viernes, 10 de diciembre de 2010

PERASHAT VAYIGASH, AYUNO DEL 10 TEVET, En la ruta hacia al Redenciòn‏



בס"ד
Sino puede visualizar correctamente este envio accede a nuestro Blog: http://torahdesdebarranquilla.blogspot.com/
Parashá Vaigásh
Perashát Vaigash - Y se acercó
Libro Bereshit / Génesis (44:18 a 47:27)
Haftará de la Semana:
Yejezkel / Ezequiel
37:15-28
Este Envio de Torah Semanal esta : Dedicado a la Refua shelema
( curación completa) de:

MARAN HAGAON HARAV YOSEF SHOLOM BEN JAIA MUSHKA ELYASHIV SHLIT"A.
TINOK BEN ILANA HACOHEN
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel

Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra.Etelvina bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Graciela Arenas
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa

Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:


MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L

HaRab Jaim David Ben Shraga Fievel Zukervar ZT''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sr. Mario Gil Ben Graciela Z''L
Sr. Anibal Ben Clemencia Z''L
Sra. Dora Bat Juana Z''L

Hatzlaja be Kol Maase Yadenu:
Asher Amram Ben Avraham

* Si desea dedicar este envio de Torah, por la pronta recuparacion de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algun ser querido, por favor envienos un correo a comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre.

Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotà,Barranquilla y Cali ,Colombia

Bogotá
Fecha Hora
Viernes, Diciembre 10, 2010Encendido de velas a las: 5:19 pm
Shabat, Diciembre 11, 2010Shabat concluye: 6:11 pm

Barranquilla

Fecha Hora
Viernes, Diciembre 10, 2010Encendido de velas a las: 5:19 pm
Shabat, Diciembre 11, 2010Shabat concluye: 6:11 pm


Cali

Fecha Hora
Viernes, Diciembre 10, 2010Encendido de velas a las: 5:39 pm
Shabat, Diciembre 11, 2010Shabat concluye: 6:30 pm


Honrar al Shabat encendiendo velas 18 minutos antes de la puesta del sol del viernes.Este mandamiento único, confiado a la mujer judía, es rico en significados y contenidos.

Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol

Resumen de la Perasha

Con posterioridad a que Binyamín fuera señalado como quien robó la copa de Iosef, Yehudá se acercó a éste y le dijo sobre el afecto especial que su padre Yaacob tenía sobre el único hijo que quedaba de su fallecida esposa Rajel y que si su padre al ver que Binyamín no regresaría, seguramente muriese. Yehudá le transmitió a Iosef que él había garantizado a su padre, que su hermano regresaría con ellos y así fue que le imploró dejara en libertad a Binyamín y que lo retuviera a él, en reemplazo.

Iosef no pudo contener la emoción que sentía y ordenó que salieran todos de la habitación, salvo a sus hermanos. Entonces rompió en llanto y les dijo: “Yo soy Iosef. ¿Vive aún mi padre? Los hermanos no pudieron responderle pues estaban sumamente asombrados y avergonzados por el trato que habían tenido con Iosef, en el pasado. Les pidió que se acercaran y los consoló pidiéndoles que no estuvieran tristes por todo lo ocurrido entonces, ya que el Todopoderoso lo envió a él, a Egipto, para que pudiera mantenerlos durante los años de hambruna. Luego les pidió que regresaran a la tierra da Canaán y dijeran a su padre que se traslade con toda su familia y bienes, a Egipto y que habitarían en la tierra de Goshen, donde tendrían alimento suficiente para el resto de los años de hambre.

El Faraón se enteró de la presencia en Egipto de los hermanos de Iosef y le pidió a éste que trajeran a Yaacob. Iosef les dio ropas y alimentos.

Cuando los hermanos llegaron a su casa y le informaron a su padre que Iosef estaba vivo y que era virrey en Egipto, no les creyó. Los hijos contaron todo lo sucedido y mostraron los carros que Iosef envió, entonces Yaacob entendió que todo era cierto. Decidió ir rápidamente a Egipto, para verlo antes de morir. En el camino hacia Egipto, Yaacob y sus familiares pasaron por Beer Sheva, lugar donde ofreció un sacrificio al Eterno.

El Todopoderoso se le apareció diciéndole que no tuviera temor por descender a Egipto, ya que de su descendencia nacería un gran pueblo. También le aseguró que lo traería de vuelta a la tierra de Israel, en referencia al momento de su muerte.

Fueron setenta personas las que llegaron a Egipto junto a Yaacob.

Iosef fue al encuentro de su padre. El encuentro fue de gran emoción y Iosef lloró al abrazarse con su padre. Yaacob le dijo: “Ahora sí puedo morir después de haber visto tu rostro, pues sé que vives”.

Luego Iosef informó al Faraón sobre la llegada de su familia. Así le presentó a su padre y a cinco de sus hermanos. Iosef les había indicado que dijeran que su profesión era la de pastores para así poder vivir en Goshen, tierra de buenos pastos. Yaacob bendijo al Faraón.

Iosef había recaudado, para las arcas del Faraón, grandes sumas de dinero por la venta de alimento. Pero el hambre continuaba aumentando y ante la falta de moneda, Iosef exigió a los egipcios que pagaran con su ganado y posteriormente sus tierras.

En Goshen, fue creciendo el número de israelitas y sus pertenencias.

http://www.mesilot.org/esp/resumen/vayigash.htm


Un Mensaje de Torá para el mes de Tevet
del Rabino Itzjak Ginsburgh

Iosef Vive Aún

En la porción de la Torá Vaigash que se lee durante el mes de tevet, Iosef se revela a sus hermanos: "Yo soy Iosef, ¿mi padre está vivo aún? (Génesis 45:3). Iosef, el hermano que se pensaba asimilado entre los gentiles durante un periodo de 22 años desde la edad de 17 años, se revela ahora inesperadamente ante sus hermanos como un judío orgulloso, leal a las tradiciones de su padre, el patriarca Iacob.

Iosef simboliza la chispa que vive en el corazón de cada judío, incluso aquella que aparenta haberse asimilado a una cultura extraña y opuesta a las tradiciones de Israel. Aunque "duermo" en el exilio, "mi corazón está despierto" (El Cantar de los Cantares 5:2), esta es la chispa de Iosef. Pero "toda persona tiene su día", llegará el tiempo en que la chispa de Iosef será revelada a todos para ver que: "Yo soy Iosef, ¿mi padre está vivo aún?"

Nuestra madre Rajel llamó a su primogénito Iosef, porque "Di-s añadirá (iosef en hebreo) para mi otro hijo" (Génesis 30:24). En los escritos jasídicos está explicado que la cualidad especial corporizada por Iosef es la habilidad de influenciar favorablemente a un judío, que se ha asociado con aquellos que están fuera del rebaño (y por lo tanto parece ser "otro"), para volver a ser un "hijo" de su Padre en los Cielos. Iosef es capaz de hacer esto de momento que su chispa ha ardido desde siempre en el corazón del que está distante y aparenta ser "otro".

Por Providencia Divina, Iosef fue enviado a Egipto antes que sus hermanos para preparar el camino, o sea implantar en la tierra de Egipto el poder de supervivencia judío, que iba a volverse de suma importancia después del exilio en Egipto. El alma de Iosef está escondida en los recovecos de las almas de sus hermanos, los hijos de Israel, en el exilio, y los despierta a salir allí dándoles la clave para la redención: "por seguro Di-s los recordará" (Génesis 50:25).

Se afirma en el Zohar que la revelación de Iosef a sus hermanos alude a la revelación de Di-s al pueblo judío en el Monte Sinaí: "Yo soy el Señor tu Di-s que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud" (Exodo 20:2). El despertar para salir de Egipto, que es el secreto de la revelación de Iosef a sus hermanos, es realmente la manifestación de la esencia de Di-s en el pueblo judío. Cuando hay un despertar desde abajo (el deseo inicial del pueblo de ser redimido), es evocado desde Arriba un deseo complementario (desde Di-s para enviar a su pueblo). Estos dos son esencialmente uno y lo mismo: "Yo soy el Señor Tu Di-s".

"Cantaré Alabanzas a Mi Di-s Mientras Yo Exista"

Cuando los hermanos regresaron a Canaan trajeron buenas noticias: "Iosef aún vive". A su vez, Iacov declaró: "Es grandioso, Iosef mi hijo está vivo aún" (Génesis 45:28). Significativamente, en cada una de las tres fervorosas declaraciones - "Yo soy Iosef, está mi padre vivo aún?", "Iosef está vivo aún" y "Es grandioso, Iosef mi hijo está vivo aún", resalta la palabra "aún", en hebreo od.

Sobre el versículo de Salmos "(146:2): Alabaré a Di-s mientras viva, cantaré alabanzas a mi Di-s mientras aún viva" (en hebreo: beodi), explica en el Tania el primer rebe de Jabad, rabi Shneur Zalman de Liadi: "Cuando se afirma 'Alabaré a Di-s [Havaiá] mientras viva, cantaré alabanzas a mi Di-s [Elokim] mientras aún viva', se está indicando que la vida se trae aquí abajo desde el nombre de Di-s Havaiá y "od" ['viva aún'] es el cuerpo - de secundaria importancia - que deriva del Nombre de Di-s Elokim". Así vemos que od ("aún") se refiere al cuerpo del judío que está subordinado su alma.

El alma Divina del judío es "verdaderamente parte de Di-s en el alto (Tania, Cap. 2). Por lo tanto no es sorprendente que el alma tenga existencia eterna. Sin embargo en cuanto al cuerpo del judío, aprendemos inesperadamente que en cualquier situación vive y prospera, incluso cuando desciende a Egipto "lo desnudo de la tierra". Y esto es porque en su cuerpo hay una chispa esencial (además del alma pura que se encuentra en su interior) que le da vida y lo sostiene: esta no es otra que la chispa de Iosef, el secreto de "Di-s [Elokim] seguramente los recordará" (y en el secreto de: "…no soy yo, Di-s [Elokim] le dará una respuesta favorable al faraón" - [Génesis 41:16] - "Cantaré alabanzas a mi Di-s [Elokim] mientras aún yo exista (beodí, en mi cuerpo)".

El Poder de Generación

La primera expresión de entusiasmo "¿Está mi padre vivo aún?", cuando Iosef se hace conocer a sus hermanos, se refiere al cuerpo de Iacob, el último patriarca. A continuación, el entusiasmo se refiere al cuerpo de su hijo Iosef, quien también fue capaz de sobrevivir y prosperar: "Iosef vive aún", "Es grandioso, Iosef, mi hijo, está vivo aún".

