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Dedicado a la Refua shelema
( curación completa) de:
MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV SHLIT"A.
TINOK BEN ILANA HACOHEN
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
SRA.RIVKA BAT SARA IMENU
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Sra. Nohemi Bar Esther
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Martín Lindarte Z''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Sra. Etelvina Bat Marcelina Z''L
Sra. Margalit Bat Sara
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Sra. Flor Lucila Cortes Bat Sara Z´´L
Sra. Maira Maldonado Z''L
YAFFA BAT SARA Z"L
Asher Amram Ben Avraham
* Si desea dedicar este envio de Torah, por la pronta recuparacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algun ser querido, por favor envienos un correo a comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre.
Horario del Encendido de Velas para YOM HAKIPURIM 5772 en Bogotà,Barranquilla y Cali ,Colombia:
Baruj Ata Ado-nay Elo-henu Melej Haolam Asher Kideshanu Bemitsvotav Vetsivanu Lehadilk Ner Shal Shabat Ve Shel Yom Hakipurim.
(Bendito Tu.. que nos consagró con sus preceptos y nos ordenó de encender las velas de Shabat y de Yom Kipurim)
Bogotá:
Fecha | Hora |
Víspera de Iom Kipur | |
Viernes, 7 de Octubre, 2011 | Encendido de velas a las: 17:28 |
Shabat, 8 de Octubre, 2011 | Shabat/Festividades Termina: 18:16 |
Fecha | Hora |
Víspera de Iom Kipur | |
Viernes, 7 de Octubre, 2011 | Encendido de velas a las: 17:28 |
Shabat, 8 de Octubre, 2011 | Shabat/Festividades Termina: 18:17 |
Fecha | Hora |
Víspera de Iom Kipur | |
Viernes, 7 de Octubre, 2011 | Encendido de velas a las: 17:38 |
Shabat, 8 de Octubre, 2011 | Shabat/Festividades Termina: 18:26 |
PERASHIOT YOM KIPUR:
Vaikrá / Levitico: 16:1-34; 18:1-30
Maftir: Bemidbar / Númemos: 29:7-11
Haftara Yeshayahu / Isaías 57:14 – 58:14.
LECTURAS MINJA :
Vaikrá / Levitico: 18 : 1-30
Haftara: Sefer Yonah / Libro de Jonas
1. No se dice TAHANUN en la víspera de Kipur. En las SELIHOT de la noche se dice TAHANUN. En MINHA se dice VIDUY (confesión de pecados).
2. Es obligación comer y beber en la víspera de KIPUR. Dijeron nuestros Sabios: Comer y beber en la víspera de KIPUR tiene el valor correspondiente a un doble ayuno, del 9 y del 10 de Tishri, que es KIPUR.
3. La víspera de KIPUR está prohibido ayunar, aún un ayuno causado por un mal sueño. Si uno hace una promesa de ayunar la víspera de KIPUR, debe pedir la anulación de esta promesa a Rabinos.
4. Se suele ir al cementerio la víspera de KIPUR y también dar ZEDAKA, al igual qué en la víspera de ROSH HÁSHANA
5. Es MIZVA realizar TEVILA (baño ritual de purificación) en la víspera de KIPUR.
Leyes de kaparot en la vispera de Kipur
1.Se suelen hacer KAPAROT en la víspera de KIPUR, se deguellan gallos y gallinas para cada miembro de la familia, macho y, hembra respectivamente, siendo suficiente también un gallo para toda la familia.
2. A falta de gallo, se puede tomar otra clase de ave como pato y guajolote
3. Antes de la SHEHITA, se toma el ave y se dice lo siguiente: Este ave ocupa mi lugar, me reemplaza y es mi perdón (y debe pensar que en vez del ave, él merecía la muerte por sus pecados); sigue diciendo: este ave va a la muerte y yo entraré en vida larga y pacible.
4. Hay que esforzarse por buscar aun SHOHET, sinceramente religioso y experto. Así la oración será recibida en los Cielos.
5. Se suele dar las KAPAROT a pobres o mejor aún redimirlas con dinero y dar su equivalente a pobres.
Minha de vispera de Kipur
1. Después de medio día es MIZVA bañarse y poner sus mejores vestidos de SHABAT para ir a la sinagoga y decir la oración de MINHA.
2. Se suele traer aceite para encender lámparas en la sinagoga.
3. Al final de la AMIDA, antes de ELOKAY NEZOR, se dice VIDUY, o sea ASHAMNU, BAGADNU… y AL HET. En la HAZARA el HAZAN no dice VIDUY.
Leyes de Seuda Hamafseket (última comida antes del ayuno)
1. Debe concluirse la SEUDA HAMAFSEKET antes de la puesta del sol.
2. Si termina de comer mucho antes de la puesta del sol, puede, si así desea, volver a comer, siempre y cuando no haya aún recibido sobre sí el ayuno.
3. Es. aconsejable comer cosas livianas en la SEUDA HAMAFSEKET a fin de no empezar la oración de KIPUR con el estómago pesado.
4. No se debe beber demasiado y – no lo permita D-s- emborracharse.
5. Es bueno invitar a pobres a la mesa porque así se le perdonan los pecados.
Leyes de las luces en honor de Kipur
1. Hay lugares en que suelen encender luces la víspera de KIPUR y lugares en que no se suele. Si toca KIPUR en SHABAT es obligación encender luces y decir la siguiente BERAJA: BARUJ ATA ADO-NAY ELO-HEINU MELEJ HAOLAM ASHER KIDESHANU BEMISVOTAV VEZIVANU LEHADLIK NER SHEL SHABAT VE SHEL YOM HAKIPURIM.
2. En la sinagoga se suelen encender muchas luces.
Prohibiciones de Kipur
l. Toda acción prohibida en SHABAT lo es también en KIPUR. Aquél que transgrede el KIPUR con cualquier acción prohibida, es castigado con KARET.
2. Las prohibiciones especiales de KIPUR son las siguientes: a) comer y beber, b) lavarse, c) unción del cuerpo, d) calzar cuero, e) relaciones íntimas con su mujer. Todas las prohibiciones se aplican tanto en el día como en la noche.
Prohibicion de lavarse
1. Está prohibido lavarse en KIPUR, ya sea con agua caliente o fría. Sin embargo es permitido lavar, en caso de suciedad, sólo la parte sucia, ya que la prohibición de lavarse rige sólo cuando se tiene intención de placer.
2. Al despertarse a la mañana de KIPUR se realiza NETILAT YADAYIM cuidando de vertir el agua sólo hasta la articulación media de los dedos y no hasta el puño como de costumbre.
3. Si hace sus menesteres, claro está que puede limpiar los lugares sucios.
4. Los COHANIM se lavan las manos en KIPUR el momento de bendecir al pueblo.
5. La persona delicada que sufre si no se lava la cara con agua, puede hacerlo
6. Está prohibido enjuagarse la boca en KIPUR.
1. Niños de menos de 9 años, no necesitan ayunar. A partir de los 9 años se les acostumbra a ayunar 2 ó 3 horas después de la hora en que suelen comer. A partir de los 11 años se les puede acostumbrar a ayunar todo el día si no son de constitución débil. La obligación de ayunar en KIPUR empieza a los 12 años y un día para muchachas y de 13 años y un día para muchachos.
1. Pecados cometidos hacia el prójimo no se perdonen en KIPUR a menos que el culpable pida de antemano perdón. Si la primera vez no quiere disculparlo, debe solicitar de nuevo perdón haciendo intervenir a 3 personas con él. Si después de 3 veces rehusa disculparle no tiene la obligación de insistir, pero reunirá a 10 personas ante las cuales declarará: yo cometí tal culpa hacia fulano y le pedí excusas, pero él rehusa perdonarme.
2. Si el ofendido es su maestro o su rabino, debe seguir insistiendo hasta que acepte las excusas.
3. El ofendido no debe ser cruel, sino que debe aceptar fácilmente las excusas. Sin embargo, si aquél le sacó mala fama, no tiene obligación de perdonarlo.
4. Aunque se trata de ofensas con palabras, el ofensor tiene que pedir excusas en persona, pues si otra persona se dirige en su lugar, no tiene ningún valor.
5. Si el ofendido murió, va a su tumba acompañado de 10 personas la víspera de KIPUR y dice lo siguiente: Pequé con D-s y con esta persona que está enterrada aquí.
Prohibición de calzar cuero en KIPUR
1.Está prohibido calzar zapatos de cuero en KIPUR. Calzado de otro género está permitido.
2.La mujer que da a luz puede calzar cuero durante los 30 primeros días después del parto. Se permite calzar cuero en caso de tener alguna llaga en el pie.
3. En caso de lluvia, si tiene que ir a la sinagoga y es persona delicada, puede calzar cuero.
Mujer que alumbra y que amamanta en kipur
1. Mujeres embarazadas, y que amamantan tienen la obligación de ayunar todo el día de KIPUR
2. Una mujer embarazada que al oler la comida se pone pálida, aunque ella no solicita comer, se le recuerda que es KIPUR. Si no se repone, se le da de comer.
3. La mujer que alumbra, los 3 primeros días no debe ayunar aunque ella quiera, solamente que comerá poco. Del tercer día al séptimo, sólo se le da de comer si ella lo reclama; del séptimo día en adelante, tiene la obligación de ayunar como cualquier otra persona.
Enfermo en kipur
1. En caso de enfermedad, se consulta a un médico experto. Si éste opina que si el enfermo ayuna puede agravarse la enfermedad y ponerse su vida en peligro, le dan de comer, aún si el enfermó no quiere.
2. Si el enfermo dice que debe comer, aún si los médicos opinan que no hay necesidad, se escucha al enfermo, aún en caso de que los médicos mantienen que la comida va a perjudicar al enfermo; sin embargo antes de darle de comer, se le recuerda que es KIPUR en caso de que lo haya olvidado. Si un enfermo grave insiste en no comer por temor de KIPUR, hay que obligarle a comer.
3. Si un doctor dice que debe comer y otro dice que puede ayunar, no ayunara.
4. Aquel que a consecuencia del hambre tiene un ataque de bulimia, cuyo síntoma es que se le oscurece la vista y no puede ver, se le da de comer todo lo necesario hasta que recobra la vista. Si sólo tiene a mano comida no KASHER, se le da y no se demora.
5. Si hay un enfermo grave que necesita comer inmediatamente carne y sólo hay a mano carne no KASHÉR, se le da sin demora.
6. El enfermo que come en KIPUR y puede decir BIRKAT HAMAZON, incluye YAALE VEYAVO por KIPUR y si es SHABAT también RÉZÉ VÉHAHALIZENU.
