http://
PERASHAT VAYETZÉ
( Y salió)
Haftará de la Semana: Hoshea / Oseas
Sefaradim 11:7-13:5
Ashkenazim 12:13-14:10
Dedicado a la Refua shelema
( curación completa) de:
MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV SHLIT"A.
TINOK BEN ILANA HACOHEN
Jaim Yosef Ben Esther
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Nohemi Bar Esther
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Rabanit Bat Sheba Kanievsky, Z”L
Sra. Guillermina Hija de Benigna z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
YAFFA BAT SARA Z"L
Asher Amram Ben Avraham
* Si desea dedicar este envio de Torah, por la pronta recuparacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algun ser querido, por favor envienos un correo a comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre.
Bogotá:
Fecha | Hora |
Viernes, 02 Diciembre, 2011 | Encendido de velas a las: 17:24 |
Shabat, 03 Diciembre, 2011 | Shabat concluye: 18:15 |
Fecha | Hora |
Viernes, 02 Diciembre, 2011 | Encendido de velas a las: 17:16 |
Shabat, 03 Diciembre, 2011 | Shabat concluye: 18:08 |
Fecha | Hora |
Viernes, 02 Diciembre, 2011 | Encendido de velas a las: 17:35 |
Shabat, 03 Diciembre, 2011 | Shabat concluye: 18:27 |
Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.RESUMEN DE LA PERASHAH
Iaacov abandona Beer Sheva en respuesta al pedido de sus padres. Luego de catorce años estudiando en la Ieshivá de Shem y Ever prosigue su viaje rumbo a Jarán, la ciudad donde habitan los parientes de su madre, Rivká. En su camino pasa y se detiene en el Monte Moriá, el sagrado lugar de Akedat Itzjak y del futuro Bet HaMikdash (Gran Templo), y alli se acuesta a descansar. Tiene un sueño profético en donde ve una escalera con su base en la tierra y su cima en el cielo, en la cual hay angeles que ascienden y descienden. Hashem le promete que habrá de darle a él y a su descendencia la Tierra de Israel, y que de él saldrá una gran nación que contará siempre con la protección Divina. Iaacov se despierta y construye allí un altar. Reza una plegaria a Di-s y promete donar el diezmo de sus ganancias. Desde ese lugar continúa hasta Jarán y se encuentra con Raquel junto al pozo de agua. Iaacov pide a Labán, padre de ella y hermano de Rivká, la mano de Raquel en matrimonio, a cambio de siete años de trabajo. Labán accede pero luego lo engaña: tras la boda le entrega a su hija mayor, Leá. Iaacov promete entonces trabajar otros siete años para obtener la mano de Raquel.
Con Leá tiene cuatro hijos, Reubén, Shimón, Leví y Iehudá, las cuatro primeras tribus de Israel. Raquel en tanto no puede concebir y entrega a su sierva Bilhá a su marido en matrimonio, la cual concibe a Dan y a Naftalí . Zilpá, sierva de Leá, engendra a su vez dos hijos, Gad y Asher. Leá da a luz posteriormente a Isajar, Zebulún y Diná. Finalmente Hashem bendice a Raquel con un hijo, Iosef. Despues de muchos años de trabajar en Jarán, Iaacov decide dejar a Labán pero éste no está de acuerdo pues es consciente del beneficio que le reporta el trabajo de Iaacov. Finalmente lo deja partir, no sin antes tratar de engañarlo nuevamente. Iaacov conoce las artimañas de Labán y se apresura a marcharse, llevándose consigo a toda su familia. Labán los persigue pero Hashem se le aparece en sueños advirtiéndole que no se atreva a dañarlo. Labán y Iaacov finalmente hacen un pacto de paz. Labán regresa a su hogar mientras Iaacov prosigue camino rumbo a su tierra, preparado para enfrentarse con su hermano Esav.
MITZVOT RECIEN HORNEADAS
“Si el Señor habrá de estar conmigo y habrá de protegerme en este camino en el cual yo me encamino, y habrá de darme pan para comer y ropa para vestir. . . esta piedra que erigí como pilar, será una casa de D-s” (Bereshit/Génesis 28:20-22).
Nuestro Patriarca Iaacov escapa de su hermano Esav que está tratando de matarlo. Llega a un lugar llamado Bet El donde experimenta una revelación Divina. Se le aparece D-s y le promete que lo protegerá dondequiera que vaya, y le dará la tierra de Israel a sus descendientes. Es entonces que hace una promesa diciendo: ”Si el Señor habrá de estar conmigo y habrá de protegerme en este camino en el cual yo me encamino, y habrá de darme pan para comer y ropa para vestir. . . esta piedra que erigí como pilar, será una casa de D-s”.
El Midrash relata que cierta vez un gentil se aproximó a un estudioso de Torá y le pregunto: “¿Eso es todo lo que a vuestro gran patriarca Iaacov se le ocurre pedir a D-s en momentos en que experimenta una revelación Divina? ¿Sólo un poco de pan y algunas ropas?”.
A lo cual el sabio le respondió: “En realidad lo que Iaacov estaba solicitando a D-s era mucho más profundo que eso. Le estaba pidiendo a Hashem que le diera a él y a sus descendientes, los hijos de Israel, el Lejem Hapanim (Pan de la proposición) y las vestimentas sacerdotales”. El Lejem Hapanim eran hogazas de pan que se colocaban en el Tabernáculo (y luego en el Bet Hamikdash en Jerusalem) que Moshé construyó en el desierto, y las ropas sacerdotales fueron usadas por Aarón, el Sumo Sacerdote, y sus descendientes, cuando servían en el Tabernáculo. Por supuesto que el gentil con esta respuesta se habrá quedado perplejo rascando su cabeza, preguntándose que tenía todo eso que ver.
La explicación es la siguiente: Iaacov recién estaba comenzando su marcha hacia su destino, que es el destino del pueblo Judío. Estaba por construir una familia judía que se convirtiría en la base de toda la nación. Estaba pleno de idealismo y de elevados objetivos. Era la persona encargada de llevar a cabo una gran misión. Fue entonces que le pidió a D-s dos cosas que son absolutamente vitales y cruciales para el éxito y la concreción de sus objetivos: el pan de la proposición y las ropas sacerdotales.
1) El Pan recién horneado era colocado en una mesa del Tabernáculo (y más tarde del Bet Hamikdash en Jerusalem) en Shabat, y milagrosamente permanecía fresco la entera semana. Iaacov pidió a Hashem que la misma emoción que nosotros, sus descendientes, sentimos en el comienzo de un viaje espiritual, no se disipe ni disminuya con el tiempo, sino que permanezca siempre fresco.
2) Las ropas sacerdotales son descriptas en la Torá como prendas que eran usadas por los Kohanim(sacerdotes) para servir en el Santuario. Iaacov rezó que sus descendientes vivieran vidas en las cuales pudieran “servir” a otros, y no que se enfocaran solamente en sus propias necesidades.
Estas dos ideas son temas recurrentes en el judaísmo y son especialmente apropiados para recordar en los diversos eventos de nuestro ciclo de vida judía.
Cuando un niño se transforma en Bar Mitzvá, el mensaje que se le debe impartir es claro: “Hoy eres un hombre, y como tal, ya no puedes seguir viviendo sólo para ti mismo. Ahora eres parte del equipo. Tienes una responsabilidad hacia tu prójimo, y más aún, tu vida es para servir a otros”.
Desafortunadamente, hoy en día tenemos una perspectiva destorsionada de ese mensaje. En tiempos pasados, el foco de la celebración del Bar Mitzvá estaba centrado en la lectura pública de la Torá por parte del muchacho, por la cual él ayudaba a cumplir con la obligación de cada adulto de escuchar la Torá; esto le recordaba su nuevo rol como judío cuya vida es servir a su prójimo. Hoy muchas personas enseñan a sus hijos justamente la lección opuesta. Se gastan tremendas sumas de dinero para darle al niño todo lo que desea, desde un Bar Mitzvá con safari en Sudáfrica hasta la fiesta más lujosa y los regalos más caros y novedosos que se pueda uno imaginar. ¿Qué clase de mensaje nuestros niños captan de todo esto? “¡Este es mi Bar Mitzvá y el foco de todo soy YO, YO, YO!”.
No estamos diciendo que no hay que hacer lindas fiestas ni hacer regalos; sino que en esta etapa crucial en la vida de un niño, es bueno enseñarle la real importancia de ser un Bar Mitzvá, que se está incorporando al “equipo” y que a partir de ahora es “uno para todos y todos para uno”.
Una boda judía es otro perfecto ejemplo. El Talmud dice que para Hashem es tan difícil combinar dos personas en una pareja como lo fue partir el Mar Rojo. Una explicación de esta cita talmúdica está relacionada con los conceptos mencionados antes. Cuando los judíos cruzaron el Mar Rojo y presenciaron ese increíble milagro frente a sus propios ojos, la experiencia tuvo que haber producido en ellos un
tremendo impacto. Pero, por supuesto pronto todo pasó. La gente volvió a su rutina; y la emoción y la inspiración que sintieron antes se disipó. Y esa es la dificultad que afronta una pareja de recién casados también.
Una boda judía como cualquier otra fase importante de la vida, puede ser una oportunidad dorada para la pareja de hacer algunos cambios trascendentales de orden espiritual en sus vidas, en momentos en que se embarcan en este viaje en común. ¡Hay tantas esperanzas, tantas promesas y expectativas rodeando a la nueva pareja! Están comenzando a construir un hogar judío, tal como lo hizo Iaacov hace más de tres mil años. Pero el peligro es que todas estas promesas, todas esas discusiones llenas de idealismo, se vayan desvaneciendo con el tiempo, a medida que otros aspectos más mundanos del matrimonio empujen para ocupar más lugar. ¡No permitamos que esto suceda!
Quiera D-s que tengamos el mérito de que las bendiciones de nuestro patriarca Iaacov, de que permanezcamos frescos en nuestros compromisos espirituales como cuando recién los asumimos, y de que el foco en nuestra vida sea cómo servir a otros, sea una realidad y no un sueño, y que podamos así encaminarnos en nuestra senda hacia nuestro destino judío.
(Basado en: Rab David Zauderer-Atlanta Scholars-Torah From Dixie)
EL VALOR DE LA RESPONSABILIDAD
“Llamó a Raquel y Lea al campo, hacia (donde estaba) su rebaño (de ovejas)” (Bereshit/Genesis 31:4)
Cuando Iaakov decidió dejar la casa de Laban y retornar a su hogar, a la tierra de Israel, quiso para ello consultar y recibir el consentimiento de sus esposas. De modo que “llamó a Raquel y Lea al campo, hacia (donde estaban) sus ovejas”. La Guemará (Talmud) nos enseña a partir de esto que, si una persona desea compartir un secreto con alguien, debe hacerlo fuera de su casa pues “las paredes tienen oídos” (Berajot 8b).
El Pardes Iosef pregunta: “Si la Torá desea enfatizar que Iaakov debía salir al campo para hablar privadamente, ¿por qué mencionar el hecho de que las ovejas estaban allí? Iaakov podía fácilmente haberse dirigido hacia la ciudad y buscado ahí un lugar apacible para conversar. Hubiera sido mucho más sencillo para sus esposas también. Pero él no quería dejar su rebaño desatendido. Sentía una constante responsabilidad por su trabajo y siempre estaba atento a procurar cuidado y dedicación para el bienestar de sus animales, ya fuese en medio del calor agobiante del día o en el gélido aire de la noche. Iaakov no buscaba excusas. Cumplía su tarea diligentemente, de modo que, cuando necesitó conversar con sus esposas en privado, las llamó hacia el campo, allí donde estaba su rebaño, para asegurarse de que éste no quedase sin supervisión.
Si todos los empleados fuesen tan cuidadosos en no malgastar ni desaprovechar su tiempo, nuestro mundo sería un mejor lugar para vivir.
(Hamodia)
LAS PIEDRAS VAN HACIENDO UNA MONTAÑA
“Y dijo Iaakov a sus hermanos: “Juntad piedras” (Bereshit 31:46)
Rashi explica que “hermanos” aquí se refiere a nadie más que a los propios hijos de Iaakov, que eran como sus hermanos en el sentido de estar unidos a él en tiempos de crisis y de guerra. El rabino Iosef Jaim (Ben Ish Jai) señala que Iaakov inicialmente toma una sola piedra y la erige como monumento. Luego instruye a sus hijos a que junten piedras para unirlas a esa primer gran piedra formando un montículo. ¿A qué alude esto y qué nos enseña? ¿Por qué la Torá lo resalta y qué lección podemos extraer? He aquí una de las respuestas:
El pueblo de Israel es a menudo llamado “Eben”, piedra o roca, tal como en el versículo: “Allí el pastor, la roca de Israel”. La palabra hebrea para piedra, “eben”, ha sido frecuentemente interpretada como la contracción de otras dos: “ab” y “ben”, padre e hijo. Iaakov nuestro Patriarca, eleva la primera piedra. Establece las doce tribus de Hashem como un legado para Israel, para que siempre enaltezcan el nombre de D”s. Luego instruye a sus hijos para que continúen en su mismo camino y que “junten piedras”, que construyan familias de siervos de Hashem, que se transformen en un eslabón más de la cadena dorada, la herencia que pasa de padre a hijo y de abuelos a nietos y bisnietos.
Cada padre que asegura a su hijo una firme educación de Torá en forma efectiva, está “tomando una piedra” y combinándola con la piedra angular original, la misma colocada por Iaakov Abinu. Cada uno va sumando a esa gran construcción comenzada por nuestro Patriarca.
Y cuando se ponen de pie para orar y pedir por salvación y resguardo por el mérito de nuestros Patriarcas, ellos mismos interceden en su favor, pues estos padres están perpetuando su legado.
(Aram Soba Foundation Newsletter-Shemayisrael Network)
Publicado en Sucat David
Querer es poder
En esta perasha la Tora nos relata acerca de Iaacov, el momento en que se
dirige a la casa de Laban y nota como los pastores estaban rodeando un
pozo de agua. Dicho pozo tenia una piedra muy pesada, que entre todos la
alzaban y la hacian rodar. Cuando Iaacov vio a Rajel (que era pastora de
Laban), el solo hizo rodar la piedra. Explica Rashi que la saco como quien
saca un corcho de una botella. ¿Como hizo para sacarla solo? Rashi dice
que el tenia mucha fuerza. Pero aunque pensemos en un Iaacov robusto...
¿como pudo hacer solo el esfuerzo de varias personas? Debemos saber que el hombre posee fuerzas que el mismo desconoce. Esta energia no se pone de manifiesto en los gratos momentos sino en situaciones peligrosas, por
ejemplo cuando hay riesgo de vida. Se han registrado casos de gente que en
situaciones limite lograron levantar cosas que una sola persona no podria
levantar jamas.
En Estados Unidos hace pocos años, iban caminando un hombre con su hijo y un auto se abalanzaba sobre el pequenio. El señor, en medio de su desesperacion, alzo el auto y lo desvio. Tambien se han escuchado muchos casos de personas que atravesaron el fuego para salvar a sus hijos. Aunque normalmente la persona no puede tolerar insultos y agresiones, cuando tiene momentos de sufrimientos o de peligro se revelan en el fuerzas de contencion y tolerancia para absorver ese mal momento que nunca imaginaron. En otras palabras: "en el hombre se revela su potencial en momentos de emergencia". Esto lo vemos explicitamente en las palabras de nuestros sabios.
El Rambam dice que cuando se sitia una ciudad para capturarla no la deben cerrar por las cuatro direcciones, sino por tres, para dar lugar a todo fugitivo que quiera resguardar su alma. Asi esta dicho: combatieron a Midian y por tradicion sabemos que fue de esta forma. ¿Por que? Pues si los hubieran encerrado, hubieran peleado hasta las ultimas fuerzas y entonces hubiese sido muy dificil poder conquistarlos. Podemos entonces deducir que el hombre cuando tiene la sensacion de peligro extrae sus fuerzas ocultas y pelea con mucha dureza de una manera tal que es muy dificil de sobreponerse, en cambio cuando dejamos un lugar para huir, opta por salvar su vida. Existen otras situaciones donde el ser humano esta dispuesto a sacrificar de su fuerza: cuando por ejemplo se esfuerza por un ideal es capaz de sacrificar su suenio dias y noches, quedarse sin comer y beber, porque tiene toda su concentracion en una tarea importante. Debemos saber que el individuo es capaz de desarrollar sus energias segun la importancia que le de a la tarea a desempeñar.
Vemos en nuestra perasha que cuando Iaacov vio a Rajel, quiso concederle
un favor, e hizo rodar una piedra tan pesada como quien saca un corcho de
una botella. La Tora nos enseña que Iaacov estuvo catorce años sin
dormir, no se iba a acostar, trato de aprovechar al maximo el tiempo de
que disponia en ese momento para estudiar. Mucha gente, cuando el Rab le
propone hacer una mitzva lo primero que dice es "no puedo". De acuerdo a
todo lo expuesto es muy dificil pensar que realmente no puede, pues cuando
hay voluntad, hay sacrificio. Querer es poder. Antes de la destruccion del
primer Bet Hamikdash, hace ya 2426 años, nuestros patriarcas quisieron
revertir la situacion ante el sufrimiento que padecian los iehudim y que
sufririan luego de tal pedida. Por eso se presentaron delante de D"s
rogandole que tuviera piedad de Am Israel recordando los meritos que ellos
tenian. Por ejemplo el zejut de Abraham fue entrar a la hoguera
engrandeciendo el nombre de Hashem. El de Iztjak, la Akeda. Tambien se
acercaron Moshe Rabenu y Iosef Hatzadik entre otros. D"s no aceptaba los ruegos, hasta que de pronto..."Kol Berama Nishma..." se escucha de
repente un llanto amargo y muy intenso. ¿Por que lloras? Le pregunta
Hashem. "Como no sufrir y llorar si mis hijos estan sufriendo en el Galut
(diaspora)? ¿Cual fue el pecado tan grande que cometieron?" Dijo esa voz.
Hashem respondio: Pusieron en mi casa dioses extranios y los adoraron.
