prefiere hacer la gran mitzvá de Ajnasat Orjim, hospitalidad, aun con tres vagabundos desconocidos, ya que él no los reconoce como enviados divinos.
Sara se ríe, desconsoladamente cuando siente que uno de los enviados anuncia que ella parirá un hijo al cabo de un año, ya que ella hace rato sabe que no puede, pues, fue estéril en su juventud y ahora tiene 89 años.
H' enojado les pregunta si hay algo que Él no pueda hacer.
Hashem revela a Avraham que destruirá las malignas ciudades de Sedom, Amorá, Adma y Tzevoim. Avraham trata desesperadamente de interceder en favor de esas ciudades para que Hashem no las destruya.
En un diálogo, H' acepta perdonar las ciudades si hubiera en ellas al menos diez personas justas, pero no las hay.
Perek 19: Solamente Lot (el primo de Avraham), su mujer y sus dos hijas serán salvados, a pesar de haber vivido mucho tiempo entre los ruines, aún no están completamente perdidos en el mal. Los enviados están a punto de ser torturados y vejados por los malignos ciudadanos, Lot los defiende, aun entregando a sus hijas en lugar de sus invitados y protegidos.
Mientras una lluvia de azufre y fuego destruye las perversas ciudades. Lot y los suyos tenían prohibido mirar para atrás, sin embargo la mujer de Lot gira su cabeza para mirar la masacre y queda transformada en estatua de sal.
Las hijas de Lot, que están guarecidas en una cueva con su padre, suponen que todo el mundo esta destruido y que es su deber repoblar la tierra, entonces emborrachan a su padre y mantienen relaciones ilícitas con él. De la hija mayor nace Moav y de la menor Ammon, de los que saldrían pueblos famosos de la época.
Perek 20: Avraham se muda a Guerar donde Avimelej, rey de aquel lugar, le arrebata a Sara. Después de que Hashem lo increpa en sueños, la libera intenta amigarse con el poderoso Avraham.
Perek 21: Tal como les fuera prometido por H', Avraham y Sara tienen un hijo en su ancianidad, y lo nombraron Itzjak, voz del verbo 'reír' o 'burlar', ya que la gente se reía ante esta situación extraña, dos viejos con un hijo recién nacido.
Avraham celebra grandemente el día que Itzjak es destetado. Sara pide a su marido que eche a la esclava y concubina Agar y a su hijo Ishmael de la casa, porque ve la presencia de Ishmael perjudica grandemente el sano desarrollo de su hijo Itzjak. Avraham se apena de tener que echar a su otro hijo de su lado, pero Hashem le dice que debe escuchar a Sara en todo lo que ella le diga.
Ishmael estaba agonizando por la sed, al haberse perdido con su madre en el desierto. Agar le ruega a H', y Él envía un enviado que le muestra a la mujer un manantial que fluía ahí, frente a ella. Y le augura un futuro de poder para su hijo.
Avimelej se da cuenta de que Hashem prospera a Avraham, por lo cual sella un pacto con él.
Perek 22: H' pone la última y más terrible prueba frente a Avraham, ya que le ordena que Le ofrende a su hijo Itzjak, de 37 años. Avraham obedece de inmediato, a pesar de la gran pérdida que eso represente, ya que le fuera prometida abundante descendencia, pero ahora sacrificaría al único que de él podría salir; a pesar de que Avraham se obstinaba en contra de los sacrificios humanos, tan comunes en aquellas épocas. Pero, si era orden de H', así había que hacer.
Cuando Avraham ya ató a su hijo al lugar del sacrificio, elevó el cuchillo para matarlo, cuando un enviado de H' lo detiene, pues, ha pasado certeramente la dura prueba de fidelidad.
Por su confianza en el Eterno, Hashem promete a Avraham que aunque los descendiente pequen, siempre podrán retornar a Dios y salvarse de sus enemigos.
Avraham hace sonar el Shofar, extraído del animal que sacrifico en lugar de su hijo.
Finalmente se lista la genealogía que concluye con el nacimiento de Rivka.
Nuestros patriarcas, Avraham y Sará, trabajaban mucho para dar la bienvenida a forasteros a su hogar. Sin que nadie se los ordenara, practicaban una hermosamitzvá: la de hajnasat orjim -recibir visitantes-, y además una estupenda cualidad personal como lo es el jesed -benevolencia-.
Cuatro entradas tenía su hogar, una hacia cada punto cardinal, que siempre permanecían abiertas para todo el que quisiera entrar en paz, y salir con bendición.
No importaba si eran grandes o pequeños, ricos o pobres, uno o varios, fieles a Hashem o idólatras, familia o desconocidos; todos eran bienvenidos y agasajados con lo mejor de la casa: presencia humana amistosa.
Nuestros patriarcas sabían lo duro y arriesgado que es ser un forastero, alguien de fuera y sin conocidos, ¡ellos mismos lo eran! Por lo cual, se esmeraban para que el extranjero se sintiera como "en casa", el solitario tuviera compañía, y el hambriento saciara su sed y hambre.
Pero, no solamente las visitas ganaban una amistad, o un lugar para reposar, o algo que llevarse al estómago; también se les permitía instruirse y construirse como mejores personas, ya que Avraham les enseñaba a bendecir antes y después de las comidas.
Debemos recordar que al decir la berajá -bendición- se ganan al menos tres cosas, que no se obtendrían si se come y no se bendice:
  1. La confianza en la bondad y presencia de Dios. Pues al bendecir por la comida, se está reconociendo que Él está siempre presente y dando continuamente bienestar al mundo.
    Y también al bendecir se está reconociendo la Sabiduría con que fue diseñado el universo, como cada cosa funciona perfectamente y en armonía (si es que el ser humano no perturba ambas: el funcionamiento y el equilibrio).
     
  2. Buenos modales. Ya que se está agradeciendo por la comida y el poder aprovecharla, en lugar de devorarla sin siquiera pensar de dónde vino, cómo se produjo el alimento, y mi relación con ella.
     
  3. El alimento tiene dos tipos de nutrientes básicos: el físico y el espiritual.
    De extraer la energía física y beneficiar con ella al organismo, generalmente se encargan las funciones naturales del cuerpo.
    De otra modo ocurre con la energía espiritual que contiene la comida, ya que la única manera para obtenerla y hacerla útil, es por medio de la berajápronunciada antes de ingerirla. Sin berajá no se disfruta el máximo potencial del alimento.
Más tarde o más temprano la mayoría de los visitantes se alejaban físicamente del bendito hogar de nuestros patriarcas. Marchaban sus cuerpos hacia sus vidas cotidianas, pero no se apartaban espiritualmente. Es decir, en sus mentes y corazones algo había cambiado con la visita. Pues, mantenían fuertes lazos de adhesión y amor hacia Avraham y Sará, y por ende con el Dios y los valores hebreos que pretenden una mejor existencia para todos.
¿Cuál será la causa de este amor?
¿Quién se beneficia con la mitzvá de hajnasat orjim al estilo acostumbrado por nuestros patriarcas?
¡Les deseo Shabbat Shalom!

