jueves, 25 de noviembre de 2010
Perashát Vaieshev: LA MODA EN LOS TIEMPOS DE IAACOV AVINU. J@NUK@ SAMEAJ!!!
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Haftarat Vaieshev
Amós 2:6 - 3:8
( curación completa) de:
Sr. Alberto Girado Lobo
Sr.Sixto hijo de Juana
Sr. Fabio Camacho
Matitiahu Ben Katerine
Sr.Alfonso Rojas
Avraham Moshe ben Miriam
Sebastián Ben Rujama
Sr.Zevulón ben Alicia
Sr Aaron Ben Sara
David Gabriel Ben Farida
Sr. Soto Forero Hijo de Isabel
Sra Aura Ester bat Jana
Sra Maria Bat Lola
Sra Aylin Bat Olga
Sra. Leah Zehara bat Miriam
Sra.Rujama Bat Clemencia
Sra.Rina bat Clemencia
Sra.Clemencia bat Tana
Sra.Mayo Bat Tana
Sra.Etelvina bat Tana
Sra Jaya Bat Shira
Sra Maria Barrerio
Sra Mijal Ruby Bat Marlen
Sra Hanna Bat Malka
Sra. Mariela Barreiro
Sra. Maria Delgado
Angela Bat Orly
Sra. Aylin Bat Aylin
Sra. Nurys Bat Aylin
Sra Nahomi Bat Maria Teresa
Leiluy Nishmatam ( Y por la Elevación de las Almas) de:
MARAN HAGON HARAV MORDEJAI TZEMAJ ELIYAHU BEN MAZAL TOV ZT''L
Harab Amram Horowitz ZT''L
Sr. Miguiel Avila Z''L
Sr.Carlos Ben Maria Z''L
Sr. Julio Wasserman Z''L
Iyov Ben Avraham Z''L
Sr. Epifanio Enrique Ben Amada Z''L
Sr. Roberto Ben Blanca Z''L
Sra. Dora Bat Juana Z''L
Hatzlaja be Kol Maase Yadenu:
Asher Amram Ben Avraham
* Si desea dedicar este envío de Torah, por la pronta recuperación de un familiar o un amigo o en recuerdo del alma de algún ser querido, por favor envíenos un correo a
comhebrea@gmail.com con el nombre de la persona y el nombre de su Madre.
Horario del Encendido de Velas para SHABAT en Bogotá, Barranquilla y Cali, Colombia.
Bogotá:
Fecha | Hora |
Viernes, Nov 26, 2010 | Encendido de velas a las: 5:22 pm |
Shabat, Nov 27, 2010 | Shabat concluye: 6:13 pm |
Fecha | Hora |
Viernes, Nov 26, 2010 | Encendido de velas a las: 5:15 pm |
Shabat, Nov 27, 2010 | Shabat concluye: 6:06 pm |
Fecha | Hora |
Viernes, Nov 26, 2010 | Encendido de velas a las: 5:34 pm |
Shabat, Nov 27, 2010 | Shabat concluye: 6:25 pm |
Es muy importante saber la hora exacta del encendido de velas, ya que bajo ninguna circunstancia esta permitido encenderlas después de la puesta del sol.
Resumen de la Perasha
Esta semana la perashá comienza su relato señalando que Yaacob le hizo confeccionar para Yosef, su hijo más querido, una túnica de seda diferente a las de sus hermanos. Este hecho dio lugar a que éstos celaran de Iosef hasta odiarlo al punto de no hablarle amablemente.
Iosef tuvo dos sueños, que al darlos a conocer a sus hermanos, encendieron un odio aún mayor. El primer sueño mostraba que los manojos de las espigas de sus hermanos se inclinaban ante el de Iosef. El segundo sueño, indicaba que tanto el sol, la luna como once estrellas, se prosternaban ante Iosef. Se deducía de estos sueños que toda su familia se inclinaría ante él. Su padre, le reprendió ya que había despertado mayor enemistad de sus hermanos, pero Yaacob en su interior, sabía que esos sueños se harían realidad.
En momentos en que los hermanos de Iosef vigilaban los rebaños de su padre Yaacob, éste lo envió para observarlos. Fue al valle de Hebrón y llegó hasta sus hermanos. Pero cuando lo vieron llegar decidieron que ése era el momento oportuno para matarlo, arrojándolo luego a un pozo y después dirían que fue comido por una bestia salvaje.
Pero Reubén convenció a sus otros hermanos de que no mataran a Iosef ni derramaran sangre y que solamente lo arrojaran a un pozo. Su intención era salvarlo posteriormente. Así lo arrojaron y le sacaron su túnica de seda.
Reubén se había alejado del lugar, cuando se acercó una caravana de ismaelitas que llevaban especias a Egipto y a Yehudá se le ocurrió la idea de venderles a su hermano Iosef como esclavo. Así, junto a sus otros hermanos lo hicieron y luego tomaron la vestimenta de Iosef y la empaparon en sangre de una cabra para llevarla a su padre Yaacob, quien se creyó que su hijo menor, Iosef, realmente había sido devorado por un animal salvaje y lo lloró.
Yehudá tuvo tres hijos, y el primero de ellos se casó con una mujer cuyo nombre era Tamar. Al poco tiempo murió su esposo y ella se casó con el segundo hijo de Yehudá. También el segundo esposo murió y ante el temor de Yehudá de que su tercer hijo también muriera al casarse con Tamar, le pidió a ella que esperara hasta que ese hijo tuviera mayor edad para poder casarse.
Tamar sabía que de la descendencia de Yehudá vendrían los reyes de Israel y disfrazándose engañó a Yehudá y logró tener un hijo de él. Yehudá, mientras ella estaba en gravidez, ordenó que fuera quemada, pues no sabía que ese futuro hijo era de él. Pero Tamar pudo salvarse de esta condena, pues con elementos personales de Yehudá, pudo demostrar que él era el padre de su futuro hijo. Así le perdonó la vida.
Iosef fue vendido varias veces hasta por último llegar a manos de Potifar, un oficial del faraón de Egipto. No obstante, Iosef tuvo éxito en todo aquello que emprendía ya que el Todopoderoso lo hacía prosperar. En tanto, Potifar lo nombró administrador de su casa. La mujer de su amo intentó seducirlo a lo que él se negaba por temor a pecar ante el Eterno. En una ocasión ella reaccionó malamente y lo acusó de haber intentado seducirla y lo acusó ante su marido Potifar y éste lo encarceló.
http://www.mesilot.org/esp/resumen/vayeshev.htm
Yosef Comienza su Ascenso al Poder en Egipto
Mientras los escorpiones se abalanzaban sobre sus pies, Yosef apeló nuevamente a sus hermanos, “¡Tengan compasión! ¡Este foso está lleno de serpientes y escorpiones!”.
Los hermanos de Yosef no estaban escuchando. Ellos estaban cenando, y los gritos de Yosef interferían con la tranquilidad de la cena, entonces se movieron a cierta distancia del foso para disfrutar de mejor manera sus kebabs. Al ver que una caravana de Ishmaelitas se aproximaba desde el norte, los hermanos decidieron vender a Yosef.
Mientras tanto, otro grupo de mercaderes Midianitas se aproximaba desde el sur. Ellos escucharon los gritos de Yosef e inmediatamente lo sacaron del foso. Ellos observaron su forma de vestir y su actitud y asumieron que debía ser el hijo de un hombre noble.
Cuando los hermanos de Yosef vieron lo que estaba ocurriendo, fueron corriendo al foso. “¿Qué derecho tienen ustedes de sacar a nuestro esclavo?”, preguntaron.
“¡¿Su esclavo?!”, preguntaron los Midianitas. “¡Ustedes deberían ser sus esclavos!”. Sin embargo, cuando Shimón y Levi sacaron sus espadas, la conducta de los Midianitas cambió. “¡Está bien, no se pongan violentos! ¿Por qué mejor no lo venden a nosotros?”, dijeron los mercaderes. Los hermanos canjearon a Yosef por zapatos para toda la familia y así se deshicieron de su hermano.
Sin embargo, los Midianitas tenían desconfianza sobre todo el asunto. “Tal vez es el hijo de algún terrateniente que vendrá a buscarlo”, teorizaron. “¡Es demasiado complicado! ¡Deshagámonos de él en la primera oportunidad que tengamos!”. Cuando la caravana Ishamelita se acercaba, se presentó la solución perfecta. Normalmente los Ishmaelitas transportaban cosas con muy malos olores como brea y alquitrán, pero esta caravana en particular estaba transportando especies e incienso a Egipto. Más allá de la indignación de haber sido vendido nuevamente como esclavo, Yosef estaba finalmente camino a Egipto… en la forma más fragante posible. (Basado en el Midrash)
Así empieza la trama que eventualmente llevó a Yaakov y a su familia al amargo exilio en Egipto.
La parashá Vaieshev se trata de los sueños. ¿Por qué sueña la gente? Algunos sueños pueden ser proféticos, pero la mayoría de ellos obviamente no lo son. Las personas tienden a soñar con cosas en las que piensan durante el día. La mente sigue funcionando incluso cuando estamos dormidos.
¿Cómo puede una persona saber el significado de un sueño específico? El Talmud dice que los sueños “siguen a su interpretación”. De la forma como son interpretados, así se cumplen.
* * *
Los Sueños de Yosef
Yosef era el decimoprimer hijo de Yaakov y el primogénito de su querida esposa Rajel que falleció posteriormente en otro parto. Yosef era un niño prodigio y se convirtió en el discípulo principal de su padre. Yaakov mostraba favoritismo por Yosef (los sabios lo criticaron por esto) y lo designó como supervisor de sus hermanos. Además, Yaakov hizo una prenda de vestir a rayas que era especial para Yosef. Yosef “acusaba” a sus hermanos mayores motivado por un amor genuino y una profunda preocupación por el crecimiento espiritual de ellos. Sin embargo los hermanos, no lo veían para nada de esta manera.
Yosef tuvo un sueño. Él reunió a sus hermanos y les contó su sueño: “Estábamos todos recogiendo espigas (ellos eran pastores no granjeros, entonces, ¿por qué granos?) y las espigas de ustedes se inclinaban ante las mías”.
La reacción de los hermanos fue, “¿Acaso vas a dominarnos y a ser nuestro rey?” (Génesis 27:8). Ellos interpretaron de esa manera el sueño.
Yosef tuvo un segundo sueño. “El sol, la luna y 11 estrellas se inclinaban ante mí”. Esta vez los hermanos fueron más inteligentes y se quedaron callados omitiendo cualquier interpretación. Pero Yosef quería la interpretación correcta, por lo que fue donde su padre y le contó el sueño. Yaakov explicó, “¿Acaso yo y tu madre nos inclinaremos ante ti?”. Así interpretó él también el sueño.
Pregunta: ¿Acaso no había muerto ya su madre?
Respuesta: Los sabios explican que se refería a Bilha, quien lo crió como su propio hijo.
“Sus hermanos estaban celosos, pero su padre esperó a que los acontecimientos se materializaran” (Génesis 37:11). Los hermanos de Yosef sospechaban que él era un manipulador. Sospechaban que él quería ser el único heredero de Yaakov, tal como Abraham e Itzjak habían tenido sólo una línea de continuación. Yosef constantemente le reportaba a su padre cosas malas sobre sus hermanos. Ellos creían que él estaba tratando de hacer que su padre los maldijera y así él tomaría toda la herencia.
Cuando Yosef soñó que se convertiría en rey, sus hermanos realmente se enfurecieron. Ellos no veían esos sueños como “profecías” sino como una manifestación de lo que “él estaba pensando todo el día”. Ellos consideraban que sus deducciones eran válidas, pero la Torá revela que emanaban de los celos. Frecuentemente nosotros no estamos conscientes de cuáles son nuestras verdaderas motivaciones. Debemos meditar y hacer una introspección cuidadosa para poder descubrir las motivaciones que guían nuestras acciones.