Rajel enseguida respondio, Rey del universo: cuando mi padre hizo entrar a
mi hermana Lea a la Jupa en mi lugar, luego de que Iaacov trabajara siete
años por mi, no me queje sino al contrario le entregue las señales que
teniamos entre nosotros, para que cuando Iaacov se las pida no la
avergüence al no saber que responder. Tu, Hashem Rey del universo, piadoso y benevolente, ¿por que vas a castigar a mis hijos entregandolos en manos del enemigo? ¿Por que no perdonas que te hayan cambiado por dioses vanos y falsos? ¡Por favor Hashem, apiadate de mis hijos! El extenso llanto de Rajel conmovio a los angeles celestiales y a todos nuestros antepasados que vivenciaron ese momento. Hashem le respondio: "Minei Kolej Mibeji Veenaij mi dima, Ki Iesh Sajar Lifhulatej. Ve Shabu Meeretz Hoieb". "Priva tu voz de llorar y tus ojos de derramar lagrimas, porque hay pago para tu obra, seran redimidos de tierras extranias".
Reflexionando sobre el gran acto de Rajel podemos decir que ella fue una mujer poseedora de una profunda grandeza, cedio algo que ninguna mujer cederia, casarse con un tzadik como Iaacov Abinu. Rajel nunca supo que se casaria con Iaacov, a cambio de otros siete años que nuestro patriarca deberia trabajar por ella. Ve a su hermana con su vestido de novia entrando a la Jupa, se calla y cede con alegria. Para no avergonzar a su hermana le entrega las señales que a ella le habia dado su novio. Por zejut de esta gran accion, Hashem le responde: "Calla... tus hijos seran redimidos"
Nosotros Rajel tus hijos te pedimos "no calles, Ima Rajel pide por nosotros y nuestros hijos, hasta la llegada del Mashiaj".
Rab Moshe M Hoffer
"De la oscuridad a la luz"
Son frecuentes las ocasiones en las que creemos que ante determinado tipo de situaciones no hay salida posible, pensamos que el mundo se oscureció y no hay solución al problema que vivimos. La vida de Rajel Imenu nos enseña que nada es casual y que en el mismo problema se encuentra la luz de la que saldrá la fuerza necesaria para poder superarlo.
Rajel era hermana melliza de Lea, de la misma forma que Iaacob Abinu lo era de Esav. Sobre el versículo: "Y los ojos de Lea eran delicados" (Bereshit 29), el Talmud en Babá Batrá 123 comenta que Lea pensaba que se casaría con Esav el perverso y por eso lloraba, ya que todos decían que Laban tenía dos hijas y su hermana Ribka dos hijos, por lo que seguramente el mayor de los hermanos, Esav, se casaría con la mayor de las hermanas, Lea.
Precisamente, desde el día en que Iaacob se encontró con Rajel luego de escaparse de su hermano Esav, que quería matarlo por haberle sacado la bendición de su padre Izjak, estuvo dispuesto a muchos sacrificios con tal de poder casarse con Rajel. Cuando Laban -su futuro suegro- le preguntó a Iaacob cúal sería su pago por el trabajo que iba a realizar, éste sin dudar le respondió: "Te serviré siete años por Rajel, tu hija menor" (Bereshit 29). Siete años de trabajo y espera fue el precio que esta pareja estuvo dispuesta a pagar para poder formar finalmente el hogar del que debían salir las tribus del pueblo de Israel. Si bien es cierto que el versículo nos atestigua: "Y trabajó Iaacob por Rajel siete años y fueron a sus ojos como unos días por el amor a ella", para Rajel fueron años de dolor, preocupación y silencio. El Midrash Tanjumá comenta que Iaacob enviaba regalos a Rajel durante esos años, pero -inocentemente- se los entregaba en las manos de Laban, quien ya había programado cambiar a Rajel por Lea en el momento de la boda, y le entregaba todos los regalos a su hija Lea. Rajel observaba y se callaba. Ella tenía la solución, podía decirle a Iaacob lo que sucedía para que le entregara los regalos a ella directamente, pero Rajel sabía que -al margen de las trampas del padre- la mano de Hashem manejaba los acontecimientos con un objetivo que, si bien ella no comprendía, sabía que era para su beneficio. Debía dejar que los sucesos se desarrollaran, contener su interés particular y permanecer en silencio durante siete años llenos de dolor y tristeza, enseñándonos así la grandeza de su alma. Pero este comportamiento es mínimo aún comparado con lo que sucedió en la noche del casamiento tan esperado. En el fondo de su corazón, sospechaba Iaacob que Laban quería engañarlo y para que no trajera a otra mujer llamada también Rajel o que cambiara los nombres de sus hijas, le especificó: "Rajel, tu hija menor". De todos modos, Laban lo engañó. Iaacob había previsto que esto podía suceder y por eso le había entregado a Rajel los "Simanim", o sea señales que sólo ella sabía y que Iaacob le preguntaría en el momento de la boda. Si Laban la había cambiado por otra mujer, ésta no sabría responder cuando Iaacob le preguntara los "Simanim", que precisamente eran los tres preceptos básicos de toda mujer: Jalá (separar parte de la masa), Nidá (reglas de la pureza del hogar) y Hadlakat Haner (encender las velas en la víspera de Shabat).
Laban el tramposo reunió a toda la gente del lugar e hizo una fiesta con la intención de emborrachar a Iaacob para que no se diera cuenta del cambio que había hecho. "Y fue por la mañana y he aquí que ella era Lea. Y le dijo Iaacob a Laban: ¿Qué me hiciste? Por Rajel serví contigo. ¿Y por qué me engañaste?". El reclamo de Iaacob no era sólo para Laban, sino en principio también para Lea por haber participado del engaño. El Midrash Rabá nos comenta que Iaacob le reprochó: "¡Tramposa hija de un tramposo, en la noche te llamé con el nombre de Rajel y me respondiste!". La respuesta de Lea fue: "¿Y tu padre no te llamó con el nombre de Esav y también le respondiste?", queriéndole significar que su intención también había sido Leshem Shamaim y debía aprovechar la oportunidad de construir un hogar como Hashem reclama y no con un perverso como Esav. El Midrash continúa explicando que Iaacob pensaba divorciar a Lea, pero al ver que Hashem le daba hijos de ella se preguntó a sí mismo: "¿a la madre de mis hijos divorciaré?". Sólo al final de sus días el versículo atestigua: "se posternó Israel (Iaacob) sobre la cabecera de su cama" (Bereshit 47). ¿Quién era la cabecera de su cama? Lea -su esposa- y por eso Iaacob le agradeció a Hashem por haberle dado a esa mujer que él no había querido, pero que valoró en el último momento de su vida. Lea fue la madre de seis tribus de Israel y para eso debió pagar un precio que no cualquier mujer estaba dispuesta a pagar: vivir a la sombra de su hermana Rajel, que era querida por Iaacob.
Los argumentos de Iaacob contra Laban y Lea por la trampa que le habían hecho son comprensibles. Pero, ¿por qué no se enojó con Rajel? ¿Acaso ella no debió haber sido el punto central de la protesta de Iaacob? ¡Sin ella la trampa no se hubiera realizado! Rajel había estado de acuerdo con Iaacob en preparar los "Simanim" para que Laban no los engañara, pero a último momento cambió su idea y reveló los "Simanim" a su hermana Lea. ¿Por qué lo hizo? La Guemará en Meguilá 13 nos da el motivo. Rajel pensó que su hermana se avergonzaría al ser descubierta por Iaacob y no quiso que esto sucediera. Rajel sabía que de esa decisión dependía todo su futuro. Aún no imaginaba que finalmente Iaacob también se casaría con ella, pero estuvo dispuesta a otorgarle toda esa felicidad a su hermana Lea y que las tribus de Israel descendieran de ella, pero Rajel no le haría pasar ese mal momento a Lea. Esa era la categoría de Rajel Imenu, símbolo viviente de lo que significa respetar al prójimo aún a expensas de renunciar a todo un pasado lleno de expectativas y a un futuro espiritual brillante. ¿Acaso Iaacob se podía enojar con una mujer como Rajel que en la puerta de la felicidad renunció a todo con tal de que su hermana no se avergonzara? Todo lo contrario: "Y quiso también a Rajel más que a Lea", como explica el Kedushat Halevi, Iaacob la quiso más aún al comprobar su grandeza de entregarle los "Simanim" a su hermana.
En realidad, Rajel pensaba que no se trataba de un acto de favor a su hermana, sino que Lea realmente merecía tener un marido como Iaacob más que ella misma. Según su criterio, Iaacob no se perjudicaba al casarse con Lea, sino que por el contrario, los actos de Lea eran superiores a los suyos y le correspondía casarse con Iaacob, a pesar de que quizás ella debería ahora casarse con Esav el perverso.
El Todopoderoso quiso que ambas -Rajel y Lea- se casaran con Iaacob. Luego del engaño Laban le ofreció a Iaacob esperar siete días y casarse con Rajel, pero con la condición que después trabajara otros siete años por ella. Hashem desea las Tefilot de los Sadikim y ambas tuvieron mucho para pedirle. Lea -a pesar de los hijos que tuvo- se sentía dolorida porque su marido no la quería como a Rajel. Los nombres con los que llamó a sus hijos están relacionados con ese sentimiento: "Reubén ... ya vio el Eterno mi aflicción, pues ahora me amará mi marido"; "Pues oyó el Eterno que yo soy aborrecida y me dio también a éste; y llamó su nombre Shimhon" (Bereshit 29).
Rajel -por su parte- era estéril y no podía tener hijos. Ahora estaba convencida más que nunca de que su hermana era más Sadeket que ella y la prueba contundente era que Lea tenía hijos con Iaacob. El dolor de Rajel era enorme. Escuchaba cómo la gente murmuraba que Iaacob la divorciaría y ella caería en las manos de Esav. En un momento determinado le dijo a Iaacob: "Dame hijos; y si no, me muero" (Bereshit 30). Sobre los versículos: "Y recordó Hashem a Rajel y la escuchó a ella Hashem ..... y concibió y tuvo un hijo.... Y llamó su nombre Iosef diciendo: aumentará el Eterno otro hijo" (Bereshit 30), Rashi comenta que Hashem recordó la entrega de los Simanim a su hermana y el sufrimiento que había tenido por si Iaacob la divorciaba y por eso le otorgó un hijo.
Rajel Imenu nos enseña a no hacer cuentas. ¿Qué hubiese sucedido si ella no entregaba los Simanim a su hermana y el engaño se descubría y ella se casaba directamente con Iaacob? La respuesta es sencilla: cuando Iaacob se hubiese dado cuenta de que ella era estéril la habría divorciado. Luego se hubiera casado con Lea ya que Izjak su padre le había ordenado casarse con las hijas de Laban y de ella hubiesen nacido las tribus de Israel. El mérito por el que Rajel pudo tener a sus hijos -Iosef y Biniamin- fue por su actitud de desprendimiento para que su hermana no se avergonzara. A simple vista parecía que se perjudicaba. No sólo que no se perjudicó, sino que gracias a ese acto pudo concebir.
Cuando Reubén trajo del campo jazmines para su madre Lea, Rajel le pidió: "¡Dame por favor de los jazmines de tu hijo!" (Bereshit 30). El Or Hajaim explica que los jazmines curan la esterilidad y por eso Rajel los pidió. La respuesta de Lea fue: "¿Es poco quitarme a mi marido que también quieres tener los jazmines de mi hijo?". Lea sabía que los jazmines despiertan el amor entre marido y mujer y por eso ella los quería. ¿Cúal debió haber sido la respuesta de Rajel? ¿Acaso no correspondía que le dijera: "¡Gracias a mí te casaste con Iaacob y tuviste a tu hijo Reubén! ¡Si no te hubiese dado los Simanim te hubieras casado con Esav el perverso!". Es cierto, cualquier mujer hubiese dicho esa frase, pero no Rajel Imenu. Ella nuevamente concedió su parte: "por eso, que duerma contigo esta noche a cambio de los jazmines de tu hijo" (Bereshit 30).
Rajel falleció -según la mayoría de los Jajamim- a los 36 años, en el momento en que nació su hijo Biniamin. Fue sepultada en el camino a Efrat en Bet Lejem. Los Jajamim explican que por haber despreciado que Iaacob durmiera con ella esa noche, no tuvo el mérito de ser enterrada junto a él. Hashem juzga a los Sadikim con una vara especial. ¿Pero acaso es posible que todos los actos de favor y entrega de Rajel no fueran reconocidos por el Todopoderoso? No, Hashem previó que en el futuro, cuando el pueblo de Israel sería desterrado por Nebuzaradan -general persa- en la destrucción del primer Bet Hamikdash y pasara por su tumba, ella lloraría por ellos pidiendo clemencia a Hashem: "Se oye una voz en Ramá, lamentaciones y llanto amargo. Es Rajel que llora por sus hijos y se niega a ser consolada por sus hijos" (Irmeiá 31). El Midrash comenta que en ese momento tan difícil la Tefilá de Rajel a Hashem fue: "si yo que soy una persona de carne y hueso no tuve celo de mi hermana y no dejé que se avergonzara, Tú que eres el Rey Piadoso del mundo ¿por qué tienes celo de las idolatrías que son vanas y por qué castigas a Tu Pueblo que ha pecado con ellas?". Rajel reclamó la piedad de Hashem y la encontró: "Cesa tu voz de llorar y quita las lágrimas de tus ojos porque tu trabajo será recompensado y retornarán de la tierra del enemigo ..... y hay esperanza para tu futuro ....... y tus hijos volverán a su propia tierra (Irmeiá 31). Rashi explica que por el mérito de haber entregado los Simanim a su hermana y gracias a que Rajel estaba enterrada en ese lugar, el pueblo de Israel se salvó de la destrucción total.
¡Cuántas enseñanzas nos deja la vida de Rajel Imenu! Pero por sobre todo, debemos aprender a no desesperar en los momentos difíciles porque ellos son propiamente el inicio de la salvación aunque a simple vista no la veamos. Rajel llamó a su hijo "Ben Oní" o sea el hijo de mi sufrimiento según explica Rashi o como comenta el Rambán: el hijo de mi duelo, porque sabía que ella moriría en ese momento. Iaacob lo llamó Biniamin o sea el hijo de mi diestra, la mano que refleja la fuerza, ya que del sufrimiento es de donde nacerá la salvación.
Concluyamos este comentario recordando la Tefilá que el Rab Jaim Shmulevish Z"L solía hacer en la tumba de Rajel Imenu: "¡Madre Rajel! Hashem te pidió que prives tu voz de llanto y tus ojos de lágrimas. El Padre Celestial te pidió que ceses de llorar. Pero yo, Jaim tu hijo, te pido por favor, madre, no dejes de llorar, sube delante del Trono Celestial y pide piedad por tus hijos que se encuentran en sufrimiento". Que Hashem escuche la Tefilá de nuestros Sadikim y acerque la Gueulá en nuestros días. Amén.
(Genesis 28:10-32:3)
“A sus angeles te confiara, te guardaran en todos tus caminos. Ellos te llevaran en sus manos, tus pies no tropezaran con piedras...”
“Envio Itsjak a Iaacov y partio hacia el Campo de Aram, hacia Laban -hijo de Betuel el arameo- hermano de Rivka, madre de Iaacov y Esav” (Parsha Toldot, Cap. 28:5).-
“Salio Iaacov de Beer Sheva y fue hacia Jaran”(Parsha Vaietse 28:10).-
Como podemos observar, la salida de Iaacov no pasa inadvertida para el texto biblico. Es repetida tanto en una como en la otra parasha, a tan solo 5 versiculos de diferencia. Tal vez, para insinuarnos, como lo expresaRashi en su comentario que: “Nos ensena que la salida de un justo del lugar (de residencia) deja una honda impresion”, a lo que agrega el autor de “Beit Iaacov”: “solo cuando sale el justo de la ciudad, causa impresion; solo entonces comprenden los seres humanos, que en medio de ellos habitaba un justo. Antes de ello no lo podian discernir, nadie le presto la debida atencion”. Y concluye Rashi su cita diciendo: “Y al salir de alli, salio su gloria (de la ciudad),su luz y su belleza”...En esta parasha asistimos en realidad, a 2 salidas. La salida de Iaacov de la tierra de Canaan hacia Aram, la sucesion de eventos hasta la salida de Aram y el retorno a Canaan. Una gran diferencia habremos de notar entre ambas Salidas. La primera ocurrira en secreto y a ocultas de su hermano Esav (“Y penso Esav en su corazon: que se acerquen los dias de duelo de mi padre y asi matare a Iaacov, mi hermano” Cap. 27:41),y en palabras del Baal haTurim, en su comentario: “Esta parasha -en alusion a Vaietse- es “setuma” -quiere decir: cerrada”, puesto que salio Iaacov a ocultas y escapo en secreto, completamente desnudo -es decir SIN NADA CONSIGO- y desposeido de todo bien material”; Mientras que al salir de Padan-Aram, lo hizo con sus esposas e hijos y con grandes pertenencias. Aqui, en la presente parasha acudimos a una “prematura puesta del sol”, pues para el hombre de Israel cuando abandona la tierra de Israel es como si “el sol se pusiera para el”, asi como lo expresa el comienzo de la parasha: “Se encontro con el lugar y pernocto alli, PUES EL SOL SE HABIA PUESTO...” Mas cuando Iaacov retorna a la tierra de su padre, nuevamente SALE EL SOL PARA EL, tal como lo asevera Rashi en el versiculo: “Vaizraj lo ha-shemesh” -”Le salio el sol...” :¿Y acaso solo para el salio? De aqui inferimos que aquellas horas en que se apuro el sol en ponerse para Iaacov al salir desde Beer Sheva, asi ahora el sol se apuro en salir para el. Dijo Rabi Itsjak: El sol que se puso para el, salio para el” (T.B. Tratado de Julin 91 b).