Moré Yehuda Ribco
Relato a propósito del comentario
Se cuenta que en una ocasión un visitante en el hogar del Jofetz Jaim (Rabbi Israel Meir HaCohen Kagan, siglo XIX, Polonia) se enteró que éste le estaba preparando su cama. Entonces salió corriendo a la habitación, y ni bien llegó amablemente detuvo al gran sabio en su labor, diciéndole: Rabino apreciado, no es necesario que usted se rebaje a una actividad tan simple, déjeme a mí, de seguro usted tiene cosas más importantes para hacer.Retomando su labor de tender la cama, el Jofetz Jaim respondió: ¿También pedirás ponerte los Tefilín por mi? No me pidas que te ceda el cumplimiento de esta mitzvá que me corresponde. En este momento cumplir con hajnasat orjim es para mí lo más importante y honroso que tengo.
Reflexiones sobre Vayerá
Sodoma o Abraham
Por Rav Mark Angel
Traducción Dra. Myriam Frydman
La lectura de la Torá de esta semana incluye la historia de la destrucción de la ciudad impía de Sodoma. La tradición rabínica nos cuenta que la gente de Sodoma era egoísta, poco caritativa, poco hospitalaria, e inmoral. También se nos dice que los sodomitas tenían una cama en la que colocaban a los visitantes. Los que eran bajitos eran estirados hasta que encajaran en la cama. Los que eran altos, eran cortados a la medida de la cama. ¡Todos tenían que ser del mismo tamaño!
La cama de Sodoma, creo yo, no se refiere simplemente al deseo de conformidad física —sino también de conformidad intelectual y social. La gente de Sodoma quería que todos pensaran de la misma manera y que siguieran los mismos patrones de comportamiento. Su odio a los extranjeros simbolizaba su miedo al “otro”, a cualquiera que fuera diferente, que en alguna forma pudiera desafiar o amenazar al status quo.
Abraham fue la antítesis de Sodoma. Él fue famoso por acoger a los extranjeros y tratarlos con gran respeto. Nuestra tradición identifica a Abraham con la cualidad de jesed, compasión, preocupación por los demás. Para ser una persona con jesedgenuino se requiere sentir empatía por los demás, tener la capacidad de reconocer la bondad y la singularidad de cada ser humano. En lugar de querer cortar a las personas por el mismo patrón, una persona con jesed está fascinada con la diversidad humana, está ansiosa de aprender de las personas cuyos antecedentes y experiencias difieren de las suyas.
El jesed es un valor tan importante para el judaísmo, que nosotros difícilmente podemos exagerar su importancia. La filosofía de Sodoma es tan repugnante para el judaísmo, que nosotros difícilmente podemos exagerar nuestra repulsión por ella. Y sin embargo, desafortunadamente, existen actitudes xenófobas y de odio dentro de nuestra comunidad que nos ponen en conflicto con la visión de Abraham.  
*Hemos leído con horror y consternación que algunos colegios Beit Yaacov (colegios religiosos para niñas) de Israel discriminan flagrantemente a las niñas sefardíes, del Medio Oriente, y etíopes. En una población, el colegio erigió realmente una barrera física para separar a la niñas sefaradíes de las askenazíes. En algunos colegios, se utilizan diferentes entradas para los niños de diferentes orígenes. Otros colegios tienen cupos que limitan el número de niños y niñas de familias de orígenes “equivocados” que van a ser admitidos.
*En varias yeshivot, a los estudiantes que no son askenazíes se les hace sentir avergonzados de sus tradiciones y son presionados psicológicamente a adoptar los usos y costumbres askenazíes. Sabemos de casos en los que estudiantes sefardíes han sentido la necesidad de cambiar sus nombres que suenan como sefardíes, adoptando nombres menos conspicuamente “étnicos” que podrían pasar por no sefardíes. Los estudiantes sefardíes se sienten obligados a usar el mismo sombrero negro y otros atuendos característicos de los askenazíes, y a usar sus tzitzit colgando por fuera de sus pantalones a pesar de que esta no es una práctica sefardí.
*Los niños de los colegios religiosos no parecen ser más compasivos hacia los niños que son “diferentes” que los niños de los colegios no religiosos. De hecho, algunas veces las actitudes negativas son realmente alentadas por la administración y el profesorado. En lugar de crear un ambiente de jesed y respeto por cada estudiante, algunos colegios fomentan la conformidad y toleran el comportamiento poco amable dirigido hacia aquellos que son “diferentes”.
Cualquier colegio que fomente la discriminación es, por definición, una afrenta a la verdadera religión, a los valores de la Torá, y al jesed de Abraham nuestro patriarca. No importa cuán religiosos creen que son esos colegios, ellos están pisoteando la santidad de la Torá y profanando el nombre de Dios todos y cada uno de los días. Cualquier padre de cualquier origen que tolere o apoye a tales colegios es un cómplice del crimen.
Cada uno de nosotros tiene que estar vigilante en cuanto a los colegios a los que asisten nuestros hijos y nietos; las sinagogas que frecuentamos; las organizaciones que apoyamos. ¿Están estas instituciones a la altura del modelo de jesed, amor y compasión establecido por Abraham? Si es así, eso es maravilloso. Pero si no, tenemos que expresarles nuestras preocupaciones a la administración, al cuerpo docente, a los miembros de la junta directiva, y a la comunidad en general. Mucha maldad existe en nuestro mundo porque las personas tienen miedo de levantarse en contra de los poderes establecidos; porque temen a las represalias; porque se sienten impotentes para “luchar contra el sistema”.
Abraham nos recuerda que una persona puede cambiar el mundo; que el coraje moral finalmente saldrá victorioso; que permanecer en silencio frente a la maldad es ser cómplice. El rabino Hayyim Angel señaló en una ocasión que Abraham no fue el primer monoteísta —Adán y Eva, Set, Hanoj, Noé, y otros también fueron monoteístas. Abraham no fue el primer judío —ya que el judaísmo no llegó a existir antes de que nos fuera entregada la Torá en el Monte Sinaí. Más bien, Abraham es el primer maestro —el primero que es descrito en la Torá como alguien comprometido a transmitir la rectitud y la justicia a su familia y a sus futuras generaciones. Nosotros somos herederos de ese legado, y debemos ser los maestros para esta generación y para las generaciones venideras.
"Y salió Lot y habló con sus yernos y les dijo: levantense y salgan de este lugar, porque destruirá Hashem la ciudad, mas fue considerado como un bufon a ojos de sus yernos"
(Bereshit 19, 14).
Es decir, cuando vino Lot a advertir a sus yernos que D-s destruiría la ciudad, ellos consideraron que Lot estaba hablando "payasadas", pues no creyeron que algo así podía llegar a suceder...
Y muchas veces, Hashem envía toda clase de señales para instar a las personas a cambiar y modificar sus conductas, mas las personas, no suelen tomar con suficiente seriedad a los mensajes y advertencias que Hashem les envía...
Y cuando finalmente se dan cuenta que las "señales" no eran un "chiste", y que las cosas no buenas que Hashem insinuó que pasarían efectívamente van a pasar, ya suele ser demasiado tarde para hacer algo para hacer algo y lograr cambiar la situación...
Y también hoy en día, Hashem envía todo tipo de señales tanto nuestro pueblo y a la humanidad toda - ya sea a través de fenómenos naturales o de todo tipo de procesos que se dan en nuestro mundo; siendo pocas las personas que quieren ver en esto señales divinas, prefiriendo continuar con la rutina como si nada, evitando querer darse cuenta del trascendente mensaje que indefecíblemente Hashem les quiere transmitir...
Y la verdad es, que quien realmente quiera escuchar tendrá el mérito de poder escuchar, y quien verdaderaramente quiera ver, tendrá el mérito de también poder ver...

