miércoles, 3 de agosto de 2011

TISHA BE AB 5771

בס"ד

http://www.mesilot.org/esp/images/9av_main.gif

PARA ESTE TISHA BE AV, EJA Y KINOT (LAMENTACIONES Y LIBRO DE REZOS DE SUPLICAS) PARA TISHA BE AV SEGUN EL RITO SEFARADI DESCARGALO EN:

http://www.mediafire.com/file/jzknzexywibgwjm


* Meguilat Eja en Español en formato Pdf
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=1h5VQGVODJKOuL7go3pVXQ4CZl8a4_n2CCmLc5OQQaTm4QCSuZ3vwBzcpc2wM&hl=es

El ayuno comienza en Bogota: El lunes 08 de Agosto las: 18:11 PM
Termina el Martes 09 de Agosto a las: 18:32 PM

El ayuno comienza en Barranquilla:
El lunes 08 de Agosto a las: 18:22 PM
Termina
el Martes 09 de Agosto a las::18:43 PM

El ayuno comienza en
Cali: El lunes 08 de Agosto a las: 18:19 PM
Termina
el Martes 09 de Agosto a las:18:40 PM

LECTURA DE LA TORAH SHAJARIT:

Devarim (Deuteronomio) 4:25-40

Haftarah:

Yirmeyahu (JeremiaS) 8:13 – 9:23

LECTURA DE LA TORAH MINJA:

Shemot / Éxodo 32:11-14

Haftarah:

Ieshaiahu (Isaías 55-56)


Tishá BeAv y sus oraciones

(Selección extraída del libro "Shulján Aruj", Recopilación de leyes prácticas, © Jerusalem de México)

1. La víspera de Tishaa Beav, después de la oración de Min-ha, al acercarse la puesta del sol, se toma la última comida que precede el ayuno, llamada Seudá Mafseket. Se come un solo guisado (según la costumbre, lentejas), pero puede saciarse de él.

2. Todo el tiempo que no decidió empezar el ayuno, puede seguir comiendo hasta la puesta del sol.

3. Al mediodía, o antes de la hora de Min-há, puede tomar una comida nutritiva, con varios platos a su gusto, pero sin carne ni vino.

4. En la Seudá Mafseket, cada uno come en un sitio aparte sin reunirse como de costumbre para no estar obligados a decir Zimún (bendición cuando se reunen 3 o mas personas). De todas formas, se suprime el Zimún aun si se sientan en grupo de tres personas para comer.

5. El guisado único de la Seudá Mafseket puede ser acompañado con verduras y frutas crudas, así como de bebidas, como café, té, etc.

6. Si la víspera de Tishaa Beav cae en Shabat, a salida de Shabat no se hace Havdalá. Se dice tan solo la Berajá Boré Meoré Haesh sobre una vela. A la salida de Tishaa Beav se dice Havdalá sobre el vino, resumida a dos Berajot: Boré Peri Haguefen y Hamavdil Ben Kodesh Lehol

Tishaa Beav - Las prohibiciones

1. Las abstinencias que marcan el ayuno de Tishaa Beav son las siguientes: está prohibido comer, beber, lavarse, friccionarse con perfumes, calzar cuero y tener relaciones conyugales.

2. Todas estas abstinencias se aplican tanto a la noche como al día. El ayuno empieza a partir de la puesta del Sol.

3. La obligación de ayunar incumbe a todos, aun a mujeres embarazadas o las que amamantan. Sin embargo, personas enfermas, aun sin gravedad, están exentas; pero no comerán hasta saciarse, sino lo que el cuerpo necesita."

4. Si Tishaa Beav cae en Domingo, como fue mencionado más arriba, sólo se dice Havdalá a la salida de Tishaa Beav. Sin embargo, el enfermo que come en Tishaa Beav dirá la Havdalá antes de comer.

5. No se debe enjuagar la boca en Tishaa Beav.

6. Está prohibido lavarse tanto con agua fria como con agua caliente, si es por razón de confort personal, pero si se ensuciaron las manos, la cara u otra parte de¡ cuerpo, se puede lavar la parte sucia.

7. Al despertarse por la mañana se hace Netilat Yadayim como está prescripto, con la diferencia que no se vierte agua sobre toda la mano, sino tan sólo sobre los dedos. Estando aun los dedos húmedos puede frotar con ellos los ojos. Si los ojos están legañosos, puede lavarlos como de costumbre.

8. Al lavar la vajilla, se pueden mojar las manos, siendo que la intención no es lavarse.

9. Está prohibido calzar cuero. Todo otra clase de calzado está permitido. Si atraviesa calles donde viven no judíos, puede calzar zapatos de cuero, pero se los quitará enseguida que llegue a la sinagoga o a la casa.

10. Se puede lavar o friccionar bebés como de costumbre.

11. Se prohibe estudiar la Tórá en Tishaa Beav, porque la Ley regocija al corazón. Está permitido estudiar textos tristes, como los relativos a la destrucción del templo o a temas de duelo.

12. No se saluda en Tishaa Beav, pero si nos saludan podemos responder en voz baja. Se prohibe enviar regalos en Tishaa Beav.

13. Hay que abstenerse de oler perfumes en Tishaa Beav. No se fuma en público.

14. No se viste trajes hermosos, aun usados.

15. El ayuno de Tishaa Beav, y sus abstinencias duran desde la puesta del sol de la víspera hasta la caída de la noche a la salida del 9 de Av.

16. Se acostumbra no trabajar hasta mediodía, para no distraer el espíritu del duelo por la destrucción del Templo. Nuestros Sabios dijeron que de todo trabajo efectuado durante Tishaa Beav aun después de mediodía, no obtendrá ninguna ganancia, si se concentra en él y distrae su espíritu del duelo.

17. La noche de Tishaa Beav y la mañana, hasta mediodia, se acostumbra sentarse solamente en el suelo o, si le es dificíl, sobre un banquito bajo.

18. Es preferible no pasear en Tishaa Beav pues podría distraerse y olvidar el duelo. Se debe evitar conversaciones que causarían risas y bromas.

19. Después de mediodía, se puede preparar la comida para la noche.

20. El Templo fue incendiado el 9 de Av y siguió quemándose durante todo el día 10 de Av durante el cual se observa algunos signos de duelo. La costumbre es no afeitarse ni comer carne antes del 10 de Av a mediodía. Pero si el 9 de Av cae en Shabat y Tishaa Beav fue aplazado al Domingo, se vuelve a lo normalidad desde el lunes por la mañana, 11 de Av, con la anulación de todas estas abstinencias. Asimismo, si el 10 de Av cae el viernes, desde el amanecer estas abstinencias cesan en honor del Shabat.

Las oraciones

1. La noche de Tishaa Beav, se encienden pocas luces en la singagoga. Se pone al revés elParojet (la cortina que cubre el Hejal, arca santa) y durante el dia a la hora de Min-há se endereza.

2. La noche de Tishaa Beav, en el momento en que el Hazán anuncia el número de años transcurridos desde la destrucción del Templo, se apagan todas las luces, dejando sólo una vela encendida.