* * *
Paz con los Hermanos
Los hermanos de Yosef fueron a Shejem a atender el ganado y a deliberar sobre la situación. Shejem era el lugar donde anteriormente ellos habían actuado de manera positiva en cuanto a mantener la hermandad, (cuando la misma se vio amenazada desde afuera con el secuestro de Dina). Sin embargo ahora había una amenaza desde adentro – Yosef – ellos pensaban que él quería todo para él.
Yaakov estaba consciente de la animosidad entre sus hijos y mandó a Yosef a ver a sus hermanos. “Ve cómo están tus hermanos y el ganado (literalmente dice: Ve la paz de tus hermanos y la paz del ganado), y vuelve a mí con un reporte” (Génesis 37:14). En otras palabras, “¡haz paz con tus hermanos!”.
* * *
La Corte Rabínica de los Hermanos
Mientras Yosef buscaba a sus hermanos en Shejem, él se encontró con un hombre (la tradición die que era el ángel Gabriel) que le sugirió a Yosef que sus hermanos estaban listos para hacerle una emboscada. Sin embargo, Yosef siguió las instrucciones de su padre y no puso atención a la advertencia. Cuando los hermanos se dieron cuenta que Yosef se aproximaba, empezaron a planear su fiesta de bienvenida.
A pesar de que esto suena a hombres malvados confabulándose para matar a su propio hermano, esto no puede ser cierto. Estamos hablando de los justos hijos de Yaakov, los padres de las Doce Tribus de Israel que enseñaron la moral y la ética al mundo.
Realmente, los hermanos establecieron una corte rabínica y juzgaron a Yosef. Algunas religiones enseñan: “¡No resistas el mal, pon la otra mejilla!”. El judaísmo, en contraste, enseña “¡Oponte al mal!”. Por ejemplo, si sabes que alguien está tramando levantarse a las 4 AM para matarte, los sabios aconsejan que te levantes a las 3 AM y lo mates primero.
Esta “corte rabínica” condenó a Yosef por querer causar daño a sus hermanos. Yosef era considerado como alguien que tiene el estatus de “causar daño a otros activamente” a quien estamos obligados a detener, incluso matándolo.
“¡Aquí viene el soñador!”, dijeron ellos. “Matémoslo ahora, luego lo tiramos al foso y decimos que una bestia salvaje lo mató” (Génesis 37:20). Esta era una sentencia de muerte legal.
* * *
Reuven Salva la Situación
Reuven dijo, “¡No debemos darle muerte con nuestras propias manos! Después de todo, él es de nuestra propia sangre. Tirémoslo al foso y dejemos que muera por causa natural”. Ellos entendieron que si Dios estaba con Yosef, él sobreviviría.
El plan de Reuven era volver más tarde y liberar a Yosef. Reuven, siendo el primogénito y el presunto líder de la siguiente generación, tenía el que más tenía que ganar con la muerte de Yosef. Sin embargo, Reuven sintió la responsabilidad y trató de salvarlo. (Además, estaba consciente del hecho de que también cargaría con la culpa).
* * *
Dentro del Foso
Cuando llegó Yosef, los hermanos inmediatamente le quitaron su túnica a rayas, que tantos celos y animosidad había causado. Luego lo tiraron dentro del foso, que estaba “vacío, no tenía agua” (Génesis 37:24). Los hermanos habían revisado para ver si tenía agua, pero no se dieron cuenta de que tenía serpientes y escorpiones. La vida de Yosef estaba en peligro y Dios lo protegió. (El Talmud afirma que si uno testifica que un hombre cayó a un foso con serpientes y escorpiones, su esposa puede volver a casarse - ¡porque él de seguro está muerto!). Sin embargo, los hermanos ni siquiera notaron el milagro.
Reuven tenía que ir a atender a Yaakov, entonces Yehuda tomó el rol de liderazgo. Los hermanos se dieron cuenta que pasaba una caravana de Ishmaelitas. Yehuda dijo, “¿Por qué matar a nuestro hermano y cubrir su sangre? Si lo vendemos a Egipto él estará lejos de nosotros, no derramaremos su sangre y además, ¡obtendremos una ganancia importante!”. Los hermanos estuvieron todos de acuerdo y así hicieron.
Cuando Reuven regresó al foso y lo encontró vacío, rasgó sus ropas y lloró, “El joven no está, ¿dónde me esconderé del sufrimiento de mi padre?” (Génesis 37:30) – queriendo decir, “¡Él era sólo un joven y realmente no quería hacernos daño!”.
Los hermanos untaron la túnica de Yosef en sangre de cabra y la mandaron a su padre. Yaakov reconoció la prenda y declaró a Yosef muerto. Rasgó sus ropas, vistió tela de saco y estuvo de luto muchos días. (Rashi dice que estuvo de luto por 22 años, hasta que vio nuevamente a Yosef). Sus hijos trataron de consolarlo, pero se negó a ser consolado, diciendo, “¡Lloraré a mi hijo hasta mi tumba!”.
Pregunta: ¿Acaso no debe una persona confiar en Dios y estar de luto por un tiempo limitado?
Respuesta: Yaakov no estaba llorando solamente a su hijo. Yaakov tenía una misión especial en la vida, crear al pueblo judío con Doce Tribus. Ahora que una estaba faltando, Yaakov sintió que había fallado en cumplir su misión. Por eso, él nunca pudo ser consolado – hasta que se enteró de que Yosef aún estaba vivo.
* * *
Yehuda y Tamar
La parashá continúa: Yehuda dejó a sus hermanos y se fue solo.
Pregunta: ¿Por qué se inserta la historia de Yehuda y Tamar justo en medio de la historia de Yosef?
Respuesta: Los sabios explican que cuando los hermanos se dieron cuenta de cuánto habían herido a su padre, estaban enojados con Yehuda, en cuyo consejo habían confiado al vender a Yosef como esclavo. Si Yehuda les hubiera dicho que perdonaran la vida de Yosef, ellos habrían aceptado. Los hermanos excluyeron a Yehuda por eso y como resultado, él se fue solo.
Yehuda se casó con la hija de Shua el Canaanita (los comentaristas explican que “Canaanita” en este contexto se refiere a su ocupación, mercader, en vez de referirse a su nacionalidad) y tuvieron tres hijos. Dos de los hijos murieron en forma trágica mientras estuvieron casados con Tamar, la hija (o más probablemente, la nieta o bisnieta) de Shem, el hijo de Noaj.
La Torá considera que tener hijos es uno de los propósitos principales del matrimonio. Por eso si un hombre muere sin tener hijos, su viuda debe casarse con su hermano (si es factible) y los hijos que nazcan posteriormente se consideran de alguna manera como hijos del hermano fallecido. Estrictamente hablando, no se requiere ningún acto legal para oficiar este matrimonio, porque se considera una continuación directa del matrimonio del marido muerto. Esto se llama Yibum (matrimonio por levirato).
Si no es posible que la viuda y su cuñado se casen, entonces se realiza un acto legal llamado Jalitzá, para disolver el matrimonio del hermano muerto y permitir que la viuda se case con alguien fuera de la familia.
Históricamente, antes de que la Torá fuera entregada en el Monte Sinai, los judíos practicaban el Yibum, pero con pequeñas diferencias. Primero, cualquier familiar cercano del fallecido podía realizar el acto (incluyendo al padre). Segundo, el vínculo con el marido muerto se consideraba intacto a tal punto que si la viuda se casaba con alguien más, se consideraba adulterio (con castigo capital).
Yehuda estaba asustado de dejar que su tercer y último hijo, Shaila, se casara con Tamar, no fuera a ser que muriera como sus hermanos. Entonces Yehuda le dijo a Tamar que esperara a que Shaila creciera. Pero ella se dio cuenta de que eso era sólo una excusa. Entonces, Tamar se visitó como prostituta y sedujo a Yehuda.
Cuando se supo que Tamar estaba embarazada, Yehuda (como jefe de la corte rabínica) le declaró pena de muerte por adulterio. Tamar le envió a Yehuda los objetos que él había dejado con ella y le pidió que los identificara. Los sabios derivan de esta historia que ¡es preferible dejar que te quemen hasta morir que avergonzar a otra persona en público!
Yehuda admitió que él era el padre, lo que convertía el acto en un caso de Yibum y por lo tanto, estaba permitido. Tamar dio a luz a gemelos, Peretz (el ancestro del Rey David) y Zeraj.
El Zohar explica el significado cabalista de esta historia: En un momento donde todos estaban preocupados por Yosef, y Yaakov estaba de duelo, Yehuda, que fue el causante directo del primer exilio al vender a Yosef a Egipto, estaba preocupado de sembrar la semilla de la redención final del Mashiaj, ¡descendiente del Rey David!
* * *
Yosef en Egipto
Yosef fue vendido como esclavo a Potifar, el verdugo en jefe del faraón. “Su amo vio que Dios está con él” (Génesis 39:3). Incluso un idólatra egipcio podía reconocer espiritualidad, pero sólo de Yosef.
Yosef fue exitoso en todas sus empresas y Potifar puso “toda la casa” en sus manos.
Cuando Yosef se estaba empezando a sentir bien (opuesto a su padre, que aún estaba de duelo), la esposa de Potifar trató de seducirlo. Esta fue una tremenda prueba para un joven de 17 años, que no tenía ninguna guía familiar. El Midrash describe cómo la esposa de Potifar se cambiaba constantemente sus ropas y trataba de atraer a Yosef sin ningún éxito.
Un día la esposa de Potifar hizo una fiesta para sus amigas y Yosef era el garzón. Ella les sirvió frutas surtidas y ellas tenían cuchillos afilados con los cuales pelar las frutas. Mientras pelaban las frutas, Yosef sirvió el plato principal. Las mujeres mantenían su ojos fijos en el hermoso Yosef (que recatadamente miraba hacia el piso) y no prestaron atención en lo que estaban haciendo ¡hasta que quedaron cubiertas de sangre después de pelarse los dedos!
Un día había una fiesta idólatra y la familia de Potifar estaba en el templo. La esposa de Potifar dijo que estaba enferma y se quedó en casa donde nuevamente trataría de seducir a Yosef. Ella tomó el manto de Yosef, pero él se escapó, dejándolo en sus manos. Justo en ese momento la familia volvió y la encontró con las manos en la masa con el manto de Yosef en sus manos. Ella tuvo pánico y lo acusó de intento de violación. “¡Mientras se quitaba su manto yo grité, él escapó corriendo y lo dejó aquí!” (Génesis 39:15).
Este ha sido el argumento de los anti-semitas desde tiempos inmemoriales. A pesar de que ellos asesinan judíos, nos llaman a nosotros asesinos. Y a pesar de que Potifar no creyó la historia de su esposa (si no fuera así habría ejecutado a Yosef), no tuvo otra opción que castigar a su sirviente.
Mandó a Yosef al calabozo real donde se encarcelaban los prisioneros importantes. Ahí, Yosef también fue muy exitoso.
Los sabios explican la conexión entre la historia de la esposa de Potifar y la historia de Tamar. Ambas tenían buenas intenciones. La esposa de Potifar había visto en las estrellas que ella sería la esposa de Yosef y que sería parte del pueblo judío, así como también la motivación de Tamar era casarse con Yehuda y ser parte del pueblo judío. Por supuesto, la “observación de estrellas” no es un método confiable y lo que la esposa de Potifar realmente vio fue a su hija, que se casaría con Yosef (ver parashá Miketz).