De acuerdo con la cabalá, nuestro patriarca Iacob se compara a la sefirá de tiferet, "belleza". En el esquema integral del Hombre Supremo, esta sefirá está asociada con "el cuerpo", el torso de la figura Suprema (como también está discutido en la sección del Zohar "Introducción de Eliahu"). Iosef "el Tzadik", fundamento del mundo", se compara a la sefirá de iesod "fundamento", la "señal del pacto sagrado", el sitio de la circuncisión (en las palabras de la introducción de Eliahu: "El final del cuerpo"). Encontramos así que tanto Iaacov como Iosef aluden al mismo cuerpo - la "parte principal del cuerpo" y "el final del cuerpo" (de acuerdo con el secreto de "el cuerpo y el sitio del pacto son considerados uno").

Acerca del versículo "estas son las generaciones de Iaacov, Iosef" (Génesis 37:2), los escritos jasídicos explican que todas las generaciones de Iaacov nacieron via el poder de Iosef, incluyendo aquellos que nacieron antes que él y también las generaciones que nacieron desde entonces y hasta el final del tiempo.

El od viviente de Iosef se refiere al "miembro viviente" en el que está investido el poder de generación (que es el poder del Uno Infinito), en forma tanto material como espiritual, como explica el Baal Shem Tov. Esto refleja la vitalidad esencial de los cuerpos judíos: que cada forma es capaz de generar infinitas formas.

El versículo que cierra la parasha vaigash es: " E Israel habitó en la tierra de Egipto en la sección de Goyen, y tomaron posesión de ella y crecieron y se multiplicaron sobremanera" (Génesis 47:27). El poder de ser fructífero y multiplicarse (en forma extraordinaria, más allá de toda medida y limitación) es el poder especial de Iosef, cuyo nombre viene de la palabra hebrea "adición" (tosefet, como en el dicho "el incremento de Di-s [tosefet] excede en gran medida la esencia") - "Di-s me proveerá con un hijo adicional". En las palabra del primer Rebe de Jabad: "Cada judío debe hacer otro judío".

Dicen nuestros sabios que el mes de tevet es "el mes donde un cuerpo disfruta de otro". En este mes, un od recibe placer de otro od: "Está mi padre vivo aún" de "Iosef vive aún", el padre ("cuerpo, torso") del hijo ("el final del cuerpo"), y el hijo del padre. Esto es facultar para la generación de una numerosa progenie judía - la Morada para Di-s - hasta que "todas las almas en el cuerpo serán completadas" en cuyo momento aparecerá el redentor.

El aniversario del fallecimiento del primer Rebe de Jabad, Rabi Shneur Zalman de Liadi, conocido como el Alter Rebe, autor del Tania y del Shuljan Aruj, es celebrado el 24 de tevet. El solía decir que en el mundo por venir "el alma será nutrida por el cuerpo". Habrá una inversión de la naturaleza: lo esencial (el alma) se tornará circunstancial mientras que lo que era circunstancial (el cuerpo) se volverá esencial. Este es el verdadero secreto de "Iosef aún vive": el od de Iosef (que está en cada judío) vivirá eternamente, mientras que el alma (el aspecto de "Alabaré a Di-s mientras viva") recibirá su principal vitalidad del cuerpo que vivirá por siempre

Tomado de: http://www.dimensiones.org/canales/vidmodrn/viviendo%20con%20el%20tiempo/Tevet/tevet%2061.htm




Yosef se Reúne con sus Hermanos

La tensión era palpable. La confrontación, inevitable. Doce hermanos se enfrentaban y el riesgo era nada menos que el futuro del pueblo judío. Yehuda se acercó al Virrey de Egipto, listo para conciliar o para pelear. “Por favor permítame decir algunas palabras en su oído porque usted es como el Faraón” (Génesis 44:18). Yehuda estaba diciendo: “Yo lo honro como al Faraón pero también es usted un mentiroso como el Faraón. Y estoy preparado para sacar mi espada ¡y terminar con usted y con el Faraón!” (Rashi).

Contestó el Virrey: “Si sacas tu espada, ¡yo voy a ponerla alrededor de tu cuello!”.

Yehuda se enrojeció de rabia. “¡¿Qué vamos a decirle a nuestro anciano padre?!”.

“¡Díganle que vino un animal salvaje y se lo comió, tal como le dijeron cuando vendieron a su otro hermano!”, fue la respuesta.

Los pelos de Yehuda se erizaron y salieron por su camisa. Tomó una roca en su mano y la pulverizó. “¿Le gustaría que Egipto fuera destruido? Déjeme quedarme en vez del joven (Binyamin) y que él retorne a su padre. Yo fui el que garantizó su regreso. Su siervo, nuestro padre, morirá cuando se dé cuenta que falta Binyamin”.

El Virrey replicó: “¿Por qué no pensaron en su padre cuando vendieron a su otro hermano? Tráiganlo aquí y lo tomaré en vez de Binyamin - ¡Estoy seguro que nadie garantizó su regreso!”.

Los hermanos estaban a punto de hacer una matanza en Egipto. “¡Ya le dijimos que nuestro hermano está perdido!”, exclamaron ellos.

“¡No, no lo está!”, fue la respuesta. “¡Él está justo en este cuarto!”.

Al escuchar estas palabras, los hermanos empezaron a mirar alrededor del cuarto en todas direcciones. “Yosef, Yosef hijo de Yaakov, revélate”. Mientras los hermanos estaban totalmente desconcertados por el giro que habían tomado los eventos, repentinamente escucharon las palabras: “¡Yo soy Yosef! ¿Vive aún mi padre?”. (Génesis 45:3, basado en el Midrash).

La parashá Vaigash es el punto cúlmine de la historia de Yosef y sus hermanos. El “gran planificador” tenía a sus hermanos justo donde quería: Él quería que supieran que estaban totalmente bajo su control y que podía fácilmente vengarse, pero que al mismo tiempo los amaba y nunca podría herirlos. Por el contrario, él verdaderamente los salvaría de la hambruna.

Yosef albergaba algunos resentimientos contra sus hermanos después de haber sido vendido como esclavo y haber sido tratado de forma tan cruel. Al poner a su hermano Binyamin en una situación similar y observar los esfuerzos que hicieron por salvarlo, Yosef pudo perdonarlos de todo corazón. De esta forma, la desavenencia entre ellos se sellaría ¡y el pueblo judío podría sobrevivir a esta prueba tan dura!

Ahora examinemos la parashá desde el principio…

* * *

La Propuesta de Yehuda

Yehuda le dijo a Yosef: “¿Por qué quieres a Binyamin como tu camarero? Yo soy mucho mejor, mayor y más fuerte. Mándame a pelear tus batallas en tu lugar. Además, si Binyamin es un ladrón, ¿por qué querrías a un ladrón dentro de tu casa? ¡Realmente te robaría todo!”.

Pregunta: ¿Acaso no dicta la Torá que a un ladrón se lo castiga con servidumbre? (ver parashá Mishpatim) ¿Por qué querría alguien comprar a un ladrón?

Respuesta: La Torá se refiere a un ladrón que no tiene dinero, que fue vendido como sirviente y que el precio de compra fue para pagar sus deudas, él no es en esencia un ladrón, sino que simplemente tuvo un poco de mala suerte y necesitaba los fondos. Binyamin, por otra parte, tenía mucho dinero para pagar por la copa. Si él robó, esto era un reflejo de su carácter. “Él de verdad es un ladrón”, argumentó Yehuda. “Entonces, ¿por qué dejarlo estar en su palacio? Tómeme a mí en su lugar”.

* * *

“Su Siervo, Mi Padre”

Yehuda se refirió a Yaakov como “su siervo” diez veces – y a pesar de eso Yosef no protestó (obviamente para que ellos no sospecharan su identidad). Los sabios dicen que por esta ofensa, el castigo de Yosef fue morir 10 años antes que sus hermanos mayores.

Yehuda discutió: “Por supuesto que nuestro padre podría entender que si Binyamin robó la copa del virrey, entonces, él merece ser un esclavo. Pero no tendremos la oportunidad de explicarle nada a Yaakov, nuestro padre, porque en el minuto que se dé cuenta que falta Binyamin morirá. Cuando Rajel murió, fue Yosef quien lo consoló. Luego cuando Yosef se fue, Yaakov aún tenía a Binyamin. Ahora sería como si los tres se fueran al mismo tiempo”.

* * *

El Desenmascaramiento de Yosef

Con el fin de no avergonzar a sus hermanos, Yosef le ordenó a todos los egipcios que salieran del cuarto. (Él estaba consciente del peligro que esto implicaba, ya que simplemente podrían haberlo matado). Todos los egipcios estaban escuchando en la puerta cuando Yosef se reveló ante sus hermanos. ¡Los hermanos estaban impactados! Por 22 Iom Kipur consecutivos, al confesar sus pecados, se habían convencido a sí mismos de que ellos tenían una justificación válida para vender a Yosef. Él había estado tratando de eliminarlos con sus tontos sueños y con las historias que le contaba a su padre. Él soñó que gobernaba sobre ellos - ¡esto no era profecía! El dolor que sentía Yaakov era todo por el hecho de tener un hijo loco ¡y todo esto no era culpa de ellos! De eso se habían convencido por 22 años.

Repentinamente un día, bajo el claro cielo azul, se encuentran a sí mismos inclinándose en el piso delante de este Virrey egipcio, cuando él pronuncia siete palabras que destrozan el mundo entero: “¡Yo soy Yosef! ¿Vive aún mi padre?” (“Si ustedes están tan preocupados por su padre ahora, ¿por qué no lo estuvieron cuando me vendieron?”).

Los hermanos se pusieron blancos como fantasmas. “Si tú eres Yosef y nosotros nos estamos inclinando a ti, esto significa que tus sueños eran de hecho profecías y no deseos personales. (Ahora entendemos porqué él vio espigas de trigo y no corderos, porque ellos vinieron a comprar granos). Si es así, tú no estabas tratando de destruirnos y nuestras acciones fueron motivadas por los celos. Eso significa que, ¡todo el dolor que le causamos a nuestro padre fue nuestra culpa! ¡Qué desgracia!”.

Los hermanos no tenían palabras de justificación. Sobre esto los sabios comentan: “Pobres de nosotros en el día del juicio, cuando Dios venga a confrontar a cada uno de nosotros con todos nuestros actos”. Todas nuestras excusas pacientemente planeadas se van a desvanecer en el aire. Ahora podemos darnos cuenta del trabajo de reflexión que debemos hacer antes de ese Gran Día!

El Jafetz Jaim comenta que tal como los hermanos no tenían idea de lo que ocurría, y cuando Yosef dijo: “¡Yo soy Yosef!”, de repente todo cobró sentido, así también nosotros no tenemos idea de cómo Dios dirige Su mundo. Pero cuando venga el Mashiaj y proclame, “¡Yo soy el Mashiaj!”, y Dios proclame, “¡Yo soy Dios”, ¡todo se verá claro como el cristal!