3. No se pone Talet y Tefilín en la oración de Shahrit, sino sólo para Min-há.

4. Las oraciones de Tishaa Beav son las mismas que las de los días laborables a las cuales se añade en Arbit y Sha-hrit la lectura de Kinot, cantos de lamentaciones sobre la destrucción y el exilio, así como la lectura de Meguilat Eijá, el libro de lamentaciones, seguida de Veaata Kadosh

5. En Shahrit, se intercala en la Amidá antes del final de la Berajá Shomea Tefilá, la oración de los dias de ayuno: Anenu. No se dice Tahanún. Se saca el Sefer Torá y se lee un trozo especial de circunstancia: Ki Tolid Banim (Deut. 9, 25-40) sin levantar el Sefer Torá(Hagbaha) de antemano. Se lee luego una Haftará, tambien de circunstancia: Asof Asifem. Después de volver el Sefer Torá al Hejal, se lee de nuevo Meguilat Ejá.

6. Para la oración de Min-há, se colocan de nuevo los bancos en la sinagoga para sentarse normalmente. En la Amidá, aparte de la oración de Anenu, se intercala en la Berajá de Boné Yerushalayim una oración especial: Nahem, por la consolación de los enlutados de Sion y por la reconstrucción de Jerusalén y de su Templo. La Hazará de la Amidá va seguida de la mención de versículos de consolación, prediciendo el esplendor futuro de Israel.

La hora de Min-há es el momento en el cual el fuego fue prendido en el Templo. Si cabe expresarse así, D-s vertió entonces su ira sobre maderas y piedras. Esto era precisamente la señal que el pueblo sería preservado; por lo cual es éste justamente el momento del consuelo. Nuestros Sabios dijeron (Talmud Taanit 30) que aquellos que se enlutan por Jerusalén, (por su Templo en estado de destrucción) tendrán el mérito de ver el esplendor futuro de Jerusalén y de Israel. Así dijo el profeta: (Isaias 66,l0): "Regocijaos con Jerusalén... participad en su alegría, vosotros que os enlutáis por ella"

Otras Leyes de Tishá Beav

A diferencia del resto de los ayunos públicos del año, el día de Tishá Beav se asemeja a Iom Kipur (el Día del Perdón), en el hecho de que nos sólo está prohibido comer y beber sino que en Tishá Beav también está prohibido lavarse, untarse con cremas y aceites, utilizar calzado de cuero y mantener relaciones matrimoniales. Aquí sólo escribiremos las leyes relativas al ayuno del Nueve de Av; respecto de las leyes pertenecientes al día de Iom Kipur véase en el lugar apropiado.

Lavado: Respecto de la prohibición de lavarse, está prohibido bañarse, ducharse o cualquier tipo de lavado sin importar si se hace con agua caliente o fría. Sin embargo, solamente está prohibido el lavado que es por placer, pero si se necesita remover alguna suciedad del cuerpo, está permitido lavarse sólo aquella parte del cuerpo que se ensució, y si es necesario, incluso con agua caliente y jabón. Asimismo, está permitido lavarse, si necesita hacerlo para efectuar alguna curación.

Por lo tanto, al despertarnos por la mañana, debemos lavarnos las manos (netilat iadáim) tres veces alternadamente - como hacemos todo el año - mas debemos tener cuidado de que el agua llegue solamente hasta el final de los dedos y no a toda la mano. Así también, quien desee rezar o haya tocado su calzado o algún lugar de su cuerpo que generalmente está cubierto, puede lavarse las manos hasta el final de los dedos. Está permitido lavarse con agua las lagañas de los ojos al levantarse por la mañana, pero de ser posible, solamente deben ser lavadas con la humedad que quedó en las manos después del secado posterior a la netilat iadáim de la mañana.

Quien deba preparar los alimentos que serán consumidos al finalizar el ayuno, y para eso debe enjuagar las frutas o las verduras antes de cocinarlos, por cuanto que no es un lavado por placer, tiene permitido hacerlo.

Aceites y Cremas: Cuando hablamos acerca de la prohibición de untarse el cuerpo con aceites o cremas, al igual que en la prohibición de lavarse, esto se refiere sólo a aceites o cremas que se usan únicamente por placer. Por eso, está prohibido maquillarse en Tishá Beav así como también ponerse brillo o reforzador sobre las uñas, o usar perfume. Está permitido usar desodorante antitranspirante y también se puede untar sobre el cuerpo algún elemento para alejar a los mosquitos.

Pero cuando la persona necesita untarse algún aceite o crema por razones de salud, esto está permitido. Por consiguiente, alguien que tiene una quemadura o una lastimadura sobre su piel puede ponerse alguna crema para curarla, o quien tenga sus labios resquebrajados por la sequedad, puede ponerse vaselina o algo similar para que se curen.

Calzado de Cuero: En Tishá Beav está prohibido usar cualquier calzado que esté hecho de cuero o recubierto de cuero, pero cinturones de cuero pueden ser usados.

* * *

Además, por cuanto que Tishá Beav es un día de duelo, existen otras prohibiciones que incluyen también la disminución de placeres en este día.

Estudiar Torá: Puesto que estudiar Torá le trae placer espiritual a la persona, está prohibido en general el estudio de Torá en este día. De todas formas, está permitido estudiar en Tishá Beav textos referentes a la destrucción del Templo o al duelo. Por eso, está permitido estudiar el libro de Ejá (Lamentaciones), el libro de Iob (Job), las leyes de duelo, etc. También pueden ser estudiados libros de cuentos sobre Sabios de Israel o de musar (ética) - cuando no están basados en versículos del Tanaj (Biblia) o en las palabras del Talmud - ya que a través de ellos la persona se despierta hacia el arrepentimiento.

Cómo Sentarse: Otras costumbres de duelo incluyen no sentarse en lugares más altos que 24 cm. por encima del suelo, pero después del mediodía, esta prohibición no rige. De todas formas, quien por razones de salud le cuesta mucho cumplir esto puede sentarse normalmente, ya que no lo hace por placer.

El Saludo: Por cuanto que en el día de Tishá Beav todos estamos de duelo, está prohibido saludar a otra persona, pero si alguien nos saludó está permitido contestarle el saludo, si no se hace en forma eufórica. De todas formas, es bueno enseñarle a quien nos haya saludado en Tishá Beav acerca de esta prohibición.

Labores y Trabajos: A diferencia de shabat y los demás días de fiesta, Tishá Beav es un día totalmente hábil y por eso está permitido en él encender la luz, tocar dinero, viajar en auto, etc., pero respecto de dedicarse a la profesión o al trabajo de cada uno, en la mayoría de los lugares del mundo la costumbre es abstenerse, a menos que esto conlleve una pérdida de capital.

10 de Av: A pesar de que después de la finalización del ayuno todas las cosas que explicamos hasta ahora están permitidas, por cuanto que, principalmente, el Templo de Jerusalem fue quemado el día diez de Av, es bueno no comer carne y tomar vino en este día.