Pero...¿Que siente Iaacov al escaparse, al alejarse de su fuente de vida, de la tierra que habia sido prometida para el y su simiente? La Tora, generalmente no transmite ni describe sentimientos y/o sensaciones. Ella relata los hechos. Y asi presenta el texto los eventos: “Salio-y fue-se encontro-pernocto-tomo-
Sin embargo, un nuevo verbo forma parte del relato, pero esta vez para sacudirnos de la monotonia: “Y EL SONO...”Es la primera vez que la TORA nos habla de un sueno. De acuerdo al contenido del mismo no estamos frente a un sueno simple o banal. “Y he aqui que habia una escalera afirmada sobre la tierra y su cabezal llegaba hasta los cielos y he aqui los angeles de Elokim ascendian y descendian por ella...”Y los sabios del Talmud sentenciaban: “En mar-in lo la-adam, ela me-hirhure libo” -”cuando el hombre suena, suena con aquellas cosas que lo preocupan y angustian su corazon”: asi esta vision de la escalera ha sido objetivo de multiples interpretaciones a traves de generaciones de comentaristas, interpretes y autores misticos. Pues la escalera sera la vida, y sus peldanos seran tal vez los anos de esa vida-(que dicho sea de paso NO SE MENCIONA CUANTOS SON en el relato),una vida que emerge afirmada desde la tierra y se proyecta hacia el cielo, recondito e ilimitado, donde el “transito” de los angeles = emisarios = servidores, es un casi pueril “sube y baja” permanente...Pero no olvidemos que en esa vida, HAY UN SER HUMANO QUE SUENA, Y UN D´S QUE LE HABLA, CASI COMO UN SUSURRO EN SU OIDO, diciendole: “la tierra sobre la que tu estas acostado, a ti te la habre de dar y a tu descendencia”...La tierra, tu y tus hijos un sueno que comienza a gestarse; D´s y la vida: un regalo que solo “caminando” -subiendo y bajando- es decir aceptando los ciclos de elevacion y depresion que existen hacen del sueno una realidad. Hay circunstancias, unas felices, otras no tanto; hay un tiempo para abrazar -dice Kohelet- y un tiempo para alejarse del abrazo; hay suenos y hay realidades; Hay hombres mas tambien hay D´s, y hay un “sube y baja”: no siempre se esta arriba del todo, asi el sumergido en la bajeza no podra nunca aspirar a salir de su enclaustre...Lo importante -y el desafio- esta en vivir, superando temores, angustias, pasiones y prestando atencion a una voz que clama desde lo “lejos”, hablandonos a nosotros y a nuestra descendencia...”Un sueno es una 60 ava parte de una profecia”, dice el Talmud.
“Y salio Iaacov de Beer Sheva...Tomo de las piedras del lugar, y las dispuso debajo de su cabeza, y se acosto en el lugar aquel. Y el sono: Y he
(Genesis 28:10-32:3)
“A sus angeles te confiara, te guardaran en todos tus caminos. Ellos te llevaran en sus manos, tus pies no tropezaran con piedras...”
“Envio Itsjak a Iaacov y partio hacia el Campo de Aram, hacia Laban -hijo de Betuel el arameo- hermano de Rivka, madre de Iaacov y Esav” (Parsha Toldot, Cap. 28:5).-
“Salio Iaacov de Beer Sheva y fue hacia Jaran”(Parsha Vaietse 28:10).-
Como podemos observar, la salida de Iaacov no pasa inadvertida para el texto biblico. Es repetida tanto en una como en la otra parasha, a tan solo 5 versiculos de diferencia. Tal vez, para insinuarnos, como lo expresaRashi en su comentario que: “Nos ensena que la salida de un justo del lugar (de residencia) deja una honda impresion”, a lo que agrega el autor de “Beit Iaacov”: “solo cuando sale el justo de la ciudad, causa impresion; solo entonces comprenden los seres humanos, que en medio de ellos habitaba un justo. Antes de ello no lo podian discernir, nadie le presto la debida atencion”. Y concluye Rashi su cita diciendo: “Y al salir de alli, salio su gloria (de la ciudad),su luz y su belleza”...En esta parasha asistimos en realidad, a 2 salidas. La salida de Iaacov de la tierra de Canaan hacia Aram, la sucesion de eventos hasta la salida de Aram y el retorno a Canaan. Una gran diferencia habremos de notar entre ambas Salidas. La primera ocurrira en secreto y a ocultas de su hermano Esav (“Y penso Esav en su corazon: que se acerquen los dias de duelo de mi padre y asi matare a Iaacov, mi hermano” Cap. 27:41),y en palabras del Baal haTurim, en su comentario: “Esta parasha -en alusion a Vaietse- es “setuma” -quiere decir: cerrada”, puesto que salio Iaacov a ocultas y escapo en secreto, completamente desnudo -es decir SIN NADA CONSIGO- y desposeido de todo bien material”; Mientras que al salir de Padan-Aram, lo hizo con sus esposas e hijos y con grandes pertenencias. Aqui, en la presente parasha acudimos a una “prematura puesta del sol”, pues para el hombre de Israel cuando abandona la tierra de Israel es como si “el sol se pusiera para el”, asi como lo expresa el comienzo de la parasha: “Se encontro con el lugar y pernocto alli, PUES EL SOL SE HABIA PUESTO...” Mas cuando Iaacov retorna a la tierra de su padre, nuevamente SALE EL SOL PARA EL, tal como lo asevera Rashi en el versiculo: “Vaizraj lo ha-shemesh” -”Le salio el sol...” :¿Y acaso solo para el salio? De aqui inferimos que aquellas horas en que se apuro el sol en ponerse para Iaacov al salir desde Beer Sheva, asi ahora el sol se apuro en salir para el. Dijo Rabi Itsjak: El sol que se puso para el, salio para el” (T.B. Tratado de Julin 91 b).
Pero...¿Que siente Iaacov al escaparse, al alejarse de su fuente de vida, de la tierra que habia sido prometida para el y su simiente? La Tora, generalmente no transmite ni describe sentimientos y/o sensaciones. Ella relata los hechos. Y asi presenta el texto los eventos: “Salio-y fue-se encontro-pernocto-tomo-
Sin embargo, un nuevo verbo forma parte del relato, pero esta vez para sacudirnos de la monotonia: “Y EL SONO...”Es la primera vez que la TORA nos habla de un sueno. De acuerdo al contenido del mismo no estamos frente a un sueno simple o banal. “Y he aqui que habia una escalera afirmada sobre la tierra y su cabezal llegaba hasta los cielos y he aqui los angeles de Elokim ascendian y descendian por ella...”Y los sabios del Talmud sentenciaban: “En mar-in lo la-adam, ela me-hirhure libo” -”cuando el hombre suena, suena con aquellas cosas que lo preocupan y angustian su corazon”: asi esta vision de la escalera ha sido objetivo de multiples interpretaciones a traves de generaciones de comentaristas, interpretes y autores misticos. Pues la escalera sera la vida, y sus peldanos seran tal vez los anos de esa vida-(que dicho sea de paso NO SE MENCIONA CUANTOS SON en el relato),una vida que emerge afirmada desde la tierra y se proyecta hacia el cielo, recondito e ilimitado, donde el “transito” de los angeles = emisarios = servidores, es un casi pueril “sube y baja” permanente...Pero no olvidemos que en esa vida, HAY UN SER HUMANO QUE SUENA, Y UN D´S QUE LE HABLA, CASI COMO UN SUSURRO EN SU OIDO, diciendole: “la tierra sobre la que tu estas acostado, a ti te la habre de dar y a tu descendencia”...La tierra, tu y tus hijos un sueno que comienza a gestarse; D´s y la vida: un regalo que solo “caminando” -subiendo y bajando- es decir aceptando los ciclos de elevacion y depresion que existen hacen del sueno una realidad. Hay circunstancias, unas felices, otras no tanto; hay un tiempo para abrazar -dice Kohelet- y un tiempo para alejarse del abrazo; hay suenos y hay realidades; Hay hombres mas tambien hay D´s, y hay un “sube y baja”: no siempre se esta arriba del todo, asi el sumergido en la bajeza no podra nunca aspirar a salir de su enclaustre...Lo importante -y el desafio- esta en vivir, superando temores, angustias, pasiones y prestando atencion a una voz que clama desde lo “lejos”, hablandonos a nosotros y a nuestra descendencia...”Un sueno es una 60 ava parte de una profecia”, dice el Talmud.
“Y salio Iaacov de Beer Sheva...Tomo de las piedras del lugar, y las dispuso debajo de su cabeza, y se acosto en el lugar aquel. Y el sono: Y he aqui que habia una escalera afirmada sobre la tierra y su cabezal llegaba hasta los cielos, y he aqui que los enviados de Elohim ascendian y descendian por ella...Y he aqui que Adonai estaba presente a su lado”
Nuestra porcion semanal nos enfrenta a uno de los momentos mas criticos en la vida del joven Iaacov: su partida -en principio temporal- de su casa paterna hacia un destino desconocido por el. El texto nos cuenta que, en un momento de la travesia, y casi imprevistamente el sol llego a su ocaso y debio pernoctar en ese lugar. Alli tuvo lugar el sueno que eternizo a nuestro Patriarca Iaacov, en donde esa escalera tendida entre cielos y tierra permanece -en cierto modo- brindandonos la posibilidad de seguir “ascendiendo y descendiendo por ella”. “Maase Avot Siman leBanim”, sentenciaron los sabios. “Los hechos de los padres, son una senal para sus hijos”. Nadie mejor que el pueblo de Israel -la multiplicacion del nombre Iaacov- ha conocido de “PARTIDAS”, de ABANDONOS y DESARRAIGOS. Nadie como nosotros, jamas dejo de SONAR...
Cien anos atras, otros hombres, con otras vivencias pero con identicos propositos e inquietudes tal vez, comenzaban a transitar su propia “Parashat Vaietse,...”Y salio” (salieron).Cada uno de ellos, en quienes el nombre Iaacov representaba su intimidad identificada con Israel, con un pueblo, una cultura y una tradicion, bien pudieron ser el personaje de nuestra parasha. Pues la Tora es la vida, las historias que hacen a los seres humanos transitando por los dias y por sobre la tierra.
Hace 100 anos, esos hombres, dejando atras recuerdos imborrables, vivencias juveniles y encantos geograficos, comenzaban a “SALIR DE”, para “ARRIBAR A...”Hombres que, como Iaacov, partian en SOLEDAD. Esa soledad que genera temores, inestabilidad e incertidumbre. Hombres que, en busca del porvenir,” sacrificaron” el afecto de sus padres y de sus madres -afecto que crecia en la vida de todos los dias, condimentado por la simpleza e ingenuidad de los seres-; hombres que atesoraban la esperanza de volver a verlos...CON VIDA.
Hace 100 anos nuestros propios hombres salian a UN CAMINO INCIERTO, ALLENDE LA MAR. Como Iaacov, emprendera su camino ALLENDE EL JORDAN. Para hacerse de un futuro, de una familia, para reconstruirse y abrazarse a lo eterno...Y los viajes largos REQUIEREN ESCALAS. Algunas inoportunas, otras imprecindibles. Pero cuanto mas grande es el temor frente a lo nuevo, mayor sera la necesidad de aferrarse a lo conocido, a aquello que esta cerca o que al menos lo sentimos proximo.
Asi relata nuestra parasha, que a Iaacov imprevistamente “se le puso el sol”. en otras palabras: anochecio abruptamente. Las puedo ver, las alcanzo a sentir, aquellas sensaciones de esos otros tantos hombres que -como Iaacov- sintieron la llegada repentina de la noche en sus vidas. Cuando DISPONIAN TODA LA LUZ cuando aun “EL DIA ERA LARGO”, ahi, de repente, SE HIZO LA NOCHE...
Angustias y ansiedades. Un camino que “se hara al andar”, y donde el protagonista es...¡¡uno mismo!! Empezar de nuevo. Las calles, las casas, las caras, el amanecer y el atardecer, perduran en la frescura de la memoria que se torna mas y mas lejana...
Pero era de noche. Era el tiempo -para Iaacov y para todos ellos- de entregarse a un SUENO, que repare -al menos- aquellas emociones que explicaban, en un ahogado llanto, las razones para el abandono prematuro de una infancia y una adolescencia pletoricas de vivencias, aprendizajes y hasta de torpes ingenuidades.
“...Tomo de las piedras del lugar y las dispuso debajo de su cabeza, y se acosto en el lugar aquel”. Asi, para el asombro, relata el texto los movimientos de Iaacov. Pero nos deja entrever -a las claras- QUE SOLO EL SE HABIA IDO. NI SIQUIERA LAS MINIMAS PERTENENCIAS LO ACOMPANARON. NADA TENIA. TODO LO QUE LLEVABA ERA SU JUVENTUD, SUS GANAS, SUS RECUERDOS, SUS SUENOS...
¿Y quien, tal vez, de nosotros, nuestros padres o abuelos, al leer estas frases no recuerda su propia historia??
Y a pesar de ser pequenos hechos -e infrecuentes- la Tora recala en ellos, para que extraigamos nuestras propias y acertadas conclusiones. Algo asi, que nos lleve a pensar: “No importa cuanto lleves contigo; LO QUE REALMENTE IMPORTA ES COMO TE LO LLEVES”.
Y asi, a la “pobreza fisica” de Iaacov, a su cuerpo tiritando por el frio del desierto nocturno, su cabeza encuentra descanso sobre la dura piedra...”De las piedras del lugar”.
“Y se acosto en el lugar aquel”, asi a la interperie, acurrucando el calor de un hogar que ardia en su interior y abrigaba el sentido mismo de su existencia. Iaacov y sus miedos. Iaacov y sus suenos. Ni el frio de la dura y solida roca, ni la gelidez de la oscuridad y del lugar le impidieron dormir. Dormir para aguardar la luz. Dormir para “quedarse” un poco mas de “este lado de la vida”, en su tierra, con sus padres. Dormir, para elevar a traves del sueno, la compleja historia del futuro donde pueda recrear la imagen del pasado, semblanza de vida y bienestar.
E Iaacov pudo sonar. Ni siquiera la noche “pudo con el”. Y alli, en medio de sus suenos:...”habia una escalera afirmada sobre la tierra y su cabezal llegaba hasta los cielos...”
Un sueno muy peculiar, en un lugar muy particular. Pero, ¿Como interpretar ese sueno? Nuestros sabios sostienen -en el Talmud- que “un sueno no interpretado es como una carta no leida”.
La escalera “conecta” los cielos y la tierra. Ella esta “afirmada sobre la tierra”; se dirige desde los Cielos -lo elevado, lo sublime- hacia lo terrenal, pero tambien “llegaba hasta los cielos”, se dirige a los cielos, pues la tierra mana su esencia de lo celestial.
Para el autor de “Nefesh ha-Jaim” (Parte I, Cap. 10, 19),la ESCALERA ES IAACOV MISMO, un Iaacov CELESTIAL y TERRENAL A LA VEZ; la espiritualidad que se dirige y se expande para mejorar los hechos; las acciones meritorias alimentadas y orientadas por el RUAJ - ESPIRITU DE VIDA. Esa es la DOBLE PERSPECTIVA de IAACOV. Un ser doble, un individuo que se multiplica.
Podemos, ciertamente, recrear la imagen de la “escalera de Iaacov”, trasladandola a la VIDA MISMA, EL HOGAR, LA COMUNIDAD.
Podemos ver a en Iaacov, al hombre enfrentado a esa escalera -CUYA CANTIDAD DE PELDANOS NO ES MENCIONADA EN NUESTRA PARASHA, COMO PARA QUE CADA GENERACION AGREGUE EL SUYO PROPIO EN SU AFAN DE UNIR CIELOS Y TIERRA- y el nexo entre ambos: el Sueno, esa capacidad y actividad incalculablemente saludable, que nos permite reeditar -en modo inconsciente- aspectos que hacen al quehacer diario.
Tenemos la intima necesidad -ante cualquier emprendimiento- de “conectar cielos y tierra”, a traves de una fuerza unificadora pues hay un “fundamento” celestial. Fuerte, solido. Un apoyo basico para todo el “andar del hombre”. Y su cabezal -Rosh- llegando hasta los cielos, como relata la Tora. Asi lo creyeron ellos. Asi lo anhelaron. Asi lo vivieron cuando empezaron a ascender los peldanos de un espacio llamado “KEHILA”, COMUNIDAD, QUE ERA NI MAS NI MENOS LA PROYECCION DE SUS PROPIOS HOGARES, DE SUS PROPIAS VIDAS. SU “ESCALERA”.
Pero, ¿Cual era -y debe ser- la apoyatura de la escalera en la tierra? Aqui deberemos nombrar, o tal vez AFIRMAR CON VEHEMENCIA TAL COMO ELLOS, TAL COMO NOSOTROS, que si la escalera“se afirmaba sobre la tierra”, la misma se sostenia en la EMUNA, LA FE INCONMOVIBLE, LA FIDELIDAD, LA CAPACIDAD DEL HOMBRE PARA CREER MAS ALLA DE LO QUE SUS OJOS PUEDAN VER O SONAR. La Fe que pueda unir los puntos mas distantes, como el cielo y la tierra. La fe que pueda convocar -mas alla de las distancias- a las distintas generaciones del pueblo de Israel. Union basica y elemental del ser judio por doquier, que le ayude a comprender su lugar y su mision en el mundo.
Y por ultimo: rescatemos que la vision de Iaacov NO ES ESTATICA. Hay movimientos, existe una dinamica: “Y he aqui que los enviados de Elohim ascendian y descendian por ella”. ¿Podriamos permitir volar a nuestra imaginacion y ver a los “enviados” representando -en la metafora- a las ETAPAS DE LA VIDA, LOS AFECTOS, LAS PERSONAS TAL VEZ, que se encuentran en un constante “SUBE Y BAJA” por esa escalera?? En un magico y constante ir y venir, asi como sonaba Iaacov, asi como lo sonaron mas de 100 anos atras los forjadores de un destino.
Pero no olvidemos, por favor, ni por un instante, “Y he aqui que Ad´ estaba presente a su lado...” No olvidemos la INSPIRACION ETERNA DE D´S, SU PROVIDENCIA, SU CUIDADO, SU BONDAD... Asi como Iaacov se encomendo a El y prometio -a su regreso- entregar “un diezmo de sus posesiones”, pensemos por un momento, un pequeno momento, que cosas y que palabras quedaron acunadas por ellos y que hoy es nuestro deber -moral- el evocarlas, para sentir la grandeza, para captar lo esencial, para imaginar la eternidad.