"Y miró su esposa detrás suyo y se transformó en una estatua de sal"
(Bereshit 19, 26).
La explicación más común del versículo, es que la esposa de Lot se transformó en una estatua de sal debido a que miro hacia atrás la destrucción de Sodoma y Gomorra, a pesar que Hashem explícitamente se los había prohibido...
Sin embargo, hay algo en el lenguaje del versículo que nos debería de llamar la atención, y es que el versículo dice que miro su esposa "detrás suyo" y se transformó en una estatua de sal...
Y la verdad es, que no debería de decir "detrás suyo" sino "hacia atrás"...
¿Qué puede querer decirnos la Torá al utilizar la expresión "detrás suyo"?
Una respuesta posible, es que la Torá nos quiere decir, que ella no sólo miró hacia atrás por curiosidad, sino que tuvo que esforzarse para poder ver detrás de su esposo que iba detrás suyo, para así poder ver la destrucción de Sodoma...
Y así como hay quienes interpretan que Moshé fue castigado con no entrar a la tierra de Israel por pegarle dos veces a la piedra para que ésta dé agua (en lugar de hablarle tal como Hashem le dijo que lo hiciera), podemos argumentar aquí que el castigo de la esposa de Lot fue porque ella se esforzó por mirar, teniendo que buscar un campo visual detrás del cuerpo de su marido para ver como aquella ciudad era destruida...
Y también nosotros, a veces sin querer, empezamos a "revolver" también en sucesos de nuestro pasado...
Y el castigo de ello no es sólo el revolver en sí mismo, sino el esforzarnos por profundizar estérilmente dentro de él, buscando respuestas que muy probablemente no vamos a poder certeramente llegar a encontrar, desgastándonos en nuestro presente y atentando eventualmente también en contra de nuestro futuro...

"Y Abraham rezó a Hashem y curó Hashem a Avimelej y a su esposa y a sus siervas las cuales tuvieron hijos"
(Bereshit 20, 17).
De éste versículo podemos aprender, que en mérito al rezo de una persona justa, es posible atraer la curación de Hashem sobre personas que se encuentran enfermas...
¿Y por qué las personas justas tienen un poder tan especial?
Porque está escrito que cuando un justo decreta algo, Hashem -indefectíblemente- habrá de cumplir con la voluntad del justo.
¿Y por qué Hashem está "positivamente predispuesto" a cumplir siempre con Su voluntad?
Porque al hacer el justo que su voluntad sea como la voluntad de Hashem, todos los pedidos que el justo realiza están directa o indirectamente relacionados con el cumplimiento de dicha voluntad, siendo lógico y entendible que Hashem acepte gustosamente cumplir con la voluntad del justo...
Y si preguntamos, ¿por qué Hashem le dijo a Avimelej que le pida a Abraham que rece por él, en lugar de curarlo Hashem directamente?
Una posible respuesta, es porque Hashem quiere poner en evidencia el poder que Él decide otorgarle a los justos, quienes son elegidos como canales e intercesores, para darles el mérito que a través de ellos se cumpla con la voluntad de Hashem...
Y todos debemos de esforzarnos por ser buenos y justos, para tener el mérito de servir como canales para traer la luz y la bendición de Hashem para todos los demás...

Haciendo Mitzvot con Alegría y en Familia


Palabras de Torá en honor al Shabbat de Parashat Vayerá
Por: Rabino Emmanuel Many Viñas

En la Parashá de esta semana Abraham es visitado por tres ángeles después de haberse circuncidado. De acuerdo a la tradición oral, era el tercer día de sanación después de la circuncisión (el más difícil) y Hashem había calentado el día para que nadie saliera fuera de su casa para no molestarlo en ese día tan difícil. Pero a Abraham le gustaba tanto hacer la mitzvá de Hajnasat Orjim -Recibir Invitados- que se sentó a la puerta de su casa buscando a alguien para invitar y atender. Hashem se compadeció de él y mandó tres ángeles en forma de hombres para visitarlo. Esto, de acuerdo al Talmud es el primer instante de la mitzvah de Bikur Jolim -Visitar a los Enfermos-. Al verlos, Abraham se puso muy contento y salió corriendo a recibirlos para rogarles que vengan a su casa a descansar y comer. Él mismo los lleva a la entrada de la casa y los pone a descansar bajo las palmeras mientras les lava los pies. Le pide a Sarah su esposa que les prepare panes de las harinas más finas mientras él les prepara las carnes y más finas cremas junto con su hijo Ishmael. Cuando los ángeles se habían saciado le revelan su verdadera identidad al patriarca y le profetizan acerca de la destrucción de Sodoma y del nacimiento de Isaac. Dos de los ángeles prosiguen su rumbo hacia Sodoma a destruir esa ciudad malvada.
Allí en Sodoma ocurre algo similar. Lot, el sobrino de Abraham, se había establecido allí. Él los recibe en las puertas de la ciudad y les ruega que pasen la noche en su casa. Al principio los ángeles se rehúsan a pasar la noche pero Lot les ruega y los conduce rápidamente para su casa pues era ilegal recibir huéspedes en la ciudad de Sodoma. Lot estaba arriesgando su vida al recibirlos. Cuando llegan a su casa Lot (solo) les prepara los alimentos y hay muy poca conversación entre ellos hasta que llegan los hombres de la ciudad a demandar los huéspedes. Lot había albergado a éstos arriesgándose y sale a confrontar a los hombres de la ciudad para protegerlos. Al hacer esto Lot, demuestra las mismas características que su tío Abraham de quien él había aprendido los valores de Hajnasat Orjim; pero esta historia contiene algunas importantes diferencias:
El gran maestro Rabí Sansón Rafael Hirsch (Alemania 1808-1888) explica que la Torá pone estas dos historias juntas para comparar las dos casas y las actitudes que existían en cada una de ellas. En la casa de Abraham la familia entera se involucró en recibir a los huéspedes. La casa estaba llena de alegría y conversación mientras ellos cumplían la mitzvá de recibirlos. En la casa de Lot él es el único involucrado en la mitzvá. Hay poca conversación y uno se queda con la impresión que él estaba haciendo la mitzvá por compromiso con los valores que había aprendido de su tío. Pero este acto no era una expresión de alegría y el no había tenido éxito en involucrar a su familia en este estilo de vida.
Rabí Hirsch explica que Lot no pudo pasar estos valores a sus hijos por su manera de observarlos. La casa de Abraham estaba llena de alegría al hacer los mitzvot – en la casa de Lot se cumplían los mismos mitzvot pero no se hacían con alegría. Como él no era alegre haciendo los mitzvot no se sentía que podría demandarle a sus hijos que también participaran en estas actividades tan aburridas para ellos. ¡Pero Abraham sí pudo involucrar a sus hijos y pasarlo a la próxima generación porque su conexión a los mitzvot era con alegría! Si los padres involucran a sus hijos en una vida judía llena de alegría e incluyen los mitzvot como parte de la vida diaria adonde toda la familia participa no es difícil inculcarles el mensaje de la Torá. Si el judaísmo es presentado solamente como una tarea o con mala gana y pesimismo el judaísmo se vuelve algo forzado y negativo y nadie lo quiere vivir. El judaísmo de Abraham es el judaísmo que deberíamos de vivir para disfrutarlo juntos con nuestras familias y de esa manera pasarlo a nuestros hijos y nietos.
La mitzvá de Hajsanat Orjim tiene un valor demasiado importante en la vida de un judío hasta el punto de que el Talmud nos asegura que Hajsanat Orjim sustituye incluso el hablar con Dios.
El Rabí Janoj de Bendín no enseña: "Debido a que el Talmud nos dice que recibir a un invitado, aunque sea desconocido, es más importante que recibir a la Shejiná (presencia de Dios) y... ¿qué no haríamos para recibir la Presencia Divina en nuestro hogar?"
Shabbat Shalom de parte del Rabí Manny Viñas y familia.