Los Rezos de Tishá Beav

La Cortina del Arca: Respecto de las costumbres de duelo en el bet haknéset (sinagoga), la costumbre es que la cortina del Arca es quitada, pero en varios lugares se acostumbró que en lugar de esto, la cortina es corrida completamente hacia el costado descubriendo así el Arca. De todas formas, en una sinagoga que no será utilizada en Tishá Beav no es necesario hacer esto.

Iluminación: También se acostumbró a no encender velas en honor del Bet Haknéset, y a reducir la luz en las sinagogas. Sólo se encienden velas para leer, pero si esto no es cómodo para las personas, se puede encender luz eléctrica de acuerdo a la necesidad.

La Tefilá: El jazán dirige los rezos en una voz baja y doliente para recordar así que la Presencia Divina se ha apartado del Templo Sagrado. Luego se lee el libro de Ejá (Lamentaciones) por la noche y también después de la lectura de la Torá de la mañana. Este libro consiste en una descripción de la destrucción de Jerusalem y el Primer Templo, y fue escrito por el profeta Irmiahu (Jeremías). Después de cada servicio (en la noche y en el día) se recitan "kinot" (poesías de lamentaciones).

La Lectura de la Torá y Haftará: Por la mañana se lee en la Torá un fragmento del libro de Devarim (Deuteronomio 4:25 - 40), que contiene la profecía referente al exilio a causa de la iniquidad de Israel. Luego se lee la haftará en el libro de Irmiahu (Jeremías 8:13, 9:1-23), que describe cómo será la desolación de Jerusalem. Por la tarde, se lee la Torá en el libro de Shemot (Éxodo 32:11-14), seguido por la haftará de Ieshaiahu (Isaías 55-56).

Tefilín: Por cuanto que los tefilín son denominados "gloria" hay quienes acostumbran no colocárselos en shajarit (el rezo de la mañana). Pero en minjá (el rezo de la tarde), puesto que algunas restricciones de duelo son levantadas, los tefilín deben ser colocados.

Amidá: En la amidá se deben intercalar en los lugares indicados en los sidurim (libros de oraciones) los rezos: "najem" (consuela) y "anenu" (contéstanos). La birkat hacohanim (la bendición de los sacerdotes) es recitada sólo en minjá y no en shajarit.

Además, al finalizar Tishá Beav se acostumbra recitar el kidush halevaná (la bendición por el nuevo mes).

"D'os destruirá a la muerte para siempre, borrará las lágrimas de todos los rostros y hará que Su pueblo no sea avergonzado nuevamente…"

(Ieshaiahu - Isaías - 25:8)

http://www.judaismohoy.com/article.php?article_id=990



EL CONSUMO DE CARNE A PARTIR DE ROSH HODESH AB



Afirma el Talmud (Ta´anit 26b) que decretaron nuestros sabios que en laseudá hamafseket -última comida previa al ayuno- no se debe consumir carne ni beber vino así como no se deben comer dos comidas diferentes, por ej. arroz y huevo. Y aún cuando el Talmud prohíbe el consumo de carne exclusivamente en la comida previa al ayuno, se difundió la costumbre de abstenerse de comer carne a partir de Rosh Hodesh Ab hasta el diez del mismo. Esta costumbre ya está citada en las obras de los gueoním y los rishonim -primeros grandes comentaristas- y se generalizó en todo Israel. A estos efectos no existen diferencias entre la carne de res o de ave. Incluso comidas cocinadas con carne de cualquier tipo están prohibidas estos días pues contienen el sabor de la carne. Pescados no se hallan incluidos en la prohibición.

Los ashkenazim por un lado se abstienen de consumir carne incluso el día de Rosh Hodesh, sin embargo los sefaradím sí consumen carne el día de Rosh Hodesh mismo. Por otro lado, los sefaradím no consumen carne incluso todo el día 10 de Ab, sin embargo los ashkenazím lo hacen a partir del mediodía.

El Shabbat Hazon, o sea el Shabbat previo al 9 de Ab, está permitido consumir carne en la comida sabática, e incluso el viernes está permitido probar la comida del shabbat para determinar si le falta sal o condimentos, etc. Algunas opiniones sostienen que incluso sin que medie ninguna necesidad se pueden probar el viernes las comidas del Shabbat, pues de acuerdo a la opinión de los mekubbalim -autoridades de la Cabbalá- es de suma importancia probar esta comida. Escribe nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit"a, que se puede asumir esta opinión, sin embargo quien se abstiene convoca sobre sí la bendición.

Escribe nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit"a, que las sobras de la comida sabática pueden ser consumidas motzae shabbat, o sea la salida del Shabbat en la seudá reviit, -cuarta comida sabática que se lleva a cabo el sábado por la noche-. E incluso los que comen los restos de comidas del Shabbat durante esta semana tienen en quien apoyarse. Los pequeños que no alcanzaron la edad de bar mitzva pueden consumir libremente las comidas de carne del Shabbat durante esta semana (a condición de que no se cocine para Shabbat una cantidad exagerada de manera que reste para la semana). Los niños más pequeños, que no comprenden la dimensión del duelo de esta semana, pueden consumir carne libremente e incluso se puede cocinar para ellos comidas con carne.

Los enfermos, aún cuando no presenten peligro de vida pueden consumir carne esta semana, lo mismo que la parturienta durante los treinta días posteriores al parto. También aplica esto para la mujer que está amamantando y el abstenerse de comer carne puede debilitarla y consecuentemente debilitar a su hijo, puede comer carne. También la mujer embarazada puede comer carne esta semana si siente cierta debilidad. Sin embargo, cualquier otra persona que consuma carne esta semana, está trasgrediendo un decreto rabínico lo cual es de suma
gravedad.

EL DIA DE TISHA BEAB

Durante el día de Tisha BeAb -9 de Ab—están prohibido cinco cosas, a sAber: Comer y beber, calzar calzado de cuero, relaciones maritales, lavarse y ungirse (utilizar cremas, aceites, etc.). Asimismo está prohibido estudiar Torá este día, pues esto regocija a la persona. Se debe estudiar el libro de Yob o las profecías de Yrmiá sobre la destrucción del Templo, los Midrashim alusivos a la destrucción, leyes sobre el duelo, etc. Asimismo está permitido estudiar obras de Musar que aleccionan a la persona sobre cómo comportarse y rectificar su conducta.

La víspera de Tisha BeAb se debe comer hasta la caída del sol, a partir de entonces comienzan a regir las cinco Abstenciones arriba citadas.

Está prohibido lavarse el día de Tisha BeAb tanto total como parcialmente, con agua caliente o con agua fría, incluso introducir un dedo en el agua está prohibido. Por ello, la mañana de Tisha BeAb debe realizar la “netilat yadaim” –lavado ritual de manos- como lo hace hAbitualmente pero vertiendo agua sólo hasta los nudillos de la mano y pronunciar la bendición. Lo mismo aplica para el lavado de manos al salir del baño.

No debe lavarse la cara en la mañana al despertar sino pasarse la mano húmeda o suavemente mojada por los ojos para eliminar la lagaña. Si hAbitualmente se lava la cara y no hacerlo lo hace sentir incómodo, podrá lavarse la cara. La novia durante los primeros treinta días a partir de su boda puede lavarse la cara normalmente para no deslucirse ante su marido.