Existe, sin embargo, una gran diferencia entre las acciones de estas dos mujeres. “Un pecado en nombre del Cielo”, tal como los rabinos llaman a este comportamiento, sólo es admirable si se lleva a cabo hasta el final. Si las condiciones cambian a mitad de camino y el acto ya no es más “en nombre del Cielo”, ¡entonces no se da ninguna recompensa! Tamar intentó casarse con Yehuda para poder ser parte del pueblo judío. Cuando se dio cuenta que la iban a quemar, no se olvidó de que sus intenciones eran “en nombre del Cielo”, y se negó a avergonzar a su suegro. La esposa de Potifar, por otra parte, tan pronto como la situación se puso difícil, estuvo dispuesta a condenar a Yosef para mantenerse a salvo. Esto reveló que sus intenciones no eran puramente “en nombre del Cielo”. (Escuchado del Rabino Shlomo Wolbe)
* * *
El Copero y el Panadero
El Faraón estaba enojado con su “Ministro del Pan” (el panadero) y con su “Ministro del Vino” (el copero). (Egipto era una sociedad muy materialista). Para aquellos debajo de ellos, ellos eran ministros importantes, pero para aquellos sobre ellos, ellos eran simplemente el copero y el panadero ¡y podían ser fácilmente puestos en “prisión”! (Rabino S. R. Hirsch)
El Faraón los mandó a prisión en la “cárcel real” de 5-estrellas donde Yosef estaba a cargo. Los sabios nos informan de sus crímenes: Encontraron una piedra en el pan y una mosca en la copa de vino.
En la cárcel, ellos fueron tratados muy bien por el vigilante (¡nunca se sabe, quizás iban a salir en el futuro!) y designaron a Yosef para que los sirviera. Ambos el copero y el panadero tuvieron sueños la misma noche y estaban muy deprimidos a causa de ellos. Yosef ofreció interpretar sus sueños, porque después de todo, “¡las interpretaciones son de Dios!” (Génesis 40:8).
El copero soñó que estaba exprimiendo uvas en la copa del Faraón. Yosef interpretó que en tres días él sería restituido en su puesto. (Los sabios explican que cada uno de ellos soñó también la interpretación del sueño del otro, por lo que el panadero sabía que Yosef estaba en lo correcto.)
El panadero soñó que pájaros estaban comiendo de una canasta de panes horneados que estaba en su cabeza (algo que nunca harían en la presencia de una persona viva). Yosef interpretó que en tres días el Faraón lo colgaría y que los pájaros comerían su carne.
Yosef le rogó al copero que lo recordara frente al Faraón. Los sueños se hicieron realidad exactamente como Yosef había predicho (¡los sueños siguen a su interpretación!). Pero el copero se olvidó de Yosef.
Pregunta: ¿Cómo prueba esto que Yosef realmente sabía cómo interpretar los sueños? ¿Tal vez simplemente tuvo suerte esta vez?
Respuesta: El comentario de Malbim explica que realmente habían cuatro personas involucradas: (1) el copero produce el vino y (2) el Ministro del Vino lleva la copa al Faraón, (3) el panadero hornea el pan y (4) el Ministro del Pan lo lleva al Faraón. Si es así, la piedra en el pan fue un error del panadero que no limpió adecuadamente sus sartenes, no un error del Ministro que no tenía forma de saber que había una piedra en el pan. Por otra parte, la mosca en la copa no era un error del copero, sino un error del Ministro del Vino que debió haber examinado la copa primero.
Por eso, lo que vio Yosef en el sueño iba contra la lógica. Yosef vio que el Faraón iba a juzgar a los trabajadores primero y que luego iba a sentenciar a sus superiores basándose en ellos. Dado que el panadero era culpable, el Ministro del Pan fue castigado y dado que el copero no podía ser culpado, su jefe, el Ministro del Vino, se salvó. Esta era una clara e irrefutable evidencia de que Yosef conocía el arte de la interpretación de los sueños.
* * *
El Cumpleaños del Faraón
Tres días después era la fiesta de cumpleaños del Faraón y él necesitaba a todos sus sirvientes. (Contrasta esto con la preferencia judía de marcar el Yahrtzeit, fecha de muerte, cuando una persona completa con la misión de su vida, en vez del cumpleaños que es sólo el viaje inaugural.) El Faraón restituyó al copero y colgó al panadero exactamente como predijo Yosef. Sin embargo, el copero en un principio se olvidó totalmente de Yosef e incluso cuando se acordó, no tuvo ganas de ayudarlo. (¡Nunca confíes en coperos egipcios!)
El Faraón también tuvo algunos sueños – que veremos la próxima semana…
La luz del Mashiaj
La parashá comienza diciendo así:
"Se asentó Iaacov en la tierra de las moradas de su padre·". (37:1)
Llegó el momento en la vida de Iaacov en el que finalmente pudo asentarse. El término hebreo para "asentarse" es vaieshev, y el término para "moradas" es megurei", de la palabra "gur", de la misma raíz de la palabra "guer" (extranjero). Iaacov pudo asentarse mientras que su padre y su abuelo sólo pudieron morar allí. La yuxtaposición nos llama la atención. Es interesante ver que cuando Iaacov fue llevado ante el Faraón y éste le preguntó su edad, Iaacov contestó:
"Los días de los años de mi morada son 130 años, pocos y malos han sido los días de los años de mi vida·". (47:9)
Aquí Iaacov usa la palabra morada - megurei, opuesto al término que nosotros encontramos en nuestra parashá, vaishev, asentarse. ¿Iaacov, se asentó o simplemente moró?
Rashí cita el Midrash que explica el significado del "asentamiento" de Iaacov. El Midrash dice:
"Asentó: Iaacov deseaba asentarse con tranquilidad, pero el enojo del [episodio con] Iosef lo enfrentó (literalmente: saltó). Los justos desean vivir en tranquilidad. D'os dijo: ÁNo es suficiente que ellos tienen un lugar en el mundo venidero, que desean también vivir en tranquilidad en este mundo!". (Rashí 37:2)
El concepto es bastante extraño. ¿Qué quiere decir que Iaacov quería vivir en tranquilidad? ¿Quiere decir que Iaacov deseaba "renunciar" a su activo servicio patriarcal y dedicarse a disfrutar "los años de oro"? Definitivamente, la vida de Iaacov fue difícil, pero ésta es una razón para abandonar su misión y disfrutar de la "buena vida"?
Debe haber un significado más profundo de la idea de "tranquilidad" que Iaacov buscaba. El Rab Iosef Dov Soloveitchik Z"L, sugirió que lo que Iaacov estaba buscando era tranquilidad espiritual. Iaacov anticipó el surgimiento de nada más ni nada menos, la era mesiánica. Esto explicaría la comparación con el mundo venidero. Iaacov buscaba una utopía espiritual aquí en la tierra, así como lo refleja el comentario de D'os: este es el deseo de los tzadikim, que no están satisfechos con lo que D'os tiene para ellos en el mundo venidero y desean perfección aquí y ahora también. Pero, ¿cómo pudo pensar Iaacov que la perfección o tranquilidad se podían manifestar en ese momento particular de la historia? ¿Acaso, no le dijo D'os a Abraham que sus descendientes iban a ser esclavos por 400 años?
"Dijo (D'os) a Abram: sabé que tu descendencia será extranjera en una tierra que no es de ellos - y los esclavizarán y los afligirán - 400 años. Pero también a la nación a quien ellos servirán - Yo juzgaré. Después de lo cual saldrán con grandes pertenencias· Pero a la cuarta generación retornarán aquí, pues no estará completa la iniquidad de los Emorim - hasta entonces" (15:13 - 16)
¿Cómo pudo Iaacov ignorar los 400 años estipulados por el decreto Divino?
En realidad, los judíos nunca estuvieron esclavizados por 400 años. En la Hagadá de Pesaj vemos que D'os fue indulgente en los cálculos, y después de unos 210 años los israelitas fueron liberados. Cuando los judíos dejaron Egipto la Torá dice: "Y fue al término de 430 años·que el ejército de D'os salió de la tierra de Egipto" (Éxodo, 12:41).
El Midrash pregunta: ¿Cuál es? ¿400 años, 430 años o 4 generaciones? La respuesta dada por el Midrash reconcilia la aparente contradicción explicando que la revelación de D'os a Abraham fue 30 años antes del nacimiento de Itzjak, y el cálculo de los 400 años comenzó con el nacimiento de Itzjak. De todas maneras, ¿cuál es el significado de las 4 generaciones?
"El Santo, Bendito Sea Él, dijo: 'si ellos hacen teshuvá Yo los redimiré [después de 4] generaciones, si no [hacen teshuvá] Yo los redimiré [después de 400] años'" (Mejilta Derrabí Ishmael, Bo, Parashá 14).
La promesa de Abraham no fue simplemente "grabada en una piedra". Había contenido en ella. La idea central fue que los descendientes de Abraham serían esclavizados, abusados y eventualmente se irían del lugar con muchas riquezas. Aparentemente, Iaacov creía que esta secuencia ya había ocurrido, que todos estos acontecimientos de la promesa de D'os habían sido cumplidos en su propia historia de vida. Él seguramente habrá pensado que su opresión a manos de Labán y los años de labor intenso que terminaron con su regreso a Eretz Israel con una enorme riqueza, habían cumplido las palabras de D'os a Abraham, y la redención ya podía comenzar. Y de repente, la visión de Iaacov se descarriló por la historia de Iosef y sus hermanos. "El enojo de Iosef" oscureció sus ilusiones de tranquilidad y plenitud.
Cuando el enemigo fue Nimrod o Ishmael o Labán o Esav, el enfrentamiento era entendible, incluso se podía anticipar, pero una pelea interna como ésta no parecía formar parte del Plan Divino. Iaacov estaba seguro que todos los adversarios habían sido neutralizados, y que la era de la tranquilidad espiritual estaba amaneciendo. Con sus hijos a su lado, Iaacov estaba seguro que la era mesiánica había comenzado. Sin embargo, hubo esta última e inesperada lucha. La era mesiánica no podía comenzar (ni el libro de Bereshit podía terminar) antes del desarrollo de esta intriga final dentro de la familia de Israel. Más tarde, hacia el final del libro de Bereshit cuando Iaacov se encuentra con el Faraón, Iaacov relata que, en retrospectiva, él "moró" y no tuvo éxito en "asentarse" en la tierra; él nunca pudo concluir su búsqueda por la tranquilidad.
Las narrativas de Bereshit son más que historias. Las vicisitudes de los antepasados son más que cuentos antiguos; ellas son realidades espirituales llenas de significado, las cuales forman la trama de la historia judía. En función de entender las enseñanzas del libro de Bereshit en general, y de esta parashá en particular, debemos conocer el concepto de "maasé avot simán labanim" (ver Tanjumá sección 9, y Ramabán 12:6) que literalmente se traduce como "las acciones de los antepasados sirven como una señal para sus descendientes". En otras palabras, la historia se repite a sí misma, o en términos teológicos, la historia judía es el destino judío. Cuando Iosef y sus hermanos lucharon, el poder espiritual para disputas domésticas futuras fue desatado. No es casualidad que la fiesta de Januká, siempre cae durante las semanas que se leen las parashot referidas a Iosef y sus hermanos. La destrucción del Segundo Templo fue atribuida al pecado de "sinat jinam" - odio gratuito - entre hermanos, lo cual es el tema de estas parashot en la Torá. Y la guerra civil peleada por los macabeos es vista como una repercusión - en el sentido más literal de re - percusión, el repetido golpe del mismo tambor - del conflicto en Vaieshev. El popular midrash que encontramos en la liturgia de Iom Kipur, el cual describe la muerte de los diez mártires es otro eco de la historia de Iosef. Una vez que el problema de conflicto interno se presentó, un nuevo tipo de solución es requerido. Esta es la enseñanza de Vaishev. No sólo que la tranquilidad no será alcanzada en la vida de Iaacov, sino que el poder insidioso de conflictos internos atacará a futuras generaciones.
En función de entender este fenómeno debemos sumergirnos en el texto mismo de la Torá.
Tanto los sabios antiguos como los contemporáneos notaron una dificultad en el texto; el último versículo del capítulo 37 y el primer versículo del capítulo 39 son casi idénticos.