Arbit de KIPUR
1. Antes de ir a la sinagoga a la entrada de KIPUR se debe besar la mano a su padre y a su madre y pedirles perdón. Esto es un gran deber y aquél que se abstiene es denominado pecador, por menospreciar el honor de sus padres. Si la Torá. nos ordenó pedir disculpas del prójimo antes de KIPUR, cuanto más es aplica para con los padres. Marido y mujer también deben perdonarse por cualquier contrariedad que hubo ellos. El discípulo tiene el deber de pedir perdón a su maestro.
2. Mientras es aún de dia se dirige a la sinagoga y se viste el TALET sin decir la BERAJA (opinión de sabios Aharonim).
3. Después de las oraciones de LEJA EL y SHEMA KOLI antes del oscurecer se dice el KOL NIDRE, que es la declaración de anulación de promesas que no se hace en YOM TOV a en SHABAT.
4. Se sacan antes de KOL NIDRE todos los SIFRE TORA del HEJAL y el HAZAN empieza con emoción: BISHIVA SHEL MALA seguido del KOL NIDRE trece veces y SHEHEHEYANU.
5. Antes de VEHU RAHUM se retornan los SIFRE TORA al HEJAL.
6. En KERIAT SHEMA de la noche y de la mañana se dice BARUJ SHEM KEBOD… en voz alta
7. Antes de la AMIDA se dice KI BAYOM HAZE. Si cae KIPUR en SHABAT se dice VESHAMERU y luego KI BAYOM HAZE.
8. Si cae KIPUR en SHABAT, después de, la AMIDA de ARBIT se dice VAYJULU seguido de la BERAJA de MEEN SHEVA.
9. Se debe esforzar en decir todas, las TEFILOT y las SELIHOT llorando. Si no puede expresar su plegaría con llanto, por lo menos lo hará en voz dé imploración.
Las oraciones del dia de Kipur
1. El día de KIPUR se madruga a la sinagoga y se dicen las oraciones como en SHABAT y YOM TOV.
2. Después de SHAHRIT con sus SELIHOT y cantos de plegarias se sacan 2 SIFRE TORA. En el primero se lee la PERASHA de AHARE MOT a 1a cual se llaman a 6 personas, y si es SHABAT, a 7 personas. En el segundo SEFER TORA se llama al MAFTIR y se lee la PERASHA de UVEASSOR. La HAFTARA es SOLU SOLU.
3. Si hay un BERIT MILA en KIPUR se efectúa después de la lectura de la TORA, antes de ASHRE.
4. Se recita la BERAJA de la MILA sin vino (según RABANE KUSHTA).
5. En la HAZARA de MUSAF se dice el SEDER AVODA. Al llegar a VEHACOHANIM, cuando el HAZÁN dice HAYU KOREIM UMISHTAHÁVIM se suele arrodillarse en el suelo (hay que cubrir el suelo con algún paño en el sitio en que uno se arrodilla).
6. En MINHA, antes de la AMIDA, se saca un SEFER TORA al cual se llaman a 3 personas y se lee la PERASHA de las ARAYOT (relaciones inmorales prohibidas). El tercero es MAFTIR (sin KADISH) y dice la HAFTARA del profeta YONA.
7. En KIPUR después de MINHA, se añade una oración especial con AMIDA. Se llama NEILA. Se comienza a recitarla poco antes de la puesta del sol y se acaba con la salida de las estrellas. NEILA significa “cerrar los portones”. Es el punto culminante de KIPUR con el cierre y sellado del Juicio divino y se requiere una concentración y disposición especial a la TESHUVA.
8. En el KADISH TITKABAL al fin de la AMIDA de NEILA, antes de TEANU VE TEATERU se toca SHOFAR. Y al final del KADISH se toca de nuevo una gran TERUA. Esto marca el final del ayuno.
9. TEFILAT ARBIT de salida de KIPUR es igual a la de salida de SHABAT; en la AMIDA se incluye ATA HONANTANU. Después de ARBIT se dice HAVDALA sobre vino.
10. Al entrar a su casa después del ayuno, come y debe con alegría, la alegría de sentirse purificado y perdonado ya que en esta noche reina ambiente de YOM TOV.
11. Enseguida después de comer se empieza a construir la SUCA, a fin de concluir una MIZVA y continuar inmediatamente con otra.
veniduie, vekuname, vekunaje, vekunase,
di nedarna, vedi ishtebhna,
vedi jaramna, vedi nadena,
vedi asarna al nafshatana,
miyom hakipurim sheavar,
ad yom hakipurim haze,
sehba alenu leshalom.
Nidrena, la nidre,
ushvuana, la shevue,
vajaramana, la jarame,
veniduiena, la niduie,
vehesarana, la esare.
Kuleon yehon shevitin ushvikin,
la sheririn vela kaiamin,
venislaj lejol adat bene israel,
velaguer hagar betojam,
ki lejol haam bishegaga
…………………….
Nos arrepentimos por el incumplimiento
de todos los votos que formulamos,
de las obligaciones rituales que contrajimos,
de los anatemas en los cuales incurrimos y
de los juramentos que prestamos.
Desde el último Día de la Expiación,
hasta este día de hoy,
y desde este Día de la Expiación
hasta el próximo Día de la Expiación
que nos llegue para el bien y la paz.
De todos ellos nos arrepentimos.
Sean todos ellos absueltos,
nulos y sin valor, sin efecto,
y sin carácter de obligación.
Nuestros votos que no sean considerados como tal,
tampoco nuestras obligaciones ni los juramentos.
Y le será perdonado a toda la congregación de los Hijos de Israel,
así como al extranjero que reside entre ellos,
ya que todo el pueblo pecó por omisión.
- Se acostumbra encender velas de conmemoración [Iahrtzeit].
- Cuando las candelas del Festival son encendidas se recitan dos bendiciones: L'Hadlik Ner Shel Iom ha-Kipurim,y She-hejeianu.
- Antes de entrar a la sinagoga, se acostumbra que los padres bendigan a sus hijos. Aunque no hay una fórmula obligatoria para esta bendición, se acostumbra que los padres digan:
Que Di-s te haga como Efraim y Menashe [para un hijo]; o, Que Di-s te haga como Sarah, Rivka, Rajel, y Lea [en el caso de una hija].
Que sea la voluntad de nuestro Padre en el Cielo poner en tu corazón amor y temor de Él. Que tengas siempre temor de Di-s para que nunca peques. Que tus ansias sean por la Torá y las mitzvot. Que tus ojos vean directamente hacia adelante, que tu boca hable con sabiduría y que tu corazón sienta reverencia. Que tus manos se dediquen a mitzvos, tus pies corran para cumplir la voluntad de tu Padre en el Cielo.
Que Él te otorgue hijos e hijas que sean justos, que cumplan la Torá y las mitzvot durante todas sus vidas. Que su forma de vida sea bendecida y su sostén sea ganado de la manera permitida, con facilidad y abundancia de Su mano generosa, en vez de que vengan de los regalos de la carne y la sangre; sostén que te deje en libertad para el servicio de Di-s. Que seas inscrito y sellado para una vida larga y buena entre todos los justos de Israel, Amén!
Se acostumbra dar para caridad generosa y liberalmente durante todos los días de arrepentimiento, pero en Erev Iom Kipur sucede todavía más, ya que la tzedaka es una gran fuente de mérito y sirve como protección contra decretos duros. Nuestros Sabios cuentan:
Mar Ilkva tenía la práctica de perdonar cuatrocientos zuz cada Erev Iom Kipur a cierto hombre pobre que vivía cerca. Un año le envió el dinero a su hijo. Su hijo volvió y le devolvió el dinero, diciendo: "Padre, él no necesita caridad." Mar Ilkva le preguntó: "¿Qué viste [es decir, que te hizo llegar a esta conclusión)?" Él respondió: "Vi que estaban sirviéndole vino de vendimia." Mar Ilkva replicó: "¡No sabía que estaba acostumbrado a tales finuras!" Así que dobló la cantidad y le envió ochocientos zuz (Ketubot 67b).
Plimo acostumbraba burlarse de Satanás [nunca cayendo víctima de sus trampas]. Él decía: "¡Una flecha en tu ojo, Satanás!" Un día, en Erev Iom Kipur, Satanás se le apareció como un hombre pobre. Se aproximó a la puerta de Plimo y se le trajo pan fuera de la casa. Él dijo: "En este día, cuando todos cenan en casa, ¿yo permanezco afuera?" Lo hicieron pasar y le sirvieron pan: " En este día, cuando todos se sientan a la mesa, ¿debo sentarme solo?"
Le pusieron un lugar en la mesa. Todo su cuerpo estaba cubierto de yagas, lo que hacía sumamente repulsivo, y actuaba de manera vil. Plimo le dijo: "¡Compórtate adecuadamente!" Él dijo: "Sírvanme una copa de vino." Lo hicieron y él escupió en éste. Cuando lo reprendieron, pretendió caer muerto y Plimo luego oyó una voz gritando: "¡Plimo tomó una vida, Plimo tomó una vida!" Plimo huyó y se escondió. Cuando Satanás vio su angustia y zozobra, Satanás le reveló su verdadera identidad (Kidushin 81 a).
Muchos tienen la costumbre de usar ropa blanca en Iom Kipur para emular a los ángeles servidores. Algunas personas usan un kitel, una túnica blanca sobre la ropa.
Debido a que es similar a una mortaja, sirve para recordarnos la mortalidad del hombre y la necesidad de teshuva. El kitel no debe ser adornado con oro, ya que el oro hace recordar el pecado del becerro de oro, y lo que fue el origen de una acusación para los judíos no se puede transformar en una defensa.
PEDIR PERDÓN Y PERDONAR
Generalmente demuestras más tu fuerza admitiendo tus errores que buscando que la otra persona lo haga. Aprende a perdonar y valora lo que tienes. Recuerda que perdonar no cambia en nada el pasado, pero sí el futuro. “Dichoso es el que permanece en silencio e ignora, incluso, muchos insultos. Cien males pasan sin tocarlo.” (Sanhedrín 7ª) El mundo se sostiene por aquellos que se tragan sus palabras en sus momentos de enojo. (Iyob 26:7)
Nunca permitas que el orgullo se interponga en el camino de tu progreso.
Cuando terminamos de recitar la Amidá (plegaria) damos tres pasos hacia atrás antes de decir Osé Shalom (El que hace la paz). Esto nos enseña que en aras de la paz tenemos que apartarnos a menudo del camino, incluso si ello significa retroceder a costa de nuestro propio orgullo. “Incluso si la paz te elude, ve tras ella y la alcanzarás.
