miércoles, 27 de abril de 2011

EL SECRETO DE LAS SIETE SEMANAS.

BS''D



    El mandamiento de contar el omer es uno de los preceptos más curiosos de la Torá. Se nos pide contar los 49 días entre Pesaj y Shavuot a pesar de que, por supuesto, el número de días nunca cambia. Es por eso que en el cumplimiento de esta mitzvá, que requiere un esfuerzo continuo, el proceso es en sí mismo valioso.

La palabra para "número" en hebreo es "mispar" y su raíz está muy relacionada con la palabra "sipur" - que significa "cuento". ¿Cuál es la relación entre estas dos palabras?

Contrariamente a una antología casual de eventos, una serie de eventos se convierte en un cuento o una historia cuando hay un comienzo en el cual los personajes son presentados, una trama en la cual toma lugar la situación, y un desenlace en el cual aparece el final de la historia.

Nuestras vidas corren tan rápido que frecuentemente perdemos conciencia del enorme poder de nuestras propias historias. La metamorfosis de hoy hacia mañana es lo suficientemente sutil como para que perdamos la conciencia sobre los comienzos y los finales de nuestras vidas.

El mandamiento de contar el omer nos enseña a prestar atención a las cosas, y reabre nuestros corazones para escuchar historias.

¿Y qué historia es contada?

Hay dos historias que están entrelazadas.

La primera es la historia de la transformación de un pueblo que en Pesaj se liberó físicamente, a un pueblo que en Shavuot se liberó espiritualmente.

El día que dejamos Egipto fue un día en el cual nosotros rechazamos la definición egipcia de lo que nuestras vidas pueden ser. Nosotros nos liberamos para ser lo que queríamos ser. Pero aún no conocíamos nuestra propia historia. Fue sólo cuando recibimos la Torá que encontramos los canales que podían darle expresión a nuestras almas.

Fue entonces así que aprendimos el proceso de encontrarnos con los desafíos que son genuinos y duraderos. Nuestra historia comenzó a evolucionar.

Cebada y Trigo

Los rituales que definen esta época del año reflejan este cambio. El sacrificio que era ofrecido en Pesaj era de cebada. En tiempos pasados, la cebada era usada como pastura para los animales. El sacrificio que era ofrecido en Shavuot era de trigo. El trigo es frecuentemente usado como una alegoría de la capacidad humana para usar su inteligencia. Mientras que un animal puede comer una fruta o una hoja, hacer pan requiere de la inteligencia y creatividad humana.

El pueblo judío fue transformado de ser un buscador de libertad en ser un buscador de humanidad.

Lo que esto simboliza es la transformación del pueblo judío, que primero fue definido mediante las búsquedas y los deseos de una libertad que es compartida con los animales, en un pueblo de humanos verdaderamente evolucionados. Esto es realmente una historia.

¿Qué nos hace verdaderamente humanos? La literatura mística discute los vínculos que compartimos con Dios, siendo estos lazos el factor que nos humaniza. Estos vínculos son llamados sefirot, un nombre que, como es obvio, tiene también la misma raíz que "mispar" y "sipur" -número e historia.

Esta raíz en común nos muestra el hecho de que el comienzo, la trama y el final de nuestra historia son finalmente limitados y finitos, pero de todas maneras son tocados por la chispa infinita de Santidad que hay dentro de nosotros.

La mención más temprana de este concepto místico es presentada en un libro de cábala llamado "Sefer Ietzirá" - literalmente "Libro de Formación" - el cual es atribuido a Abraham Avinu. Hay más de mil comentarios escritos sobre el Sefer Ietzirá, pero aún así todavía es uno de los libros judíos más esotéricos sobre la naturaleza de Dios.

En el 1500, el Rab Itzjak Luria - un místico proveniente de Egipto que se asentó en Tzfat y que es conocido mundialmente con el nombre de Ari (literalmente "león") - dilucidó con una increíble claridad las secciones más enigmáticas de la cábala a un grupo seleccionado de discípulos. Subsecuentemente, las enseñanzas místicas del judaísmo se hicieron mucho más accesibles de lo que habían sido en el pasado.

Una de sus enseñanzas centrales es el significado de obtener conciencia sobre el vínculo que compartimos con Dios, las sefirot de nuestras almas espirituales.