* * *

Misión Cumplida

Yosef había logrado su misión: los hermanos se dieron cuenta de su error y Yosef pudo superar sus malos sentimientos hacia ellos. Los hermanos podían ahora regresar a casa. Yosef les dijo que no se demoraran (por miedo a incriminarse unos a otros), sino que se apuraran para traer a su padre a Egipto.

El retorno de los hermanos planteaba un dilema. ¿Cómo presentarían de forma cuidadosa estas asombrosas noticias a su anciano padre? ¡Este tipo de noticias podrían causarle un ataque cardíaco! Teniendo esto en mente, decidieron que una niña pequeña, Seraj, la hija de Asher, tocara el arpa y le cantara a su abuelo. Le dijeron: “Cuando cantes la próxima vez para tu abuelo, cántale: “Yosef está vivo, Yosef está vivo…””.

Cuando la pequeña Seraj cantó estas palabras y Yaakov comprendió su significado, casi colapsó. Sin embargo, la dulzura de su canto alivianó el impacto y él fue capaz de calmarse. Le dio a Seraj una bendición de longevidad, ¡y ella fue la única que bajó a Egipto con Yaakov y que salió 210 años después con Moshé!

* * *

Las Carrozas de Egipto

Como prueba de que la Casa Real había aceptado su descenso, el Faraón mandó carrozas para que trajeran a la familia de Yaakov y sus posesiones a Egipto. Esto era contra la ley que sólo permitía un burro por persona. Más allá de eso, se prohibía que las carrozas abandonaran Egipto, para prevenir el acopio y el acaparamiento durante los años de hambruna. Cuando Yaakov vio carrozas, se convenció de que Yosef era un gobernante.

Dios se le apareció luego a “Israel” (su nuevo nombre) y le dijo “Yaakov, Yaakov” su viejo nombre (Génesis 46:2).

Pregunta: ¿Por qué cambia su nombre en la mitad del verso?

Respuesta: Incluso después de que el nombre de Yaakov fue cambiado a Israel como resultado de su victoria sobre el ángel de Esav, él mantuvo su nombre original “Yaakov”. “Yaakov” se refiere a un nivel más bajo, mientras que “Israel” denota un nivel superior. Dios le habla a “Israel” y le informa que él es realmente “Yaakov, Yaakov”, el nivel más bajo, dado que está a punto de ser exiliado a Egipto por 210 años de sangre, sudor y lágrimas que caracterizaron la dura esclavitud del Faraón.

* * *

70 Almas a Egipto

La Torá presenta una lista de todos los hijos de Yaakov y da como suma total 70. Rashi, un comentarista clásico, contó los nombres ¡y encontró sólo 69! ¿Cómo puede ser?

La respuesta simple es contar a Yaakov como el número 70.

Otra respuesta se puede encontrar en el versículo en Números (26:59) que se refiere a Yojeved, la madre de Moshé, como “nacida en Egipto”, siendo la inferencia que su concepción y los dolores de parto no fueron precisamente en Egipto. La tradición es que ella nació justo cuando ellos entraban por las puertas de la ciudad. En consecuencia, mientras que 69 personas bajaron literalmente, en realidad 70 almas entraron a Egipto.

Una tercera respuesta se puede ver en el versículo previo (Génesis 46:4), donde Dios promete bajar a Egipto junto con Yaakov y ascender con él en la eventual redención. Aquí, Dios contaría como el número 70.

El Midrash dice que cuando los Babilonios exiliaron a los judíos, ellos los hicieron marchar a los ríos de Babilonia, donde fueron colocados en grandes barcos y llevados al cautiverio. Los Babilonios contaron a cada uno de los que estaba en el bote antes de la salida y al llegar. La capacidad de cada barco era exactamente un número más de lo que ellos habían contado. Los Babilonios desconcertados, le preguntaron a los judíos por la solución. Ellos contestaron que “la Shejiná (Presencia Divina) se fue al exilio con nosotros y está en cada bote”. Así mismo aquí, ¡la Presencia Divina bajó a Egipto con el pueblo judío!

* * *

Yehuda va Primero

Yaakov mandó a su hijo Yehuda primero para que preparara un lugar adecuado para estudiar Torá para la familia. Yaakov sintió que una base espiritual era esencial para que la familia prosperara físicamente.

Yosef preparó su propia carroza para ir a encontrarse con su padre. Ellos se abrazaron y “él cayó sobre su cuello y lloró” (Génesis 46:29). ¿Quién lloró? Los sabios explican que Yosef lloró, porque a Yaakov ya no le quedaban lágrimas después de haber llorado 22 años. Yosef, sin embargo, había estado demasiado preocupado con sus problemas como para pensar en su padre. Ahora el tema lo golpeó con toda la fuerza.

Pregunta: ¿Qué estaba haciendo Yaakov mientras sucedía todo esto?

Respuesta: Los sabios responden que estaba recitando el Shemá.

Pregunta: ¿Qué significa esto? ¿Y por qué Yosef no recitó el Shemá?

Respuesta: Yaakov estaba expresando que todo el amor que él tenía por su hijo, tenía que subordinarlo a Dios.

Yaakov dijo: “Ahora estoy listo para morir” (Génesis 46:30).

¿Por qué Yaakov estaba listo para morir después de ver a su hijo? La respuesta es, porque había cumplido con el propósito de traer 12 tribus de Israel al mundo. Él vio que su hijo Yosef, a pesar de haber estado 22 años en Egipto, tenía sus creencias tan firmes como antes. Imagina al hijo de un gran rabino que es secuestrado por un misionero y que pasa muchos años lejos de su padre. Cuando el padre se encuentra con él con su Kipá intacta, entonces sabe que lo ha criado de una forma apropiada.

* * *

Yaakov y Su Familia Conocen al Faraón

Los egipcios adoraban a las ovejas como “dioses”. Yosef le aconsejó a sus hermanos que dijeran que eran pastores y que sólo sabían sobre ovejas. Esto evitaría que el Faraón los nombrara generales de su ejército. Los egipcios odiaban a los pastores, dado que como expertos en ovejas sabían que estos animales no eran ninguna deidad, sino que por el contrario, hacen todas las cosas que los otros animales hacen.

El cuarto donde el Faraón, rey de Egipto, se sentaba en su trono, tenía un techo bajo, para que todos los que se presentaran delante del Faraón tuvieran que inclinarse ante él. Pero cuando Yosef llevó a su anciano padre frente al Faraón, el techo bajo se expandió y Yaakov no se inclinó. El Faraón recordó haber escuchado que esto había ocurrido muchos años antes, cuando Abraham visitó Egipto. Entonces el Faraón le preguntó a Yaakov su edad, porque repentinamente se le ocurrió, “¡Tal vez es la misma persona!” (Midrash).

Cuando le preguntaron su edad, Yaakov contestó, “Mi peregrinaje ha sido de 130 años, pero pocos y malos han sido los días de mi vida, y no han alcanzado a aquellos de mis predecesores” (Génesis 47:9).

Pregunta: ¿Por qué Yaakov estaba quejándose con el faraón por “haber tenido una mala vida”?

Respuesta: Yaakov estaba asustado del mal de ojo – “¡mira cuán anciano eres!” y trató de minimizarlo diciendo, “sólo he peregrinado por este mundo por 130 años, pero he tenido una vida dura, por lo que me veo mayor”. Yaakov también quería enseñarle al Faraón la lección de que hay mucho más en la vida que nuestro aspecto físico. (ver parashá Vaiejí).

Yaakov bendijo al Faraón con que el Río Nilo saliera a encontrarse con él, lo cual era muy bueno para alguien que afirmaba ser una deidad.

* * *

Yosef Adquiere Egipto

La parashá termina con la continuación de la hambruna. Yosef llenó las arcas de tesoros del Faraón con oro y plata de todo el mundo. Posteriormente esta riqueza abandonó Egipto con el pueblo judío en el Éxodo y fue eventualmente utilizada en la construcción del Tabernáculo (ver parashá Trumá).

Yosef eximió a la casta sacerdotal del pago de impuestos. (Esto sirvió como un precedente para los privilegios especiales de la tribu de Levi).

Yosef compró el ganado y la tierra del pueblo, y transfirió a la población de un lugar a otro. Esto fue hecho con el objetivo de disminuir la vergüenza de los miembros de su propia familia a los que llamaban “extraños”. (“¿Acaso tus padres vinieron a América en el Mayflower? Incluso si lo hicieron, ¡los indios estaban aquí primero!”).

Yaakov finalmente tuvo un poco de descanso al final de su vida.

La próxima semana: el final del libro de Génesis.


¿QUE YO ESTOY EQUIVOCADO?, MENTIRA, EL OTRO ESTA EQUIVOCADO

“...y los hermanos no pudieron contestarle...” (Bereshit 45,3)

En el libro “Or Iohel” hay un ejemplo que nos enseña cuál es la forma correcta de interpretar las perashiot de la Tora:Dos amigos fueron a visitar una exposición de elementos tecnológicos de avanzada. Uno de ellos era una persona sencilla, sin conocimientos en materia de tecnología. Su amigo, era casi un “inventor”, siempre interesado en los nuevos avances, intentando ser un profesional en la materia. La forma en que cada uno se asombraba de los nuevos productos era muy diferente. Al primero, le llamaban la atención los diseños, la combinación de colores, la impresión visual. El segundo, en cambio, profundizaba, analizaba las funciones de los dispositivos, los circuitos, “se metía dentro” de cada aparato. Y seguía pensando cómo era posible desarrollar cosas similares, y volvía a analizar, a preguntar sobre cada parte, sobre cada tornillo...Porque su finalidad era saber cómo podía aprovechar esos avances para su actividad laboral.

Así podemos llegar a ver dos clases de personas que estudian la perasha de Iosef y sus hermanos.Cuando llegamos al punto en que Iosef se muestra a sus hermanos, podemos decir que llegamos al punto máximo de tensión y también al final de una “novela” que nos tuvo agarrados durante tres semanas contándonos los males que sufrió Iosef durante veintidós años. Llegó el final feliz en el que los hermanos se vuelven a encontrar, Iosef los perdona y ellos vuelven alegres a buscar a su padre.

Desde un punto de vista opuesto, Jazal nos muestran que este no es un final feliz, todo lo contrario: “Pobres de nosotros en el día del juicio!, pobres de nosotros en el día del reproche!”, este es el grito de los hermanos en ese supuesto “final feliz”.Este grito, reconoce en voz alta el grave error, sobre el que pensaban haber estado en la senda correcta, el suponer durante veintidós años que hicieron lo justo, nos muestra la intención verdadera y pura de los hermanos de Iosef.