Del Potencial a la Acción

Llegaron al lugar que Dios le había dicho, y Abraham construyó ahí un altar. Arregló los leños, ató a su hijo Itzjak y lo puso en el altar, sobre los leños. Abraham extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces un ángel de Dios lo llamó desde los cielos y le dijo: “¡Abraham, Abraham!”. Y él dijo: “Heme aquí”. Y dijo: “No extiendas tu mano contra el joven y no le hagas nada, pues ahora sé que eres temeroso de Dios y no me has rehusado a tu hijo, a tu único””. (Génesis 22:9-12)
Pregunta:
Si bien es cierto que la Akedat Itzjak (el atamiento de Itzjak) fue una prueba absolutamente determinante, de todas maneras Dios ya había probado a Abraham con nueve pruebas anteriormente (ver Rambam, comentario a Pirkei Avot 5:3):
  1. Dios le ordenó abandonar la casa de su padre para ser un extraño en la tierra de Canaan.
  2. Inmediatamente después de su llegada a la Tierra Prometida, Abraham se encontró con una hambruna.
  3. Los egipcios capturaron a su amada esposa Sara y la llevaron ante el Faraón.
  4. Se enfrentó a obstáculos increíbles en la batalla de los cuatro y cinco reyes.
  5. Se casó con Agar después de no poder tener hijos con Sara.
  6. Dios le ordenó circuncidarse a sí mismo a una edad avanzada.
  7. El rey de Gerar capturó a Sara, con la intención de tomarla para él.
  8. Dios le dijo que expulsara a Agar después de haber tenido un hijo con ella.
  9. Tuvo que expulsar a su hijo Ishmael y distanciarse de él.
Todas estas fueron pruebas muy difíciles y Abraham salió victorioso en todas ellas. ¿¡Cómo es posible entonces que sólo ahora, después de la Akedat Itzjak Dios le diga: “ahora sé que eres temeroso de Dios”!? ¡Él ya había demostrado nueve veces seguidas que confiaba ciegamente en Dios! Y no sólo eso, sino que además Dios no está limitado por el tiempo y lo sabe todo, ¿qué significa entonces “ahora sé”? ¿Acaso Dios no lo sabía desde antes?
Respuesta:
Si bien es cierto que Abraham había superado pruebas muy difíciles, Dios sabía que Abraham tenía mucho potencial oculto que aún no se había manifestado en la práctica. Dios sabía que el nivel de irat shamaim de Abraham podía llegar incluso más alto.
Es por eso que Dios puso a prueba a Abraham con la Akedat Itzjak, ya que esta prueba exigía sacrificar absolutamente todo, no sólo el presente – su hijo – y el pasado – todo lo que le había costado concebir a Itzjak – sino también el futuro – ya que Itzjak representaba la continuidad del pueblo judío.
La Akedat Itzjak fue “la prueba final”. Con este gran acto de fe, todo el potencial de Abraham salió a la luz, y alcanzó de esta manera el nivel más alto de irat shamaim, ahora su mérito estaba completo (ver Rambán).
Ahora sé” significa “ahora he visto, a través de este gran acto concreto que has realizado, cómo se ha revelado absolutamente todo tu potencial”, no es que Dios no lo sabía de antes, al contrario, Dios conocía realmente todo su potencial, y es justamente por eso que lo puso a prueba.
Y lo mismo ocurre en nuestras vidas. Cada vez que nos enfrentamos a una dificultad, tenemos que recordar que la magnitud de la dificultad tiene relación directa con nuestro potencial oculto. Y tenemos que recordar que es precisamente por eso que Dios nos pone a prueba, porque Él es el único que conoce realmente todo nuestro potencial, y quiere vernos brillar.
Fuentes: Rambán, comentario a Génesis 22:12.

Vayeirá: Nuestra Esencia e Identidad como Ofrenda Perfecta a Dios

Hemos dicho que nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob personifican la relación entre el Creador e IsraelAprendemos esta relación cuando reflexionamos en torno a cada episodio y situación narradas en la Torá. También dijimos que en el conocimiento de los caminos y atributos de Dios nos acercamos a Él. La culminación y punto más elevado de este conocimiento están representados por la akedála ofrenda de Isaac a DiosAprendemos en la Torá que nuestros tres Patriarcas representan cualidades primordiales de la conciencia, al igual que aspectos específicos de nuestra relación con el Creador. Abraham significa nuestro Pacto con Él, Isaac nuestra conexión permanente con Él, y Jacob (Israel) la manifestación material de los anteriores para realizar el Pacto en pleno conocimiento de nuestra conexión con Dios (Ver en este blognuestros comentarios sobre la Parshat Vayeirá: “Amor como Ofrenda al Creador” del 17 de octubre de 2010 y “Vivir en la Unidad del Amor de Dios” del 6 de noviembre de 2011).

En este contexto Isaac es el más importante ya que representa nuestro nexo eterno con el Creador. Nosotros como Israel concebimos este nexo en el pleno conocimiento de que Dios es Uno y Único, de que todo lo que existe proviene de Él, es sustentado por Él, y le pertenece a Él. Estos principios son el fundamento y la razón que llevaron a presentar a Isaac como una ofrenda al Dueño de todoTanto Abraham como Isaac comparten este sublime conocimiento: “(...) y ellos ambos fueron juntos (Génesis 22:6) Esta realización es la clave para liberar nuestra conciencia del cautiverio bajo la dictadura de egoCuando nos damos cuenta que Dios es la única realidad que existe, desaparecen todas las fantasías e ilusiones que creamos en el mundo material. Nuestros Sabios llaman a Isaac “la ofrenda perfecta” porque es intachable, transparente, clara, íntegra, completa, recta, totalEstas son cualidades y rasgos inherentes a los caminos y atributos de Amor, que son la ofrenda que elevamos a Aquel que nos las da para que vivamos por ellos, con ellos y para ellos.

Como señalamos antes, nos convertimos en estas ofrendas cuando nos hacemos plenamente conscientes de que la vida y todos sus niveles y dimensiones no nos pertenecen a nosotros sino al CreadorNos convertimos en este conocimiento cuando verdaderamente podemos diferenciar entre la bendición del Amor de Dios, como Amor en el mundo material, y la maldición como resultado de los deseos e ilusiones materiales de egoUna vez entronizamos Amor como el regente y conductor de todos los aspectos de la vida, el mandato y dominio de ego desaparecenDicho de otro modo, tan pronto como nos damos cuenta de que cada aspecto y dimensión de lo que llamamos existencia pertenecen al Creador, nos damos cuenta que también pertenecen a Sus caminos y atributos: “(...) y tú no retuviste a tu hijo, tu único, de Mí” (22:12) Del mismo modo, al seguir Sus caminos, atributos y Mandamientos, nos regocijamos en el deleite de saber que le pertenecemos a ÉlEl nombre de Isaac (que quiere decir reiré/me regocijarées la experiencia de este conocimiento, tal como lo dice su madre Sara: "El Eterno me ha regocijado[yquien lo oiga se reirá por mí [debido a mí]" (21:6) Esta es la enseñanza primordial del significado de la akedá, la ofrenda de Isaac en la que nos regocijamos cuando con nuestro Amor nos compenetramos con el Amor de Dios.

Amor nos hace buenos, íntegros, completos, justos, rectos, totales, intachables, y todo aquello que convierte oscuridad en Luz, negativo en positivo, equivocado en correcto, carencia en abundancia, depresión en satisfacción,odio en solidaridad, indiferencia en cuidado, indolencia en protección, crueldad en generosidad, envidia en compartir, avaricia en plenitud, egoísmo en bondad.Amor es el catalizador, el fuego que transforma maldiciones en bendiciones.Amor es la ofrenda perfecta que nos une con la Fuente de su bondad. De ahí que amemos para estar con el Amor de Dios. Amamos porque Dios nos ama para que compartamos Sus caminos y atributos. Nuestros padres Abraham e Isaac vivieron esta Verdad trascendental asimilada mediante su entrega incondicional al Creador.