"Y los midianitas lo vendieron a Egipto, a Potifar, el servidor del Faraón·" (37:36)
"E Iosef fue llevado a Egipto, y lo compró Potifar, el servidor del Faraón·" (39:1)
El tiempo parece haberse quedado en la vida de Iosef, mientras que en el capítulo 38 se cuenta la vida de Iehudá por muchos años. En el ínterin, Iehudá se casa, forma una familia, sus hijos se casan y mueren. La Torá encontró necesario llevarnos a la vida y carácter de Iehudá antes de continuar diciéndonos sobre el destino de Iosef. Para entender este orden peculiar del texto debemos primero recordar lo acontecido: Iosef fue mandado por su padre a ver dónde estaban sus hermanos. Cuando ellos vieron a Iosef venir desde lejos, planearon matarlo. Reubén, que era el me iba a recaer sobre él la responsabilidad de lo ocurrido, sugirió que lo tiren a un pozo, pues él planeaba rescatar a Iosef y retornarlo a su padre. En una de las escenas más duras en la Biblia, los hermanos se sentaron a comer, mientras que Iosef sufría dentro del pozo. En este momento, Iehudá habla (por primera vez en toda la Torá):
"'Dijo Iehudá a sus hermanos: ¿qué provecho tendremos en matar a nuestro hermano, encubriendo su sangre? Vamos!, vendámoslo a los ishmaelim y que nuestras manos no estén sobre él ya que nuestro hermano y nuestra carne es él, y lo escucharon sus hermanos" (37:26 -27)
Iehudá tomó responsabilidad y mostró su liderazgo; por otro lado, el mostró crueldad y un cinismo casi maquiavélico. Su conclusión: "no lo matemos, porque él es nuestro hermano y nuestra carne" - mientras que al mismo tiempo sugirió que lo vendan como esclavo - es shockeante.
Con Iosef afuera, los hermanos se enfrentaron a otro problema: cómo informarle a su padre Iaacov de la desaparición de Iosef. Ellos sumergieron su túnica de muchos colores en la sangre de una cabra muerta y le dijeron a su padre:
"·Hemos encontrado esto. Reconoce si es la túnica de tu hijo o no" (37:32)
Los hermanos realmente no le mintieron a Iaacov, ellos simplemente lo engañaron. De acuerdo al Midrash, Iehudá era aún el líder, y fue él que habló. La respuesta de Iaacov fue: duelo inconsolable. Él estuvo en duelo por Iosef de una manera que sólo un padre afligido podría estar. En ese momento la historia de Iehudá comienza.
"Ocurrió en aquel tiempo, que Iehudá descendió de con sus hermanos·" (38:1)
Rashí explica que el descenso de Iehudá fue el resultado de la baja estima en ojos de sus hermanos; ellos lo culparon por la angustia de su padre y por la desaparición de Iosef.
Ellos dijeron: 'Tú eres el que nos dijo que lo vendiéramos! Si tú hubieses dicho, retórnenlo a su padre, nosotros te hubiésemos escuchado. (Rashí al 38:1)
El Midrash explica:
'Ocurrió en aquel tiempo - Rabí Shemuel hijo de Najmán dijo·Los hermanos estaban ocupados en la venta de Iosef, Iosef estaba ocupado con su ropa de arpillera (ropa que se ponían cuando estaban de luto) y ayunando, Reubén estaba ocupado con su ropa de arpillera y ayunando, Iaacov estaba ocupado con su ropa de arpillera y ayunando, Iehudá estaba ocupado buscando una esposa, y D'os estaba ocupado creando la luz del Rey Mashiaj. Ocurrió en aquel tiempo que Iehudá descendió·, antes que la primera esclavitud naciera, el redentor nació' (Midrash Rabá 85:1)
El Midrash está haciendo una pregunta: ¿Dónde estaba D'os durante la venta de Iosef? La respuesta es increíble. D'os estaba ocupado creando la luz del Mashiaj. Seguramente esta es una rara respuesta. El resultado de la venta fue que los judíos llegarían a Egipto. La esclavitud traería un increíble sufrimiento para incontables personas, y todo como resultado de la venta de Iosef. Iaacov no esperaba todo este episodio. Él buscaba tranquilidad, pero D'os tenía un plan diferente. La esclavitud prometida a Abraham no había ocurrido aún, la redención no había ocurrido, sin embargo D'os estaba ocupado planeando la redención final, un plan que comenzó con la venta de Iosef y se cristalizó con el "descenso de Iehudá".
Iosef también reconoció la Mano Divina envuelta en los acontecimientos de su vida. Cuando Iosef estaba buscando a sus hermanos en Shejem por orden de su padre, se le hace saber que sus hermanos habían dejado Shejem y se habían encaminado hacia Dotán.
"Le encontró un hombre - y he aquí que estaba perdido en el campo - Le preguntó el hombre diciendo: ¿qué buscas? Dijo: A mis hermanos yo estoy buscando; dime, ahora, dónde están pastoreando. Dijo el hombre: Se han ido de aquí, pues oí que decían: vayamos a Dotán. Salió Iosef en pos de sus hermanos y los encontró en Dotán" (37:15 - 17)
Iosef nunca hubiese encontrado a sus hermanos, y hubiese retornado a su padre, pero los hechos aseguraron que de una u otra manera, Iosef encontraría a sus hermanos. Iosef sería vendido y terminaría en Egipto, y sus hermanos le seguirían. La tranquilidad de Iaacov tendría que esperar.
Iosef, eventualmente entendió este interludio con el hombre misterioso en el campo como un acto de la Voluntad Divina:
"Y ahora, no se entristezcan ni se enojen contra vosotros mismos porque me han vendido a este lugar; puesto que para sustento me ha enviado D'os ante vosotros. Pues ya son dos los años de hambre en medio de la tierra, pero aún son cinco los años en los que no habrá arada ni siega. Pero me envió D'os ante vosotros para preservar a vosotros remanente en la tierra y para sustentarlos; para una gran salvación. Ahora, no son ustedes los que me han enviado aquí sino D'os. El me convirtió en consejero del Faraón y señor de toda su corte y gobernante de toda la tierra de Egipto" (45:5 - 8)
El destino tomó la forma de este hombre misterioso en el campo. Este aparente hecho insignificante en la vida de Iosef fue, en realidad, la Mano Divina guiando a Iosef hacia su destino en Egipto. Mientras que esto no exculpa a los hermanos por su comportamiento nefasto, la Voluntad de D'os es finalmente aparente en el mundo. Rashí nos dice que la persona anónima en el campo fue el ángel Gabriel, cuyo nombre denota gevurá, la característica del din, juzgamiento.
Como vimos en el Midrash, D'os estaba ocupado, en el momento de la venta de Iosef como esclavo, haciendo la mantilla del Mashiaj, mientras que Iehudá estaba ocupado con su propia vida familiar. ¿Cuál es el significado de este Midrash? Cuando el hijo mayor de Iehudá, Er, murió, uno hubiese esperado que Iehudá obtuviese algún sentimiento respecto del dolor de su propio padre. Él ahora también conocía íntimamente, lo que su padre estaba sintiendo y lo que significaba estar de duelo por su propio hijo. Cuando el segundo hijo de Iehudá, Onán, murió hubiésemos esperado que Iehudá se sintiese atormentado con culpa; hubiese sido una respuesta natural culpar a sus propias acciones por las trágicas muertes de sus hijos. Hubiésemos esperado que Iehudá se acerque a su padre y admita su culpabilidad y le diga: Iosef está con vida!! Pero Iehudá estaba frío e indiferente. Cuando Tamar se acercó a Iehudá, él cruelmente le dijo a ella que espere por su tercer hijo, a pesar de que no tenía intenciones de dárselo como marido.
Cuando la propia mujer de Iehudá murió, él buscó consuelo en una mujer que estaba parada al costado de la calle, Tamar. Ella se dio cuenta que Iehudá no había sido honesto con ella. Es por eso que ella tomó la iniciativa y se disfrazó de prostituta justo cuando Iehudá pasaba por allí. Cuando ella se embarazó como resultado de esa unión, Iehudá, sin saber de su paternidad, ordenó matarla. Ella tenía, sin embargo, el anillo, la vara y la capa de Iehudá, los cuales había recibido como garantía de que él le enviaría una cabra para pagarle.
El Midrash pregunta por qué ella le pidió una cabra, y responde:
"Y D'os dijo a Iehudá: 'Tú has engañado a tu padre con una cabra. Por tu vida!, Tamar te engañará con una cabra'" (Midrash Rabá 85:11)
Tamar finalmente se enfrentó con Iehudá y le dijo que la persona que la embarazó era la dueña de esas pertenencias personales.
"Ella dijo: 'Tú reconoces quién es dueño de este anillo, esta vara y esta capa?'" (38:25)
El Midrash explica:
"Rabí Iojanán dijo: D'os dijo a Iehudá: 'Tú has dicho a tu padre: 'hemos encontrado esto. ¿Lo reconoces? ¿Es la túnica de tu hijo? (37:32)'. Por tu vida!, Tamar te dirá '¿tu lo reconoces?" (Midrash Rabá 85:2)
El Midrash entiende que la relación entre Iehudá y Tamar estaba directamente relacionada con la relación entre Iehudá y su padre; el pecado de Iehudá fue rehabilitado por Tamar. Cuando Tamar dijo las palabras 'reconoces a quien pertenece este anillo, esta vara y este abrigo' (38:25) - Iehudá escuchó el eco de sus propias palabras, cuando miró a su padre a los ojos y destrozó el mundo de su padre diciendo '¿Reconoces esto? ¿es la túnica de tu hijo?'.
El siguiente versículo dice:
"E Iehudá reconoció, y dijo: 'Ella es más justa que yo'" (38:26)
Con estas palabras, la idea del Mashiaj fue creada. El poder del hombre para reconocer su pecado y tomar resp, es el concepto del Mashiaj.
Desde este momento, Iehudá es una persona diferente, quizás el verdaderamente el primer Baal Teshuvá. De esta relación entre Iehudá y Tamar, reyes surgirán - David y su descendiente el Mashiaj.
El Midrash explica por qué ella le pidió su vara:
"La vara (este es el cetro) del Rey Mashiaj" (Midrash Rabá 85:9)
Cuando Tamar le pidió a Iehudá que identificara la vara, ella le estaba pidiendo que manifieste la grandeza que ella vio latente dentro de él: la valentía y el coraje de admitir la culpabilidad y tomar responsabilidad de cambiar. Esta es la enseñanza que el Mashiaj enseñará al mundo algún día.
El hombre controla su destino. No importa qué errores cometió, el hombre puede arreglarlos.
Como resultado del episodio con Iosef, los judíos fueron destinados a la esclavitud en Egipto. Como resultado de la teshuvá (arrepentimiento) de Iehudá, los judíos son destinados a ser redimidos en el final de los días. Un espíritu de cambio penetrará en el mundo, liderado por un descendiente de Iehudá. La historia alcanzará su cúspide, y la luz del Mashiaj, creada en los días de la venta de Iosef, brillará. En ese momento, todos los hijos de Iaacov, y por supuesto, todo el mundo, vivirán en tranquilidad.
LA MODA EN LOS TIEMPOS DE IAACOV AVINU
“...Israel amaba a Iosef...” (Bereshit 37,3)
Lo quería más que a todos los hermanos, porque fue el “hijo de la vejez”, así nos dice el versículo, fue el hijo que tuvo siendo más anciano y por eso le hizo y le regaló una “túnica a rayas”.
Pero la traducción de “Onkelos” nos hace una revelación, cuando el versículo nos dice “hijo de la vejez”, Onkelos lo traduce como el “hijo sabio”.