Intentemos hoy, agregar nuestro propio peldano a la escalera, para ELEVARLA, para ELEVARNOS...PARA UNIR LO ESENCIAL, PARA LIGARNOS A LA ETERNIDAD. AMEN.
aqui que habia una escalera afirmada sobre la tierra y su cabezal llegaba hasta los cielos, y he aqui que los enviados de Elohim ascendian y descendian por ella...Y he aqui que Adonai estaba presente a su lado”
Nuestra porcion semanal nos enfrenta a uno de los momentos mas criticos en la vida del joven Iaacov: su partida -en principio temporal- de su casa paterna hacia un destino desconocido por el. El texto nos cuenta que, en un momento de la travesia, y casi imprevistamente el sol llego a su ocaso y debio pernoctar en ese lugar. Alli tuvo lugar el sueno que eternizo a nuestro Patriarca Iaacov, en donde esa escalera tendida entre cielos y tierra permanece -en cierto modo- brindandonos la posibilidad de seguir “ascendiendo y descendiendo por ella”. “Maase Avot Siman leBanim”, sentenciaron los sabios. “Los hechos de los padres, son una senal para sus hijos”. Nadie mejor que el pueblo de Israel -la multiplicacion del nombre Iaacov- ha conocido de “PARTIDAS”, de ABANDONOS y DESARRAIGOS. Nadie como nosotros, jamas dejo de SONAR...
Cien anos atras, otros hombres, con otras vivencias pero con identicos propositos e inquietudes tal vez, comenzaban a transitar su propia “Parashat Vaietse,...”Y salio” (salieron).Cada uno de ellos, en quienes el nombre Iaacov representaba su intimidad identificada con Israel, con un pueblo, una cultura y una tradicion, bien pudieron ser el personaje de nuestra parasha. Pues la Tora es la vida, las historias que hacen a los seres humanos transitando por los dias y por sobre la tierra.
Hace 100 anos, esos hombres, dejando atras recuerdos imborrables, vivencias juveniles y encantos geograficos, comenzaban a “SALIR DE”, para “ARRIBAR A...”Hombres que, como Iaacov, partian en SOLEDAD. Esa soledad que genera temores, inestabilidad e incertidumbre. Hombres que, en busca del porvenir,” sacrificaron” el afecto de sus padres y de sus madres -afecto que crecia en la vida de todos los dias, condimentado por la simpleza e ingenuidad de los seres-; hombres que atesoraban la esperanza de volver a verlos...CON VIDA.
Hace 100 anos nuestros propios hombres salian a UN CAMINO INCIERTO, ALLENDE LA MAR. Como Iaacov, emprendera su camino ALLENDE EL JORDAN. Para hacerse de un futuro, de una familia, para reconstruirse y abrazarse a lo eterno...Y los viajes largos REQUIEREN ESCALAS. Algunas inoportunas, otras imprecindibles. Pero cuanto mas grande es el temor frente a lo nuevo, mayor sera la necesidad de aferrarse a lo conocido, a aquello que esta cerca o que al menos lo sentimos proximo.
Asi relata nuestra parasha, que a Iaacov imprevistamente “se le puso el sol”. en otras palabras: anochecio abruptamente. Las puedo ver, las alcanzo a sentir, aquellas sensaciones de esos otros tantos hombres que -como Iaacov- sintieron la llegada repentina de la noche en sus vidas. Cuando DISPONIAN TODA LA LUZ cuando aun “EL DIA ERA LARGO”, ahi, de repente, SE HIZO LA NOCHE...
Angustias y ansiedades. Un camino que “se hara al andar”, y donde el protagonista es...¡¡uno mismo!! Empezar de nuevo. Las calles, las casas, las caras, el amanecer y el atardecer, perduran en la frescura de la memoria que se torna mas y mas lejana...
Pero era de noche. Era el tiempo -para Iaacov y para todos ellos- de entregarse a un SUENO, que repare -al menos- aquellas emociones que explicaban, en un ahogado llanto, las razones para el abandono prematuro de una infancia y una adolescencia pletoricas de vivencias, aprendizajes y hasta de torpes ingenuidades.
“...Tomo de las piedras del lugar y las dispuso debajo de su cabeza, y se acosto en el lugar aquel”. Asi, para el asombro, relata el texto los movimientos de Iaacov. Pero nos deja entrever -a las claras- QUE SOLO EL SE HABIA IDO. NI SIQUIERA LAS MINIMAS PERTENENCIAS LO ACOMPANARON. NADA TENIA. TODO LO QUE LLEVABA ERA SU JUVENTUD, SUS GANAS, SUS RECUERDOS, SUS SUENOS...
¿Y quien, tal vez, de nosotros, nuestros padres o abuelos, al leer estas frases no recuerda su propia historia??
Y a pesar de ser pequenos hechos -e infrecuentes- la Tora recala en ellos, para que extraigamos nuestras propias y acertadas conclusiones. Algo asi, que nos lleve a pensar: “No importa cuanto lleves contigo; LO QUE REALMENTE IMPORTA ES COMO TE LO LLEVES”.
Y asi, a la “pobreza fisica” de Iaacov, a su cuerpo tiritando por el frio del desierto nocturno, su cabeza encuentra descanso sobre la dura piedra...”De las piedras del lugar”.
“Y se acosto en el lugar aquel”, asi a la interperie, acurrucando el calor de un hogar que ardia en su interior y abrigaba el sentido mismo de su existencia. Iaacov y sus miedos. Iaacov y sus suenos. Ni el frio de la dura y solida roca, ni la gelidez de la oscuridad y del lugar le impidieron dormir. Dormir para aguardar la luz. Dormir para “quedarse” un poco mas de “este lado de la vida”, en su tierra, con sus padres. Dormir, para elevar a traves del sueno, la compleja historia del futuro donde pueda recrear la imagen del pasado, semblanza de vida y bienestar.
E Iaacov pudo sonar. Ni siquiera la noche “pudo con el”. Y alli, en medio de sus suenos:...”habia una escalera afirmada sobre la tierra y su cabezal llegaba hasta los cielos...”
Un sueno muy peculiar, en un lugar muy particular. Pero, ¿Como interpretar ese sueno? Nuestros sabios sostienen -en el Talmud- que “un sueno no interpretado es como una carta no leida”.
La escalera “conecta” los cielos y la tierra. Ella esta “afirmada sobre la tierra”; se dirige desde los Cielos -lo elevado, lo sublime- hacia lo terrenal, pero tambien “llegaba hasta los cielos”, se dirige a los cielos, pues la tierra mana su esencia de lo celestial.
Para el autor de “Nefesh ha-Jaim” (Parte I, Cap. 10, 19),la ESCALERA ES IAACOV MISMO, un Iaacov CELESTIAL y TERRENAL A LA VEZ; la espiritualidad que se dirige y se expande para mejorar los hechos; las acciones meritorias alimentadas y orientadas por el RUAJ - ESPIRITU DE VIDA. Esa es la DOBLE PERSPECTIVA de IAACOV. Un ser doble, un individuo que se multiplica.
Podemos, ciertamente, recrear la imagen de la “escalera de Iaacov”, trasladandola a la VIDA MISMA, EL HOGAR, LA COMUNIDAD.
Podemos ver a en Iaacov, al hombre enfrentado a esa escalera -CUYA CANTIDAD DE PELDANOS NO ES MENCIONADA EN NUESTRA PARASHA, COMO PARA QUE CADA GENERACION AGREGUE EL SUYO PROPIO EN SU AFAN DE UNIR CIELOS Y TIERRA- y el nexo entre ambos: el Sueno, esa capacidad y actividad incalculablemente saludable, que nos permite reeditar -en modo inconsciente- aspectos que hacen al quehacer diario.
Tenemos la intima necesidad -ante cualquier emprendimiento- de “conectar cielos y tierra”, a traves de una fuerza unificadora pues hay un “fundamento” celestial. Fuerte, solido. Un apoyo basico para todo el “andar del hombre”. Y su cabezal -Rosh- llegando hasta los cielos, como relata la Tora. Asi lo creyeron ellos. Asi lo anhelaron. Asi lo vivieron cuando empezaron a ascender los peldanos de un espacio llamado “KEHILA”, COMUNIDAD, QUE ERA NI MAS NI MENOS LA PROYECCION DE SUS PROPIOS HOGARES, DE SUS PROPIAS VIDAS. SU “ESCALERA”.
Pero, ¿Cual era -y debe ser- la apoyatura de la escalera en la tierra? Aqui deberemos nombrar, o tal vez AFIRMAR CON VEHEMENCIA TAL COMO ELLOS, TAL COMO NOSOTROS, que si la escalera“se afirmaba sobre la tierra”, la misma se sostenia en la EMUNA, LA FE INCONMOVIBLE, LA FIDELIDAD, LA CAPACIDAD DEL HOMBRE PARA CREER MAS ALLA DE LO QUE SUS OJOS PUEDAN VER O SONAR. La Fe que pueda unir los puntos mas distantes, como el cielo y la tierra. La fe que pueda convocar -mas alla de las distancias- a las distintas generaciones del pueblo de Israel. Union basica y elemental del ser judio por doquier, que le ayude a comprender su lugar y su mision en el mundo.
Y por ultimo: rescatemos que la vision de Iaacov NO ES ESTATICA. Hay movimientos, existe una dinamica: “Y he aqui que los enviados de Elohim ascendian y descendian por ella”. ¿Podriamos permitir volar a nuestra imaginacion y ver a los “enviados” representando -en la metafora- a las ETAPAS DE LA VIDA, LOS AFECTOS, LAS PERSONAS TAL VEZ, que se encuentran en un constante “SUBE Y BAJA” por esa escalera?? En un magico y constante ir y venir, asi como sonaba Iaacov, asi como lo sonaron mas de 100 anos atras los forjadores de un destino.
Pero no olvidemos, por favor, ni por un instante, “Y he aqui que Ad´ estaba presente a su lado...” No olvidemos la INSPIRACION ETERNA DE D´S, SU PROVIDENCIA, SU CUIDADO, SU BONDAD... Asi como Iaacov se encomendo a El y prometio -a su regreso- entregar “un diezmo de sus posesiones”, pensemos por un momento, un pequeno momento, que cosas y que palabras quedaron acunadas por ellos y que hoy es nuestro deber -moral- el evocarlas, para sentir la grandeza, para captar lo esencial, para imaginar la eternidad.
Intentemos hoy, agregar nuestro propio peldano a la escalera, para ELEVARLA, para ELEVARNOS...PARA UNIR LO ESENCIAL, PARA LIGARNOS A LA ETERNIDAD. AMEN.
Iaacov dejó Beer Sheva y se dirigió hacia Jarán. Él se fue cargado de bendiciones pero no tenía ningún lugar para dormir. Irónicamente, todas las bendiciones que poseía no le dieron ningún refugio físico. Él usó piedras como almohada. Allí, en el piso, soñó con una escalera que llegaba hasta los cielos, con ángeles de D'os que ascendían y descendían.
Cuando se despertó, Iaacov estaba temeroso y dijo:
"Y temió y exclamó: ¡qué imponente (temible) es este lugar, no es sino la morada de D'os y este es un pórtico hacia los cielos! Madrugó Iaacov por la mañana y tomó la piedra que había puesto debajo de su cabeza y la erigió como matzevá (un pilar) y vertió aceite sobre su cúspide. Llamó el nombre del lugar aquel Bet El, pero, Luz era el nombre original de la ciudad. Iaacov hizo un voto diciendo: Si D'os habrá de estar conmigo y me protegerá en este camino, en el cual yo estoy encaminado y me dará pan para comer y ropa para vestir. Y volviere yo en paz a la casa de mi padre y será D'os para mí, mi D'os. Y esta piedra que erigí como pilar, será una casa para D'os …" (28:17 - 22).
Iaacov encuentra a D'os, quizás por primera vez. Su reacción es erigir un monumento o pilar, que él promete transformar en una Casa de D'os, a su retorno. Su comportamiento es entendible: Él fue sólo un individuo, a pesar de que ciertamente poseía un gran potencial por las bendiciones que había recibido. Su promesa fue simbólica, una expresión de sus aspiraciones: Quizás a su retorno se dará cuenta que este potencial y las bendiciones recibidas se cumplirán, así como esta única roca fue destinada a convertirse en la Casa de D'os. Hay un tema delicado en esta parashá y la de la semana siguiente, el cual es ilustrado por la construcción de la matzevá y subsecuentemente de un altar. El tema fundamental de las parashot Vaietzé y Vaishlaj es la transformación de Iaacov de un individuo solitario y solo, en un líder del grupo que se convertirá en una gran nación. El pilar simboliza la búsqueda espiritual del individuo, mientras que la "Casa de D'os", simboliza el lugar de servicio a D'os de una nación.
Sin embargo, hay un problema; un problema técnico, un problema legal, pero en definitiva un problema. La Torá dice:
"No te habrás de erigir ningún pilar -matzevá- lo que Hashem tu D'os desprecia" (16:22).
Rashí nota que la matzevá está hecha de una sola piedra, mientras que un altar está hecho de muchas. El primero fue despreciado porque se identificaba con la idolatría quenahanita:
"A pesar de que esto (el levantamiento de la matzevá) era una práctica deseada durante el tiempo de los patriarcas, hoy es despreciada" (Rashí ibid).
Si la matzevá es algo despreciado por D'os, ¿por qué Iaacov erigió una? Mientras que es interesante analizar los tipos de comportamientos religiosos exhibidos por nuestros antepasados, es incorrecto juzgarlos a través del mismo prisma de la práctica religiosa contemporánea.
De todas maneras, es aún "molesto" encontrar a Iaacov haciendo algo que es "despreciado por D'os". El tema halájico que aparece aquí es ciertamente de interés, pero más allá de esto: ¿Cómo es que una práctica aceptable se transforma en una práctica no aceptable? ¿Cómo es que algo amado por D'os pasa a ser despreciable?
La respuesta a esta pregunta está en la esencia de la práctica religiosa, por un lado, y en la identidad del practicante, por el otro. La matzevá hecha de una sola piedra era una práctica aceptable antes del surgimiento de la nación judía. Cuando los patriarcas vivían, ellos eran esencialmente individuos que combinaban aspiraciones nacionales y potencial. Es por eso que una piedra reflejaba su individualidad. Sin embargo, una vez que la nación entró en existencia, la relación con D'os debía ser por medio de un altar construido con muchas piedras, reflejando la unidad de una nación que tenía muchos individuos.
"Dijo D'os a Iaacov: levántate, asciende a Bet El y permanece allí. Y haz allí un altar para D'os, que se te apareció cuando escapabas de Esav, tu hermano" (35:1).
En este momento, D'os le ordenó a Iaacov construir un altar. Evidentemente, el cambio de estatus, de un individuo a una nación había ocurrido. La construcción no es más con una sola piedra, sino con muchas piedras pequeñas. Al analizar la sección que precede a la orden de D'os, encontramos que Iaacov no estaba completamente consciente del cambio, o del hecho que ya pasó o que debería haber pasado.
El contexto es instructivo: Iaacov viajó a Jarán para casarse y formar una familia. Él regresó a Israel con sus esposas y 12 hijos después de librarse de Labán, con grandes dificultades. Esta separación trascendió con un gran significado teológico. Esta idea puede ser ilustrada por el siguiente pasaje en la Hagadá de Pesaj, en el cual Labán es comparado con el Faraón desfavorablemente:
"…porque Paró quiso aniquilar sólo a los hombres, mientras que Labán quiso desarraigar todo".
¿Qué es lo que los Sabios vieron en el texto que provocó esta shockeante comparación? El texto Bíblico no recordó ninguna vez que Labán haya tenido la intención de matar a sus propios hijos o nietos, las esposas de Iaacov y sus hijos. El caso parece ser lo opuesto: Labán aparentó sentirse verdaderamente dolido cuando Iaacov se fue. Y aún así, Iaacov reconoció que debía dejar la casa de Labán y retornar a la tierra de Israel. El acto siniestro de Labán, entonces, no fue intento de asesinato, sino que fue la seducción a Iaacov para que se asimilara. Iaacov reconoció que debía escaparse de la casa de Labán y regresar a la tierra de Israel si quería que quede alguna esperanza en cumplir con su destino.
"Iaacov robó el corazón de Labán, el arameo, por no haberle dicho que se iría" (31:20).
Cuando Labán lo alcanzó y lo enfrentó, Iaacov se justificó:
"…Pues he temido, ya que pensé: No sea que arrebatares a tus hijas de mí…Respondió Labán a Iaacov: las hijas, son mis hijas y los hijos son mis hijos…" (31:31 - 43).
La perspectiva de Labán era que Iaacov y su familia eran, de hecho, la familia de Labán, y es por eso que eran un solo pueblo. El deseo de Iaacov de irse parece un poco extraño, elitista. Labán tenía todo el derecho de culpar a Iaacov por haber creado diferencias entre ellos; este mismo reclamo, de hecho, acompaña a los judíos a través de las generaciones.
Separándose, Iaacov expresó sus aspiraciones religiosas - nacionalistas. Al sacar a su familia de la casa de Labán declaró su independencia: es la familia de Iaacov, no la de Labán. A cada uno les esperaba destinos diferentes. Había llegado el tiempo en que Iaacov tenía que reconocer a su familia como una nación. Quizás tendría que haber vuelto a Luz - Bet El, y construir la Casa de D'os, o por lo menos el Altar. Sin embargo, antes de la construcción de la Casa de D'os, ocurrió el episodio con Diná. Miremos el texto:
"Salió Diná, hija de Leá - que había dado a luz para Iaacov - a ver a las hijas de la comarca. La vio Shejem, hijo de Jamor, el Jiví, príncipe de la comarca, la tomó, se acostó con ella y la violó" (34:1 - 2).