Querido Yehudí: en ocasiones vas a encontrar que lo que tenías planeado para hacer en un día es interrumpido por circunstancias ajenas a lo que tenías previsto. No te enojes ni te frustres por ello.
Esfuérzate para desarrollar la habilidad de aceptar las situaciones difíciles de la vida, porque éste es el atributo de los hombres sabios. (Sefer Hamidot Lehameiri)
El Rab Mordejai de Lekhivitz solía decir lo siguiente: “Si las cosas nos salen del modo que tú lo deseas, deberías aspirar a que sean de la forma como en realidad lo son”. Todo aquel que acepte tranquilamente cualquier cosa que esté fuera de su control, será una persona en verdad rica. (Mibjar Hapenimin, pág. 24)
El silencio del desierto fue interrumpido. El llanto de Hagar, mientras su hijo está muriendo de sed, resuena hasta en los Cielos. El ángel la llama: “Dios ha escuchado la voz del joven en donde está”. Un pozo de agua apareció repentinamente, y la vida de Ishmael fue salvada (Génesis 21:17).
El Midrash dice que en ese momento, los ángeles estaban montando una campaña en el cielo, en contra de la supervivencia de Ishmael. En el futuro, cuando los babilonios exiliaran al pueblo judío, ellos atravesarían Arabia. Los judíos les pedirían a sus primos ishmaelitas que tuvieran compasión y que separaran un poco de comida. Los árabes, conocidos por su hospitalidad (heredada de Abraham, nuestro padre en común), les darían a los judíos comida salada (¡papas fritas!). Cuando los judíos pidieran algo de beber, les darían sacos de cuero que aparentarían contener agua. Sin embargo, cuando los pusieran en sus labios, las bolsas resultarían tener aire presurizado, que iría rápidamente a sus pulmones matando muchos judíos.
Ante este escenario futuro, los ángeles discutieron con Dios mientras Ishmael estaba muriendo en el desierto: “¿Cómo puedes salvar al progenitor de una nación que posteriormente matará a tus hijos sedientos?”. La respuesta que dio Dios escuchando el llanto del joven: “en donde está”, es la base de todas nuestras esperanzas de recibir perdón en Iom Kipur (en realidad, esta es la lectura de la Torá para el primer día de Rosh Hashaná).
Dios siempre juzga a la persona de acuerdo al lugar en el que está. El hecho de que Dios conoce el futuro no influye en este juicio. En este momento, Ishmael merece vivir, y eso es lo que es pertinente ahora.
Es común para mucha gente ayunar y rezar en Iom Kipur –y al día siguiente “volver a la rutina” con cambios prácticos muy pequeños en su vida. Si Dios sólo echara una ojeada al futuro mientras nosotros confesamos nuestros pecados tan píamente en Iom Kipur, los resultados serían desastrosos. Sin embargo, gracias a la lección de la historia de Ishmael, hay esperanza. Dios juzga en el momento presente sin mirar hacia el futuro. Si en este preciso minuto, nosotros proyectamos sinceramente cambiar nuestras actitudes y enmendar nuestras formas, podemos recibir el perdón inmediatamente.
La palabra clave es sinceridad. Un período completo de 25 horas en el cual no comemos ni bebemos, podemos parecernos a los ángeles, completamente sumergidos en espiritualidad. Cada minuto de arrepentimiento por nuestras fechorías provee expiación y purificación. Si no fuera un día tan solemne, ¡deberíamos bailar y cantar de alegría!
Pero si el compromiso de uno consiste solamente en la voluntad de pasar otro día ayunando y rezando (a pesar de que no es fácil), no es suficiente. No es realista generar un cambio real a partir de un día de plegarias. Si uno sinceramente se propone cambiar -aunque Dios vea que en el futuro la decisión de esa persona no durará- ese entendimiento es pasado por alto y somos juzgados por “en donde está”.
Pero no podemos engañar a Dios. Un judío debe pararse ante su Creador en Iom Kipur y proclamar: “Me doy cuenta de que he cometido errores. Entiendo la magnitud de mis errores y me arrepiento de ellos. He formulado un plan de acción para evitarlos en el futuro. Ya he comenzado a implementar el plan”.
Tratemos de conceptualizar un método práctico y realista para el arrepentimiento.
El Talmud declara que el castigo por no utilizar la hebra azul de los tzitzit (que es muy cara) es menos severo que la consecuencia de no utilizar las hebras blancas (que son más baratas). De esto aprendemos un principio importante: Cuanto más difícil es hacer una mitzvá, más grande es la recompensa. Por el contrario, la oportunidad perdida de una “mitzvá fácil” también es inmensa.
Es por eso que, cuando tratamos de preparar un plan de acción antes de Iom Kipur, debemos mantener en mente que las faltas “fáciles” son las más severas. Por lo tanto deberíamos limpiar primero de la manera “fácil”.
Podemos hacer ésto identificando lo que queremos mejorar, y dividiéndolo en dos categorías: fácil y difícil. Dos ejemplos:
Jorge entiende la importancia de tener una casa casher, pero como abogado a menudo lleva a los clientes a almorzar para discutir sus casos. Como no hay ningún restaurante casher accesible, le es difícil mantener estándares estrictos de cashrut fuera de la casa.
A Susana le resulta un desafío no cocinar en Shabat. El sábado a la mañana, ¡le encanta prepararse un omelette y disfrutarlo! Pero con el tema de apagar las luces -que pueden ser fácilmente conectadas a un cronometrador automático- no tiene problemas.
El primer paso en el arrepentimiento es comprometerse firmemente a hacer las mitzvot que son “fáciles” para ti. Luego, después de un período de unas pocas semanas, debería hacerse una evaluación. Puede que ahora haya áreas que una vez parecieron difíciles, y ahora ya no tanto. Puede que puedas agregar algunos aspectos “fáciles” más. Por ejemplo, Jorge podría pedir un plato de ensalada, que es un paso hacia adelante, aunque su objetivo real es evitar completamente comer en un restaurante no casher. Y Susana se da cuenta de que no tiene que cocinar en Shabat, porque puede cocinar la comida antes y mantenerla caliente en un calientaplatos.
El objetivo, por supuesto, es alcanzar un compromiso total. Pero en términos prácticos, ésto a menudo debe ser un proceso en el tiempo. Eventualmente, cuando uno está respetando casher o Shabat en un 80 o 90%, decidir hacerlo en un 100% en un salto razonable.
Es importante comenzar el proceso antes de Iom Kipur, para poder pararnos ante Dios con el plan ya comenzado.
Y recuerda: El período más peligroso para un astronauta es reingresar a la atmósfera terrestre. Si vienes bajando demasiado rápido puedes quemarte. De la misma manera, después de la elevación espiritual de Iom Kipur, uno debe ser cuidadoso y descender lentamente. El primer poquito de chisme después de Iom Kipur es el más severo…
Basado en clases y escritos del Rabino Shlomó Wolbe.
CUANDO QUIERA TU COMPAÑERO
Porque Iom Hakipurim no perdona los pecados entre un hombre y su compañero hasta que sea la voluntad del compañero, hasta que el compañero sienta que le están pidiendo perdón con sinceridad. Y no interesa si lo que le hicieron fue algo muy pequeño, o solamente unas palabras, el agresor debe bajar la cabeza y pedir perdón. Y si la primera vez que intenta pedir perdón no es recibido, tendrá que ir dos y tres veces, y siempre con un tono diferente (Jaie Adam, 144).
En el libro “Sheal Abija Veiaguedja” encontramos este relato:
Rabi David Bejar fue uno de los grandes sabios de su generación y vivió en Turquía. Para entender sobre su grandeza, debemos tener en cuenta que el “Noda Beiehuda”, que era sumamente estricto con todo el mundo, escribió alabanzas solamente sobre dos personas, sobre su yerno, rabi Iosef Hatzadik, de quien dijo que sus ojos estaban desparramados por todo el Talmud, y sobre él, sobre rabi David Bejar, al que alabó todavía más que a su yerno.
Ese día, se casaba uno de los hijos de rabi David en una ciudad muy lejana del lugar en que vivían. Unas horas antes de la “Jupa”, ya estaban viajando para no llegar tarde, en un carruaje arrastrado por varios caballos, como era la costumbre en esos tiempos. No sabían por qué motivo, pero con el transcurrir del viaje notaban que se iban retrasando. Rabi David miraba su reloj y veía que la hora de la Jupa se acercaba y todavía seguían muy lejos. Esto lo preocupaba, en especial porque pensaba que los invitados tendrían que esperar, y él era muy meticuloso en todo lo que tenía que ver con sus semejantes. No se permitía bajo ningún punto de vista, provocar un sufrimiento o pérdida a otra persona. Dejó pasar un tiempo más, y se dirigió al conductor del carruaje pidiéndole que por favor hiciera algo para apurar la marcha.
Pero fue inútil, seguían retrasándose. Pasó un tiempo más y rabi David perdió la paciencia cuando se dirigió al hombre en una forma despreciable para que intente acelerar el viaje. El conductor hizo lo más que pudo y finalmente llegaron a destino. Rabi David se apuró a descender, le pagó al hombre por el viaje y en pocos minutos tuvo lugar la Jupa.
Apenas finalizada la Jupa, Rabi David comenzó a buscar por todos lados al conductor del carruaje que los trajo hasta el lugar, pero sin éxito. A cada persona que se le cruzaba le preguntaba sobre el hombre y todos estaban muy extrañados sin conocer la razón de su interés, en el momento en que debía disfrutar de la alegría de la fiesta. Le preguntaban para qué lo necesitaba, pero no contestaba. Finalmente supo que había emprendido la vuelta, entonces, ordenó preparar de inmediato otro carruaje y salió detrás de él. La persecución duró unas pocas horas y cuando logró interceptarlo rabi David bajó de su carruaje y se paró frente al conductor del primer viaje.
-Perdoname, por favor, por lo que te dije, cuando te hable en una forma no correcta!
-En verdad, no tengo pensado perdonarte, dijo el conductor.
-¿Qué quiere decir eso? No ves que te estoy pidiendo disculpas. Estoy arrepentido de haberte dicho lo que te dije, aunque fue debido a que me sentí mal porque estábamos llegando tarde a un evento tan importante como el casamiento de nuestro hijo, y los invitados ya estaban esperando…
-De todas formas, no pienso perdonarte…
Rabi David no se dio por vencido, y ahora habló usando un tono más suave: estoy dispuesto a pagar por mi imprudencia, una suma importante, siempre y cuando estés dispuesto a perdonarme.
Pero el conductor seguía negándose.