Aún cuando en las leyes concernientes al ayuno del 17 de Tamuz escribimos que la persona puede cepillarse los dientes si realmente lo necesita, teniendo la precaución de no tragar restos del lavado y no introducirse en la boca 80 ml. de agua de una sola vez, en tisha beAbno aplica esta autorización, a menos que posea halitosis –mal aliento- y esto lo afecta ciertamente, entonces podrá cepillarse agregando otra condición a las ya citadas, y es que mantenga la boca hacia Abajo para evitar tragar agua. Los motivos de cada uno de estos dictámenes escapan a este contexto.

Ante la pregunta de qué hacer si olvidó preparar ropa lavada para la semana de tisha beAb¿puede utilizar ropa lavada esta semana, o aún así no puede hacerlo?

Al respecto escribe en la obra Lehem Hapanim en nombre del gran erudito de Lublin, que en este caso puede colocar la ropa sobre la tierra –piso no cubierto- durante una hora y así la prenda se considerará una ropa no lavada. Sobre esto escribe nuestro maestro RAbí Ovadia Yosef, Shlit”a, que de hAber olvidado preparar ropas para esta semana podrá proceder de esta forma.




¿Por qué se destruyó Jerusalem?

Dijo Rabí Ula: Se destruyó Jerusalem porque la gente perdió vergüenza el uno del otro. (Shabat 109)

El primer Templo, ¿por qué se destruyó? Por tres cosas: Idolatría, perversión sexual y derramamiento de sangre.

¿Pero el Segundo Templo? En ese tiempo los judíos se ocupaban de estudiar Torá y cumplir las mitsvot! ¿Por qué entonces fue destruido? Porque había odio gratuito. (Yomá 9a).

Vivía un hombre muy prominente en Jerusalén quien tenía un amigo y un enemigo. El nombre de su amigo era Kamtza, y el nombre de su enemigo era Bar-Kamtza. Su gran afecto por su amigo Kamtza era sólo igualado por su intenso odio por su enemigo Bar-Kamtza.

Un día este hombre hizo una gran fiesta a la cual invitó a todos sus amigos.
No olvidó a su amigo Kamtza al cual envió a su sirviente con una invitación personal. Sin embargo, con todo el fervor del momento, el sirviente se confundió y despachó la invitación a Bar-Kamtza.

El anfitrión estaba sorprendido de encontrar a su enemigo Bar-Kamtza en la fiesta.

"Tú sabes que te odio, " le gruñó el anfitrión. "¿Por qué viniste?"
"Lo siento", respondió Bar-Kamtza. "Pensé que querrías reconciliarte. No me imaginé que tu sirviente había cometido un error. Sin embargo, dado que ya estoy aquí, déjame quedarme para no pasar la vergüenza de verme arrojado a la calle. Te pagaré gustoso por lo que coma o beba en la fiesta."
"No, no te tendría por nada en el mundo. Fuera."
"Por favor, te pagaré por la mitad del costo del total de la fiesta..."
"¡Fuera!"
"Te pagaré por el total de la fiesta..."
"¡FUERA!"

Al vacilar Bar-Kamtza, el anfitrión lo aferró y lo arrojó fuera de su casa.

Bar-Kamtza pensó, "Habían algunos eruditos ahí, y sin embargo nadie protestó en contra de este acto vergonzoso. No merecen vivir. Me vengaré de todos ellos..."
Entonces Bar-Kamtza fue a Roma e hizo una acusación falsa en contra de sus hermanos judíos frente al Emperador Romano.

"¡Los judíos se han sublevado!", le dijo.
"No te creo. ¡Pruébalo!", lo desafió el emperador.
"Envía a un becerro para ser sacrificado en el Templo por tu bienestar y verás que los judíos se negarán a ofrecerlo."

"Muy bien. Llévate uno de mis mejores becerros a Jerusalén inmediatamente."

En el camino, Bar-Kamtza le hizo una pequeña herida al becerro en su labio. Ese defecto menor no era considerado significativo para los romanos, pero para los judíos hacía al animal inadecuado para ser sacrificado.

Cuando el Emperador vio que su sacrificio había sido rechazado, decidió enviar un ejército para sofocar la "sublevación" y destruir la Tierra de Israel.

Hasta aquí el relato.

Dijo rabí Iojanán: ¿Cuál es el significado del versículo que declara: "Feliz el hombre temeroso, pero el obstinado se perjudicará "? (Mishlei 28:14)

El temor suele causar que se olvide la Torá y también las faltas de la generación.

Sobre el pasaje de la guemará traído aquí, preguntan los sabios llamados Tosafot (Cf. Guitín 55b, s.v. ashrey...), estudiamos en el capítulo "el que ve" (Berajot 60a) lo siguiente: "vió a aquel hombre que tenía miedo, entonces le dijo: "tú eres un pecador", pues se ha dicho: "tienen miedo en Sión los pecadores" (Yesh. 33:14) (1). Sobre el versículo este cuestiona la guemará a partir del pasaje en Miss ley: "Feliz el hombre temeroso", concluyendo finalmente que este último versículo hace referencia al temor de olvidar el estudio de la Torá, es decir como una "preocupación" de no olvidar lo estudiado, siendo este temor lo que lo lleva a repasar constantemente. Posteriormente, los sabios explicaron la conexión del versículo con el relato siguiente de la forma que es citada por ellos en el texto de la guemará (1).

No obstante, aun cabe preguntar que era posible explicar el versículo de Miss ley, como referente a alguien que se apoya en su bondad y perfección ética, como si esto le permitiera avergonzar a otros, entonces ¿por qué lo explicaron como referente al estudio de Torá? Podemos responder que en verdad no hubo desde un principio ninguna pregunta (2), ya que ciertamente en aquel momento eran pecadores, ya que si no hubieran pecado - el Templo no hubiera sido destruido, y a causa del pecado es necesario tener temor que tal vez sean castigados, como lo declara el versículo: "tienen miedo en Sión los pecadores". Por lo tanto la explicación del versículo, "Feliz el hombre temeroso", ciertamente se refiere al estudio de la Torá, trayendo aquí una prueba de lo anterior, del mismo modo que debe temer de olvidar el estudio de la Torá, así debe temer por lo pecados de una generación cuando vea que ellos son pecadores, en esos momentos debe preocuparse que no se desencadenen actos fatales, cuidándose de no caer en conductas proclives a ser castigadas.

(1) Si así explicamos este versículo, es decir que ese refiere a la preocupación de no olvidar los estudios de Torá, se nos presenta la cuestión de su conexión lógica con el resto del relato, en especial debido a que este pasaje es comentado a través de un historia dentro de la cual no cabe la preocupación por olvidarse de estudiar Torá. Por lo tanto, se agrega además que se refiere a lo positivo de temer por las posibles desgracias, y la preocupación de no cometer actos que puedan llevar a resultados fatales, para lo cual la guemará relatará la destrucción del Templo, como comprobación de lo anterior. Es decir, este versículo se refiere al temor de no olvidar el estudio de Torá y a la preocupación por las eventuales desgracias, siendo que sólo descarta el temer en vano.