Diná salió a hacerse amiga de las vecinas, un impulso natural; al mudarse a una nueva tierra, ella buscó compañía. Aparentemente, Diná no sintió ninguna limitación, y no tuvo miedo en dejar a su familia - nación. Si su acción es entendida como la de una niña que va a visitar a sus vecinos, no lo pensaríamos dos veces si no hubiese terminado en un resultado tan desafortunado. Sin embargo, si los judíos eran ya una nación, su paso constituyó un rompimiento de barreras, una infracción inaceptable. Diná es descripta como la hija de Iaacov. Shejem es descripto como el hijo de Jamor, príncipe de la tierra. Si en estas dos descripciones la intención fue que sean paralelas, entonces, el incidente debe ser mirado como que la hija de Iaacov, líder o rey del pueblo judío, fue abusada por el hijo del líder del pueblo Jiví. Si el hijo de un líder ataca a la hija de otro líder el resultado no es simplemente una pelea familiar; es, por lo menos, un incidente internacional, y en el peor de los casos, es una guerra.
Parecería que Iaacov vio al episodio como un incidente desafortunado, en un plano personal o f. Sus hijos, por otro lado, vieron la acción de Shejem como una declaración de guerra. Parecería que ellos palparon lo que Iaacov eludió.
"E Iaacov oyó que (Jamor) había deshonrado a Diná…" (34:5).
"Pero los hijos de Iaacov vinieron del campo; cuando lo oyeron, se consternaron los hombres y se enfurecieron mucho, pues una desgracia había ocurrido en Israel, al acostarse con la hija de Iaacov, y así no suele hacerse" (34:7).
Iaacov escuchó que su hija fue deshonrada; sus hijos escucharon que cayó desgracia en Israel. Los hijos vieron el acto en un contexto nacional. Por primera vez, el término Israel es usado para describir lo que sería desde ahora la familia de Iaacov. El cambio de la vida privada e individual a una existencia nacional ocurrió en manos de los hijos. Después de todo, ¿acaso su padre no los sacó de la casa de su abuelo, para apartarlos y formar una entidad separada? Para ellos, su destino nacional único, el cual era claro e inequívoco, estaba ya en juego. Irónicamente, parecería que Iaacov no se dio cuenta que había llegado el momento que sean una nación. Su respuesta al llamado de los hijos por acción es instructiva: como individuos, como una familia, estamos fuera de nuestra liga, él explicó. Quizás en el futuro, cuando seamos algo más, tendremos la oportunidad de responder de diferente manera, pero éste no es el momento. Qué diferente era el punto de vista de los hijos, quienes se veían como parte del futuro; como los responsables de las futuras generaciones del pueblo judío, que buscará una guía espiritual para cuidar sus acciones. El texto contiene su apasionada respuesta:
"¿como ramera habrá de hacer a nuestra hermana?" (34:31).
El Targum Ionatán lee entre líneas la respuesta:
"¿Qué entenderán las futuras generaciones del pueblo de Israel cuando lean sobre estos eventos, en la sinagoga cada año?!"
¿Qué clase de modelos seremos nosotros? Shejem ha cometido un acto de guerra, y nosotros tenemos la responsabilidad de responder al desafío y establecer standards nacionales.
Inmediatamente después del episodio de Diná, D'os llamó a Iaacov y le pidió que vaya a Bet El y construya el altar, para cumplir así con el juramento que había hecho cuando se escapó de Esav. No sólo los hijos de Iaacov, sino también D'os los vio como una nación, como el pueblo de Israel; en ese preciso momento, el servicio a D'os debía ser formalizado. Quizás todo el incidente con Diná hubiese sido evitado si Iaacov hubiese visto antes ese nuevo status, en el momento en que el término nación - "am" - fue usado por primera vez: antes del incidente con Diná, después de que dejaron la casa de Labán cuando Iaacov se preparó para el encuentro con Esav.
"Temió Iaacov mucho y se angustió. Dividió a la gente (et haam) que estaba con él, así como las ovejas …" (32:8).
Hubo otro cambio de identidad que ocurrió en la parashá Vaietzé. Regresemos al comienzo de la parashá.
"Y él llamó el nombre de ese lugar Bet El; pero el nombre de esa ciudad era Luz originalmente" (27:19).
Al regreso de Iaacov parecería que el texto describe extensamente su destino.
"Llegó Iaacov a Luz, en la comarca de Quenahan - ahora Bet El - él y toda la gente que estaba con él. Erigió allí un altar y llamó al lugar: El, Bet El pues allí se había revelado a él D'os, cuando él huía de su hermano" (35:6 - 7).
El altar fue construido en Luz, el lugar que Iaacov renombró anteriormente como Bet El. Sin embargo, aún en su lecho, Iaacov se refería a ese lugar como Luz:
"E Iaacov dijo a Iosef: D'os se reveló a mí en Luz y me bendijo" (48:3).
¿Por qué Iaacov volvió al nombre que ya había cambiado? Quizás el cambio de Luz a Bet El no fue definitivo, y paralela la dualidad de Iaacov-Israel, la dualidad del individuo-la nación.
¿Qué era Luz? Nuestros Rabinos nos enseñaron:
"Luz: Esta es Luz donde ellos teñían el tejelet. Esta es Luz en la cual Sanjeriv invadía pero no conquistaba, y la que Nabucodonosor no destruyó. Esta es Luz donde el ángel de la muerte no tiene poder"(Midrash Rabá - Génesis 69:8).
Luz parecería que era una ciudad con una personalidad espiritual formidable. Las fuerzas demoníacas no tenían control sobre ella. La muerte no se conocía allí. En otro contexto los Rabinos nos dicen que una parte particular de la espina dorsal, llamada Luz, será la herramienta para la resurrección de los muertos en la era mesiánica:
"Adriano - que sus huesos sean destruidos - preguntó a Rabí Iehoshúa Ben Jananiá, diciendo: ¿De qué parte del cuerpo D'os, en el Tiempo que Vendrá, hará que el hombre resurgiera? Él contestó: Del Luz, de la espina dorsal" (Midrash Rabá - Vaikrá 18:1).
Parecería que Luz es indestructible, ya sea del Luz, de la espina dorsal o la ciudad llamada Luz. Similarmente, Iaacov es indestructible. La Guemará dice:
"Rabí Iojanán dijo: 'Iaacov nuestro Patriarca no está muerto'. Ellos le dijeron: '¿No fue él elogiado, embalsamado y enterrado?'. Rabí Iojanán respondió: …'Él está conectado a sus descendientes. Así como sus descendientes viven, él también vive'" (Taanit 5b).
La Guemará nos dice que Iaacov siguió viviendo. Esta declaración no está hecha respecto de Abraham o Itzjak. ¿Por qué está dicho sólo sobre Iaacov, que sigue viviendo? Rabí Iojanán se refiere al pueblo de Israel, y no a Israel o Iaacov mismo. Es a través de sus descendientes que él vive; específicamente, el aspecto de Iaacov expresado por el nombre Israel, es eterno. La naturaleza eterna del pueblo judío emana del primer encuentro de Iaacov con D'os, bajo las estrellas, en la ciudad de Luz.
Más adelante podemos apreciar lo especial de Luz al mirar más de cerca el midrash citado anteriormente: El midrash dijo que en Luz era fabricado el tejelet, el tinte usado para hacer los tzitziot.
El tzitzit estaba compuesto por dos colores: labán - blanco - y tejelet - azul. En otro contexto la Guemará dice:
"Rabí Meir pregunta: ¿por qué el azul fue elegido entre todos los colores? El tejelet se asemeja al mar, y el mar se asemeja al cielo. El cielo se asemeja al Trono Divino" (Menajot 43b).
Así como el azul del océano o del cielo son inalcanzables por naturaleza, así también los cielos y el Trono Divino son inalcanzables, están más allá del alcance del hombre. Rabí Iosef Dob Soloveitchik Z"L explicó que el blanco representa la lógica o claridad. Alternativamente, el azul representa lo "metalógico" - el aliento Divino que energiza la espiritualidad del hombre. Con la mitzvá de Tzitzit, los judíos son ordenados conducir su vida diaria circundados por el blanco y el azul, lo lógico y lo celestial. Además, la palabra en Hebreo "tajlit" pertenece a la misma raíz que la palabra "tejelet". Tajlit significa "el propósito". Mientras que los judíos, seguramente, actúan basados en la lógica, hay un segundo aspecto que los motiva: "tajlit", la esencia o propósito de la creación. Hay veces, cuando estamos envueltos en lo mundano, perdemos la visión del propósito de nuestra existencia. En esos momentos, se nos ordena mirar al tejelet en función de recordarnos nuestro elevado destino.
El Talmud nos enseña que en la mañana, podemos decir el Shemá, y así aceptar el reinado de D'os, sólo a partir del momento en que podamos distinguir entre el blanco y el azul. Sólo alguien que puede percibir el azul que refleja el Trono de D'os, puede aceptar verdaderamente el dominio de D'os. El tejelet, es entonces, la manera de conectarse con los cielos. Esto es, de alguna manera, el propósito del sueño de Iaacov, el significado de su visión de la escalera con su base en la tierra y su cúspide alcanzando los cielos. En esta perspectiva, el encuentro de Iaacov con Labán gana un gran significado. La amenaza de asimilación presentada por Labán parece rara cuando la vemos desde términos puramente lógicos: Después de todo, hablando lógicamente, ¿hay alguna diferencia entre un hombre y el otro? El argumento de Labán tiene sentido. Quizás es por eso que fue llamado Labán - blanco! La única manera de que un judío pueda entender esa amenaza particular es estando conectado con los cielos. Sólo el judío que puede ver más allá de lo lógico puede liberarse de Labán. Sólo un judío quese ve a sí mismo como parte de una gran nación, con una misión y un destino, puede liberarse de los argumentos de Labán. Por esta razón, Iaacov paró en Luz: La visión de la escalera, una experiencia singular, será representada permanentemente por el tejelet, el cual servirá como una escalera permanente para cada judío que desee conectarse con los cielos. El secreto de la eternidad del pueblo judío tiene sus orígenes en la ciudad de Luz, porque en Luz, Iaacov y por ende todos los judíos, aprendieron cómo estar situados en la tierra y aún así admirar y mirar a los cielos.
PERASHAT VAYETZÉ
“Estos veinte años que he estado contigo… De día me consumía el calor, y la helada de la noche, y mi sueño se ahuyentaba de mis ojos”. (Bereshit 31:38-40)
Yaacob Abinu se puso como objetivo practicar la honestidad a lo largo de toda su vida, incluso en un medio totalmente corrupto como era el hogar de Labán. Cuando Yaacob cuidaba las ovejas de Labán, se ocupaba de todas y cada una de ellas, asegurándose que no fueran dañadas, aún cuando no le pertenecían. Incluso permanecía a la intemperie durante las frías noches para proteger al ganado, pues le había prometido que así lo haría y quería cumplir cabalmente con lo pactado. Debemos apreciar y tratar de emular los admirables rasgos de Yaacob. Especialmente la de ser honestos en todo momento, pues incluso si uno cree que nadie advierte su fraude, Hashem siempre lo está observando.
Rab Safrá poseía un negocio. Cierto día, mientras recitaba el Kriat Shemá, entró un hombre en el local y pidió uno de los artículos exhibidos. Al no advertir que el Rabino se encontraba rezando, el comprador ofreció una suma mayor por el producto. Rab Safrá no le respondía. El hombre pensaba que el silencio del Rab significaba que su oferta era muy baja, de modo que la subió. Rab Safrá continuaba en silencio, así que volvió a subir el monto de la oferta. Finalmente, Rab Safrá terminó la plegaria y le dijo al hombre. Aunque podía fácilmente haber obtenido el precio más alto, le dijo al comprador: “Aceptaré su primer oferta, pues en ese momento yo había decidido en mi mente vendérselo a usted por ese precio. La única razón por la que no respondí antes es porque estaba rezando, y si yo aceptara ahora más dinero del que usted estaba dispuesto a ofrecerme al principio sería deshonesto.[1] “La verdad es un árbol de vida, cuyos frutos habrás de comer todos tus días”.[2]
Cierta vez el Jafetz Jaim se encontraba en un baño público, vio a una persona usando sin autorización el jabón que le pertenecía a otra, se acercó al hombre y le murmuró “Una persona que se lava con algo que no le pertenece, sale más sucia que antes de haber entrado a la regadera…”
En otra ocasión el Jafetz Jaim llegó con unos minutos de retraso a la estación de trenes. Quiso enviar unos libros en el tren que estaba a punto de partir, sin embargo el tiempo límite para el recibo de la carga había concluído. El funcionario que operaba la caseta de recibo reconoció al gran erudito y le dijo con una sonrisa: “Puedo hacer una excepción por usted, puedo colocar los paquetes en el tren de forma en que se despachen antes que todos la carga que lleva el tren, inclusive, le puedo ofrecer el servicio en forma gratuita. El Jafetz Jaim, empero no lo aceptó. “Agradezco su ofrecimiento, sin embargo, sólo el dueño de la compañía del ferrocarril tiene la facultad de renunciar al pago del servicio” dijo con determinación. “Usted es sólo un empleado, sería considerada una falta de su parte por romper el reglamento, además del robo de mi parte por no pagar con el monto estipulado”.
A veces parece muy simple e inofensivo ganar unos cuantos pesos diciendo una pequeña mentira o urdiendo un pequeño engaño que no se note. Pensamos: “¿Qué hay de malo?” Pero dentro de nosotros, sabemos que eso es incorrecto, y vencer el deseo de hacerlo es una de las mayores pruebas que enfrentamos día con día. Dijo Rabí Shimón ben Jalaftá: “Ocurrió que una hormiga dejó caer un grano de trigo y las otras se acercaron al grano, lo olieron y no lo tocaron, porque sintieron que pertenecía a otra hormiga, después de unos minutos, llegó la dueña del grano y la tomó”. ¡Fíjense, que inteligencia! Nadie les enseñó a no robar, no tienen jueces, ni guardianes.[3] “Observa a la hormiga ¡perezoso! Mira sus caminos y sé sabio. Sin tener jefe ni guardián, ni regidor, se provee su pan en el verano y recoge su alimento durante la cosecha. ¡Fíjate como escapa del fraude!”[4] Está esctrito: Serás íntegro con Hashem tu D-os.[5] También encontramos: El que camina con integridad caminará con seguridad.[6] Con este versículo se alabó a Yaacob Abinu, como está escrito: Yaacob era un hombre íntegro.[7] La persona que no sufre por el mañana, sino que pone su carga y su confianza en Hashem. No tratará de ganar dinero por medio de engaños, sino que caminará con integridad y justicia. No debe pensar en los asuntos de este mundo ni de su manutención, más bien la Torá de Hashem será su anhelo y en ella meditará día y noche, y Hashem no retendrá el bien de los que caminan con integridad; a los que buscan a Hashem no les faltará nada de lo bueno. Conoce la verdad y conocerás a sus portadores.[8] Losactos de Yaacob Abinu dan testimonio de que esta prueba, bien puede ser superada. © Musarito semanal
“Cuídate de Aquél que engaña a los demás.
Pero de engañarte a tí mismo, cuídate más”. [9]
El año pasado tocamos el tema de la fuerza de la voluntad (la hoja nro.115). Ahora podemos avanzar un poco más. Vimos como podemos realizar cosas que jamás imaginamos gracias a la “voluntad de hacer”. Vamos a estudiar algo que siempre trae cuestionamientos, siempre dijimos que nosotros debemos “comenzar”, hacer el primer esfuerzo, y que Hakadosh Baruj Hu se ocupará del resto, la pregunta que siempre hacemos es hasta dónde llega nuestra parte...
Y también lo aprendemos de Iaacov Avinu. Dice la Guemara en el tratado de Julin (91b) que en el versículo “y salió Iaacov de Beer Sheva y fue a Jarana” nos afirma que Iaacov ya ha llegado a Jaran.
Y la Guemara le pregunta a esta afirmación: ¿cómo podemos decir que llegó a Jaran si en el versículo siguiente dice que Iaacov “se encontró en El Lugar (el Har Hamoria, donde se constuiría el Beit Hamikdash) y durmió allí”, dándonos a entender que este encuentro fue en el camino y no después de llegar a destino.
La Guemara contesta que Iaacov llegó a Jaran y allí dijo: ¿pasé por El Lugar donde rezaron mis padres y no me detuve a rezar? En el momento en que decidió regresar, Hashem “movió” la tierra e inmediatamente se encontró en El Lugar. Ahora la pregunta es nuestra: ¿por qué Hakadosh Baruj Hu esperó hasta que Iaacov llegó a Jaran, y recién allí lo hizo volver mediante un milagro, acortándole el camino? ¿No podía Hashem haberle hecho recordar que ese era el momento y el lugar para rezar cuando pasó por allí la primera vez?
De aquí aprendemos algo muy importante que está escrito en el tratado de Shabat (104a): “el que viene a purificarse, recibe ayuda...” Solamente cuando surge la necesidad en la persona, cuando resolvemos emprender el objetivo y estamos en el estado de “ba leitaer”, venir a purificarnos, entonces aparece la “siata dishmaia”. El primer paso es nuestro, por eso, todo tiempo que Iaacov Avinu no pensó ni resolvió que debía rezar allí, no tuvo ayuda de parte del Cielo.
Y esto resulta muy significativo, la parte que nos toca, el comienzo de una acción, o simplemente nuestra firme decisión puede ser algo muy pero muy pequeño. Jazal nos enseñaron: “abrime una pequeña puerta como el agujerito de una aguja...”, a Iaacov Avinu le alcanzó con tomar la firme decisión de volver para que la siata dishmaia le acortara el camino de vuelta. Y cuando llegó allí, Hakadosh Baruj Hu cambió la naturaleza e hizo que oscureciera antes de tiempo para que Iaacov pueda dormir y hablar con Hashem en sueños. Y en esa conversación, el Bore Olam le garantiza a Iaacov cosas para su futuro y para las próximas generaciones del pueblo de Israel. Todo esto hubiera perdido sin ese “despertar”, sin esa necesidad y convicción para volver al lugar donde rezaron sus padres.
Muy difícil es para nosotros pensar que si se nos presentara la misma situación haríamos lo mismo que hizo Iaacov Avinu. Después de una travesía de catorce años, de haber estado estudiando sin descanso en la Ieshiva de Ever y haber llegado a Jaran, seguro que no vamos a resolver volver hacia atrás en un camino tan largo. No podemos negar que nos sentiremos muy apenados por no haber rezado en el mismo lugar que rezaron nuestros padres, pero de ahí a decidir emprender la vuelta estamos muy lejos. Como mucho, podemos comprometernos para el futuro, que si volvemos a pasar por allí, tratemos de no olvidarnos nuevamente, pero no más que esto.