-¿Qué es lo que querés, entonces, para perdonarme?
-Para que pueda perdonarte tendrás que entregarme la mitad de tu mundo venidero…
Rabi David no lo dudó: la mitad de mi mundo venidero es tuya, y así estoy perdonado…
El conductor del carruaje dio su conformidad y lo perdonó. En los escritos donde figura el relato comentan que esto fue una prueba para rabi David Bejar, para verificar si en verdad era tan cuidadoso en el honor de sus compañeros.
En el libro “Hameorot Haguedolim” podremos ver de qué forma consiguió el rab hagaon Israel Salanter ztz”l hacer las paces entre dos amigos que tenían una fuerte discusión.
Un día, entró a ver al rab un hombre con quejas dirigidas a un gran amigo, con el cual tenía un problema de dinero. El dice estar dispuesto a negociar pero su amigo quiere llevar el asunto hasta las últimas consecuencias, Din Tora incluido. Y como él sabe que debe pagar, tiene miedo de que el Din Tora lo deje en bancarrota, por eso vino a pedirle al rab para que interceda e intente convencer a su amigo de llegar a un arreglo conveniente para ambos, aconsejándose con el rab. Rabi Israel investigó la situación y le aseguró que intentaría intervenir en el pleito.
El segundo hombre en cuestión, tenía la costumbre de acercarse al rab en los días de Elul y Iamim Noraim. Rezaba donde el rab rezaba y escuchaba sus conferencias para mejorar sus cualidades. Cuando ese año, el hombre comienza su proceso de acercamiento a Rabi Israel, el rab no mencionó para nada el asunto y se portó con él con absoluta normalidad. En el día de Iom Hakipurim, más precisamente en el rezo de Neila, ese hombre acostumbraba ser el oficiante del Beit Hakneset. Ese año, rabi Israel se apuró considerablemente en su rezo de la Neila, algo para nada común en él, dio los tres pasos para atrás pero inclinándose un poco para quedar parado justo detrás del oficiante. Allí se quedó parado intentando escuchar atentamente los rezos en voz baja del oficiante, para saber por dónde iba, esperando el momento indicado para actuar…
Cuando el oficiante llegó al párrafo que dice “…diferenciaste al hombre…”, rabi Israel toma la mano del oficiante, y en voz baja le habla al oído: “¿y?, ¿por qué decís cosas que no cumplís?” (la intención de rabi Israel era hacerlo despertar en ese momento de tanta espiritualidad, que lo obligaría a actuar con tolerancia, cediendo y llegando a un arreglo para evitar peleas, en lugar de ponerse firme y llegar a un juicio, una de las causas que nos hacen penar por la destrucción de Ierushalaim).
El oficiante hizo señas que mostraban que no había entendido el mensaje, por lo tanto rabi Israel no tuvo más remedio que explicarle sus palabras. Al terminar, le sugirió que si no aceptaba negociar el pleito, mejor que no continúe con los rezos y se baje del lugar correspondiente al oficiante. Hizo una seña con la cabeza en modo de aceptación, y rabi Israel le permitió continuar con los rezos…
En el libro “Sheal Abija…”, el rab hagaon Shalom Shevadron ztz”l, cuenta sobre rabi Israel Salanter, algo que ocurrió en sus últimos días, cuando viajaba frecuentemente a alemania, para hablarle a la gente que se dejaba llevar tras la destructiva corriente de la reforma.
Rabi Eliezer Sholvitz, uno de sus jóvenes alumnos, viajaba con rabi Israel y nos atestigua sobre la meticulosidad de su rab en las relaciones con sus semejantes.
En uno de los viajes, se encontraban en la ciudad de berlin, y tuvieron que pasar allí Iom Hakipurim. Fueron juntos a rezar a uno de los grandes Batei Hakneset de la ciudad. Este Beit Hakneset tenía unos grandes portones que daban a los jardines que rodeaban todo el edificio. Estas puertas quedaban abiertas para que el lugar tenga la necesaria ventilación y se mantenga fresco, de forma que el ayuno sea más fácil de soportar debido al calor.
Antes del comienzo del rezo de Neila, rabi Eliezer tuvo la necesidad de salir un momento, y cuando volvió, ya todos estaban rezando. No quiso pasar entre la gente para no molestar, entonces, se paró al lado de uno de los portones y allí comenzó sus oraciones. Y allí estaba parado rezando, muy concentrado, cuando de pronto escucha que rabi Israel le está hablando al oído: Sos un ladrón, es increíble que en el momento más sublime de Iom Hakipurim le estés robando a la gente, allí parado estás limitando el paso del aire. La finalidad de que las puertas permanezcan abiertas es para que el salón se ventile, y vos estás allí parado reduciendo el espacio abierto!!!
Rabi Eliezer comprendió que en ese momento debía interrumpir sus rezos, incluso moverse del lugar, ya que si no lo hacía, Rabi Israel no permitiría que continuara con sus oraciones.
El Jafetz Jaim, también era muy estricto en las relaciones con sus semejantes. En Iom Hakipurim del año 5677, en una ciudad de rusia, reunió a todos sus alumnos antes de comenzar el rezo de Neila y les habló sobre la prohibición de robar: seguramente, en nuestra relación con el Bore Olam hemos logrado el arrepentimiento. El problema resulta ser grave con nuestros compañeros, ya que Iom Hakipurim no perdona hasta que lo desee nuestro compañero. Y puede ser que alguno haya tomado un préstamo y olvidó pagarlo. ¿Cómo podemos decir que estamos “limpios”? Por eso, cada uno debe comprometerse ahora, a que después revisará sus anotaciones y si encuentra algo sin pagar, lo pagará de inmediato, con este compromiso consideraremos cumplido el precepto…
Lekaj Tov.
Leiluy Nishmat Harav Guilad Hacohen ben Shmuel z"l
EL DECRETO DEMOCRATICO
Poco tiempo después del fallecimiento del Gaon de Vilna, sus alumnos se propusieron alcanzar la meta que el Gaon nunca pudo concretar: subir a la tierra de Israel. En grupos, gran cantidad de sus alumnos fueron llegando a Israel. Uno de esos grupos, compuesto por, aproximadamente, ciento cincuenta hombres, y, conducidos por uno de los más importantes alumnos del Gaon, elrab Israel Misokolov, pasaron muchos contratiempos en el camino hasta llegar al puerto, donde finalmente embarcarían para cruzar el mar. Una vez en el puerto, lo único que encontraron fue una embarcación vieja y muy deteriorada, que además, ya estaba llena de pasajeros, pero, en la cual, también hicieron lugar para ellos, para que puedan subir a la tierra de Israel.
En esos días, el cruce del mar Mediterráneo, necesitaba más de un mes. Las primeras semanas transcurrieron dentro de lo normal, hasta que un día, se oscureció el cielo, comenzaron a soplar fuertes vientos y a caer una lluvia torrencial. Los vientos sacudían la vieja embarcación de un lado a otro, y durante dos días corridos, el barquito “volaba” entre las olas gigantes como si fuera una cáscara de nuez. La situación se veía muy grave. Las sacudidas provocaban a los pasajeros fuertes mareos y vómitos, aparte del miedo generalizado que temía por la suerte que podían correr si el barco no soportara los embates del viento.
Al final del segundo día de tormentas, el capitán del barco llamó al rab Israel Misokolov a la cabina de mando. Allí el capitán reveló “su” secreto. De inmediato, rabi Israel reunió a todo su grupo en un extremo de la cubierta, para dirigir unas palabras. El lugar de la reunión estaba expuesto al viento y a la lluvia, pero eso no le importó a nadie, todos entendían que no se trataba de una reunión para anunciar buenas noticias.
Una vez que estuvieron todos reunidos, rabi Israel comenzó su exposición:
Estimados amigos, hace unos minutos tuve una charla con el capitán de nuestra embarcación, y me dijo las siguientes palabras: hace más de treinta años que “vivo” en este inmenso mar, y nunca vi una tormenta de estas características. Viendo las terribles condiciones en las que se encuentra mi vieja barca, estoy seguro que no podrá soportar la fuerza de la tormenta. A mi parecer, en cualquier momento se partirá en dos y todos nosotros pereceremos aquí, en el medio del mar. El capitán agregó que no estaba convencido de informar la situación al resto de los pasajeros, pero sintió la obligación a contarle a él (al rab), y que él mismo decida a quien contarle y a quien no.
Entiendo, dijo rabi Israel, y no me cabe duda, de que nosotros, nuestro grupo, tenemos mucho que ver con lo que está pasando, ya que si existe un decreto que ordena que nosotros debemos morir en el mar, por lo menos, tenemos que aprovechar el poco tiempo que nos queda para “arrepentirnos”. Por eso los reuní aquí, para que podamos, todos juntos, volver en Teshuva (arrepentimiento) y llegar al mundo de la verdad “limpios” de pecados. La Guemara, en el tratado de Sota, dice que el “vidui” (confesión de los pecados) debe realizarse en voz baja, para que otras personas no escuchen sus pecados y no aprendan de sus acciones no buenas. Pero en nuestro caso, continuó el rab, por cuanto que todos vamos hacia la muerte, este motivo no existe, nadie podrá aprender de su compañero malas acciones, ya que el decreto está sobre todos nosotros. Me parece ahora que puede resultar fructífero que cada uno haga su confesión en voz alta, de forma que todos los presenten escuchen y nuestra vergüenza sea mayor, de modo que esto ayude a que seamos perdonados por todos nuestros pecados. Y así se nos abrirán las puertas del “Gan Eden”, y podremos entrar en él completamente limpios...
La propuesta fue aceptada, y por unanimidad decidieron que comenzarían con el más joven de los alumnos. Los vientos seguían soplando con toda su fuerza y la lluvia no aflojaba. Pero a nadie le molestaba, estaban muy ocupados con la consigna que tenían por delante. El joven se paró delante del grupo, se tapó la cara con sus manos y comenzó a llorar. Juntó fuerzas, comenzó a balbucear, hasta que cuando sintió que podía pronunciar unas palabras que salieran claramente de su boca dijo: es muy grande mi vergüenza por contarles esto a ustedes. Quiero confesar que durante dos años, le mentí a mi madre!!! Todos quedaron más que sorprendidos, ¿cómo era posible que un sabio como él haya hecho semejante cosa?