Y, de acuerdo a esta interpretación, le resulta difícil comprender al “Ben Ish Jai” en su libro “Od Iosef Jai – Derashot”, ¿para qué una persona sabia necesita de una linda prenda?, ya que el Ben Ish Jai entiende que para una persona inteligente, las ropas no significan absolutamente nada, porque darle importancia a una vestimenta linda solamente se puede encontrar entre los niños, que todavía no saben qué es lo importante en la vida, que todavía no estudiaron lo suficiente para entender qué cosa tiene valor y qué cosa no!!!
Por eso, una persona grande, y además sabia, una persona que estudió Tora y se considera “completa”, con entendimiento y sabiduría, no puede ocuparse de “cosas de niños”...
Y en estos días, vemos con pánico, que la moda que era algo exclusivo para las mujeres, pasó a cobrar una importancia desmedida entre los hombres, los negocios ofrecen camisas con cuellos que llegan hasta la oreja o corbatas con un nudo que comienza en el hombro derecho y llega hasta el izquierdo. Y no hablemos de la moda en los anteojos. Hashem nos salve y nos haga entender al Ben Ish Jai, por qué con tanta naturalidad lo llama cosa de niños...
Y me parece, Besiata Dishmaia, desarrolla el Ben Ish Jai, que una persona importante, que tiene la posibilidad de enseñar palabras de Tora, debe fijarse a quién enseñar. Si le enseña a personas sin “cabeza” que no saben lo que vale la sabiduría y que no entienden la importancia de la Tora, esas palabras están viajando en dirección equivocada, es como desvalorarlas, y sería mejor no sacar las palabras de la boca antes de que las palabras no tengan el destino que merecen. Pero, cuando una persona le enseña Tora a un hombre inteligente, que entiende su valor, estas palabras aumentan su valor, no como en el caso anterior que se compara a un collar de oro y piedras preciosas que adornan una prenda de arpillera...
Y lo mismo podemos encontrar al hablar de hermosas y valiosas vestimentas de seda que si las viste un hombre hermoso, revalorizarán la importancia de las ropas, ya que toda cosa que le quede bien a la persona, hará que aumente su importancia, que le dé más brillo.
Pero qué ocurre si una persona desprolija y sucia se pone hermosas prendas con oro y brillantes, simplemente veremos algo ridículo que provocará risas y desprecio, cuando esas mismas cosas en otra persona sí tendrían valor... Por eso, prosigue el Ben Ish Jai, el versículo está en el lugar adecuado. Hay casos en que la ropa es linda pero la persona no la merece porque es sucia y desprolija, o podemos tener una persona limpia y arreglada con malas vestimentas, ambas situaciones tienen una grave falla. La plenitud la alcanzamos con Iosef y la hermosa túnica que le regaló el padre...
Y Iaacov Avinu era un gran sabio, y también Iosef era sabio y entendía todo lo que Iaacov le enseñaba, al punto que no sólo era considerado sabio para toda la gente, sino que además, el mismo Iaacov consideraba que su hijo Iosef era sabio. Y esto le daba una gran satisfacción a Iaacov, el saber que tenía a quien transmitirle su gran sabiduría, alguien que podía alcanzarla y que conocía cuánto valía. Y lo amaba porque encontró en él la persona a la que podía “volcar” su manantial de sabiduría..., algo que antes había buscado tanto y no había podido encontrar.
Veamos que importante resulta, si una persona vacía un gran barril lleno de vino en un recipiente pequeño o que tiene un agujero, seguramente, se le volcará el vino y tendrá una gran pérdida, lo que más que probablemente le provocará un gran sufrimiento. En cambio, volcar su vino en un gran recipiente que además sea fuerte e impermeable, le traerá la seguridad que su vino está “en buenas manos”, y sentirá una gran alegría.
Así como con el vino, así era la alegría que sentía Iaacov Avinu al ver en Iosef un hijo inteligente, sabio, que no era considerado sabio solamente por la gente, sino que para el mismo Iaacov, para el gran sabio, también Iosef llegaba a la clasificación de sabio, porque su intelecto podía atrapar todas las palabras que Iaacov le transmitiría, sin que se pierda ni una “gota”, y por esto Iaacov lo amaba...
Entonces, ahora las razones son dos, y para mostrarle su amor e indicarle también el por qué, le hizo la túnica, una prenda muy valiosa de seda, que se valorizará aún más cuando esté sobre un cuerpo de gran valor, y en la Tora encontramos que Iosef tenía una hermosa apariencia, hasta el punto que aunque se vista con prendas comunes, éstas aumentarían apreciablemente su valor cuando Iosef las vistiera, y si ropas comunes aumentan su valor cuando Iosef las viste, al vestir valiosas ropas de seda que por sí solas son caras, su valor ahora será mucho mayor que si las viste otra persona.
Esta es la intención de Iaacov Avinu al entregarle a Iosef esta hermosa prenda, para demostrarle a todo el mundo el por qué de su gran amor por Iosef, porque en Iosef la sabiduría se revaloriza, y así como ustedes ven que la túnica en el cuerpo de Iosef en más hermosa y valiosa que en el cuerpo de cualquier otro.
Y todo está perfectamente encuadrado, Iaacov amaba a Iosef más que a todos sus hermanos porque era el hijo sabio (como traduce Onkelos “hijo de la vejez”), sabio hasta para la categorización del mismo Iaacov, y por eso lo amaba, porque sabía que en Iosef, la sabiduría que Iaacov le transmitiría tendría más valor, ya que podía “contener” todo el conocimiento que Iaacov volcara en él, sin que se pierda la más mínima porción. Y para que todos sepan el motivo de su gran amor hacia Iosef, le regala la túnica, con la que todos sabrán que así como la túnica que todos pueden ver se encarece cuando Iosef la viste, de la misma forma, la sabiduría de Iaacov adquiere una nueva dimensión cuando Iaacov la transmite a Iosef.
Vemos que Iosef viste la túnica no por moda ni por mostrarse más lindo, sino exclusivamente para que todos entiendan que la sabiduría de Iaacov en Iosef aumentaba su valor y esta era la causa del gran amor que Iaacov sentía.
Y todavía queda algo sin entender en nuestro versículo. Sin tener en cuenta la versión de Onkelos, leemos que Iosef es el “hijo de la vejez”, cuando sabemos que en realidad el hijo de la vejez es Biniamin, y no Iosef... No podemos decir que la traducción de Onkelos no sea exacta, simplemente que debemos tratar de entender también lo que vemos a simple vista. Leemos hijo de la vejez, cuando Iosef no es el último hijo de Iaacov. Solamente leyendo encontramos que este calificativo corresponde a Biniamin.
Me parece, Besiata Dishmaia, así comienza el Ben Ish Jai cada explicación, sabemos que Iaacov sentía por Rajel Imenu un amor muy especial. Tan grande era su amor por Rajel, que en el momento en que Iaacov está por morir y bendice a sus hijos, recuerda a Rajel en su bendición a Iosef Hatzadik, bendice a su madre, bendice a los pechos que lo amamantaron, bendice al vientre que lo formó y del que nació...
Y todos preguntan, ¿por qué no bendice así a Biniamin?, ¿por qué no recuerda a Rajel a través de Biniamin, que es el último, el verdadero hijo de la vejez y, además, por supuesto, hijo de Rajel?
La respuesta es muy sencilla, Rajel no amamantó a Biniamin, porque falleció en el momento de su nacimiento, por eso no puede bendecir a Rajel por medio de Biniamin, no puede bendecir a los pechos que no lo amamantaron, aunque si podría bendecir el vientre del que nació..., cosa que tampoco quiere hacer Iaacov, ya que no es grato para Iaacov recordar que Biniamin sale del vientre de su amada Rajel en el mismo instante que también su alma sale de su cuerpo...
Por eso, ni siquiera en el momento en que Iaacov está a punto de morir, él no puede bendecir a Rajel a través de Biniamin, porque le recuerda la muerte de su amada.
Y también por esto, después de la muerte de Rajel Imenu, nunca Iaacov podrá “dibujar” en su mente o imaginar a Biniamin como el hijo de la vejez ni tampoco demostrarle su amor como tal.
Para Iaacov, Biniamin representaba el recuerdo de la muerte de Rajel, con lo cual no podía quererlo como el hijo de la vejez, en la forma normal o corriente en el mundo.
Además, pensemos que en Iaacov, estaba grabada la imagen de Iosef sentado en los brazos de su madre, amamantándolo. Esta imagen es la que muestra quién es el hijo de la vejez, el hijo que tuvo con Rajel, ya que Iosef es el único hijo que Iaacov “ve” en los brazos de su madre, el único hijo que Rajel amamanta, y en cada momento que Iaacov ve a Iosef, Iaacov recuerda a Rajel cuando Rajel estaba con vida. Este es el motivo por el cual decimos que Iosef es el hijo de la vejez, porque así Iaacov lo ve con su recuerdo, y no tiene ningún otro hijo en sus pensamientos, porque Iosef le recuerda a Rajel en vida.
Od Iosef Jai – Derashot.
HaRav Gabriel GuiberSabías que… El primer cumpleaños documentado en la Torah es el de Par-ó
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Mitsvá de la Semana
MITSVÁ #35
No cometer adulterio
Fuente: No cometerás adulterio (Shemot 20:13)
Razón: Siendo que las personas suelen ser muy celosas por sus parejas y al ser engañados pueden hasta llegar a cometer asesinatos, la Torá nos prohibió acercarnos a este pecado, siendo también otro motivo, que en la creación todo está bien distinguido quien proviene de quién, por lo que es necesario tener bien marcado el padre y los hermanos de cada individuo en el mundo.
Tiempo: en tiempos del Bet Hamikdash y del exilio.
Lugar: en Erets Israel y la diáspora.
Quién está obligado: Todos los humanos.
Extraído del “Sefer Hajinuj”
MUY INTERESANTES VIDEOS SOBRE LA PERASHAT HASHAVUA
http://il.youtube.com/watch?v=xd_ZdhxewpA
El Mal de ojo
¿Superstición o Realidad?
Elaborado por Rab Nissim Bettech
Vivimos en una sociedad que está muy al pendiente del mal de ojo. Es realmente parte de nuestra cultura y le invertimos mucho tiempo y energía a “cuidarnos de mal de ojo”. Intentamos hacerlo colgándonos una pulsera de pequeños ojitos, listones rojos, manitas en el traje del bebé, shepes guardados en la guantera de nuestro coche. Decimos expresiones como “fi en ladu”, no mencionamos el número cinco ni sus múltiplos, abrimos la mano cuando sentimos una “mala vibra”… en fin, si quisiéramos enumerarlas todas ellas nos llevaría muchas cuartillas, ya que vivimos rodeados de esto, cada uno incluyéndole sus propias variaciones y costumbres a estos elementos que “supuestamente” nos protegen de dicho mal, siendo estos hábitos para algunas personas parte cotidiana de su vida y para otros, molestias constantes en su relación Comunitaria.
Al analizar este tema nos encontramos siempre con la misma pregunta ¿creer o no creer?
Si creemos, sentimos lejanía con nuestro legado, pues la Torá nos prohíbe el uso de brujería y hechicería, incluso condena la superstición comparándola con la idolatría. Está absolutamente prohibido creer en otras fuerzas aparte de Hashem, por lo que esta manera de conducirnos, a veces con apariencia de hechicería, nos deja con una sensación de estar desviándonos de Nuestra Torá y sus principios básicos.
Sin embargo, encontramos en Nuestras Sagradas Escrituras que varias veces se menciona el mal de ojo.
Una de las más conocidas es la Berajá que le dio Yaacob a Yosef, deseándole que el mal de ojo no le cause daño. “Ben Porat Yosef, Ben Porat Aré Ain”.
También está insinuado en el episodio en el que el brujo Bilam, al no poder maldecir al pueblo de Israel, intentó echarles el mal de ojo.