¿Y por qué Iaacov Avinu no se comportó como nosotros hubiéramos hecho? Esto tiene relación con lo que escribimos al principio.
Un hombre que se considera “servidor de Hashem” tiene la voluntad de llegar a alcanzar una categoría muy alta, y no le tiene miedo a los desafíos. Cuando Iaacov recuerda haber pasado por donde rezaron sus padres siente la inmediata necesidad de volver y toma la resolución sin demorarse. Esa firme decisión es lo que llamamos abrir el agujerito tan pequeño como el agujerito de la aguja y así la persona entra en el estado de “ir a purificarse”, lo que la hace merecedora de la siata dishmaia. Este es el secreto del éxito. Lo primero, como ya nos extendimos el año pasado, el reconocimiento de nuestras grandes posibilidades de realización, como se dice“querer es poder”.
Con la voluntad verdadera aparecen las fuerzas, y con ellas podemos “construir enormes mundos espirituales”. Ahora, cuando queremos y resolvemos entrar en acción, ya vimos que aparece la siata dishmaia. Por otra parte, es probable que en el Cielo estén esperándonos tesoros gigantescos de siata dishmaia y nosotros, “durmiendo” dejamos pasar nuestra oportunidad.
Es lo que casi le pasó a Iaacov Avinu cuando pasó la primera vez por El Lugar que rezaron sus padres y no se dio cuenta. También puede ser que todo se resolvería solamente después de haber pasado y haber resuelto volver.
Y esto nos demuestra que entre el fracaso y el éxito hay una distancia muy pequeña, y que todo depende de nosotros y de nuestra volundad. Pero ojo, decir que depende de nosotros no quiere decir que dependa de nuestra fuerza, sino sólo de nuestra decisión, dar el primer paso, no pensemos ni por un momento que el éxito es nuestro, El Unico que hace TODO, después de nuestro primer empujón es Hakadosh Baruj Hu.
Lekaj Tov.
EL ARMA MAS PODEROSA ESTA EN NUESTRO PODER
“Y salió Iaacov...” (Bereshit 28,1)
Explica Rashi: salió de allí, y con él se fue el brillo, la belleza, el esplendor...
No llamamos a una cosa hermosa o esplendorosa sino cuando fue realizada sin fallas, como encontramos en la orden que Hashem nos hace en cuanto al etrog: “el hermoso fruto del árbol”, es el etrog, y todos sabemos cuanto buscamos cada año, cuanto nos preocupamos por conseguir un lindo etrog, no solamente que sea apto para la bendición, sino que sea más, que podamos llamarlo esplendoroso, muchas veces sin importar desembolsar más dinero del que pensábamos.
Hay otra cualidad que llamamos “presencia”, algo que cuando los demás ven, sienten que influye sobre ellos. Y una tercera, que tiene la propiedad de “encender” la llama que está a veces apagada, en el interior de la gente.
Iaacov Avinu tenía estas tres características, y, debemos decir que para que un talmid jajam se considere como tal, es obligatorio que también las tenga.
El rab hagaon Eliahu Lapian ztz”l viajaba en un tren con un alumno desde Ierushalaim hasta Haifa, y el alumno le preguntó con toda su inocencia si era necesario recitar el “Tefilat Haderej”, la bendición para el camino. El rab, sorprendido le contestó, en forma de pregunta: ¿Qué pensabas? Seguro que hay que bendecir. Un rato más tarde, el rab fue al baño y al salir le hizo una seña a uno de los guardianes del tren para que reuna a todos los guardianes. De pronto, al ver a todos los guardianes juntos, los pasajeros que estaban cerca supusieron que algo ocurría. El rab les dijo: yo voy ahora a bendecir “Asher Iatzar” (que recitamos, por ejemplo, después de hacer nuestras necesidades corporales) y ustedes contestarán “Amen”. Para mayor sorpresa de todos los que ya escuchaban sorprendidos la insólita petición del rab, los guardianes aceptaron la propuesta con gusto. Y el rab, dijo su bendición como su costumbre, palabra por palabra, en voz alta, y todos contestaron en grupo con un fuerte “Amen”. Cada uno de los guardianes volvió a su puesto y el rab a su asiento para continuar con su estudio. Como media hora después, el tren frenó en forma muy súbita. Después aclararon sobre el gran milagro que ocurrió: había una bomba en las vías y cuando el conductor se percató atinó a detener el tren, y logró frenarlo sólo a unos pocos metros de la bomba. Ahora, ya habían desmantelado el artefacto pero nadie quería pensar lo que podría haber pasado.
Había mucho “murmullo” en todos los vagones, y todas las miradas ahora se dirigían al rab Eliahu, que seguía estudiando como si nada hubiera pasado. Todos atribuían el milagro a la fuerza de la bendición que el rab había pronunciado media hora antes.
El rab, sentía que algo pasaba, y le pidió a su alumno que le explicara por qué la gente hablaba en voz tan alta. Cuando supo qué pasaba, el rab intentó desviar los pensamientos de la gente (echarle a otro la “culpa” del milagro) y le dijo al alumno: ¿Y?, ahora decime vos, ¿hace falta o no recitar la Tefilat Haderej?!! El que no estuvo en ese tren nunca vio la influencia de un talmid jajam sobre la gente. Uno de los guardianes dijo más tarde: solamente con la bendición “Asher Iatzar” de rabi Eliahu es posible lograr el retorno a nuestras fuentes en forma completa...
Este relato, lo contó el rab hagaon Itzjak Silverstein Shlita a su nieto, después de haber pasado una situación comprometida al estar muy cerca de un atentado. El niño sentía mucho miedo y preguntó: “Abuelo, ¿cómo podemos sentirnos fuertes con estos malvados?” Por eso, el abuelo le contó sobre la bendición del rab Lapian, para tranquilizarlo. Querido, le contestó, tenemos un “escudo invencible”, hasta ahora creía que al sentir miedo decíamos “Shir Hamaalot Mimaamakim...” (Tehilim 130), ahora sé que también podemos bendecir “Asher Iatzar” con concentración.
...y contestar Amen... Alenu Leshabeaj.
El Midrash relata...
Por. R.Aharon Shlezinger
En el momento de recibir la bendición de su padre, Iaakov tenía 63 años de edad, y se hallaba en la ciudad de Jevrón.
Por causa de esta bendición, Esav odió a su hermano, tal como lo declara el versículo: (Bereshit 27: 41): “Odió Esav a Iaakov por la bendición con la que lo bendijo su padre. Dijo Esav en su corazón, se aproximarán los días de duelo por mi padre, y entonces mataré a Iaakov, mi hermano”.
En tanto, Itzjak ordenó a Iaakov (Bereshit 28: 2): “¡Levántate!. Ve a Padam Aram, a la casa de Betuel, el padre de tu madre, y toma para ti de allí, por esposa, de las hijas de Labán, hermano de tu madre”.
Iaakov, sabía acerca de las intenciones de su hermano, que planeaba asesinarlo, y este hecho lo consternó mucho, pero quedarse más tiempo en casa de su padre, para estar allí protegido, tampoco podía, pues ya le había ordenado que parta a buscar una mujer para casarse, por lo tanto, se hallaba en una situación desesperada.
Asimismo lo atemorizaba la idea de partir, porque tanto Esav o alguno de sus hijos lo podían asediar en el camino. En adición a ello, se le cruzó por la mente que quizá su hermano también decide ir a Jarán, a casa de Laván, a buscar una mujer para él, ya que había escuchado cuando su progenitor le ordenó eso a Iaakov. Y ¿Cómo podría superar una situación así?
No obstante cuando supo Iaakov que Esav fue a lo de Ishmael para buscar una mujer allí, en ese momento, sintió algo de alivio, aunque aun persistía el problema de sus hijos, ya que desde el día en que escuchó la orden de Itzjak a Iaakov de ir a Padam Aram, su hermano reunió a sus hijos, y toda su gente, a quienes distribuyó estratégicamente en el camino que va desde Jebrón hasta Jarán, y en todos los pasajes viables para cruzar el río Jordán.
Elifaz se posiciona
En tanto, Esav ordenó a su hijo Elifaz, que tome su posición cerca de Jarán, en el último puesto programado, pues pensó que si se salva de todos los demás hostigadores, de todos modos, caerá en manos de Elifaz, su primogénito que en el momento de tomar la guardia era de 13 años de edad, aunque ágil, experto arquero, valiente y fuerte.
Por lo tanto ante una situación tan adversa, Iaakov decide utilizar una estrategia, ir a la academia de estudios de Ever, quien era un hombre muy reservado, y mantenedor de los secretos que le cuentan.
Por eso, en vez de proseguir con rumbo nordeste, en dirección hacia el río Jordán, tomó el sentido noroeste, que conducía a Jerusalem, donde se hallaba la academia de Ever, nieto de Shem.
Una guardia prolongada
Allí permaneció por espacio de 14 años, a sabiendas que estudiando Torá estará protegido de todo mal, por esta decisión y resolución. Pero cuando el director del establecimiento no tuvo más fuerzas para proseguir, y se hallaba próximo a fallecer, Iaakov supo que ya no tiene derecho a continuar permaneciendo en ese lugar, ya que si el maestro no puede enseñar, no hay motivo para dilatar la orden de su padre, que hasta ahora no había podido cumplir, porque si lo intentaba, su vida corría serio riesgo.
Por lo tanto, Iaakov retorna a Jebrón, que era el sitio desde donde Itzjak le ordenó partir, y emprende la marcha hacia Jarán, que se halla en Padam Aram.
Varios milagros le acontecieron en el camino, que le permitieron salvarse de los hostigadores, quienes pese a que habían transcurrido 14 años, permanecían apostados en sus puestos.
Cuando se hallaba frente al río Jordán, y no tenía ninguna embarcación, ni una balsa para cruzarlo, entonces oró a Di-s, y Este le respondió diciéndole que golpee con su bastón, y se abrirá un camino entre las aguas. Y así ocurrió.
Faltaba muy poco pero...
Casi llega a destino, pero en el último tramo, se topa con Elifaz, quien ya tenía 27 años de edad, y aguardaba para cumplir con la voluntad de su padre.
Iaakov sintió gran temor al verlo, pero no porque no contaba con suficiente fuerza como para vencerlo, pues su estructura física y valor eran imponentes, su miedo era por si tenía que defenderse, y en la contienda verse obligado a quitar la vida a su contrincante, siendo que Elifaz era alumno de Itzjak, además, el mismo Iaakov muchas veces le había enseñado.
Elifaz no obstante, se desplazó hasta donde se encontraba Iaakov, y cuando quedó frente a él, hallándose a una distancia de cuatro codos, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, las cuales se deslizaron por sus mejillas.
Iaakov le preguntó: “¿Por qué lloras?”.
Y Elifaz le respondió: “Es que mi padre me encomendó matarte, y debo cumplir con su mandato. Además, ordenó que me corten la cabeza, si no le llevo la tuya. Y yo no te puedo quitar la vida, ya que fuiste mi maestro, que me enseñaste Torá”
Por tal razón, Iaakov le ruega que no le haga daño, y le ofrece todas sus pertenencias, mencionándole que si se las lleva, lo dejará en condición de mendigo, y un hombre en esas circunstancias es considerado como fallecido.
“Y con respecto a la cabeza, dile que te topaste con un león, y se la arrojaste para salvar tu integridad”
Elifaz estuvo de acuerdo con este plan y se retiró con todas las pertenencias de Iaakov.
No obstante, cuando Esav se enteró del procedimiento de su hijo, no quedó conforme y le aplicó una sanción.
En tanto, Iaakov prosiguió su camino y al hacerse repentinamente de noche, oró y luego de ordenar doce piedras a su alrededor, construyendo una especie de cercado, para protegerse de los animales salvajes, se acostó en ese sitio.
El sueño de Iaakov
Mientras descansaba tuvo un sueño, donde una escalera estaba apoyada sobre la tierra, y su extremo superior llegaba al cielo. Además, ángeles subían y bajaban por la misma.
En eso, el Creador, que estaba sobre ella, se presenta anunciando: “Yo soy Hashem, el Di-s de Abraham, tu padre, y Di-s de Itzjak; la tierra sobre la cual yaces acostado, a ti la Daré, y a tu simiente. Será tu simiente como el polvo de la tierra, y te fortificarás al oeste, al este, al norte y al sur, y se bendecirán en ti todas las familias de la tierra, y en tu simiente. Yo Estoy contigo, y te cuidaré en todo lo que anduvieres, y te regresaré a esta tierra, pues no te abandonaré hasta que haya hecho lo que te Dije”.
Luego despertó Iaakov, sintió un gran temor, y dijo: “No es esta sino la casa de Di-s, y este el portón de los cielos.
Se levantó Iaakov por la mañana, tomó la piedra que utilizó como cabecera, y la colocó como fundamento (del que sería en el futuro, el Templo Sagrado de Jerusalem)”.
Iaakov llamó a ese lugar “Betel” (la Casa de Di-s), aunque inicialmente, el nombre de la ciudad era Luz.
Luego, hizo una promesa y dijo: “Si estuviere Di-s conmigo, y me cuidare en este camino en el que ando, y me diere pan para comer y ropa para vestir, y tornare yo en paz a casa de mi padre, entonces Hashem será para mi por Di-s. Y la piedra esta que puse como fundamento, será la casa de Di-s, y todo lo que me dieres, diezmaré para Ti”
Prosigue su andar
Luego, prosiguió su marcha, y en el sitio donde los pastores abrevaban el ganado, conoce a Rajel, la hija de Laván que llevaba el rebaño de su padre a pastar.
De inmediato, Iaakov la ayudó, ya que los demás pastores habían colocado la tapa al abrevadero, y él solo quitó la pesada cubierta, para que los animales que la joven pastoreaba puedan beber.
Iaakov le informó que es pariente de su padre, e hijo de Rivka, la hermana de su progenitor.
Tras este episodio, la chica corre a contar a su padre lo acontecido, y cuando Laván oyó su nombre: “Iaakov”, hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó y besó, y lo llevó a su casa.
Allí, Iaakov relató a Laván todo lo que le había sucedido, y el anfitrión respondió: (Bereshit 29: 14): “Tú eres de mi hueso y mi carne” demostrándole total aceptación, “y residió con él un mes”.
Aunque “dijo Laván a Iaakov: ¿acaso por ser mi pariente me servirás gratuitamente?. Dime cuales son tus honorarios.
Laván tenía dos hijas, el nombre de la mayor era Lea, y el de la menor Rajel. Los ojos de Lea eran estriados, mientras que Rajel era de facciones bellas y hermoso aspecto”
El motivo de los ojos estriados de Lea era porque todos comentaban que a Rivka, le nacieron dos varones, y Laván su hermano tiene dos mujeres, entonces le toca el hijo mayor a la mayor, y el menor para la menor.
Esto implicó que Lea comience a indagar acerca de Esav y Iaakov, y los caminantes le informaban que el mayor es un delincuente, mientras el menor: (Bereshit 25: 27): “Un hombre íntegro que reside en tiendas”.
Por eso lloraba, porque no quería casarse con un malvado, y a causa de tantas lágrimas derramadas frente al Creador, durante las sentidas plegarias que ofrecía para que se apiade de ella, y no permita que su matrimonio se consume con un hombre perverso, por tal razón sus ojos presentaban ese aspecto.
Hashem escuchó sus plegarias, y como lo declaran los versículos subsiguientes, Causó que se case con Iaakov y no con Esav.
Moraleja
Se ve aquí, cuan grande es la fuerza de la plegaria, ya que a través de ella, Lea pudo anular el decreto (que estipulaba que se casaría con Esav), y además, se anticipó a su hermana en obtener el matrimonio
Aunque, (Bereshit 29: 18): “Iaakov amaba a Rajel, entonces dijo (a Laván): trabajaré para ti siete años por Rajel, tu hija menor”.
Laván le respondió: “Es mejor dártela a ti, en vez de darla a otro hombre. ¡Permanece conmigo!”.
“Trabajó Iaakov por Rajel siete años, y fueron ante sus ojos como unos pocos días, por su amor hacia ella. Entonces Iaakov dijo a Laván: dame mi mujer, porque se completaron mis días, así me caso con ella”.
En tanto, durante esos siete años, Iaakov constantemente enviaba presentes a la hija menor de Laván, pero el padre los tomaba de manos de los mensajeros, y los entregaba a Lea, su hija mayor. Rajel veía lo que acontecía, y sin embargo callaba, pues pensó: “Si le envío un recado a Iaakov para avisarle que mi padre da a mi hermana lo que él me envía a mi, Iaakov no obtendrá los regalos de regreso, pues mi padre no se los dará, y además, mi progenitor se enojará conmigo, y no me permitirá casarme con él, y de este modo me estaré alejando de este hombre justo”.
Por su parte, ante el pedido de Iaakov, quien ya tenía 84 años de edad, y deseaba a su mujer (Bereshit 29: 22): “Congregó Laván a toda la gente del lugar e hizo un banquete”
Durante el preliminar, expuso su punto de vista frente a los presentes: “Ustedes saben que estábamos muy escasos de agua, a tal punto que era necesario resguardar lo poco que teníamos colocando una pesada piedra sobre el pozo (Bereshit 29: 2), hasta que vino este hombre justo, y las aguas resultaron bendecidas, ya que el abrevadero siempre está lleno, pese a que abrevan allí muchos rebaños”.
Los invitados le preguntaron: “¿Qué podemos hacer al respecto?”.
Laván les propuso: “Si les parece bien, lo engaño, le doy a Lea, ya que ama mucho a Rajel, y se quedará por tal causa aquí otros siete años”.
Ellos le respondieron: “Haz lo que te parezca conveniente”.
Laván les dijo: “Denme una prenda en garantía de que ninguno de ustedes revelará la cosa”.
Se levantó, y trajo por las prendas que le dieron en garantía, vino, aceite y carne para servir en el banquete que había organizado, ya que hasta ahora las mesas aparecían carentes de todo.