(2) No hay pregunta, es decir no hay ninguna dificultad lógica en entender el porqué la guemará en Berajot explicó el versículo de Mishlei con respecto al estudio de la Torá, a pesar que en la guemará Guitín se estudia el versículo con respecto al relato de Bar Kamtza, ya que a partir del tema del estudio de la Torá se puede llegar a la causa de la destrucción del Templo, como explica Maharal más adelante.

No cabe, no obstante preguntar, qué relación existe entre la preocupación por el pecado y el hecho de temer por el posible olvido del estudio de la Torá, como para traer incluso prueba de él. En verdad la comprobación es correcta, debido a que ambos conceptos tienen un mismo motivo. Ya que lo que se le declaró a aquel hombre: "tú eres un pecador", fue por que toda persona que alberga dentro de él un sentimiento de miedo es un síntoma que es un pecador o alguien carente de integridad. Su personalidad no está entera como consecuencia de una falta, del pecado, por ende el tiene miedo. Aquello que es una integridad, a causa de esta característica esencial de completitud no es proclive a la destrucción, por lo tanto sólo tiene miedo aquel que no es íntegro, siendo alguien así proclive a la destrucción (1). Así cuando observó a aquel que tenía miedo le dijo: "tú eres un pecador", porque el pecador es alguien no completo, alguien carente de integridad (2), proclive a la destrucción. Allí en la guemará Berajot, cuestionan del versículo: "Feliz el hombre temeroso", tomando el temor desde un ángulo positivo y explicando el pasaje con referencia al estudio de la Torá; ya que la Torá es imposible para el hombre adquirirla en completitud, pues los conceptos que la componen son fácilmente olvidados.

(1) La persona que tiene miedo posee una personalidad contraria a aquel que confía en HaShem, ya este último es como un recipiente completo y fuerte, que no necesita tener miedo de un posible rompimiento, mientras que un recipiente débil tiene miedo de quebrarse debido a su fragilidad. (Netiv HaBitajón, 1,2 231b)

(2) En muchos lugares Maharal explica que el concepto "pecado" significa "falta, carencia".

La explicación de lo anterior radica en el hecho que el ser humano es un cuerpo material, mientras que los conceptos de la Torá son una adquisición intelectual, constituyendo un sistema diferente al sistema material, por lo tanto el ser humano no puede adquirirlas completamente. Así hemos estudiado en Jaguigá (15a) que los conceptos de la Torá son difíciles de adquirir y muy fáciles de olvidar; de tal modo entendemos que hayan explicado el versículo de "Feliz el hombre temeroso”, como referente al estudio de Torá, ya que el hombre no tiene en la Torá una adquisición completa, y por algo así le es apropiado temer. Por consiguiente, el versículo no se estudia con respecto al pecador, ya que comienza diciendo "feliz", apelativo no apropiado al pecador. De todos modos, se trae una comprobación de aquí que el hombre debe temer por el hecho de no ser íntegro, completo, es decir pecador, y entonces cabe temer de la posible destrucción. Así, en aquella época que no eran personan íntegras, completas, sino que pecadores, debían los justos de aquel tiempo temer de los pecados de su generación.

Como conclusión, se trae aquí una comprobación que es propio tener miedo de los pecados de la generación, como se declara: "Feliz el hombre temeroso", que trata del estudio de la Torá, sobre lo cual es apropiado temer, del mismo modo es apropiado temer por los pecados de la generación.

El asentamiento en la tierra de Israel depende de tres conceptos.

Cabe preguntar, ¿por qué la destrucción de estas tres ciudades ocurrió por separado? ¿Por qué no fueron destruidas todas cuando se decretó la destrucción de Ierushalaim? (1) Así también podemos cuestionar, ¿por qué Tur Malka fue destruida por un hecho trivial como un gallo y una gallina?; ciertamente a una ciudad importante como Tur Malka no le ocurrían hechos fortuitos o casuales. Del mismo modo, el costado de una carreta por lo cual fue destruida Beitar no es una casualidad. Cuanto más cabe entonces preguntar lo mismo con respecto a Ierushalaim, siendo que era la ciudad de la santidad fue destruida por la confusión de nombres entre Kamtza y Bar Kamtza, lo cual en verdad no es un hecho casual.

(1) El Maharal hace depender las otras dos ciudades de Ierushalaim, ya que ésta es la metrópolis principal siendo las otras secundarias a ella. Por ende, la destrucción de Ierushalaim es la destrucción del Templo, siendo este el corazón de la creación del cual recibe el impulso vital, por lo tanto cuando el corazón es dañado todo es dañado. Todo el tiempo que el Templo estaba construido representaba una protección sobre la tierra de Israel entera.

Debemos entender que lo expresado por lo sabios, sus conceptos e ideas tienen muchísima profundidad. Cuando el pueblo de Israel habitaban dentro de su tierra, el asentamiento en ella se expresaba de tres modos, el primero y más importante de todos era el hecho que la presencia de HaShem estaba presente entre ellos, no habiendo asentamiento mayor que éste, ya que en momentos en que la presencia divina se encontraba entre ellos, no hay duda que recibían bendiciones de rocíos y de lluvias, estando la supervisión de HaShem sobre la tierra de Israel desde el principio del año hasta su fin, como se declara: "la tierra que HaShem demanda" (Devarim 11.12). El segundo, consiste en la cantidad de habitantes que había entonces en la tierra, la cual era muy grande. El tercero, se representa por el hecho que el asentamiento en la tierra de Israel se realizaba en ciudades fortificadas. Estos tres puntos son el asentamiento en la tierra; el primero que ella no esté abandonada como un yermo, y esto ocurre cuando la presencia divina se asienta en ella; lo segundo lo constituye la abundante población; y lo tercero cuando la población de la tierra habita en ciudades grandes y fuertes.

Estos tres conceptos que expresan el asentamiento óptimo dentro de la tierra de Israel están explícitos dentro de la Torá, como se declara: "observarán la tierra cómo es... si el pueblo es fuerte o débil, si son muchos o pocos" (BeM. 13:18) - lo que hace referencia a la cantidad de población. Luego nos agregan los versículos, "cómo es aquella tierra, si es buena o mala, cómo son sus ciudades, a campo abierto o amuralladas" (Ibíd. 13:19) - esto se refiere a las ciudades. Así lo que declaró el versículo al comenzar "si es buena o mala", se explica con respecto a la cualidad del suelo, si progresará con sembrados y huertos, lo cual es lo fundamental para el asentamiento en la tierra. Finalmente la Torá reitera "cómo es esta tierra, abundante...", lo que indica si la presencia y la bendición de HaShem están presentes en ella. Por lo tanto, cuando fue destruido el asentamiento judío en la tierra de Israel, se destruyeron estos tres principios, uno detrás del otro. En un principio cayó Ierushalaim y la presencia divina se retiró, entonces desde que el Templo fue destruido no hubo bendición agrícola dentro de la tierra. Sobre este tema no es necesario extenderse ya que los sabios declararon en la guemará (Sotá 48a) que las bendiciones relativas a la productividad agrícola provenían del servicio en el Templo. Después cayó Tur Malka, y allí se encontraba una gran cantidad de habitantes, como encontramos que setenta ciudades tenía el rey Janeo, como se declara en la guemará (Guitín 57a). Se llama Tur Malka [el monte del rey], ya que al rey le es apropiado que tenga gran cantidad de súbditos, pues "el esplendor del rey lo hacen sus muchos súbditos" (Miss ley 14:28). Luego cayó Beitar, que era ejemplo de una ciudad fuerte y poderosa, por este motivo la denominan "la metrópolis de Beitar" (Guitín 57a); aquel lugar que era Beitar fue destruido y arado.

