Hoy en día, ¿Cuántos de los mandamientos de la Torá siguen en pie?
Usando un poco de matemáticas, el autor señala que hoy en día, por lo tanto, hay 122 Mitzvot positivas de menos que observar (248-126= 122), y también 122 mitzvot negativas que cumplir (365-243=122). Así que en total, hay 244 mitzvot de menos. El Shaló nota, que éste número, 244, tiene el mismo valor numérico que la palabra Hebrea Mered, מרד,que significa rebelarse. Esta equivalencia- señala- alude al hecho de que por culpa de nuestra “rebeldía”, fuimos exiliados de nuestra tierra y nuestro Templo fue destruido (Que se construya pronto en nuestros días).
De las 369 Mitzvot que siguen vigentes hoy en día, sin embargo, no necesariamente las cumplimos todas. Ya que muchos de estos preceptos dependen también de la circunstancias. En otras palabras, sólo en ciertas situaciones es que podemos cumplir con las mitzvot. Por ejemplo, sólo si una persona hace una promesa, es que puede cumplir con el mandamiento de “no tardar” en cumplirla. Sólo aquél que posea una casa con un tejado que se pueda salir por él, está obligado a cercarlo, etc.
En la actualidad pues, hay sólo 270 preceptos que cada judío está obligado a observar, sin importar la circunstancia ni la situación en la que se encuentre. De estas 270 Mitzvot, 48 son positivas, y 222 negativas. Interesantemente, en el Sefer Hajinuj, su autor Rabí Aarón HaLeví, señala que 270 es el valor numérico de la palabra hebrea “despierto”, ער, del arriba mencionado versículo “Yo duermo pero mi corazón está despierto”.
Ningún judío está completamente dormido, dice el Rey Salomón. El corazón, nuestro núcleo espiritual, está siempre despierto. Así que al estar “dormidos en el exilio”, seremos sin duda meritorios de la final y completa redención, muy pronto.
Me gustaría remarcar, no obstante, que los Rabinos establecieron el número de plegarias diarias que corresponden con el número de los sacrificios que se ofrecían a diario en el Templo, sirviendo de cierta forma como sustituto de los servicios del Templo. Así también, cuando estudiamos las leyes que gobiernan tales preceptos, en un nivel espiritual, podemos acreditar como si los hubiésemos hecho en la práctica. En un nivel más profundo, el Jasidut explica que todos los preceptos están en operación incluso hoy en día. Por ejemplo, al no capitular las demandas de nuestra “alma animal”, la base de nuestro instintos, estamos ofrendando al “animal” de adentro nuestro, a Di-s.
Por Eliezer Danziger
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