De aquí proviene su nombre de “Laván Arami”, pues si bien es cierto que la palabra “arami”, recae sobre él por ser oriundo de la ciudad de “Haram”, también el significado de este concepto es “el engañador”, ya que engañó también a los pobladores del lugar donde vivía al solicitarles prendas como garantía, y con eso compró lo necesario para la fiesta que organizó, teniendo en cuenta además, que la gente de ese sitio también eran engañadores, pero Laván los sobrepasaba.
Como causa de ello, cuando hubo pasado el tiempo, y se percataron del echo, cada uno tuvo que rescatar su prenda de los sitios donde los había empeñado Laván, trocándolos por dinero.
Pero por el momento, aun no sabían que esto iba a ocurrir, y se plegaron al plan de Laván, se hallaban en el día del banquete del casamiento, y coronaban a Iaakov, colocándole diademas sobre su cabeza y profiriéndole múltiples alabanzas.
El sol comenzó a declinar, y cuando ya estaba oscureciendo, Iaakov preguntó que sucede, y por que lo alaban y coronan tanto.
Ellos le respondieron: “Tú nos hiciste una bondad, ya que por tu causa resultaron bendecidas las aguas, por eso, también nosotros hacemos contigo bondad”
Aunque la intención de los presentes era tratar de insinuarle que le darán a Lea y no a Rajel, por eso entonaban cánticos populares que contienen sílabas similares al nombre de la hija mayor de Laván: “Halaie, Halaie”, (cuya interpretación sería “Es Lea, Es Lea”). Pero Iaakov, no se percató de ello.
Por la noche, ingresan los que acompañaban a la novia hasta el sitio donde se hallaba el pretendiente, y en ese momento apagaron todas las velas, para que Laván pueda intercambiar a Lea por Rajel.
Entonces Iaakov pregunta: “¿Qué es esto?. ¿Por qué apagan las luces?”. (Pues temía que comiencen a realizar en ese momento actos impúdicos).
Le respondieron: “¿Qué piensas, que somos groseros como ustedes, y tenemos costumbres como las vuestras, similares a la que has demostrado cuando besaste a Rajel en público en el abrevadero? 10(Este suceso consta en Bereshit 29: 11, y Rajel tenía en ese momento 5 años de vida). Nosotros somos gente recatada y no hacemos ingresar la novia ante el novio a la luz de las velas”.
El trueque
En ese momento, Laván aprovechó para intercambiar a sus hijas
Además, Laván poseía otras dos hijas, que había tenido con una sirvienta: Biláh era el nombre de la mayor, y Zilpáh el de la menor. Y todos sabían que el destino de ambas era convertirse en siervas de sus hijas Lea y Rajel. Biláh, la mayor para Lea, su hija mayor, y Zilpáh la menor, para Rajel, su hija menor.
Al ingresar “Rajel” (que en realidad era Lea) a la ceremonia nupcial, se acercó Laván y le entregó a Zilpáh como sierva.
Iaakov vio que entregaron a Zilpáh a la novia, y entendió que todo está en orden.
La boda se concretó, y durante toda esa noche, Iaakov creía que se hallaba junto a Rajel, pues cuando la llamaba: “¡Rajel!, ella respondía “¿Si?. ¿Qué necesitas?”.
Además, como precaución, antes del casamiento Iaakov había entregado a Rajel tres señales, las cuales probarían en caso de necesidad, que es ella y no otra mujer.
Estas eran las señales
Las señales eran:
1) El cumplimiento del precepto de la inmersión ritual para purificarse. Iaakov le dijo: “Cuando estés delante de mi, has de decir: Estoy pura”.
2) Le reveló el fundamento de la circuncisión otorgándole asimismo una señal específica al respecto.
3) Además, le entregó un elemento llamado “kamía”, que se lo utiliza para curaciones, y otro tipo de aflicciones. También para posibilitar el nacimiento de hijos, gozar de buena salud, etc. Este tipo de elementos puede tener formas y estructuras variadas, y debe ser confeccionado por una persona temerosa de Di-s, experta en el tema, y que sea netamente observante de los preceptos. En este caso, le otorgó un “kamía” que se cuelga sobre el cuello, y contenía el fundamento secreto del mérito de los patriarcas.
Todas estas señales que Iaakov dio a Rajel, ella las entregó a su hermana Lea, y además, se ocultó en la habitación, y respondió a Iaakov cosas que Lea no hubiera podido, todo para que su hermana mayor no sea reconocida y avergonzada
Transcurrió toda esa noche, y por la mañana, cuando los primeros rayos de sol se colaban a través de la ventana, Iaakov despierta y se percata que quien se haya a su lado no es Rajel, sino Lea.
Cuando se dio cuenta
En ese momento le dijo: “¡Engañadora hija de engañador!. ¿Por qué me has hecho esto?. ¿Por qué razón durante la noche, cada vez que te llamaba Rajel, me respondías afirmativamente?”
Ella le respondió: “¿Acaso existe algún peluquero que no le corten el cabello sus alumnos cuando él necesita que se lo recorten?
No existe un peluquero que se corte solo el cabello, y de la misma manera como él modifica el aspecto facial de sus clientes al cortar su pelo, del mismo modo proceden sus alumnos con él, cuando les toca.
¿Acaso cuándo fuiste a tomar la bendición de tu padre, y te llamaba ‘eres mi hijo Esav’, tú no le respondiste ‘soy yo’? (Bereshit 27: 24).
Y yo soy tu alumna, pues de ti he aprendido a engañarte, del mismo modo como engañaste a tu padre. Y de la misma manera como procediste para cumplir la orden de tu madre, quien te ordenó engañar a tu padre para conseguir de él las bendiciones, lo mismo hice con la orden de mi padre, para edificar de ti las tribus de Israel”.
Iaakov en tanto se dirige a Laván y le pregunta: “¿Por qué me has hecho esto?. Por Rajel he trabajado para ti. ¿Por qué me has engañado?”
Laván le responde: “En nuestras tierras no se estila dar a la más joven antes que a la mayor. Aguarda que se complete esta semana, y te será dada también la menor, a cambio de otros siete años de trabajo”. (Bereshit 29: 27)
Luego de una semana
Al cabo de una semana, le entregó también a su hija Rajel, por la que debería trabajar otros siete años para Laván.
La primera de sus mujeres en concebir fue Lea, quien dio a luz a Reubén, luego le nació otro varón, al que llamó Shimón. Posteriormente alumbró a Levi, y a continuación a Iehuda.
En tanto Rajel sintió envidia por su hermana, ya que había parido cuatro hijos, mientras ella aun no había podido quedar embarazada siquiera una vez, por lo que le sugiere a su marido: “He aquí mi sierva Biláh, allégate a ella, y parirá sobre mis rodillas, entonces tendré hijos también yo de ella”.
(Bereshit 30: 4): “Le dio a Biláh, su sierva por mujer, y se allegó a ella Iaakov. Concibió Biláh y parió a Iaakov un hijo”.
El niño nacido a la sierva de Rajel fue llamado Dan, y luego dio a luz otro varón, al que llamó Naftali.
En tanto Lea vio que ya no alumbraba, entonces dio a su marido a su sierva Zilpáh, para que la tome por mujer.
Zilpáh dio a luz un hijo al que llamó Gad, luego, concibió por segunda vez la sierva de Lea, y llamaron al varón que nació Asher.
Luego de esto, vuelve a concebir Lea, y le nace su quinto hijo al que llama Isasjar. Posteriormente alumbra a su sexto varón, al que llama Zebulún.
Queda embarazada por séptima vez Lea, y en ese momento, sabiendo tras haber tenido una visión profética, que le nacerían a Iaakov 12 hijos oró al Creador: “Amo del universo: yo ya tengo seis varones, y a las dos siervas le han nacido dos a cada una, por lo tanto son en total son diez varones, resulta entonces, que si el bebé que llevo en mi vientre es un varón, no le restará a mi hermana sino solo la posibilidad de alumbrar un hijo, y de ese modo no llegará a ser Rajel mi hermana como una de las siervas”.
Inmediatamente el Creador Oyó su plegaria, y tornó el fruto que lleva en su vientre de sexo femenino. Por eso la nació una hija a la que llamó Dina.
Hashem dijo a Lea: “Tu eres piadosa, entonces también Yo me apiadaré de ella”.
Por eso: (Bereshit 30: 22): “Recordó Di-s a Rajel, la escuchó Di-s (a sus oraciones), y abrió su matriz. Concibió y parió un hijo, y dijo: recolectó (reunió y retiró) Di-s mi vergüenza. Y llamó su nombre Iosef, diciendo: me incrementó Di-s otro hijo” (Iosef significa recolectar, y también aumentar o incrementar).
“Aconteció luego de concebir Rajel a Iosef, que dijo Iaakov a Laván: envíame y regresaré a mi lugar y a mi tierra. Dame mis mujeres y mis hijos por los que trabajé para ti y me iré, pues tu sabes el servicio que te presté”. (Bereshit 30: 25 - 26).
Quiere fijar un salario
Labán pretende fijar un pago para entregarle, y pregunta al respecto a Iaakov. En tanto, su yerno propone pastar sus animales, y todas las ovejas que nacieren con pintas pequeñas y manchas grandes, y toda cabra marrón, serán para él como salario.
Además aclaró (Bereshit 30: 33): “El día de mañana responderá por mi, mi justicia, cuando verifiques mi salario; todo lo que no posea pintas pequeñas y manchas grandes en las cabras, y marrón en las ovejas, será cosa robada en mi posesión”.
Laván estuvo de acuerdo, y le dijo “¡Si!. ¡Que sea como dices!”. (Bereshit 30: 34).
De esta manera, comenzó Iaakov a tener éxito y sus bienes aumentaron notoriamente, a tal punto que (Bereshit 30: 43): “Prosperó el varón más y más, y tuvo mucho ganado ovino (incluye cabras y ovejas), siervas y siervos, camellos y burros”.
No obstante, Iaakov oyó las palabras de los hijos de Laván que decían: “Tomó Iaakov todo lo que era de nuestro padre, y con lo de nuestro padre hizo toda esta riqueza”.
Luego: “Vio Iaakov el rostro de Laván, y no era con él como antes”.
El Todopoderoso se le revela
Posteriormente se revela el Creador a Iaakov y le dice: “regresa a la tierra de tus padres, donde naciste, y Estaré contigo”.
Iaakov mandó llamar a Rajel y Lea al campo con las ovejas, y les dijo: “Veo que el rostro de vuestro padre, no está conmigo como antes, mas el Di-s de mi padre estuvo conmigo. Ustedes saben que con toda mi fuerza serví a vuestro padre, y vuestro padre me engañó cambiando mi paga diez veces, pero Di-s no le dejó hacerme mal. Si decía: los que tienen pintas serán tu paga, nacía todo el ganado con pintas, y si decía: los moteados serán tu paga, nacía todo el ganado moteado. Apartó Di-s el ganado de vuestro padre, y me lo dio.
Fue en momento de calentarse las ovejas, cuando alcé los ojos y tuve un sueño, y he aquí que los machos cabríos que subían sobre las ovejas eran moteados, con pintas y rayados. Y el ángel de Di-s me dijo en el sueño: ¡Iaakov!. Y yo le respondí: ¡Heme aquí!.
Entonces me dijo: Alza tus ojos y observa todos los machos cabríos que suben sobre las ovejas moteadas, con pintas y rayadas, pues he visto todo lo que Laván te hace. Yo Soy el Di´s de Betel, donde ungiste la piedra, y me hiciste una promesa, ahora levántate y sal de la tierra esta, y regresa a la tierra donde naciste”
Las mujeres estuvieron de acuerdo, entonces Iaakov puso a sus hijos y sus mujeres sobre camellos, y condujo toda su hacienda, y todo lo que adquirió en Padam Aram, en dirección a Kennan, donde se hallaba su padre itzjak.
No obstante, Laván cuando se enteró, al tercer día, salió en su persecución, y cuando le hubo dado alcance, le reclamó por haber huido sin darle la posibilidad de despedirlo como corresponde, organizando una fiesta con instrumentos musicales, y también se quejó porque al escapar de ese modo, no pudo besar a sus hijas y nietos.
Además, pretendía que Iaakov había robado sus estatuillas de idolatría, por lo que reclamó también eso.
Inmediatamente, (Bereshit 31: 31) “Iaakov respondió a Laván: porque temí y me dije: tal vez raptes a tus hijas de mi”.
Y agregó: “con quien hallares tus estatuillas, que no viva”, luego le dijo: “reconoce que hay tuyo conmigo y tómalo. Pues no sabía que Rajel había tomado las estatuillas”. (Y a causa de esa maldición proferida por Iaakov, al decir que no viva quien tomó las estatuillas, falleció Rajel en el camino).
Laván comenzó a hurgar en las tiendas de Iaakov y sus mujeres, sin encontrar sus pertenencias, por lo que se dirige a su hija Rajel que se hallaba sentada sobre un camello, y ella se excusa ante su padre por no poder levantarse, acusando que padece en estos momentos “la costumbre de las mujeres”.
Una queja
Luego de esta inspección, Iaakov reclama a Laván por la acción de revisar todas sus pertenencias, y le menciona todo el servicio que le prestó, y la fidelidad con que se desenvolvió durante los 20 años que trabajó para él: 14 por sus hijas, más 6 por los animales, y también le recuerda que modificó su salario diez veces. y “si no fuera por el Di-s de mi padre, el Di-s de Abraham y temor de Itzjak que estuvo conmigo, ahora sin nada me enviarías, mi aflicción, y el esfuerzo de mis manos vio Di-s, y lo certificó anoche”
Laván decidió realizar un pacto de fidelidad con Iaakov, y este aceptó, así que tomaron piedras, construyeron un monumento y sellaron el pacto de paz y fidelidad. Luego Iaakov degolló animales y dispuso un banquete, al cual invitó a sus amigos que estaban con Laván. Esa noche, pernoctaron en la montaña.
Aconteció al amanecer, que Laván madrugó, besó a sus nietos e hijas, y los bendijo. Luego se retiró, y regresó a su morada.
En tanto Iaakov prosiguió su camino rumbo a Kenaan (en el futuro Israel), la tierra donde se hallaba su padre.
Así se formó la base:
De esta manera, queda constituida la base del pueblo judío, donde los doce hijos que le nacieron a Iaakov, serían la estructura básica, a la cual se sumaría en el futuro Biniamin, el segundo hijo de Rajel, que le nacería en el camino. Y Levi sería separado para realizar los servicios sagrados.
Es por lo tanto digno de destacar, el modo de proceder de las dos hijas de Laván, que son quienes dan origen a las tribus de Israel, pues los hijos nacidos a sus siervas, son atribuidos a sus amas. Por lo tanto, es menester resaltar la actitud asumida por estas dos madres que dejaron su sello en sus hijos, y todas sus descendencias, hasta llegar a nuestros días.
Nos referimos a la manera de proceder de ambas en momentos concluyentes, donde reinaba además la competencia entre ellas, y la envidia.
Uno de esos momentos, fue cuando entregó Rajel a Lea las señales que le había dado iaakov, para que su hermana no resulte reconocida y avergonzada, pese a que ella misma pretendía casarse con él.
En tanto su hermana, procedió de similar manera cuando queda embarazada por séptima vez, y en ese momento, sabiendo tras haber tenido una visión profética, que le nacerían a Iaakov 12 hijos oró al Creador: “Amo del universo: yo ya tengo seis varones, y a las dos siervas le han nacido dos a cada una, por lo tanto son en total diez varones, resulta pues, que si el bebé que llevo en mi vientre es un varón, no le restará a mi hermana solo la posibilidad de alumbrar un hijo, y de ese modo no llegará a ser Rajel mi hermana como una de las siervas”.
Inmediatamente el Creador Oyó su plegaria, y tornó el fruto que lleva en su vientre de sexo femenino. Por eso la nació una hija a la que llamó Dina.
Hashem dijo a Lea: “Tu eres piadosa, entonces también Yo me apiadaré de ella”
Que vemos de aquí
Vemos como el pueblo judío fue estructurado en base a la piedad de los unos por los otros, por lo tanto, es necesario tomar conciencia de ello, y proseguir el camino iniciado por nuestras matriarcas, ya que el que hemos tenido la oportunidad de apreciar, es el inicio del pueblo de Israel, tras lo cual sobrevendría el exilio, y finalmente la redención final, que sea pronto en nuestros días, pero para que este broche de oro ocurra, nosotros, los hijos de las matriarcas, tenemos que poner en práctica lo mismo que ellas, cuando dieron vida a este pueblo, es decir, la actitud bondadosa y piadosa entre hermanos.
Reubén poseía dos grandes amigos: Shimón y Levi. Y causa de su gran aprecio hacia ellos les dio dinero de su capital, y los ayudó organizándoles y estructurándoles operaciones comerciales y les hizo numerosas bondades, hasta que logró que se conviertan en poderosos acaudalados.
El tiempo pasó, la rueda giró y Reubén llegó a encontrarse en una situación muy ajustada, y necesitaba la suma de 100 Dinarim (tipo de moneda de la época). Se dijo entonces: (acudiré a Shimón y tomaré de él la suma que necesito, ya sea a manera de préstamo, o como obsequio, ya que le he generado muchos beneficios y bondades, siendo que gracias a mi ayuda, ya ha ganado la suma de 20000 Dinarim.
Se dirigió entonces a casa de su amigo, pero no lo encontró allí, le informaron que en estos momentos sale de viaje, y se encuentra en el camino que conduce a las afueras de la ciudad.
Decidió intentar darle alcance, y partió presurosamente en su búsqueda, para ello caminó intensamente durante una larga hora, pero no pudo lograr su cometido, viéndose obligado a regresar. Solo que estaba muy angustiado por el esfuerzo y las molestias que se tomó al ir tras sus pasos sin lograr darle dar con él.
Además lo carcomía la idea de que si hubiera salido un cuarto de hora antes, lo hubiera hallado en su vivienda.
No obstante, regresó y emprendió el camino hacia la casa de Levi, para tomar de él 100 Dinarim, puesto que también él era fiel amigo suyo, y tuvo provecho de muchas bondades y beneficios de su parte, al igual que Shimón.