La guemará enseña por lo tanto que cada una de estas ciudades fue destruida por el tema esencial que representaban, y así por el odio gratuito cayó Ierushalaim. El Templo en Ierushalaim hacía que todo el pueblo se transformara en una sola persona, por el motivo que había dentro de él un solo altar, por esto mismo estaba prohibido que cada uno construyera un altar propio [Cf. Meguilá 10a]. Por lo tanto, cuando hubo separación entre ellos, este lugar se destruyó, pues había sido construido para manifestar la unidad de Israel y el odio gratuito de Kamtza llevó a la destrucción del lugar y de la ciudad.

"Por ese motivo como el odio gratuito destruyo el Templo de Ierushalaim, el mismo será construido por El amor gratuito."

Rab Berl Schtudiner





PERASHA DEBARIM:

"El sentido del ayuno"

Nos encontramos a pocos días de un nuevo aniversario de la fecha más trágica de la historia judía: el nueve de Ab, en donde acontecieron sucesos tales como la destrucción del primer y segundo Bet Hamikdash, se decretó sobre la generación del desierto que no ingresaría a la tierra de Israel, se produjo la caída de la ciudad de Betar en donde murieron miles de Iehudim, se decretó la expulsión de los judíos de España, entre tantos otros tristes acontecimientos de la historia de nuestro pueblo. Es normal escuchar y observar cómo las naciones del mundo celebran sus fechas gloriosas: victorias en guerras o aniversarios de la independencia. Desfiles militares, las banderas en lo alto, feriados nacionales y reuniones protocolares en los lugares más importantes de cada nación, son algunas de las maneras más tradicionales para celebrar estos festejos. Pero ¿quién escuchó que alguna nación recuerde un día trágico en donde se perdió una guerra o se soportó un terrible sufrimiento o más aún en donde el pueblo fue al exilio? Por el contrario, estos hechos tratan de ser borrados de los libros de historia de esas naciones para no dejar recuerdo alguno de sucesos tan desagradables.

El pueblo judío tiene otra óptica. A lo largo de casi dos mil años, un pueblo desterrado por todos los confines del mundo, el día nueve de Ab ayuna y se reúne en sus templos para recordar el colapso, la derrota, el destierro y la destrucción de sus templos sagrados. Más aún, las leyes y jurisprudencias relativas a esa fecha, comienzan con tres semanas de anterioridad, en donde se suspenden casamientos y fiestas. Para disminuir en alegrías, no se escucha música y las prohibiciones aumentan hasta llegar a no comer carne ni afeitarse o cortarse el pelo en los días previos al ayuno del nueve de Ab. Sólo el pueblo judío que celebra sus festividades con amor recuerda sus fechas aciagas, también con amor. ¿Cómo es posible? La explicación es lógica. A diferencia de otras naciones que celebran sus éxitos pensando que ellos mismos fueron los artífices de la victoria por el poderío bélico y estrategia militar perfecta utilizada, el pueblo de Israel observa en todos los sucesos la mano de Hashem, como decimos en la Tefilá de todos los días: "Tuya es Di-s la grandeza y el poderío, la gloria, la eternidad y la magnificencia, porque todo lo que hay en los cielos y en la tierra Tuyo es; Tuyo es el reino, Tú estás por encima de todos los jefes; la riqueza y la gloria proviene de Ti y Tú dominas todo; en Tu mano está la fuerza y el poder; en Tu mano está el engrandecer y dar fuerza a todo".

En una oportunidad en la que Napoleón había salido a inspeccionar a su pueblo, los Iehudim recordaban tristemente la fecha del 9 de Ab. Al ver a los judíos sentados sobre el suelo, llorando y recitando lamentaciones con velas en sus manos, Napoleón preguntó a su ayudante cuál era el motivo de tanta angustia. Cuando le explicaron que los judíos lloraban por un suceso que había acontecido hace casi dos milenios, el comentario de Napoleón fue: "un pueblo que llora por una destrucción tan antigua, con seguridad que la construirá nuevamente". La fe del pueblo de Israel a lo largo de las generaciones, es la garantía de la pronta reconstrucción. Los mismos sufrimientos a lo largo de tantos años, son la señal de la redención que tanto aguardamos. El Talmud al finalizar Makot relata que luego de la destrucción del segundo Bet Hamikdash, los Sabios vieron cómo un zorro salía del Kodesh Hakodashim en ruinas y comenzaron a llorar. Ribi Akiba sin embargo sonrió. Todos le preguntaron: "¿por qué ríes?", su respuesta fue con otra pregunta: "¿por qué ustedes lloran?". Le respondieron: "en el lugar sobre el que está escrito "toda persona extraña que se acerque morirá" hemos visto salir un zorro, ¡no quieres que lloremos!". "Por eso sonrío" les respondió; "ya que el versículo une al profeta Uria, que vivió en la época del primer Bet Hamikdash y que había profetizado que Ierushalaim sería arrasado como un campo que se ara, con el profeta Zejaria, que vivió en los días del segundo templo y profetizó que ancianos y ancianas se sentarían en las puertas de Ierushalaim". Les dijo Ribi Akiba: "me alegré al ver que se cumplieron las palabras del profeta Uria, porque ello significa que también se cumplirán las palabras del profeta Zejariá". Los Sabios le respondieron: "Akiba, nos consolaste; Akiba, nos consolaste".

Al margen de lo que literalmente se entiende, Ribi Akiba les demostró que para alegrarse de verdad es necesario llorar previamente y para que Israel encuentre la redención era indispensable el destierro. Más aún, si los sufrimientos son mayores en ese destierro, la salvación se encontrará más cercana, porque el clamor del pueblo a Hashem es superior en esas circunstancias. El pueblo judío se compara a la paloma. Cuando Noaj envió a la paloma luego del diluvio para saber si las aguas habían bajado su nivel, la Torá atestigua en Bereshit 8: "Y no encontró la paloma reposo para la planta de su pata y volvió a él hacia el arca". En forma similar, si el pueblo judío hubiera encontrado tranquilidad en el destierro, no habría retornado a Hashem nuestro Di-s y se hubiese asimilado entre las naciones. Precisamente, los sufrimientos del destierro y de la destrucción, el ser perseguidos sólo porque somos el pueblo que Hashem bendijo, son la prueba más clara de nuestra unión con el Todopoderoso. Por eso es que el nueve de Ab recibe el nombre de "Moed" (fiesta), ya que en el dolor profundo del sufrimiento está implícita la alegría que nos aguarda.