Los Siete Aspectos de Santidad

Examinemos ahora los vínculos con Dios que nos hacen humanos - los siete aspectos expresivos de santidad. Cada uno de estos siete aspectos se relaciona con una de las siete semanas de Sefirat haOmer.

1. El primero es Jesed, "benevolencia".

Mientras que los impulsos del cuerpo están dirigidos hacia uno mismo, los impulsos del alma están dirigidos hacia afuera, hacia otros. Nosotros amamos a quien le entregamos porque ellos confirman la existencia de nuestra espiritualidad. Nosotros vemos nuestro "yo" más elevado reflejado en ellos.

2. El segundo es Guevurá, "fuerza" o "poder".

Esto se refiere específicamente a fortalecer el alma de uno para sobrepasar los obstáculos que están delante de ella. Nosotros tenemos la capacidad de vivir por nuestras metas, y para hacer los sacrificios necesarios para obtenerlas. La meta final de cada judío es ser una fuente de luz. En función de llegar a este fin, debemos someter nuestro ego y nuestros deseos a la inspección minuciosa de la Torá de Dios.

3. El tercero es Tiferet, "belleza".

La belleza es creada a través de la armonía y el contraste - eso es, cuando nosotros hacemos una "unión". Cuando nos convertimos en personas con el valor de la verdad, nuestras palabras, pensamientos y acciones se unen. Sólo los humanos pueden mentir. La razón para esto es que sólo los humanos tienen la posibilidad de crearse a sí mismos de alguna manera. Usando las palabras del Maharal de Praga: "nos damos nacimiento a nosotros mismos". Cuando mentimos caemos en nuestro deseo animal de la comodidad y la facilidad. Cuando decimos la verdad, nos reconectamos con la realidad trascendental de Dios y elegimos ser auténticos como seres humanos.

4. El cuarto es Netzaj, "infinidad".

Cualquiera que alguna vez haya resistido el deseo de obtener gratificación inmediata ha tocado esta cualidad. Es la fuente de la esperanza y la aspiración de crecer.

5. El quinto es Hod, "esplendor".

En hebreo hod es un sustantivo que significa literalmente "esplendor", pero como verbo significa "confesar" y "agradecer". Como seres humanos nosotros podemos ser movidos por el esplendor, ya sea que su fuente esté en lo espiritual o lo físico. Nuestra habilidad para ser verdaderamente sensibles en este sentido es lo que nos inspira a expresar agradecimiento. Frecuentemente nos resistimos a permitirnos ser agradecidos por la fragilidad de nuestra autoestima. Cuando nosotros comenzamos el día con las palabras Modé Aní – "Te agradezco" - estamos expresando nuestro agradecimiento a Dios, y simultáneamente nos vemos a nosotros mismos como creaciones merecedoras de vida.

6. El sexto es Iesod, "fundación".

Esto se refiere a nuestra habilidad para vincularnos. Este aspecto es llamado "fundación" porque es la fundación misma de todas las interacciones. Lo que nosotros finalmente buscamos en las relaciones es bondad. Inevitablemente si tendríamos que elegir una característica en una futura pareja, sería una característica espiritual. Para algunos de nosotros sería la compasión, para otros sería la honestidad o la sensibilidad. Si nosotros vemos nuestro propio bien reflejándose hacia nosotros, nosotros amamos a la otra persona aún más. Lo que esto nos está diciendo es que lo que estamos buscando en última instancia, es un vínculo espiritual. Nosotros estamos buscando la cara de Dios.

7. El atributo final es Maljut, "reinado".

Esto se refiere a nuestra habilidad de materializar el reinado de Dios en todo el mundo y en nuestros propios corazones. La manera de hacer esto es mediante el reconocimiento de que nuestras misiones son de significado infinito. Al mismo tiempo mantenemos la humildad que resulta de saber que sólo podemos ver como propio un pequeño trozo de infinidad.

Las siete semanas entre Pesaj y Shavuot tienen el potencial espiritual para darnos la habilidad de hacer que nuestras historias se desarrollen. Nosotros podemos hacer que cada día cuente, y lograr ser más humanos de lo que jamás hubiésemos imaginado.