Esto es parte esencial de su legado a nosotros, a través del cual asimilamos que somos los elegidos del Creador, precisamente debido a ese legado. Con este también reconocemos que pertenecemos a Él, y que nuestra recompensa es alegrarnos en Su Amor como nuestra Esencia y verdadera identidad: “Y a través de tus hijos [descendientesserán bendecidas las todas las naciones del mundo, porque tú has atendido a Mi voz” (22:18) Esto es quienes somos y tenemos, la porción que nos hace contentos. Amor es nuestra porción de la Torá que diariamente pedimos a Dios que nos dé, ya que es nuestro sustento y medio de conocer Su Amor en Sus caminos, atributos y Mandamientos“concédenos nuestra porción en Tu Torá, y haz que nuestros corazones ansíen apegarse a Tus Mandamientos”, porque nuestros Sabios dicen que aquel que estudia la Torá todos los días, “los modos del mundo son suyos [las leyes de la Torá]”. Lo mismo va para Amor porque los modos del mundo son suyosTambién nuestros Sabios dicen que quien estudia la Torá [la instrucción y los caminos de Diosaumentan la paz en el mundoDe igual manera, Amor aumenta la paz en nosotros y nuestro entorno cuando permitimos que conduzca todas las dimensiones de la vida.

Esto es lo que los demás ven en nosotros cuando nos convertimos en los caminos y atributos de DiosAbimélej y Pijol su general declararon a Abraham, diciendo'El Eterno está contigo en todo lo que tú haces'.” (21:22) porque cuando andamos en Sus caminos revelamos Su Presencia en el mundo materialEsta es la razón por la que Dios escogió a Abraham, Isaac y Jacob como los portadores de Su Amor por la humanidad y por toda Su CreaciónEsta realización tiene un tiempo y un espacio que ocupan todas las dimensiones de la vida y de la conciencia. Ese tiempo y ese espacio significan siempre y en todas partes, ya que este conocimiento trasciende la realidad material. Esta es una de las razones de que el Pacto (a través de la circuncisión) que Dios nos ordena lo efectuemos el octavo día después de nacerEn el judaísmo el octavo día simboliza la existencia más allá de tiempo y espacio, libre de toda limitación que podamos concebir.

Seamos siempre conscientes de que elevamos Amor como nuestra Esencia e identidad al Amor de Dios. Ambos Amores se vuelven uno en un tiempo y lugar en la conciencia que también son eternos“Y Abraham llamó al lugarEl Eterno verátal como se dice hasta hoyEn la montaña el Eterno será visto[aparecerá].” (22:14) En este tiempo y lugar eternos en la conciencia, Dios nos verá y lo veremos a ÉlEsto tiene lugar en Jerusalén, en Sión, en el monte del Templo que está en la capital eterna e indivisible de Israel. El tiempo siempre es ahora y el lugar siempre es el Templo de Jerusalén, donde realizamos el pleno conocimiento de nuestra conexión permanente con el Creador. Esta es nuestra completa libertad de las fantasías e ilusiones del mundo material.
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PERASHAT VAYERÁ
“Y se apareció Hashem a él, en las llanuras de Mambré". 18:1
Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda esperando recibir visitantes, estaba convaleciendo después de haberse practicado la circuncisión. Abraham estaba sufriendo a causa de su operación. Hashem se le apareció para visitarlo.El Todopoderoso quiso mostrarnos, al no mandar a ningún emisario lo importante que es esta Mitzvá y dado que estamos obligados a emular sus virtudes, debemos también visitar a los enfermos.[i] Aunque todo depende de la Voluntad Divina, debemos cumplir con nuestra parte en lo que se refiere a ayudar a la persona enferma y a aliviar su padecimiento. Si así lo hacemos se considerará como si le hubiésemos salvado la vida.[ii]
El Rabino Shelomó Sofér, bisnieto del Rabino Akiva Eiger, escribió que, su bisabuelo, se distinguió, entre otras cosas, en la Mitzvá de visitar a los enfermos. Toda vez que se enteraba de que alguien estaba enfermo, acostumbraba a visitarlo y a llevarle comida sabrosa. Con mucha frecuencia permanecía toda la noche con la persona enferma. También procuraba encontrar los mejores médicos y solía rezar pidiendo su pronta recuperación.
A pesar de los densos horarios del trabajo del Rabino, no existía impedimento para cumplir con esa valiosa Mitzvá. Cuando Rabí Akiva Eiger llegó a ser Rabino de Pozna, que era una ciudad grande, visitaba diariamente a los enfermos para ver de qué modo podría ayudarlos. Constantemente se asesoraba con médicos y especialistas y cuando se enteraba del descubrimiento de algún procedimiento que pudiera ser benéfico o adecuado para los hospitales de su propia ciudad, se aseguraba la forma de poder implementarlo en los hospitales de Pozna. Cuando no era posible visitar personalmente a los enfermos, acostumbraba pagar de su dinero a otras personas para que lo hicieran diariamente y les decía que les informaran a esos pacientes, que el Rabino Eiger estaba interesado en su pronta recuperación. Anotaba los nombres de las personas enfermas y designaba varios minutos al día para rezar por ellos.
Visitar a los enfermos es una gran Mitzvá, por la cual se beneficia en este mundo mientras que el pago principal está reservado para el Mundo Venidero. Es sabido que lo básico en visitar a los enfermos es pedir misericordia Divina por ellos.[iii]
Cierta vez un hombre fue a solicitar al Rabino Baruj Ber Leibowitz que pidiera Tefilá por la recuperación de su esposa. Diez años más tarde el Rabino se encontró con esa persona y le preguntó acerca de la salud de su mujer. El hombre contestó a su pregunta y descubrió entonces que, durante el transcurso de esos diez años en forma ininterrumpida, el Rabino no había dejado de rezar por ella.
Lo principal de visitar a un enfermo es para asistirlo en todo lo que necesite, independientemente sea una persona pudiente o pobre. En ocasiones, visitar a un enfermo puede ser para él una cuestión de vida o muerte. Al hacerlo podemos tener la posibilidad de aconsejarle acerca del médico que podría consultar, o conseguir comida o los medicamentos necesarios.
Se cuenta del Tzadik de Yerushalaim, el Rab Arieh Levin, que acostumbraba a visitar cada Erev (víspera) Shabat a los hospitales a ver a los enfermos. Lo primero que hacía era dirigirse a las enfermeras, y les preguntaba cuáles eran los enfermos que no habían recibido visitas (era la época del mandato inglés sobre Éretz Israel). Anotaba en una lista los nombres, y se quedaba con cada uno de ellos todo el tiempo que podía. Los atendía; les hablaba; los alentaba; y muchas veces les dejaba comida y dinero... Durante una de esas visitas, le preguntó un soldado herido: “Rabino, ¿de dónde me conoce usted?”. Rab Aryeh le respondió: “Nos encontramos junto al pie del Monte Sinai, cuando nos fue entregada la Torá”.[iv]
Su hijo, Rabí Jaim Yaacov Levin, cuenta: "Papá solía frecuentar mucho también los hospitales donde convalecían los leprosos así como también los hospicios."Una vez estaba caminando con él por la calle, y un hombre que pasaba por ahí le preguntó: "¿Cómo está tu pariente en el hospicio?". "Bien, Baruj Hashem; mucho mejor", respondió papá. Cuando seguimos caminando, le pregunté a qué pariente se refería ese hombre, porque yo no tenía conocimiento de que alguno de nuestra familia estaba internado en un sanatorio de enfermos mentales. Entonces me contó una historia: `En una de las visitas que había hecho a uno de esos lugares, vio a uno de los internos que estaba en muy mal estado. No recibía la alimentación adecuada, sus ropas estaban sucias y rotas, y realmente se veía muy enfermo y abandonado. Les preguntó a los otros pacientes por qué ese hombre estaba así, y le respondieron que ése era el único que no tenía un pariente que lo viniera a visitar. "¿Qué tiene que ver eso con su estado?" quiso saber el Rab. "Los enfermeros que atienden aquí no son Yehudim, son ingleses que el gobierno contrató", le explicaron, "realmente son muy inhumanos; nos tratan mal y nos hacen sufrir mucho. Por eso, cuando viene alguno de nuestros parientes a visitarnos, por lo menos en esas oportunidades nos atienden y nos alimentan más o menos bien, para que no vean cómo la estamos pasando aquí. Pero este hombre no tiene a nadie, y desde que entró, hace mucho tiempo, estuvo completamente abandonado por los enfermeros y por los médicos´". Cuando mi padre escuchó esto. Se acercó a las autoridades del hospital, y les reclamó duramente acerca del estado del enfermo. "¡Yo soy su pariente!", les dijo. "¡Y exijo que lo atiendan como corresponde!". Desde aquella vez, el interno mejoró notablemente, y fue conocido como "el pariente del Rab Arieh Levin".[v]
Un aspecto fundamental en esta Mitzvá es el de no aumentar molestias al enfermo, es importante no permanecer demasiado tiempo durante la visita, solamente el tiempo que pueda ser útil para el aquejado o a sus familiares. También debemos abstenernos de conversar acerca de temas que pudieran ser desagradables para él, tales como la enfermedad o la operación de otras personas, mejor hablar de temas alegres, procurando exhortar al enfermo a cavilar sobre sus hechos, a veces es necesario que Hashem aflija a la persona, y al estar postrado a causa de su enfermedad, someterá su corazón, tomará conciencia del valor de la vida y hará Teshubá, el rezo del enfermo sobre sí mismo es muy propicio para agregar méritos y encontrar el perdón de Hashem.[vi] ©Musarito semanal