El muchacho no dio a la gente mucho tiempo para pensar, y prosiguió: así fueron los hechos. Cuando llegamos a la ciudad de Vilna, éramos nueve hermanos, de los cuales yo era el mayor y todavía no había cumplido los trece años. Hakadosh Baruj Hu nos “regaló”, que nuestra casa tuviera una pared en común con la casa del Gaon de Vilna. Papá tenía un almacén, y cuando volvía a casa al final del día, se sentaba en el cuarto que tenía la pared en común con el cuarto de estudio del Gaon, y pasaba mucho tiempo “escuchando” la voz de la Tora que atravesaba la delgada pared [es sabido que el Gaon de Vilna dormía solamente dos horas por día, y que todo su tiempo estaba santificado al estudio de la Tora y a los rezos. El Maran que escribió el “Kehilot Iaacov”, el Staipeler ztz”l, acostumbraba decir a los muchachos que se acercaban a pedirle una bendición unos días antes de su Bar Mitzva: ¿vos querés ser un talmid jajam (un sabio)? Bueno, te voy a dar un consejo acompañado de una programación de tus días. Cada día tiene veinticuatro horas, de las cuales ocho, necesitamos para dormir, con lo que nos quedan dieciseis horas. De ellas, separamos aproximadamente dos para los rezos diarios, y otras dos para comer y otras cosas más. Tenemos entonces, doce horas libres, que debemos santificar para el estudio de la Tora. Si las aprovechás desde el día de hoy, podrás estudiar en profundidad antes de llegar al casamiento, los “Sedarim de Nashim y Nezikim”, y entrarás a la “Jupa” como un gran talmid jajam].
Una tarde, papá llega a casa y escucha al Gaon que repite una misma frase cientos de veces!: “dejan de lado la vida eterna para ocuparse de algo momentáneo” [esta frase aparece muchas veces en el Talmud. La más conocida está en el tratado de Shabat (33b). Allí, rabi Shimon bar Iojai y su hijo salen de la cueva donde estuvieron estudiando durante doce años sin interrupción y ven una persona que se ocupa de las labores del campo, en lugar de dedicar todo el tiempo al estudio de la Tora. Ellos, después de estar encerrados durante doce años y ocuparse ininterrumpidamente de la Tora, no pueden comprender que exista otra cosa, por eso mencionan esa frase. Para ellos solamente existe la Tora, y se preguntan por qué la gente pierde sus días corriendo detrás del dinero y de los honores].
Papá escuchó esta frase de la boca del Gaon, y las palabras llegaron a lo más profundo de su corazón. Esa noche no pudo dormir. En su cabeza se revolvía la pregunta: ¿qué sería de su “vida eterna”? Por la mañana, se sentó con mamá y le dijo: yo no sé si escuchaste ayer las palabras de nuestro vecino, el Gaon. Yo sí las escuché y tomé una resolución. Quiero dejar el negocio y sentarme a estudiar y profundizar en la Tora desde la mañana hasta la noche. Pero esto solamente puede ser posible, desde luego, con tu aprobación y con la condición de que pongas sobre tus hombros la terrible carga de procurar el sustento de la familia.
Mamá era una mujer muy inteligente, y aceptó de inmediato. Desde ese día comenzó a atender el almacén mientras papá estudiaba. Al cabo de un tiempo, mamá vio que no le alcanzaban las fuerzas para atender el negocio, y decidió cerrarlo, pero no cerró la Guemara de papá. Continuó con el sustento de la familia horneando panes para la venta y limpiando en las casas de las familias adineradas.
Pero, como vio que no podría continuar a ese ritmo, nos reunió a todos, a los niños, y nos dijo: ustedes saben que papá dejó la “vida momentánea” para ocuparse de la “vida eterna”. Y para eso, yo acepté ocuparme de procurar el sustento de la familia, algo muy pesado y difícil. Queridos hijos, llegué al punto en el cual necesito que ustedes me ayuden. Hasta ahora, siempre recibieron dos comidas por día. Ahora, ya no nos alcanza la plata para dos comidas. Si ustedes aceptan y se conforman con una sola comida diaria, podremos seguir con nuestra finalidad sagrada de que papá siga estudiando Tora. Si ustedes deciden que quieren seguir recibiendo dos comidas por día, papá tendrá que volver a atender el negocio.
La respuesta de los chicos no se demoró. Cuando vimos como papá se esfuerza por estudiar durante todo el día, y como mamá lucha y lucha por el sustento, entendimos que no es tan crítico sacrificar una comida.
Mamá se sintió más que satisfecha de la respuesta, pero, en mi cabeza, se cruzaban varios pensamientos...
Estaba seguro, que la comida que nos tocaría comer, ahora una en lugar de dos, tampoco sería muy importante, entonces, supe que era el momento en que yo, el mayor de los hijos, ayudara también con mi granito de arena. Tomé la decisión y le dije a mamá: mi porción también la podés repartir entre mis ocho hermanitos, ya que justo en el día de hoy, nos informaron en el Talmud Tora, que desde mañana nos darán de comer todas las tardes!!!
Mamá escuchó la noticia..., y enseguida me preguntó: ¿en verdad recibirán comida en el Talmud Tora? Y yo le respondí que sí, Y ERA MENTIRA!!!
Y todos los días mamá me volvía a preguntar: ¿recibiste hoy tu porción de comida? Y yo seguí mintiéndole a mi mamá día tras día, durante dos años. Seguro que comí algo, las sobras que me traían mis compañeros de sus casas, pero eso no era lo que me preguntaba mi mamá, y sobre esta gran mentira yo vengo a confesarme frente a ustedes, compañeros míos!!!
El viento seguía, también la lluvia, y las personas reunidas en la cubierta estaban mojadas hasta los huesos. Todos sintieron algo especial en la confesión del más joven de los alumnos del Gaon. Nadie pudo imaginar como este joven llegó a alcanzar una perfección tal en el precepto de “Tzedaka”(caridad), resignarse a recibir durante dos años la única porción diaria de comida!, solamente para que sus hermanitos no pasen hambre con su pequeña porción de pan y para que su madre pueda seguir trabajando de forma que su padre continue estudiando Tora. Y además de la Tzedaka, asociamos el precepto con el de “Teshuva”. ¿Quién puede suponer que necesitamos hacer una confesión por una mentira de esta clase? Y aquí tenemos, a nuestra vista, un muchacho que aprendió de sus padres cuánto vale la vida eterna frente a la vida pasajera, y que llega a tal meticulosidad para llorar por una mentira que hizo por la Tora y por hacer favores!!!
Después de la Tzedaka y la Teshuva, qué bien vendría ahora la Tefila. Había en todos los presentes un temblor de santidad. Cuando el muchacho terminó su confesión, se levantó el rab Misokolov, elevó sus manos hacia el cielo, y dijo:Ribono Shel Olam, en el primer día de las “Selijot” nosotros decimos (no textualmente) a Hakadosh Baruj Hu que probablemente nuestros pecados son muchos, pero, nos apoyamos en Tu Bondad, mira cuántos problemas y sufrimientos tenemos cada día, y si no alcanzan con los nuestros, también miramos y nos preocupamos por los de nuestros semejantes. Corremos y corremos, y pasamos, Baruj Hashem, infinidad de pruebas. Por eso, no nos juzgues solamente por nuestras malas acciones, sin contemplar los obstáculos que atravesamos contínuamente... Por eso, yo te pido, Bore Olam, fijate sobre qué pecado este hombre se confiesa, ¡haz algo por él si no lo haces por nosotros!!!
En ese instante sucedió algo increible. Cuando rabi Israel terminó su tefila, un rayo de luz atravesó las nubes y el viento dejó de soplar. Paró la lluvia, las nubes se dispersaron y el día pasó a ser soleado. Y el barquito continuó su viaje hasta llegar a un puerto seguro.
Imposible describir el “Kidush Hashem” que hubo allí. Los pasajeros no iehudim que estuvieron contemplando la reunión, la extraña exposición del alumno y los ruegos de rabi Israel hacia el Bore Olam, entendieron que había una relación entre la Tefila y la salvación que se produjo en un abrir y cerrar de ojos. Todos vieron el acercamiento entre rabi Israel y Hakadosh Baruj Hu: el iehudi dijo unas palabras y Hashem detuvo la tormenta de inmediato.
Estudiamos, un poquito, qué es esto de la Teshuva, cómo sentir verdaderamente por las cosas que no hicimos del todo bien. Puede ser que este sea un caso muy especial, donde el pecado fue algo casi intangible. En cambio, nosotros, tenemos cosas un poquito más graves, que habremos hecho durante el año, podemos arrepentirnos con soltura y con el corazón, con la esperanza de corregir nuestros caminos.
Vimos también qué es la Tzedaka. Que no se encierra exclusivamente en el dar dinero a un necesitado, sino que cualquier resignación en beneficio de nuestros compañeros se llama Tzedaka. Y nunca falta la oportunidad, el problema reside en que pensamos tanto en nosotros que nunca estamos disponibles para el prójimo.
Y ni hablar de la Tefila, no solamente las tres establecidas por nuestros Jajamim, sino que todo intento de hablar con nuestro Creador se llama Tefila.
Y los tres, Teshuva, Tzedaka y Tefila, transforman cualquier mal decreto...
Lekaj Tov.
Leiluy Nishmat Iejiel Mejl ben Nisn Arie z”l – León ben Isabel z”l
"Dijo Rabí Akiba: ` ¡Felices son ustedes, Israel! ¿Delante de quién se purifican y quién los purifica? Su Padre en el Cielo…´. `Hashem es la Mikve de Israel´.[1] Así como la Mikve purifica al impuro, así también Hashem purifica a Israel´”[2]. Cuando la persona se sumerge en una Mikve, su inmersión debe ser completa, no puede tener en ninguna parte de su cuerpo algún objeto o sustancia que interfiera entre el agua y su piel. Hashem es la fuente de purificación del Pueblo de Israel, siempre y cuando el Pueblo esté completamente apegado a Él y reconozca dentro del corazón que no hay otro más que Él.