Ahora, parados delante de Iosef, sus pensamientos giran ciento ochenta grados, en forma repentina. Lo que hace un segundo era blanco, y fue blanco en todos esos veintidós años, resultó ser siempre negro. El “yo soy Iosef!!!” atestigua sobre el terrible error, que el supuesto juicio que le hicieron no fue justo. Y la prueba de todo esto, es la detallada forma en que se cumplieron todos los sueños de Iosef.

Esos sueños que provocaron odio y envidia, como le preguntaron: “¿acaso vos vas a gobernar sobre nosotros?”, ahora lo pudieron ver con sus ojos...Iosef es ahora el rey de Egipto y ellos se prosternaron a él tal cual como Iosef lo soñó. En un pequeñísimo instante de “verdad”, se revela todo lo que sucedió en la casa de Iaacov en esos veintidós años. Y se demuestra que son absolutamente culpables: en los sufrimientos que le provocaron a Iosef, en el indescriptible desconsuelo que soportó Iaacov, que siempre tuvo la incertidumbre, él no saber si su hijo vivía o no.También se esclareció que pasaron por la prohibición de la Tora de vender a una persona, y más, al venderlo al precio de lo que cuesta un par de zapatos, todo eso pasó por sus mentes en el instante en que Iosef dice “yo soy Iosef”, semejante tensión, no causa asombro a nadie el escuchar que puede provocar una muerte súbita.

Hasta que Hakadosh Baruj Hu hizo “el milagro” y les devolvió la vida. En un segundo, toda la seguridad que tenían en esos veintidós años, toda la forma de pensar, todo se transformó.De la reacción de los hermanos de Iosef en el momento del reproche, los jajamim nos enseñaron que así será la situación que cada uno de nosotros enfrentará después de los ciento veinte años, en el día del juicio, en el día del reproche. En general, todos nuestros caminos son “derechos” a nuestra vista.

Vivimos toda la vida con el pensamiento que somos personas justas, que hacemos lo correcto.Cada uno puede asegurar que durante la vida “acumulamos” una gran cantidad de méritos y que nuestra categoría espiritual se fue elevando sin pausa, por lo tanto, la seguridad es enorme y nos es muy claro que nuestro lugar en el Gan Eden es más que importante. Cuando nos hacen ver un defecto o una falta, grande o pequeño, describimos la absoluta corrección de todas nuestras acciones con miles de respuestas, y así quedamos “limpios” de cualquier posibilidad de culpa.El miedo será muy grande, entonces, y qué decir de la vergüenza, cuando estemos frente al Bore Olam, y El, en “persona”, nos reproche y nos muestre que las cosas no eran como nosotros habíamos pensado. Después de haber supuesto ser “servidores de Hashem”, se revela que fuimos esclavos de nosotros mismos, de nuestros deseos y de nuestra voluntad! Y pensamos que podemos contestar que en algunas ocasiones no tuvimos la intención de conseguir más y más, veamos que en el Mundo de la Verdad la realidad no es esa, y no tenemos palabras para contestar frente a la verdad absoluta.Esto es lo que Jazal dijeron, que Hakadosh Baruj Hu va a reprochar a cada uno exactamente tal como es, o sea, cada uno verá como fue su vida en verdad, y cuales fueron sus posibilidades, hasta dónde hubiéramos podido llegar.Por eso, pobres de nosotros en el día del juicio y en el día del reproche.Y si los hermanos de Iosef, se quedaron pálidos al ver la verdad frente a un hombre de carne y hueso, frente a su propio hermano, de qué color quedaremos nosotros frente al Rey de Reyes, Hakadosh Baruj Hu. La vergüenza de los hermanos de Iosef tuvo una duración de tiempo muy pequeña, frente a la vergüenza del día del juicio en el mundo venidero, que será eterna, y que acompañará al alma de la persona durante toda la eternidad.

Esta concepción nos tiene que traer, a la fuerza, un arrepentimiento muy especial, volcar nuestro corazón como se vuelca el agua, y pedirle al Creador, que nos haga ver y reconocer la verdad en vida, para que no lleguemos a sentir la vergüenza ni nos pongamos pálidos para siempre...

*La obligación del estudio y del conocimiento de la Tora, puede servirnos para entender cuál es nuestra obligación en todos los ámbitos. Así sabremos como encarar todos nuestros emprendimientos, en lugar de nuestra manera tradicional.Escribió el “Biur Halaja” en el capítulo 155, que comienza con las palabras “et lelamed”, un párrafo del Midrash Mishle (cap.10): dijo rabí Iehuda, vengan a ver qué duro será el día del juicio, en el cual Hakadosh Baruj Hu juzgará a todo el mundo... Llega la persona que “tiene en su mano” versículos de la Tora, pero no la Mishna (que tiene en su mano quiere decir que la estudió y que la “sabe”), el Bore Olam le “da vuelta la cara” y le muestra la dirección del Guehinam, y siente que algo lo empuja hacia allá... Viene ahora el que tiene en su mano la Mishná, Hakadosh Baruj Hu le pregunta: “hijo mío, ¿por qué no estudiaste leyes?” Y viene el que estudió leyes y Hashem le pregunta: “hijo mío, ¿el libro de Vaikra, por qué no lo estudiaste, que tiene escrito...?” Y al que estudió el libro de Vaikra: “hijo mío, los cinco libros de la Tora no los estudiaste, y allí están escritas las leyes de Keriat Shema, Tefilin y Mezuza”. Por último llega el que estudió todos los libros de la Tora: “hijo mío, ¿por qué no estudiaste Guemará?”...

*El rab hagaon Shalom Shevadron contó (aparece en el libro “Hamaguid Medaber”) que cuando el “Netziv” editó su libro “Haemek Shela”, hizo una fiesta muy grande y se dirigió al público de la siguiente forma:Cuando era chico, escuché una vez a mis padres que hablaban entre ellos sobre mí. Papá le dijo a mamá envuelto en lágrimas: hice todo lo posible para encaminar a nuestro hijo en el estudio, pero nada parece ayudarlo, no hay caso, no avanza. Por eso, sospecho, que no podremos ver hecho realidad nuestro sueño de tener un hijo “talmid jajam”, y conviene enseñarle algún otro oficio, de manera que sea un hombre honesto y haga buenas acciones.En ese momento me comprometí a poner todas mis fuerzas en el estudio. Imaginen ustedes cuál habría sido mi “suerte” si no hubiera sentido el “dolor” de mi padre. Hubiera sido un carpintero o un sastre (sin desmerecer ninguna profesión), y al llegar al mundo venidero me preguntarían dónde está el libro que acabo de editar. Por eso el motivo de la fiesta es doble: por la edición del libro y el agradecimiento al Bore Olam que me hizo saber cuáles eran mis posibilidades...

Lekaj Tov.

Leiluy Nishmat León ben Isabel z”l Rina bat Matilde z”l


Pensar bien ahora, evita la vergüenza después.

“Y dijo Yosef a sus hermanos: Yo soy Yosef! ¿Vive mi padre todavía? Mas sus hermanos no podían responderle, porque estaban turbados delante de él.” (Génesis 45;3)

En el Midrash encontramos el siguiente comentario referente a este versículo: “Aba Cohen Bardela (un sabio) decía: pobre de nosotros por el día del juicio (celestial), pobre de nosotros por el día del reproche, si Bilam el sabio de los pueblos no pudo resistir ante el reproche de su burra y los hermanos de Yosef no pudieron pararse ante la reclamación de su hermano menor, menos nosotros podremos defendernos ante el juicio de D´s”.

El mensaje de este comentario es el siguiente: el reproche tiene el propósito de llevar a la persona a una situación donde tenga vergüenza de sus propias acciones, para así llegar a corregirlas.

Aún la persona más arrogante y segura de sí misma, no puede resistirse ante la verdad, el ejemplo que nos da el Midrash es el de Bilam. No había en el mundo un hombre tan orgulloso y confiado en sí mismo como Bilam. Fue un sabio que llegó a profetizar. A tal grado llegó su confianza y seguridad en sí mismo, que cuando su burra le habló por primera vez, cosa que a cualquiera le causaría miedo e impacto, él no sólo que no se impactó, sino que le habló como dueño y patrón: “Y dijo Bilam al burro: Porque te has burlado de mí si hubiera en mi mano espada, ahora mismo te mataría” (Números 22:29). Sin embargo, cuando la burra le reclamó con la simple verdad: “Pero yo soy tu burra que montaste desde siempre hasta el día de hoy ¿acaso te he hecho algo malo?” Aún Bilam el arrogante no pudo resistir y reconoció la verdad. No hay fuerza que puede pararse ante la verdad cuando se habla con la verdad, nadie la podrá negar o contradecir.

La misma historia sucede con los hermanos de Yosef, mientras no tuvieron que enfrentarse a la verdad, pudieron seguir engañándose a ellos mismos e ignorar su culpa por la venta de Yosef. Como sucedió la primera vez que llegaron a Egipto, donde Yosef (ellos no supieron que era Yosef ) los obligó a ir de regreso a la casa de su padre y traer a su hermano menor (Binyamin), ellos empezaron a buscar las razones por las cuales les sucedió este problema y dicen: “Y dijeron el uno al otro: Verdaderamente somos merecedores de castigo en cuanto a nuestro hermano, porque vimos la angustia en su alma cuando nos rogaba (que tuviéramos piedad de él), y no lo escuchamos, por tanto a nosotros nos ha sobrevenido esta angustia”, (Génesis 42:21). Esto significaba que ellos estaban dispuestos a reconocer su culpa por maltratar a su hermano, pero no reconocen que su culpa fue el hecho de haberlo vendido.

Más adelante, como se dan cuenta de que el dinero que habían pagado por el trigo que compraron, se encontraba en sus costales, se asustaron y se preocuparon pues los acusarían de robo, por lo que también buscaron motivos para este nuevo problema diciendo: “Y dijo a sus hermanos: Me ha sido devuelto mi dinero; y también he aquí que está en mi saco! Y temblaban sus corazones; y se estremeció cada cual con su hermano, diciendo: ¿Qué es esto que D´s ha hecho con nosotros? (Génesis 42:28)

En esta ocasión se asombraron y no entendieron por qué D´s los trataba así, es decir que según ellos no tienen nada de culpa.

Todo este auto engaño continuó mientras no tenían que enfrentarse a la verdad, pero una vez que Yosef se les reveló y les dijo: “Yo soy Yosef”, no pudieron siquiera contestarle, pues cuando a uno se le presenta la verdad, se genera una vergüenza irresistible.