Leyes Basicas de la Cuenta del Omer


¿Cuándo contamos?

El Omer se cuenta desde la segunda noche de Pascua hasta la noche anterior a Shavuot. Es mejor contar el Omer al anochecer, inmediatamente después de la plegaria nocturna. Sin embargo uno puede contar en cualquier momento durante la noche.

Tras la puesta del sol hay que evitar decir "Hoy es el día…" antes de recitar la bendición —por ejemplo en respuesta a alguien que pregunta —pues si lo hace, ya ha cumplido su obligación. Si, sin embargo, solo dice el número de días sin precederlo con "Hoy es…" no ha cumplido su obligación y debe recitar la bendición. No obstante es mejor responder con el número de días contados el día anterior.

Quien se olvidó de contar

Si uno se olvidó de contar por la noche, debe contar durante el día sin bendición, y debe bendecir en las noches subsiguientes. Si también olvidó contar durante el día, debe contar el resto de las noches sin bendición. Si está en duda si ha contado la noche anterior, y no contó durante el día, debe continuar contando con bendición. Antes de la cuenta del Omer no se debe comer (ni siquiera una comida ligera) desde media hora antes del anochecer.

Cómo contamos.

El jazán recita la bendición y cuenta el Omer, seguido por la congregación. El Omer se cuenta de pié. Mientras se cuenta el Omer se debe tener en cuenta: la sefirá correspondiente de esa noche; una palabra del Salmo Di-s mío se gracioso; una letra del versículo Las naciones se regocijarán; y una palabra de Nosotros Te imploramos (como está indicado en hebreo).

PRACTICAS DE DUELO DURANTE EL PERIODO DE SEFIRAT HAOMER

Compiladas por Rabí Shlomo Yaffe

¿Por qué estamos de duelo durante las semanas de la Cuenta del Omer?

En recuerdo de la trágica muerte de 24.000 discípulos de Rabí Akiva que fallecieron en una plaga en las semanas entre Pascua y Shavuot, varias prácticas de duelo son observadas durante este período.

¿Cuándo se observan las prácticas de duelo?

Las prácticas de duelo del período del Omer son observadas a partir del día siguiente a Pascua hasta (pero sin incluirlo) el día anterior a Shavuot (este año desde el 28 de abril del 2008). Esta es la costumbre de acuerdo al Arí (el maestro cabalista Rabí Isaac Luria) y que es seguida por la comunidad Jabad-Lubavitch.

En este tema hay también costumbres diferentes entre las comunidades judías, que siguen las tradiciones establecidas por sus ancestros. Estas son las siguientes:

a) Desde el primer día de la Cuenta del Omer hasta el día 33 del Omer. Ashkenazi

b) Desde el primer día del Omer hasta la mañana del día 34 del Omer (esta es la práctica prevaleciente entre los sefaradím)

c) Desde el 30 de Nisan (primer día de Rosh Jodesh Iyar) hasta el 3 de Sivan por la mañana.

d) Desde el segundo día de Iyar hasta el día anterior a Shavuot.

En todas estas opiniones —excepto la b —el duelo es levantado el día 33 del Omer.

(Consulte nuestro calendario para las fechas seculares de este año)

¿Cuáles son las prácticas de duelo?

Las siguientes actividades son evitadas durante el período de duelo.

  1. Casamientos y celebraciones de bodas. Sin embargo está permitido comprometerse en matrimonio durante esta época.
  2. Cortarse el cabello. (A veces se permite el corte del cabello bajo circunstancias especiales de celebraciones del ciclo vital o razones profesionales que hacen necesario el hacerlo. En cualquiera de estos casos uno debe consultar a una autoridad versada en la costumbre de su comunidad. ).
  3. Escuchar música instrumental (a menos que sea la forma en que se gana la vida).
  4. Adquirir y usar vestimentas nuevas que traen alegría debido a su calidad (por ejemplo un nuevo traje, o zapatos de vestir). Si uno necesita esas vestimentas por motivos comerciales o porque se va a encontrar con una persona para hallar una pareja para casarse y necesita provocar una buena impresión, está permitido. (Esto es independiente de la pregunta de cuándo uno debe medir a la persona por lo que viste…).

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