Otra de las fuentes en las que aparece el concepto del mal de ojo en la Torá es cuando se contabilizan los integrantes del pueblo de Israel; Hashem le encomienda a Moshé no contar directamente al pueblo, sino que cada uno debe aportar medio shekel, y con la suma total se tendría el número exacto de todo el pueblo. Al respecto la Torá declara: “y no habrá epidemia al contarlos”, con lo que manifiesta que al contarlos directamente puede llegar a “caerles” el mal de ojo y eso desencadenaría una epidemia en el pueblo.
En síntesis, con estos pocos ejemplos de entre muchos otros que aparecen, encontramos en nuestra Torá la afirmación de que el mal de ojo SÍ existe y es causa de ciertos daños, siendo éstos desde pequeños sufrimientos, hasta epidemias y la misma muerte, tal y como está descrito en el Talmud Babli, tratado Babá Metsiá 107B: la mayoría de las personas perecen antes de su tiempo por el Ain Hará.
Y ahora habría que preguntarnos: ¿El ojo se “echa” simplemente por observar a mi compañero y sus bienes? ¿Le “cae” el ojo a mi amiga simplemente por chulearle su vestido nuevo? ¿El shepe que tiene colgado mi vecino en su coche, lo protege de no chocar su auto nuevo?
Antes de contestar estas preguntas es importante esclarecer exactamente qué es el mal de ojo.
¿Es el ojo el que daña?
En hebreo se le llama Ain Ha´ra, lo que significa literalmente el ojo del mal. Nótese que no se le llama Ain Raa, el ojo malo. Esto nos indica el fondo de este concepto, ya que este término puede confundir y tergiversar el concepto real, pues tras un poco de reflexión resulta obvio que no es el ojo el que daña directamente, sino que éste es sólo el conducto para causar el daño. El ojo en sí no causa el daño, lo causa la propia mente, ya que todo mal de ojo comienza en la mente y en la intención del que lo provoca.
Esta fuerza mental es muy poderosa, incluso más poderosa que el cuerpo, ya que la mente es ilimitada y su poder es infinitamente mayor al del cuerpo.
¿Por qué recae el mal de ojo?
Nuestros sabios al abordar este tema expresan que hay ciertas razones por las cuales el mal de ojo recae en una persona.
Hace menos de 60 años, vivía un Jajam, llamado Rab Abraham Ishaya Karelits, mejor conocido como el Jazón Ish, el cual expuso este tema de la siguiente manera:
Al comenzar el año, en Rosh Hashaná, a cada persona se le decretan los bienes materiales y espirituales de los que gozará en el año entrante. Sin embargo, en el transcurso del año suele suceder que uno cambia su manera de comportarse y actuar, olvidándose de la verdadera fuente de todos sus bienes, comportándose con arrogancia, soberbia y presunción. Generalmente, cuando un hombre se comporta de esa forma, genera la envidia de los demás, al grado que quizá estos lleguen a pensar: “¿por qué él tiene esto y yo no?”, en el momento de formular esta pregunta, en el cielo “meditan” si en realidad esta persona es merecedora de mantener todo el bien que posee, y al observar su actual actitud, puede ser que pierda lo que ahora le causa placer y le genera tanta soberbia.
Aquí observamos el proceso que lleva el daño que causa el mal de ojo:
Al comportarse la persona con ostentación, haciendo constante alarde de lo que tiene provoca la envidia de sus compañeros, lo que puede atraer hacia el algún tipo de consecuencia negativa.
Es verdad que este proceso no se puede generalizar, sin embargo, la gran mayoría de las veces es la persona quien acarrea el mal de ojo hacia él, atrayendo su propio mal.
El autor del libro Mijtab Meeliyahu, explica que hay otro motivo por el que puede recaer el mal del ojo. Él plantea, que cuando Hashem le manda Berajá a Sus hijos, lo hace para que estos disfruten del mundo y de Su inmensa bondad, sin embargo, si uno disfruta de lo que Hashem le brindó haciendo con ello que alguien se sienta de menos o marginado, si por el poder y lujos que posee hace sentir mal a su compañero, Hashem “Se molesta” y Reclama que la Berajá que Él brinda es simplemente para disfrutar y compartir, y no para sobajar al otro, siendo esto lo que provoca la pérdida de su Berajá.
Existe otra razón por la cual alguien puede atraer algo negativo similar al tipo de ojo, el cual recae en las cosas o en las personas que llaman mucho la atención y aún que otros no sientan envidia o sentimientos negativos, esto puede llegar a afectar. Por ejemplo, una persona que es muy escandalosa y constantemente está en busca del reconocimiento, que utiliza ropa, joyería y actitudes exageradamente llamativas, trae sobre sí la falta de bendición.
Para entender mejor esto, sería oportuno “observar” la manera como Hashem se conduce en este mundo. Boré Olam se relaciona con Su mundo de manera oculta, adjudicando toda Su Creación a la naturaleza, estando siempre Él “detrás del telón”. Sabemos que debemos conducirnos en este mundo intentando asemejarnos a Nuestro Creador, en este caso con la misma humildad y discreción, por lo que al buscar llamar la atención y recibir honores, estamos conduciéndonos contrarios a D´os, y en contra de Su Voluntad.
¿Cómo me cuido del mal de ojo?
Al analizar el tema nos damos cuenta de que este mal sí existe y es parte de nuestra religión.
Entonces: ¿me debo de que colgar muchos ojitos?, ¿Debo de vestirme con ropa de color azul y roja?, ¿abro mi mano a todo aquel que me encuentre en el camino?
NO, estos actos no nos salvan del mal de ojo, de hecho pueden causarlo más, entre más se piense en el mal de ojo y más se hable sobre él, más propensos somos a recibir su fuerza de forma negativa. Y si es que alguien utiliza estos objetos, debe hacerlo de la forma correcta.
Primero preguntémonos, ¿porqué la mano?, ¿porqué el azul?, ¿porqué el ajo?
Color azul: Rab Jaim Yosef David Azulay, mejor conocido como el Jidá explica que es utilizado por el hecho de que hace alusión al cielo. Cuando la persona mira la pulsera u objeto color azul, recuerda que todo proviene de D´os y que Él es el único que da y quita, con lo que se protege del ojo ajeno.
El ajo: su traducción al hebreo es “shum”, palabra que suma lo mismo que “ratsón”, voluntad, lo que hace alusión a que todo depende de la Voluntad Divina.
La “He” de plata: Hay otra segulá, la cual también explica el Jidá, que consta de colgarse una “He”, haciendo alusión al nombre de Hashem, que normalmente se simboliza con esta letra, representando que aceptamos que todo proviene de Él, y que Su mano dirige este mundo de forma general y particular.
La famosa manita: es simplemente una manera de expresar y poner un ¡alto! a cualquier pensamiento, vibra o deseo negativo que creamos que es dirigido a nosotros. Con ello hacemos conciencia del poder de la mente que tiene la fuerza de detener otra fuerza mental, y que la única verdadera herramienta que tenemos para protegernos es la Fe en el Creador.
El pez: así como el pez se encuentra siempre oculto en el agua, saliendo solamente de vez en cuando, nosotros debemos comportarnos de la misma forma. Debemos ser recatados, sencillos y humildes, no mostrando todo lo que tenemos ni haciendo alarde de ello, sino conducirnos siempre con recato ante Hashem y ante nuestros semejantes.
Aunque ahora resulta evidente, es importante recalcarlo: Cada uno de estos amuletos es válido y efectivo al aceptar que todo proviene de Hashem, y al hacerlo uno se protege debido a la cercanía que obtiene hacia su Creador.
Lo principal para no acarrear el mal de ojo es el cambio de conducta, tal como está escrito en Masejet Abot: ¿Cuál es el buen camino que uno tiene que elegir? Tener “buen ojo”, es decir, tener buena disposición, estar contento por los logros de los compañeros, no tener envidias ni malos deseos. Cuando tenemos armonía con los demás y nuestro corazón se siente conectado con el de nuestros hermanos, nos engrandecemos como personas, esta es ciertamente una barrera contra el “Mal de ojo”. La “buena vibra” y el desear el bien a los demás, nos protegen de este mal.
Otra manera de evitar el mal de ojo es la gratitud. Debemos estar conscientes de que nada de lo que tenemos es realmente nuestro, así en el momento en que alguien pueda llegar a desearnos el mal, nada puede quitarnos lo que tenemos, pues aceptamos que nada es realmente nuestro, y si es así, ¿cómo pueden quitarnos algo que no nos pertenece?
Podemos citar la Berajá que recibió Yosef. Él fue meritorio de ésta ya que era una persona que evitaba llamar la atención, no se fijaba en lo que tenían los demás y se sentía agradecido por lo todo lo que Hashem le enviaba. Y no podemos decir que la vida de Yosef fue fácil o placentera: fue vendido por sus hermanos, estuvo en la cárcel durante doce años por actos que él no cometió, fue acosado por la esposa de un ministro poniendo en riesgo su vida… y aún así siempre fue agradecido con Hashem y no se alabó a sí mismo, ocultó su hechos y le adjudicó todo a Hashem, con fe absoluta.
Otra forma de alejarnos de este mal es por medio de la Tefilá, ya que al rezar nos acercamos a Hashem, haciéndonos cómplices y socios de Él en nuestros proyectos. Al depositar nuestra fe en Él, sin duda nos responde y nos protege, Si tenemos a Hashem os de nuestro lado, ¿qué mal podría acecharnos?
Un ejemplo de esto es el Bircat Cohanim (Berajá de los Cohanim). Está Berajá es un bloqueo contra el mal de ojo, ya que empieza con la Bendición de Hashem, luego dice “Él nos iluminará”, y continúa con uno de los mayores éxitos que un ser humano puede obtener en la vida: que Hashem dirija Su “Rostro” hacia él. Al tener la mirada fija de Hashem, uno se gana la paz, y no hay nada más elevado y hermoso que la paz de Hashem en el corazón del hombre.
Para terminar, podemos concluir que la mejor manera de alejarnos de este mal es siendo lo menos aprensivos a este tema, no debemos dedicarle mucho tiempo ni mucha energía. Reconozcamos que todo proviene de Nuestro Creador, acercándonos a Él por medio de las Mitsvot y la Tefilá. No llamemos la atención y deseemos lo mejor a todos nuestros hermanos. Trabajemos en la humildad y en la sencillez. Seamos merecedores de la Bondad Divina. Sólo así seremos cuidados y protegidos siempre, para bien y con amor por Nuestro Creadorhttp://midrashtoledo.com/articulosojo.html
¿Cómo evitar el Ayin hará? ¿cómo ser un hombre de éxito?, ¿cómo nunca conocer el fracaso?, ¿cómo ostentar y vivir sin temor de que le echen a uno el mal de ojo?
La respuesta es sencilla: Ser como Yosef
Yosef era un hombre de éxito, nunca conoció la decadencia ni el fracaso.
La Mishná (Pirke abot) dice “El mal de ojo es una de las cosas que puede sacar a una persona de este mundo” Escrito está en el Talmud que una vez un rabino escuchó a dos almas hablar en el panteón, una le dijo a la otra “uno de cada mil enterrados es de muerte natural y novecientos noventa y nueve son por causa del Ayin hará. ¡Qué fuerte!
En nuestro correr diario por la vida sucede que logramos tener éxito (yo digo ser los consentidos de Di-s), y luego de ello una decadencia, rogamos no llegar muy alto en nuestro superación para que la caída no sea muy fuerte, pero ¿cómo hacerle para que ese logro sea permanente? Sucede que la envidia de las gentes es la que nos hace caer, ¿cómo hacerle para que si tengo éxito y la gente me ve lleno de bendiciones, no me eche el mal de ojo? ¿cómo podría hacer una fiesta y ostentar, lucir joyas, buena comida, buen servicio, una perfecta fiesta sin que nadie me logre echar el mal de ojo? Como vivir con el “que no digan las gentes”. ¿existirá una fórmula para vivir ostentando y que no llegue el Ayin hará?