Cuando D´s le preguntará a uno ¿por qué no diste Tzdaka? Y uno le conteste que la parnasá fue muy difícil, D´s le demostrará que para los placeres y lujos innecesarios sí tuvo suficiente dinero. Ante esta verdad se avergonzará uno, ya que no va a poder seguir engañando a nadie, ni tampoco a sí mismo, o por ejemplo: cuando le preguntarán: ¿por qué no estudiaste Torá? Y conteste que habían muchas ocupaciones que no dejaban tiempo para estudiar, se le demostrará que desperdició tiempo para vanidades y cosas que no valen la pena, por lo que la persona se llenará de vergüenza ante la verdad sin poder contestarla.

Es por eso que nos llama Rab Aba Cohen Bardela la atención, para que nos adelantemos y pensemos ahora y no tengamos que pasar por la vergüenza después.


¿Podemos verdaderamente entender el programa divino?

¿Por qué Yosef no avisó a su padre que estaba vivo? ¿Por qué acusa Yosef a sus hermanos de espionaje? ¿Por qué estalla en llanto? ¿Acaso el hombre debe tratar de entender el programa fijado por Dios, a pesar que puede equivocarse? Todas estas preguntan se presentan como cuestionamientos personales y generales al leer esta parashá, sus acontecimientos y al tratar de entender sus mensajes.

Dijo Rabí Jiyá Bar Abba: todo lo que tú lees que habló Yehudá con Yosef delante de sus hermanos, hasta que llegas al pasaje que dice "no pudo Yosef aguantarse" (Bereshit 45,1) fue para tratar de reconciliarse con Yosef... queriendo decir que vean todos cuanto él es capaz de arriesgarse por los hijos de Rajel. (Bereshit Rabbá 93,9)

El hecho que Yosef estalla en llanto al principio de nuestra sección semanal, nos hace cuestionarnos sobre el motivo de las intrincadas e inteligentes acciones y reacciones que tuvo para con sus hermanos hasta este momento. El gran comentarista Najmánides nos propone que veamos el sistema completo de su modo de actuar como una forma de realizar sus sueños, es decir que aquellos mensajes que percibió en los diferentes sueños que tuvo pudieran concretarse: "pues él sabía desde el primer sueño que la interpretación consistía en que todos sus hermanos debían prosternarse a él, como leemos: he aquí nosotros estábamos recolectando gavillas... siendo que la palabra "nosotros" se refiere a sus once hermanos; así también del segundo sueño supo que el sol y la luna junto a once estrellas se prosternarían a él. Por cuanto no vio a Biniamín con ellos pensó realizar esta estrategia de acusarlos, de tal modo traerían también a Biniamín para que se cumpla su primer sueño. (Najmánides a Bereshit 42,9)

Najmánides acentúa además que si Yosef no hubiera soñado aquellos sueños ricos en mensajes proféticos, podríamos ver sus acciones como graves pecados contra sus hermanos y su padre al mortificarlo con el presidio de Shimón, sumir a su familia en el dolor de ver a uno de sus miembros encarcelado en Egipto no es un comportamiento de elevada moral, y aunque podamos entender que quería mortificar en cierto modo a sus hermanos, cómo no se apiadó de la ancianidad de su padre... sin embargo Yosef Hatzadik todo lo que hizo lo hizo exacto en el momento que era necesario y en la cantidad requerida para cumplir sus sueños, ya que entendía que debían realmente concretarse.

Hay quien propuso otra solución a la pregunta por qué no avisó Yosef a su padre que estaba vivo, según la opinión de Rashbam, es posible observar en la historia de Yosef y sus hermanos una tragedia familiar que deriva de errores mutuos, mientras que sus hermanos y como consecuencia de esto también Yaakov, sostuvieron que Yosef había sido devorado por un animal salvaje, como se declara: "Yosef ha sido devorado", Yosef mismo pensó que había sido separado de la familia de Israel, como había ocurrido con Ishmael y Esav en su momento. Desde el punto de vista de Yosef, su padre, quien lo criticó duramente por el pecado de soberbia, lo había enviado esta vez donde sus hermanos, acción que provocó finalmente que fuera vendido a Egipto. Debido al paso de los años y al hecho que Yaakov no venía a rescatar a Yosef se fortaleció en él la sospecha que su padre había de alguna manera estado de acuerdo en todo este proceso o a priori o retroactivamente, es decir en separarlo de Israel. No pensó Yosef en lo absoluto que los hermanos habían engañado a su padre; tampoco Yosef llegó a pensar que había alguna posibilidad que los hermanos, durante tal extenso período de tiempo, no hubieran revelado a su padre que él era esclavo en Egipto.

Sin embargo, como nos podemos percatar de las secciones anteriores que tratan del tema, los hermanos de Yosef verdaderamente no sabían donde Yosef se encontraba, e incluso pensaron que había una probabilidad muy elevada que "un animal salvaje lo haya devorado". Según la opinión de Rashbam, la conmoción que se apoderó de Yosef derivó de un pequeño cambio en las palabras de Yehudá, cuando describe en forma retroactiva el primer encuentro de Yosef con sus hermanos. Mientras que sus palabras originales se refirieron a Yosef, cuando describió a la familia en pleno, como un hermano que "no está" (Bereshit 42,13), descripción general que es posible explicar como que desapareció o fue vendido... Sin embargo, cuando en el grave discurso con el que comienza esta parashá, Yehudá se refiere a él de modo distinto, es expuesto Yosef por primera vez a la posibilidad que su familia sostenga que ha muerto: "dijimos al señor que tenemos un padre anciano con un hijo pequeño nacido en su vejez, el hermano del cual murió" (Bereshit 44,20).

A través de las palabras de Yehudá, cuando se cita lo dicho por Yaakov: "Nos dijo tu siervo, mi padre, ustedes saben que dos hijos me parió mi mujer... y salió uno de mi lado y pienso ciertamente que ha sido devorado" (Bereshit 44, 27-28), se aclara la profundidad del error de Yaakov en el cual ha vivido ya veintidós años. Solamente ahora Yosef descubre que nunca fue separado de su familia, de la comunidad de Israel, ya que el hecho que su padre no haya venido a rescatarlo no se deriva de la voluntad de su padre de alejarlo del núcleo familiar, sino del error en la lectura de la realidad. No en vano Yosef estalla en llanto y pregunta "acaso mi padre está aun vivo", como un hombre que espera que aun no sea tarde para reparar las brechas que se formaron entre él y su padre debido a estos trágicos errores.

Según una opinión extendia entre los comentaristas, y especialmente desarrollada por Maimónides, la finalidad de la intrincada conducta de Yosef era posibilitar a sus hermanos un arrepentimiento completo, que construyera una renovada hermandad entre los hijos de Israel sin las asperezas del pasado. Según el principio que nos ha enseñado Maimónides, que el arrepentimiento completo se encuentra bajo las siguientes condiciones: "¿A qué se denomina arrepentimiento completo? En caso que se presenta a una persona un pecado que cometió y tiene posibilidad de realizarlo nuevamente, sin embargo se aleja y no lo hace, no por miedo y no por debilidad" (Hiljot Teshuvá 2,1). Según esta opinión, Yosef sabía que si se hubiera revelado a los hermanos siendo virrey de Egipto y la vida de ellos estando bajo su poder, sería claro que su arrepentimiento y el perdón provendrían del "miedo" o de la "debilidad".

Por esta causa ideó Yosef un sistema de situaciones en el cual nuevamente debería presentarse la envidia de los hermanos para con Biniamín, el único hijo que queda de Rajel, lo cual les daría la posibilidad a ellos de librarse de él a través de la oportunidad de dejarlo como esclavo en Egipto. Así el hecho que Yosef estalla en llanto deriva de que observó el profundo arrepentimiento de Yehudá que hace veintidós años atrás propuso venderlo como esclavo. Ahora vio en la realidad que él era capaz de arriesgarse por uno de los hijos de Rajel, e incluso se propuso a su mismo como esclavo en lugar de Biniamín. Así vemos que los motivos que impulsaron a Yosef fueron familiares, reunir nuevamente la hermandad quebrada, esta vez con monolítica fuerza.

Al parecer las tres direcciones de pensamiento que hemos traído sobre nuestra parashá, pueden transformarse en un paradigma para la pregunta por qué cada persona actúa como finalmente escoge actuar, es posible hacer depender las acciones humanas en sus anhelos y sueños personales (ya sea de naturaleza material y humana o, manteniendo las proporciones, en el caso de Yosef – proféticos). Es posible además fijar que las acciones humanas derivan del contexto familiar y social en el cual creció, el hombre se comporta según la visión de mundo y las motivaciones del medio en el cual se educó, siendo por lo tanto una grave responsabilidad fijar un medio acorde con principios morales. De la historia de Yosef, sin embargo, podemos descubrir que todos estos motivos y motivaciones son solo máscaras de un programa divino.

Después que Yosef comprendió que sus sueños se habían cumplido, después que supo que su padre nunca lo había rechazado, o por el contrario después que vio terminado el proceso de arrepentimiento de sus hermanos, entiende Yosef que en la realidad todos estos acontecimientos, en especial la venta a Egipto, no fue sino una máscara de una intención divina: "Ahora, no han sido ustedes los que me han enviado aquí, sino Dios..." (Bereshit 45,7). Yosef entendió que más allá de las motivaciones humanas, se revela en la historia de su vida una intención superior que lo llevará a mantener a la familia de Yaakov y a salvarlos del hambre.

Sin embargo todos sabemos que Yosef logró develar solo una máscara de entre las máscaras del programa divino. Por un lado la historia de Yosef y sus hermanos nos llama a buscar en la realidad, más allá de las motivaciones humanas, familiares o nacionales, también la intención divina, aunque por otro lado nos enseña la Torá que cuando buscamos precisamente la intención del programa divino debemos comportarnos con humildad, escuchar a las personas que saben, ya que toda explicación personal no responsable puede ser nuevamente otra máscara.

Nuestra Parashá comienza con el relato del enfrentamiento entre Yehudá y el Virrey de Egipto sobre el futuro de su hermano Binyamín. Por supuesto, nosotros los lectores, pero no los protagonistas (los hermanos de Yosef), sabían que el estadista egipcio era en realidad el hijo querido de Yaacov.

Yosef culpa a Binyamín de robarle su copa y por ello lo sentencia a esclavitud perpetua. Yehudá, que había prometido a su padre no regresar a Canaan sin el menor de los hermanos, Binyamín, le implora al Virrey que deje libre a su hermano y que lo tome a él como esclavo en su lugar. El líder egipcio rechaza la proposición de Yehudá argumentando que Binyamín es el culpable y que él mismo ha de sufrir las consecuencias de sus acciones.Yehudá insiste en su petición, le pide comprensión al Virrey y le ruega que no haga padecer a su padre la gran tristeza de encontrarse sin su hijo predilecto después de haber perdido a su otro hijo, Yosef, pues esto causaría tal tristeza a Yaacov que incluso podría causarle la muerte.