Sobre el versículo de Ejá 1: "¡Cómo ha quedado solitaria la ciudad (Ierushalaim) que estaba llena de gente! ¡Cómo se ha tornado como si fuera una mujer viuda!", los Jajamim nos enseñan que se debe poner el acento en: "como una viuda" y no "una viuda" realmente. Los Sabios lo comparan con una mujer que su marido realizó una larga travesía, pero con idea de regresar hacia ella. Hashem no cortó su relación con el pueblo de Israel, su intención es posar su Shejiná sobre nosotros, pero nuestros pecados han formado una barrera que lo impide. Es cierto, los años de separación son muchos, pero debemos saber que Hashem regresará junto a la salvación del pueblo. La mujer recatada y correcta aguarda a su esposo a pesar del tiempo que transcurra. Sólo una mala mujer se cansa de esperar a su marido y lo abandona por algún nuevo cariño. También el pueblo judío se encuentra en una prueba similar. Lamentablemente, muchos hermanos no han podido soportar esa separación y cortaron el pacto eterno que Di-s nos entregó asimilándose entre las naciones. La prueba es difícil. Sufrimientos que no tienen una fecha prevista de finalización como sucede con este destierro tan amargo, son los más difíciles de superar. El Jafez Jaim escribe en nombre del Gaon de Vilna, que los días del destierro se comparan a un embarazo y la época del Mashiaj a los dolores del parto. Si hay embarazo debe haber nacimiento, sólo que algunas mujeres no pueden soportar ese proceso y abortan a sus criaturas. Nosotros confiamos en que el nacimiento llegará y que el Mashiaj vendrá. Debemos tener presente que mientras mayor sea el sufrimiento del destierro, es una señal de que la salvación está más cercana.

El Talmud en Guitin 58 relata que Ribi Iehoshua ben Janania fue a una ciudad de Roma y le informaron que un niño judío muy bello estaba prisionero en la cárcel. El Rab se dirigió a la puerta de la prisión y dijo la primera parte del versículo de Ieshaia 42: "¿Quién dio a Iaacob por despojo y a Israel a los saqueadores?". El niño respondió con la continuación del versículo: "Hashem fue, contra Quien hemos pecado". Ribi Iehoshua se sorprendió por la respuesta y predijo que ese niño en el futuro sería un gran sabio de Israel. Lo rescató pagando mucho dinero y su nombre fue Ribi Ishmael ben Elisha. ¿Cuál fue la grandeza del niño? ¡Sólo concluyó el versículo que el Rab había iniciado! Debemos entender que el niño con sus palabras, apuntó a la base de la visión del judaísmo. En esa época de tanta angustia y dolor en donde parecía que Hashem había abandonado a su pueblo, Ribi Iehoshua ben Janania le preguntó cuál era la causa de todo lo que sucedía. El niño podía responder con su propio idioma y criterio, quizás podía decir que el ejército enemigo era superior o que sólo se trataba de algo fortuito o circunstancial. Sin embargo, dijo: "Fue Hashem a Quien pecamos".

Es el mismo concepto que menciona el Jafez Jaim en su libro Mishná Berurá, cuando recuerda la obligación de ayunar en los días que los Jajamim estipularon: "el sentido del ayuno es para despertar los corazones y regresar al camino de la Teshuba. Recordar los malos actos de nuestros antepasados que son como los nuestros ahora y que fueron los que provocaron los sufrimientos. Por eso, toda persona debe reflexionar e investigar sus actitudes y corregir los pecados, ya que no es lo principal el ayuno, sino como está escrito con el pueblo de Nineve: "Y vio Hashem sus actitudes" (Iona 3). Los Sabios explicaron que Hashem no tomó en cuenta el ayuno sino las actitudes del pueblo de Nineve, ya que el ayuno es sólo el medio para poder llegar a la Teshuba. De la misma forma -continúa el Jafez Jaim- "quienes ayunan y dedican el día a paseos o cosas vanas, toman lo secundario y abandonan lo principal".

Debemos comprender que la Torá no busca con ninguno de sus preceptos molestar o hacer sufrir a la persona. Nuestro servicio a Hashem no incluye ningún acto de este tipo: no debemos caminar descalzos sobre el hielo en pleno invierno, tampoco insolarnos bajo el sol en el verano ni caminar sobre brasas encendidas o acostarnos sobre clavos como hacen los fakires. Por el contrario, la Torá reclama del ser humano la alegría en su servicio a Hashem: "Y te alegrarás con todo lo bueno que te dio a ti Hashem" (Debarim 26). Si este sentimiento no se encuentra, es motivo de maldiciones y persecuciones al pueblo que pueden llegar a lo peor: "por no haber servido a Di-s tu Hashem con alegría y buen corazón" (Debarim 28). El sentido del ayuno -al privar a la persona de una de sus necesidades básicas- es encontrar el medio que le permita someterse a la voluntad de Hashem, liberándose de las inclinaciones egoístas y personales. El corazón doblado, las manos débiles y las piernas que flaquean a consecuencia del ayuno, le permiten bajar la cabeza y encontrar la verdad. Hay quienes creen equivocadamente que el ayuno es el objetivo del día, pero no se dan cuenta de que sólo es un medio para alcanzar el verdadero fin: la Teshuba. Por el contrario, quienes equivocan el concepto pueden incluso llegar a consecuencias más negativas aún: continuar la senda de los pecados, profundizándolos cada vez más.

"Es un momento de aflicción para Iaacob y de ella vendrá la salvación" (Irmeiá 39). El profeta en el momento de la destrucción del templo, no mencionó que el sufrimiento era de Abraham o de Izjak, sino de Iaacob. Más allá de que el nombre de Iaacob refleja también al nombre del pueblo de Israel, existe otro sentido en el término "aflicción para Iaacob". Ninguno de nuestros Patriarcas sufrió tanto como Iaacob Abinu. Una aflicción tras otra lo acompañó en toda su vida: su hermano Esav lo quiso asesinar, Laban su suegro lo engañó cambiándole su pago, el ángel del mal peleó con él y sólo lo liberó luego de lastimar su pierna; su hija Dina fue llevada por Jamor ben Shejem; su esposa Rajel no podía tener hijos y finalmente su hijo Iosef desapareció provocando un duelo de veintidós años sin consuelo. Iaacob Abinu es el símbolo del pueblo judío. Si -como dicen Jazal- "los actos de los Patriarcas son los símbolos de los hijos", los sufrimientos de los Patriarcas también son la señal que nos recuerda que la salvación llegará. ¿Cómo será esto? Surgirá de la propia aflicción. Cuando Esav el perverso lloró porque Iaacob se había adelantado para recibir la Berajá de su padre, por las tres lágrimas que derramó recibió como pago que sus descendientes dominaran al mundo en una época determinada. Las lágrimas del pueblo judío después de tantos años de sufrimientos son el mejor argumento para despertar la piedad de Hashem.