Hay una frase que se encuentra registrada en el Talmud, (Guemará: Masejet Berajot, hoja 55 columna 2). y que se usa para cuando uno se siente amenazado porque alguien le eche el Ayin hará (mal de ojo). Se debe tomar el dedo pulgar de la mano derecha, aprisionado por los dedos de la mano izquierda, exceptuando el pulgar que a su vez será tomado por los cuatro dedos restantes de la mano derecha y luego hacer la siguiente declaración:
“Yo soy fulano hijo de fulano, descendiente de Yosef a quien no le puede dañar el mal de ojo”.
Esta declaración nos lleva a dos preguntas muy grandes
1. ¿Por qué decimos “descendiente de Yosef” si en dado caso no somos de su casa?
2. ¿Por qué Yosef hatzadik estaba por encima del mal de ojo?
Número 1. Dice la Guemará
a) “Todo el que enseña algo a alguien, ese alguien es considerado como su hijo”. Y cuando nosotros decimos yo soy descendiente de Yosef, estamos diciendo soy alumno de Yosef, soy de la escuela de Yosef, soy de la filosofía de Yosef, que hago lo mismo que Yosef. ¿Y que es lo que él hacía? ¿qué nos enseña? Para ser considerados hijos de Yosef tenemos que hacer lo que él hacía, conducirnos como él, no dejar que el sexo o el desear a alguien nos haga vulnerables al Ayin hará, esa es la clave. Yosef se cuidaba de pecar en cuestión del sexo, evitó caer con la esposa de Potifar y dice el Talmud que era tan bello que en los desfiles de gobierno iba con la ojos hacia el suelo (para evitar desear a alguien), cuando salía Yosef, en los carros, las chicas se subían a los muros para aventarle sus joyas para que él alzara sus ojos pero él las evitaba a toda costa. Un hombre de éxito ininterrumpido, joven de 30 años gobernando Mitzrayim hasta los 110 años en que murió. Un político sin Ayin Hará. Ese es Yosef.
b) Después de que Ya’akob bendijera a Yosef y a sus hijos (Efrayim y Menashé) en Bereshit 48:20 profetizó para que todos los que no somos descendientes de Yosef tengamos esta misma bendición “en ti será bendecido Israel y se dirá -Hágate Di-s como a Efrayim y a Menashé-“ por la profecía de Ya’akob nos adjuntamos ser hijos de Yosef. Esta bendición se analiza en el punto número 2
Esta declaración, que Ya’akob profetizó, la dicen nuestros padres, en la bendición a los hijos, en Kabalah Shabat adjunto al de bemidbar (números) 6: 24-26
“Que Di-s te haga como a Efrayim y Menashé…” es una declaración muy importante, impresionante y muy poderosa ya que la bendición que Ya’akob le dio a éstos es también compartida con nosotros, de padres a hijos.
Número 2:
cuando Ya’akob bendijo a Efrayim y Menashé, dijo “Que Di-s, ante Quien anduvieron mi padres Abraham e Isaac, el Di-s que me sustentó desde que nací hasta hoy, el Ángel que me libró de todo mal, bendiga a los muchachos, y que sean ellos llamados con el nombre mío y los de mis padres Abraham e Isaac, y que se incrementen como los peces, en medio de la tierra” Bereshit 48:15-16.
En esta bendición Ya’akob les bendice para que los descendientes de Yosef estén por encima del mal de ojo. A los peces del mar no les llega el mal de ojo, porque no se ven, por eso se multiplican, no son como los peces en pecera (antes no se conocían la peceras) a los cuales es fácil que les dé Ayin hará y se mueran, por eso dijo “como los peces (del mar) en medio de la tierra” Es decir que fueran libres del Ayin hará como los peces del mar. Así que nuestros hijos y lo que poseemos se multiplicarán como lo hacen los peces.
El éxito lo conoceremos si nos conducimos de manera apropiada en relación al sexo, un rabino contaba que a su hijo en la noche previa a su Bar Mitzvá en vez de decirle “hijo mío, quiero que estudiés Torá, que consigás una mujer buena de entre las hijas de Israel y no te fijés de una goya, shalalá shalalá” le dijo – A partir de ahora nunca te toqués ahí abajo, tu sexo – sólo eso, un solo consejo, si cuidás tu corona de abajo, Él cuidará tu corona de arriba. la pureza de un hombre es camino del éxito.
Hombres: cuídense de mirar y desear a otra mujer que no sea la suya para que el éxito toque a su puerta y no salga por la ventana. Dice la guemará: “Un ojo que no quiere gozar de una mujer que no es de él, no puede penetrar en él el mal de ojo.” (O sea “Ojo por ojo”)
Mujeres: cuiden que sus maridos no caigan en ver a otra mujer que no sea a ustedes, viéndose bellas y conquistándolos todos los días. Así colaborarán al éxito de su hogar (Shalom baith) y al de su esposo, por consiguiente al suyo.
Ya’akob ben Enecón
http://www.judaismovirtual.com/articulos/mal_de_ojo_yaakov.php
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TORAH
Y HAFTAROT
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TRADUCCIÓN, SUPERVISIÓN,
SELECCIÓN EXEGÉTICA,
NOTAS Y COMENTARIOS DEL
RABINO MARCOS EDERY z''l
(Versión para Internet)
Dedicado en honor a Baruj Jose Cohen y Nelly Cohen Toledano
por sus hijos y nietos.
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HALAJOT DE JANUCA
Este año 5771 Januca acaece del: 2 al 9 de Diciembre, 2010
Esta edición está traducida y adaptada del libro "TORAT HAMOADIM" del RAB. DAVID IOSEF Shlita (Director de la Academia Rabínica "YAJAVE DAAT"), Basado en las Enseñanzas del Rishon Letzion RABBI OVADIA IOSEF Shlita. Traducción del Gran Rabino ISAAC A. SACCA Shlita. Editor Responsable: Rab. Eliahu Yazdi
Leyes relacionadas con el encendido de las velas de Januca
23. Dijeron nuestros Sabios que al encender las velas de Januca ya uno cumple con el deber de encender, por eso si uno encendió las velas y se apagaron, no debe volver a encenderlas. Sin embargo es aconsejable que prenda nuevamente las velas pero sin pronunciar ninguna bendición, siempre y cuando se encuentre dentro de la media (1/2) hora posterior al encendido.
24. Cuando aún no acabó de encender todas las velas correspondientes, y se apagaron una (1) ó más velas, hay algunos Jajamim (Sabios) que sostienen que debe volver a encenderlas para que de este modo estén todas las velas ardiendo juntamente.
25. Si encendió las velas en la víspera de Shabat antes de la puesta del sol y se apagaron, no es necesario volver a encenderlas, sin embargo si todavía no se puso el sol es mejor que las encienda nuevamente. Sin embargo, si se encuentra muy cerca de la puesta del sol, tiene prohibido volver a encenderlas, por cuanto que podría llegar a profanar el Shabat.
26. Si uno apagó las velas sin intención, no está obligado a encenderlas nuevamente, sin embargo es aconsejable que las encienda nuevamente sin bendecir. Quien las apagó intencionalmente debe encenderlas otra vez sin bendecir.
27. Si las velas se apagaron por consecuencia del viento, como ser que luego de encender las velas se abrió la puerta y el viento las apagó, no es necesario encenderlas de nuevo, sin embargo es bueno encenderlas nuevamente sin recitar la Berajá.
Pero si las encendió en un lugar ventoso donde las velas no iban a arder por media (1/2) hora, debe encenderlas nuevamente sin bendecir. Incluso si luego de encenderlas las colocó en un sitio protegido del viento, no cumplió con su deber y debe encenderlas nuevamente, ya que en el momento de encenderlas no lo hizo de la forma apropiada.
28. Basados en la norma que dice que el precepto se cumple al encender las velas y no al colocarlas surgen las siguientes leyes:
* Si encendió las velas un sordomudo, un deficiente mental ó un menor de trece (13) años, pero las había colocado un mayor a quien le recaía la obligación de cumplir con el precepto, no cumplió. Sin embargo, si encendió las velas un mayor, y las había colocado en el lugar indicado un sordomudo, un ciego ó un menor de trece (13) años, la Mitzvá se da por cumplida por cuanto que la acción es el encendido.
* Una vela de Januca que estaba encendida desde la noche anterior y quiere cumplir con ella también el precepto de Januca de la noche siguiente, debe apagarla y volver a encenderla y no alcanza con que la ubicó en su lugar para cumplir con la Mitzvá.
* Aquel que enciende las velas de Januca dentro de su casa y luego las lleva fuera de ella, la Mitzvá no se da por cumplida porque el que las ve puede pensar que lo hizo para su provecho.
* Aquel que enciende las velas de Januca en un candelabro ubicado encima de los veinte (20) Amot (aprox. diez metros (10m.) y luego lo coloca por debajo de los veinte (20) Amot, no cumplió con la Mitzvá. Debe entonces volver a encenderlas ubicándolas bajo los veinte (20) Amot pero sin volver a recitar la bendición.
* Si enciende las velas de Januca en un candelabro ubicado por debajo de los veinte (20) Amot y luego lo coloca por encima de los veinte (20) Amot, no debe apagarlas y volver a encenderlas, por cuanto que al prenderla estaba por debajo de los veinte (20) Amot. Lo que sí debe hacer es volver a ubicarlas a esta altura.
La cantidad de aceite
29. Es necesario colocar aceite para las mechas ó velas en la Janukiá que duren treinta (30) minutos como mínimo, desde el encendido luego de la salida de las estrellas.
Aquel que colocó una cantidad de aceite insuficiente, para media (1/2) hora de duración como mínimo, y encendió las velas, debe apagarlas y encenderlas nuevamente sin pronunciar ninguna bendición.
30. Quien no posee aceite suficiente para que las velas duren media (1/2) hora, debe encenderlas sin Berajá. Así también quien sabe que saldrá inmediatamente de su hogar luego de encender las velas y teme dejarlas prendidas sin nadie en la casa, y por lo tanto las apagará antes de que pase media (1/2) hora, enciende sin Berajá. De todos modos, a quien no le alcanza el aceite para media (1/2) hora para todas las velas, que encienda una sola vela con el aceite necesario y recite la bendición.
31. Transcurrida media (1/2) hora luego de encender las velas, está permitido apagarlas y tener provecho de su luz y se sobreentiende que si se apagaron luego de esta media (1/2) hora, no debe volver a encenderlas.
Orden del encendido de las velas
32. Luego de haber recitado todas las bendiciones correspondientes comienza a encender las velas, y que no aleje su mano del encendido de cada vela hasta que la mayor parte de la mecha esté encendida. Después de haber encendido la primera (1º) vela se empieza a recitar "Anerot Halalu...", y no previo a esto. Es una buena costumbre también decir luego el capítulo de Tehilim (Salmos) "Mizmor Shir Janucat Habait LeDavid".
33. La primera (1º) noche se enciende la vela del extremo derecho del candelabro. La segunda (2º) noche se agrega una vela a la izquierda de la primera (1º) y se enciende primero (1º) la vela que agregó. Y así durante todas noches restantes se agrega del lado izquierdo y se enciende de izquierda a derecha.
De todos modos si alteró el orden del encendido, cumplió con su deber.
34. Luego de encender la primera (1º) vela de cada noche, las restantes pueden ser encendidas por los hijos u otros niños menores de trece (13) años, siempre y cuando comprendan lo que están haciendo.
35. Si luego de encender la primera vela escucha "Kadish" puede contestar Amen. Pero entre la bendición y el encendido de la primera (1º) vela no puede contestar "Amen".
36. Es mejor quedarse en la casa durante la primera (1º) media (1/2) hora del encendido de las velas observándolas, por la difusión del milagro de Januca.
Encender con otra vela del candelabro
37. No se pueden encender las velas de Januca tomando fuego a través de un fósforo, cerillo ó vela, de otra vela de Januca.