Tras esta discusión Yosef ordena a sus sirvientes que lo dejen solo con sus hermanos. Ya no puede contener sus emociones y mantener el secreto de su verdadera identidad. Entonces revela a sus hermanos, "…Yo soy vuestro hermano Yosef…¿acaso mi padre está vivo?… Y no pudieron sus hermanos contestarle pues estaban atónitos frente a él " (Bereshit 45:3) Sobre este episodio nos comenta el Midrash: "Aba Cohén Bardela dijo: Oi por nosotros en el día del juicio, Oi por nosotros en el día del reproche… Yosef era el pequeño de entre las tribus y no pudieron justificarse ante su reproche, asi está escrito: Y no pudieron sus hermanos contestarle pues estaban atónitos ante él … Cuando El Santo Bendito Él nos reproche a cada uno según nuestras acciones…cuanto más nos hallaremos nosotros perplejos y sin palabras que contestar a Hashem". (Bereshit Rabá Parashá 93:10).

Este Midrash nos enseña que llegara el momento en el cual, cuando estemos frente al "tribunal" del Hashem (en aquel juicio al que se nos somete después de dejar este mundo terrenal), experimentaremos una inmensa confusión. Los hermanos de Yosef no pudieron pronunciar palabra alguna ante su hermano. Con más razón nosotros no podremos responder a los reproches que recibiremos de Hashem por nuestra conducta en este mundo.

Para esclarecer un poco más el contenido de este Midrash pasaremos a analizar la etimología del término hebreo que denota reproche, Tojajá. Esta palabra proviene de la misma raíz que la palabra Nojaj, que significa "frente a". Según la relación que hay entre estos términos podemos inferir que cuando una persona reprocha a otra debe hacerlo frente a ella, pues de hacerlo a sus espaldas, constituiría más bien un comentario malintencionado. Sin embargo, podemos entender la palabra Nojaj de otra manera. Una muy eficaz manera de reprender a alguien es obligándolo a enfrentarse a sí mismo; es decir, demostrándole que sus acciones bajo unas situaciones determinadas lo inculpan en otras. He aquí un ejemplo:

El hijo de un VECINO de la familia Levy enfermó súbitamente. Debido a su grave estado de salud y la difícil situación económica de los padres del niño, la familia Levy se tomó sobre si la responsabilidad de recolectar los fondos necesarios para costear el tratamiento de la enfermedad del pequeño vecino. Para ello, además de aportar una porción muy significativa de sus ahorros, decidieron acudir a sus amistades para que contribuyeran con la importante mitzvá de Hatzalat Nefashot, la mitzvá de salvar una vida. Uno de los contribuyentes a quienes le pidieron su aporte, fue a la familia Cohén, amigos de confianza. Por supuesto, ellos respondieron a su petición, pero su contribución fue muy por debajo de la de otras familias cuyos medios económicos eran más limitados. Los Levy trataron de persuadirlos de aportar un poco más, pero ellos respondieron que su situación financiera no les permitía "gastos extras".

Al cabo de una semana, los Cohén asistieron a la exhibición de una colección de pinturas de un famoso artista en una galería de arte. De inmediato, la pereja se "enamoró" de uno de los cuadros expuestos y a pesar de lo costoso de la obra, se decidieron a adquirirla. En el instante en que los Cohén se disponían a entregar el cheque por el cuadro al dueño de la galería, los Levy entraron al recinto. ¿Cómo se sentirían los Cohén en ese momento? ¿Acaso no habían expresado a sus amigos que su situación económica no les permitía costearse "gastos extras"? No debemos extrañarnos si en un caso como este los Cohén perdieran el habla, además del color, al tropezarse con sus amigos, pues a través de sus acciones, se delataban a sí mismos.

El Midrash que presentamos al comienzo de este artículo se enfocó en la comparación entre el reproche de Yosef a sus hemanos con aquel que recibiremos nosotros después de dejar este mundo terrenal. Obviamente, el reproche descrito en la Torá fue muy dramático y efectivo. Tratemos de entender por qué:

La Torá atestigua que Yaacov amaba a Yosef más que a cualquier otro de sus hijos. Cuando los hermanos de Yosef decidieron venderlo y hacerle creer a su padre que había muerto, sabían que esto causaría a Yaacov un inmenso pesar y tristeza. Sin embargo, esto no fue suficiente para hacerlos desistir de sus planes. Precisamente cuando Yehudá manifesto su preocupación por el futuro de su padre (cuando Yosef ordenó la esclavitud de Binyamín), les hizo un reproche que de alguna manera pareciera ser una respuesta a sus hermanos que años atrás lo vendieron como esclavo separándolo de su padre. Se podría leer de esta manera: "Yo soy Yosef y sé que a ustedes no les importó tanto cómo se sentiría nuestro padre cuando me vendieron, acaso debo creerles ahora". Yosef obligó a sus hermanos a enfrentarse con su pasado y consigo mismo.

Cuando Hashem nos juzgue antes de entrar al Olam Habá, nos proyectará nuestra vida de principio a fin. No hay ninguna acción o pensamiento que escape su super-camara y por cada una de ellas se nos pedirá rendir cuentas. Desafortunadamente no son pocas las situaciones en las cuales en lugar de cuestionanos a nosotros mismos justificamos nuestras acciones. Para evitar quedar atónitos ante Hashem debemos conducirnos en la vida con extrema conciencia y evaluar constantemente nuestras acciones, palabras y pensamientos; por ende, debemos seguir el consejo de la Mishná: "Pon atención a tres cosas y no llegarás a transgredir la voluntad del Creador. Hay un ojo que vé, un oído que escucha, y (pon atención) que todos tus actos se inscriben en El Libro (de tu vida)" (Avot 2:1).

NOTA: Probablemente si R. Yehudá Hanassi, el autor de esta Mishná, viviera en nuestros tiempos él hubiera sustituido "El Libro" por la Super-camara de la cual hablamos. ¿No les parece?

R. Yaacov (Jacobo) Benzaquen

Muy Interesantes Videos sobre la

Parashat haShavua

http://www.youtube.com/watch?v=1ZALGTrfHLk

http://www.universidadvirtualdejudaismo.com/vaigash.html



El viernes 17 de diciembre de 2010 es ASARÁ BETEBET, 10 de Tebet (El ayuno comienza al alba y finaliza por la noche con la salida de las estrellas. Este Shabat 11 de Dic, se anuncia el Ayuno en la sinagoga.


¿Cuántos días debemos ayunar en el mes de tevet?

Por: Tziviá Kusminsky


El día 10 de tevet ha sido fijado por nuestros sabios como día de duelo y ayuno. En el mismo, el rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, situó la ciudad de Jerusalem. Este sitió acabaría en la destrucción del Primer Templo y el "exilio" de la Presencia Divina.

Sin embargo, a pesar de que este día fue desdicha para Israel, la destrucción del Templo sería tan solo varios años después. Entonces, ¿por qué ayunamos en este día? La respuesta, es que toda desgracia tiene un comienzo y que en el caso en que el pueblo de Israel hubiese escuchado la advertencia, en el comienzo del sitio, se hubiese arrepentido de sus actos y hecho teshuvá, las consecuencias no hubiesen sido las mismas, y la catástrofe final podría haber sido evitada.

Asimismo, otras dos tragedias tuvieron lugar cerca del 10 de tevet. El 8 de tevet fue traducida la Torá al griego y el 9 de tevet murió Ezra Hasofer. La guemará, en el tratado de Meguilá, dice que la Torá fue traducida por orden del rey Ptolomeo, quién reunió a 72 sabios de Israel sin decirles con que propósito, los encerró a cada uno en un cuarto y les obligó a traducir todo el libro sagrado. Ptolomeo, anhelaba la traducción para así poder entender lo que estaba escrito en ella, estudiarla y así ridiculizar al pueblo judío. Cada sabio sabía que en caso de que se encuentre una diferencia en su traducción, con respecto a la del resto, el mismo sería asesinado. Sin embargo, todos ellos, sin posibilidad de consultar uno con el otro, decidieron que era preferible morir antes de que sea faltado el respeto de la Torá y el pueblo judío. Un milagro fue realizado y todos los 72 sabios decidieron realizar un cambio en exactamente los mismos 13 puntos conflictivos.

A pesar del milagro que Di-s realizó, nuestros sabios dicen que este día fue tan difícil para el pueblo de Israel como aquel en que el becerro de oro fue realizado, y que durante tres días, la oscuridad reinó en el mundo. ¿Por qué los sabios se lamentaron tanto con la traducción de la Torá? Existen dos razones principales: la primera, como sabemos, es debido a que toda traducción cambia en forma parcial el significado del texto, debido a que palabras que existen en hebreo no es posible traducirlas en forma adecuada a otros idiomas. Una segunda razón, es que ciertas veces en la Torá figura un versículo de forma tal que puede contener dos posibles significados, y cuando el mismo es traducido, tan solo una perspectiva debe ser elegida, por lo que la riqueza del texto inicial se ve disminuida.

Por último, el tercer motivo del ayuno es el duelo por la muerte de Ezra, de quien está dicho que era meritorio de que la Torá sea entregada de su mano, si Moshé no lo hubiese hecho anteriormente (Sanhedr

Estos tres importantes motivos, son lo suficientemente significativos como para declarar ayunos en cada uno de los días. Sin embargo, nuestros sabios comprendieron que esta norma sería difícil de cumplir para el pueblo de Israel y es por esto que los unieron en el día 10 de tevet, día del comienzo del sitio a Jerusalem.

El Rab Tzvi Iehuda Hacohen Kuk, bendita sea su memoria, dice que en el 10 de tevet estas tres desgracias deben ser corregidas. En oposición al sitio, hay que fortalecer las murallas de Jerusalem y construir a nuestra tierra en el aspecto material y espiritual. Con respecto a la muerte de Ezra, hay que fomentar el estudio de Torá y su observancia y ocuparse de traer a los judíos del exilio de regreso a la tierra de Israel. Por último, en contra de la traducción de la Torá al Griego, hay que redescubrir la verdadera cultura judía y quitar a todas las malas influencias que se le han adherido a la misma durante los años que hemos vivido en la diáspora.