Cuando llegó a su casa, le plantea la situación solicitándole si le puede prestar la suma de 100 Dinarim. A lo que Levi responde: ¿Quién eres?, ¡Jamás te he visto, no te conozco!.
Reubén emprendió el camino de regreso, y en el trayecto comenzaron a brotar y deslizarse lentamente lágrimas por sus ojos hasta que finalmente estalló en llanto.
Su hijo que lo acompañaba en todo momento le dijo: ¿Por qué aquí por la cuestión de Levi lloraste, y cuando fuiste a la casa de Shimón no lo hiciste, teniendo en cuenta que tanto allí como acá saliste con las manos vacías sin tomar nada?.
Contestó a su hijo: Shimón no me dijo nada y no me provocó ningún sufrimiento con sus palabras, solo que yo no lo hallé, por tal razón me lamenté por mi esfuerzo que desplegué inútilmente persiguiendo sus pasos sin dar con él, y si lo hubiera podido alcanzar, es posible que hubiese concedido mi solicitud. Sin embargo Levi me hizo sufrir a través de palabras hirientes, pues dijo que no me conocía y no sabe quién soy, y él tuvo provecho de mi miles de veces el valor de esos 100 Dinarim que le pedí, y ahora, encima que no obtuve nada de él, para colmo me destrozó y dijo que no me conoce, por eso mi llanto.
Aprendemos de aquí la gravedad que tiene herir con palabras, y la consecuencia de esto cuan terrible es, y más aun aquellos que no reconocen las bondades que se les hizo y su accionar deja mucho que desear. Contrariamente a ello, el mundo debe actuar con benevolencia y generosidad entre los unos y los otros, puesto que la bondad es uno de los tres pilares sobre los cuales el mundo se mantiene, tal como lo manifestaron nuestros sabios en Pirkei Abot 1: 2: Shimón el justo era el remanente de la Gran Asamblea. El solía decir: Sobre tres cosas el mundo se sostiene: sobre la Torá, sobre el servicio, y sobre los actos de bondad.
Es nuestro deber tomar el camino de la bondad, enseñado por nuestras matriarcas, y a través de su puesta en práctica, posibilitar la tan ansiada unión del pueblo, y la redención final, que tanto aguardamos.
Shabat Shalom.
Fuentes utilizadas:
Rashi Bereshit 28: 9
Sefer Haiashar/Ialkut Sipurim. Sefer Haparshiot
Talmud tratado de Babá Batra 123ª
Tanjuma Vaietze 6 - Etz Jaim
Bereshit Rabá 70 : 19 (Rashi y Mefarshim) - Ialkut Shimoní 125
Rab Jonia en Ialkut Shimoni 125
Sefer Haparshiot
Tanjuma Veietzé 8
Rab. Iosef Jaim
Rabino Bejaie
Una Herramienta Formidable para el pueblo judio Hispano-parlante:
תורה
TORAH
Y HAFTAROT
EN
VERSIÓN CASTELLANA
TRADUCCIÓN, SUPERVISIÓN,
SELECCIÓN EXEGÉTICA,
NOTAS Y COMENTARIOS DEL
RABINO MARCOS EDERY z''l
(Versión para Internet)
Dedicado en honor a Baruj Jose Cohen y Nelly Cohen Toledano
por sus hijos y nietos.
HALAJOT DE JANUCA
HALAJOT DE JANUCA 5772
Del 20 al 28 de Diciembre, 2011
Esta edición está traducida y adaptada del libro "TORAT HAMOADIM" del RAB. DAVID IOSEF Shlita (Director de la Academia Rabínica "YAJAVE DAAT"), Basado en las Enseñanzas del Rishon Letzion RABBI OVADIA IOSEF Shlita. Traducción del Gran Rabino ISAAC A. SACCA Shlita. Editor Responsable: Rab. Eliahu Yazdi
1. El horario de encender las
2. En la víspera de Shabat, se encienden las velas de Januca
Aquel que sabe que durante el horario del encendido de la
4. Una persona que encendió las velas luego de Pl
5. El mejor horario para encender las velas de Januca e
7. Quien sabe que no podrá estar en su hogar en el momento del horario de la salida de las estrellas, ó sea el horario preferible para encender las velas de Januca, es mejor que encienda su mujer u otro familiar en el horario correcto, y de esta manera él cumple su obligación. Esto es preferible a que él encienda tarde por la noche.
8. Las clases fijas de Torá que se dictan en las Sinagogas entre el rezo de Minjá y Arvit ó luego de Arvit, no deben ser anuladas con el objetivo que los concurrentes puedan encender las velas en el horario más correcto, en caso de no poder ser adelantadas ó atrasadas. Y lo correcto es que, luego de haber dictado aquellos cursos, se le haga recordar a la Congregación el encendidode las velas de Ja
El encendido de las velas y la Tefilá de Arvit
9. Si debe recitar la oración de la noche (Arvit), y también encender las velas, primero (1º) reza, y luego enciende las velas, ya que nuestros Sabios dijeron que lo más frecuente se debe hacer antes y el rezo de Arvit es más habitual que el encendido de lasvelas de Ja
De acuerdo a la costumbre de algunos Ashkenazi
Aceites y mechas para el encendido de las velas de Januca
Aceites aptos para el encendido de la Janukiá
1. Está permitido encender las velas de Januca con toda clase de aceites, no obstante es mejor encender con aceite de oliva, ya que la Menorá (candelabro de siete brazos que se utilizaba en el Gran Templo de Jerusalem y en el cual ocurrió el milagro deJanuca) se encendía con aceite de oliva. Las velas de cera ó parafina también son aptas para encender las velas de Januca, pero son preferibles los aceites aunque no sean de oliva por cuanto que el milagro de Januca ocurrió por medio del aceite.
2. Aquel que tiene aceite de oliva suficiente sólo para encender una (1) vela por noche, debe encender la primera (1º) vela de cada noche con aceite de oliva, y las restantes con otro aceite. Si sólo posee aceite de oliva y velas de cera, y no puede conseguir aceite de cualquier tipo, puede encender la primera (1º) vela con aceite de oliva y las sobrantes con las velas de cera.
Es preferible encender todas las velas correspondientes a cada noche con velas de cera ó parafina, a encender una (1) sola vela por noche con aceite de oliva.
3. Aquella persona que preparó velas de cera para encender las velas de Januca, y luego se le presenta la posibilidad de poder encender con aceite, debe sustituir las velas de cera por el aceite. Pero si ya comenzó a recitar las bendiciones anteriores al encendido, no debe cambiar las velas por el aceite.
Mechas aptas para el encendido de la Janukiá
4. Todas las mechas son aptas para encender las velas de Januca, de todos modos, es mejor utilizar mechas confeccionadas con hilo de algodón ó de lino.
Luces eléctricas
5. Las lámparas eléctricas ó a gas, no son aptas para cumplir con el precepto del encendido de las velas de Januca. En caso de que una persona sólo tenga luces eléctricas ó a gas, debe encenderlas como velas de Januca pero sin recitar ninguna bendición. Si luego se le presenta la oportunidad de encender con aceite ó velas, debe encender nuevamente recitando las bendiciones correspondientes.
Januca en Shabat
6. En la noche de Januca que coincide con la noche de Shabat, también está permitido encender las velas de Januca con todas las clases de aceites y mechas, incluso con aquellas que está prohibido encender las velas de Shabat (citadas en la Mishná deShabat, capítulo 2, y en Rambam, capítulo 5 de Hiljot Shabat, y en el Tur y Shuljan Aruj). El motivo para tal permisión es que ya que no se puede tener provecho de las velas de Januca y si se apagan no es necesario volver a prenderlas ya que cumplió con la Mitzvá, no hay temor de que las vuelva a prender. Pero las velas de Shabat de las que puede aprovechar su luz, si ve que están por apagarse, puede llegar a evitarlo, y así estaría profanando el Shabat.
7. Cabe aclarar, que si puso una cantidad de aceite que duraría más de media (1/2) hora después de la salida de las estrellas, debe encender las velas de Januca con mechas y aceites permitidos en vísperas de Shabat, ya que pasada media (1/2) hora del momento que salen las estrellas, está permitido tener provecho de las velas y podría llegar a acomodar el aceite ó la mecha para que alumbre mejor (profanando de esta manera el Shabat).
Calidad del aceite
8. No está permitido encender las velas de Januca con un aceite que esté en mal estado siendo no apto para el consumo. Pero aquel aceite que tiene sabor amargo (y por su amargura no es apto para la ingestión) está permitido, como el caso de las velas de cera.
Aceites no aptos
9. Aquel aceite extraído de Orla (los frutos que da el árbol los tres (3) primeros años son denominados Orla y está prohibido tener cualquier provecho de los mismos) no es apto para encender las velas. Así como tampoco aquel aceite hecho de mezcla de carne con leche, por ejemplo manteca que fue cocinada con grasa animal, está prohibido.
10. Es preferible privarse de encender las velas de Januca con un aceite hecho con mezcla de algún ingrediente prohibido, como grasas de cerdo ó de animales que no se los mató como indica la Ley judía. Pero aquella persona que no está segura si está compuesto con algún ingrediente prohibido, puede utilizarlo.
11. Es mejor no encender las velas con aceite fabricado de Shebiit (todos los frutos que florecen en el séptimo (7º) año en la tierra de Israel).
Si el dueño de la tierra donde florecieron los frutos es un gentil, aquel aceite está permitido.
12. Es preferible no encender las velas de Januca con un aceite que es Tebel (productos a los cuales no se les ha deducido el diezmo), pero si de todos modos encendió con este tipo de aceite, cumplió con el precepto y no debe volver a encenderlas.
13. No está permitido encender las velas de Januca con aceite robado.
14. Aquella persona que colocó aceite debajo de la cama y durmió sobre ella a la noche, el aceite sigue siendo apto para encender las velas de Januca (mas no para el consumo a menos que haya gran necesidad).
15. Está prohibido encender las velas de Januca con aquel aceite que se utiliza para idolatría.
¿Recipientes ó candelabros?
16. Se debe procurar utilizar un candelabro bonito e importante honrando la Mitzvá. Nuestros Sabios enumeraron quince (15) materiales en orden de preferencia:
1º - Oro -
2º - Plata -
3º - Bronce dorado -
4º - Bronce rojizo -
5º - Hierro -
6º - Estaño -
7º - Plomo -
8º - Vidrio -
9º - Madera -
10º - Hueso -
11º - Cerámica bañada -
12º - Cerámica nueva -
13º - Cáscara de Granada -
14º - Cáscara de Nuez India -
15º - Cáscara de Árbol -
17. Un recipiente de barro que no está bañado se puede utilizar para encender en él una (1) sola vez, ya que luego del primer (1º) encendido se pone viejo. Pero si sólo tiene este recipiente, puede volver a usarlo emblanqueciéndolo todas las noches al fuego.
Un recipiente de barro bañado, de metal ó vidrio puede volver a usarse en el resto de las noches, ya que no se pone viejo al encender las velas en él.
18. No se encienden las velas en un candelabro que esté en mal estado (roto). El candelabro debe mantenerse por sí mismo y no con la ayuda de otro objeto ó de la pared.
Cambiar las mechas
19. No hay obligación de sustituir las mechas todas las noches, sino que, se pueden utilizar las mechas en las siguientes noches hasta que se consuman por completo. Hay quienes acostumbran a cambiarlas todas las noches en recuerdo del candelabro (Menorá) que se encendía en el Gran Templo de Ierushalaim, el cual todas las noches se encendía con mechas nuevas.
La forma del recipiente
20. Un recipiente que tiene dos (2) bocas, sirve para encender dos (2) velas. Por lo tanto, en la segunda (2º) noche enciende en este objeto y se considera que encendió dos (2) velas, como corresponde a la noche. Y de acuerdo a la costumbre Ashkenazí, en donde cada hijo varón de la casa enciende su propio candelabro, incluso en la primera (1º) noche que enciendan entre dos (2) sobre este candelabro de dos (2) bocas, prendiendo una (1) vela cada uno. (De todos modos, en nuestro tiempo en que se acostumbra agregar una (1) vela cada noche que no enciendan dos (2) personas en la primera (1º) noche sobre un candelabro de dos (2) bocas, porque los que lo vean pensarán que una persona encendió dos (2) velas y que por ende se encuentran en la segunda (2º) noche de Januca, y no se sabrá que en realidad es la primera (1º) noche. (De todos modos, en una Janukiá que tiene ocho (8) brazos y cada una de las dos (2) personas enciende en el brazo opuesto respecto al otro, es permitido ya que no dará lugar a dudas de que una persona sola encendió dos (2) velas, ya que en tal caso las hubiese encendido una (1) al lado de la otra).
Asimismo, dos (2) personas que tienen un patio en común, pero viven en dos (2) departamentos separados, ó viven en un (1) sólo departamento pero son independientes económicamente (y por ende cada uno debe encender su propia Janukiá), tienen permitido encender las velas de Januca en un candelabro de dos (2) bocas, cada uno su propia vela.
Separación de las mechas
21. Si colocó varias mechas en un recipiente, y antes de encenderlas la separó con un objeto, son consideradas cada una como una (1) vela por sí misma. Pero si no las separó antes de haberlas encendido, no son consideradas ni siquiera una (1) sola vela, sino como una antorcha que no sirve para cumplir con el precepto del encendido de las velas de Januca. En este caso debe apagarlas, separar las mechas con un objeto, y luego volver a encenderlas sin bendecir.
22. Aquel que colocó varias mechas en un mismo recipiente, previo al encendido debe separarlas con un objeto, si es que estaban distanciadas unas de las otras en menos de un centímetro y medio (1,5 cm.), pero si la distancia entre ellas era de un centímetro y medio (1,5 cm.) ó mayor, cumple con la Mitzvá. Y de todos modos, hay quienes argumentan que incluso que estén separadas con la distancia correspondiente, igualmente, debe separarlas con un objeto previo al encendido, y esto es preferible.
La forma del candelabro
23. Un candelabro de forma circular, que sus brazos están distanciados un centímetro y medio (1,5 cm.) ó más, sirve para encender en él las velas de Januca. De todos modos, es mejor encender en un candelabro recto (en el que igualmente cada vela debe estar separada de la otra en un centímetro y medio (1,5 cm.) ó más, sino se considera como una antorcha). Asimismo, deben estar colocadas a la misma altura (no una más alta y otra más baja), a menos que sólo disponga de aceite para la primera (1º) vela de cada noche y el resto sean velas de cera ó parafina y tal vez no queden a la misma altura que la de aceite.
24. Si luego de encender las velas sobra aceite, se puede agregar más para encender las velas de la noche siguiente. Después de la octava (8º) noche, el aceite que sobra y las mechas utilizadas deben quemarse, ya que los mismos se emplearon para unaMitzvá (precepto) y ahora no pueden ser utilizadas para otro fin. Esto corresponde en el caso que las velas se apagaron antes de la media (1/2) hora posterior al encendido, pero si las velas ardieron más de media (1/2) hora, el aceite puede ser aprovechado para cualquier uso y no es necesario que sea utilizado para la noche entrante, ni tampoco quemado. Hay quienes dicen que si colocó aceite sin calcular la cantidad, y no aclaró que lo que sobrara no era destinado para la Mitzvá, incluso que haya puesto más aceite de lo debido, no se puede tener provecho de lo que sobra y debe ser quemado. Por ende lo correcto es que aclare de antemano que el aceite que utiliza para el precepto es simplemente el suficiente para que las velas ardan durante media hora, así podrá tener provecho del aceite restante.
25. El aceite que sobra en la botella, incluso que se haya comprado especialmente para Januca, puede ser utilizado para el uso que uno desee. De este modo, también si uno colocó aceite para las velas en un candelabro y no las encendió allí, puede utilizar el aceite para lo que desee ya que el aceite que prohibieron los Jajamim es el que se utilizó para cumplir la Mitzvá y sobró luego de apagarse las mechas antes de concluir la Mitzvá.
26. El aceite que sobra después de la octava (8º) noche se quema y no se puede dejar para el año entrante, por ser que puede llegar a utilizarlo en el transcurso del año, e incluso que sea un aceite no comestible, por cuanto que puede ser utilizado para encender, debe quemarlo como fue explicado.
27. En el caso de que se hubiese mezclado aceite que sobró de Januca con aceite común, si el aceite permitido es sesenta (60) veces más que el aceite prohibido, la mezcla es permitida, pero de no ser así, queda prohibida. Pero si es menor la relación, puede agregar aceite para que haya sesenta (60) veces más de aceite permitido y de esta manera podrá utilizarlo.
LA DICTAMENES SOBRE DIVERSOS TEMAS HALAJICOS SEGUN LA OPINION DE:
MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
http://halachayomit.co.il/
El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.
Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.
Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a.
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.
Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
En estos momentos el sitio trata exclusivamente temas halájicos, sin embargo, nos proponemos en un futuro cercano extender la temática a la Parashá –porción semanal de la Torá- e incluso otros temas.
Las Halajot de este sitio están escritas por el nieto de Rabbenu Ovadiá Yosef, Shlit”a, Rab Ya´acob Sasson, Shlit”a, integrante del cuerpo de rabinos del centro de estudios Yehave Da´at.
El sitio en español es responsabilidad de Rabí Itzhak Fadda, Shlit”a, de Argentina, reconocido por su vasta trayectoria rabínica y sus trabajos de traducción en clásicos como Mesilat Yesharim, Derej Hashem, Emuná Ubitajon, etc,
REGISTRATE EN:
http://halachayomit.co.il/
Torah, Halaja, Judaismo y màs en:
GRUPO EN FACEBOOK:
TORAH DESDE BARRANQUILLA
http://www.facebook.com/home.
UNETÈ
Estudio de Torah y Halajá
ULPAN HA GUIR:
PREPARACION PARA LA CONVERSIÓN AL JUDAÍSMO
MARTES : 7:00 PM, Despues de Arvit
''YESODE HATORAH' VE HAYAHADUT''
FUNDAMENTOS DEL JUDAISMO - SEGUN EL RAMBAM - Rabi Moshe Ben Maimon ( Maimonides)
Jueves: 7:00 PM
No hay comentarios:
Publicar un comentario