jueves, 10 de junio de 2010

El Gran Rabino Mordejai Eliahu Z”L

B''H

El Gran Rabino Mordejai Eliahu Z”L



El pueblo judío no es huérfano de sabios, cada sabio ilumina al pueblo en un área específica. Todos los sabios son amados por nosotros, pero pocos son los sabios, que se elevan con su coraje espiritual por sobre el área particular, y abarcan el plano de lo general. Así era nuestro Gran Rabino, el Rav Mordejai Eliahu Z”L: estaba ligado con toda la Tora, con todo el servicio a D-s y a todo el pueblo. Cada cosa en la que él tuvo participación hubo bendición.



Hay grandes en Tora, que están encerrados dentro del estudio y hay grandes en Tora, que Tora de piedad y bien tienen en sus labios para hacerla llegar a todas las personas. Pero nuestro Rabino Mordejai Eliahu, tenía las dos, fue un gran estudioso desde su juventud, no dejaba de estudiar ni un segundo, ni en situaciones de pobreza ni de dolor.



El Rav Eliahu creció en la Tora por su esfuerzo y dedicación. Se convirtió en un gran sabio, codificador de leyes, juez, y Gran Rabino del Estado de Israel. Desde su juventud cumplió con lo que dicen nuestros sabios: “si estudiaste mucha Tora no te amerites los créditos”, el iba de lugar en lugar para enseñar judaísmo.



Es increíble como personas tan distintas venían a estudiar y aconsejarse con él, religiosos, no religiosos, trabajadores, sabios, adultos, niños, amantes de Israel, residentes de la diáspora, alumnos de ieshivot, personas necesitadas, estudiosos de la mística, estudiosos del Talmud, rabinos sionistas, rabinos no sionistas, jefes del ejército, médicos, y participantes del movimiento por la liberación de Jonathan Pollard.



Con su gran sabiduría, tanto en aspectos espirituales como materiales, el Rav les daba a todas las personas el alimento espiritual que necesitaban. Todos disfrutamos de su luz, todos amamos escucharlo porque él nos amaba a todos. El Rav no se encerró en ningún grupo político o religioso, sino que amaba a todos. El veía lo bueno de cada uno, y fortalecía lo bueno de cada uno.



El no se ocupaba de las cosas negativas, se alegraba de cada cosa buena, se alegraba en cada estudio de Tora, en el cumplimiento de cada precepto, se alegraba en ayudar, no rechazaba a nadie, sino que apoyaba a cada lugar que iluminaba con la luz de la Tora, como el corazón que da sangre para la vida de todos los órganos.



Esa es la naturaleza de una persona verdaderamente grande, que es grande en todos los aspectos y va por el camino de D-s, el que ama a todos y reparte de su bien a todos. El Rav Eliahu recibía a toda persona de forma agradable, en forma personal, con amor verdadero, y se alegraba en dar un consejo referido a cualquier tema, todo el que hablaba con el se sentía como frente a un padre.



Este gran sabio, recorría todo el país, para fortalecer a la Tora, a los soldados, todo con mucha alegría.



Es difícil entender, es difícil captar, como tenía tiempo para todo, el iba por el camino de D-s, que en un recipiente lleno, hay lugar para mas y mas. Nuestro Gran Rabino, que tanta gente lo necesita, nos dejo con suspiros, intentaremos ir por su camino claro y alegre repleto de Tora.


Tomado del envio semanal de la Ieshiva Ateret Yerushalayim

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