Cabe señalar, que el Gran Rabinato de Israel ha determinado que este día será el día de Kadish general para todas aquellas personas que han caído en la shoá y no es sabido en que día exactamente. De acuerdo a la halachá, cada año luego de que un familiar cercano fallece, la familia debe decir kadish por el mismo, de acuerdo a la fecha hebrea. En caso en que la fecha exacta del fallecimiento no sea conocida, los familiares deberán elegir un día especial en el año en el que decir Kadish por él (Mishná Brurá 568, 42). Por esta razón, el Gran Rabinato ha establecido que para las víctimas de la Shoá, este será el día de su recordación.

Quiera Di-s, que veamos cumplirse pronto en nuestros días la profecía del profeta Zechariá la cual afirma: "el ayuno del mes cuarto (17 de tamuz), el ayuno del mes quinto (9 de av), el ayuno del mes séptimo (ayuno de guedaliá) y el ayuno del mes décimo (10 de tevet), se convertirán para la casa de Iehudá en días de gozo y de regocijo".

Tomado de: Shavei.org

El ayuno del 10 de Tevet

Este ayuno que lleva a cabo el pueblo de Israel, se debe a un hecho histórico trascendental que tuvo lugar en el pasado y narraremos a continuación. Citaremos asimismo los versículos que lo describen, para otorgar mayor precisión de los hechos.

REINADO DE IEHOIAKÍN

En este pasaje que citaremos a continuación, se narra acerca del rey Iehoiakín -Joacim-, quien gobernó sobre israel, aunque sin mostrar fidelidad ante El Eterno. Es decir, hizo todo lo contrario al rey David, quien había sido totalmente fiel a Di-s, y llevado a Israel a la cúspide. Pero tras la muerte de David, y luego, la de su hijo Shelomó -Salomón-, las cosas comenzaron a cambiar.

Esto es lo que declaran los versículos

Iehoiakín -Joacim- cuando comenzó a reinar, era de veinticinco años de edad y once años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Zevuda hija de Pedaía, de Ruma. E hizo lo malo ante los ojos de El Eterno, conforme a todas las cosas que sus padres habían hecho. (2 Reyes 23: 36-37)

Luego, el capítulo 24 prosigue diciendo:

En sus días, subió en campaña Nabucodonosor rey de Babilonia y Iehoiakín fue siervo suyo por espacio de tres años, pero luego se rebeló contra él.
Mas El Eterno envió contra Iehoiakín tropas de kasdim -caldeos-, tropas de Aram -Siria-, tropas de moabitas y tropas de amonitas, los cuales envió contra Judá para que la destruyesen, conforme a la palabra de El Eterno que había hablado por sus siervos los profetas.

Ciertamente vino esto contra Iehudá –Judá- por boca de El Eterno, para apartarla de su presencia, por los pecados de Mensahé –Manasés-, y tal como lo que él había hecho; asimismo por la sangre inocente que derramó, pues llenó a Jerusalén de sangre inocente; El Eterno, por tanto, no quiso perdonar.

Los demás sucesos de Iehoiakín, y todo lo que hizo, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá.

Y durmió Iehoiakín con sus padres, y reinó en su lugar Iehoiajín -Joaquín- su hijo. Y nunca más el rey de Egipto salió de su tierra; porque el rey de Babilonia le tomó todo lo que el rey de Egipto tenía, desde el río de Egipto hasta el río Eufrates.

IEHOIAJÍN ES TRASLADADO A BABILONIA

De dieciocho años era Iehoiajín cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. El nombre de su madre fue Nejushta hija de Elnatán, de Jerusalén. E hizo lo malo ante los ojos de El Eterno, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.

En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia, y llegó a la ciudad para sitiarla.

Vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían sitiada. Entonces salió Iehoiajín rey de Judá al rey de Babilonia, él y su madre, sus siervos, sus príncipes y sus ministros; y lo prendió el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado. Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de El Eterno, y los tesoros de la casa real, y trituró todos los utensilios de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de El Eterno, como El Eterno había dicho.

Asimismo exilió a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil exiliados, y a todos los artesanos y guardias de los portones; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra.

Del mismo modo exilió a Babilonia a Iehoiajín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra; los exilió de Jerusalén a Babilonia.

A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los artesanos y guardias de los portones, que fueron mil, y a todos los valientes para hacer la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia.

Y el rey de Babilonia puso por rey en lugar de Iehoiajín a Matanía su tío, y le cambió el nombre por el de Tzidkiahu –Sedequías-.

REINADO DE TZIDKIAHU

De veintiún años era Tzidkiahu cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. El nombre de su madre fue Jamutal hija de Iermiahu –Jeremías-, de Livna. E hizo lo malo ante los ojos de El Eterno, conforme a todo lo que había hecho Iehoiakín. Vino, pues, la ira de El Eterno contra Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia. Y Tzidkiahu se rebeló contra el rey de Babilonia.

LA CAÍDA DE JERUSALÉN

Este acontecimiento se aborda en el capítulo 25, en el comienzo del mismo.

Aconteció al noveno año de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, acampó sobre ella y construyó torres alrededor.

Este es el motivo por el cual se ayuna el diez de Tevet, por la tan lamentable desgracia acontecida en el pasado. Ayunado y meditando sobre la historia acaecida, intentamos subsanar y reparar el móvil que provocó la caída de Jerusalén.

Nuestra compenetración con este día, hace que podamos tomar conciencia de los errores pasados, y nos sea posible construir un mundo mejor para el futuro, fieles a Di-s, hacedores de sus ordenanzas. Como en los días de antaño, antes de producirse el declive.

El Eterno aguarda incesante nuestra decisión, y nuestro cambio de actitud, para que merced a este buen proceder de nuestra parte, envíe al ansiado Mesías. Así nos redimirá totalmente de este tan prolongado exilio en el que nos hallamos inmersos, y que dio comienzo el 10 de Tevet, con el suceso narrado.

Tomado de: www.judaismovirtual.com

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10 de Tevet, la Antología

El 10 de Tevet es un día de ayuno pues fue rodeada la ciudad de Jerusalem. El ayuno comienza con el alba y concluye con la salida de las estrellas. (En Capital Federal de 4.48 a 21:39 hs) Exilio, destrucción y angustia - todo ello es temporario y puede, en cualquier momento de misericordia Divina, ser transformado en regocijo...

Desde el día en que el pueblo de Israel entró a la Tierra Prometida, bajo el liderazgo de Iehoshúa, sucesor de Moshé, vivió en su tierra durante un período de 850 años dando a luz veinte generaciones de hijos y nietos, hasta que el despiadado Nabucodonosor, rey de Babilonia, se alzó en su contra y lo obligó a exiliarse.
De este período, 440 años transcurrieron hasta que Shlomó HaMélej (el Rey Salomón) construyó el primer Beit HaMikdash, y otros 410 años hasta que los ejércitos de los babilonios (cuyo reino estaba situado en la antigua Caldea, motivo por el cual el Talmud los denomina Casdím) lo destruyeron.
Cuando el pueblo de Israel entró por primera vez en la Tierra Prometida estaba destinado a permanecer allí eternamente, pues Di-s había dicho a Avraham (Génesis 13:15): Porque toda la tierra que ves la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Di-s sólo puso una condición:
Guardareis todos Mis estatutos y todas Mis leyes, y los cumpliréis no sea que la tierra en la cual Yo os introduzco para que habitéis en ella os vomite (Levítico 20:22); y no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes que vosotros (ibid. 18:28).
Rashi, en su comentario sobre este versículo, cita de Torat Kohanim:
Ello puede compararse con un príncipe al que se le dio comida en mal estado; como no la pudo retener la vomitó. De igual manera, la Tierra de Israel no puede contener a aquellos que pecan.
Muchas de las veintiún generaciones de judíos que poblaron la tierra al comienzo, no cumplieron los mandamientos de Di-s contaminándola con la veneración de ídolos. Abandonaron a Di-s y sirvieron a Baal y Ashtar. Dejaron al Di-s de sus padres y deificaron ídolos, haciendo abatirse la ira de Di-s sobre Iehudá y Jerusalén a raíz de sus pecados. Di-s envió profetas para reprenderlos, para inspirarlos al arrepentimiento y hacerlos retornar a El, pero el pueblo no prestó atención.
Incluso los jefes de los Kohaním y el pueblo cometieron enormes transgresiones como todas las abominaciones de las naciones, e impurificaron la Casa de Di-s que El había santificado en Jerusalén. Y el Di-s de sus padres rápidamente envió mensajeros, porque tenía compasión de Su pueblo y de Su lugar de morada, pero ellos se burlaron de los emisarios de Di-s, se mofaron de Su palabra y ridiculizaron a Sus Profetas, hasta que la ira de Di-s se alzó contra Su pueblo a tal punto que no hubo remedio (II Crónicas 36:14-16).
Los Sabios dijeron:
¿Con qué pueden compararse las diez tribus, y las tribus de Iehudá y Biniamín? Con dos personas que utilizaban una cobija nueva para cubrirse durante la época de lluvias. Una de ellas tiraba de un lado mientras que la otra tiraba del otro, hasta que se desgarró. De igual modo, las diez tribus no se abstuvieron de venerar ídolos en Shomrón, ni las tribus de Iehudá y Biniamin en Jerusalén, hasta que provocaron la destrucción de Jerusalem.

Y aconteció a los nueve años de su reinado, en el décimo mes, a los diez días del mes, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército hacia Jerusalén y la sitió, levantando muros a su alrededor. Y la ciudad se mantuvo sitiada hasta el año undécimo del reinado del rey Tzidkíahu. A los nueve días del mes el hambre prevaleció en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo. Y se abrió una brecha en el muro de la ciudad.. (II Reyes, 25:1-4).
Y en el mes quinto, a los diez días del mes... vino Nebucodonosor, capitán de la guardia... y quemó la Casa de Di-s, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalem... Todos los muros que rodeaban a Jerusalem fueron destruidos... El resto de la multitud fue exiliada por Nevuzaradán (Jeremías 52:12).
Vemos, pues, que el 10 de Tevet -cuando se inició el sitio de Jerusalem- fue el comienzo de toda una cadena de calamidades que finalmente concluyó con la trágica destrucción del Beít HaMíkdash y el destierro de Iehudá.