Pero está permitido inclinar la mecha de la vela de Januca hasta que encienda la otra vela; y los Ashkenazim evitan incluso esto último.
38. Después de la primera (1º) media (1/2) hora de arder las velas, se puede tomar fuego de ellas para encender cualquier tipo de vela (ya sea alguna de las velas de Januca que se apagó ó cualquier otro tipo de uso), pero antes de ello no se puede tener provecho. Por ende si se apagó alguna de las velas de Januca antes de la media (1/2) hora, no le es permitido volver a prenderla con una (1) de las otras velas de Januca.
39. El Shamosh (la vela adicional) no se puede encender a partir de alguna vela de Januca, tampoco inclinando la mecha.
40. Es mejor no encender las velas de Shabat, ni la vela de Havdalá, ni tampoco si necesita una vela para estudiar Torá, extrayendo fuego de las velas de Januca.
Utilizar la luz del candelabro
41. Está prohibido tener cualquier clase de provecho de las velas de Januca, incluso pasajero, tanto que sea para realizar una Mitzvá, por ejemplo estudiar Torá u otra actividad común. Esta ley es igual con las velas de Januca que se encienden en la Sinagoga.
42. Transcurrida media (1/2) hora de haber encendido las velas, se puede tener cualquier tipo de provecho de las mismas.
Si la única luz de su casa proviene de las velas de Januca, puede caminar y permanecer en su casa a la luz de las mismas (para no caerse), ya que esto no es considerado un provecho.
43. Es mejor no comer a la luz de las velas de Januca, para no tener provecho de ellas.
El Shamosh
44. Se acostumbra a encender una vela adicional todas las noches, la cual se coloca a un lado de las demás velas. El motivo de la costumbre es que no tenga provecho de las velas de Januca sino de esta vela adicional, denominada "Shamosh".
45. Hay quienes opinan que sólo es necesario encender el Shamosh si enciende las velas de Januca en la mesa de su casa, por si alguien lo ve, que no piense que las enciende para provecho personal, pero si las enciende en la entrada del lado exterior de su casa, no es necesario que lo haga. Otros sostienen que incluso que encienda las velas dentro de su casa no es necesario que encienda el Shamosh bastando con la luz eléctrica de la casa. Y una tercera (3º) opinión dictamina que es imprescindible encender esta vela incluso fuera de la casa, y es correcto obrar como esta última opinión, también en nuestros días que no es habitual tener provecho de las velas, ya que se posee luz eléctrica.
46. Los Ashkenasim, que acostumbran que cada integrante de la familia encienda las velas, acostumbran también a que cada uno encienda su Shamosh.
47. Se debe colocar el shamosh en un lugar separado y distanciado un poco de las demás velas.
48. El Shamosh se enciende después de haber encendido las demás velas, sin embargo si lo encendió primero no es necesario apagarla ni comenzar nuevamente el orden correcto.
49. Luego de haber encendido el Shamosh, puede tener provecho de su luz a pesar de estar encendidas las velas de Januca.
LADRAN SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS...
Escribió el “Baj”, al comienzo de las leyes de Januca: el principal motivo que provocó los decretos de Januca fue la “rutina” en el servicio al Creador, por eso los decretos imponían la anulación de dicho servicio. Uno de los decretos fue la anulación de los sacrificios diarios. Y les dijeron: ustedes tienen un precepto “en sus manos”, si lo anulan se sentirán perdidos. ¿Cuál es? El encendido del candelabro... Y los griegos impurificaron todo el aceite..., y sólo lo podrían recuperar mediante el arrepentimiento y la entrega total hacia el servicio (Shuljan Aruj, Oraj Jaim, 470).
Y entendemos las palabras del “Baj”. Al tener el Beit Hamikdash, diariamente hacían los sacrificios y encendían el candelabro, y estaban, en esa generación, “tranquilos” con esa “rutina”. Y este sentimiento está prohibido en cuanto al servicio al Bore Olam, por eso los decretos cayeron sobre la misma rutina. Y por ser que no reaccionaron por sus propios medios, Hashem provocó que a la fuerza reaccionen. Así como a Iaacov Avinu, al querer tranquilidad, Hashem le trajo más “guerra”, a los iehudim que supusieron que no debían esforzarse en ascender más y servir al Creador con todas sus fuerzas, Hakadosh Baruj Hu les trajo a los griegos con el permiso para anular los sacrificios y el encendido de las velas.
Si hubiéramos reaccionado a tiempo, enseguida habríamos vencido a los griegos. Pero, como seguimos con nuestra tranquilidad, se sumó decreto tras decreto hasta que la situación llegó al punto que los grandes sacerdotes casi, jas veshalom, olvidan la Tora y los preceptos de Israel (según el Ramban, parashat Vaiji). Porque la regla es que si la persona no despierta por sí sola, la empujan para hacerla caer. Al final, cuando Matitiahu ve hasta dónde habían llegado, se despertó con toda su furia! Y esta entrega en salvación del servicio al Creador, es la que mencionó el “Baj”, en una guerra de unos pocos débiles frente a muchos fuertes.
Este es el arreglo contra la rutina, por eso el milagro también fue en el servicio, en el encendido del candelabro. Y por eso los jajamim establecieron que nuestro precepto a cumplir en Januca, sea el encendido de las velas. Y también es la causa por la cual en Januca no hay ningún precepto de comer y beber, ya que el pecado, el decreto y el milagro, todo fue alrededor de lo espiritual.
Encontramos que los días de Januca, nos vienen a enseñar la forma en que debemos servir al Bore Olam en todos los días de nuestra vida. Debemos investigar nuestras acciones, y entrar en un estado “permanente” de búsqueda de elevación. Cuando tenemos dificultades y preocupaciones, saber que ese es el momento de actuar, vinimos al mundo para que nos “prueben” en esa situación, sin esperar días de tranquilidad en un futuro cercano o lejano. El que pide una pausa, recibirá pruebas que lo empujen a seguir peleando, o no. Por eso, cuando entraron en la rutina, en esos días, vinieron los decretos. Y finalmente fuimos merecedores de los milagros, solamente por el gran despertar que tuvieron Matitiahu y sus hijos. Todo esto gira alrededor del encendido de las velas de Januca, y nos enseña como debe ser nuestro comportamiento en este tiempo.
La vida es como una escalera con la base en la tierra y que llega hasta el cielo, y cada día intentaremos subir un poco más. A veces hay tropiezos, pero está escrito “siete veces caerá el justo y se levantará”. No es la intención decir que podemos caer y levantarnos, sino que así es el camino de la elevación, con tropiezos. Cuando vemos que tropezamos, es señal que estamos subiendo. Lo principal, no conformarnos, no quedarnos ni entrar en la rutina, buscar subir más. Y no desanimarnos ante un tropiezo. Las dificultades son pruebas que podremos superar, con la ayuda de Hashem...
La ley del encendido de las velas se estableció como dijeron “Beit Hilel”, que cada día aumentamos una vela más. Así también nosotros debemos ser y colocar nuestra vida en posición de ascenso constante, y el Bore Olam nos ayudará a fortalecernos y hacer frente a todos los obstáculos.
Lekaj Tov.
JANUCA SAMEAJ !!!
FELIZ JANUCA A TODOS NUESTROS LECTORES QUE SEA ESTE UN TIEMPO PARA USTEDES Y LOS SUYOS LLENO DE LUZ, ALEGRIAS Y TODO LO MEJOR DEL BOREH OLAM.
HALAJA AL ALCANCE DE TODOS EN ESPAÑOL Esta a disposición de todos quienes desean regir sus vidas de acuerdo a los principios de la Toráh, LEYES MATRIMONIALES LEYES DE TZEDAKAH Y MAASER Leyes Prácticas de Shabát y Yom Tov 1 Leyes Prácticas de Shabát y Yom Tov 2 Leyes Prácticas de Shabát y Yom Tov 3 ENVIOS A TODO EL PAIS. Torah, Halaja, Judaismo y màs en: GRUPO EN FACEBOOK: TORAH DESDE BARRANQUILLA http://www.facebook.com/home.php?ref=home#/group.php?gid=62434215245 UNETÈ Leyes Prácticas de Shabát y Yom Tov Es un estudio esencial para aquellos que se aprestan al camino de giur. Todos los Martes a las 7:00 PM, seguido de Arvit. Guemarà Para Tod@s, Tratado de Berajot Jueves: 7:00 PM ¿Cual es el origen de las bendiciones que recitamos en la avodah y porque estan redactadas de esa forma?
la obra completa del Rabino Rafael Abraham Hacohen Soae ben-Rabi Nissím Hacohen Soae Shlit"a
Una detallada guía halájica acerca de las leyes
de enlaces matrimoniales y demás temas afines
con una exposición halájica exhaustiva
en cuanto respecta a la caridad que es justicia, al diezmo, etc.
LA DICTAMENES SOBRE DIVERSOS TEMAS HALAJICOS SEGUN LA OPINION DE:
MARAN HAGAON RABENU HARAV OVADIA YOSEF SHELIT''A
http://halachayomit.co.il/SpanishDefault.asp
El sitio HalachaYomit.co.il, fue creado el año 2005 y su objetivo principal es la difusión del conocimiento y los valores de la Torá, especialmente en distintos temas de la Halajá, poniendo especial énfasis en citar las fuentes y la forma de dictamen halájico. De esta manera, queda absolutamente claro que nuestra Torá es eterna y no existe complicación o interrogante halájico que no halle respuesta en los primeros escritos rabínicos, los posteriores e incluso los contemporáneos, de cuya sabiduría abrevamos nuestra sed de saber.
Gracias a D-os, en la actualidad este sitio cuenta con cerca de doce mil suscriptores que reciben diariamente su “halajá”, al margen de quienes eventualmente ingresan al sitio para consultar su biblioteca halájica.
Todas las halajot y/o dictámenes halájicos están redactados de acuerdo a la visión de nuestro maestro y gran exégeta de la generación Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a, quien es considerado una de las autoridades rabínicas más autorizadas y aceptadas de las últimas generaciones. Esto, de acuerdo al testimonio de los “geoním” y grandes maestros sefaraditas Rabí Ezra Atie z”l, Rabí Efraím Cohen z”l, Rabí Mordejai Sharabi z”l y muchos otros destacados rabinos.
Parte de las Halajot se obtienen de las distintas obras de Rab Ovadia Yosef, Shlit”a, y en aquellos lugares en los que no aparece su opinión sobre el tema, la Halajá la determinamos según lo que dictamina Marán –Rabbenu Yosef Caro z”l- en el Shuljan Aruj –código de leyes judías- y de acuerdo a la opinión rabínica mayoritaria, como acostumbra a hacerlo nuestro maestro Rabí Ovadiá Yosef, Shlit”a.
En numerosas ocasiones consultamos directamente a Rab Ovadia la forma en que debíamos dictaminar ciertos temas del sitio, y citamos la respuesta en su nombre.
Las Halajot de este sitio tratan los más diversos temas, desde las legislaciones que rigen al Shabbat hasta lo concerniente a las leyes monetarias, daños y perjuicios, etc. De tal forma que, las personas que se suscriban y lean permanentemente el sitio adquirirán, en un lapso relativamente corto, un conocimiento general de las leyes que rigen la vida cotidiana.
En estos momentos el sitio trata exclusivamente temas halájicos, sin embargo, nos proponemos en un futuro cercano extender la temática a la Parashá –porción semanal de la Torá- e incluso otros temas.
Las Halajot de este sitio están escritas por el nieto de Rabbenu Ovadiá Yosef, Shlit”a, Rab Ya´acob Sasson, Shlit”a, integrante del cuerpo de rabinos del centro de estudios Yehave Da´at.
El sitio en español es responsabilidad de Rabí Itzhak Fadda, Shlit”a, de Argentina, reconocido por su vasta trayectoria rabínica y sus trabajos de traducción en clásicos como Mesilat Yesharim, Derej Hashem, Emuná Ubitajon, etc,
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