[i] Sotá 14a
[ii] Séfer Hayashar, cáp. 13
[iii] Shabat 12b
[iv] Ish Tzadik Hayá, pág. 87-89
[v] Revista Or Torah; Rab Rafael Freue
[vi] Keli Yakár, Bamidabar 16:29
“Dijo Rabí Ajá bar Janiná: ‘Quien visita a una persona enferma, la alivia de un sesentavo de su mal”.[7]





[1] Sotá 14a
[2] Séfer Hayashar, cáp. 13
[3] Shabat 12b
[4] Ish Tzadik Hayá, pág. 87-89
[5] Revista Or Torah; Rab Rafael Freue
[6] Keli Yakár, Bamidabar 16:29
[7] Yoré Deá 335




 
 
La prueba más difícil para un ser humano
Hace algunos años atrás, solía reunirse un minián para rezar en una habitación contigua al departamento de uno de mis vecinos. Todos los viernes por la noche, solían invitar a un orador para disertar frente a la pequeña congregación entre Minjá y Arvit. Siete años atrás uno de ellos nos compartió la siguiente idea:
En las plegarias del rito Sefaradí existe un poema muy conmovedor, cantado en los Iamim NoraimEt Shaaré Ratzón; en el que se describe detallada y emotivamente el episodio de Akedat Itzjak y es recitado antes de tocar el Shofar. Allí el autor del piut (poema) menciona que en el momento de la Akedá, Abraham experimentó sentimientos muy contradictorios: עין במר בוכה ולב שמח – ojos llorando amargamente, pero con un corazón alegre. Obviamente, es de entender que Abraham llorara mientras preparaba el cuchillo para sacrificar a su hijo. Sin embargo, ¿cómo sabe el poeta que Abraham estaba alegre en su corazón en una situación tan difícil como esta? ¿Quizás en realidad estaba triste en el momento de la Akedá?
Una pregunta más: Abraham debió caminar hasta encontrar el monte sobre el cual descansaba la Nube de la Gloria, ¿por qué Di-s no le reveló desde el principio a dónde debía llevar a Itzjak para sacrificarlo? ¿Cómo podemos entender este trato y qué aporta a la difícil prueba?
La respuesta es tan grandiosa, que necesito compartirla con los demás; sería una pena dejarla allí en mi memoria, teniendo en cuenta que sólo un mínimo número de personas la escuchamos en aquella pequeña sinagoga.
En el transcurso de esta prueba, aparentemente la más difícil de todas, había una prueba mucho más profunda que puede fácilmente pasar desapercibida. Sabemos que la persona no es capaz de recibir inspiración Divina (Rúaj Hakódesh) o profetizar en un estado de amargura. אין רוח הקודש שורה אלא על לב שמח (ירושלמי סוכה ה,א), אין שכינה ואין נבואה שורה לא מתוך עצבות (פסחים קיז,א). Así es que el Patriarca Iacov perdió su Rúaj Hakódesh en los años de depresión por la desaparición de Iosef. De regreso a nuestro caso, de haber estado afligido camino a cumplir esta mitzvá, Abraham no hubiera sido capaz de distinguir la Presencia Divina en la cima de la montaña; puesto que era divisible sólo mediante una visión profética. La única forma de pasar la prueba de ofrendar a su hijo sobre el Altar y casi sacrificarlo, era si Abraham estaba alegre de cumplir lo que le había sido ordenado.
Es más, de haber sido dominado por la amargura, allí arriba de la montaña con el cuchillo en la mano sobre el cuello de Itzjak, Abraham no hubiera sido capaz de oír la Voz Celestial que lo llamaba, ordenándole abstenerse de sacrificar a su hijo. Entonces sí, no estaríamos aquí hoy para leer este artículo.
La persona puede vivir toda su vida estudiando Torá, rezando, haciendo jésed y todo lo que un judío está obligado a hacer. Posiblemente lo logre con mucho esfuerzo, pero si lo hace con el ceño fruncido, cuando llegue allí Arriba le dirán: “has pasado todas las pruebas, excepto la más difícil” – la de servir a Di-s con alegría, disfrutando de lo que haces.
¿Cómo es posible gozar de algo que requiere tanto esfuerzo? ¿Cómo podía “disfrutar” Abraham, cuando estaba sacrificando a su único lazo para el futuro del Judaísmo? La respuesta reside en que no hay mayor placer en el mundo, nada que se compare al reconocimiento del Creador. Por más grande que fuera la entrega de una persona por la vida de su hijo, este placer está en otra categoría que el de servir a Di-s con agradecimiento y aprecio por todo lo que hizo y hace por nosotros. Por eso los Sefaradim cantamosעין במר בוכה ולב שמח  un ojo llorando amargamente por la pérdida de un hijo, por la pérdida de uno de los mayores placeres que un ser humano puede vivir, a cambio de un placer mucho grande, y de más alto nivel: cumplir la Voluntad Divina.         .

Cómo concentrarse durante la tefilá

Todos anhelamos rezar con suma concentración, pero muy a menudo nos distraemos y nos llenamos de frustración. La verdad es que en la actualidad, mantener la concentración es una meta muy difícil de conseguir para gran parte de la humanidad; mucho más difícil que en épocas anteriores. ¿Existe alguna técnica exitosa que nos puede ayudar a mantener la concentración mientras rezamos e impedir que durante las plegarias pensemos en todo lo que circula por nuestra mente?