BAJO ASEDIO Y EN PELIGRO
Como vimos anteriormente, durante el sitio de Jerusalén prevaleció el hambre. En Pesiktá Rabatí26 leemos:
Las hijas de Tzíón se encontraban en los mercados, y al verse unas a otras, una preguntaba: "¿Por qué motivo has venido hoy al mercado, cuando nunca antes en tu vida lo habías hecho?" Y la otra respondía:
"¿Debo ocultarte la verdad? La hambruna es muy dura y no la puedo soportar". Entonces se ayudaban entre s ie iban en busca [de comida] por toda la ciudad, sin encontrar nada. Se apoyaban sobre las columnas y morían en cada esquina. Sus bebés de pecho gateaban por todos lados, cada uno de ellos reconociendo a su madre, y trepándose a ellas trataban de amamantarse, intentando succionar leche, pero nada había. Y allí morían, sobre el regazo de sus madres.
En Ialkut Shimoní (Eijá 1), nuestros Sabios escriben:
Cuando el malvado [Nevuzaradán] vino a Jerusalén junto con sus aliados, pensó que conquistaría la ciudad rápidamente, pero Di-s fortaleció a sus residentes hasta el tercer año [del sitio], con la esperanza de que se arrepintieran. En aquel entonces había en Jerusalem varios hombres valientes, que lucharon contra los caldeos (babilonios), aniquilando a muchos de ellos. Entre estos se encontraba un poderoso guerrero llamado Ahvá ben Guevirti. Cuando los soldados enemigos lanzaban enormes rocas contra las murallas, intentando abrir una brecha en ellas, él las atajaba con sus manos y las lanzaba de vuelta a los soldados enemigos, matando a muchos de ellos. Incluso comenzó a detener las piedras con sus píes y arrojarlas de vuelta hacia el enemigo. Pero los pecados de la ciudad lo hicieron tambalear, y fue así que una fuerte ráfaga de viento lo hizo caer desde la muralla causando su muerte. Entonces las murallas de Jerusalén fueron quebradas y los babilonios entraron en la ciudad.

AYUNAR PARA CORREGIR LOS PECADOS
Maimónides escribe lo siguiente (Leyes del Ayuno 5):
El ayuno del 10 de Tevet (este año 5/1/04) es como los demás ayunos que fueron establecidos para lamentar la destrucción del Beit HaMikdash y el exilio de Israel. Sin embargo, el propósito principal del ayuno no es el dolor y el lamento, pues la aflicción sentida cuando tuvieron lugar estos acontecimientos fue suficiente. Por el contrario, su finalidad fundamental es la de estimular el arrepentimiento, recordarnos las malas acciones de nuestros antepasados, como así también las propias acciones que acarrearon, a ellos y a nosotros, grandes tribulaciones. Mediante el recuerdo de todo esto nos arrepentiremos y obraremos correctamente, como expresa el versículo (Levítico 26:4 "Y confesarán sus pecados y los pecados de sus antepasados por el mal que Me han causado...".
Nuestros Sabios (Talmud Ierushaliní, Iomá 1) enseñaron: "Toda generación en la cual no es reconstruido el BeitHaMikdash, es considerada como si lo hubieran destruido", puesto que cada generación tiene la capacidad de despertar la misericordia Divina, redimir a Israel de sus enemigos, reunir a sus exiliados de los lugares en que se encuentran dispersos, y reconstruir el Beit HaMíkdash.

10 de Tevet - JERUSALEM SITIADA

Hoy, 2430 años después, Jerusalem se encuentra nuevamente sitiada.
Es verdad, podemos comprar todo el alimento que queramos, o podemos tomar nuestro automóvil y dirigirnos hacia Tel Aviv ( o a cualquier otra ciudad) y encontrar los supermercados repletos de Corn Flakes, y yogurt bajas calorías.
Pero se trata de un sitio tan mortal y terrible como ninguna otra ciudad haya conocido.
Leemos en los diarios y escuchamos en los noticieros, que dentro y fuera de la ciudad, a lo largo de todo el país, el enemigo arroja piedras, bombas, morteros y balas a soldados, colectivos escolares, automóviles particulares, sin hacer diferencia.
Elabora emboscadas contra hombres, mujeres y niños indefensos que retornan de sus trabajos y los asesina a sangre fría. Y la lista es mucho más larga y dolorosa.
Los asesinos son conducidos por el odio, los expertos y los políticos por la vanidad y la ingenuidad, y todos juntos pueden arrancar el “corazón” de Israel de su cuerpo.
Pero lo más temible es ver que la historia se repite. El Talmud describe cómo en lugar de unirse frente al enemigo común, las diferentes fracciones de los iehudim se peleaban dentro de la ciudad sitiada. “Debido al odio infundado entre los judíos Jerusalem fue destruida”, concluye el Talmud.
El Rebe de Lubavitch pregunta: ¿Por qué el Talmud insiste en que era “odio infundado”? ¿Acaso no existían diferencias tanto ideológicas y pragmáticas, que dividían a los judíos? Pero ninguna razón- explica el Rebe- es suficiente para provocar odio. Nuestro común destino llega mucho más profundo que cualquier otra causa de animosidad. Todo odio, entonces, es odio gratuito.
Por eso, si el “odio infundado” fue la causa de la destrucción, continúa el Rebe, su remedio es el “amor gratuito”- nuestro redescubrimiento de la unidad intrínseca, que anula toda razón de discordia y conflicto.
Recemos por Jerusalem, alentemos y ayudemos a quienes la defienden, y mostremos amor a nuestros hermanos judíos- no importa cuánto o cómo él o ella difiera de nosotros. Pues si existe una virtud en el hecho de estar sitiados es, que estamos todos juntos en esto.

10 de Tevet - ¿Qué nos falta?

Recuerdo una discusión que tuve una vez sobre la pregunta del futuro Templo. El compañero con quien estaba debatiendo decía que había opiniones diferentes sobre esto en el Judaísmo.
¿Quién escribió lo siguiente?

Mashiaj [el Mesías] restaurará el reino de David a su antigua gloria, a su soberanía original. Él construirá el Santo Templo y reunirá los dispersos de Israel. En su tiempo, todas las leyes [de la Torá] se reintegrarán como antes; se ofrecerán sacrificios y el año Sabático y del Jubileo se instituirán como dice la Torá. Quien no crea en él o no se anticipe a su venida, no sólo niega a los otros profetas sino también la Torá y a Moisés…

¿Quién dijo esto? ¿Un sacerdote desterrado que sobrevivió a la destrucción del Templo? ¿Un místico sefaradí del siglo XVI? ¿El Rebe de Lubavitch?

Recuerdo una discusión que tuve una vez sobre la pregunta del futuro Templo. El compañero con quien estaba debatiendo decía que había opiniones diferentes sobre esto en el Judaísmo. Los "rabinos de derecha" estaban a favor de él. ¿Pero qué hay del filósofo ilustrado como Maimónides? ¿No diría él que mientras el Templo pudo haber sido un componente necesario para la vida religiosa en la cultura de aquella época, es un anacronismo en el mundo de hoy? (Mi amigo estaba refiriéndose a un pasaje en la Guía de los Perplejos que podría entenderse de esta manera.)

En respuesta, tomé el tomo 14 del libro de Mishné Torá del estante y le mostré el párrafo citado, escrito hace más de ocho siglos por el propio Maimónides, donde declara inequívocamente que la reconstrucción del Templo es una parte íntegra de la redención futura por la cual el judío reza y se prepara todos los días de su vida.

El 10 de Tevet es el aniversario del sitio de Jerusalén que llevó 30 meses después a la destrucción del Templo. En este día, los judíos a lo largo del mundo ayunarán y lamentarán por su destrucción y rezarán para su reconstrucción. Así que éste es un buen momento para preguntar: ¿Por qué necesitamos un Templo? ¿Qué exactamente nos está faltando?

La humanidad ha aprendido bastante durante los últimos 6000 años. Filosofamos nuestro camino a la ciencia y luego la ciencia nos conduce hacia la puerta del misticismo. En el camino, inventamos la literatura, el arte, el amor romántico, la economía, la democracia y la sicología.

Pero todavía no sabemos cómo vivir nuestras vidas.

Ponga a veinte personas en un cuarto. Seguramente que se pondrán de acuerdo sobre la santidad de la vida, los derechos humanos, la igualdad, el libre albedrío, la paz mundial, etc. Pero sáquelos del cuarto a su cotidianeidad y tendrá veinte opiniones diferentes en lo que estas cosas significan y cómo deben aplicarse.

En las elecciones diarias que la vida nos presenta, los mismos principios en que estábamos de acuerdo se vuelven la base para visiones y actos contradictorios, en todo, desde el aborto al suicidio asistido, desde el Napster al perfilamiento racial, desde el vegetarianismo a la plegaria en la escuela, casi cada tema puede confrontarnos.

Las ideas y principios no son suficiente. Ellos definen el “cuadro general”, pero pocos conflictos son sobre el cuadro general. La mayoría de nuestros conflictos y dilemas son sobre el cómo, el cuándo y el dónde. No es suficiente saber lo que es correcto--necesitamos conocer profundamente la justicia, entender sus modos y sutilezas, sus sabores y parcialidades.

Es como la diferencia que existe entre ver una persona un rato y estar casado con esa persona durante veinte años. En el primer caso, tengo una cara y un nombre: si me encontrara a esta persona en la calle, sabría quién es. ¿Pero sé cómo le gusta su café? ¿Sé qué número calza o cuántas horas de sueño necesita? ¿Yo sé cómo sonríe cuándo lo felicitan o cómo reacciona cuando lo insultan?

No es suficiente saber que A es bueno y B es malo, que X tiene razón y Y está equivocado. Nosotros necesitamos ver la bondad de cerca--lo bastante para discernir los detalles. Necesitamos vivir correctamente, estar "casados" con ella, sentirla en nuestros huesos. Necesitamos una relación íntima con Di-s.

Hasta cierto punto, es posible lograr esta relación íntima en el mundo de hoy. Tenemos la Torá en la que Di-s puso Su alma y personalidad, Sus aspiraciones e idiosincrasias. La Torá es una crónica detallada de los deseos de Di-s, Sus gustos y Sus aversiones. La Torá nos da una guía a una vida que es a la vez espiritual y práctica, respondiendo a nuestro anhelo por la cercanía con lo Divino, gobernando nuestra conducta a través del mundo físico.

Pero el problema es que la Torá es un documento escrito. Por lo tanto ¿qué le dice Ud. a alguien que sostiene: "Yo, también, tengo una Torá, y ¿mi tradición tiene una interpretación distinta de la suya sobre el bien y el mal?” ¿Cómo podemos estar seguros que entendemos correctamente los matices y si el texto escrito está aplicándose óptimamente en nuestras vidas?

¡Si sólo hubiera un lugar donde la bondad y la rectitud realmente vivieran! Un lugar con una dirección y un número de teléfono. Un lugar donde podamos ir físicamente y llevar a nuestros primos y vecinos. ¡Miren, diríamos, ésta es la verdad, ésta es la bondad y ésta la justicia! ¿Ven? Y ellos verían.

Había semejante lugar: el Santo Templo en Jerusalén, la casa de Di-s en el mundo físico. Eso es lo que nos está faltando.

Yanki Tauber

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El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
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Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.

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