En Yom Kipur la persona debe procurar “aislarse” fuera de este mundo material para sumergirse y apegarse únicamente a Hashem. Este apego puede lograrse sólo en un estado de unidad. Así como Hashem es Uno, también la persona que se apega a Él debe poseer en su interior un estado de unidad. Cuando recibimos la Torá en el Monte de Sinaí, está escrito que: Israel acampó allí (en singular), frente a la montaña.[3] Estaban todos parados como una sola persona, con un solo corazón, en paz unos con otros. Si uno está en discordia con su prójimo, esto significa que el ego de uno está en primera plana, y en este estado es muy difícil establecer un contacto cercano con Hashem.[4]
Aushwitz fue uno de los más horribles campos de concentración. La mayoría de los que llegaban allá, eran seleccionados, los que eran fuertes y sanos, eran mantenidos vivos por algún tiempo para trabajar como esclavos. Cuando estaban demasiado débiles para continuar eran asesinados cruelmente. Entre los trabajadores, había un grupo de niñas judías. Sus cuerpos eran débiles, pero su voluntad era tan fuerte como el hierro. Las amenazas de sus capataces “nazis” no pudieron disminuir su lealtad hacia Hashem. Una de las niñas dio aviso que Yom Kipur se aproximaba, a pesar de su debilidad física, estaban decididas a ayunar. Esto era lo que la Torá ordenó y ellas se mantenían aún fieles a la Torá. Ellas reunieron coraje para acercarse a su supervisora. La mujer era una guardia de la SS sin una pizca de benevolencia humana, una de las niñas se dirigió a ella diciendo: “La semana entrante, nosotros los judíos observaremos Yom Kipur. Para nosotras, es uno de los días más sagrados del año. Nos gustaría que nos dé permiso para ayunar en este día, como siempre lo hemos hecho”. La supervisora las miró con su odio habitual y les respondió: “Entonces, ustedes cerdas sucias, ¡Todavía creen en adherirse a su necio camino judío! Sólo por haberse atrevido a solicitarme un pedido así, debería mandar a matarlas a todas. Permítanme que les advierta, niñas. Ayunen si lo desean, pero las estaré observando cuidadosamente la semana próxima. Si alguna de ustedes se desmaya o demuestra alguna debilidad durante su trabajo en Yom Kipur, ¡será ejecutada en el mismo lugar! Veamos cómo su D-os puede ayudarlas esta vez”.
Pasaron los días, Yom Kipur llegó, la supervisora llegó a la formación y anunció la tarea del día. Lo que pedía era físicamente más exigente que cualquier trabajo que habían realizado antes. La mujer disfrutaba gustosamente mientras veía la angustia que se reflejaba en las caras de las inocentes niñas. Ella estaba segura que para poder seguir con vida, tendrían que comer aunque fuera Yom Kipur y de esa forma resultarían ser débiles e infelices, tal como lo los nazis deseaban. Para asegurarse que sus órdenes se llevarían a cabo, la mujer ordenó que llevaran al lugar de trabajo, las raciones de comida del día, estas eran más grandes y contenían cosas que las niñas no habían disfrutado durante meses. En cualquier otro día hubieran saltado por el espectáculo. Obviamente, estaban desnutridas y necesitaban la comida desesperadamente. Pero ese día, no probaron ni un bocado. Simplemente miraron la comida y luego desviaron la mirada. La supervisora esperó que su voluntad se quebrara pero las niñas se mantuvieron fuertes. Simplemente salieron a trabajar como de costumbre. “¡Más vale que terminen de cavar esa zanja para cuando yo regrese”, gruñó, “de lo contrario esa será su sepultura!”. Las niñas comenzaron a cavar con venganza. Le demostrarían a ella; le revelarían la fibra de la que están hechos los judíos. Hicieron el agotador trabajo y se ayudaron unas a otras. Cuando una se debilitaba, las otras inmediatamente, iban en su ayuda. Estaban unidas en el servicio de Hashem. Finalmente, la supervisora regresó, esperando ser la última en reír. Lo que vio, en cambio, fue una zanja completamente cavada y un grupo de niñas agotadas pero triunfantes, sonriéndole. Todo lo que pudo decir fue: “Regresen a sus cuarteles”. Luego se marchó. Las niñas sonrieron con orgullo. Sus cuerpos pedían comida a gritos, pero la victoria era de ellas. A través de su ayuno y su apego a Hashem, demostraron que su voluntad era más grande que la de su enemigo, que las leyes de la Torá eran más fuertes que cualquier otra fuerza en el mundo.[5] La opresión solo saco lo mejor de ellas…. La unión, la fraternidad y el trabajar unidos con un solo propósito en la vida: SERVIR A NUESTRO CREADOR. © Musarito semanal
.“La hermandad posee una fuerza enorme, pero sólo si esa hermandad está dirigida al Cielo”.[6]
CAPAROT
Pregunta: Es preferible observar esta costumbre exclusivamente con una gallina o es posible cumplirla con dinero?
Es una costumbre difundida en todas las comunidades de Israel efectuar los caparot –expiaciones- degollando una gallina para cada integrante de la familia. Se lleva a cabo lacapará de los varones por medio de un gallo, y por cada mujer de la familia una gallina. Cuando pasa la gallina alrededor de la cabeza se acostumbra a pronunciar la siguiente fórmula: Ze halifatjá -esto es en cambio tuyo-, ze temuratjá –esto ocupa tu lugar- veze caparatjá –esto es para tu expiación-; si realiza la capará sobre si mismo dirá: Ze halifatí, ze temuratí veze caparatí.
Es costumbre practicar los ccaparot durante los Aseret Yeme Teshubá –diez día de contricción que median entre Rosh Hashaná y Quipur
Sin embargo el Rashb”a –Rabí Shelomó ben Adret s. XIV- escribe en una de sus responsas (cap. 395) sobre la costumbre de practicar los caparot la víspera del día de Quipur, he comprobado que se trata de algo común en nuestra ciudad, así como otro tipo de prácticas que asemejan costumbres paganas según mi entender. Y he rechazado esta costumbre definitivamente, encomendando anularla. Y aún cuando he oído que le preguntaron a Rab Hay Gaón y respondió que se trata de una costumbre adquirida, de todas formas he impugnado la misma. Asimismo Mara”n (R. Yosef Caro z”l) en su Shuljan Aruj adoptó la opinión del Rashb”a y dictamina que es necesario anular esta costumbre. Así lo dictaminan elPeri Hadash y otros comentaristas.
De todas formas, Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, escribe que teniendo en cuenta que esta costumbre se halla muy difundida tanto entre las comunidades ashkenazitas como sefaraditas, y siendo que es opinión de los Gueonim –sabios del s. X- conservar esta costumbre y así sostienen muchas otras grandes autoridades rabínicas, es posible conservarla. Especialmente en la actualidad que suelen realizar las caparot con dinero (o sea el valor de una gallina) el cual se entrega a los necesitados, en cuyo caso probablemente incluso el Rashb”a arriba mencionado aceptaría esta práctica, pues ya no se asemejaría a los usos paganos.
Aún así, es preciso poner especial atención a la shejitá –degüello ritual- y realizar la misma por medio de un shojet –matarife ritual- experto, para no invalidar la misma. De todas formas, es asimismo válido cumplir con la costumbre de los caparot con dinero, pasándolo alrededor de la cabeza como se lo hace con el ave y pronunciando la misma fórmula, agregando este dinero será destinado para la Tzedaká –caridad- y yo seré inscripto en los libros de la vida y la prosperidad. Y así solía hacerlo Rabbenu Ovadiá Yosef, Shlit”a, durante muchos años.
Podemos agregar a esto, que nuestros maestros los mekubbalim –cabalistas- se explayan sobre las bondades de esta costumbre cuando se practica con gallinas específicamente, pues ello produce expiación en el alma del hombre, llamado en hebreo gueber, de la misma forma en que se denomina al gallo. Incluso nuestro santo maestro el Haarí z”l escribió en forma positiva sobre las caparot que se realizan con un gallo exclusivamente, por lo tanto es sumamente importante observar esta costumbre exclusivamente con gallinas. Incluso nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, aún cuando por años solía practicar las caparot con dinero, la última víspera de Quipur cambió esta costumbre y realizó las caparot con un gallo e incluso propició esta costumbre y así lo indicó a sus allegados y familiares, instándolos a que realicen las caparot exclusivamente con gallinas o gallos. Por ello, la persona que puede cumplir con esta costumbre con gallos o gallinas que posteriormente se entregarán –o su valor- a los necesitados, es muy adecuado que lo hagan para expiación de su alma.
No es necesario explayarnos en este contexto sobre la magnitud de la prohibición de hacer sufrir un animal, incluso el Talmud, tratado de Babá Metzia 32ª, Shabbat 154ª, y el Shuljan Aruj, sección Hoshen Mishpat 272 sostienen que es una prohibición de la Torá y es de suma gravedad pues crea una dura fiscalización celestial sobre el hombre. Por ello es necesario ser muy cuidadoso con las aves que se destinan a las caparot y no permitir que mueran o sufran de alguna forma, por lo que debe observarse esta costumbre en un lugar apropiado en el que se pueda realizar la shejitá correctamente con la correspondiente supervisión. Y no permitir que sobre un ave se realicen varias caparot, como suelen hacerlo algunos embaucadores.
De no contar con la posibilidad de llevar a cabo esta costumbre en forma adecuada, indudablemente se debe preferir cumplirla con dinero y no con el ave, y el Eterno en su infinita bondad expiará nuestros pecados.
LA VISPERA DE QUIPUR
Está escrito en la Torá: Y afligiréis vuestras almas el noveno del mes, al atardecer,significa esto que la noche del diez de Tishri aplica la obligación de ayunar. Preguntan nuestros sabios (Talmud 8ª) sobre la expresión utilizada por la Torá el noveno del mes al atardecer, hubiese sido más apropiado escribir la noche del diez y de esa forma entenderíamos que es obligatorio ayunar todo el día décimo, pues según la Torá el día continúa a la noche, como en el caso del Shabbat que a partir del anochecer del viernes comienza la santidad del Shabbat.
Responden nuestros sabios que esta expresión es debida a que la Torá considera que aquella persona que come el noveno día de Tishri –víspera de quipur- como si ayunó el noveno y el décimo. Y es apropiado abstenerse de cualquier tipo de trabajo la víspera dequipur para poder comer libremente. Y quien realiza trabajos la víspera de quipur no verá de ellos frutos.
Al respecto fueron esgrimidos distintos motivos. El Ro”sh, explica que en su amor por el pueblo de Israel, el Eterno le encomendó ayunar el día diez de Tishri para expiar sus pecados, y asimismo como expresión de amor por Su pueblo le encomienda comer la víspera para poder soportar el ayuno. La obra Shibule Haleket escribe que por el contrario, el hecho de comer más abundantemente la víspera, genera más hambre en la persona y de esa forma da cumplimiento a lo encomendado en el versículo: Y afligiréis vuestras almas. Un motivo adicional escribe la obra Sefat Emet, y es que al comer y beber el hombre se halla más dispuesto emocionalmente y por lo tanto se disculpará con su compañero.
Nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, escribe que también las mujeres se hallan incluidas en este precepto de comer en abundancia la víspera de quipur, pues aún cuando se trata de un precepto limitado en el tiempo, mitzvat asé sheazeman gueramá, de los cuales la mujer está exenta, de todas formas teniendo en cuenta lo que escribiera el Ro”sh arriba citado, que el precepto de comer la víspera está dirigido a ayudar al hombre con el ayuno y siendo que la mujer está asimismo obligada a realizar el ayuno, debe comer la víspera para reunir fuerzas ante el ayuno del sagrado día.