Veamos. Me gustaría que trates de concentrar la atención durante un minuto en observar detalles diminutos.
Sin duda te es difícil, ya que no te ordené concentrarte en algo específico. A grandes rasgos, resulta ser la misma dificultad que concentrarse durante la tefilá. Lamentablemente, muy a menudo nos olvidamos de concentrar la atención en nuestra comunicación con Di-s, y en lugar de ello nos concentramos en la próxima palabra que debemos decir. Para poder comprender y apreciar lo que rezamos, debemos ser capaces de concentrarnos en la conversación. Pasaré a detallar este concepto.
Nuestro Patriarca Avraham innovó la idea de rezar a Di-s a modo diario. Él dio origen a las plegarias matutinas. Es más, el Talmud[1] nos relata que Avraham poseía un lugar fijo para rezar y, en el mismo ensayo, también menciona que la palabra pararse (amidá) es equivalente a la palabra plegaria. ¿A qué se debe esto? La respuesta reside en que el vocablo amidá posee una doble connotación. Significapararse, pero a su vez también significa quedarse quieto, sin moverse. Y este es el punto más central en la tefilá: inmovilizarse y detenerse para poder concentrarse. Esto significa reconocer que estamos parados frente a Di-s, dirigiéndonos a nuestro Creador en segunda persona; “Tú” (אתה). Pensar en otras cosas, como todos nuestros quehaceres y listas de nuestra agenda diaria, no es apropiado para este momento; eso no significa quedarse quieto, sino estar encaminado hacia otra cosa.
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Cuando Avraham rezó por los habitantes de Sedom, el versículo también nos dice que el gran Patriarca estaba parado: ואברהם עודנו עומד לפני ה’ (יח, כב) (Avraham aún permanecía parado frente a Di-s)… Rabí Jaim Soloveitchik deduce del Rambam que olvidarse en cualquier momento de la plegaria, de que uno está parado frente a Di-s, las descalifica. Sale, entonces, que el requerimiento de ser conciente de que uno está parado frente a su Creador es mucho más riguroso que el de concentrarse en las palabras que uno recita en las plegarias. Ya que la desconcentración descalifica las plegarias solamente si ocurre durante la primer bendición de la Shemoná esré (mas no en las demás bendiciones), mientras que olvidarse de que uno está hablando con Di-s descalifica la plegaria en cualquier parte que suceda. A esto alude la Torá cuando nos dice que Avraham aún estaba parado frente a Di-s; él no se olvidaba ni siquiera por un instante dónde se encontraba.
Esta idea nos puede ayudar a mantener la concentración y las verdaderas intenciones durante la tefilá. La mente humana se concentra por intermedio de asociaciones; si tratamos de entender las palabras que pronunciamos, sin concentrarnos en dónde y en medio de qué estamos, le es mucho más difícil a nuestra mente mantener la concentración. En cambio, si tenemos presente constantemente que estamos parados frente a Di-s, y nos recordamos a nosotros mismos con Quién estamos hablando cada vez que decimos “Tú” (אתה), entonces las probabilidades de lograr concentrarnos también en el significado de las palabras son mucho mayores.
Aprendiendo de los Patriarcas y las Matriarcas
Creer que los hombres y las mujeres se comunican de manera similar, es un pensamiento ingenuo. Más ingenuo aún es creer que podemos explicar la conducta de nuestros Patriarcas y Matriarcas en términos de nuestra propia perspectiva de la vida. A continuación, me permito aclarar estas dos ideas equivocadas y conectarlas con la parashá de esta semana.
La Torá y el Midrash nos relatan que Sará notó en Ishmael, el hijo de Avraham y Hagar, una conducta inmoral. Una de sus prácticas indeseadas era el deporte de disparar flechas directo hacia la cabeza de Itzjak, el hijo de Sará. Ishmael, un adolescente en aquella época, afirmaba que se trataba simplemente de un juego y que ningún daño le podría ocurrir. Ishmael también se burlaba de Itzjak destacando su propia primogenitura, con la cual era merecedor de una doble porción en la herencia. Sará no podía dejar pasar estas actitudes, y solicitó a Avraham: “echa a esta criada y su hijo, pues el hijo de esta criada no recibirá la herencia junto a mi hijo Itzjak”.
Muchos malinterpretan el desacuerdo ocurrido entre Avraham y Sará respecto de si echar a Ishmael y Hagar o no; juzgándolo como un asunto personal. Sin embargo, la Tosefta[2] aclara que no era el caso, sino que tanto a Avraham como a Sará les preocupaba la posible deshonra de Di-s, denominada jilul Hashem. Lo que Sará intentaba transmitir era: “Si mi hijo Itzjak aprende de la conducta y los hábitos de Ishmael, ¿acaso no se estará profanando el Nombre de Di-s?”. A Sará le inquietaba que el Nombre Divino sea profanado si su hijo, futuro Patriarca del Pueblo Judío, habría de adoptar algún rasgo de la conducta de Ishmael. Avraham, a su vez, le respondió que le era muy difícil llevar a cabo este pedido, pues: “Después de haber ascendido a Hagar del nivel de criada al de ama de casa, ¿qué habrá de decir la gente  si la echamos de nuestro hogar?”. Avraham estaba preocupado por su propia talla como patriarca, así como por la posible profanación del Nombre Divino. A lo cual contestó Sará que si existe una discordancia entre los dos, entonces que Di-s lo decida. De hecho, Di-s sentenció a favor de la opinión de Sará, diciéndole a Avraham: “Todo lo que Sará te diga, hazle caso”. Rashí señala que la terminología utilizada en este versículo es un poco sorprendente, ya que a modo textual, Di-s le dice “escucha su voz”, en lugar de “escucha sus palabras”. ¿No es acaso incomprensible una voz sin palabras?
Di-s le estaba indicando a Avraham que Sará era superior en profecía que él. Su voz alude a su voz de profecía, su poder de profecía. Aun así, este versículo esconde una peculiaridad mucho más profunda, que sintonizando un poco en el idioma hebreo lograremos comprender. A Avraham le fue ordenado “atender/escuchar a su voz” – שמע בקולה. Gramáticamente hubiera sido más exacto decir שמע לקולה. Al utilizar la preposición ב, parece ser que Di-s intenta indicar algo más que simplemente atender/escuchar.
Creo que el significado más profundo reside en lo expuesto en las líneas siguientes: Cuando un marido o hijo oye a su esposa o madre decir algo, tiende a escuchar lo dicho verbal y específicamente y no sintoniza tanto en las emociones que ella intenta comunicar. Él se olvida que las mujeres tienden a utilizar claves no verbales como el tono, la emoción y el énfasis, al transmitir lo que tienen en mente. Esto es lo que Di-s le dijo a Avraham: al escuchar a Sará, no atiendas solamente a lo que ella dice, sino también a la forma en que lo dice.
Ahora sí, echemos un vistazo más de cerca al pedido de Sará de echar a Ishmael y Hagar: “echa a esta criada y su hijo, pues el hijo de esta criada no recibirá la herencia junto a mi hijo Itzjak”. A primera vista, parece como si Sará es sobre protectiva para con su hijo Itzjak y envidia la relación de Hagar con su marido Avraham. Sin embargo, de los Midrashim es posible advertir que la realidad no era así. Sará sentía que Hagar debía ser echada, pues si no era capaz de educar a Ishmael correctamente, no podía ejercer como madre en la casa de Avraham – un hogar donde se educaba a la gente a servir a Di-s. Sará apuntaba a los valores morales y no a sus consideraciones personales; su superior prioridad era santificar el Nombre de Di-s. Estos sentimientos internos y el sentido de justicia eran realmente resultado de su alto nivel de profecía. Aun así, por respeto a su marido Avraham, se cuidó de no decirle explícitamente lo que sin duda creía correcto, como resultado de su nivel de profecía superior, sino que buscó un modo de decirlo como si se tratara de un asunto personal.
Otro aspecto en este punto, es el hecho que la mayoría de las mujeres no contestan “sí” o “no” a preguntas que los hombres suelen contestar concisamente. Todas las mujeres, y particularmente las más modestas, no suelen declarar explícitamente sus sentimientos. Ellas necesitan una oportunidad para expresarse. De no obtener esta oportunidad, posiblemente eviten comprometerse. E incluso cuando sí se expresan, posiblemente aún digan: “No sé, haz lo que te parezca”. Siendo así, el hombre debe ser muy perceptivo al escuchar la voz de su mujer, sentir lo que ella siente, y tratar de imaginarse solo qué es lo que quiere decir. Esto es fundamentalmente lo que Di-s le dijo a Avraham בקולה שמע y no לקולה שמע – “escucha a su voz”, no solamente a lo que su voz manifiesta explícitamente.
El Jatam Sofer confirma este concepto del comentario de Laván hacia Eliézer con respecto a dar la mano de Rivká para contraer matrimonio con Itzjak: נקרא לנערה ונשאלה את פיה – “Llamemos a la niña y preguntémosle su boca”.( Bereshit 24:57) Superficialmente, la palabra פיה (su boca) parece superflua. ElJatam Sofer explica que Laván estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de impedir que su hermana se casara con Itzjak y construyera la Nación Judía. Laván se imaginó que si habrían de poner a Rivká en una situación comprometedora, preguntándole si quería casarse con él o no, seguramente no sería capaz de responder directamente. Entonces, Laván pensaba explicar sus palabras como una declinación. Sin embargo, un milagro ocurrióy Rivká respondió un “¡sí!” bien claro.