Rab Jaim de Brisk Z"L era muy piadoso. En una oportunidad se presentó una viuda para que le hiciera una carta de aprobación para pedir Sedaká y poder subsistir con sus hijos. El Rab se la hizo rápidamente y al leerla, la mujer lloró desconsoladamente. "¿Qué pasó?", le preguntó el Rab. La mujer le respondió: "Todo lo que Ud. escribió en la carta es verdad, pero todavía no me había dado cuenta de mi terrible situación y al leerla me estremecí". Quizás es lo que sucede con nosotros en el día de Tishá Beab. Leemos las lamentaciones, ayunamos, pero no nos damos cuenta de lo que nos falta de verdad. El Maguid Midubna lo ejemplifica con una pareja que no podía tener hijos después de muchos años de matrimonio, pero finalmente la mujer quedó embarazada. La alegría era enorme, los meses transcurrieron y llegó el momento del parto. Lamentablemente, las cosas se complicaron y el doctor presentó una terrible alternativa: la madre o el bebé, pero ambos no podrían vivir. La madre desesperada tomó la decisión: que su hijo viviera y que cuando fuera grande dijera Kadish por ella. El padre educó a su hijo haciendo de madre también, y mientras crecía le explicaba lo sucedido con su madre. Llegó el día del Bar Mizva -que coincidía con el aniversario del fallecimiento de su madre- y el padre le pidió: "por fin, cumplirás lo que tu madre deseaba: dirás el Kadish con mucha concentración". Sin embargo, el joven recitó el Kadish como si estuviera leyendo cualquier otra cosa.El padre se desmayó de la desilusión y cuando reaccionó reprochó a su hijo diciéndole que la madre había entregado su vida por él. El hijo respondió: "Yo no la conocí, todo lo que sé es sólo porque tú me lo has contado". Si este ejemplo se diera en la realidad, todos reaccionaríamos en contra de ese hijo tan desagradecido.Pero quizás nosotros seamos como ese hijo, nos enseña el Maguid Midubna.En la época del Bet Hamikdash, el pueblo de Israel cometió pecados, fue advertido por los profetas de lo que sucedería finalmente, pero no volvieron en Teshuba. Hashem debió tomar la difícil decisión: exterminar a sus hijos o derramar toda su furia contra las piedras de su casa. Hashem con su piedad prefirió destruir el Bet Hamikdash y salvar a sus hijos, pero por lo menos en el día del aniversario, lloremos por lo que sucedió y roguemos para que se construya nuevamente,entendiendo que la verdadera causa de la destrucción fueron los pecados que hoy lamentablemente se repiten. Lloremos por los niños que hoy son educados fuera de las bases de la Torá, lloremos por la espiritualidad que nos falta, lloremos por no estar unidos con Hashem; lloremos por la separación que existe entre hermanos. Quizás de esa forma tendremos el Zejut de recibir la Gueulá Shelemá. Amén.

¿Por que llorar?

¿Por qué es tan relevante la falta del Templo en nuestras vidas?

Por Naftali Silberberg

El ayuno de Tishá BeAv, la fecha más triste del calendario judío, es el día que vio la destrucción de ambos Santos Templos, así como muchos otros eventos trágicos a través del amargo galut (exilio) de nuestro pueblo. Un estado de ánimo triste es cuidadosamente creado. Leemos el libro de las Lamentaciones de Jeremías y una colección extensa de elegías que describen vívidamente todas estas tragedias, y durante todo el día seguimos muchas prácticas de duelo.

Tishá BeAv es nuestro día de luto nacional cuando nos detenemos a reflexionar sobre todos los pogromos, cruzadas, inquisiciones y holocaustos que han afectado a nuestra nación durante los últimos 2.000 años. Sin embargo, es específicamente observado en la fecha en que los Santos Templos fueron destruidos, y los Templos son el tema principal de este día de luto. Es evidente que nuestro sufrimiento está íntimamente asociado con la ausencia del Templo.

¿Cuál es la conexión? ¿Y por qué la obsesión por una antigua estructura jerosolimitana? ¿La falta de un Templo Santo hace que sintamos un gran vacío en nuestras vidas?

El Talmud declara (Berajot 3a): Cuando los judíos entran a las salas de oración o de estudio y proclaman: "Que Su gran Nombre sea bendito", el Santo, bendito sea, asiente con la cabeza y dice: "Dichoso el rey que es alabado en su casa. ¿Qué ocurre con un padre que ha desterrado a su hijo? Y ¡ay de los hijos que han sido exiliados de la mesa de su padre!"

Esta breve declaración captura la esencia del galut.

La relación padre-hijo comparte muchas de las cualidades que caracterizan todas las relaciones —aunque tal vez en mayor grado: el respeto, el amor, cuidados, etc. Hay, sin embargo, una diferencia esencial. Otras relaciones se basan en estos sentimientos antes mencionados: porque me gustas y me preocupo por ti, por lo tanto somos amigos. En la relación padre-hijo es todo lo contrario, estos sentimientos se basan en la relación: porque yo soy tu padre/hijo, por lo tanto te quiero.

Así, la relación padre-hijo tiene dos aspectos: su esencia y sus manifestaciones. Su núcleo es la relación esencial que es inmutable, y ni siquiera sometida a las fluctuaciones. No importa qué, un padre es siempre un padre y un hijo sigue siendo un hijo. En una relación padre-hijo normal y sana, esta conexión central del alma se expresa en la forma de amor, cuidado y respeto mutuo.

Di-s es nuestro padre y nosotros somos Sus hijos. Y durante la galut constituimos una familia disfuncional. Hemos sido expulsados de la casa de nuestro Padre. Nuestra relación se ha reducido a su esencia misma. Todas las huellas perceptibles de la relación se han desvanecido. No sentimos o vemos el amor de Di-s por nosotros, y realmente no nos sentimos como Sus hijos. Estudiamos la Torá y seguimos sus mandamientos, y se nos dice que al hacerlo nos conectamos con él, pero no nos sentimos como si estuviéramos en una relación.

Esta no es la forma en que la relación debe ser, y esto no siempre fue así. Hubo un momento en el que nos sentimos protegidos por el abrazo de nuestro Padre. Su amor por nosotros se manifestaba en muchas formas: los milagros, los profetas, las bendiciones abundantes y una tierra que mana leche y miel. Y en el centro de nuestra relación estaba el Sagrado Templo, la morada de Di-s, donde Él literalmente habitó entre su pueblo, donde su presencia era tangible. Tres veces al año visitaban los judíos la casa de Di-s y sentían su presencia, sentían la relación. Luego volvían a casa enriquecidos con la experiencia, su corazón y alma llenos de amor a Di-s.

Todos los sufrimientos que nos han tocado desde el día en que el Templo fue destruido son el resultado de nuestro estado de exilio. Cuando el hijo del rey reside en el palacio, cuando el amor del rey por el príncipe es exhibido abiertamente, el niño está aislado contra los designios de todos sus enemigos. Pero cuando el niño es expulsado, los enemigos atacan.

Es por eso que lloramos la destrucción de los Templos.

Y creemos con fe firme que se acerca el día cuando seremos devueltos al hogar de nuestro Padre, y una vez más ser asfixiados por su amor.


TSOM KAL VE NIZKÉ

VENEJAMAT TSIÓN

No hay comentarios:

Publicar un comentario