La víspera de quipur se acostumbra realizar la plegaria de MInha a primera hora de la tarde, y cada persona, ya concluyendo la amidá, después de la frase yhiu leratzon final, debe pronunciar el Vidduy, o sea el arrepentimiento oral por los pecado cometidos, como está editado en la mayoría de los libros de oraciones. Posteriormente se dirigirá a su casa para realizar la última comida previo al ayuno. Es preciso comenzar las cinco aflicciones de quipur, el ayuno de comida y bebida, calzar calzados de cuero, relaciones maritales y bañarse (es un precepto de la Torá comenzar estas abstenciones unos minutos previos a la caída del sol; es apropiado hacerlo un cuarto de hora antes de la puesta del sol)
Es un precepto encender luminarias en honor al día de quipur, y la mujer debe pronunciar la bendición correspondiente que se aparece en los libros de oraciones (Asher kiddeshanu….lehadlik ner shel yom haquipurim). No debe la mujer pronunciar la bendición de Sheeheyanu para el encendido de las velas de quipur sino después de quitarse el calzado de cuero, pues al pronunciar esta bendición de Sheeheyanu inmediatamente asume la cinco aflicciones y por lo tanto no puede calzar calzado de cuero.
Se acostumbra vestir el Talit antes de la caída del sol para poder bendecir sobre el mismo (no está permitido pronunciar la bendición después de la caída del sol) y se realizan todas las plegarias del día de quipur con el Talit para lograr mayor concentración.
LEYES REFERENTES AL DÍA DE QUIPUR
Todas las personas mayores deben ayunar el día de Quipur, incluso las embarazadas y parturientas, a menos que su situación personal se lo impida. De todas formas es necesario consultar una autoridad en halajá que indique cómo proceder correctamente, ya que no se debe actuar en forma indiscriminada incluso si se desea asumir una conducta estricta y ayunar cuando no debe hacerlo, ya que esto pondría en peligro la vida o la integridad física de la persona y la sagrada Torá nos enseña que los preceptos fueron entregados para “vivir con ellos” y no para morir por su causa, como está escrito: Y vivirás con ellos. Incluso ante una situación dudosa es preciso abstenerse y guardar la saluda. Cuando nuestro maestros Rabi Ovadia Yosef, Shlit”a, se desempeñaba como rabino principal de Tel Aviv y posteriormente, solía visitar los hospitales para interiorizarse de aquellos enfermos cuya situación era delicada y no podían ayunar, para convencerlos de que no ayunen. Y citaba lo escrito por el Radba”z (Rabí David Ben Zimra z”l s. XV) quien escribe que la persona que se niega a recurrir al médico aduciendo que él confía en D-os, es un tonto piadoso pues la Torá autorizó a los médicos a curar a los enfermos y por lo tanto la persona debe proceder según las reglas de la medicina tras consultar una autoridad halájica competente.
Existen personas cuya enfermedad se controla por medio de medicamentos y por lo tanto no representa un peligro el ayuno, sin embargo el abstenerse de tomar la medicación sería de hecho peligroso. En estos casos es preciso consultar una autoridad halájica que indique cómo debe conducirse. Esta situación es común entre personas que toman medicación psiquiátrica; estos trastornos en ocasiones pueden definirse como enfermedades de peligro para la halajá.
Las personas que deben comer en Quipur pueden hacerlo normalmente sin restricción ya que ningún precepto de la Torá puede oponerse a la salud de la persona. Sin embargo, en general no es preciso comer de una sola vez una gran cantidad de comida y se puede tomar bocados de hasta 30 gs. En sólidos y 40 gs. en líquidos haciendo pausas entre cada bocado de diez minutos, tanto entre los sólidos como éntre los líquidos. Y en la víspera de Quipur debe preparar los bocados o las porciones de 30 gs. así como un utensilio para medir los 40 gs. de líquidos. A este efecto puede servir una mamadera o tetero de niño.
Está prohibido bañarse o lavarse el día de Quipur, incluso introducir un solo dedo en agua está prohibido. De todas formas, la prohibición alcanza sólo el lavado que se realiza por placer, por lo tanto si debe lavarse pues se ensució con barro, etc. puede hacerlo ya que no se trata de un lavado de placer. La inmersión en una “mikve” –baño ritual- se halla prohibida el día de Quipur.
En la mañana debe realizar la “netilat yadaim” sólo hasta los nudillos, vertiendo agua tres veces como lo hace habitualmente y pronunciar la bendición correspondiente “al netilat yadaim”.
No se debe lavar la cara el día de Quipur, a menos lo haga para higienizarse, por ej. si se le acumuló lagaña en los ojos, en este caso puede lavarse para eliminar la suciedad. La persona delicada que de no lavarse la cara se siente incómoda y debe necesariamente hacerlo, puede lavarse. Los ashkenazim son más estrictos al respecto y no autorizan el lavado de la cara a menos que lo haga para higienizarse.
LEYES REFERENTES AL DÍA DE QUIPUR
Es necesario según lo establece la Torá agregar unos minutos al sagrado día de Quipur en su salida. Por lo tanto la persona debe actuar con piedad y no interrumpir el ayuno inmediatamente sino esperar unos minutos. De hecho, lo ideal es esperar el tiempo requerido por Rabbenu Tam z”l (nieto de Rash”i) quien exigía 1 hora y doce minutos, como ya vimos esta opinión oportunamente, la cual es avalada por la mayoría de las grandes autoridades de los primeros tiempos.
De todas formas, las personas ancianas o enfermas, las embarazadas o parturientas que no pueden esperar todo este tiempo, pueden interrumpir el ayuno pasados veinte minutos de la puesta del sol.
Es oportuno señalar que grandes autoridades rabínicas en su ancianidad, entre ellos nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, esperan el tiempo estipulado por Rabbenu Tam y no se apresuran a comer con la rapidez de los niños que escapan de la escuela, sino respetan la santidad de este día tan especial.
Se debe pronunciar la “habdalá” en la salida de Quipur sobre un vaso de vino pero no se pronuncia la bendición de “besamim” –aromas-. Si se pronuncia la bendición “meore haesh” –sobre la creación del fuego- pero la misma debe recitarse sobre un fuego o vela que haya permanecido encendido desde la víspera de Quipur o de un fuego que se obtuvo de otro que permaneció encendido todo Quipur. En caso de no poseer un fuego que haya permanecido encendido no se pronunciará la bendición de “meore haesh”. La costumbre es encender una vela de larga duración, como las que se encienden en el Yortzait para que permanezca encendida hasta la salida de Quipur.
En cuanto a la bendición de “besamim”, la cual como aclaramos no debe pronunciarse, incluso este año 5772 que el día de Quipur acontece en Shabbat no se pronuncia la bendición de “besamim” a la salida del mismo. El motivo de ello, es que nosotros bendecimos sobre los aromas en la salida del Shabbat para reanimarnos por la salida del espíritu adicional que nos acompañó día de Shabbat, sin embargo en Quipur, aún cuando acontece en Shabbat no gozamos de tal espíritu adicional ya que nos hallamos en ayuno. Por este motivo no bendecimos los aromas en la salida de Quipur y así lo legisla Maran (Shuljan Aruj cap. 624 inc. 3), y así lo dictamina Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a (Jazon Ovadia 384).
Explica nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit”a, que aún cuando el día de Quipur que acontece en Shabbat en realidad poseemos dicho espíritu adicional, pues recitamos la plegaria de “nishmat kol jai” la cual hace referencia al espíritu adiciona del Shabbat, de todas formas existe distintos niveles de estos espíritus adicionales y el que no acompaña en Shabbat es superior al que lo hace en Quipur ya que nos hayamos sumido en el ta´anit –ayuno-.
Es una conducta meritoria comenzar la construcción de la Suca en la salida de Quipur. Sobre esto está dicho: Vaieleju mejail el jail –e iréis de un precepto a otro- .
Es un precepto comer y beber adecuadamente en la salida de Quipur. El Midrash señala que al salir Quipur un eco celestial proclama: Ved, comed gorduras y bebed dulzuras que el Eterno ha aceptado tus plegarias.
Se acerca Iom Kipur y, como todos los años, leeremos una de las historias más llamativas del Tana”j: la odisea del profeta Ioná ben Amitái. Dado que los Sabios eligieron esta lectura como la más apropiada para uno de los momentos más delicados del año, debemos intentar entender el significado que nos quiere transmitir. Comencemos, entonces, relatando la historia y luego la podremos analizar.
Ioná era uno de los más célebres profetas de Israel. Vivía en la época de Ieravam ben Ioash, rey de Israel (en aquellos tiempos, el pueblo judío estaba dividido en dos reinos: Israel y Iehudá), durante la era del 1er Bet HaMikdash. Ioná era alumno de Elishá, discípulo del profeta Eliahu (Elías) y había sido el encomendado de ungir a Iehú, abuelo de Ieravam para reemplazar a la contumaz dinastía de Omrí. Corría alrededor del año 3105 (645 antes de la era común). Los Sabios identifican, además, a Ioná con el niño resucitado por el profeta Eliahu (Melajim 1 cap.17), lo cual acredita su nombre “ben Amitái”, pues se ratificó (Emet) en este hecho la autenticidad de la profecía de Eliahu..
Ioná recibió una orden Di-vina: ir a Ninevé, la capital del imperio asirio y advertirle a su población acerca de su inminente destrucción, como consecuencia de su nefasta conducta (robaban, calumniaban a la gente, blasfemaban a D”s...)
Ioná no quiso ir. ¿Por qué? Los resultados de esta misión eran previsibles: si la gente de Ninevé se arrepentiría y corregiría su comportamiento, esto se convertiría en una obvia recriminación en contra del pueblo judío, quien seguía firme en su obstinada manera de pecar. Dado que Ioná no quería participar de esta evidente imputación en contra de los hermanos judíos a quienes amaba profundamente, decidió fugarse. (Obviamente, la exigencia Di-vina hacia los judíos es inmensamente superior que los requerimientos demandados a los asirios. Sin embargo, la analogía podía darse, dejando mal parados a los judíos). En las palabras de los Sabios: “Ioná demandó el honor del hijo - Israel, por encima del honor correspondiente al Padre -D”s (Mejilta 28).
Ioná emuló de este modo la actitud de Moshé Rabeinu quien, a su vez, ofreció ser borrado del texto de la Torá antes que permitir que el pueblo de Israel fuese destruido por el pecado del becerro de oro.