[1] Berajot 6b
[2] Sotá 5.

¿Cuánto queremos cumplir un precepto?

“Y tomó el cordero y lo ofrendó en lugar de su hijo”
(Bereshit 22,13)

El gaon, Morenu rabi Iehuda Tzadka ztz”l, Rosh Ieshivat Porat Iosef, abrió su conferencia con un relato, explicando lo que ocurrió en el sacrificio de Itzjak.
El justo, rabi Arie Levin ztz”l, era un hombre que hacía muchos favores, y era famoso por ser “el rab de los presos”, siempre iba a visitarlos y a hablar con ellos. Una vez, en Shabat, llegó a visitar a los presos y su camino fue cerrado, no le permitieron ingresar a la cárcel. En la entrada había un policía británico que no quería dejarlo entrar. El rab le presentó el permiso que tenía para ingresar, y el guardia iehudi constató que el permiso estaba en regla, pero el inglés argumentó que el permiso estaba vigente solamente en épocas normales. Ahora necesitaba un permiso especial.
El guardia iehudi le dijo: ¿por qué molestas a este anciano iehudi que voluntariamente se presenta para darles una ayuda moral a los detenidos?
Y contestó el británico: con seguridad, él recibe un salario, que vaya y que busque otro trabajo!...
Cuando rabi Arie vio que le habían cerrado el camino, se fue de allí y comenzó a buscar alrededor de la cárcel un hueco para entrar sin ser visto, lo encontró y entró. Por supuesto que al rato lo descubrieron, y lo llevaron frente al policía inglés, pero ahora el policía reconocía su error y dijo: antes, no podía creerlo, pero ahora, sí te creo, y me doy cuenta de que no haces esto por un salario, ya que si fuera que haces esto por un salario, habrías estado alegre cuando te impedí la entrada, y ya podrías volver a tu casa tranquilo a descansar, porque, aunque no hayas hecho tu trabajo, cumpliste con tu parte, lo intentaste. Si tú te esforzaste, y buscaste un agujero para entrar, es la señal de que haces esto sólo porque quieres, y entonces, yo te puedo dejar entrar para visitar a los presos…
De este relato podemos entender por qué, después de que aparece el Angel que le dice a Abraham Avinu que no le haga Shejita a su hijo Itzjak, éste desaparece sin darle su bendición. Solamente después de que Abraham acerca la ofrenda del cordero, vuelve el Angel y bendice a Abraham en Nombre de Hashem: porque Hashem le dará una bendición muy grande a tu descendencia, y será tan numerosa como las estrellas del cielo o como la arena en la orilla del mar, y ellos heredarán… las puertas de tus enemigos. Y se bendecirán… porque escuchaste Mi Voz.
Y el por qué, de que en el mismo momento del sacrificio de Itzjak, no está demostrada lo grande de la rectitud de Abraham Avinu, la podemos explicar de la siguiente forma: podría ser, que de tanto miedo al Bore Olam se haya decidido a sacrificar a su hijo, ya que temía, que si no hacía la Voluntad del Bore,que tenía el poder de matar y de dar vida, Hashem podía decretar la muerte de él y también la de su hijo.
Y entonces, si Abraham Avinu habría hecho la Akeda solamente por miedo, tendríamos que cuando escucha la Voz del Angel que le dice “no pongas tu mano sobre el muchacho”, estaría contento y feliz por haber superado la prueba y estar libre de hacerla, podría soltar del sufrimiento de estar atado a su hijo y juntos, volverían rápidamente a su casa, a reencontrarse con Sara Imenu.
Pero, Abraham Avinu no hizo así, sino que se esforzó para buscar un cordero para entregar en ofrenda, no se iría sin realizar su ofrenda al Bore Olam, no se sentía libre del precepto, sólo se había liberado de ofrendar a su hijo, pero no de la ofrenda en sí. No bajaría del monte sin acercar su sacrificio. Y el cordero apareció, atrancado con sus propios cuernos a un arbusto, y Abraham se ocupó de liberarlo, llevarlo consigo al lugar donde había preparado el altar, y ofrendarlo. Y esto es la prueba eterna de que Abraham Avinu sirvió siempre a Hakadosh Baruj Hu con todo su amor y que todos sus hechos fueron únicamente Leshem Shamaim. Al comprobar esta verdad, aparece por segunda vez el Angel, para darle a Abraham Avinu todas las bendiciones del Cielo.
De aquí hemos aprendido cuál es la forma de tener la seguridad de ser merecedores de bendiciones sin límite: cumplir con los preceptos con amor y voluntad. Como estudiamos que hay muchas cosas, en las que el hombre come de sus frutos en este mundo, como decir que está cobrando los intereses de su premio aquí, porque el capital, queda guardado para el mundo venidero, y entre esos preceptos tenemos: levantarse para ir al Beit Hamidrash a la mañana, Shajrit, y a la noche, Arvit (Shabat 127b). La acción de ir al Beit Hakneset o la acción de rezar, no son suficientes para recibir esta bendición, pero levantarse, madrugar, el esfuerzo que implica dejar de dormir para ir a rezar, demuestra la voluntad y las ganas de cumplir con el precepto, el deseo de rezar y servir a nuestro Creador. Como ya nos dijo David Hamelej: Quiero correr para cumplir con tus preceptos, porque así mi corazón se ensancha, el corazón y la voluntad se ven cuando corremos para cumplir con los preceptos.
¿Y esto con qué se compara? Con un doctor que quiere revisar a un hombre para ver si está sano. No le preguntará si come, porque con seguridad un hombre tiene que comer para vivir, el hombre que no come puede morirse, y menos diremos que está sano. Lo que el doctor deberá preguntar es si el hombre come con apetito, porque el apetito es el que atestigua sobre la salud y el equilibrio del cuerpo. Y así, la voluntad, el deseo, o, el “hambre” de cumplir preceptos, demuestra que un hombre está sano espiritualmente.

(Maian Hashavua)


Leiluy Nishmat

León Ben Ezra  ז”ל 

Harav Gabriel Guiber


POR FIN EN ESPAÑOL Y EN LA WEB B''H LA DICTAMENES SOBRE DIVERSOS TEMAS HALAJICOS SEGUN LA OPINION DE:

MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
 

Yad Ezra                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           V'Shulamit 
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El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.

Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.

Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a. 
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.

Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
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