Había una razón adicional a su intento por desoír el pedido de D”s. Previamente Ioná había sido enviado a Ierushalaim (capital del reino sureño de Iehudá) para llevar un mensaje similar de advertencia. El mensaje había sido escuchado y obedecido. Ierushalaim se salvó (Pirke d’Rabi Eliezer). Sin embargo, en aquella oportunidad los necios habían acusado a Ioná de ser un profeta falso (alarmista, fanático, exagerado, ortodoxo, etc.), “demostrando” su tesis de fantasía con los hechos que no se habían consumado de acuerdo al vaticinio de Ioná. (La verdad es que si una profecía de amonestación no se cumple en la práctica, esto no establece la falacia del profeta, pues podía ser que la reparación moral de la gente tornó innecesario el castigo). Ioná quería evitar una nueva acusación de tal índole, pues sentía que sería un agravio hacia D”s, (cuando la gente cree que apercibe y no cumple). Ioná, como Moshé, no quería convertirse en un instrumento que derivara en un Jilul HaShem (profanación del Nombre de D”s).
Pero... ¿acaso es posible escaparse de D”s? Evidentemente no.
Ioná quería eludir la profecía. Sabiendo que el nivel espiritual fuera de Israel es inferior al de la tierra de Israel, Ioná razonó que saliendo de Eretz Israel, D”s no le hablaría más y quedaría exento de cumplir con esta controvertida misión. Se dirigió hasta el puerto de Iafo y pagó por una embarcación que lo alejara de su tierra, de sus hermanos y de la propia profecía. Esta acción no fue la acertada a pesar de las nobles intenciones de Ioná, quien incurrió así en la prohibición de retener la profecía (Talmud Sanhedrín 89.)
Mientras navegaba hacia Tarshish, se levantó una tormenta que azotaba precisamente el sitio por donde pasaba la embarcación, haciendo peligrar al barco y a su gente. Mientras Ioná se acostó a dormir, la tripulación comenzó a invocar a sus dioses sin resultado. Al notar que la tempestad no era habitual, hicieron una lotería para determinar quien era el responsable. El sorteo cayó sobre Ioná. Éste dio a conocer su identidad hebrea, su creencia en D”s “del Cielo y de la Tierra” y el motivo de su culpa. Los marineros se asustaron y le pidieron que les dijera qué deberían hacer para salvarse del temporal. Ioná les respondió que el mar se calmaría únicamente si lo arrojaban al mar. Los tripulantes quisieron evitar llegar a esto e intentaron infructuosamente acercar el navío hacia la orilla (sentían que estaban frente a una persona sagrada). Sin embargo, al ver que sus esfuerzos eran en vano, rogaron a D”s que no los culpara por lo que estaban por hacer. Tomaron a Ioná y lo echaron al agua, tras lo cual el mar se calmó. Maravillados, los marineros se convirtieron al judaísmo y prometieron hacer lo mismo con sus familias (Pirke d’Rabi Eliezer 10).
Un pez designado por D”s tragó íntegro a Ioná quien permaneció en la panza del pez durante tres días. Ioná no estaba muy cómodo dentro del pez y compuso allí un himno a D”s en el cual se arrepintió de su acción. El pez despidió a Ioná en la orilla y Ioná volvió a recibir la temida orden: “Ve a Ninevé y adviertele”.
Ioná fue. Ninevé era una gran metrópoli que requería tres días para caminarla de punta a punta. Ioná anunció a todos que la destrucción era inminente (las palabras textuales son: “y Ninevé ‘nehefejet` = se transformará”, la misma palabra utilizada respecto a la destrucción anterior de Sodoma, pero que en este caso alude a lo que realmente sucedió finalmente, pues los habitantes de Ninevé modificaron su actitud). La gente escuchó a Ioná y se estremeció. Avisaron al rey, quien mandó la orden de ayunar, de vestir ropa de duelo y de corregir sus malas acciones, dando él mismo el ejemplo. “D”s observó su proceder que se habían apartado del mal y no destruyó a Ninevé”.
Se había cumplido lo que Ioná había temido. Ninevé se había salvado, mientras Ioná permanecía a un borde de la ciudad, en una cabaña que había construido, para contemplar los acontecimientos. Ioná estaba tan enfurecido por el curso de los eventos que pidió morir. Se sentía impenitente por estar cuestionando la postura de D”s respecto a Ninevé y esto le causaba una terrible angustia (Alshij). D”s sólo le respondió: “¿tanto disgusto te trae?” e hizo crecer imprevistamente un árbol de kikaión (algunos identifican este árbol con un ricino) que poseía un follaje frondoso y protegió a Ioná del sol recalcitrante. Ioná se alegró considerablemente con esta inesperada fortuna. Sin embargo, al amanecer del día siguiente, D”s envió un gusano que atacó al Kikaión dejando a Ioná desguarnecido frente al viento cálido y el sol ardiente. Ioná volvió a sentirse decepcionado y reiteró su súplica a D”s objetando que no quería vivir más. A lo cual D”s le respondió: “Tu te lamentas por el Kikaión que no te esforzaste por él ni lo plantaste, que en una noche apareció y en una noche se perdió - ¿y yo no mostraré sensibilidad hacia Ninevé, una ciudad tan grande con tanta población (120.000 niños inocentes y aun más adultos)?”
El libro de Ioná termina aquí. No nos cuenta más. Lo que pasó con Ioná personalmente no lo sabemos. El Ialkut Shimoní (parte del Midrash) dice que Ioná cayó sobre su rostro en aquel momento y respondió: “(D”s!) conduce a tu mundo con el atributo de la misericordia, tal como está escrito: ‘de D”s dependen la misericordia y el perdón’”.
Hasta aquí la historia ¿Cuáles son las enseñanzas?
La Mishná en Ta’anit cuenta que cuando en Israel escaseaba la lluvia, se decretaban ayunos sucesivos para pedir clemencia de D”s. En estas ocasiones, el anciano del pueblo hablaba a la población y le observaba que en Ninevé no dice: “y D”s observó su ayuno”, sino: “y D”s observó “su proceder que se habían apartado del mal”. El objetivo no es el ayuno (si bien, obviamente lo debemos cumplir), sino el cambio que debe generar en nosotros. Ayuno sin Teshuvá (arrepentimiento - remordimiento) es un acto estéril.
Asimismo, los Sabios califican la Teshuvá (contrición) como un “acto engañoso” (Talmud Ierushalmi Ta’anit 2:1). ¿Qué significa esto? ¿No dice, acaso, (Pirkéi dRabi Eliezer) que los habitantes de Ninevé estaban cercanos (fáciles de influenciar) a la Teshuvá?
Para responder a esta pregunta, debemos entender que la Teshuvá puede funcionar en varios niveles. Lo más habitual es que una persona se asuste de las consecuencias directas de una acción (p.ej., fumar), y que esto le sirva como disuasivo para alejarse del hecho. La Teshuvá de Ninevé perteneció a esa categoría. Por lo tanto sus habitantes corrigieron sus acciones externas, devolvieron lo que habían robado, etc. (Meshej Jojmá, Pinjás). Sin embargo, no se modificó su cosmovisión que trajo aparejado el pecado y que quedó latente en su ser íntimo para volver a incurrir en él. Su proceder fue el resultado del miedo de la amenaza de destrucción (Bet Elokim). Si bien para Ninevé, que no goza de la Mitzvá de Teshuvá constante como los judíos, esto puede ser suficiente, no es el caso respecto a Israel. Por consiguiente, la consecuente demanda recriminatoria a Israel temida por Ioná, seguía en pie: si Ninevé era capaz de una Teshuvá, si bien periférica, tanto más se esperaba de Israel que logre una Teshuvá total! (Rabbi Noson Scherman en la introducción a Ioná – Artscroll)
Por último. Veamos cómo continuó la historia. Ninevé se salvó. Asiria (cuya capital era Ninevé) pasó a convertirse luego en “la vara de D”s” mediante la cual castigaría al reino norte de Israel y a otras naciones e inquietaría a la ciudad de Ierushalaim (que a última hora se salvó). Al final, Asiria cayó al igual que todos los imperios que fueron decadentes moralmente. ¿Les sirvió la Teshuvá? Sólo para salvarse en el momento. Si la Teshuvá hubiese estado acompañada de un proyecto espiritual para el futuro, Asiria hubiese cumplido otro rol distinto, más sensible, al de ser los verdugos de la humanidad. La Teshuvá momentánea repitió la actitud de Kaín, la de Ishmael, hijo de Abraham (cuando estaba muriéndose de sed en el desierto) y otros que se alejaron transitoriamente de sus pecados. No tuvieron un efecto duradero. Tal como sucedió con Ninevé, D”s responde a la Teshuvá de la gente y le brinda nuevas oportunidades dándole más vida. Esto no garantiza que los beneficiarios de la bondad Di-vina utilizarán esta benevolencia correctamente....
Frente a esta historia, nos debemos preguntar: ¿qué naturaleza tiene nuestra actitud en Iom Kipur? ¿es superficial como la de Ninevé o es firme y durable? ¿llega a la esencia de nuestro ser modificando nuestra visión y acción en su conjunto? ¿tenemos proyectos valiosos para el futuro?
Gmar Jatimá Tová
Daniel Oppenheimer
La oración de Neila: En cada fiesta rezamos la tefila de Arvit, Shajarit, Musaf y Minja, y en Iom Kipur se agrega la tefila de Neila, al final del día. Cuando el sol se pone y la noche se aproxima se cierran los portones del cielo o las puertas del Beit Hamikdash y el Santo Bendito Sea firma el veredicto del juicio. Nos dirigimos a D's bendito sea y pedimos: "ábrenos las puertas en el momento final".
Al concluir la tefila de Neila el jazan proclama, y el público detrás de el, "Shema Israel H' Elokenu H' ejad" - Escucha Israel, el Señor es nuestro D's, el Señor es Uno - . Se recita tres veces "Baruj shem kvod maljuto leolam vaed" - Bendito sea su nombre, su gloria y su reino eternamente - . Y siete veces "H' hu aelokim" - H' es nuestro D's, luego se toca el shofar para recordar el son del shofar de Iom Kipur en el año del jubileo (Leví tico 25). Este sonido se realizaba en sus comienzos para devolver la libertad a los esclavos judíos y devolver las tierras vendidas a sus dueños. Tocamos el shofar con la esperanza que todas las diásporas de Israel vuelvan a su tierra, "y volverán sus hijos a las fronteras".
TZIKU LE SHANIM RABBOT VE NEIMOT!!!
Que ameriten vivir muchos años de Vida buena!!!
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